¡Hola!
Bueno
primero lo primero Inu Yasha no es mío, es de Rumiko
sensei.
Y... soy "nueva" en , ya llevo rato
leyendo pero hasta ahora me da por escribir, espero que les guste
y... mejor dejo tanta habladera para después.
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Ella seguía
mirando fijamente sus dorados ojos. El viento soplo suave, moviendo
los cabellos de ambos delicadamente; el ambiente seguía tenso,
ella sabia que era su última oportunidad, si se equivocaba
perdería todo.
Mientras tanto el intentaba mantener la
mirada de la joven de pelo oscuro, pero sin que esta notara lo
nervioso que estaba, este trago saliva al ver que ella levantaba poco
a poco su mano, hasta casi llegar a la altura de su pecho.
Mientras
ella seguía levantando su mano le paso por la mente mil cosas
que podrían pasar.
Los pocos que estaban a su alrededor
estaban expectantes.
Un leve suspiro salió de los
labios de la joven mientras subía su mano hasta la vista del
joven de ojos dorados y abría lentamente su puño
mostrando un pequeño papel de color blanco y quien estaba
frente a ella soltaba un suspiro de alivio...
-¡Perdiste!
jaja ¡me salve! - El Hanyo tardo unos segundos en reaccionar,
parecía feliz después de esos largos momento de
tensión, mientras que Kagome miraba a su alrededor buscando a
alguien que la apoyara al menos.
-Kagome tienes que aceptarlo
te tocara ir a ti - dijo el pequeño zorrito después de
ver la mirada suplicante de la joven miko.
-¡ESTO ES
INJUSTO!
-Kagome sama tranquilícese, al fin de
cuentas usted misma propuso este juego para decidir quien iría
- el monje usaba un tono tranquilizador mientras intentaba acercarse
un poco mas a la joven exterminadora que estaba a unos metros a su
derecha.
-Pero, pero... - Higurashi intentaba balbucear una
excusa valida para no tener que ir.
-Tenemos que agradecerle
Kagome chan, y al final de cuentas tu fuiste la mas beneficiada - Una
pequeña risa escapo de los labios de Sango mientras el monje
tosía levemente y miraba a Inuyasha de reojo y Kagome se
sonrojaba notoriamente.
-Uruse (1) todos salimos beneficiados,
pero Kagome será la que tenga que dar las gracias y.... - El
hanyo no sabia que mas decir sin demostrar su leve enojo al recordar
lo que había pasado, además ese comentario de Sango no
lo hacia mucha gracias que digamos...
-Inuyasha, acaso estas
molesto porque el la.... - Una mano tapo la boca del pequeño
Shippo antes de que terminara lo que pensaba decir y todos sabían
muy bien....
-¡NO ESTOY CELOSO! ¿¡Cuantas
veces más tendré que repetirlo!?
Inuyasha no lo
soportaba mas, realmente no le había agradado nada lo sucedido
y tener que agradecer y además tener que recordarlo, eso lo
sacaba de si.
Se levanto bruscamente y huyó del lugar
dejando solos a sus compañeros unos instantes, su plan era
esconderse cerca y escuchar que decisión tomarían al
final.
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Kagome
suspiraba con expresión cansada, la actitud de Inuyasha no le
agradaba mucho, al fin de cuentas si no hubiera sido así todos
posiblemente estarían muertos.
Cuando por fin levanto
la vista vio que Miroku se alejaba con Shippo en sus brazos mientras
le murmuraba
-Será mejor que ellas hablen y decidan,
nosotros no tenemos nada que hacer aquí Shippo.
-Pero
Miroku ¡yo quiero saber! - Alego el pequeño zorro no muy
feliz que digamos.
-Luego lo sabremos Shippo, ya veras - El
monje desapareció de vista mientras que Sango aprovechaba para
acercarse mas a Kagome y hablar con ella sobre eso en voz baja, ya
que era posible que tanto el monje como Inuyasha estuvieran cerca
espiando.
-Entonces ¿que vas a hacer Kagome chan?
-No
lo se, Sango chan tenemos que agradecerle, pero yo no soy quien para
ir a hacerlo, debería ir Inuyasha, o incluso Shippo no
se...
-Sea como sea tu propusiste el juego para decidir quien
iría, y tu saliste elegida, tendrás que ir a
agradecerle, ya sabes bien que llevarle, el resto solo es decirle
gracias por todo y volver aquí rápidamente con kirara -
respondió decidida la joven chica del boomerang mientras
acariciaba la espalda de su amiga y mascota.
