Nos aparecimos en el ministerio. A cada uno nos dejaron en distintas salas, la mía era completamente oscura, con una silla donde me habían dejado sentado, una mesa, y por el reflejo de la ventana hacía la mesa, un vaso de agua. Un vaso de agua que era una tortura por que con las manos atadas no podía beber.

Fin del Flashback

- ¡Cuanta luz! Que...

Vaya, ahora que por fin había conseguido cerrar algo los ojos... ¿Cuánto habré dormido? Quizas una hora, estaba empezando a salir el sol cuando yo entraba en el mundo de los sueños...

La pequeña habitación en la que estoy encerrado se ve, sin duda, más grande con esta luz. El inalcanzable vaso de agua sigue en la mesa. Tengo tanta sed... Noto como cada vez que trago mi garganta sufre un desgarro, siento mi lengua cansada de luchar contra el paladar seco. Mis labios están cortados...

Movimiento fuera de la habitación, deben ser los trabajadores del ministerio, no dudo que este el incompetente de Fudge dandose aires de grandeza. ¿Qué hará ahora sin Albus?

Alguien se acerca a la puerta... y se aleja. Oigo el conocido sonida de chimeneas, estan llegando muchos mensajes, envían otros tantos. Periodistas...

El rasgar de un papel, impaciente. Debe ser alguien energico, puede que enfadado. Se oyen unos pasos ligeros... sigilosos. Una llave, una luz. Es un cojuro. La puesta se abre. Una silueta de mujer.

- Severus Snape. Eres libre. Libre bajo custodia sin varita, hasta tu juicio.

Esa voz, sin duda la conozco. Es Elisabeth Wilghbory. Antigua compañera de Ravenclaw.

- Bien, ahora voy a soltarte, tendras que firmarme un papel conforme aceptas que te hayan pagado la fianza.

- ¿Pagado la fianza? ¿Quién?

- Lo siento ha pedido anonimato.

- Elisabeth... ¿no me lo puedes decir? Como favor.

- ¿¡Me has reconocido!? Tienes buena memoria... y... no, lo siento. No puedo decirtelo.

Salímos de la habitación. Me extiende un papel y un bolígrafo. Estoy tan cansado... no lo leo. Pueden haber puesto cualquier cosa... pero las cosas no pueden empeorar así que...

Me indica por donde está la salida, me dá la mano, parece agradecida, se le humedecen los ojos... no quiero verla llorar. Me dirijo hacía la salida. Parace que hay mucha gente.

¡Son periodistas! Estan entrevistando a Fudge. Salgo, ahora tendré que buscar un coche.

- ¡Mirad! ¡¡¡Es Severus!!!

Todos ignoran a Fudge y acercan sus vuela-plumas a mí. ¡es increíble! Me tratan como al héroe de la historia. ¿Cómo escapo de aquí? ¡una mano amiga! Minerva.

- Corre, ven, tengo aquí un coche.

La sigo y nos metemos en un carruaje que nos lleva directos a Hogwarts. ¿A casa? No, Hogwarts ha dejado de ser mi casa, sin Albus...

¿Qué haré ahora? Puedo trabajar en... ¿en que? ¿Qué me gusta? ¿qué es lo que se me da bien?

- Minerva, gracias

- No hay de que. Alguien nos avisó que sadrías ahora y vine enseguida.

- ¿Alguien? Entonces no eres tu... ¿quien ha pagado la fianza?

- ¿Fianza? No, no he sido yo.

- He decidido que me voy a ir de Hogwarts, no quiero continuar dando clases.

- ¿Que?... ¿Cuándo?

- Ahora... en cuanto lleguemos.

- Severus, no digas estupideces... por lo menos... quédate a la selección y entrega de diplomas de los de séptimo.

- ¿Qué selección?

- Oh... ya verás. ¿Nunca has estado presente verdad? Creo que no...

N/A: Que pasará.... ta chan ta chan... en realidad aún no tengo ni idea.

Así que ya sabéis, esta historia hempezo sin querer, y continuó sola saliendo de mis manos hasta el ordenador. ¡Yo no quería que fuera así!!

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