Antes, durante y después del Torneo de Shaman King.

Por: Michelle_my.bell/ Anna Sora Kyouyama Takenouchi no Asakura Yagami

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...

*-Los típicos comentarios de la Autora para empezar-*

Konichiwa lectores de ff.net!!!! Espero que estén bien, y que sigan con muchos ánimos para seguir leyendo ^-^. Lo sé, se me alteran las neuronas al recibir reviews y me emociono de más, pero que le puedo yo hacer ante sus muy optimistas comentarios, cargados de buena vibra (tienes razón Marijo, sigo con la "hierbita"). Son de las pocas cosas que alegran mi patética, triste y obscura vida de chica-estudiante-perfecta-encasillada / maniatada- por-la-sociedad. Y bueno, a responder reviews como ya es costumbre:

Anna: ¿De veras crees que valió la pena esperar? Awww, que kawaii tu comentario...para que ya no te quedes en la duda, ya está el tan ansiado capítulo del tequila...¿vale? Y que bueno que te fascino, porque estoy empezando a creer que no me queda tan mal hacer cosas tan tiernas y románticas (irónicamente Cúpido me odia y me hace sufrir...¡linchemos a Cúpido el 14 de febrero!), y capítulos adelante hay partes que me gustaron mucho...pero todo a su tiempo...c.c

Anna Asakura: ¡Gracias por el halago! Espero seguir empeñándome para que no se me suban los humos y siga como voy...Arigato!!

Daniela: ¿Acaso no vas en segundo de secundaria del CUDEC? Porque sí es así, te conozco, y tú a mí...si no, je je, gomen nasai si te confundo con una amiga. El saber que alguien considera esta historia excelente y la lee una y otra vez (corriendo el riesgo de sufrir un trauma profundo por leer historias que si son leídas al revés son escritos de Belcebú :p) es tan reconfortante como el comer una galleta (mi perdición..._._). Ah, y prometo bajar el imesh para los capítulos...aunque el viernes vi algunos cachitos de la serie (Sugoi! Sugoi! Sugoi 1000! ¡Yoh y Anna son tan sugoi! ¡También Hoto...es decir, Horo! -culpen a Marijo Asakura por obsesionarme más ¬¬-) porque...no puedo decir como sucedió tan maravilloso evento porque implicaría que estuve en un lugar distinto a donde debía estar, haciendo algo prohibido, que implicaría problemas para mi tomodachi y para mí. El caso es que ya puedo decir que he visto la serie...no me caben todavía las voces y la risa de mi amado Yoh, pero me acostumbraré, ya que las imaginaba diferentes...

Luna: Jo jo, aquí va otro capítulo para que no te mueras de curiosidad...creo que en esta parte ya se aclaran muchas cosas y uno ya no se queda tanto en la duda...pero aún así siempre está el tedioso "continuará", ji ji...

Luna Asakura Kyoyama: ¡No te devanes los sesos! No te preocupes, y antes de que alguien se practique una trepanación semanal, aquí está otro capítulo...pregunta: ¿Qué a poco cuando se queda un capítulo en suspenso es difícil deducir que pasará o hay tantas opciones? Sí es así en esta historia, gomen por ser tan mala, pero eso indica que mis escritos no son tan malos ^.^U

Sarah Kerrigan: Je, je lo de Tokio ya lo sabía, se me había olvidado mencionarlo, y gracias por los comentarios, sobre todo lo de "lindo capítulo". Y de nuevo, pediré paciencia por subir un capítulo semanalmente...

Mary: Hola tomodachi!! A pesar de apenas habernos visto un par de días, gracias por tus comentarios. Por supuesto que seguiré con este lindo fic, y pues, ya empieza a registrarte, porque el primer capítulo de tu escrito me gustó mucho...(Por cierto, animen a mi amiga "Marijo Asakura" para que publiqué se historia ^.^). Por lo de la página, no hay de que, solo espero que me prestes los capítulos de SK ;)

4. Tequila: el responsable de una noche de amor entre Anna y Yoh sin emborracharse.

El frescor de la madrugada fue el culpable de interrumpir los sueños de aquella itako que descansaba al lado del shaman. Desperezándose un poco, con los ojos medio cerrados notó que el viento se había incrementado, golpeándole en la cara. A su lado, Yoh la abrazaba tiernamente, sin sentir la brisa pasar...Desprendiéndose lentamente de los brazos de su adoración, Anna se puso en pie y de mala gana cerró la ventana. También observó que en un rincón dos cenas yacían marchitas, al lado de una botella que estaba a la mitad de un líquido semejante al agua. Al verla, sintió resequedad en su boca, por lo que tomó la botella...

