Capítulo 06: Nuevos sospechosos
A/N: ¿Y ahora que piensan? Algunas piezas están encajando ya, verdad?
1
Elessar contempló una vez más el cuerpo de su esposa. Ciertamente la había amado, pero no en la forma en que amó, en que aún amaba a Legolas. Elessar creía que ella sospechaba algo de su pasada relación, por los celos que veía en sus ojos cada vez que se mencionaba al rubio príncipe, y por su abierta desaprobación a la relación de Haldir y Finw?. Arwen había estado actuando extraño desde hacía algún tiempo, y ellos habían tenido ciertos problemas. Fue por eso que Elessar, para complacerla, decidió hacer una gran fiesta para celebrar su cumpleaños, pero se dio cuenta que había sido una mala idea desde que la reina posó los ojos sobre Haldir y su pareja.
Además, ahora sabía que Legolas no lo amaba. Resultaba irónico...él era libre por fin, tenía un heredero y su amado ya no lo quería. Pero cualesquiera que fuesen sus sentimientos, nadie tenía el derecho de asesinar a Arwen en esa forma tan horrible. Se estremeció al pensar en el asesino golpeándole el rostro hasta desfigurarla...habían encontrado una pequeña estatua de piedra, que representaba a un elfo alado, cubierta de sangre, el arma del crimen. ¿Quién pudo hacer algo tan espantoso?
- "Elessar"
Legolas. No necesitó voltear para saber de quién se trataba, esa voz aún hacía que se estremeciera cada fibra de su corazón.
- "¿Qué deseas, amigo mío?"
- "Elessar, hay algo que debo preguntarte", dijo el elfo.
Algo en su voz hizo que Aragorn lo mirase, y se asustó de ver su rostro descompuesto, como si la vista del cadáver de Arwen fuera demasiado para él.
- "Elessar, tú volviste al cuarto de Arwen esa noche, ¿verdad?"
- "¿Qué? ¿De dónde sacaste esa idea?"
- "Yo...yo te vi"
- "Ahhh! ¿Y por qué no se lo dijiste a Gandalf?", preguntó el rey
- "No estaba seguro...", fue la casi inaudible respuesta
- "¿No estabas seguro de lo que viste? ¿Tú, un elfo?", preguntó burlón Elessar
- "No lo estaba, por eso te lo pregunto"
- "¿Y ahora que lo sabes? ¿Qué harás?", Elessar avanzó unos pasos y el elfo instintivamente retrocedió.
- "N-no sé", dijo finalmente.
Se hizo un tenso silencio, en que los antiguos amantes se miraban intensamente a los ojos.
- "¡Legolas! Gandalf quiere verte", irrumpieron Pippin y Merry.
- "¡Un momento!", exclamó Elessar, - "Yo iré primero. Aún no he podido hablar calmadamente con Gandalf"
2
- "Señor, hemos encontrado el cuerpo de uno de los guardias en el armario de Luthién", dijo Beregond.
El mago alzó las cejas mientras fumaba su pipa, un gesto característico en él cuando algo lo sorprendía.
- "¿Y ella?", preguntó
- "No hallamos nada. Sus cosas tampoco están. Al parecer, ha huído", respondió Beregond
- "Sigan buscando", pidió el mago.
Beregond salió. Gandalf siguió pensando envuelto en el humo gris de su pipa, hasta que Frodo, a riesgo de morir asfixiado, decidió abrir las ventanas del estudio e interrumpir al mago.
- "¿Es ella la culpable?", preguntó
Gandalf lo miró como si saliera de un ensueño.
- "¿Qué? No, no, mi querido hobbit, aún no sabemos lo suficiente como para tener un culpable. Es una pieza más en este rompecabezas. La muchacha era, en verdad, muy aficionada a los guardias, y eso explica que la segunda planta no estuviera custodiada"
El mago se interrumpió por una llamada a la puerta. Era Eowyn.
Frodo se extrañó, pues ella y Faramir ya habían sido interrogados y como todos, manifestaron no haber oído nada, hasta que el guardia dio la voz de alarma y arrestó a Finwe.
