Capítulo 4
Entre miedos
Arken elf: Este capítulo retoma el camino de Sapmew, contiene escenas con un poco de violencia y angustia, estas advertido, si aún así deseas seguir leyendo adelante eres bienvenido. Todas las notas comentarios o sugerencias son tomados en cuenta, por sus reviews Gracias.
Finalmente he decidido salir de estos bosques los cuales guardan el secreto de mi existencia para el resto de la humanidad.
Camino atravesando el follaje oculto en las sombras de la noche. A cada paso las otras criaturas me observan con miedo. Creen que yo soy capaz de hacer algo terrible, de traer la desgracia a sus vidas.
Que equivocados están, quizá les temo mas a ellos de lo que ellos deben temer de mi.
Muchos se alejan, mientras que otros solo me observan con recelo. Al verlos pienso en lo ingenuo que he sido al querer encajar entre ellos, con la esperanza de que comprenderían mi sufrir, pero no pertenezco a su raza, así como tampoco pertenezco a la humana.
He decidido ignorar sus miradas hasta acercarme a la salida del bosque, lugar que marca el final de una etapa y el inicio de otra. Sin pensar me detengo a la mitad del camino. -Vamos Ash, ¿Qué sucede?, ¿Es acaso que tienes miedo?- me repito en la mente.
-Si no tienes el valor de seguir adelante, no lograras obtener nada, el miedo no es un pretexto- continuo.
-¿A quien engaño?- dije en voz baja, a lo lejos logro divisar las luces de esa gran ciudad, el lugar elegido por Mewtwo para visitar en la oscuridad.
El miedo se apodera de mi, no logro contener el temor que domina mi mente, cuando las terribles escenas de ese tortuoso pasado regresan una vez mas.
*****
-Resistencia al dolor, esa será la siguiente prueba- decía el científico a su ayudante de confianza.
Yo les observaba restringido por una serie de cadenas que me mantenían de pie en un solo lugar de la habitación.
Esto mucho antes del viaje a Viridian.
El joven ayudante se aproximo con una jeringa en mano, y un frasco con líquido opaco en su interior. Un método para inducir dolor creando tensión en el sentido nervioso de todo aquel sujeto a sus efectos.
El hombre introduce el líquido en la jeringa preparándose para aplicarlo, entonces como una tormenta de desesperación comienzo a jalar las ataduras que me retienen, haciéndome daño a mi mismo, pero no debo detenerme, cualquier cosa es mejor que eso.
-Detente- ordena el otro científico al ver que mis movimientos le impiden a su ayudante aplicar la dosis sugerida.
Yo le ignoré jalando con mas fuerza, la sangre ha comenzado a brotar de mis muñecas y pies, pero continuo jalando.
Bill decidido a seguir adelante camina con otros dos ayudantes mas para retenerme, pero yo no veo mas que otra oportunidad.
Al aproximarse tratan de sujetarme a lo que yo respondí con una fuerte mordida en el brazo del mismo líder. Su ira se refleja a través de esos ojos, puedo leer sus pensamientos, su desesperación acompañada de su necesidad de venganza.
Jala mi brazo violentamente, introduciendo el contenido.
Intente safarme, pero ya era demasiado tarde.
Observe nuevamente sus ojos, buscando algo en esa mirada, pero una sonrisa de su parte es mas que suficiente para preocuparme.
Segundos después el dolor comienza a surgir desde el interior carcomiendo cada nervio de mi cuerpo.
*****
Un nuevo escalofrío recorre mis entrañas de solo recordar.
-Terribles experiencias nos hacen compartir el dolor, justo como lo hacen los hermanos con una unión irrompible- me dice Mewtwo desde atrás.
No replique, mirando justo al frente, donde la forma de los grandes e imponentes edificios rompen el paisaje nocturno.
Parece increíble que alguna vez haya pertenecido a los creadores de esas estructuras.
-Y en cierto modo aún pertenezco a ellos- murmuré.
-Así es- dice pikachu a mis pies.