-Lo se, lo se,
pero... después de lo que paso me da algo de vergüenza. -
un leve rubor apareció en las mejillas de la titubeante
Kagome, mientras que Sango dejaba ver abiertamente una hermosa
sonrisa.
-¿Entonces te gusto?
-¡Eehhh!
no, no es lo que piensas Sango, pero... primero yo le tenia miedo,
aunque en otras ocasiones nos ayudo en cierta forma, y no
puedo negar de que es bastante ... guapo... pero... lo ultimo que
esperaba era algo así de parte de el, aunque fuera la única
opción...
-¡Lo sabia! - la exterminadora parecía
feliz después de conseguir tal respuesta de Kagome la cual
había bajado su mirada - o sea que te parece guapo y con lo
que paso te da vergüenza verlo.
-En parte si... -
contesto indecisa la miko la cual seguía mirando al piso -
además ya viste como se puso Inuyasha
-Bueno entonces
yo te acompañare, aunque sea solo hasta que estemos cerca.
-Esta bien Sango
chan, cuando todos vuelvan se los diremos e iremos a buscarlo -
respondió, no muy animada, la sonrojada
Kagome.
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Mientras tanto en los
arbustos Miroku sonreía ampliamente, el tendría que ver
como agradecerían al youkai, además seguramente
Inuyasha también estaría presente, así que seria
interesante ver su reacción
-Entonces Shippo iremos a
ver todo ¿de acuerdo?
-Tu como siempre espiando
-Es
que tu no quieres saber como terminara esto Shippo - la sonrisa del
monje seguía presente sabiendo que el pequeño zorrito
se moría de curiosidad como el.
-Esta bien pero esta
será la última vez Miroku.
-Claro, claro
Shippo
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En la rama
media de un árbol Inuyasha parpadeaba incrédulo.
Lo
ultimo que se le había pasado por su cabeza era que a Kagome
le hubiese gustado, era cierto que a el no le había agradado
en lo mas mínimo, después de unos momentos le hubiese
gustado estar en el lugar de el, pero de ahí a que a su
compañera le gustara...Y peor aun Sango animándola, el
no las pensaba perder de vista en ningún momento, quien sabe
como podrían terminar las
cosas.
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La noche llego
rápidamente, después de que las chicas contaran la
decisión que había tomado los, aparentemente,
sorprendidos Inuyasha y Miroku propusieron que ellas fueran
mañana a buscarlo, ya que ya era muy tarde en lo cual ambas
estuvieron de acuerdo en especial al ver a Shippo durmiendo
profundamente al lado de Kirara.
A excepción de Shippo
nadie durmió realmente, todos pensaban en lo que había
pasado, en especial Kagome.
::FLASH BACK::
Naraku
los había atacado de sorpresa, Kouga y Sesshômaru junto
con Rin y Jaken habían llegado tiempo después. Kikyo
solo observaba desde lejos, para ella aun no era tiempo de acabar con
Naraku, pero al ver que este estaba punto de perder hizo algo que
nunca había pensado hacer.
Un conjuro que recordaba
haber escuchado de Tsubaki, era para invertir los sentimientos de un
ser humano o algo parecido, si una persona quería matar a
alguien lo amaría y viceversa, aunque no era muy difícil
romperlo sabia que Inuyasha no seria capas de hacerlo, los demás
no sabían que hacer, así que quien sabe que podría
pasar, pero ella se divertiría, además nunca sabrían
que fue ella; nadie la descubría aun.
Kagome mientras
tanto alistaba una de sus flechas y se la lanzaba al en esos momentos
desprevenido Naraku.
La Tetsusaiga había roto su
kekkai, el dolor producido por las garras de Sesshômaru y los
puños de Kouga ya estaban en su cuerpo, Sango había
solamente rozado a Naraku con su hiraikotsu y el monje no había
podido usar su Kazana debido a los molestos insectos a su alrededor,
así que estos últimos se dedicaban a cubrir a los demás
de los débiles e imprecisos ataques de Kagura, la cual casi
parecía que deseaba que Naraku fuera derrotado.
Cuando
la flecha le dio a Naraku dejándolo mas débil aun, una
luz que cegó a todos y rodeo a Kagome, momentos después
esta se paro lentamente mientras los demás la miraban
confundidos y Naraku aprovechaba el momento para escapar, ayudado con
desgana por su hija Kagura.
