Recuperando el Sentido
Gundam Wing
Por Maryluz
Pairings: 1x2, 3+4 Category: Shonen Ai, Angst, Yaoi, POV de Duo. Raiting: PG-13 yo señalo el NC-17. Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de GW, esta solo es una historia de fanáticos para fanáticos. Warnings: Shonen ai, Lima o Lemon suave, masturbación.
-- Dialogo - " Pensamientos "
CAPITULO 8
Warning: Penúltimo capítulo, este capitulo es NC-17, cargado de violencia, si alguien se siente ofendido por el contenido favor de brincarse hasta el fin.
LAS DOS PARTES DE UN PLAN
La luz de la colonia se mostraba serena. Un ligero viento permitía mover las hojas que los árboles tiraban en aquella calle desierta.
Unos ojos negros escudriñaban la escena que él mismo había propiciado. Todo marchaba según el plan...
Al ver llegar aquel carro elegante y detenerse ante la puerta de aquella casa, se sintió seguro, no esperaría mucho más. De aquel auto descendían dos mujeres. Una a la que conocía muy bien y a la otra que varías veces había visto por el satélite.
En cuanto vio que la puerta de aquella casa se abrió dejando ver a aquel que tanto deseaba, se dio la vuelta para echar a andar la segunda parte de su plan.
-- Duo... si todo marcha bien, te veré en unos minutos - murmuro mientras caminaba rumbo a la iglesia que se encontraba a la entrada de la calle por la que caminaba.
***
Unos ojos color acqua se cerraron por unos instantes, en su pecho sentía una especie de punzada, algo parecido a dolor, que le hizo detenerse momentáneamente...
-- Quatre?... - Quatre giro su rostro para toparse con un par de ojos esmeralda que le veían con preocupación. -- Estoy bien Trowa - contesto sonriendo - es solo... -- ...... - -- No, no es nada, vamos!. -- Estas seguro? -- Claro Trowa, la mansión esta sola en estos momentos debido al festejo. No me lo perdería por nada - contesto sonrojado. Trowa solo sonrió caminando rumbo a la mansión Winner al lado de Quatre.
***
"Me quede sin palabras al verla en la puerta, sus ojos sorprendidos comenzaron a recorrerme. Ella no esperaba encontrarme en casa de Heero, eso lo sabía bien, estaba sumamente sorprendida. Tan sorprendida como yo lo estaba al verla."
-- Hola Duo, me alegra volver a verte - me dijo con dulce voz.
"Como si realmente se alegrara de verme!, Pensé sarcástico. Yo sabía bien cuando usaba ese tono de voz meloso."
-- Si, claro, igualmente - no pude evitar decir de forma seca. -- Puedo ver a Heero? - pregunto enseguida. Pude ver como observaba sobre mi hombro, tratando de ver si él se encontraba detrás de mí.
"NO, NO PUEDES!, no puedes verlo, no quiero que lo veas... no puedo evitar sentir una punzada en el estomago... no puedo creer que este celoso..."
-- Claro... - digo abriendo mas la puerta para que entre.
"Por que diablos dije que sí!!!... por que diablos mi cabeza no se coordina con mi boca??"
-- Señorita Relena... - ambos volteamos a ver a la mujer que estaba detrás de ella - Estará bien? Quiere que le esperemos? -- No es necesario Cristine, pueden irse, si todo marcha bien, partiremos mañana. Además, mientras este con Heero, estaré segura - dijo sonriendo dulcemente. -- Como usted diga - y la mujer se dio la vuelta para partir con el chofer.
"Puedo ver la mirada que Relena me dirige mientras entra por completo a la casa observándome de reojo, me esta retando con ella. Es que piensa llevárselo?, NO!, Heero no puede irse con ella!!... estoy seguro que no se irá con ella!!. Pero entonces por que esta aquí ahora?"
***
Los huérfanos en la iglesia se encontraban jugando en el patio. Todos reían y corrían felices, ya que no había clases había mas tiempo para jugar con los demás niños más chicos.
Un hombre de gabardina se acercó a ellos en busca de una carita conocida. Lo vio corriendo con otros dos y se dirigió a él con la mas amplia de sus sonrisas.