-¿Será correcto dar este paso?- me pregunto seriamente.
-Si la respuesta es si, ¿Por qué no puedo hacerlo?- me repito en la mente.
El temor se encuentra aún presente, plagado de memorias.
Un par se semanas jamás serán suficiente tiempo como para recuperarse, y menos de algo como lo que sucedió.
-No, no puedo volver- susurro sin pensar.
-No Ash, no te des por vencido, verás que las cosas no son como crees- dice Pikachu mientras trata de detener mi retroceso.
-Muy pronto, pronto es- conteste con incoherencia.
-Tu sabes que debes seguir adelante, vamos no te detengas- continua el pequeño pókemon.
-El Ash que conocía no se daría por vencido tan pronto- finaliza con tristeza.
-Lo se, pero no el Ash que conociste murió tiempo atrás.
-¿Cómo puedes decir eso?- exclama con dolor.
-La verdad es difícil de aceptar y yo no hago mas que mostrártela- conteste rápidamente
-¿Por qué?- pregunta
Pero no hay respuesta posible de expresar con palabras.
Vuelvo sobre mis pasos inseguro; -no puedo- es todo lo que logro contestar apenado de mis acciones.
Muy dentro de mí se que pikachu piensa que soy un cobarde al no intentarlo, pero no sabe por lo que he tenido que pasar, no tiene idea de lo que ese lugar implica para mí. Jamás tendrá idea sin importar cuantas veces lo platique.
-Puede no tener idea, pero yo si- escuche a Mewtwo replicar a eso pensamientos.
-Quizá en un cierto modo lo tengas, pero no sabes lo que siento en mi corazón- conteste sin siquiera considerar mis palabras.
El gran pókemon me miro sin decir mas, su rostro denoto un gesto de dolor a mi comentario, pero no hizo intento por refutar mi respuesta limitándose a observar mi partida de vuelta al escondite.
-Cobarde, cobarde- me decía a mi mismo, pero ¿Cómo enfrentar eso?, cobarde por no dar la cara a mis temores, ni siquiera por mi propia madre.
-Mi Madre, no puedo abandonarla, debo buscar la manera de enfrentar ese terror, debo hacerlo antes de que la culpabilidad acabe con ella.
Miro hacia atrás, Pikachu y Mewtwo me ven sin moverse a la mitad del camino de pie sin decir mas.
Camino nuevamente hacia ellos, pasando a su lado sin detenerme.
Me dirijo a la ciudad.
-No temas joven Ash, que yo estaré contigo a cada paso- exclama mi amigo psíquico lentamente.
Cualquiera que me viera ahora, o estuviera en mi lugar pensaría que estoy loco, ¿Cómo voy a continuar así?, cualquiera se daría cuenta de que no soy humano, pero la imagen de mi madre llorando borra cualquier duda en mi mente, ellas serán mi fuerza para seguir adelante, mi soporte en la desesperación, mi luz en la oscuridad mi guía en el camino.
El pókemon Clon sonríe elevándose en los aires para desaparecer, se que ha pensado en hacer algo para ayudarme, pero se marcho antes de que conociera sus pensamientos.
Finalmente llegue a las afueras de la ciudad.
-¿Qué debo hacer ahora?- me pregunto.
A mis espaldas una sombra se aproxima, puedo sentir su presencia tan cerca de mi ser.
La reacción no se hace esperar, la tensión vuelve a envolver el aire que me rodea al momento en el que volteo.
Pero la visión que obtengo no hace mas que crear un sentimiento de tristeza y pena en mi interior.
Se trata de un hombre, un anciano; sus ropas sucias y viejas le cubren levemente del frío. Su constitución denota la falta de comida, al igual que su estado.
Por su mente solo existe confusión, debido al alcohol anteriormente ingerido. Eso es un gran alivio, ya que no ha notado del todo mis diferencias o se lo atribuye a su imaginación.
Sus pasos inseguros le hacen tropezar ante la acera, inmediatamente pienso en ayudarlo, levantarlo y brindarle cobijo, pero me detengo en mis pasos.