-Ka... ¿Kagome? ¿Que
te pasa? - el joven Hanyo la miraba sin entender; sus ojos había
perdido toda expresión, además de que ella
inexplicablemente desprendía un gran poder, mayor incluso que
el de Kikyo, la cual seguía observando atentamente
todo
Higurashi tomo su arco lentamente y lo apunto hacia
Inuyasha el cual solo tubo tiempo apenas de esquivar la flecha la
cual era mas poderosa que antes.
Todos estaban confundidos, la
pequeña Rin junto a Jaken se había refugiado detrás
de Ah-un(2), mientras Shippo se había subido a un árbol
cercano.
Los demás permanecían ahí,
mirando a Kagome sin entender, incluso el mismísimo Sesshômaru
parecía confundido, la chica que hace un momento quería
destruir a Naraku lo había, en cierta forma, ayudado a
escapar.
Kagome sin pensar en nada intento uno a uno acabar
con sus amigos, sus poderes de Miko se habían incrementado de
una forma impensable.
El tiempo pasaba y ella no parecía
dar muestras de cansancio, sus flechas se habían terminado por
fin, mientras todos pensaban que era el fin de esa pesadilla ella
comenzó a crear flechas con su propia energía, las
cuales no solo eran mas poderosas si no también mas
certeras.
-¡Mueran de una vez! - grito Kagome mientras a
su alrededor de creaba una espesa niebla, y sus ojos brillaban con
furia.
Ya Kikyo se estaba aburriendo, esa niña tenia
mas poder del que ella creía pero aun los demás no
reaccionaban, no la atacaba, solo esquivaban los ataques de esta con
mucha dificultad y ni si quiera podían articular palabras para
intentar hacerla reaccionar.
La niebla se espesaba más
y mas pero parecía que Kagome podía ver a la perfección
a través de ella, mientras que los demás solo tenían
mayor dificultad en esquivar sus fuertes ataques.
-¡Kagome
reacciona! - Kouga grito desesperado corriendo hacia ella mientras
intentaba impedir que disparara una flecha mas, este la tomo para la
cintura con una mano mientras que con la otra tomaba ambas manos de
la chica, intentando detenerla sin lastimarla, en ese momento
Inuyasha entendió lo que ocurría.
::FIN DEL
FLASH BACK::
Inuyasha se levanto viendo los primeros
rayos del amanecer, se acerco con cuidado a Kagome y la miro, se veía
muy distinta cuando dormía, parecía una niña
dulce e indefensa...
La tomo suavemente de su hombro
ocasionando que esta abriera sus somnolientos ojos.
-Que pasa
Inuyasha?
-Sssh, no quiero despertarlos, ven conmigo
-¿A
donde? - Kagome ya se encontraba completamente despierta después
de las palabras de Inuyasha.
-Ya veras - respondo este
tomándola delicadamente en sus brazos y llevándola
hasta la cima de una pequeña colina muy cercana seguida por la
vista de todos los que supuestamente dormían, a excepción
de Shippo.
Al llegar este la deposito suavemente en la hierba
y le indico con un gesto que mirara.
Esta le hizo caso
inmediatamente quedando impresionada por el hermoso amanecer que
tenia ante sus ojos.
Desde que había llegado al Sengoku
había visto muchos amaneceres, pero ninguno tan hermoso como
este.
El sol comenzaba a salir lentamente mientras unas
pequeñas nueves blancas aparecían a su alrededor
permitiendo que quienes miraban de frente no se enceguecieran; los
diferentes tonos de amarillo al anaranjado hacían un hermoso
contraste con el hermoso cielo de un color azul completamente
puro.
Inuyasha viendo como a la chica de hermosos ojos de
color castaño le había encantado la vista se acerco un
poco mas a ella y paso su brazo derecho por su pequeña
cintura, al sentir ese leve contacto Kagome, que seguía viendo
el hermoso amanecer, recostó su cabeza en el hombro de
Inuyasha el cual también por fin había puesto verdadera
atención ante el hermoso paisaje que tenia al frente.
Ambos
abrazados tiernamente, sonrojados, sin ninguna interrupción se
miraron a los ojos mientras se acercaban lentamente, ya sintiendo el
aliento del otro, ambos cerraros sus ojos y se siguieron acercando,
sus labios ya se rozaban...
-¡Buenos díaaaaass! -
El animado saludo de un zorrito que aun estaba comenzando a
despertarse hizo que la sonrojada pareja se separara rápidamente,
mientras que Sango, Miroku y Kirara cerraban los ojos para aparentar
que seguían durmiendo.