-- Hola pequeño Duo! - dijo el hombre acercándose a los tres niños. El pequeño se detuvo viéndolo con los ojos sorprendidos - me recuerdas? -- Hai!!, Hola señor Max! - dijo el pequeño con los ojos violetas muy abiertos por la sorpresa - ha venido a ver al sensei Maxwell? -- Si, vengo de su casa y me ha pedido que vengas conmigo - El pequeño Duo dudo. -- Ir con usted? Por que no vino el sensei? - Max sonrió, ya se esperaba la reacción del niño y lo tenía previsto. -- Él nos alcanzara mas tarde, me dijo que querías una cruz de plata como la que él trae. Así que te voy a llevar a donde las venden - El pequeño abrió los ojos en sorpresa. -- Sii!!, voy con usted - dijo sumamente emocionado extendiendo la mano para tomar la de Max mientras volteaba a ver a los otros dos niños- enseguida regreso. -- No Duo, no vayas, los senseis han dicho que no debes hablar con desconocidos, mucho menos irte con ellos - dijo Salîm tratando de detenerlo. -- Max no es un desconocido, es amigo del sensei Maxwell - replico el de los ojos violetas. -- Duo, no te vayas con él! - insistió el pequeño Nadîm. -- No se preocupen niños, su sensei Maxwell me conoce muy bien. Solo iremos por aquí cerca - dijo Max apuntando las calles frente a la iglesia - además, él nos alcanzará en unos minutos, yo solo me adelanto para que el pequeño vaya viendo las diferentes cruces que hay en el local.
Tanto el pequeño Duo como Max se alejaron del patio de la iglesia, mientras los dos niños se veían entre sí preocupados. El sensei Yuy siempre les decía que no hablaran con extraños. Y aun que Max afirmaba ser amigo del sensei Maxwell, ellos no lo conocían.
-- Vamos! - dijo Salîm corriendo, mientras tomaba a Nadîm por la manga de la playera. -- A donde vamos? - pregunto Nadîm. -- Hay que avisarle al sensei Yuy... -- Pero el padre Sthepen nos ha dicho que no salgamos de la iglesia. - dijo Nadîm preocupado mientras seguía a Salîm. -- Tendremos que desobedecer...
Max volteo de reojo a ver a los otros dos pequeños que habían acompañado al pequeño Duo y los vio correr en dirección a la casa del trenzado. Sonrió para sí mismo, los niños eran listos y eso le ayudaba a la segunda parte de su plan. Todo marchaba según lo planeado y sonrió viendo al pequeño que le acompañaba.
-- Si las cosas no salen como las tengo planeadas - pensaba para sí mismo mientras volteaba a ver al pequeño Duo- tengo como cobrarme... - sonrió al pequeño que le contaba algunas cosas felizmente - el niño es lindo, es como tener a Duo unos años mas chico, ya que habla tanto como el mas grande.
***
"Ella pasó a la sala de la casa y comenzó a recorrerla con la vista, tal como lo hice yo la primera vez que vine. Pero creo que ella no la aprueba, puedo ver como inclina sus cejas en disgusto."
"Por fin voltea a verme, yo no he querido decir nada esperando que sea ella la que pregunte por él."
-- Y donde esta Heero? - preguntó por fin. -- En... - comencé apuntando hacía el pasillo de las recamaras, cuando vi que Heero apareció. -- Heero!!! - dijo ella interrumpiéndome al verlo.
"No puedo evitar el ver su rostro, brilla al verlo, no cabe duda que ella lo ama. Su voz se torna melódica y sus pupilas se dilatan un poco. Ella le ama..."
"Le ama como le amo yo..."
"Cuando volteo a ver el rostro de Heero, veo que él le observa con la mirada fría. Pero su mirada no me dice nada, el siempre nos ha visto así. Él sabe como ocultar muy bien sus sentimientos."
-- Que haces aquí? - preguntó por fin Heero, ella se acercó a él, ignorándome por completo. -- Tenía tantas ganas de verte Heero, no sabes cuanto ansiaba estar cerca de ti de nuevo...
"Pero Heero no le dijo nada, ella estaba emocionada de verlo y yo me moría de los celos y Heero solo permanecía con los brazos cruzados viéndola de forma fría. Si por lo menos hubiese aparecido como se fue, pero no. Él estaba ahora arreglado..."
-- Me gustaría hablar contigo Heero - dijo volteando a verme - a solas. -- Yo... yo estaré afuera - dije comenzando a caminar rumbo a la puerta. Heero solo me vio en silencio. Pero no me pidió quedarme. Sus ojos azul cobalto se fijan en mis ojos, no sé si sabrá la forma en la que me siento ahora... -- Gracias Duo - me dijo de nuevo ella, pero su mirada brilló por un momento. Ella voltea a ver de nuevo a Heero, mientras yo abría la puerta - He venido a buscarte, como fue nuestro trato...
"Trato?... Cuál trato?... no pude evitar verlos de reojo."
-- Te di un año para que te divirtieras, ahora si podemos casarnos...
"Cerré la puerta detrás de mí escuchando las últimas palabras de Relena..."
"Sentí que la fuerza que sostenían mis piernas se iba y me recargue de lleno en la puerta, evitando con ello caer al piso..."
"Un año para divertirte?... casarnos?..."
"Es que eso era yo para Heero?, Solo una diversión antes de casarse con ella? Yo solo era su diversión?... Un juego!!..."