La Dama de Ithilien tomó asiento y empezó a hablar con voz temblorosa.
- "Señor, ¿me mandaste llamar?"
- "Sí, mi querida dama. Deseaba hacerte unas preguntas en privado, pues se trata de un asunto delicado que sólo una mujer podría entender", respondió Gandalf. - "El día anterior al crimen, la reina conversaba con alguien en el balcón de su habitación" y el mago refirió cada palabra del relato de Pippin.
Eowyn palideció notablemente, y preguntó
- "¿Con quién hablaba? ¿Qué tengo yo que ver en eso?"
- "Respecto a lo primero, no lo sabemos. Pero he pensado que quizá, como amiga de la reina, y acaso su confidente, podrías saber algo al respecto. Quizá hablase del rey...", aventuró el mago.
- "El rey...¡Oh, no!...no sé....quizás era el rey. Ella nunca mencionó nada, pero algo la molestaba, de eso estoy segura"
- "¿Cómo lo sabes, mi querida Dama?"
- "Pues por su estado de ánimo en general. Ella estaba preocupada y molesta...incluso se rompió una uña mientras se probaba un vestido, y luego, cuando enredó su pulsera en el cabello de Legolas...yo creo que fue intencional"
El mago levantó las cejas ante este torrente de información. Como si sus insinuaciones acerca del rey hubieran tranquilizado a Eowyn acerca de algo.
- "¿Hay algo más que desees decirme?"
- "¡No! Nada más", respondió ella apresuradamente. Demasiado a prisa, pensó el mago.
Cuando Eowyn se hubo retirado, Frodo preguntó
- "Gandalf, tú crees que fue intencional?"
- "Eso se lo preguntaremos a Legolas", fue la enigmática respuesta.
3
El elfo se revolvió inquieto en el sofá del estudio. Gandalf lo miraba con ojos inquisidores. Pippin y Merry se habían retirado instantes antes, luego de relatarle la conversación que oyeron en los Recintos Sagrados.
- "Legolas, sé que entraste a la habitación de Arwen, pues allí perdiste el símbolo de tu alianza con Glorfindel", el elfo lo miró coléricamente, - "No, no fue Glorfindel quien me lo dijo. Este castillo es muy viejo, las paredes oyen", explicó el viejo mago calmadamente.
- "..."
- "Dime, amigo mío, ¿qué fue lo que sucedió? Si eres inocente, puedes confiar en mí"
- "Yo...yo....Sí, entré allí. Será mejor que empiece desde el principio", suspiró el príncipe. No podía seguir mintiendo, ese secreto era una carga muy pesada. - "Por la tarde, recibí una nota de Arwen, la encontré sobre mi cama, después del torneo. Allí decía que sabía todo de...de...Aragorn y yo...eso fue hace tiempo..."
- "Continúa", pidió el mago
- "Me culpaba por lo que sucedía con Aragorn y me citaba a la 1:45 en su habitación. Yo acudí a esa hora y entré, la puerta estaba abierta. Yo...yo la encontré tal como la vio Finw?, creo que me llevé la mano al cuello, debió ser allí que cayó mi colgante, no estoy seguro...sólo salí de allí y fui a mi habitación"
- "¿Eso es todo? Amigo mío, déjame ayudarte, confía en mí. Hay algo más, ¿verdad?", preguntó Gandalf, traspasándolo con la mirada.
- "Sí", repuso el elfo, - "él salía de la habitación", dijo con voz apenas audible.
- "¿Quién?"
- "Elessar"
- "¿Estás seguro?", preguntó innecesariamente el mago, quería observar la reacción de Legolas
- "Lo estoy", fue la llana respuesta.
- "Legolas, lo que me dices es muy grave. Como sabes, en estos casos necesito reunir evidencia. ¿Tienes la nota de Arwen?"
- "Lo siento, la nota decía que la destruyera. Eso fue lo que hice"
- "Ya veo", repuso el mago.
4
Elessar escuchaba atentamente al mago, que le había hecho un resumen sobre los interrogatorios, omitiendo, sin embargo, algunas de las pistas halladas. También le había hecho entrega de la joya encontrada entre las cosas de Finwë.