El hombre desorientado continua en el suelo frente a mí.
No me acerco, no podría, pero lo levanto con mis habilidades psíquicas ayudándolo en cierto modo a seguir con su camino.
El vagabundo se aleja sin decir mas.
Al mirarlo no puedo evitar sentir que soy como él; solo y perdido, triste lleno de desilusiones. Lejos de una vida imposible para ambos recuperar.
Graciosa la forma de olvidar, yo sumergido en el miedo oculto en una cueva del viejo bosque, el sumergido en su propio mundo del alcohol humano. Ambos incapaces de confiar en nadie mas con facilidad. La vida nos ha lastimado tanto y aún seguimos aquí sin poder huir.
-El se ha dado por vencido, ¿Qué hay de ti?- replica el blanco pókemon en mi mente.
-No quiero terminar así...
Unos metros mas de recorrido hasta un ventanal.
Es extraño que no haya nadie en las calles- exclame.
*****
-Escuchen con atención, esta criatura puede ser muy peligrosa, así como única, debemos capturarla con vida- decía uno de los líderes de los equipos.
Muchos entrenadores experimentados se preparaban para partir, mientras que otro salían sin contratiempo.
-Lo localizaremos- pensaba un hombre de edad madura seguro de que ese descubrimiento le traería la fama que tanto deseaba.
-Entre ellos una pareja de jóvenes miraba a su alrededor.
-¿Estas seguro de que se trata del pókemon del jefe, porque según se esta muerto?- preguntaba la joven a su compañero.
-Si lo estoy- contesto simplemente el otro.
-Entonces comencemos la búsqueda- dijeron en unión integrándose a los equipos.
*****
Algo me dice que no ha sido una buena idea- dije al momento que atravesábamos otra calle.
-Todo esto es demasiado extraño-Respondió pikachu quien ahora se encontraba en mi hombro.
Caminamos un poco mas cuando me detuve.
-¿Qué sucede?- pregunto mi pókemon amigo.
-Debemos irnos cuanto antes- replique recorriendo el lugar con la mirada.
Los pensamientos de los cazadores, entrenadores, científicos, investigadores, etc llegaron a mi como bombardeo.
-Están todos buscando..buscándome.
-Salgamos de aquí pikachu- exclame levantando al pókemon eléctrico en mis brazos.
Corrí de vuelta al bosque para percatarme de la presencia de los otros detrás de mí, en el bosque los pókemons salvajes se ocultaron culpándome de su suerte.
-Vamos, vamos- dije entre respiros andando entre la maleza.
La presencia de mis nuevos cazadores se hizo presente segundos después, pero no eran 5 o 10, eran tantos como el lugar mismo.
Entraron al bosque, sin importarles lo que hubiese en el camino.
Pikachu y yo sabíamos que lo mejor era ocultarse hasta encontrar la manera de escapar a tal multitud.
Podía escuchar a los otros cerca de mí.
Pikachu corría detrás de mí, cuando desapareció de repente.
-¿Pikachu?. Exclame preocupado
-Pikachu
-Pikachu responde.
Escuche un leve quejido a mi izquierda, rápidamente me dirigí al sonido encontrando a mi amigo en el piso herido.
-¿Qué sucedió?- cuestione al pequeño levantándolo entre mis brazos.
-Se topo conmigo- contesto un humano que se ocultaba tras los árboles.
Se aproximo con pasos seguros.
-Aléjate de mí- advertí al extraño.
Él ignoro mi comentario acortando la distancia entre nosotros.
*****
Los pasos firmes en el frío mármol marcaban la llegada de mi tormento.
Débil, hambriento y cansado esperaba sin moverme.
-Desobedeciste nuevamente patética criatura, ¿Qué debo hacer para que entiendas?- Grito Giovanni con furia.
Levanto la mano, golpeándome en el rostro.
Yo no replique.
-Insubordinado- continuo
-Aprenderás a obedecerme sin importar lo que suceda- finalizo desenroscando un lazo de su mano, el cual uso para golpearme hasta el cansancio.
