2.- EL CUERPO

- Ya casi han pasado ocho meses...- murmuró Hermione mientras miraba por la ventana en la clase de Historia de la Magia del profesor Binns.- ... y todavía no sabemos nada... ni bueno, ni malo.

- Hermione... estoy seguro que lo encontremos muy pronto.- Le dijo Ron.- Hay muchas personas buscándolo y seguro que estará bien... ya lo verás.

- Ron tiene razón, Hermione... Harry aparecerá y estará bien.- Le susurró Parvati.

            Habían pasado casi ocho meses desde aquel uno de agosto en el que Harry Potter había sido secuestrado por Lord Voldemort y nadie sabía ni una sola palabra sobre donde se podría encontrar en muchacho, lo único que les aseguraba que todavía seguía con vida allá donde estuviera era el hecho que Voldemort había dejado muy claro que cuando lo matara, dejaría el cuerpo bien visible... y puesto que todavía no se había encontrado, eso les hacía mantener las esperanzas de que lo encontrarían, pero lo que la mayoría de la gente se cuestionaba era bajo que condiciones.

Cuando había desaparecido, todos los alumno de quinto año se unieron como uno solo para encontrarlo, se sometieron a entrenamientos muy duros con tal de tener algún tipo de posibilidad de supervivencia si se encontraban con un grupo de mortífagos y una vez los superaron, salían en grupos para ver si conseguían descubrir alguna pista sobre el paradero de su amigo. Nadie de la comunidad mágica fue informada sobre la desaparición de Harry hasta que el día uno de septiembre quedó de manifiesto que no subió en el Expreso de Hogwarts y que no estuvo presente durante el banquete. Ante los murmullos que esta ausencia suscitó, Dumbledore tuvo que explicarlo a toda la escuela.

- Un momento, por favor...- Dijo Dumbledore justo después de la Ceremonia de Selección.- ... tengo una triste noticia que daros... Como muchos de vosotros os habréis dado cuenta, hoy uno de vuestros compañeros gryffindors no se encuentra sentado en la mesa de su casa junto a sus amigos... me estoy refiriendo a Harry Potter.- Se levantaron una gran cantidad de murmullos.- Me gustaría decir que Harry simplemente perdió el tren, pero no es así; Harry no ha venido hoy a Hogwarts y sinceramente no sé cuando lo hará... o si podrá  volver.- Aquello hizo que muchas personas en el comedor pasaran de los murmullos confusos, a murmullos asustados.- Este verano, el pasado uno de agosto, los seguidores de Lord Voldemort se presentaron en la casa de Harry y lo secuestraron... sabemos que Harry se defendió con uñas y dientes, pero habían demasiados mortífagos para que pudiera escapar... por desgracia, no sabemos en que lugar se encuentra a pesar de todos los grupos de búsqueda que hay. No os voy a mentir, tememos por su vida, antes que los mortífagos se marcharan dejaron un mensaje: la próxima vez que veamos a Harry, él estará muerto. Esto nos demuestra una vez más como puede ser de cruel y despiadado.

Después de aquel anuncio, todo el Gran Comedor fue mudo, y muchas personas en las mesas de Ravenclaw y Hufflepuff palidecieron, al igual que varias de Gryffindor que todavía no se habían enterado. Desde entonces que toda la escuela (excepto los de Slytherin) se portaron muy bien con los gryffindor, especialmente a los de quinto año, y muy especialmente con Ron y Hermione. Además, al día siguiente apareció un extenso artículo en el que explicaban la desaparición de Harry, así como el retorno de Voldemort y como Fudge se había negado a aceptar e informar de este hecho.

            Casi todos los profesores mostraban su consideración hacía los alumnos de quinto año de gryffindor e incluso perdonaban algunas de las faltas de atención por su parte cuando la añoranza hacía Harry era demasiado grande, pero aquella falta de noticias los estaba dejando los nervios destrozados.

- Profesora McGonagall... ¿Se sabe algo?- Preguntaron Ron y Hermione como hacían cada día.

- No... todavía no se sabe anda.- Les contestó la profesora con tristeza, sabía lo duro que les tenía que estar resultando a sus amigos.

            La clase de transformaciones pasó en silencio, nadie tenía muchas ganas de hablar después de haber escuchado como McGonagall les informaba que no había noticias sobre Harry. Todo permaneció en su rutina habitual hasta que en mitad de la clase escucharon la voz amplificada del director.

- Que todos los profesores se dirijan a la sala de profesores, los alumnos dirigios inmediatamente a vuestras salas comunes excepto los siguientes alumnos: Fred, George, Ron y Ginny Weasley, Hermione Granger, Neville Longbottom, Lavender Brown, Seasmus Finnigan, Parvati Patil y Dean Thomas, estos alumnos también deben dirigirse la sala de profesores inmediatamente.