-¿Anna...? ¿Qué haces...? Es muy tarde, deberías dormir... -dijo Asakura pesadamente mientras se apoyaba sobre un brazo.

-Tengo sed, eso es todo...-respondió la rubia volviendo rápidamente a su futón, extrañando el calor de este. El chico le sonrío mientras la abrazaba por la cintura y dejaba descansar su cabeza sobre el hombro de Kyouyama, quien hizo lo mismo sobre la de él. La joven le dio un largo trago a la botella, pero casi enseguida la soltó...

-¿Pasa algo? -preguntó el muchacho preocupado.

-Sabe...sabe raro. Debe ser algo fermentado como el sake... de seguro es una bebida embriagante.

-Déjame probar. -pidió el shaman. Su prometida le pasó la botella y él tomó un trago. También la dejó. -Tienes razón...pero... te deja una sensación caliente en el cuello...Sólo déjame tomar un traguito más, tú sabes, para entrar en calor...

-Yoh...mañana es el Torneo y no sabemos si eso tiene alcohol o no, así que deja la botella. -ordenó Anna enojada, pero Yoh le dio un leve trago. Enfurecida, la itako trató que arrebatársela de las manos, pero algo salió mal y la botella cayó sobre ella, rompiéndose en cientos de fragmentos cortantes y empapándola de aquel líquido de olor penetrante.

-¡Yoh! -exclamó enfurecida- ¡Mira lo que has causado! ¡Me he empapado y todo es por tu culpa!

-Lo siento...por favor perdóname, no fue mi intención...golpéame si quieres...mejor no me perdones...pero vuélveme a hablar ¿vale? -Para su sorpresa, la muchacha soltó una leve carcajada.

-Eres un tonto...mira todo lo que dices. Está bien, te perdono con tal de que recojas todo el vidrio y limpies el piso. ¡Ah, y que cambies mi futón con el tuyo! Porque me niego a dormir en ese que está todo empapado...

-Eres muy cruel -dijo Asakura emitiendo una sonrisa triste- Pero lo haré si con eso me vuelves a hablar... -su prometida río de nuevo, y minutos más tarde, el suelo estaba limpio y sin pedazos de vidrio regados, con un futón limpio y seco para la joven, quien había cambiado su camisón largo negro por uno azul de tirantes que ahora le llegaba por arriba de las rodillas. El shaman tuvo que hacer un gran esfuerzo para contenerse de babear al ver a la itako con su nuevo camisón.

-Demonios...este camisón es muy corto y yo tengo mucho frío -se quejaba la chica- Y para colmo, la manta también se mojó...

-Bueno...si tienes tanto frío puedes abrazarme -propuso el muchacho ruborizándose levemente- Así...bueno, tú sabes...el calor y todo eso...

-Tonto... -musitó ella también sonrojándose- Mejor préstame la camisa que traes puesta. El joven suspiró mientras de desprendía de su camisa de manga larga que usaba para dormir y se la pasó a Kyouyama, quien un poco más animada se la puso...pero luego dudo...

-¿Tu no tienes frío, Yoh?

-No...bueno, un poquito.

-Entonces te devuelvo la camisa. Estás temblando a pesar de que la ventana está cerrada...

-En realidad no es por el frío, sino que...es por los nervios...

-Oh...-dijo Anna, también empezando a ponerse nerviosa. Su prometido no dijo nada, solo se acomodó en una esquina, al lado del futón, rodeando sus rodillas con su brazos...

-Sé que no hay que tener nervios si he entrenado, pero no puedo evitarlo y...-pero se quedó callado al ver que la muchacha se colocaba a su lado y le daba un tierno abrazo. La itako suspiró mientras veía que él shaman la rodeaba con sus brazos y apoyaba su cabeza en su regazo.

-Todo saldrá bien -susurró en su oído acariciándole el despeinado cabello castaño.