-Bue... buenos días
Shippo chan- Kagome sonrió delicadamente al pequeño
intentando ocultar su nerviosismo, Inuyasha mientras tanto se había
acercado rápidamente al monje para despertarlo, y luego a
Sango, disimulando muy bien ante los ojos del medio dormido pero
hambriento zorrito.
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Después del
desayuno Sango y Kagome se prepararon para partir, mientras el monje
decía que las esperaría e Inuyasha se había ido
a, según el, dar un pequeño paseo.
Por el camino
Kagome no podía dejar de pensar.
Ver el amanecer con
Inuyasha, sentirlo tan cerca, estar a punto de besarlo......
Era
un sentimiento extraño pero agradable para ella, muy distinto
al que sintió cuando recupero la conciencia en los brazos de
aquel apuesto Youkai.
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Mientras
Kirara descendía lentamente un poco apartada del sitio donde
se encontraba quien buscaban, Kagome tomo en sus brazos el regalo
para quien los salvo a todos.
-Suerte Kagome chan, te estaré
apoyando desde aquí
-Lo se Sango chan, vuelvo en un
momento- respondió esta con una sonrisa nerviosa mientras se
alejaba lentamente.
-Ya pueden salir, Inuyasha, Houshi sama. -
De la nada salieron estos, junto con Shippo el cual iba
cómodamente en el hombro de Miroku.
-Siempre supiste
que estábamos aquí, no ¿Sango sama? - respondió
el monje acercándose mucho a la exterminadora.
-Yo...
este.... - Inuyasha parecía más apenado que de
costumbre, sus mejillas rojas a más no poder y su caminar
indeciso lo delataban.
-Tranquilos yo también quiero
saber como termina esto- respondió la chica ya lista para
seguir a Kagome - ¿vienen o no?
Los muchachos se
acercaron y subieron a la espalda de Kirara la cual rápida,
pero sigilosamente alcanzo en pocos segundos a la miko la cual ya
casi llegaba al claro donde estaba descansado con sus acompañantes
quien ella buscaba.
::FLASH BACK::
Kouga
sostenía firmemente a Kagome, mientras que Inuyasha pensaba si
existía otra forma de hacerla reaccionar, la única que
el conocía no quería tener que usarla, y mucho menos
justo frente a todos.
La joven Miko uso su propio poder para
alejar al joven lobo de su lado casi estrellándolo con un
árbol cercano.
-Acaso Kagome chan... ¿esta
siento manipulada? - pregunto la joven dueña del hiraikotsu
quien ya se había recuperado de la sorpresa y podía
hablar claramente.
-No exactamente Sango - Respondió de
inmediato el Hanyo - El caso es que en este momento ella nos
intentara matar ya que sus sentimientos están
invertidos.
-¿Invertidos? - Miroku no entendía
aun - ¿Como hacemos para que vuelva a la normalidad?
Inuyasha
trago saliva al recordar la única forma de hacerlo que el
conocía, cuando comenzaba a abrir su boca para decir la única
forma una rápida figura paso a su lado, luego tomo a Kagome
entre su brazo y la beso, mientras un fuerte viento azotaba el lugar
causando que ambas cabelleras se unieran de la misma forma que sus
labios.
La niebla se había disipado de un momento a
otro, Sango y Rin estaban completamente sin habla, mientras que
Shippo y Jaken se acercaban al lugar incrédulos.
El
viento y el beso aun continuaban cuando la niebla desapareció
y el viento dejo que por fin sus cabelleras, negra y blanca, volviera
sus espaldas normalmente, mientras el Youkai separaba sus labios de
ella pero aun la mantenía en su brazo mientras esta pestañeaba
incrédula, como si hubiera despertado de un extraño
sueño.
Cuando su vista por fin se aclaro vio unos ojos
dorados mirarla fijamente, no tan fríos e inexpresivos como
siempre, su brazo la rodeaba de una forma muy delicada, sus labios se
encontraban solo a unos centímetros de los de ella, sentía
su aliento, ella tenia la certeza de que el la había
besado.
Aun no se recuperaba ni ella ni nadie de la impresión
cuando este la soltó lentamente y se dirigió donde
estaba la boquiabierta Rin; Jaken aun permanecía
atrás.
-Vamos - dijo el con su fría voz de
siempre mientras que Rin se subía a la espalda de Aun y Jaken
comenzaba a correr detrás de el aun sin poder articular
palabra.
