Antes, durante y después del Torneo de Shaman King.
Por: Michelle_my.bell/ Anna Sora Kyouyama Takenouchi no Asakura Yagami
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...
(Nos encontramos en Tokio, hermosa capital de Japón; precisamente en la pensión Asakura, en donde subimos asta llegar a una habitación que se encuentra entre las de Kyouyama Ana y Asakura Yoh. Ahí, en ese espacio donde hay un futón, un armario, un escritorio con un computadora y otras cosas, es donde ahora, yo , Anna_Mich, escritora que se ha ganado a unos cuantos con esta historia
8. ¿Tamao y Ren?
El Sol despuntaba levemente, delimitando levemente la figura de Yoh, quien se cambiaba en silencio, procurando no molestar a Horo, pues según Ren le había contado, el chico de las montañas había agarrado tremenda borrachera. Tras escribirle una nota a su amigo explicándole a donde había ido, salió de su habitación. En menos de diez minutos el shaman aguardaba a su prometida. Amidamaru estaba a su lado, sin notar como el frío azotaba el cuerpo de su amo. Cinco minutos más tarde Anna seguía el mismo camino que el joven había tomado, llegando a su lado.
-Hola. -saludó el muchacho sonrojándose al recordar la noche anterior.- Pensé que bajarías antes que nosotros...
-Oh...bueno, me quedé dormida... Pero no venimos a hablar, sino a entrenar...Primero recorre la alberca 100 veces...
-¿Pero cómo?
-¡Nadando! -exclamó la itako- Mientras, Amidamaru tendrá que tomar esto -dijo mientras sacaba de los bolsillos de su pantalón una botella...
-¿Qué es, señorita Anna? -preguntó el espíritu gentilmente, viendo como Asakura, rechinando de frío, se despojaba de su camisa para quedar en bañador (*-,*), metiéndose al agua.
-Un tónico revitalizante...Incrementa tus fuerzas para que puedas sincronizar mejor cuando sea la fusión de almas...Es la receta de mi abuela; como no tienes forma física no entrenas como Yoh ("¡El agua está helada! ¡Anna, eres muy dura conmigo!" gritaba el shaman, a lo que la chica le hizo guardar silencio con un gesto), así que esto te ayuda...Anda, bébelo...
El samurai asintió, tomando el frasco (que asombrosamente podía sostener) y dejando que el líquido azul pasará por su boca. Este pasaba por su cuerpo semi-transparente. Para cuando terminó el tónico, Amidamaru tenía un color azul, pero se veía diferente...
-¡Gracias, señorita Anna! Ese tónico de su abuela me hace sentir más fuerte y poderoso...Ahora podré sincronizar mejor con el amo Yoh...
-Siempre y cuando el pueda sincronizar contigo -contestó la rubia viendo como una mata de pelo café emergía de la piscina para volver a sumergirse.- Espero que su poder espiritual sea el suficiente...-El espíritu asintió de nuevo, observando el entrenamiento del muchacho...
-Amidamaru, puedes retirarte. Eso es todo...Sólo era darte el tónico...Yo me quedaré vigilando a Yoh...
-Sí, señorita Anna...Con su permiso-dijo el samurai mientras ascendía hasta su habitación. Kyouyama lo vio hasta que desapareció de su vista. Con la mirada fija en su prometido, se sentó en una silla cercana a la piscina, contando las vueltas que el joven llevaba...
*-*-*
-¿Dónde está Anna? -preguntó Pilika amodorrada, media hora después de que la itako se había ido. La chica se había levantado por una necesidad fisiológica, y apenas caía en la cuenta de que la muchacha no estaba...
-¿De qué hablas? -cuestionó en el otro extremo Jun, más dormida que despierta.-Sigue durmiendo, Pilika...
-Por cierto...¿dónde andaban todos anoche? -se quejó la chica de pelo azul recostándose en su cama- Me dejaron con Amidamaru, Basón y Kororo... No es que me queje, porque no estuve sola, pero no vi a nadie en la fiesta...
-Hum...Anna y Yoh se perdieron en algún lugar, Ren encontró a tu hermano (que por cierto, tomó de más) y Hao y yo...es decir, buscamos a Horo...
-¿Hao y tú? Pero sí no los vi...¿O acaso él y tú...?
-¿Cómo lo sabes? -preguntó Tao súbitamente...
-¿Saber qué?
-Que anoche Hao y yo nos...espera ¿no lo sabes?
-No...pero quiero saber que es...-replicó Pilika en tono de chantaje. La chica de pelo verde se ruborizó levemente tratando de cubrir su rostro con su almohada...
-Larga historia...
-Quiero saberlo...-afirmó tajantemente la joven de pelo celeste.
-De acuerdo, pero prométeme no decirlo a nadie -la hermana de Horo asintió, poniendo una mano sobre su pecho- Bueno...el caso es que buscamos a Horo Horo y entramos al laberinto que había atrás del salón de fiestas y...pues nos perdimos. No pensamos que sería difícil y no pusimos atención ni alguna señal...Así pasamos tres horas perdidos, y yo estaba a punto de llorar, pero de repente Hao me dijo que no tenía por que llorar, que todo saldría bien si no perdíamos la cabeza y trató de animarme mientras seguíamos caminando...y me alegró...y vi que no es tan malo como parece y pues...las cosas se dieron...y...terminamos besándonos tras salir del laberinto...
-...
-No sé porque lo hice Pilika, en serio...Es que estaba tan feliz de ya no estar perdida que fue como un impulso...
-¿Segura que no fue algo más? -preguntó la chica de las montañas...