Podía sentir mi piel ser desgarrada por los golpes, sentía la sangre correr hasta el piso. Algunas lágrimas cayeron pero jamás un grito.
-Grita, suplica- decía él con ira.
Yo no le daría gusto...
*****
-¡No, no , no , aléjate!- grite
-Descuida, estarás bien- exclamo sacado un pokébola de su cinturón.
Le mire con terror.
*****
La esfera en su mano blanca y brillante...
-Es para ti Sapmew ¿Te gusta tu nuevo hogar?- la voz sarcástica de Bill acompañada de esa sonrisa mientras yo observaba indefenso desde mi celda.
*****
-Jamás pasará de nuevo... No se para que era esa pokébola, era obvio que sería inservible para mí, pero mi razón no congeniaba con mis sentimientos. Sin embargo si atacaba llamaría la atención de los otros, aún así no volvería a manos de otro. Mi destino no se encontraría ligado a eso.
Pikachu se encontraba en mis brazos.
-Amigo mío- murmuré aproximándolo a mi rostro.
El cazador lanzo su esfera en dirección mía, pero se detuvo a mitad del camino.
-¿Qué sucede?- exclamo el hombre preocupado.
Eleve la esfera a lo lejos, enviándola a las profundidades del bosque junto con su dueño.
Sabía que esa acción marcaría mi destino para con los humanos, pero mi prioridad en ese instante era pikachu.
Momentos después Mewtwo se me unió.
Vi su cuerpo levemente herido, al parecer él se había topado con los otros humanos.
-Este no es más un lugar seguro- comento sacándonos de ese lugar cuanto antes.
Arken elf: Fin de este capítulo, ¿Qué opinan de lo que sucedió?, las cosas siempre empeoran antes de mejorar y lo único que puedo decir es que aún no se ve la mejora para Sapmew y la casería apenas comienza.
Dudas, sugerencia o comentarios son bien recibidos, con la esperanza de que haya sido de su agrado se despide su Autora.
Hasta la próxima.
Entre miedos
Arken elf: Este capítulo retoma el camino de Sapmew, contiene escenas con un poco de violencia y angustia, estas advertido, si aún así deseas seguir leyendo adelante eres bienvenido. Todas las notas comentarios o sugerencias son tomados en cuenta, por sus reviews Gracias.
Finalmente he decidido salir de estos bosques los cuales guardan el secreto de mi existencia para el resto de la humanidad.
Camino atravesando el follaje oculto en las sombras de la noche. A cada paso las otras criaturas me observan con miedo. Creen que yo soy capaz de hacer algo terrible, de traer la desgracia a sus vidas.
Que equivocados están, quizá les temo mas a ellos de lo que ellos deben temer de mi.
Muchos se alejan, mientras que otros solo me observan con recelo. Al verlos pienso en lo ingenuo que he sido al querer encajar entre ellos, con la esperanza de que comprenderían mi sufrir, pero no pertenezco a su raza, así como tampoco pertenezco a la humana.
He decidido ignorar sus miradas hasta acercarme a la salida del bosque, lugar que marca el final de una etapa y el inicio de otra. Sin pensar me detengo a la mitad del camino. -Vamos Ash, ¿Qué sucede?, ¿Es acaso que tienes miedo?- me repito en la mente.
-Si no tienes el valor de seguir adelante, no lograras obtener nada, el miedo no es un pretexto- continuo.
-¿A quien engaño?- dije en voz baja, a lo lejos logro divisar las luces de esa gran ciudad, el lugar elegido por Mewtwo para visitar en la oscuridad.
El miedo se apodera de mi, no logro contener el temor que domina mi mente, cuando las terribles escenas de ese tortuoso pasado regresan una vez mas.
*****
-Resistencia al dolor, esa será la siguiente prueba- decía el científico a su ayudante de confianza.
Yo les observaba restringido por una serie de cadenas que me mantenían de pie en un solo lugar de la habitación.
Esto mucho antes del viaje a Viridian.