-¿Me lo prometes? -preguntó él con voz ahogada.

-Te lo prometo...solo relájate...

Anna siguió acariciando la cabeza de Yoh, hasta que este, un poco más relajado habló:

-Dame tu bandanna...la roja que siempre usas...

-¿Qué? ¿Para qué la quieres?

-Para que sea mi amuleto, y al usarla me acuerde de ti, que estarás apoyándome siempre...

-Está bien -respondió ella soltando lentamente al chico y cogiendo de su armario su bandanna. Yoh la siguió muy contento y recogió los audífonos que se encontraban olvidados. Ambos se volvieron a sentar en donde estaban, y Anna ató la bandanna en la cabeza del shaman.

-¿Cómo se ve, Anna?

-Te queda bien. -respondió está sonriendo. Segundos después, sintió como Asakura colocaba sobre su cabeza sus preciados audífonos...

-Toma...así estamos a mano...Quiero que tu los tengas mañana en caso de que...es decir, no quiero dejarlos en casa...

-Son muy cómodos...ahora ya veo porque siempre los traes puestos... -el chico le sonrió y pasó uno de sus brazos por los hombros de Kyouyama. Así se quedaron por un largo período, hasta que el joven habló:

-Anna...¿Crees que mañana gane?

-Creó en ti...siempre lo he hecho, es por eso que sé que ganarás...

-¿De veras?

-De veras...

-Demuéstramelo...

-¿Pero cómo? -preguntó la muchacha enrojeciendo levemente...

-No lo sé...

-Tú debes saberlo...Anda, dame un ejemplo.

El chico no dijo nada, sino que acercó lentamente el rostro de la itako con su mano, dándole un beso tierno, que no duró mucho ni poco, solo lo suficiente...Eso era todo lo que había que demostrar...

-Yoh... -suspiró la rubia mientras se separaban... Se sentía en las nubes, invadida de una felicidad que no cabía en su cuerpo...Un poco más animada tomó al muchacho del cuello respondiéndole el beso con uno que duro un poco más...Yoh tomó confianza y recorrió la espalda de Kyouyama con sus manos, para luego dejarlas sobre su cintura. Tiernamente, abrazó a su prometida, mientras que sus labios se descolgaban de su boca para bajar por su cuello.

Anna suspiraba, llena de inmensa felicidad mientras ella y el shaman caían sobre el futón...Con gran placer, exploraba los contornos de la boca de su prometido, que entrelazaba sus manos con las de ella...Jadeando, el chico besaba su cuello, su boca, su cabellera, sintiendo como aquella esencia de manzanilla y canela que emanaba de la itako se impregnaba en su ser...Así, poco a poco la cúpula celeste cambió de color, mientras la Luna velaba en absoluto silencio sobre aquellos cuerpos entrelazados...

*-*-*

Anna despertó con la cabeza ligeramente adolorida por el Sol que entraba a raudales e inundaba toda la habitación. Sentándose en su futón, se preguntaba que maldito día era...hasta que recordó que ese día, 2 de Septiembre, se celebraba el Torneo del Shaman King, y que tenía que acudir con Yoh para que participará...Por lo menos ya había resuelto una duda...pasando una mano por su cabello se preguntó distraídamente porque traía ese camisón azul (que estaba arrugado y manchado por algo extraño) en vez del negro, y porque sentía unos audífonos en su cabeza y porque Yoh estaba a su lado, sumido en un sueño tranquilo...Su mente se quedó en blanco por unos minutos, mientras la chica tarareaba alegremente una canción, como si todo lo anterior fuera algo habitual. En un abrir y cerrar de ojos volvió en sí y recordó todo lo que había pasado desde el día anterior: la platica con la abuela, la huida, la tormenta, Yoh bajándola por el tejado, la manta, aquel líquido...Yoh...

Como en cámara lenta la cara de Kyouyama fue adquiriendo distintas tonalidades hasta llegar a un carmesí que pasó a guinda. Tras pensarlo un momento, sacudió ligeramente a su prometido para que despertara. Mirando de nuevo a todos lados, vio que el chico no traía su camisa negra, que estaba al lado de la itako. Por lo menos, pensaba, su "aventura nocturna" no había pasado a algo más íntimo, fuera de unos besos y caricias inocentes...bueno, quizás no tan inocentes...