-Él me respondió cuando lo besé...pero...¡pero eso no significa nada! -exclamó Jun lanzándole la almohada a Pilika, que se carcajeaba al ver a su amiga tan roja...
-Ajá...que bueno que me quedé con los espíritus...Después de todo me contaron cosas muy interesantes (menos Kororo, claro está)...incluso aprendí a jugar cartas...Es divertido cuando juegas y apuestas...¿Jun? -preguntó la muchacha, pero la mayor de los Tao dormía profundamente (o al menos eso fingía). -Mmm...buena idea. Yo también necesitaré dormir... -musitó la joven de cabellera azul acomodándose en su cama...
*-*-*
-99...100 ¡Listo! -exclamó Anna al ver que su prometido terminaba el último ejercicio, que eran abdominales.- Creo que esto es más que suficiente...
-Tenían que ser dos horas...si no me hubiera quedado dormido en la alberca no serían cuatro horas... -se quejaba Yoh levantándose con esfuerzos. La itako le ayudó, mientras ambos sentían como el Sol se expandía en el cielo por la mañana, abrasándoles la nuca...
-Lo mejor será desayunar y...-pero Kyouyama no terminó la frase, porque el shaman, al oír la palabra "desayunar" la había tomado de la muñeca, y en menos de cinco minutos la pareja estaba sentada en una de las lindas sillas de mimbre, que se complementaban con la mesa y una sombrilla del mismo material...(N. de A.: Para los mexicanitos, están en una palapa...como las del bello Veracruz *o*) Una hermosa vista del amanecer en la playa enfrente de ellos daba el toque final a aquel lugar tropical...
-¡Comida! ¡Comida! -decía Asakura una y otra vez, tratando de llamar la atención del mesero, pero ese día había buffet...
-Hoy es día de buffet tonto -dijo la muchacha dándole un golpe en la nuca al muchacho de melena castaña, quien se calló enseguida- Yo iré por el desayuno...
El joven abrió los ojos como platos al oír lo último de la rubia. Adolorido por el golpe de la chica, la observó levantarse a ir a la mesa larga donde habían varios platillos...¿No le habría jugado su cerebro una broma? ¿De verdad Anna le haría ese "favor" y no lo mandaría a él?
-Será que ya me quiere mucho...-comentó feliz mientras su prometida regresaba con dos platos...-Anna, muchas gracias por la...-pero se detuvo...¿Eso era comida?
-¿Qué decías? -preguntó la joven sentándose elegantemente...
-¡Fruta! ¿No había algo más rico? Yo voy, tal vez encuentre unos hot cakes...
-No vas a ir a ningún lado... -lo interrumpió la itako sujetando su brazo antes de que el chico se levantara...-No va a ser como anoche que te comiste media vaca al carbón ¿o sí? Esto te hará bien...Por eso fui yo...sabía que no elegirías algo saludable...Anda, come para tener más fuerzas... -Kyouyama terminó mientras tomaba el tenedor para comer su ensalada de frutas (había pedido lo mismo).
-Esto no me gusta...-se quejó el chico tomando uno de los jugos de naranja que había en la mesa- ¡Sólo jugo de naranja! ¿No había naranjas en la fruta? Ah, esto es un castigo...ni siquiera hay miel o yogurt para la ensalada...esto debe de saber...-pero se calló al sentir un par de ojos negros viéndolo fijamente, haciéndolo temblar por la manera en que despedían chispas- Hum...es decir, deben de saber bien porque es saludable y delicioso...Je je je...
Anna asintió bajando lentamente la mirada a su plato. Yoh empezó a comer lentamente, poniendo cara de gran sufrimiento (T_T) ante cada bocado, dejando resignadamente el plato limpio...
-No tenías hambre ¿eh? -preguntó la muchacha sarcásticamente mientras su prometido pagaba la cuenta.
-A falta de pan buenas son las tortillas...
-¿Eh?
-Un viejo refrán de mi abuelo...
-Ah... -Los jóvenes salieron del restaurante en silencio, hasta que la rubia habló.- Será bueno pasear un rato por la playa para bajar la comida...¿no crees? (N. de A.: Fans de Digimon y conocedores de Odaiba: No pregunten de donde salió la playa, solo salió y punto...)
Su prometido asintió entusiasmado, y, tomándola de la mano, recorrieron el trecho que los separaba de la blanca arena y el mar azul. Tranquilamente, la pareja caminó lentamente a la orilla de las nacientes olas, que les mojaban levemente los pies...
-¿No es lindo? -preguntó el joven mientras la muchacha contemplaba como una gaviota remontaba el vuelo. La chica asintió, apretando más la mano del shaman.
-Hoy...todo termina...hoy es el gran día Yoh...ya no existe el ayer y el mañana no es seguro...Sólo hoy...hemos esperado mucho por este día...¿no? -Asakura asintió sonriendo al oír a la itako hablar en plural...
-Sí...hoy es el día...y luego...luego sigue la vida y más...
-¿Y sí nunca llega la vida y más? Es decir...tengo miedo de que algo suceda y...y solo yo continué en pie...Eso me asusta...y...lo único que deseo es que este momento se repita para siempre para no llegar nunca a...
-Tenemos que llegar, tarde o temprano -respondió Asakura mirándola a los ojos tiernamente- Te prometo que nada me pasará...y que no voy a morir...por que tú eres la razón para que yo respire...y para mañana seguir existiendo...y para que estemos juntos todo lo que la vida quiera...Te lo prometo por siempre...