"No pude evitar sentir un terrible dolor en el pecho. Yo había descubierto a su lado cuanto me importaba y le había creído que para él yo también era importante y estuve a punto de entregarme por completo. Pero ahora entiendo que solo era una diversión... solo eso... una diversión, nada de importancia..."
"Pero entonces?... por que me pidió quedarme a trabajar con los niños ayudándole? O es que él pretendía dejarme a cargo de los niños mientras regresaba con ella?... era por eso que no debía preocuparme por una casa? Por eso era su desesperación por retenerme? Por que yo podría quedarme a cuidar a los niños?..."
"-- No es verdad - agito mi cabeza en negación... --No es verdad- vuelvo a repetirme tratando de convencerme a mí mismo que aquello que escuche de labios de ella es una mentira..."
"--Pero si lo fuera?... No!...- vuelvo a negármelo a mí mismo... -No puedo creerlo, necesito que él me lo diga..."
"Volteo a ver la puerta cerrada de la casa, estoy decidido a que me diga la verdad, no me importa que ella este presente. Doy un paso y sostengo el picaporte para abrir... respiro hondo, sé que será un trago amargo si él me llega a decir que sí, que efectivamente solo he sido un juego para él. Pero estoy dispuesto a afrontarlo."
-- Sensei Maxwell!!!
"Volteo al escuchar que alguien me llama de forma desesperada y veo como Salîm y Nadîm llegan corriendo hasta mí."
-- Niños que sucede?, Por que están aquí?, Por que llegan corriendo? - digo inclinándome ante ellos. -- Sa'îd... Sa'îd - me dicen entrecortadamente. -- Esperen, respiren profundo y ahora si díganme. Le paso algo a Sa'îd? - digo comenzando a preocuparme. -- Sa'îd se fue con un hombre malo!! - me dice Nadîm -- Que? - me preocupan sus palabras. -- No es verdad sensei, Sa'îd se fue con un hombre que dijo que era amigo suyo y que iba a llevarlo por una cruz de plata como la de usted. Pero no nos gustó el que usted no fuera con él y Sa'îd pareciera conocerle. - dijo Salîm. -- Esperen un momento - dije tratando de entenderles - Sa'îd se fue con un hombre? -- Hai! - dijeron los dos al mismo tiempo. -- Saben el nombre de ese hombre que dijo ser mi amigo. -- Max, dijo que se llamaba Max... - dijo Salîm muy seguro.
"Max... no puede ser el mismo Max de L2, por que se lo llevó? Por que a Sa'îd?, Me levante a toda prisa sumamente preocupado."
-- Niños!, Por donde se fueron? -- Por los callejones que están al frente de la iglesia - me dijo Salîm. -- Miren niños, el sensei Yuy esta ahora ocupado con una visita. No lo vayan a interrumpir. Cuando salga, cuéntenle lo que me dijeron, pero hasta que salga, no antes. Quédense aquí, yo iré a buscar a Sa'îd. Bien? - dije viéndolos a ambos. -- Hai! - me contestaron los dos.
"Yo salí corriendo en busca de mi niño. No sabía por que Max se lo había llevado, pero no debía ser para nada bueno. De momento no me importa Relena y Heero, ya tendría tiempo después para aclarar las cosas con él. De momento solo me importa mi pequeño niño."
"Por que él?, Si Max quiere algo, por que no lo vio conmigo?,
"No puedo evitar que por mi mente pasen las terribles imágenes de mis recuerdos... es acaso que Max pretende lo mismo con él?... No, no puedo permitirlo..."
"Tengo que llegar... tengo que detener cualquier cosa que ese tipo le quiera hacer a mi pequeño. No puedo permitir que él pase por lo mismo que yo he pasado y sigo pasando cuando sueño..."
***
La ropa comenzaba a caer de forma lenta sobre la alfombra, formando parte de la misma, en aquella enorme habitación perteneciente al mas chico de los expilotos de los Gundams.
Una risa nerviosa escapaba de los labios sonrosados de aquel chico de piel de porcelana al ser desvestido poco a poco por unas manos largas y morenas que conocía bien y que ansiaba le recorrieran de la forma en que lo hacía ahora.
Sus ojos color acqua recorrían la figura esbelta y elástica del chico frente a él. El sonrojo cubría por completo su rostro. Para ambos, lo sabía, sería la primera vez.
Pero algo en su pecho le impedía disfrutar el momento. Desde que caminaba en compañía de Trowa, había estado sintiendo una especie de desesperación en su pecho, algo que oprimía su corazón. Y los ojos verdes y observadores de Trowa no habían perdido detalle de ello.