El joven ayudante se aproximo con una jeringa en mano, y un frasco con líquido opaco en su interior. Un método para inducir dolor creando tensión en el sentido nervioso de todo aquel sujeto a sus efectos.
El hombre introduce el líquido en la jeringa preparándose para aplicarlo, entonces como una tormenta de desesperación comienzo a jalar las ataduras que me retienen, haciéndome daño a mi mismo, pero no debo detenerme, cualquier cosa es mejor que eso.
-Detente- ordena el otro científico al ver que mis movimientos le impiden a su ayudante aplicar la dosis sugerida.
Yo le ignoré jalando con mas fuerza, la sangre ha comenzado a brotar de mis muñecas y pies, pero continuo jalando.
Bill decidido a seguir adelante camina con otros dos ayudantes mas para retenerme, pero yo no veo mas que otra oportunidad.
Al aproximarse tratan de sujetarme a lo que yo respondí con una fuerte mordida en el brazo del mismo líder. Su ira se refleja a través de esos ojos, puedo leer sus pensamientos, su desesperación acompañada de su necesidad de venganza.
Jala mi brazo violentamente, introduciendo el contenido.
Intente safarme, pero ya era demasiado tarde.
Observe nuevamente sus ojos, buscando algo en esa mirada, pero una sonrisa de su parte es mas que suficiente para preocuparme.
Segundos después el dolor comienza a surgir desde el interior carcomiendo cada nervio de mi cuerpo.
*****
Un nuevo escalofrío recorre mis entrañas de solo recordar.
-Terribles experiencias nos hacen compartir el dolor, justo como lo hacen los hermanos con una unión irrompible- me dice Mewtwo desde atrás.
No replique, mirando justo al frente, donde la forma de los grandes e imponentes edificios rompen el paisaje nocturno.
Parece increíble que alguna vez haya pertenecido a los creadores de esas estructuras.
-Y en cierto modo aún pertenezco a ellos- murmuré.
-Así es- dice pikachu a mis pies.
-¿Será correcto dar este paso?- me pregunto seriamente.
-Si la respuesta es si, ¿Por qué no puedo hacerlo?- me repito en la mente.
El temor se encuentra aún presente, plagado de memorias.
Un par se semanas jamás serán suficiente tiempo como para recuperarse, y menos de algo como lo que sucedió.
-No, no puedo volver- susurro sin pensar.
-No Ash, no te des por vencido, verás que las cosas no son como crees- dice Pikachu mientras trata de detener mi retroceso.
-Muy pronto, pronto es- conteste con incoherencia.
-Tu sabes que debes seguir adelante, vamos no te detengas- continua el pequeño pókemon.
-El Ash que conocía no se daría por vencido tan pronto- finaliza con tristeza.
-Lo se, pero no el Ash que conociste murió tiempo atrás.
-¿Cómo puedes decir eso?- exclama con dolor.
-La verdad es difícil de aceptar y yo no hago mas que mostrártela- conteste rápidamente
-¿Por qué?- pregunta
Pero no hay respuesta posible de expresar con palabras.
Vuelvo sobre mis pasos inseguro; -no puedo- es todo lo que logro contestar apenado de mis acciones.
Muy dentro de mí se que pikachu piensa que soy un cobarde al no intentarlo, pero no sabe por lo que he tenido que pasar, no tiene idea de lo que ese lugar implica para mí. Jamás tendrá idea sin importar cuantas veces lo platique.
-Puede no tener idea, pero yo si- escuche a Mewtwo replicar a eso pensamientos.
-Quizá en un cierto modo lo tengas, pero no sabes lo que siento en mi corazón- conteste sin siquiera considerar mis palabras.
El gran pókemon me miro sin decir mas, su rostro denoto un gesto de dolor a mi comentario, pero no hizo intento por refutar mi respuesta limitándose a observar mi partida de vuelta al escondite.
-Cobarde, cobarde- me decía a mi mismo, pero ¿Cómo enfrentar eso?, cobarde por no dar la cara a mis temores, ni siquiera por mi propia madre.