Anna sonrió tiernamente abrazándolo, sintiendo su respiración tan cerca de su cabeza...dejando que las dudas se disiparan en el agua salada...sintiendo la brisa envolverlos en un escudo protector que nadie podría penetrar...nunca...
*-*-*
Hacia el mediodía de aquel 3 de Septiembre, la tensión entre los finalistas del Torneo de Shaman King fue aumentando hasta llegar al grado de que Horo Horo, dejándose llevar por los nervios, llegó a comer 4 kilos de okonomiyaki de un tirón. Su hermana y Ren (Hao y Jun seguían durmiendo -cada quien por su lado, claro º.o-, mientras que Anna e Yoh andaban paseando por la playa) observaban estupefactos como el chico de las montañas hacia desaparecer la comida en cuestión de segundos...
-No entiendo donde le cabe tanto -suspiró Pilika apoyándose sobre sus codos. Una que hace dietas y míralo...
-En la cabezota le cabe todo...no tiene cerebro...está vacío -le respondió Ren, a lo que Horo gruñó entrecortadamente a causa de un bocado. En esos momentos la mente de Tao le funcionaba mal, estaba muy distraído pensando en cierta chica de pelo rosa...
-¿En qué o en quién piensas? -preguntó la muchacha.
-¿Eh?
-Tu cara...estabas muy feliz...
-Estaba...pensando...¡en Basón! Sí...ya sabes, lo del Torneo y todo eso...
-Ajá...dudo que ese espíritu haga que te sonrojes...¿o es así como llamas "en clave" a la que te gusta...o será él? -cuestionó Pilika divertida ante el rubor de su amigo.
-¡No me gusta ningún él!
-¡Entonces es una chica! Anda, dime quien es...tal vez le gustes...
-Mmm...no...no lo creo...
-Veamos...si descartamos a Anna porque es la prometida de Yoh...y a tu hermana...y a mí por supuesto...todas las pistas nos llevan a...
El chico de pelo morado esperó conteniendo el aliento "No lo digas, por favor. No enfrente de todos...", pensaba el muchacho, pero su ruego fue en vano...
-¡A Ren le gusta...Ta -pero la muchacha de pelo celeste no pudo terminar el nombre, porque en ese momento Asakura y su prometida entraban al pequeño restaurante que se encontraba al aire libre...
-¡Vaya, al fin llegaron! -exclamó Ren aliviado, viendo la cara de Pilika, quien parecía algo decepcionada.
-Ya habíamos desayunado... -respondió Kyouyama con su típico tono, pero más tardó en hablar que en lo que el shaman de pelo castaño se sentaba al lado del chico de pelo azul y empezaba a comer okonomiyaki. -¡Yoh, ya desayunaste!
-¡Pero tanto pasear me dio hambre! -respondió el muchacho. -Vamos, Anna, prometo no excederme...
-Haz lo que quieras...-respondió la rubia, haciendo que su prometido dejará el plato a un lado. Horo Horo no tardó en devorarlo...
-Mi okonomiyaki... (i_i)
-No te quejes...y bien...¿de qué hablaban?
-Iba a decir sobre... -pero Tao le tapó la boca a Pilika rápidamente.
-Hablábamos sobre el Torneo...y nada más -respondió el joven mientras su amiga trataba de zafarse de su mano...
-¿No hay algo más de lo que se hable? Diablos...tanto maldito Torneo me da náuseas...solo quiero que termine...¿Otra cosa para hablar? -estalló la chica sacudiendo su cabellera, despidiendo reflejos a Pilika, quien, en un esfuerzo desesperado por hablar, mordía la mano de Ren, quien estaba a su lado, enfrente de Yoh. Horo se encontraba solo en un lado, entre Tao y Asakura.
-¡AAAAAAAH! ¡Pilika!
-¡Es que no me dejas hablar!
-¿Tienes algo importante que decir? -preguntó el prometido de Anna jugando con un popote...
-Sí, que a Ren le gusta Tamao...
-¿QUÉ? -exclamaron los que se encontraban alrededor de la chica de pelo celeste, incluido su hermano, quien soltó su tenedor, que cayó al suelo estrepitosamente...
-"¿Qué a Ren le gusta Tamao?" -repitió Horo un poco escéptico...-De todas las chicas del mundo le gusta Tamao "delicada y dulce" Tamamura...¡Si son polos opuestos! A él le van mejor las chicas rudas y malas...no es por Anna...tú y Yoh se ven muy bien juntos...¡pero Tamao...!
-Polos opuestos se atraen -gruñó la itako rechinando los dientes, mitad halagada y mitad enojada y roja por el comentario que habían dicho de ella y su prometido...
-¡Anna tiene razón! -exclamó Pilika, con los ojos bien abiertos-Son dos mundos totalmente distintos...
-Tamao es muy amable...
-Y Ren no...
-Tamao te trata con respeto...A mí siempre me dice "Joven Yoh"
-Y Ren te trata como su elfo doméstico cuando esta de malas. En el mejor de los casos eres su súbdito... (N. de A.: ¿No les advertí sobre los "spoilers"? No es que Ren-kun sea así de cruel, pero era necesario...)
-Tamao sabe cocinar, será una gran ama de casa y mamá...es muy comprensiva...no como una rubia que trata a golpes a su futuro esposo...
-Pilika...-dijeron al unísono dos voces irritadas...(¬¬+)
-Y Ren si te puede dejar con un ojo morado en el hospital sí...