-- Quatre, estas seguro de que estas bien? - volvió a preguntar Trowa cuando vio como Quatre se sentaba en la cama sin la camisa y con la mirada baja. Quatre levanto la vista para ver los ojos verdes preocupados de Trowa. -- Yo... lo siento Trowa - Trowa se sentó a un lado de Quatre al ver la palidez en el rostro de su ángel. Y pasando la mano por la frente del mas chico, pregunto con mucha preocupación. -- Que sucede? - Quatre llevo las manos a su corazón, estaba preocupado, sabía que algo ocurría, algo malo. -- Es Duo... -- Pasa algo con Duo?
Trowa conocía bien el don que tenía su ángel, sabía que podía sentir como se encontraban sus compañeros y si ahora decía que a Duo le pasaba algo, era por que realmente Duo tenía algún problema.
-- Duo esta sufriendo... hay algo... alguien que le preocupa - los ojos de Quatre se cristalizaron por un momento al ver los ojos de Trowa. -- Heero? -- No... Heero también pasa por algo en estos momentos, pero no es por Heero por quien Duo esta sumamente preocupado. -- Crees que debamos buscarlo? -- Sí...
***
Los callejones frente a la iglesia lucían algo oscuros, la escasa luz de la colonia no atraviesa entre las paredes y techos de aquellos edificios que asemejan bodegas abandonadas. Muchas están solas y en muy mal estado.
-- Es por aquí? - pregunto Sa'îd mientras aun caminaba de la mano de Max. -- Sí pequeño, por aquí. -- Esta muy oscuro, no sabía que por aquí hubiese alguna tienda? -- Y no la hay...
El pequeño Duo volteo a ver al hombre que sonreía, mientras sacaba de la bolsa del pantalón una llave para abrir una de las maltrechas puertas de aquel callejón. Sa'îd trato de soltarse de la mano de Max con un fuerte tirón, pero Max le sostenía muy fuerte por la muñeca.
-- A donde tratas de ir pequeño Duo?, La fiesta apenas va a comenzar - dijo sin perder la sonrisa. -- N... no, déjeme!! - dijo tratando de soltarse de la mano de Max, pero Max abrió la puerta y de un fuerte empujón lo arrojo dentro de la bodega.
Sa'îd choco contra el sucio suelo de la bodega. Levantando apenas su carita, vio horrorizado como Max se aproximaba de forma lenta hasta él.
-- Por que no le hablas a tu sensei Maxwell, he pequeño Duo?, Estoy seguro que el te ayudaría encantado - dijo Max caminando de forma lenta.
Sa'îd se levanto tambaleante del suelo, tratando de acostumbrase a la oscuridad que reinaba dentro de la bodega. No se veía ninguna puerta por la que pudiera escapar. Solo estaba aquella por la que le habían obligado a entrar, así que corrió pasando por un lado de Max, llegando hasta la puerta y jalando con todas sus fuerzas sin poder abrirla.
Max encendió un fósforo para tratar de prender un cigarro, mientras soltaba una carcajada que retumbo en la vacía bodega.
-- La única forma de que esa puerta se abra, es que la abran con esto - dijo moviendo las llaves que sonaron en la oscuridad. -- Déjeme salir!! - gritó Sa'îd asustado recargándose en la puerta de la bodega, no sabía por que estaba allí, solo quería salir, ahora se arrepentía de no haberle hecho caso a sus amigos. -- No, no vas a salir de aquí - dijo Max lanzando el cigarro apagado al suelo mientras se aproximaba hasta donde estaba el pequeño.
Sa'îd volvió a correr para tratar de pasar por un costado de Max, pero esta vez, Max extendió los brazos para atraparlo.
-- No, suélteme!!, Suélteme!!! - gritó el pequeño. -- Grita!, Grita pequeño!!! Grita mas fuerte!! - comenzó a decirle Max, mientras comenzaba a romperle la playera. -- Sensei!!!... sensei!!! -- Mas fuerte!!!
Duo llegó corriendo hasta los callejones que estaban frente a la iglesia. Se sentía asustado por que Max se hubiese llevado a su niño. Sabía por Heero que Max era un ex dirigente de colmillo blanco y además parecía interesado en él. Pero no sabía por que Sa'îd?, Por que él? Quizá solo era una forma de presionarlo a él para algo. Pero eso no lo sabría hasta no hablar con Max.
"Dónde estas Sa'îd?, Dame alguna señal, dime por donde te has ido?, Ya llevo tres callejones recorridos y no te veo. Por favor, por favor Sa'îd!!"
-- Sensei!!! - pudo escuchar a lo lejos.
"Estoy seguro que esa era la voz de Sa'îd, estoy seguro que era la voz de él, pero donde?, Dé donde viene?"
"Se escucho entrecortada, asustada, esta llorando..."
-- Sa'îd!! - grito para ver si me responde... pero no le vuelvo a oír.
***
Los ojos azules de Relena recorren la figura estoica de Heero. El no le ha pedido que tome asiento, pero ella aun así caminó hasta la sala para sentarse coquetamente en el sofá.