-Mi Madre, no puedo abandonarla, debo buscar la manera de enfrentar ese terror, debo hacerlo antes de que la culpabilidad acabe con ella.
Miro hacia atrás, Pikachu y Mewtwo me ven sin moverse a la mitad del camino de pie sin decir mas.
Camino nuevamente hacia ellos, pasando a su lado sin detenerme.
Me dirijo a la ciudad.
-No temas joven Ash, que yo estaré contigo a cada paso- exclama mi amigo psíquico lentamente.
Cualquiera que me viera ahora, o estuviera en mi lugar pensaría que estoy loco, ¿Cómo voy a continuar así?, cualquiera se daría cuenta de que no soy humano, pero la imagen de mi madre llorando borra cualquier duda en mi mente, ellas serán mi fuerza para seguir adelante, mi soporte en la desesperación, mi luz en la oscuridad mi guía en el camino.
El pókemon Clon sonríe elevándose en los aires para desaparecer, se que ha pensado en hacer algo para ayudarme, pero se marcho antes de que conociera sus pensamientos.
Finalmente llegue a las afueras de la ciudad.
-¿Qué debo hacer ahora?- me pregunto.
A mis espaldas una sombra se aproxima, puedo sentir su presencia tan cerca de mi ser.
La reacción no se hace esperar, la tensión vuelve a envolver el aire que me rodea al momento en el que volteo.
Pero la visión que obtengo no hace mas que crear un sentimiento de tristeza y pena en mi interior.
Se trata de un hombre, un anciano; sus ropas sucias y viejas le cubren levemente del frío. Su constitución denota la falta de comida, al igual que su estado.
Por su mente solo existe confusión, debido al alcohol anteriormente ingerido. Eso es un gran alivio, ya que no ha notado del todo mis diferencias o se lo atribuye a su imaginación.
Sus pasos inseguros le hacen tropezar ante la acera, inmediatamente pienso en ayudarlo, levantarlo y brindarle cobijo, pero me detengo en mis pasos.
El hombre desorientado continua en el suelo frente a mí.
No me acerco, no podría, pero lo levanto con mis habilidades psíquicas ayudándolo en cierto modo a seguir con su camino.
El vagabundo se aleja sin decir mas.
Al mirarlo no puedo evitar sentir que soy como él; solo y perdido, triste lleno de desilusiones. Lejos de una vida imposible para ambos recuperar.
Graciosa la forma de olvidar, yo sumergido en el miedo oculto en una cueva del viejo bosque, el sumergido en su propio mundo del alcohol humano. Ambos incapaces de confiar en nadie mas con facilidad. La vida nos ha lastimado tanto y aún seguimos aquí sin poder huir.
-El se ha dado por vencido, ¿Qué hay de ti?- replica el blanco pókemon en mi mente.
-No quiero terminar así...
Unos metros mas de recorrido hasta un ventanal.
Es extraño que no haya nadie en las calles- exclame.
*****
-Escuchen con atención, esta criatura puede ser muy peligrosa, así como única, debemos capturarla con vida- decía uno de los líderes de los equipos.
Muchos entrenadores experimentados se preparaban para partir, mientras que otro salían sin contratiempo.
-Lo localizaremos- pensaba un hombre de edad madura seguro de que ese descubrimiento le traería la fama que tanto deseaba.
-Entre ellos una pareja de jóvenes miraba a su alrededor.
-¿Estas seguro de que se trata del pókemon del jefe, porque según se esta muerto?- preguntaba la joven a su compañero.
-Si lo estoy- contesto simplemente el otro.
-Entonces comencemos la búsqueda- dijeron en unión integrándose a los equipos.
*****
Algo me dice que no ha sido una buena idea- dije al momento que atravesábamos otra calle.
-Todo esto es demasiado extraño-Respondió pikachu quien ahora se encontraba en mi hombro.
Caminamos un poco mas cuando me detuve.
-¿Qué sucede?- pregunto mi pókemon amigo.
-Debemos irnos cuanto antes- replique recorriendo el lugar con la mirada.