-¡Basta! ¡Dejen de hablar sobre mi vida privada como si yo no existiera! -gritó Ren, un poco harto de ver como Pilika, Anna y Yoh hablaban sobre las cualidades de Tamao (y empezaban una pequeña discusión entre la pareja y la hermana de Horo), y como el chico de las montañas decía los defectos de Tao a la vez que comía... -¡Sí, me gusta Tamao! ¿y qué? Es MI vida, MIS gustos, y no les tienen que importar un maldito cacahuate...Me voy...los veo en el Torneo... -Acto seguido, el joven de pelo puntiagudo salía muy enojado del lugar, a punto de arrollar a su sorprendida hermana. El otro Asakura iba atrás de ella, bostezando a la vez que avanzaba...
-¿Qué pasó? -preguntó Jun localizando a sus amigos...
-Sí...¿qué...qué...-pero Hao no terminó la pregunta a causa de un bostezo.- Ah, no importa, mejor voy por algo de comer...
-Ren se enojó porque hablábamos de Tamao -respondió Yoh viendo como su hermano acaparaba la mesa con los platillos...
-Ah...eso...¿saben?...Mi hermano puede ser un poco temperamental y celoso...cuando se habla de "su bella y delicada flor de jazmín"...Tamao.
-¿Así le llama? Que cursilería...-replicó Kyouyama sarcásticamente...
-Lo dices porque Yoh nunca te ha llamado "pastelito"...
-¿A QUÉ TE REFIERES? -bramó la muchacha a punto de golpear a Pilika. Fue necesario que su prometido la sujetará de la cintura y de los brazos...
-Déjame Yoh, le voy a mostrar un "pastelito"...
-Calma Anna, solo fue una broma -se retractó la hermana de Horo apresuradamente, viendo el aura roja de la joven brillar violentamente...La itako asintió, aceptando la disculpa y se sentó pesadamente... -Ehem...¿Cómo sabes eso de Tamao?
-Fácil, leí su diario -respondió la mayor de los Tao sonriendo majestuosamente.
-¿Qué? -por una vez, Horo, levantó su mirada de su plato y dejó los cubiertos en este- ¿Leíste el diario de Ren? ¿Dónde lo encontraste? Yo he revisado su cuarto cuatro veces de pies a cabeza...¡CUATRO VECES! Y nunca encontré nada...
-Ji ji, siempre lo ha escondido en su cajón de la ropa interior...Una que lo conoce sabe donde guarda todo...
-¿En su cajón de la ropa interior? Cielos...nunca lo revisé...no sabía que podría encontrarme ahí dentro...-El muchacho de pelo azul puso mala cara al dejar volar su imaginación...-Agh...ya no tengo hambre -dijo, retirando su plato de su alcance...Los que estaban a su alrededor guardaron silencio, hasta que la chica de pelo verde habló...
-Desde hace un año Ren se sintió atraído por Tamao pero es muy cobarde para decírselo...
-¿Por qué no lo ayudamos? -propuso la hermana de Horo.
-Tú siempre quieres hacerle de Cúpido, Pilika. Ya me lo imagino: "Hola, Tamao, le gustas a Ren, pero le de miedo decírtelo...¿Podrías besarlo para darle ánimos?" -arguyó su hermano.
-No sería tan mala idea...-dijo Yoh.
-En realidad hay una idea mejor...-musitó Jun sonriendo enigmáticamente.
-¿Y cuál es?
-Simple y sencillo, Anna. ¡Le dije a Tamao que asistiera a la Final del Torneo!
-¡Qué! -exclamaron de nuevo cuatro voces...
-¡Sí! Piénsenlo...ya sabía que Yoh, Horo y mi hermano llegarían a la Final. Fue fácil, le dije a Tamao que viniera como "apoyo moral" para todos los participantes y aceptó...Ren la verá y dará lo mejor de sí por ella, y quizá y se le declare si todo sale bien y si reúne el valor suficiente...¿A qué no soy un genio?
-Y lo dice quien perdió en un juego de damas chinas...-susurró Pilika sin que Tao la oyera...
*-*-*
Ren salió como tornado del restaurante, sin sentir que un par de ojos lo veían entrar al hotel. Era Tamao, quien apenas entraba al lugar, dispuesta a registrarse. La chica lo vio tomar el elevador y desaparecer al cerrarse las puertas de metal.
-Ren...-musitó, haciendo temblar ligeramente la pluma que sostenía. Distraídamente firmó en el registro de huéspedes, apresurándose a subir a su habitación. Apenas un día que no veía a sus amigos, pero ya extrañaba el sonido de la residencia Asakura cuando estaban. Las órdenes de Anna, la música de Yoh, las peleas entre Horo Horo y Ren...La casa parecía vacía, sola y desolada sin su presencia.
Pero más que a nadie, había extrañado a Ren...desde aquella vez que había sentido sus labios...se había dado cuenta que algo nuevo nacía en su interior...una atracción demasiado fuerte e inusitada hacia aquel chico de pelo morado...lo que pensaba que sentía hacia Yoh no era nada comparado a eso...Tamamura suspiró mientras caminaba hacia su cuarto...¿Qué era lo que sentía hacia Ren? ¿E Yoh? Tantas veces que había pensado que de verdad lo quería...para olvidarlo en 24 horas...¿Qué le estaba pasando?
-Tamao, solo veniste a apoyar a todos, no a enamorarte y a seguir pensando en Ren...-se reprochó a sí misma la muchacha tumbándose en su cama, pensando en que ropa ponerse ...quería verse bien para él..
-¡Basta! -exclamó sonrojándose al seguir pensando en Ren.- Debo apresurarme o llegaré tarde...
