5. - PASADO
Los tres muchachos se sobresaltaron ante lo que habían escuchado y miraron a su amigo con asombro. El no parecía haberse dado cuenta de la presencia de los otros tres y seguía sumido en sus pensamientos. Sin saber muy bien como iba a reaccionar Jack lo sacudió suavemente en el hombro y el muchacho se sobresaltó.
- Jack... me habías asustado.- Viendo la cara de los otros se limpió las lágrimas y les dio una débil sonrisa.- No te preocupes estoy bien... es solo que cuando he terminado el dibujo y lo he visto... me he sentido muy triste y me han entrado ganas de llorar... aunque no sepa el por qué.
- ¿Sabes quien es?- Le preguntó el otro.
- No... no lo sé.- Dijo Sirius serio mientras fruncía el ceño.- Me da una rabia... todas estas cosas se me hacen familiares, como si las hubiera visto antes o las hubiera conocido bien... por eso me da tanta rabia no ser capaz de recordarlas.
- Sirius... ¿me darías los dibujos?- Preguntó Sam tímidamente.- Dibujas muy bien y me gustaría tenerlos.
- Claro... cógelos.- Rió.- Te los puedes llevar todos excepto este de aquí.
Señaló uno de los dibujos en el que se veía al mismo Sirius junto con un muchacho pelirrojo alto y una chica de pelo castaño muy espeso. Cogió el resto y se los colocó en las manos de la chiquilla con una sonrisa amable que ella le devolvió, después se estiró en el césped y cerró los ojos dejando claro que iba a dormir durante un rato, los otros se quedaron con ellos un tiempo hasta que vieron que se había dormido.
- Voy a llevarles estos dibujos a la señora Rice... ¡estoy segura de que esconden quien es realmente Siruis!- Dijo Sam convencida.
- Aunque se los lleves... ¿de que van a servir?- Le preguntó Paul.- No le van a devolver la memoria.
- No, pero pueden darnos una pista sobre quien es su familia o sus seres queridos.- Dijo Jack pensativamente.- ¡Vamos!
Los tres salieron corriendo hacía el interior de la casa para hablar con la anciana mujer sobre los dibujos de su amigo y la descubrieron en su despacho mirando una fotografía de unos cuantos niños en blanco y negro lo que hacía pensar que debía ser muy antigua. Cuando los tres adolescentes entraron, la mujer levantó la vista y les sonrió.
- Chicos... ¿que es lo que queréis?- Preguntó amablemente.- ¿tiene que ver con Sirius?
- Sí, señora.- Dijeron los tres a la vez.
- Bien adelante.
- Sirius últimamente ha estado haciendo dibujos... y creemos que tal vez podrían ayudar a saber quien es.- dijo Sam mucho más segura de lo que se sentía.
- Cuando acaba uno, siempre dice que le parece conocido pero no es capaz de recordarlo.- Añadió Paul
- ¿A ver? Dejádmelos ver.- Dijo la mujer interesada.
Los niños le alargaron los dibujos y miraron a la mujer; desde el primero, que para ellos no tenía mucho sentido, ella palideció. Los muchachos se quedaron desconcertados, ya que parecía que la anciana sabía el significado de aquellos bocetos.
- Dios Bendito... no puede ser...- murmuró.- en todos estos meses ni siquiera lo he sospechado.
- ¿Sabe quienes son?- Preguntó Jack trémulamente.
- Este castillo... lo conozco... ¡era mi vieja escuela!- Los muchachos la miraron asombrados.- Si, este castillo es Hogwarts y el uniforme que llevan es el de la escuela... lo reconocería en cualquier lado.
- ¿Y que tiene de especial?- preguntó Paul.
- Tiene mucho de especial,,, esta escuela es...- de repente se detuvo y miró a los tres muchachos con seriedad.- Escuchadme bien los tres... es muy importante que me respondáis con sinceridad.- Los tres asintieron.- Tenéis que decirme si habéis visto cosas raras alrededor de Sirius.
Los tres muchachos se miraron con alarma y por un momento se plantearon negarlo, pero... ¿Cómo había sabido que pasaban cosas extrañas alrededor de su amigo? Al final asintieron lentamente.
- Lo sabía... Sirius es un alumno de Hogwarts.- Murmuró la anciana.
- ¿Qué quiere decir? ¿Qué tienen que ver las cosas raras que le pasan a Sirius y ese colegio?.- Preguntó Jack.
- Mucho.- Sonrió la anciana.- Hogwarts no es una escuela común, y desde luego no tiene alumnos comunes. Para poder recibir una invitación, se ha de tener unas cualidades muy especiales.- Explicaba la anciana mientras pasaba los dibujos uno a uno.
- ¿Qué tipo de cualidades?
