Antes, durante y después del Torneo de Shaman King.

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...

22.- El gran día.

-Entonces...¿Anna estaba comprando algo en una tienda de lencería? -preguntó Horo Horo por enésima vez, a lo que Amidamaru, ligeramente irritado asintió con la cabeza. Al igual que Basón y los otros espíritus, tenía grandes ojeras alrededor de los ojos, como consecuencia de haber velado por los chicos, que habían tomado una borrachera de aquellas; ya que después de haberse relajado en el sauna habían arrastrado (literalmente) a Yoh hacia un pequeño hotel en donde entre botellas de sake y risas, su hermano mayor y sus amigos le habían instruido sobre la noche de bodas y otros secretos maritales.

-Si...la señorita Anna al parecer compró algo.

-¿Qué habrá sido? -inquirió el joven chino, mientras que los demás, con una resaca tremenda, a duras penas parecían poder con su alma. Hao en un esquina preparaba en la pequeña cocineta del lugar algo que parecía un brebaje de bruja.

-¿Qué puede haber en un tienda de lencería aparte de lencería, eh? -replicó Diesel.

-¬¬

-_ ¿Entonces?

-Me pregunto si a Yoh le interesa.

-No mucho -respondió el mencionado con voz ronca. El y el inglés habían sido los que peor habían soportado el alcohol. Justo en ese instante el mayor de los Asakura llegó con 5 vasos llenos de una sustancia verde.

-¿Qué es eso? -cuestionó el ainu viendo con desagrado los vasos.

-Una antigua receta apache para la resaca -contestó el shaman del fuego repartiendo los vasos.

-¿Y qué debemos hacer con esto? ¿Untárnoslo o tomarlo?

-Tómatelo Diesel.

El dueño de Morphine parpadeó un poco, ligeramente aterrorizado, pero ya que sus amigos lo miraban impacientemente, hizo acopio de fuerzas y le dio un largo trago a su vaso.

-¿Y...? -inquirieron 4 voces curiosas.

El chico de pelo no dijo nada; en su cara se reflejaba una mueca de asco, que hizo que los demás soltaran sus bebidas.

-Creo que no debí ponerle ese alacrán disecado -comentó pensativamente el hermano de Yoh.

-¿¿¿¿QUÉ???? -exclamó Lyserg consternado, para después caer desmayado en el suelo.

-o.oU

-No pongas esa cara Hao -dijo Horo espantado.

-Si -terció el de pelo morado sarcásticamente- No pasa de que se quede en el hospital de por vida y no vaya a la boda de Yoh.

-Je je je supongo

-...

-...

-...

-¡¡¡LA BODA!!! -exclamaron a un tiempo los 4 jóvenes que seguían conscientes.

*-*-*

-¿Hola? ¿Hay alguien aquí? -preguntó tímidamente el joven rubio entrando por la puerta de la mansión Asakura en Isumo. Sin querer rozó el pequeño adorno de bienvenida de la entrada, causándole un pequeño orgullo. Era algo que antaño ni en sueños podría haber hecho.

-Ma...¿Manta? -tartamudeó una voz femenina, a lo que el muchacho volteó.

-¡Anna!

*-*-*

-Madre mía madre mía madre mía madre mía madre...

-Yoh, ¿podrías guardarte tus "madre mía" por un solo minuto? -pidió su hermano molesto mientras el chico de pelo azul y Ren cargaban el cuerpo de su amigo inglés.

-¡Pero Lyserg! ¡Está inconsciente!

-Vamos hermano, un buena bofetada estilo Anna le servirá.

-Pero...pero...¡le diste un escorpión!

-Fue un alacrán.

-Madre mía...

-¬¬

-Oigan -recapacitó el hermano de Pilika encaminándose hacia la puerta- Yoh tiene razón; quizás ese bicho le causó algo malo.

-Tienes razón -dijo Ren mirando al chico de ojos verdes, quien tenía estampado en el rostro un tic de miedo profundo.

-Pero no hay tiempo de llevarlo al hospital...¡Yoh se casa en un par de horas!

-o.o¡ Tienes razón...

-Ay madre mía -suspiró el menor de los Asakura, con una cara de desmayo como la de Lyserg..

-Tengo una idea -repuso su hermano tratando de calmarse y de calmar a los demás- Horo Horo: llévate a Yoh para que se prepare para la boda, en lo que Ren y yo nos llevamos a Diesel con Jun o con mi abuela para que lo cure o le haga algo. ¿Entendido?

-¡A la orden! -exclamó el shaman del norte arrastrando de nuevo (literalmente) al futuro esposo de Anna, quien no cesaba de decir "madre mía" mientras el joven chino y el otro shaman sacaban al inglés del lugar.

*-*-*

-Manta...¿de verdad eres Manta? ¿seguro que ese es tu nombre? -preguntó de nuevo Kyouyama sentada frente al rubio, tomando té en la mañana.

-¡Claro! -rió el chico- Sabes que nunca te mentiría Anna...me expondría a un golpe por ello ^^U

-Pero no pareces el Manta al que yo maltrataba hace 3 meses.

-^^U Por cierto ¿dónde andan Tamao y las demás? Pensé que no te abandonarían el día de tu boda.