Continuará...
Por: Michelle_my.bell/ Anna Sora Kyouyama Takenouchi no Asakura Yagami
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...
(Nos encontramos en Tokio, hermosa capital de Japón; precisamente en la pensión Asakura, en donde subimos asta llegar a una habitación que se encuentra entre las de Kyouyama Ana y Asakura Yoh. Ahí, en ese espacio donde hay un futón, un armario, un escritorio con un computadora y otras cosas, es donde ahora, yo , Anna_Mich, escritora que se ha ganado a unos cuantos con esta historia
8. ¿Tamao y Ren?
El Sol despuntaba levemente, delimitando levemente la figura de Yoh, quien se cambiaba en silencio, procurando no molestar a Horo, pues según Ren le había contado, el chico de las montañas había agarrado tremenda borrachera. Tras escribirle una nota a su amigo explicándole a donde había ido, salió de su habitación. En menos de diez minutos el shaman aguardaba a su prometida. Amidamaru estaba a su lado, sin notar como el frío azotaba el cuerpo de su amo. Cinco minutos más tarde Anna seguía el mismo camino que el joven había tomado, llegando a su lado.
-Hola. -saludó el muchacho sonrojándose al recordar la noche anterior.- Pensé que bajarías antes que nosotros...
-Oh...bueno, me quedé dormida... Pero no venimos a hablar, sino a entrenar...Primero recorre la alberca 100 veces...
-¿Pero cómo?
-¡Nadando! -exclamó la itako- Mientras, Amidamaru tendrá que tomar esto -dijo mientras sacaba de los bolsillos de su pantalón una botella...
-¿Qué es, señorita Anna? -preguntó el espíritu gentilmente, viendo como Asakura, rechinando de frío, se despojaba de su camisa para quedar en bañador (*-,*), metiéndose al agua.
-Un tónico revitalizante...Incrementa tus fuerzas para que puedas sincronizar mejor cuando sea la fusión de almas...Es la receta de mi abuela; como no tienes forma física no entrenas como Yoh ("¡El agua está helada! ¡Anna, eres muy dura conmigo!" gritaba el shaman, a lo que la chica le hizo guardar silencio con un gesto), así que esto te ayuda...Anda, bébelo...
El samurai asintió, tomando el frasco (que asombrosamente podía sostener) y dejando que el líquido azul pasará por su boca. Este pasaba por su cuerpo semi-transparente. Para cuando terminó el tónico, Amidamaru tenía un color azul, pero se veía diferente...
-¡Gracias, señorita Anna! Ese tónico de su abuela me hace sentir más fuerte y poderoso...Ahora podré sincronizar mejor con el amo Yoh...
-Siempre y cuando el pueda sincronizar contigo -contestó la rubia viendo como una mata de pelo café emergía de la piscina para volver a sumergirse.- Espero que su poder espiritual sea el suficiente...-El espíritu asintió de nuevo, observando el entrenamiento del muchacho...
-Amidamaru, puedes retirarte. Eso es todo...Sólo era darte el tónico...Yo me quedaré vigilando a Yoh...
-Sí, señorita Anna...Con su permiso-dijo el samurai mientras ascendía hasta su habitación. Kyouyama lo vio hasta que desapareció de su vista. Con la mirada fija en su prometido, se sentó en una silla cercana a la piscina, contando las vueltas que el joven llevaba...
*-*-*
-¿Dónde está Anna? -preguntó Pilika amodorrada, media hora después de que la itako se había ido. La chica se había levantado por una necesidad fisiológica, y apenas caía en la cuenta de que la muchacha no estaba...
-¿De qué hablas? -cuestionó en el otro extremo Jun, más dormida que despierta.-Sigue durmiendo, Pilika...
-Por cierto...¿dónde andaban todos anoche? -se quejó la chica de pelo azul recostándose en su cama- Me dejaron con Amidamaru, Basón y Kororo... No es que me queje, porque no estuve sola, pero no vi a nadie en la fiesta...
-Hum...Anna y Yoh se perdieron en algún lugar, Ren encontró a tu hermano (que por cierto, tomó de más) y Hao y yo...es decir, buscamos a Horo...
-¿Hao y tú? Pero sí no los vi...¿O acaso él y tú...?
-¿Cómo lo sabes? -preguntó Tao súbitamente...
-¿Saber qué?
-Que anoche Hao y yo nos...espera ¿no lo sabes?
-No...pero quiero saber que es...-replicó Pilika en tono de chantaje. La chica de pelo verde se ruborizó levemente tratando de cubrir su rostro con su almohada...
-Larga historia...
-Quiero saberlo...-afirmó tajantemente la joven de pelo celeste.
-De acuerdo, pero prométeme no decirlo a nadie -la hermana de Horo asintió, poniendo una mano sobre su pecho- Bueno...el caso es que buscamos a Horo Horo y entramos al laberinto que había atrás del salón de fiestas y...pues nos perdimos. No pensamos que sería difícil y no pusimos atención ni alguna señal...Así pasamos tres horas perdidos, y yo estaba a punto de llorar, pero de repente Hao me dijo que no tenía por que llorar, que todo saldría bien si no perdíamos la cabeza y trató de animarme mientras seguíamos caminando...y me alegró...y vi que no es tan malo como parece y pues...las cosas se dieron...y...terminamos besándonos tras salir del laberinto...
-...
-No sé porque lo hice Pilika, en serio...Es que estaba tan feliz de ya no estar perdida que fue como un impulso...
-¿Segura que no fue algo más? -preguntó la chica de las montañas...