            Todos se miraron entre sí con la misma idea en la cabeza: Harry. En aquellos momentos, el único motivo por el cual todos ellos podían ser llamados junto con los profesores, era que tenían noticias. Rápidamente, todos los alumnos de quinto año de gryffindor junto con la profesora McGonagall recogieron todas sus cosas y corrieron hacía el cuarto de personal encontrándose por el camino con los gemelos y con Ginny. Cuando entraron no se encontraron solo con los profesores, sino con todos los Weasley y los miembros de la Orden del Fénix.

- Mamá, papá... ¿Qué ocurre?- Preguntó Ron en cuanto entró.- ¿se sabe algo de Harry?

- Por favor, sentaos.- Dijo Dumbledore.

            Todos hicieron cuanto le pidió el director y se sentaron con nerviosismo en las sillas vacías que había alrededor de la mesa de personal.

- Bien... ya no falta nadie.- comenzó Dumbledore.- Creo que no hace falta que explique el motivo de esta reunión... hemos tenido noticias.

            Se levantó un súbito murmullo en la sala y Dumbledore esperó pacientemente hasta que todos volvieron a prestarle atención a él.

- Un grupo de aurores del ministerio ha encontrado cerca del norte de Inglaterra a más de quince mortífagos, todos ellos inconscientes y también... un cuerpo.

            Todos quedaron muy pálidos cuando escucharon, algo dentro de su interior comenzó a suplicar que no fuera Harry, que por favor no fuera Harry. Casi no se atrevían a respirar, tenían tanto miedo de que se tratara del muchacho... solo hacía falta dos palabras para hacer que pudieran respirar con tranquilidad o por el contrario debieran llorar su perdida, pero nada en la cara del anciano mago daba a entender ni una cosa ni la otra.

- Era Voldemort.

            El silencio fue todavía mayor que antes, cuando esperaban para que Dumbledore dijera quien era el muerto no se esperaban que se tratara del mismo Lord Oscuro. Sentían la felicidad y la tranquilidad de saber que no era Harry pero al mismo tiempo les costaba asimilar quien había resultado ser.

- Los aurores han arrestado a todos los mortífagos y en estos momentos los están trayendo a Hogwarts junto con algunos representantes del ministerio para tomarles declaración. Lo hacen aquí porque no se fían de Fudge.- Continuó Dumbledore.- Por supuesto que tan buen punto sean interrogados seguramente descubriremos que es lo que le han hecho a Harry así como donde se encuentra ahora mismo.

- ¿Cuánto tardarán en llegar los aurores?- Preguntó Sirius con algo de recelo.

- Diez minutos.- Dijo el anciano.- No debes preocuparte, Sirius, permanecerás en tu forma de animago hasta que alguno de los mortífagos declare tu inocencia.

Los profesores, los diez estudiantes y los miembros de la Orden permanecieron en silencio hasta que diez minutos más tarde llegó el celador, Argus Filch y les informó de que habían llegado personas del ministerio y que lo esperaban en el Gran Comedor, después se dirigieron hacía allí. Una vez entraron en el Gran Comedor se encontraron con un grupo de diez aurores y tres miembros del ministerio, que llevaban a quince mortífagos, todos ellos desarmados y con un hechizo que les impediría escapar.

- Buenos días.- Dijo el profesor Dumbledore en cuanto entró.

- Buenos días, profesor Dumbledore.- Dijo uno de los oficiales del ministerio en cuanto l vio mientras los demás (excepto los mortífagos) hacía una inclinación de cabeza.- espero que no les moleste que interroguemos a estos mortífagos aquí en Hogwarts.

- No, ni mucho menos. Como ya sabrá estamos muy interesados en averiguar donde se encuentra el señor Potter.

- Comprendo.- Dijo el hombre.- El ministerio también está muy interesado en descubrir donde se encuentra el señor Potter.

- ¿Utilizaran verisaterum?- Preguntó Snape.

- Sí, peor no debe preocuparse, profesor Snape... nosotros hemos traído.

- Muy bien.

            Todos los mortífagos, seguían encapuchados y con las máscaras puestas, por lo que desconocían sus identidades... por ahora. En el grupo, había uno que destacaba contra los demás, era bajito y regordito no aparentaba ser muy poderoso, aunque podía engañarlos... tal vez,  lo que más destacaba de él, era que su mano izquierda era plateada, él fue el primero en ser interrogado, algo que para los miembros de la Orden les resultó muy productivo ya que era justo quien podía solucionar la condición de Sirius. Lo obligaron a tomar el verisaterum y uno de los aurores comenzó a interrogarlo.

- ¿Cómo te llamas?