-Yoh...despierta, ya es muy tarde...nos deben de estar esperando...

-¿Eh?

-¡Despierta tonto! -exclamó la chica levantándose rápidamente y, de una forma un tanto histérica, empezaba a vaciar su armario en busca de su típico vestido negro...El shaman, ahora despierto, observaba con mucha curiosidad la forma en que su prometida actuaba.

-¿Qué buscas?

-¡Mi vestido negro! Estoy segura que lo deje en algún lado...

-Anna...

-Luego Yoh, ¿no ves que estoy ocupada?...

-Pero...

-¡Yoh, podrías guardar silencio!

-¡Anna! -exclamó de igual manera el muchacho, atravesando el cuarto, para ponerse enfrente de la rubia y colocar sus manos sobre los hombros de esta...

-Anna...

-Pero Yoh...

-Nada de excusas. Estás actuando como una loca, y eso no es bueno, sobre todo si luego te histerizas, te pones nerviosa y finalmente lloras llena de miedo...Sólo relájate y verás que todo saldrá bien...te lo prometo -dijo el joven viéndola tiernamente. Anna sonrió un poco apenada por su conducta y asintió.

-¿Pero y mi vestido? -susurró.- No me puedo ir sin él...y..

-Anna... -empezó de nuevo Asakura.

-¡Pero es que es mi favorito! Ahora déjame buscarlo, y por cualquier cosa que digas la respuesta es sí...

-Solo quería decirte que ayer por la tormenta quedó empapado y de seguro debe de estar lavándose...

-Está bien, pero es que yo...

-No te preocupes, con cualquier cosa que te pongas te verás bien. -La joven se ruborizó al oír esto, pero no dijo nada...

-Mmm, si es así entonces luego me cambiaré, creo que lo mejor será que vayamos a desayunar. ¡El desayuno es la comida más importante del día! Andando Yoh...Llévate las bandejas y la botella...que Tamao no se entere que no cenamos...

Ambos jóvenes salieron de la habitación de la chica, pero antes de bajar las escaleras, el shaman se detuvo.

-Anna...

-Dime...¿pasa algo malo?

-No, es solo que ¿recuerdas que hace rato me dijiste que para lo que te iba a preguntar la respuesta era sí?

-Claro...¿pero porqué lo preguntas?

-Porque...porque yo te iba a preguntar si me querías no solo por el compromiso y por algo mayor que la amistad...porque...porque yo quería saber si me querías porque...yo te quiero mucho Annita...Demonios, ya lo enredé todo, pero creo que lo captas... -dijo Yoh, ruborizándose profundamente mientras se hincaba de rodillas debido al tambaleo producido por ese temblor nervioso que sacudía su cuerpo...Para su sorpresa, la rubia también se hincó a su lado, dándole un gran abrazo...

-¡Eres un tonto! -exclamó sujetándolo fuertemente- Mira que preguntarme eso...

-Pero...

-Yoh -empezó la joven con una voz suave y tomándolo de la mano- ¿Es qué todavía no lo sabes?

-No -respondió el mencionado ingenuamente sonriendo. Su prometida lo vio fijamente antes de darle un tierno beso en los labios...

-¿Qué crees que signifique eso?

-... -El chico se quedó en silencio, disfrutando internamente ver a Anna ruborizándose mientras se esforzaba por decir algo que normalmente no entraba en su vocabulario...

-Pues significa que yo también te quiero...pero que tonto estás...

-Sí...creo que después de todo no soy tan listo como creía, pero eso no importa porque hoy es un gran día y hay que desayunar...me muero de hambre ¿tú no?

-¿Y tú que crees? -preguntó Kyouyama alegremente mientras descendían por las escaleras. Al aparecer en el comedor, y encontrarse con los demás (fueron los últimos) saludaron y actuaron como si nada hubiera pasado. Los demás lo asimilaron, pero no faltó ninguna mirada que sospechara el porque Anna traía los audífonos del shaman y este la bandanna de ella, así como el hecho de que le chica apareciera en un camisón tan corto y descubierto, mientras que su prometido solo se presentaba con sus bóxers negros...

Continuará...