Antes, durante y después del Torneo de Shaman King.

Por: Michelle_my.bell/ Anna Sora Kyouyama Takenouchi no Asakura Yagami.

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...

Antes de empezar, la Autora responderá reviews:

Hey!!! Por lo que veo esto va muy bien...lamento haberlos dejado en suspenso ^^, pero he decidido subir un capítulo cada semana, si es que puedo ¬¬. No se preocupen, ya llevo este fic muy avanzado y prometo responder todo lo que manden. Bien, aquí vamos:

*Anna: ¡Claro que te quieres casar con Yoh! ¿Qué, piensas que lo voy a unir a Tamao así como así? POR SUPUESTO QUE NO, SI ELLOS SON LA PAREJA MÁS LINDA DEL ANIME...^^U, creo que me entiendes, y no hay problema, tu sigue leyendo (y dejando reviews ^.^), que ya verás lo que sucede...ñaca ñaca...Por cierto, continúa la historia en inglés de Tamao con Hao...

*Sarah Kerrigan: Sobre no haber visto nunca la serie...es una historia muy larga, pero tengo tiempo. Verás...el sistema de cable que tengo no tiene Fox Kids para mi desgracia T-T, pero si Locomotion, y pues, entre una amigo llamada "Marijo", cada taller de cómics (^^, viernes en la tarde...) discutíamos sobre SK y Cowboy Bebop (que protagonista se parecía más a Yoh ^^), y me decidí a investigar y en menos de tres semanas cantó "Northern Lights" en la regadera, hago un fic, un dibujo en grande de Anna y Yoh *_*, y me enamoro perdidamente de ese hermoso shaman... ^-,^ Y por lo de Tamao, gracias por la info...Sigue esperando...ji ji Por cierto ¿por qué nunca se habla de la familia de Anna? ¿Es qué su vida antes de estar con Yoh -por cierto ¿en qué ciudad viven y como es el uniforme de su escuela (el que tengo en un dibujo es falda o pantalón gris o azul, saco obscuro y una corbata o lazo...)?- es un misterio...Me lo imagino, pero no me cabe...y lo más importante...¡POR NO VER LA SERIE NECESITO SABER CUANTAS TEMPORADAS SON Y PRUEBAS DE QUE HAY ALGO MÁS QUE ENTRENAMIENTO Y COMPROMISO ENTRE ANNA Y YOH! Ah si...gracias por lo del fic...¿Podrías continuar traduciendo? Te queda bien...

*Hibari: ¡Gracias por los elogios! Para seguir así...¿alguien sabe donde puedo conseguir los 61 capítulos grabados? Se los agradecería de todo corazón...

*Tako-da-kinoko-sized-dragon: ¡Hey, muchas gracias! (¿Por qué a todos les digo lo mismo ¬¬U?) Por cierto, he leído tus historias y me gustan mucho...¿Harías algo de Anna y Yoh cómico? Por favor dí que sí...Otra duda ¿Qué significa tu nick? Y yo te digo el significado del mío ¿sí? ñ_ñ



2. No quiero perderte...no hoy

Ese día en el viejo parque habían poco niños, pero lo verdaderamente raro era ver que de entre todos, sobresalía una chica rubia vestida con un vestido negro. Sentada en un columpio, Anna meditaba sobre como su pequeño mundo se había transformado al oír la noticia de la abuela esa tarde. A decir verdad, el Torneo ya la traía de cabeza, pero aquella noticia no podía aguantarla su corazón y sus sentimientos.

-"No lo entiendo...tal vez todo sería mejor si no nos obligarán a casarnos. -pensaba mientras su silueta desaparecía y se confundía con la noche- Tal vez de ese modo Yoh me miraría como una amiga siquiera, no como la tirana que se casará con él y que siempre lo anda presionando. Pero...es por su bien. " -Kyouyama suspiró tristemente- "Solo soy una carga para él...sé que no lo dice pero es verdad...es por eso que le dio igual la noticia de su abuela...Pero yo..."

-Pero yo no sé que hacer -dijo lentamente, haciendo eco a sus pensamientos. No había nadie, por lo que no sería tachada de loca- Odio que lo obliguen a hacer algo que no quiere, pero está por encima de nuestras posibilidades. Lo sé...estoy enamorada de él...aunque no quiera aceptarlo...Es solo que él...es un chico diferente, que puede hacerte sonreír y sentir segura solo con una mirada...con él no siempre tengo que ser fría... pero... es por eso que no me gustaría verlo atado a mí si no me quiere...