-Fueron por Aoi y Akane -contestó la itako ligeramente nerviosa, retorciendo su servilleta a la vez que miraba el reloj que había enfrente de ella. Con cada segundo que pasaba su corazón palpitaba más fuerte.

-¿Aoi y Akane?

-Las organizadoras de la boda. Vienen para ayudarme con el vestido, el peinado y el maquillaje...

-Ya veo...

-¡Ya llegamos! -interrumpió la voz de Pilika en el corredor, corriendo en busca de Anna.

-Anna, mira quien está a...¡Quien es ese!

-Señorita Anna, aquí están Aoi y ...¡Señorita Anna! -exclamó Tamao apareciendo con Jun, Aoi y Akane.

-¿Quién es él? -preguntó la hermana de Ren sorprendida.

-¿Qué no me reconocen? -preguntó amablemente el muchacho levantándose de la mesa. Las chicas lo vieron largamente: alto, delgado, el pelo rubio cayendo sobre sus lindos ojos, aquel rostro atractivo...esa enciclopedia con la que cargaba, recordándoles a la de...

-¡¡¡MANTA!!!

-^^ Hola...

-De verdad...en serio...¿Manta? -inquirieron Jun y Pilika ligeramente ruborizadas ante el antes pequeño Oyamada.

-De veritas de veritas.

-Wow ¿Cómo le hizo joven Manta? -preguntó Tamamura.

-Pues resulta que soy de las personas que necesitan un pequeño empujón médico para desarrollarse adecuadamente, así que mi familia y yo fuimos a New York para que en un tratamiento resolvieran el asunto y voila!

-¿Pequeño empujón? -repitió sarcásticamente Aoi mientras Akane hacia grandes esfuerzos para no reírse.

-¬¬ Algo hay de eso -replicó el amigo de Yoh, cuando las demás oyeron que alguien tocaba a la puerta.

-¡Tamao! ¡Abre la puerta por favor!

-¡Ren! -exclamó la chica de pelo rosa corriendo en busca del muchacho. Al descorrer la puerta se encontró con Hao y el joven chino, que cargaba sin mucho esfuerzo el cuerpo de Diesel.

-¡Ren! ¡Joven Lyserg! ¡Joven Hao! ¿Qué les pasó?

-Larga historia U_U ¿Podemos entrar?

-Claro joven Hao-dijo Tamamura dejando que los jóvenes pasaran directo al comedor.

*-*-*

-Y bien Yoh...¿Qué te parece?

-Je je je... No estoy acostumbrado a usar estas ropas Horo Horo.

-¡Pues claro! ¡Es la primera vez que te casas!

El shaman asintió, contemplando su figura reflejada en el espejo que había en aquel sitio en donde se estaban arreglando él y el ainu. Asakura parpadeó, todavía sorprendido de verse en aquellas ropas tradicionales para una boda.

-Ya, deja de verte en el espejo Yoh, que te vas a volver narciso.

-XD...Oye Horo, ¿qué habrá pasado con Lyserg, Ren y Hao?

-No te preocupes amigo, de seguro Lyserg ya habrá recuperado el conocimiento.

*-*-*

-Así que...según tú, Diesel se tragó un escorpión mientras jugaban "Verdad o Castigo", ¿no es así Hao? -dijo Jun mientras ella y Pilika trataban de que el chico de pelo verde recuperara la conciencia.

-Claro n_nU Y no era un escorpión, era alacrán.

-Sí, claro -repuso la muchacha mirándolo significativamente. El shaman del fuego iba más allá de esos juegos, conociendo su antigua maldad supo que no era la verdad, pero guardo silencio en su beneficio mientras Pilika pasaba un pequeño frasco de sales bajo la nariz de Lyserg, quien poco a poco empezó a abrir los ojos.

-¿Dónde estoy?

-Que bueno que ya despertaste...Me...es decir, nos preocupaste mucho n///n.

-Oh...lo siento.

-Con lo que te comiste...deberías sentirte peor-repuso Anna.

-Anna...creo que mejor tu debes empezar a prepararte para la boda -dijo Akane mirando tranquilamente su reloj.

-Bien dicho -opinó Jun- Oye hermano, ¿dónde quedaron Yoh y Horo?

-Se están arreglando.

-Debemos hacer lo mismo nosotras -comentó Aoi levantándose, mientras su colega, Anna, Tamao, Jun y Akane hacían lo mismo, pero la joven ainu no se movía.

-Pilika...¿no vienes? -preguntó Jun.

-En un momento las alcanzo...es solo que Lyserg se va a quedar aquí solito y alguien debe de cuidarlo, ¿no?

-No te molestes -repuso el chico tratando de levantarse pero no pudo más que apoyarse lastimosamente en uno de sus brazos. -Así estoy bien.

-No Lyserg; eres mi amigo y los amigos se cuidan cuando están enfermos.

-Correcto -opinó Tamao sabiamente, sospechando del ligero rubor del muchacho- Joven Lyserg, deje que la señorita Pilika lo cuide en lo que ayudamos a la señorita Anna.

-De acuerdo -aceptó el joven dejándose caer en lo que su amiga se acomodaba a su lado y las demás se iban.

-Nosotros también nos vamos -dijeron Hao y Ren, dejando a la pareja sola, en medio de un silencio incómodo.

Continuará...