- "No has avanzado mucho entonces, amigo mío", observó el rey.
- "Depende sobre qué debo avanzar", respondió el mago, - "conozco ciertos detalles que me permitirán separar los hechos que no están relacionados con el crimen. Sobre esto, debo hacer notar que aún no he hablado contigo al respecto"
- "No hay mucho que decir. Subí como a la 1:30, tú mismo me viste. Estuve en mi estudio, pensando. No sé cuánto tiempo, quizá quince minutos. Luego bajé de nuevo, y estuve en el salón hasta que se dio la voz de alarma", explicó Elessar.
- "¿Y en qué pensabas, amigo mío?", inquirió el mago.
- "Eso es algo que sólo me concierne a mí y no tiene que ver con la muerte de Arwen", fue la tajante respuesta.
- "¿Quizás oíste algo?", intervino Frodo, tratando de suavizar el ambiente, tenso luego de la negativa del rey de explicar sus acciones.
- "No, no oí nada. Pensé que ella estaría dormida", respondió más calmadamente el rey.
- "Háblanos ahora de la joya", pidió el mago.
- "Fue mi regalo de cumpleaños. Se la encargué a Gimli y él la trajo. Nadie sabía de su existencia hasta el torneo", respondió el rey, - "¡Basta ya Gandalf! ¿Qué no es obvio? Finwë deseaba la joya y odiaba a Arwen. Tú mismo hiciste que la buscaran entre sus cosas y la hallaste allí. ¡Él es el culpable!"
El mago lo miró pensativo, ¿Elessar, exigiéndole un culpable antes de terminar las investigaciones? Eso no era propio del rey.
- "¿Él es el culpable? ¿O es a quien es más fácil culpar? No apartemos la atención del verdadero problema, y no dejemos que el amor nos ciegue"
Al oír estas últimas palabras, el rey enrojeció y salió de la habitación dando un portazo.
- "¡No puedo creerlo!", exclamó Frodo, - "¡Aragorn oculta algo también!"
- "Sí, amigo mío. Pero en su caso, es fácil saber de qué se trata", respondió Gandalf.
TBC
A/N: ¿Y ahora que piensan? Algunas piezas están encajando ya, verdad?
1
Elessar contempló una vez más el cuerpo de su esposa. Ciertamente la había amado, pero no en la forma en que amó, en que aún amaba a Legolas. Elessar creía que ella sospechaba algo de su pasada relación, por los celos que veía en sus ojos cada vez que se mencionaba al rubio príncipe, y por su abierta desaprobación a la relación de Haldir y Finw?. Arwen había estado actuando extraño desde hacía algún tiempo, y ellos habían tenido ciertos problemas. Fue por eso que Elessar, para complacerla, decidió hacer una gran fiesta para celebrar su cumpleaños, pero se dio cuenta que había sido una mala idea desde que la reina posó los ojos sobre Haldir y su pareja.
Además, ahora sabía que Legolas no lo amaba. Resultaba irónico...él era libre por fin, tenía un heredero y su amado ya no lo quería. Pero cualesquiera que fuesen sus sentimientos, nadie tenía el derecho de asesinar a Arwen en esa forma tan horrible. Se estremeció al pensar en el asesino golpeándole el rostro hasta desfigurarla...habían encontrado una pequeña estatua de piedra, que representaba a un elfo alado, cubierta de sangre, el arma del crimen. ¿Quién pudo hacer algo tan espantoso?
- "Elessar"
Legolas. No necesitó voltear para saber de quién se trataba, esa voz aún hacía que se estremeciera cada fibra de su corazón.
- "¿Qué deseas, amigo mío?"
- "Elessar, hay algo que debo preguntarte", dijo el elfo.
Algo en su voz hizo que Aragorn lo mirase, y se asustó de ver su rostro descompuesto, como si la vista del cadáver de Arwen fuera demasiado para él.
- "Elessar, tú volviste al cuarto de Arwen esa noche, ¿verdad?"
- "¿Qué? ¿De dónde sacaste esa idea?"