La itako cerró sus ojos, presionándolos fuertemente para no dejar escapar sus lágrimas. Odiaba llorar, porque era signo de debilidad...y lo odiaba más porque sabía que a Yoh no le gustaba verla llorar. Pero esta vez fue imposible...era necesario que las lágrimas refrescaran un poco su pobre corazón. Permaneció así largo tiempo, hasta que notó que una ligera pero helada lluvia bañaba su cuerpo. Silenciosamente, se levantó del columpio y salió con rumbo a la residencia de los Asakura. Ya había ordenado su mente: hablaría con Yoh y con su abuela para pedir que la cancelara...no quería que Yoh sufriera...al fin y al cabo ella solo era una tirana...

*-*-*

El viejo reloj que se encontraba sobre la sala anunció que ya eran las nueve de la noche. Yoh suspiró. ¿Dónde podría estar Anna? Jun Tao le había aconsejado no ir tras ella, ya que una mujer enojada podría ser un arma mortal...sobre todo tratándose de su prometida.

El shaman suspiró de nuevo...empezaba a extrañarla, a pesar de haberla visto apenas una hora. Desde su lugar, alcanzó a oír como se abría la puerta, y salió disparado en esa dirección, para encontrarse con Hao, quien apenas regresaba de la estación.

-¿Has visto a Anna? -le preguntó.

-¿No estaba contigo? -preguntó a su vez su hermano quitándose la chaqueta que traía puesta.-Vaya que el clima está terrible. Ojala mañana mejore...¿Yoh?

Asakura salió corriendo de la casa, sin importarle que la tormenta lo bañara con gotas espesas y heladas, como fríos cuchillos en su corazón. Yoh trató de pensar donde podría estar su prometida, cuando un trueno a lo lejos lo sorprendió. Allí, en el flasheo que desprendía, logró ver a una figura sobre el tejado...Una figura con una bandanna roja...

*-*-*

La pequeña lluvia que ahora era aguacero caía sin piedad sobre Anna, pero a ella parecía no importarle. Sentada sobre el tejado de la residencia de los Asakura, podía ver todo el panorama que le rodeaba: el jardín, los árboles, Yoh...¿Yoh? La rubia abrió sus ojos aún más al ver a su prometido encaramado sobre el tejado. Kyouyama escondió su rostro sonriendo y abrazando sus rodillas...Era un idiota...¿por qué la buscaba? Cuando el chico logró llegar a su lado, sin decir ni una palabra ni pedir permiso, tomó a la itako por la cintura, y cargándola descendió con ella por medio de un viejo árbol que había al lado. No quería perderla por una estupidez, no por hoy...La chica no reaccionó, estaba en shock ¿Por qué la cargaba? ¿Le importaba? Haciendo caso omiso de sus pensamientos, volvió a la realidad, dándole al shaman un pequeño golpe en la cabeza.

-¡Oye! ¿Por qué hiciste eso?

-Eres un tonto...mira que bajar por un árbol. ¿Qué no sabes que los árboles atraen a los rayos? ¡Podría caer uno y matarnos! ¿Pero es qué no tienes neuronas?

-Es la única manera si tu prometida agarra la loquera de escapar de la casa para subir al tejado y contraer neumonía...

-Tú que sabes...y luego con el Torneo mañana... -respondió Anna, pero se calló al ver que ya tocaban suelo. Quería darle las gracias a Yoh por iluminar su esperanza, por mostrarle que al menos ella ocupaba un lugar en su mente...pero los nervios la traicionaron.

-¿Y bien? -preguntó Asakura mientras entraban a la casa...- Ni siguiera un gracias Yoh, me salvaste la vida.

-No, yo puedo cuidarme sola. Además, agradeceré al rayo por no haber caído... -respondió la itako. -Mejor me doy un baño o me dará algo...

Yoh sonrió mientras veía a su amada subir por las escaleras. Entendió perfectamente su gracias disfrazado, pero no dijo nada. Solo que no entendía por que Anna estaba en el tejado. ¿Era su escondite? Fue entonces cuando cayó en la cuenta de que cuando Anna quería estar sola, ahí se refugiaba, engañando a todos, que la buscaban como desesperados si no aparecía a la hora de la cena...Que astuta...El muchacho también subió a darse un baño...

*-*-*

Tamao subió lentamente las escaleras con una bandeja que contenía las cenas de Anna, Yoh y Ren. Los dos primeros no habían bajado porque se estaban bañando, pero era un misterio por que Ren no bajaba. Quizás eran los nervios por el Torneo...En fin, Tamamura iba a entrar en la habitación de Kyouyama cuando Yoh apareció por el corredor, caminando hacia ella. El chico sonrió, feliz de que con su amiga Tamao pudiera entrar a ver a Anna, siendo la excusa perfecta para aclarar las cosas.

-Hola Tamao -saludó- ¿Puedo entrar contigo? Lo que pasa es que voy a cenar con Anna y...

-Sí joven Yoh...

Ambos entraron a la habitación, en la que se encontraba la itako en su futón, recostada, leyendo un grueso libro. Por suerte estaba de espaldas, pero oyó perfectamente los pasos de Tamao ¿Y de alguien más? No, al parecer solo era Tamao...