- Peter Pettigrew, también conocido como Colagusano.

- Peter Pettigrew está muerto. Sirius Black lo mató.- Dijo el auror sorprendido.

- Él no me mató, yo falsifiqué mi propia muerte haciendo estallar esa calle y dejé que él cargara con todas mis culpas...

- ¿Qué culpas?

- Ser un mortífago, el asesinato de todos aquellos muggles y la traición a Lily y James Potter y a la Orden.

- ¿Sirius Black no hizo ninguna de esas cosas?

- No, yo la hice.

- ¡Pero Black atacó Hogwarts! ¡Intentó matar a Harry Potter!- A los del ministerio les costaba trabajo el aceptar la inocencia de Sirius.

- Sirius no atacó Hogwarts y no intentó matar a Harry, lo que hizo fue protegerlo de mí, que había conseguido introducirme en Hogwarts, en la torre de Gryffindor y en el dormitorio de Harry.

- ¿Cómo?

- Bajo mi forma de animago. Me hice pasar por la rata domestica de ese chico.- Dijo señalando a Ron que tenía una expresión de aversión.- Como no estoy registrado, nadie podía saber que era la rata, nadie excepto Sirius, que conocía mi condición.

- ¿Entonces, Sirius Black es inocente?

- Sí.

- Bueno... hasta que al fin se aclara.- Dijo una voz nueva.

            Cuando los aurores y los agentes del ministerio se giraron, se encontraron que donde antes estaba un gran perro negro, ahora estaba Sirius Black en las túnicas de la Orden y con una expresión de total aversión hacía Peter que no parecía nada asombrado. De un principio los aurores hicieron un gesto de atacarlo pero recordando lo que Pettigrew había dicho tan solo unos momentos antes se contuvieron.

- ¿Qué es lo que ha pasado, Peter?- Preguntó Sirius.- ¿Cómo Voldemort ha acabado muerto y sus mortífagos capturados?

- Harry.- Respondió Pettigrew.- Harry lo hizo.

- ¿Cómo?- Manejó a preguntar.

- Cuando Voldemort secuestró al chico, su objetivo era torturarlo, hacerlo sufrir, sumir a la comunidad mágica en el caos y luego matar al muchacho dejando el cuerpo a la vista de toda la comunidad... peor él no contó con mi deuda de vida hacía Harry.

- ¿Qué quieres decir?- Preguntó Sirius que había adoptado el papel del auror en el interrogatorio.

- El Señor Tenebroso, pensó que sería divertido que yo vigilara a Harry contando le odio que él me tenía, pero se olvidó que yo le debo la vida al chico, así que sin que el Señor Oscuro lo supiera, fui enseñándole a Harry  toda la magia que yo sabía. Me sorprendió mucho cuando descubrí que era capaz de hacer magia sin varita y además demostró ser un buen alumno aprendió rápido, muy rápido.- Dijo Pettigrew.

- ¿Que fue lo que le enseñaste?- Preguntó Dumbledore.

- De todo... encantos, transformaciones, Defensa, Artes Oscuras, magia curativa, herbología, pociones...

- Vale, vale...- Dijo Sirius cortándole.- Explícanos que más pasó.

- Yo ya le había enseñado a Harry todo lo que sabía y más, solía buscar libros para que él pudiera estudiar y parecía aprender por minutos. Voldemort se disponía a torturarlo otra vez... solía hacerlo delante de todos sus mortífagos y lo hacía durante horas, pero en aquella ocasión Harry se defendió y lo luchó. Se enfrentó al Lord Oscuro, y se batió en duelo con él. Desde el principio no fue un duelo justo, Harry se encontraba muy mal físicamente, a pesar de toda la magia curativa, estaba muy malherido a causa de los últimos ocho meses en los que raro era el día que Voldemort no lo torturaba un rato, sus heridas necesitaban tiempo para curar pero el señor Tenebroso no se lo daba.

            Todos escuchaban horrorizados lo que le había pasado a Harry durante su secuestro de boca de alguien que había sido a su vez su captor y su salvador al igual que la persona que había arruinado su vida. Sus compañeros de clases estaban muy pálidos y las chicas lloraban histéricas.

- Harry a pesar de su desventaja, lo luchó con todas sus fuerzas y pronto el duelo se decantó de su lado.- Finalizó Pettigrew.

- ¿Cómo murió Voldemort?- Preguntó Dumbledore.

- No estoy seguro... el muchacho utilizó un hechizo que yo desconozco, seguramente lo leyó en alguno de los libros que le traía. Solo sé que nos rodeó una fuerte luz dorada y luego Voldemort cayó en el suelo sin vida y todos mis compañeros mortífagos caían inconscientes, luego todo se volvió negro.