- "Yo...yo te vi"
- "Ahhh! ¿Y por qué no se lo dijiste a Gandalf?", preguntó el rey
- "No estaba seguro...", fue la casi inaudible respuesta
- "¿No estabas seguro de lo que viste? ¿Tú, un elfo?", preguntó burlón Elessar
- "No lo estaba, por eso te lo pregunto"
- "¿Y ahora que lo sabes? ¿Qué harás?", Elessar avanzó unos pasos y el elfo instintivamente retrocedió.
- "N-no sé", dijo finalmente.
Se hizo un tenso silencio, en que los antiguos amantes se miraban intensamente a los ojos.
- "¡Legolas! Gandalf quiere verte", irrumpieron Pippin y Merry.
- "¡Un momento!", exclamó Elessar, - "Yo iré primero. Aún no he podido hablar calmadamente con Gandalf"
2
- "Señor, hemos encontrado el cuerpo de uno de los guardias en el armario de Luthién", dijo Beregond.
El mago alzó las cejas mientras fumaba su pipa, un gesto característico en él cuando algo lo sorprendía.
- "¿Y ella?", preguntó
- "No hallamos nada. Sus cosas tampoco están. Al parecer, ha huído", respondió Beregond
- "Sigan buscando", pidió el mago.
Beregond salió. Gandalf siguió pensando envuelto en el humo gris de su pipa, hasta que Frodo, a riesgo de morir asfixiado, decidió abrir las ventanas del estudio e interrumpir al mago.
- "¿Es ella la culpable?", preguntó
Gandalf lo miró como si saliera de un ensueño.
- "¿Qué? No, no, mi querido hobbit, aún no sabemos lo suficiente como para tener un culpable. Es una pieza más en este rompecabezas. La muchacha era, en verdad, muy aficionada a los guardias, y eso explica que la segunda planta no estuviera custodiada"
El mago se interrumpió por una llamada a la puerta. Era Eowyn.
Frodo se extrañó, pues ella y Faramir ya habían sido interrogados y como todos, manifestaron no haber oído nada, hasta que el guardia dio la voz de alarma y arrestó a Finwe.
La Dama de Ithilien tomó asiento y empezó a hablar con voz temblorosa.
- "Señor, ¿me mandaste llamar?"
- "Sí, mi querida dama. Deseaba hacerte unas preguntas en privado, pues se trata de un asunto delicado que sólo una mujer podría entender", respondió Gandalf. - "El día anterior al crimen, la reina conversaba con alguien en el balcón de su habitación" y el mago refirió cada palabra del relato de Pippin.
Eowyn palideció notablemente, y preguntó
- "¿Con quién hablaba? ¿Qué tengo yo que ver en eso?"
- "Respecto a lo primero, no lo sabemos. Pero he pensado que quizá, como amiga de la reina, y acaso su confidente, podrías saber algo al respecto. Quizá hablase del rey...", aventuró el mago.
- "El rey...¡Oh, no!...no sé....quizás era el rey. Ella nunca mencionó nada, pero algo la molestaba, de eso estoy segura"
- "¿Cómo lo sabes, mi querida Dama?"
- "Pues por su estado de ánimo en general. Ella estaba preocupada y molesta...incluso se rompió una uña mientras se probaba un vestido, y luego, cuando enredó su pulsera en el cabello de Legolas...yo creo que fue intencional"
El mago levantó las cejas ante este torrente de información. Como si sus insinuaciones acerca del rey hubieran tranquilizado a Eowyn acerca de algo.
- "¿Hay algo más que desees decirme?"
- "¡No! Nada más", respondió ella apresuradamente. Demasiado a prisa, pensó el mago.
Cuando Eowyn se hubo retirado, Frodo preguntó
- "Gandalf, tú crees que fue intencional?"
- "Eso se lo preguntaremos a Legolas", fue la enigmática respuesta.
3
El elfo se revolvió inquieto en el sofá del estudio. Gandalf lo miraba con ojos inquisidores. Pippin y Merry se habían retirado instantes antes, luego de relatarle la conversación que oyeron en los Recintos Sagrados.
- "Legolas, sé que entraste a la habitación de Arwen, pues allí perdiste el símbolo de tu alianza con Glorfindel", el elfo lo miró coléricamente, - "No, no fue Glorfindel quien me lo dijo. Este castillo es muy viejo, las paredes oyen", explicó el viejo mago calmadamente.