-Le traje la cena señorita Anna...

-Gracias Tamao.

La chica de pelo rosa salió como había entrado, mientras Yoh se quedaba, en silencio, sentado enfrente de ella, que seguía de espaldas...

-Buenas noches señorita Anna...

Tamamura salió, un poco confusa por el hecho de que Yoh entrara en la habitación de Anna con tanto misterio ¿Sería por la boda? Trató de no pensar eso...había estado toda la tarde desahogándose con Pilika y no quería empezar de nuevo. Tocó en la puerta de Ren Tao.

-¿Sí...? -dijo una voz desde adentro de la pieza...

-Joven Ren, soy Tamao. Me preguntaba si quería cenar y...-pero fue interrumpida.

-¡Ah, claro! Pasa Tamao. -respondió Tao mientras abría la puerta de la habitación. Al verlo, la chica sintió un extraño escalofrío caliente y frío a la vez que pasaba por su cuerpo...mientras que sus manos temblaban en un intento de sostener la bandeja. Y es que el muchacho no portaba su atuendo negro, sino que vestía únicamente unos pantalones cortos negros, dejando ver su torso, en el que se veían su abdomen bien formado. Tamao abrió y cerró la boca un par de veces, pero solo pudo emitir un suspiro, a la vez que entraba...

-Por favor no te asustes...sé que la pieza está un poco desordenada, pero no es razón para que te quedes sin habla -dijo Ren sonriendo abiertamente. Rápidamente notó el temblor de manos de su amiga. -¿Pasa algo? ¿Tienes frío?

Tamamura reaccionó tratando de ocultar el tartamudeo que ahora le venía...

-Sí...es solo un poco de frío joven Ren.

-Oh, vamos, somos amigos...solo soy Ren. Siéntate, no seas tímida.

-Claro jo... es decir Ren. -respondió la chica sonriendo. No sabía porque, pero se sentía feliz. Colocó la bandeja frente al chico, quien empezó a comer, mientras que la joven de pelo rosa caminaba hacia la ventana. Volteando lentamente, vio algo que estaba sobre la espalda de Tao.

-¡Ren!

-¿Sucede algo? -preguntó este lo más gentil que podía son la boca llena de arroz.

-¿Qué es lo que está en tu espalda? ¿Acaso es...

-un tatuaje? -terminó el chico sonriendo- Sí, es un tatuaje...¿Te gusta? -preguntó mientras Tamao observaba sorprendida la figura de un dragón que bajaba por la espalda de Ren. Con los ojos desorbitados por la sorpresa, pero luego borrados por una tímida sonrisa, asintió.

-Me encanta. -afirmó. El chico le sonrió, mientras que por sus pálidas mejillas asomaba un tono rojizo, igual que Tamamura, quien trató de cambiar de tema. -Mmm...será mejor que ya me llevé la bandeja. Buenas noches y suerte en el Torneo Ren. -musitó flaqueando lo voz. Rápidamente cargó la bandeja y ya se dirigía a la puerta, cuando una mano tomó su brazo, y sólo pudo oír la voz de su amigo.

-Por favor no te vayas... -dijo el chico en voz baja y ronca, como si suplicara- Para sus adentros no quería dejarla ir, no quería perderla...no por hoy. Incluso podría decirle a Tamamura que una de las razones por la cual el mundo parecía tener un poco más de esperanza y felicidad era por el solo hecho de que ella existiera y le sonriera y lo mirara. La quería como nunca lo había imaginado, aunque sabía muy bien que Yoh inconscientemente se presentaba como obstáculo. Si tan solo ella supiera que...A su lado, sintió que alguien lo miraba, y que esa personita solo soltaba la bandeja lentamente.

-Está bien -dijo, mitad sorprendida y mitad roja. El chico, colorado también, le sonrió mientras ambos se sentaban en el suelo. Entre los dos el silencio llenó la habitación, hasta que Ren lo quebró tímidamente.

-Tamao...¿Qué opinas de la boda de Anna y Yoh?

-Yo -empezó la chica, sintiendo su cara como un tomate frito- Yo siempre he querido mucho al joven Yoh...y lo he considerado como una persona muy especial para mí. Pero lo único que deseo es que sea feliz, y se que eso pasará al estar junto a la señorita Anna. Él la quiere mucho, y ella también aunque no se de cuenta...Juntos serán felices.

-¿Y tú...? -preguntó lentamente el joven de pelo morado tratando de alejar la tristeza en el rostro de Tamamura..

-La vida sigue Ren...pero aún no sé que será de mí...Quizás encuentre a alguien especial... no lo sé. Todo es cuestión de lo que sienta.