Los pensamientos de los cazadores, entrenadores, científicos, investigadores, etc llegaron a mi como bombardeo.
-Están todos buscando..buscándome.
-Salgamos de aquí pikachu- exclame levantando al pókemon eléctrico en mis brazos.
Corrí de vuelta al bosque para percatarme de la presencia de los otros detrás de mí, en el bosque los pókemons salvajes se ocultaron culpándome de su suerte.
-Vamos, vamos- dije entre respiros andando entre la maleza.
La presencia de mis nuevos cazadores se hizo presente segundos después, pero no eran 5 o 10, eran tantos como el lugar mismo.
Entraron al bosque, sin importarles lo que hubiese en el camino.
Pikachu y yo sabíamos que lo mejor era ocultarse hasta encontrar la manera de escapar a tal multitud.
Podía escuchar a los otros cerca de mí.
Pikachu corría detrás de mí, cuando desapareció de repente.
-¿Pikachu?. Exclame preocupado
-Pikachu
-Pikachu responde.
Escuche un leve quejido a mi izquierda, rápidamente me dirigí al sonido encontrando a mi amigo en el piso herido.
-¿Qué sucedió?- cuestione al pequeño levantándolo entre mis brazos.
-Se topo conmigo- contesto un humano que se ocultaba tras los árboles.
Se aproximo con pasos seguros.
-Aléjate de mí- advertí al extraño.
Él ignoro mi comentario acortando la distancia entre nosotros.
*****
Los pasos firmes en el frío mármol marcaban la llegada de mi tormento.
Débil, hambriento y cansado esperaba sin moverme.
-Desobedeciste nuevamente patética criatura, ¿Qué debo hacer para que entiendas?- Grito Giovanni con furia.
Levanto la mano, golpeándome en el rostro.
Yo no replique.
-Insubordinado- continuo
-Aprenderás a obedecerme sin importar lo que suceda- finalizo desenroscando un lazo de su mano, el cual uso para golpearme hasta el cansancio.
Podía sentir mi piel ser desgarrada por los golpes, sentía la sangre correr hasta el piso. Algunas lágrimas cayeron pero jamás un grito.
-Grita, suplica- decía él con ira.
Yo no le daría gusto...
*****
-¡No, no , no , aléjate!- grite
-Descuida, estarás bien- exclamo sacado un pokébola de su cinturón.
Le mire con terror.
*****
La esfera en su mano blanca y brillante...
-Es para ti Sapmew ¿Te gusta tu nuevo hogar?- la voz sarcástica de Bill acompañada de esa sonrisa mientras yo observaba indefenso desde mi celda.
*****
-Jamás pasará de nuevo... No se para que era esa pokébola, era obvio que sería inservible para mí, pero mi razón no congeniaba con mis sentimientos. Sin embargo si atacaba llamaría la atención de los otros, aún así no volvería a manos de otro. Mi destino no se encontraría ligado a eso.
Pikachu se encontraba en mis brazos.
-Amigo mío- murmuré aproximándolo a mi rostro.
El cazador lanzo su esfera en dirección mía, pero se detuvo a mitad del camino.
-¿Qué sucede?- exclamo el hombre preocupado.
Eleve la esfera a lo lejos, enviándola a las profundidades del bosque junto con su dueño.
Sabía que esa acción marcaría mi destino para con los humanos, pero mi prioridad en ese instante era pikachu.
Momentos después Mewtwo se me unió.
Vi su cuerpo levemente herido, al parecer él se había topado con los otros humanos.
-Este no es más un lugar seguro- comento sacándonos de ese lugar cuanto antes.
Arken elf: Fin de este capítulo, ¿Qué opinan de lo que sucedió?, las cosas siempre empeoran antes de mejorar y lo único que puedo decir es que aún no se ve la mejora para Sapmew y la casería apenas comienza.
Dudas, sugerencia o comentarios son bien recibidos, con la esperanza de que haya sido de su agrado se despide su Autora.
Hasta la próxima.