-Él me respondió cuando lo besé...pero...¡pero eso no significa nada! -exclamó Jun lanzándole la almohada a Pilika, que se carcajeaba al ver a su amiga tan roja...
-Ajá...que bueno que me quedé con los espíritus...Después de todo me contaron cosas muy interesantes (menos Kororo, claro está)...incluso aprendí a jugar cartas...Es divertido cuando juegas y apuestas...¿Jun? -preguntó la muchacha, pero la mayor de los Tao dormía profundamente (o al menos eso fingía). -Mmm...buena idea. Yo también necesitaré dormir... -musitó la joven de cabellera azul acomodándose en su cama...
*-*-*
-99...100 ¡Listo! -exclamó Anna al ver que su prometido terminaba el último ejercicio, que eran abdominales.- Creo que esto es más que suficiente...
-Tenían que ser dos horas...si no me hubiera quedado dormido en la alberca no serían cuatro horas... -se quejaba Yoh levantándose con esfuerzos. La itako le ayudó, mientras ambos sentían como el Sol se expandía en el cielo por la mañana, abrasándoles la nuca...
-Lo mejor será desayunar y...-pero Kyouyama no terminó la frase, porque el shaman, al oír la palabra "desayunar" la había tomado de la muñeca, y en menos de cinco minutos la pareja estaba sentada en una de las lindas sillas de mimbre, que se complementaban con la mesa y una sombrilla del mismo material...(N. de A.: Para los mexicanitos, están en una palapa...como las del bello Veracruz *o*) Una hermosa vista del amanecer en la playa enfrente de ellos daba el toque final a aquel lugar tropical...
-¡Comida! ¡Comida! -decía Asakura una y otra vez, tratando de llamar la atención del mesero, pero ese día había buffet...
-Hoy es día de buffet tonto -dijo la muchacha dándole un golpe en la nuca al muchacho de melena castaña, quien se calló enseguida- Yo iré por el desayuno...
El joven abrió los ojos como platos al oír lo último de la rubia. Adolorido por el golpe de la chica, la observó levantarse a ir a la mesa larga donde habían varios platillos...¿No le habría jugado su cerebro una broma? ¿De verdad Anna le haría ese "favor" y no lo mandaría a él?
-Será que ya me quiere mucho...-comentó feliz mientras su prometida regresaba con dos platos...-Anna, muchas gracias por la...-pero se detuvo...¿Eso era comida?
-¿Qué decías? -preguntó la joven sentándose elegantemente...
-¡Fruta! ¿No había algo más rico? Yo voy, tal vez encuentre unos hot cakes...
-No vas a ir a ningún lado... -lo interrumpió la itako sujetando su brazo antes de que el chico se levantara...-No va a ser como anoche que te comiste media vaca al carbón ¿o sí? Esto te hará bien...Por eso fui yo...sabía que no elegirías algo saludable...Anda, come para tener más fuerzas... -Kyouyama terminó mientras tomaba el tenedor para comer su ensalada de frutas (había pedido lo mismo).
-Esto no me gusta...-se quejó el chico tomando uno de los jugos de naranja que había en la mesa- ¡Sólo jugo de naranja! ¿No había naranjas en la fruta? Ah, esto es un castigo...ni siquiera hay miel o yogurt para la ensalada...esto debe de saber...-pero se calló al sentir un par de ojos negros viéndolo fijamente, haciéndolo temblar por la manera en que despedían chispas- Hum...es decir, deben de saber bien porque es saludable y delicioso...Je je je...
Anna asintió bajando lentamente la mirada a su plato. Yoh empezó a comer lentamente, poniendo cara de gran sufrimiento (T_T) ante cada bocado, dejando resignadamente el plato limpio...
-No tenías hambre ¿eh? -preguntó la muchacha sarcásticamente mientras su prometido pagaba la cuenta.
-A falta de pan buenas son las tortillas...
-¿Eh?
-Un viejo refrán de mi abuelo...
-Ah... -Los jóvenes salieron del restaurante en silencio, hasta que la rubia habló.- Será bueno pasear un rato por la playa para bajar la comida...¿no crees? (N. de A.: Fans de Digimon y conocedores de Odaiba: No pregunten de donde salió la playa, solo salió y punto...)
Su prometido asintió entusiasmado, y, tomándola de la mano, recorrieron el trecho que los separaba de la blanca arena y el mar azul. Tranquilamente, la pareja caminó lentamente a la orilla de las nacientes olas, que les mojaban levemente los pies...
-¿No es lindo? -preguntó el joven mientras la muchacha contemplaba como una gaviota remontaba el vuelo. La chica asintió, apretando más la mano del shaman.
-Hoy...todo termina...hoy es el gran día Yoh...ya no existe el ayer y el mañana no es seguro...Sólo hoy...hemos esperado mucho por este día...¿no? -Asakura asintió sonriendo al oír a la itako hablar en plural...
-Sí...hoy es el día...y luego...luego sigue la vida y más...
-¿Y sí nunca llega la vida y más? Es decir...tengo miedo de que algo suceda y...y solo yo continué en pie...Eso me asusta...y...lo único que deseo es que este momento se repita para siempre para no llegar nunca a...
-Tenemos que llegar, tarde o temprano -respondió Asakura mirándola a los ojos tiernamente- Te prometo que nada me pasará...y que no voy a morir...por que tú eres la razón para que yo respire...y para mañana seguir existiendo...y para que estemos juntos todo lo que la vida quiera...Te lo prometo por siempre...