-¿Y que es lo que sientes al ver a ese "alguien especial" Tamao? -preguntó Tao ingenuamente, sin dejar de sonreír. La chica sonrió a su vez y empezó, con los ojos brillantes.

-Sientes...sientes un gran hueco en el estómago y no puedes dejar de pensar en esa persona...siempre te sonrojas y sueñas despierto. Incluso pareces despistado y todos te lo dicen. Y entonces...entonces cada vez que estas cerca de esa persona era feliz y si toma tu mano sientes su calor que corre por tu piel...y si la besas eres el más afortunado del mundo, y sientes un cosquilleo que recorre todo tu ser...

-Vaya, suena bien...Me gustaría enamorarme... -suspiró Ren apoyando su cabeza entre sus brazos. En realidad lo estaba, solo faltaba que fuera correspondido. Tamao lo miró tiernamente, mezcla compasión y algo más que no podía describirlo. Sin pensarlo, apoyó su mano sobre uno de los brazos de su amigo. Así estuvieron por unos minutos, hasta que la incomodidad se hizo presente. Tamamura trató de distraerse observando el futón enrollado al lado del armario, que se encontraba abierto. En una repisa se encontraba una botella de vidrio grande, que contenía un líquido parecido al agua. A la joven le pareció familiar, aunque no sabía porque. Después de un momento, recordó que le había dejado a Yoh una botella parecida para que cenara con Anna...

-¿Ren...qué contiene esa botella? -preguntó cautelosamente mientras la sacaba del armario y la mostraba al joven, quien parecía un poco sorprendido.

-¿Esto? En realidad no estoy muy seguro. Me lo dio Horo Horo...

- ¿Horo Horo? -repitió la chica más confundida.





-Sí...también le iba a dar una a Yoh, pero la dejo en la cocina. Según me contó, es un regalo por mi amistad y por lo que demos en el Torneo. También me dijo que en su tribu, hace mucho tiempo, un forastero al que le decían "Mexicano" le dio las botellas a su abuelo (a las que llamaba "tequila") en señal de amistad, y que el hacia lo mismo, siguiendo la tradición. Me parece que lo que tienen es un líquido llamado "aguardiente". Creo que se llama así porque lo tomas y te calienta el cuerpo y te alegra el corazón... -Tao destapó la botella y la olió antes de darle un pequeño sorbo. -Puaj...huele extraño y sabe igual...aunque te deja una extraña sensación en la garganta, como calor...

-¿En serio? Bueno, será porque es adecuado para el frío ¿no? Pensé que solo era agua y se la di al joven Yoh para que la tomara en su cena.

-Entonces ya llegó con Yoh...Horo te lo agradecerá. -dijo Ren sonriendo. Tamao asintió entusiasmada, pero al mirar la negra obscuridad que se asomaba por la habitación, cayó en la cuenta de que ya era muy tarde, y necesitaba dormir. Recogió la bandeja y esta vez se decidió a salir. Ren, un poco triste la acompañó a la puerta.

-"Es tiempo de que te vayas Tamao, pero me consuela saber que te retuve un poco más de tiempo...No te deje ir y no te perdí...no por hoy" -pensó el joven, pero volvió a la realidad al oír la voz de la chica... -"Por lo menos quiero dejarte algo como muestra de lo que siento..."

-Es un poco tarde y mañana es un día muy importante, por eso hay que dormir. Buenas noches Ren, y que gané el mejor en la...-pero la chica se vio interrumpida al sentir como los labios de Ren se unían suavemente a los de ella. Por mero instinto y algo más, dejó que sus bocas se unieran de manera más profunda. No podía pensar, solo se sentía invadida por un gozoso cosquilleo...¿Sería qué...? Pero no pudo preguntarse nada, ya que ambos necesitaban respirar, separándose bruscamente. Se quedaron en silencio...

-BuenasnochesjovenTao -murmuró de manera atropellada Tamao mientras se alejaba rápidamente, sintiendo como su corazón latía desbocado...y sus mejillas despedían calor...

Ren suspiró mientras la veía hacerse más pequeña mientras desaparecía por el corredor. Algo extrañado por lo que acababa de hacer parpadeó confundido. ¿Se habría confundido Tamao? ¿Por qué le había devuelto el beso? ¿Por qué reaccionó así? Cubriendo su cabeza, el joven entró a su habitación, atormentado por aquellas preguntas que no tenían respuesta en ese momento. Lo primero que vio fue aquella botella del llamado "tequila"...¿Acaso su corazón estaba tan alegre que dejo salir sus sentimientos? Suspiró mientras guardaba la botella y desenrollaba su futón...Tenía que preocuparse por el Torneo...Iba a ganarlo a como diera lugar, solo por la hermosa sonrisa de Tamao y su mirada celestial...Y luego tal vez..., pero sus pensamientos se vieron perdidos, ya que apenas su cabeza tocó su almohada, cayó dormido...

Continuará...