- ¿Dónde está Harry?- Preguntó Sirius.

- No lo sé... cuando la luz se extinguió, justo antes de quedar inconsciente, me dio tiempo a mirar hacía donde se suponía que estaba el chico, pero allí no había nadie. Harry había desaparecido.

            Se hizo un silencio tenso. Habían esperado que después de interrogar a los mortífagos podrían descubrir donde se encontraba Harry, pero ahora se encontraban con que seguían sin saber nada, desconocían si estaba vivo o muerto, lo único que sabían es que si estaba vivo, Voldemort ya no podría herirlo, pero descontando eso... ¡seguían en el punto de partida!

            Después de aquello el interrogatorio fue encaminado más hacía la pertenencia a los mortífagos y que crímenes habían cometido, también si habían actuado por propia voluntad u obligados por la maldición Imperius. Como casi todo el mundo supuso, ninguno de los mortífagos habían actuado bajo el imperius, sino libremente y los agentes del ministerio quedaron muy impresionados al descubrir que eran personas muy importantes dentro de la comunidad mágica, como Malfoy, Avery, McNair, Crabbe o Goyle... y todos ellos afirmaban haber estado presentes durante el duelo que mantuvieron Voldemort y Harry justo antes del verano así como confirmaban lo que Pettigrew había explicado sobre la muerte del Lord Oscuro.

- Bien... creo que esto es todo.- Dijo uno de los agentes del ministerio.- Hemos finalizado los interrogatorios y tenemos pruebas suficientes como para que todos sean condenados a cadena perpetúa en Azkaban como mínimo. También haremos todos los tramites pertinentes para declarar la inocencia del señor Black, diga lo que diga el Ministro.

- Supongo que no se retiraran los equipos de búsqueda ¿verdad?- Preguntó Dumbledore.

- Haremos todo lo que esté en nuestra mano, profesor Dumbledore... pero tendremos que tratar con el Ministro y usted ya sabe que desde el final de junio pasado odia al muchacho.- Dijo el agente.

- Claro que con lo mal que ha llevado todo este asunto de Quien-usted-sabe no me extrañaría que lo echaran a patadas del cargo.- Afirmó otro.

- ¡Es lo mínimo que se merece!- Dijo Hermione muy alto, provocando que todos se la quedaran mirando.- ¿¡Qué!? ¡Es cierto!

- ¡Si nosotros no decimos que no!- Afirmó Ron rápidamente conociendo el genio de su amiga.

- Bueno...- continuó Dumbledore.- Nosotros continuaremos con nuestros equipos de búsqueda, diga lo que diga el Ministro.

            Quince minutos más tarde los gryffindors se dirigían a la Torre de Gryffindor, entre tristes y alegres. Alegres porque Voldemort había muerto y eso aseguraba la paz para la Comunidad mágica y tristes porque seguían sin saber donde estaba Harry, y tampoco sabían en que condiciones lo encontrarían, pero lo que sí sabían es que seguramente sería gravemente herido. Todavía no habían llegado al retrato de la Dama Gorda, cuando volvieron a escuchar la voz mágicamente amplificada del director que los convocaba todos en el Gran Comedor, así que dieron media vuelta mientras se preguntaban el porqué habían salido de allí.

            Cuando todos los alumnos se encontraron en el Gran Comedor, los jóvenes gryffindors se encontraron observados por sus compañeros, seguramente se preguntaban que era lo que había sucedido para desplegar todo aquello, intentaron descubrir lo sucedido en sus caras pero no descubrieron nada en sus expresiones, no había ni alegría, que demostraría que habían encontrado a Harry o bien lágrimas, que querría decir que el joven Potter estaría muerto, pero sencillamente tenían la misma expresión que habían lucido durante todo el curso.

- Gracias por haber venido tan rápido.- Dijo Dumbledore.- Tengo noticias muy importantes que daros a todos vosotros... Hace una hora recibí un aviso del ministerio, habían capturado a todos los mortífagos existentes y habían encontrado un cuerpo... era Lord Voldemort.- Se levantaron murmullos por todo el Gran Comedor de asombro y alegría.- Por lo que pudimos averiguar de sus mortífagos, fue Harry quien derrotó a Voldemort y dejó a todos los mortífagos inconscientes.- Aquí se levantaron todavía más murmullos excitados ante lo que supusieron que serían buenas noticias.- Pero, también hemos descubierto que el paradero del joven señor Potter es todavía un misterio... todos ellos coinciden en que en el mismo momento en el que vieron caer a Voldemort muerto, Harry desapareció.

            Los murmullos cesaron, ahora todos comprendían el motivo por el cual los gryffindors no habían mostrado ninguna diferencia con respecto a las noticias... para ellos, seguía la incertidumbre.