Anna sonrió tiernamente abrazándolo, sintiendo su respiración tan cerca de su cabeza...dejando que las dudas se disiparan en el agua salada...sintiendo la brisa envolverlos en un escudo protector que nadie podría penetrar...nunca...
*-*-*
Hacia el mediodía de aquel 3 de Septiembre, la tensión entre los finalistas del Torneo de Shaman King fue aumentando hasta llegar al grado de que Horo Horo, dejándose llevar por los nervios, llegó a comer 4 kilos de okonomiyaki de un tirón. Su hermana y Ren (Hao y Jun seguían durmiendo -cada quien por su lado, claro º.o-, mientras que Anna e Yoh andaban paseando por la playa) observaban estupefactos como el chico de las montañas hacia desaparecer la comida en cuestión de segundos...
-No entiendo donde le cabe tanto -suspiró Pilika apoyándose sobre sus codos. Una que hace dietas y míralo...
-En la cabezota le cabe todo...no tiene cerebro...está vacío -le respondió Ren, a lo que Horo gruñó entrecortadamente a causa de un bocado. En esos momentos la mente de Tao le funcionaba mal, estaba muy distraído pensando en cierta chica de pelo rosa...
-¿En qué o en quién piensas? -preguntó la muchacha.
-¿Eh?
-Tu cara...estabas muy feliz...
-Estaba...pensando...¡en Basón! Sí...ya sabes, lo del Torneo y todo eso...
-Ajá...dudo que ese espíritu haga que te sonrojes...¿o es así como llamas "en clave" a la que te gusta...o será él? -cuestionó Pilika divertida ante el rubor de su amigo.
-¡No me gusta ningún él!
-¡Entonces es una chica! Anda, dime quien es...tal vez le gustes...
-Mmm...no...no lo creo...
-Veamos...si descartamos a Anna porque es la prometida de Yoh...y a tu hermana...y a mí por supuesto...todas las pistas nos llevan a...
El chico de pelo morado esperó conteniendo el aliento "No lo digas, por favor. No enfrente de todos...", pensaba el muchacho, pero su ruego fue en vano...
-¡A Ren le gusta...Ta -pero la muchacha de pelo celeste no pudo terminar el nombre, porque en ese momento Asakura y su prometida entraban al pequeño restaurante que se encontraba al aire libre...
-¡Vaya, al fin llegaron! -exclamó Ren aliviado, viendo la cara de Pilika, quien parecía algo decepcionada.
-Ya habíamos desayunado... -respondió Kyouyama con su típico tono, pero más tardó en hablar que en lo que el shaman de pelo castaño se sentaba al lado del chico de pelo azul y empezaba a comer okonomiyaki. -¡Yoh, ya desayunaste!
-¡Pero tanto pasear me dio hambre! -respondió el muchacho. -Vamos, Anna, prometo no excederme...
-Haz lo que quieras...-respondió la rubia, haciendo que su prometido dejará el plato a un lado. Horo Horo no tardó en devorarlo...
-Mi okonomiyaki... (i_i)
-No te quejes...y bien...¿de qué hablaban?
-Iba a decir sobre... -pero Tao le tapó la boca a Pilika rápidamente.
-Hablábamos sobre el Torneo...y nada más -respondió el joven mientras su amiga trataba de zafarse de su mano...
-¿No hay algo más de lo que se hable? Diablos...tanto maldito Torneo me da náuseas...solo quiero que termine...¿Otra cosa para hablar? -estalló la chica sacudiendo su cabellera, despidiendo reflejos a Pilika, quien, en un esfuerzo desesperado por hablar, mordía la mano de Ren, quien estaba a su lado, enfrente de Yoh. Horo se encontraba solo en un lado, entre Tao y Asakura.
-¡AAAAAAAH! ¡Pilika!
-¡Es que no me dejas hablar!
-¿Tienes algo importante que decir? -preguntó el prometido de Anna jugando con un popote...
-Sí, que a Ren le gusta Tamao...
-¿QUÉ? -exclamaron los que se encontraban alrededor de la chica de pelo celeste, incluido su hermano, quien soltó su tenedor, que cayó al suelo estrepitosamente...
-"¿Qué a Ren le gusta Tamao?" -repitió Horo un poco escéptico...-De todas las chicas del mundo le gusta Tamao "delicada y dulce" Tamamura...¡Si son polos opuestos! A él le van mejor las chicas rudas y malas...no es por Anna...tú y Yoh se ven muy bien juntos...¡pero Tamao...!
-Polos opuestos se atraen -gruñó la itako rechinando los dientes, mitad halagada y mitad enojada y roja por el comentario que habían dicho de ella y su prometido...
-¡Anna tiene razón! -exclamó Pilika, con los ojos bien abiertos-Son dos mundos totalmente distintos...
-Tamao es muy amable...
-Y Ren no...
-Tamao te trata con respeto...A mí siempre me dice "Joven Yoh"
-Y Ren te trata como su elfo doméstico cuando esta de malas. En el mejor de los casos eres su súbdito... (N. de A.: ¿No les advertí sobre los "spoilers"? No es que Ren-kun sea así de cruel, pero era necesario...)
-Tamao sabe cocinar, será una gran ama de casa y mamá...es muy comprensiva...no como una rubia que trata a golpes a su futuro esposo...
-Pilika...-dijeron al unísono dos voces irritadas...(¬¬+)
-Y Ren si te puede dejar con un ojo morado en el hospital sí...