-- No me dices nada Heero? - dijo con la más amplia de sus sonrisas esperando que Heero respondiera algo - ya ha pasado mas de un año desde nuestro acuerdo, por eso he venido para casarnos. -- Relena - por fin Heero hablo y los ojos de Relena se agrandaron expectantes - yo no hice ningún trato contigo. -- Si lo hiciste Heero! - dijo ella levantándose para verlo a los ojos. -- ...... - Heero solo la observo con los brazos cruzados y la mirada fría. -- El día que me dijiste que te ibas, te dije que estaba bien, que podías irte, que te divirtieras, pero que en un año regresarías para casarnos. -- Recuerdas lo que té conteste? - dijo Heero con la mirada clavada en ella. -- No me contestaste nada, por eso lo tome como un si - dijo ella acercándose a él. -- Te dije que buscaras tu felicidad... - respondió Heero de forma fría. -- Pero mi felicidad eres tu! - replico Relena. -- Pero tu no eres la mía... - Relena le observo con enojo al escuchar las últimas palabras de Heero. -- Por que Heero? Es por él verdad? - dijo Relena mostrando por primera ves algo de enojo en su voz también - es por Duo? -- Si - contesto Heero después de unos segundos de verla a los ojos. -- Siempre fue por él... - dijo ella con voz melancólica dándole la espalda - yo ya lo sabía y trate de engañarme. Trate de pensar que te ibas conmigo por que sentías algo por mí. Pero que tonta fui... te ibas conmigo por tratar de olvidarlo a él... y yo siempre lo supe... siempre... Supe que sentías algo por él, desde el momento mismo en que lo conociste, cuando tuvo la osadía de dispararte dos veces en aquella base militar. Pero cuando decidiste cuidarme, pensé que tu... - dijo poniendo las manos en el rostro, aun dándole la espalda. -- No debí haberte acompañado... te hiciste ilusiones... -- Y todo este tiempo guarde la esperanza de que regresaras a mí... pero tu has estado con él, todo este tiempo... - dijo ella comenzando a sollozar. -- Duo solo tiene aquí una semana. -- Una semana! - dijo Relena quitando las manos del rostro y volteando a verlo de nuevo con la mirada esperanzada y lagrimas en los ojos - entonces... tu y él? -- No. -- Heero, entonces aun tenemos una oportunidad, sí tan solo tu... -- No. -- Pero Heero, que clase de vida llevarías con él?, No podrían vivir como lo haríamos nosotros. No podrían tener hijos, conmigo sí... -- Eso es algo que nosotros solucionaríamos - comento Heero de forma fría. -- Por favor Heero! Cásate conmigo!!, con él no puedes casarte! -- Si puedo - fue la fría respuesta de Heero. Los ojos de Relena chispearon de rabia. - aquí y en L5 esta permitido. -- Yo no aprobé esa ley - murmuro molesta, 'pero ellos eran más', pensó para si misma. Para después cambiar su mirada de nuevo - Por Favor!, cásate conmigo... -- No Relena - fue la fría y contundente respuesta de Heero.
***
Max arrastro a Sa'îd de la mano hasta la pared al fondo de la bodega. El niño estaba haciendo esfuerzos por no llorar y eso le gustaba, era un niño fuerte.
-- Por que no sigues gritando pequeño Duo? -- Déjeme!!! - grito de nuevo tratando de quedarse en su lugar, pero Max era más grande y fuerte, por lo que sería imposible para Sa'îd detener su arrastre. -- Mira lo que tenemos aquí - dijo Max mostrando una soga - quizá con esto ya no necesite jalarte del brazo.
Max ató ambas manos del niño con la soga y dejo un tramo largo para jalarlo de allí de nuevo hasta el centro de la bodega. Las lagrimas de Sa'îd caían en cascadas por sus mejillas, pero el no emitía ningún sonido y eso a Max comenzaba a molestarle. Le gustaba que el niño fuera valiente, pero al mismo tiempo comenzaba a molestarle tanta valentía. Si el niño no gritaba alto, Duo no daría con ellos. Tenía que lograr que el niño volviera a gritar como antes.
-- Vamos grita! - dijo Max jalando la cuerda hacía arriba, obligando a Sa'îd a ponerse de puntillas para evitar el dolor en sus muñecas - por que no gritas si tanto te duele? -- N.. no, esto es una trampa para el sensei... -- Niño listo - rió Max, pero no se daría por vencido.
Arrojo el otro extremo de la soga sobre una de las vigas altas de la bodega, con eso dejaría al niño atado y de puntillas. No aguantaría mucho en esa posición antes de que volviera a quejarse como antes.
Aun así se arrodillo detrás de él, dejando recorrer sus manos por el frágil cuerpo del niño. Sa'îd apretó los dientes, evitando que un fuerte grito escapara de su garganta. Max se aventuro a terminar de rasgar la playera del pequeño. Sa'îd no pudo aguantar mas y grito...