- Poderes mágicos.- Los tres adolescentes la miraron planteándose brevemente si se había vuelto loca.- no me miréis así, la magia existe y los magos y brujas existen y en Inglaterra aprenden a controlar su magia en Hogwarts. Yo soy una bruja y Sirius es una mago. Y eso es una realidad.
- Por eso decía que creía en la magia.- Dijo Paul.
- Entonces... ahora será mucho más fácil descubrir quien es ¿no?- Preguntó Jack.
- Sí, solo debemos hablar con el profesor Dumbledore... él estará muy agradecido si le preguntamos si ha desaparecido algún alumno de gryffindor.
- ¿Gryffindor?
- Hogwarts está dividido en cuatro residencias: Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Sirius es un gryffindor.
- ¿Cómo lo sabe?- Preguntó Paul.
- Por el animal que hay en el escudo de su uniforme.- Rió.- Es un león. Cada casa tiene un animal que la representa: Gryffindor un león; Ravenclaw un águila; Huffleppuff un tejón y Slytherin una serpiente.
Los muchachos se quedaron silenciosos mientras su directora se levantaba de la silla y se dirigía a la chimenea que había en la habitación. La chimenea era algo que nadie dentro de Mary Clarence podía comprender, no entendían como era que teniendo calefacción en todas las habitaciones en el despacho de la directora siempre había una chimenea.
- ¿Cómo los dividen?- Preguntó de golpe Sam.
- ¿El que?- preguntó la señora Rice a su vez.
- ¿Cómo los dividen por residencias?
- Ahhh... según su carácter. El primer día todos los nuevos alumnos se prueban un viejo sombrero este es mágico y lee como es cada persona y según lo que ve los envía a una casa u otra. Si eres valiente vas a gryffindor, si eres leal a Huffleppuff, los eruditos para Ravenclaw y a Slytherin los astutos.
- Entonces Sirius es valiente.- Finalizó Jack.
- Sí, lo debe ser.- La anciana había sacado una varita y murmuró- Incendio.
Los adolescentes vieron como en la chimenea aparecía un hermoso fuego que parecía llevar horas encendido y miraron asombrados a la mujer que ahora rebuscaba en una bolita de tela. No vieron que fue lo que cogió pero lo lanzó al fuego y en este las llamas se volvieron verdes.
- ¡Albus Dumbledore!
Las llamas crecieron y los muchachos vieron asombrados como en el fuego aparecía una cabeza de un hombre que parecía muy, muy, muy anciano y que pareció muy agradado de ver a la mujer porque le dio una gran sonrisa.
- ¡Odette! ¡Que alegría el volver a verte! ¿A que debo tu llamada?- Dijo la cabeza.
- Hola Albus... necesito que me eches una mano y es muy importante.
- Tú dirás.
- Hace algunos meses llegó a mi orfanato un muchacho que estaba muy malherido, este chico no tiene ningún recuerdo de su vida antes de despertar en el hospital y ni siquiera sabe como se llama realmente.- Explicó la mujer.- Últimamente ha comenzado a hacer una serie de dibujos y bocetos y me he quedado muy sorprendida al ver que uno de eso dibujos era Hogwarts, en otro estabas tú y varios muchachos con el uniforme de la escuela.- El anciano parecía muy interesado.- Por eso te quiero preguntar si ha desaparecido algún alumno tuyo últimamente (parece como el que desaparecieran alumnos fuera una cosa de lo más normal del mundo no?).
- ¿Estás en la casa de campo?- Preguntó el hombre.
- Sí, sabes que pasamos aquí los veranos.
- Bien, apártate a un lado, voy para allá.
- Tomaré eso como un sí.- Dijo la mujer mientras se apartaba.
Unos minutos más tarde, las llamas volvieron a crecer y rugieron de un profundo color verde y allí apreció un hombre, el mismo cuya cabeza estaba ates en la chimenea, y tal y como antes les había parecido a los chicos, parecía muy, muy, muy anciano a juzgar pro su larga barba y su largo pelo plateado. Vestía túnicas púrpuras y llevaba gafas de media luna que ahora enmarcaban unos ojos anhelantes.
- Odette, ¿dónde está?- preguntó nada más llegar.
- Fuera, en el jardín.- ¿Puedes decirme quien es el muchacho?
- Solo hay un alumno en Hogwarts que haya desaparecido... y aunque muchos comienzan a darlo por muerto, seguimos buscándolo. El nombre del chico, es Harry Potter.
Los muchachos se sorprendieron todavía más cuando vieron como la mujer palidecía considerablemente y se sentaba en su silla del susto, sin dejar de mirar al anciano, que a su vez la miraba con seriedad.
- ¿Harry Potter?- Preguntó con voz queda.- ¿El mismo Harry Potter que derrotó a Voldemort cuando era un bebé?