Kouga se encamino lentamente al sitio donde Kagome
aun se encontraba, ella permanecía parada con su mano derecha
rozando suavemente sus propios labios, su mirada perdida, pensando en
que ese había sido su..... primer beso.
Una leve tos
salió del sitio donde se encontraba Miroku rompiendo el
incomodo silencio, Kouga seguía mirando desde muy cerca a
Kagome sin poder decir nada, no podía creer lo sucedido,
cuando se dio cuenta de que el hermano del Inu que siempre estaba con
su querida Kagome ya estaba bastante lejos grito
-¿Por
que lo hizo?
Sesshômaru giro dándole una fría
mirada - Era la única forma de acabar con lo que le habían
echo a esa niña, y por lo visto el único que lo sabia
era el - dijo mientras miraba momentáneamente a Inuyasha- y el
nunca habría echo nada así para detenerla.
Después
de esas palabras el Youkai se alejo lentamente hasta perderse de
vista.
Mientras Kikyo sonrió para si misma, el final de
igual forma había sido divertido e inesperado, con ese
pensamiento se fue de allí
::FIN DEL FLASH BACK::
Kagome llego al claro donde Sesshômaru y
Rin.
Jaken no se encontraba, tal vez había salido a
conseguir comida para la niña o algo así.
-Etto...
- Rin giro a verla con curiosidad, no esperaba que ella fuera a
buscarlos - Yo solo vine a... agradecer lo de la otra vez, no quiero
pensar que habría pasado si usted no me hubiera detenido.... -
Kagome no sabia que mas decir, Sesshômaru ni si quiera la
miraba, aunque algo en ella le decía que estaba escuchando -
yo... traje un pequeño regalo en agradecimiento, el problema
es que... no sabia que traer y al final traje algo para... Rin... la
niña que viaja con usted.... - Después de decir esto
Kagome se acerco a Rin y le entrego un canasto con comida y un nuevo
Kimono, Rin sonrió.
-Arigatto
-Bueno yo ya...
entregué esto... y pues... Domo Arigatto, yo ahora me voy....
- Kagome dio media vuelta y comenzó a alejarse sintiéndose
un poco mejor al pensar que no tendría que cruzar más
palabras con el hermano mayor de Inuyasha.
-Espero que ya
halla descubierto quien le hizo ese hechizo para evitar que lo haga
nuevamente
La fría voz de Sesshômaru la detuvo en
seco, solo pudo girarse y sonreír un poco.
-Aun... aun
no lo sabemos
-Que torpe es Inuyasha al no darse cuenta, fue
una mujer parecida a usted - Después de decir eso el Youkai
dio por terminada la conversación y se alejo seguido por la
sonriente Rin que llevaba el canasto.
-Kikyo - murmuro
Kagome.....
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Desde
arriba los demás no creían lo que estaba viendo y
habían escuchado, Kikyo había echo todo, y Sesshômaru
le informaba a Kagome tranquilamente, cuando era el generalmente
quien averiguaba lo que ellos sabían.
La joven Miko ya
había salido del claro, al igual que el gran Youkai, así
que ellos se dirigieron rápidamente al lugar de encuentro a
esperar a Kagome.
Sango y los demás llegaron tan solo
unos momentos antes de esta, lo justo para poder disimular que la
había seguido.
-¡Kagome chan! - Sango fue la
primera en darse cuenta que la chica estaba llegando - ¿Como
te fue?
-Bien, bien creo- Esta alzo la vista encontrándose
los ojos de Inuyasha
-En ese caso lo mejor es que busquemos a
Kikyo y luego a Naraku para acabar con esto de una vez, no ¿Kagome
sama? - Pregunto el monje.
-Si supongo, tenemos que averiguar
porque Kikyo hizo eso y.... un momento - Kagome recordó que no
les había dicho nada de lo que Sesshômaru le había
dicho. - ¡USTEDES ME ESTABAN ESPIANDO!
Las
miradas de todos se dirigieron al Houshi con expresión
asesina, después de como el los había delatado ya no
podían negar nada.
¿O tal vez si? pensó
Inuyasha acercándose a
Kagome....
¿Continuara?
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Hola
nuevamente
Ojala les halla gustado mi ilógico fic,
si quieren que lo continué solo díganme y con gusto lo
haré
Por fis déjenme algún review, eso
me haría muy feliz
Bye,bye.
Notas:
(1)Uruse
: Cállense
(2)Ah-un : Si mal no recuerdo es el nombre del caballo de dos cabezas en el que viaja Rin
(3)Domô Arigatto. Arigatto: Gracias