-- SENSEI!!!
La puerta de la bodega se abrió de golpe dejando entre ver una sombra que apuntaba con un arma a las dos figuras al centro de la bodega.
-- Retira tus manos del pequeño, Max! -- Sensei?
Las lagrimas del pequeño caían aun por sus mejillas, pero Duo pudo notar el ligero tono de alivio impreso en aquella pregunta ahogada del niño.
Max se levanto guardando ambas manos en su gabardina al mismo tiempo en que quedaba de frente a Duo, quien le apuntaba con el arma que siempre traía en la bolsa del pantalón.
"Esta asustado, tiene algunas magulladuras y la playera rota, pero el pantalón esta intacto. No, él esta bien... maldito bastardo!!... le mire con los ojos encendidos, el bastardo estaba riendo!!..."
-- Vaya Duo, hasta que té dignas unirte a la fiesta - rió Max quedando detrás del pequeño y frente a Duo. -- Suéltalo Max... -- Vaya, veo que el dios de la muerte viene cargando su hoz en forma de arma - Max bajo la mirada sonriente para volverla a levantar al mismo tiempo en que sacaba de la bolsa de su gabardina un cuchillo para ponerlo en la garganta del niño al tiempo en que con la otra mano jalaba del cabello al niño para arrojar hacía atrás su pequeña cabeza - pero yo también vengo armado... suelta tu arma Duo!
"Maldición... maldición!!!"
"Ese maldito Max puede atreverse a dañarlo, que puedo hacer?, Que?"
-- Vamos Duo... no me dirás que te gustaría que este angelito tuviera una enorme cicatriz en el cuello? - dijo Max empujando un poco mas la hoja del cuchillo sobre el cuello del pequeño, haciéndole lanzar un gemido de dolor, mientras una gota de sangre comenzaba a escurrir por el blanco cuello del pequeño. -- Basta!! - dijo Duo dejando de empuñar el arma y solo sosteniéndola por el gatillo. -- Así me gusta Duo, ahora, pon tu arma en el suelo y lánzala con el pie hasta acá - dijo Max sonriendo, sin quitar el cuchillo del cuello del niño. -- Sensei... - murmuro el pequeño, mientras los ojos de Duo no se separaban de la carita del pequeño. -- Lo haré, pero debes soltarlo Max, tu me quieres a mí, no al pequeño, déjalo libre! -- Primero tu arma Duo...
"Ese idiota no sabe que los expilotos de Gundam solemos traer mas de una arma... así que no se dará cuenta que mientras dejo el arma en el suelo, estoy tomando el cuchillo que traigo en mi bota... es una suerte que no paso nada con Heero esta tarde, si no, esta arma no estuviese ahora aquí..."
"He dejado el arma en el suelo y cuidadosamente tome mi cuchillo guardándolo entre la manga de la camisa y mi muñeca, en una oportunidad lo lanzaré sobre Max, o sobre la soga que sostiene a Sa'îd, eso lo sabré en el momento en que se presente esa oportunidad."
-- Bien Duo, ahora empuja el arma con el pie - me dice el maldito mientras me levanto.
"Sigo sus ordenes mientras veo los ojos llorosos de mi niño, puedo ver que se siente un poco mas confiado al verme. Pero aun no se como sacarlo de esto, Max nos tiene de momento en sus manos. La única puerta por la que puede salir es la que tengo a mis espaldas, espero que pueda entenderme solo con los ojos lo que quiero que haga."
"Necesito que al verse libre corra por esa puerta, que no se preocupe por mí. No dejo de verlo a los ojos, mientras al mismo tiempo veo como Max se agacha por el arma, señalo la puerta con la vista, mientras veo como Sa'îd solo me observa, por favor, por favor, entiende lo que te indico!!"
-- Suéltalo Max, ya tienes el arma, yo me quedo en su lugar - Max solo ríe a carcajadas, ahora que trama? -- Por que he de soltarlo, ahora los tengo a los dos. A ti y a esta adorable imitación de ti. -- Sensei? -- No te asustes Sa'îd, no te hará daño... - digo mientras observo a Max a los ojos con odio - y si se atreva a hacerlo, yo lo matare con mis propias manos. -- Ah sí?, Me gustaría verlo - vuelve a decir Max con una carcajada. Mientras se agacha para quedar a la altura del pequeño - Me gustaría ver que haces si yo... - dijo Max acercando sus labios a la carita de Sa'îd - le hago esto...