-¡Basta! ¡Dejen de hablar sobre mi vida privada como si yo no existiera! -gritó Ren, un poco harto de ver como Pilika, Anna y Yoh hablaban sobre las cualidades de Tamao (y empezaban una pequeña discusión entre la pareja y la hermana de Horo), y como el chico de las montañas decía los defectos de Tao a la vez que comía... -¡Sí, me gusta Tamao! ¿y qué? Es MI vida, MIS gustos, y no les tienen que importar un maldito cacahuate...Me voy...los veo en el Torneo... -Acto seguido, el joven de pelo puntiagudo salía muy enojado del lugar, a punto de arrollar a su sorprendida hermana. El otro Asakura iba atrás de ella, bostezando a la vez que avanzaba...
-¿Qué pasó? -preguntó Jun localizando a sus amigos...
-Sí...¿qué...qué...-pero Hao no terminó la pregunta a causa de un bostezo.- Ah, no importa, mejor voy por algo de comer...
-Ren se enojó porque hablábamos de Tamao -respondió Yoh viendo como su hermano acaparaba la mesa con los platillos...
-Ah...eso...¿saben?...Mi hermano puede ser un poco temperamental y celoso...cuando se habla de "su bella y delicada flor de jazmín"...Tamao.
-¿Así le llama? Que cursilería...-replicó Kyouyama sarcásticamente...
-Lo dices porque Yoh nunca te ha llamado "pastelito"...
-¿A QUÉ TE REFIERES? -bramó la muchacha a punto de golpear a Pilika. Fue necesario que su prometido la sujetará de la cintura y de los brazos...
-Déjame Yoh, le voy a mostrar un "pastelito"...
-Calma Anna, solo fue una broma -se retractó la hermana de Horo apresuradamente, viendo el aura roja de la joven brillar violentamente...La itako asintió, aceptando la disculpa y se sentó pesadamente... -Ehem...¿Cómo sabes eso de Tamao?
-Fácil, leí su diario -respondió la mayor de los Tao sonriendo majestuosamente.
-¿Qué? -por una vez, Horo, levantó su mirada de su plato y dejó los cubiertos en este- ¿Leíste el diario de Ren? ¿Dónde lo encontraste? Yo he revisado su cuarto cuatro veces de pies a cabeza...¡CUATRO VECES! Y nunca encontré nada...
-Ji ji, siempre lo ha escondido en su cajón de la ropa interior...Una que lo conoce sabe donde guarda todo...
-¿En su cajón de la ropa interior? Cielos...nunca lo revisé...no sabía que podría encontrarme ahí dentro...-El muchacho de pelo azul puso mala cara al dejar volar su imaginación...-Agh...ya no tengo hambre -dijo, retirando su plato de su alcance...Los que estaban a su alrededor guardaron silencio, hasta que la chica de pelo verde habló...
-Desde hace un año Ren se sintió atraído por Tamao pero es muy cobarde para decírselo...
-¿Por qué no lo ayudamos? -propuso la hermana de Horo.
-Tú siempre quieres hacerle de Cúpido, Pilika. Ya me lo imagino: "Hola, Tamao, le gustas a Ren, pero le de miedo decírtelo...¿Podrías besarlo para darle ánimos?" -arguyó su hermano.
-No sería tan mala idea...-dijo Yoh.
-En realidad hay una idea mejor...-musitó Jun sonriendo enigmáticamente.
-¿Y cuál es?
-Simple y sencillo, Anna. ¡Le dije a Tamao que asistiera a la Final del Torneo!
-¡Qué! -exclamaron de nuevo cuatro voces...
-¡Sí! Piénsenlo...ya sabía que Yoh, Horo y mi hermano llegarían a la Final. Fue fácil, le dije a Tamao que viniera como "apoyo moral" para todos los participantes y aceptó...Ren la verá y dará lo mejor de sí por ella, y quizá y se le declare si todo sale bien y si reúne el valor suficiente...¿A qué no soy un genio?
-Y lo dice quien perdió en un juego de damas chinas...-susurró Pilika sin que Tao la oyera...
*-*-*
Ren salió como tornado del restaurante, sin sentir que un par de ojos lo veían entrar al hotel. Era Tamao, quien apenas entraba al lugar, dispuesta a registrarse. La chica lo vio tomar el elevador y desaparecer al cerrarse las puertas de metal.
-Ren...-musitó, haciendo temblar ligeramente la pluma que sostenía. Distraídamente firmó en el registro de huéspedes, apresurándose a subir a su habitación. Apenas un día que no veía a sus amigos, pero ya extrañaba el sonido de la residencia Asakura cuando estaban. Las órdenes de Anna, la música de Yoh, las peleas entre Horo Horo y Ren...La casa parecía vacía, sola y desolada sin su presencia.
Pero más que a nadie, había extrañado a Ren...desde aquella vez que había sentido sus labios...se había dado cuenta que algo nuevo nacía en su interior...una atracción demasiado fuerte e inusitada hacia aquel chico de pelo morado...lo que pensaba que sentía hacia Yoh no era nada comparado a eso...Tamamura suspiró mientras caminaba hacia su cuarto...¿Qué era lo que sentía hacia Ren? ¿E Yoh? Tantas veces que había pensado que de verdad lo quería...para olvidarlo en 24 horas...¿Qué le estaba pasando?
-Tamao, solo veniste a apoyar a todos, no a enamorarte y a seguir pensando en Ren...-se reprochó a sí misma la muchacha tumbándose en su cama, pensando en que ropa ponerse ...quería verse bien para él..
-¡Basta! -exclamó sonrojándose al seguir pensando en Ren.- Debo apresurarme o llegaré tarde...
Continuará...