- "..."
- "Dime, amigo mío, ¿qué fue lo que sucedió? Si eres inocente, puedes confiar en mí"
- "Yo...yo....Sí, entré allí. Será mejor que empiece desde el principio", suspiró el príncipe. No podía seguir mintiendo, ese secreto era una carga muy pesada. - "Por la tarde, recibí una nota de Arwen, la encontré sobre mi cama, después del torneo. Allí decía que sabía todo de...de...Aragorn y yo...eso fue hace tiempo..."
- "Continúa", pidió el mago
- "Me culpaba por lo que sucedía con Aragorn y me citaba a la 1:45 en su habitación. Yo acudí a esa hora y entré, la puerta estaba abierta. Yo...yo la encontré tal como la vio Finw?, creo que me llevé la mano al cuello, debió ser allí que cayó mi colgante, no estoy seguro...sólo salí de allí y fui a mi habitación"
- "¿Eso es todo? Amigo mío, déjame ayudarte, confía en mí. Hay algo más, ¿verdad?", preguntó Gandalf, traspasándolo con la mirada.
- "Sí", repuso el elfo, - "él salía de la habitación", dijo con voz apenas audible.
- "¿Quién?"
- "Elessar"
- "¿Estás seguro?", preguntó innecesariamente el mago, quería observar la reacción de Legolas
- "Lo estoy", fue la llana respuesta.
- "Legolas, lo que me dices es muy grave. Como sabes, en estos casos necesito reunir evidencia. ¿Tienes la nota de Arwen?"
- "Lo siento, la nota decía que la destruyera. Eso fue lo que hice"
- "Ya veo", repuso el mago.
4
Elessar escuchaba atentamente al mago, que le había hecho un resumen sobre los interrogatorios, omitiendo, sin embargo, algunas de las pistas halladas. También le había hecho entrega de la joya encontrada entre las cosas de Finwë.
- "No has avanzado mucho entonces, amigo mío", observó el rey.
- "Depende sobre qué debo avanzar", respondió el mago, - "conozco ciertos detalles que me permitirán separar los hechos que no están relacionados con el crimen. Sobre esto, debo hacer notar que aún no he hablado contigo al respecto"
- "No hay mucho que decir. Subí como a la 1:30, tú mismo me viste. Estuve en mi estudio, pensando. No sé cuánto tiempo, quizá quince minutos. Luego bajé de nuevo, y estuve en el salón hasta que se dio la voz de alarma", explicó Elessar.
- "¿Y en qué pensabas, amigo mío?", inquirió el mago.
- "Eso es algo que sólo me concierne a mí y no tiene que ver con la muerte de Arwen", fue la tajante respuesta.
- "¿Quizás oíste algo?", intervino Frodo, tratando de suavizar el ambiente, tenso luego de la negativa del rey de explicar sus acciones.
- "No, no oí nada. Pensé que ella estaría dormida", respondió más calmadamente el rey.
- "Háblanos ahora de la joya", pidió el mago.
- "Fue mi regalo de cumpleaños. Se la encargué a Gimli y él la trajo. Nadie sabía de su existencia hasta el torneo", respondió el rey, - "¡Basta ya Gandalf! ¿Qué no es obvio? Finwë deseaba la joya y odiaba a Arwen. Tú mismo hiciste que la buscaran entre sus cosas y la hallaste allí. ¡Él es el culpable!"
El mago lo miró pensativo, ¿Elessar, exigiéndole un culpable antes de terminar las investigaciones? Eso no era propio del rey.
- "¿Él es el culpable? ¿O es a quien es más fácil culpar? No apartemos la atención del verdadero problema, y no dejemos que el amor nos ciegue"
Al oír estas últimas palabras, el rey enrojeció y salió de la habitación dando un portazo.
- "¡No puedo creerlo!", exclamó Frodo, - "¡Aragorn oculta algo también!"
- "Sí, amigo mío. Pero en su caso, es fácil saber de qué se trata", respondió Gandalf.
TBC