"Veo con horror lo que Max pretende, solo que esta cometiendo un error terrible. Sa'îd atado no puede moverse, solo voltea su cara escapando del beso que Max quiere darle, pero Max cierra los ojos para hacerlo, mientras esta agachado para alcanzar la cara del niño. Error... terrible error"
-- Déjalo!! - digo al tiempo en que corro hasta el centro de la bodega, tomando por sorpresa a Max al tiempo en que lanzo el cuchillo que traigo escondido. -- Maldición! - grita Max soltando el arma, ya que el filo del cuchillo le atraviesa la palma de la mano.
"Mientras Max trata de detener la hemorragia que provoca mi cuchillo con un pañuelo, aprovecho para soltar la soga de las manos de Sa'îd, esta muy asustado, pero esta bien, solo hay que comenzar a correr."
"Lo tomo de la mano y lo empujo por delante de mí, no quiero que Max vaya a lanzar el cuchillo o a tomar el arma y le pueda dar."
-- Corre Sa'îd, no te detengas hasta llegar a casa!! - le grito, mientras le sigo muy de cerca.
"Pero entonces siento como algo me sujeta fuertemente de la trenza haciéndome caer hacía atrás. Y veo como Sa'îd se detiene al no escuchar mis pisadas."
-- Corre Sa'îd, no te preocupes por mí, Corre!! -- PAPÁ!! -- CORRE!!!...
"Un fuerte golpe sobre mi rostro, me impide seguirle diciendo a Sa'îd que huya. Pero escuche lo que mi pequeño me dijo..."
"Papá..."
"Max esta sobre mi cuerpo, su mano esta sangrando, pero no parece afectarle. Es muy fuerte, mucho mas fuerte que yo y no puedo quitarlo de encima de mí, por más intentos que hago."
"Max esta tratando de romperme la playera que esta bajo la camisa, yo estoy tratando de empujarlo para aventarlo a un costado y poder salir huyendo."
"Por fin puedo darle un golpe en la cara que lo lanza al suelo. Me pongo de rodillas para pararme, pero la mano ensangrentada de Max me detiene por el pie. Trato de darle una patada para soltarme, pero no surte efecto. Max esta de nuevo sobre mí, esta vez yo estoy boca abajo y eso me impide lanzar algún golpe."
-- Ríndete Duo!! - me dice jadeando por el esfuerzo de la pelea. -- Nunca! - grito, tratando de sujetarlo de la gabardina para trirarlo. Pero el sujeta mi brazo y lo coloca detrás de mi espalda inmovilizándolo. -- Ya no puedes hacer nada, estas a mi merced. -- Que quieres? - grito tratando de verlo. -- A ti, por supuesto que a ti... - me dice, mientras siento como se agacha hasta mi rostro y deja recorrer su lengua por la piel de mi mejilla. -- Aaaahhgg, no hagas eso? -- Por que?, Reaccionas ante mis caricias? -- Por supuesto que reacciono, me das náuseas... -- Estúpido!!! - me grita lanzando un golpe de nuevo sobre mi rostro - por que nunca te interesaste por mí? -- Por que eres idiota!! --Tu me dijiste que no eras gay y conque me encuentro cuando vine a esta colonia? -- A mí que me importa!!! -- Tu te estabas besando con otro hombre, con el piloto del cero uno. Y tu decías que no eras gay!! -- Te dije que si alguna vez lo probaba no sería contigo. -- Y yo que había pensado en perdonarte... si tan solo me hacías caso. -- Perdonarme?, Por que iba yo a necesitar tu perdón?
"Sentí como Max ataba mi muñeca con algo duro, mientras tiraba mi otro brazo para colocarlo a la altura del otro. Que era lo que ponía sobre mis muñecas. Unas esposas?... si, eran esposas!!, no pude menos que sonreír por su ingenuidad"
"Max me levanto para posteriormente empujarme sobre la pared al fondo de la bodega."
-- No sabes por que? -- No sé de que me hablas. -- Nunca quisiste saber de mí, ni te preocupaste por conocer mi nombre. -- No sabes cuanto lo siento - dije sarcástico mientras sonreía. -- Me llamo Maximilian... -- Pues no es un nombre tan bonito como para querer saberlo - volví a replicar sarcástico. Sentí un golpe sobre el estomago que me hizo caer de rodillas al suelo - tampoco... coff... tenías por que golpearme... coff... que culpa tengo yo de que tus padres escogieran un nombre tan feo? - dije viéndolo hacía arriba, se notaba que estaba realmente molesto. -- Tsuvarob... -- Tsuvarob? - me sorprendió el apellido - tu tienes alguna relación con el loco que construyo los mobil dolls?
"De nuevo Max me levanto por los cuellos de la camisa para ponerme de frente a su rostro. Necesitaba darme prisa en zafarme de esas esposas. Ya me estaba cansando que este tipo me tratara tan mal..."