- Sí, el mismo Harry Potter que derrotó a tu hermano cuando era un bebé.
- Voldemort no era mi hermano, Albus, sino la aberración en la que Tom se convirtió.- Afirmó la mujer.- Además, sabes que me repudió en cuanto descubrió que descendíamos de Salazar Slytherin y que yo había sido seleccionada para Gryffindor.
- Lo sé, al igual que sé que fuiste una de los miembros de la Orden más activos. El derrotar a Lord Voldemort era algo personal.
- ¿Es cierto que Harry se parece tanto a su padre como se rumorea?
- Sí, es una copia exacta de James excepto por los ojos, tiene los ojos de su madre.
- Me hubiera gustado conocerlos... no me presentaste a la Orden hasta que Harry derrotó a Voldemort.
- Y fuiste una de las que más se opuso al que Harry viviera con sus tíos.
- ¡Por supuesto!- Dijo enérgica.- ¡Esos muggles miserables odian cualquier cosa que tenga que ver con la magia! ¡Advertí que harían su vida miserable y no me equivoqué! Si no hubieran sido por las protecciones que pusiste en la casa me lo habría traído a mi orfanato y seguro que habría tenido una infancia mucho más feliz. Y escúchame bien... no te pienso permitir que lo vuelvas a llevar con esos muggles, antes se queda aquí.
- Tranquila, Odette, no volverá con sus tíos. Su padrino tiene al fin su custodia legal y se hará cargo de él.
- Así que al final se ha demostrado su inocencia... siempre lo dije.
Ambos se quedaron en silencio y los adolescentes no hacían más que mirar de uno a otro con total confusión, no habían entendido nada de nada la conversación de ambos adultos había derivado a unos temas que no entendían pero temiendo que los sacaran del despacho se mantuvieron callados.
- ¿Te lo vas a llevar ya?- Preguntó la señora Rice.
- No, primero quiero que Poppy le de una ojeada... tal vez pueda determinar el por qué de la amnesia y curarla... además, primero debo avisar a Sirius y sosegarlo para que no se aparezca aquí y se lo lleva de repente... tampoco lo quiero exponer ahora a todos los problemas con la prensa, no al menos antes que esté preparado.
- ¿Y los servicios sociales?- Preguntó Jack sin poder abstenerse.
Dumbledore se sobresaltó cuando descubrió a los tres muchachos, pero la directora sonrió y le hizo un gesto para que se tranquilizara. Si giró a los adolescentes y respondió.
- No os preocupéis por ellos, nos resultará fácil el hacer que se olviden de que lo han conocido, nadie podrá recordarlo, será como si nunca hubiera pasado.
- ¡Nosotros no queremos olvidarle! ¡Es nuestro amigo!- Se asustó Sam.
- Tranquila, ya me encargaré yo de que no lo olvidéis.
- Odette, me gustaría ver a Harry, si no te importa.- dijo Dumbledore seriamente.
- Claro, no te preocupes. Chicos ¿podéis irlo a buscar?
Los muchachos asintieron y salieron de la habitación corriendo hacía el césped donde lo encontraron en el mismo sitio exacto que donde lo habían dejado. Todavía dormía. Jack lo despertó lo más suavemente que pudo para no asustarlo, había aprendido rápidamente que si lo despertabas con brusquedad solía asustarse; una vez despierto le explicaron que la directora quería verlo. Cuando volvieron a entrar en la habitación se sorprendieron de no ver al anciano por ningún lado.
- Quería verme, señora Rice?- Preguntó Sirius/Harry tranquilamente.
- Sí, Sirius... creo que he descubierto quien eres realmente.
- ¿En serio?- Se entusiasmó.
- Sí... debo decir que ha sido difícil y si Samantha no me hubiera traído los dibujos todavía no lo sabría.
- ¿Mis dibujos?- Preguntó el muchacho mientras miraba a la chica que se ruborizó.
- Sí... ellos me dieron una pista, porque en ellos incluisteis los uniformes de una escuela, los reconocí rápidamente porque yo también fui allí. Solo tuve que ponerme en contacto con el director y me lo confirmó. Tú nombre es Harry Potter, tienes dieciséis años recién cumplidos, de hecho, los cumpliste la semana pasada y eres uno de los alumnos más destacados de la escuela Hogwarts. Actualmente te encuentras bajo la custodia de tu padrino, debido a la muerte de tus padres cuando eras muy pequeño aunque antes la tenían tus tíos... y debo decirte que está moviendo cielo y tierra para encontrarte.
- Harry Potter.- Dijo el muchacho de forma ausente.- Así que me llamo Harry Potter.
- Sí.
- ¿Y el nombre de Sirius?
- Es el de tu padrino; se llama Sirius Black.
