Disclaimer. Todos los personajes conocidos y lugares mencionados en este escrito pertenecen al genio de J.R.R Tolkien, todos los demás desconocidos son inventos de mi imaginación.

A Elithil hija de Eloth, Lothlorien

Mi amada y lejana dama, no hay día en que extrañe tu presencia a mi lado, y no hay noche en que extrañe tu calor. Deseo tenerte tan cercana a mi como.. como el mismo arco que llevo en mi espalda.

Tus flechas me han traspasado y el dolor que me llena al tenerte tan lejos es casi igual.. al que me invade cuando piso un hormiguero. Desearía, hermosa Elithil que tus ojos me miraran de nuevo e iluminaran mi alma. Espero también que no halla mas ojos mirándote de la misma forma que yo, y que tu les correspondas con esa dulce mirada que atrapan el alma, ¡Ah! por que yo sé como son algunas damas elfas, y a mi no engañan,  y pues si es así te juro que yo..!

En fin amada mía, que mis días no son igual sin ti, que ambiciono cada uno de tus cabellos, aquellos que rodearon mi cuerpo en la noches de profunda pasión. ¿se ha desvanecido la marca aquella que te deje en el ...? Lo siento mi Elithil, pero no pude contener mis ansias de morder aquellas suaves y redondas carnes tuyas, tu incomodidad al tomar asiento pasara, yo te lo aseguro, los elfos tenemos gran poder para sanar.

Tuyo desde el bosque oscuro,

Ascacirithion hijo de Voronwë, Bosque Negro.

¡Escribe pronto que deseo saber que pasa en tu vida ya que mi luz no puede iluminarte hasta allá!