-- Él era mi padre... y tu y ese amigo tuyo chino, lo mataron cuando destruyeron la base lunar... -- La base lunar?... - digo tratando de recordar como ocurrió todo - no, un momento, eso no fue así. El trato de matarnos a nosotros cortando el aire en las celdas. Cuando salimos solo destruimos a los mobil dolls. Es mas, nuestros Gundams no estaban del todo bien, no podíamos destruir la base con tan poco poder. Quien destruyó la base fue tu loco padre, al programar mal a los mobil dolls, por culpa de los de colmillo blanco que lo habían capturado, pero fue en Libra!. Nosotros... -- Mientes!! - me dijo volviendo a golpear mi rostro - Quinze me dijo que fueron ustedes!!. -- Quinze?? - me rió - y que querías que te dijera? - le veo directo a los ojos - Nosotros tuvimos la culpa de la muerte de tu papá?, Por favor!!, Él era tu dirigente, como le iba a decir a uno de sus hombres que fue el causante de la muerte de su padre? -- Puedes decir lo que quieras Duo, de todas formas vengaré a mi padre y ahora que estas a mi merced, cumpliré mis deseos. Uno, poseerte y el otro, aniquilarte.
"Sus ojos brillan con odio, siento un estremecimiento al ver su determinación... Heero!, Si es ahora que Shinigami reclama mi alma, por lo menos moriré con la dicha de haberte visto de nuevo."
***
-- Quatre detente!!
Trowa corría detrás de Quatre bajando a toda prisa las escaleras de la mansión Winner. Quatre había tenido un fuerte dolor en su pecho de nuevo, sabía que Duo estaba en un gran peligro y necesitaban ir en su ayuda.
Pero Trowa sabía que no tenían la dirección de donde estaba Duo, lo primero era saber donde buscar y eso Quatre parecía no entenderlo.
Quatre abrió la puerta de la mansión para salir corriendo por ella. En su loca carrera no se fijo que frente a la puerta de su casa había alguien que apenas se disponía a tocar el timbre. Al no fijarse, choco de lleno con la persona tumbándola por completo al suelo.
Trowa llego corriendo enseguida, para ver a Quatre sobre otra persona tirado.
-- Aauuchh!! -- Lo... lo siento mucho - dijo Quatre levantándose sumamente avergonzado con ayuda de Trowa. -- Deberían tener un letrero que dijera que esto es una pista de carreras! -- Wufei!, lo siento, es que yo... yo... -- Duo tiene problemas e íbamos a buscarlo. -- Maxwell? - dijo Wufei levantándose enseguida - donde esta? -- No sabemos, es lo que intentaba decirle a Quatre - dijo Trowa. -- Es verdad, no sabemos dónde vive Heero.
Wufei se dio la vuelta para correr hasta la cochera de la mansión Winner, ante la vista asombrada de Quatre y Trowa. No tardo mucho cuando apareció con la moto del mas alto.
-- Toma Barton - dijo lanzándole un teléfono - llama a Yuy y asegúrate de que Maxwell este bien. Mientras yo me iré en tu motocicleta a su casa. -- Tu sabes donde vive Heero? - pregunto Quatre asombrado, mientras Trowa entraba a la mansión para comenzar a buscar el numero en la memoria del teléfono de Wufei. -- Si - contesto Wufei encendiendo la moto. -- Por que no nos dijiste ese día en la reunión? -- Nadie me pregunto - dijo Wufei comenzando a alejarse en la moto de Trowa.
Quatre entro de nuevo a su mansión, pero en ese preciso momento un fuerte dolor volvió a llegar hasta su pecho. Que le estaba pasando a Duo?...
El dolor era tan fuerte, que le hizo caer de rodillas al suelo.
-- Quatre!
Trowa llego hasta él levantándolo en brazos para llevarlo hasta su cuarto. Quatre estaba sufriendo mucho debido a lo que Duo pasaba.
Pasados unos minutos, Trowa entro a la habitación de Quatre con una bandeja con agua y algo de comida.
-- Pudiste comunicarte con Heero? - pregunto preocupado. -- No, su teléfono celular esta apagado, el de su casa dice que esta desconectado y el video teléfono no esta en línea... - Trowa le mostró a Quatre una hoja - sin embargo, ya obtuve su dirección. -- Entonces vas a ir? - dijo Quatre. -- No te dejare solo. Ya le avise a Sally, para que mande refuerzos para que ayude a Wufei. -- Trowa!! - dijo Quatre mientras Trowa lo abrazo en el lecho de la cama. -- No te dejare ahora que me necesitas. Estoy seguro que si Duo esta en algún problema, Heero y Wufei podrán ayudarlo.
***
Relena estaba desesperada, estaba segura que al encontrar a Heero no batallaría mucho en convencerlo de que regresara con ella para casarse. Pero no contaba con la aparición de Duo.
Lo último que había sabido de él, es que vivía con aquella chica que conociera en la nave Libra: Hilde Schbeiker. Y eso le había tranquilizado mucho. Todavía cuando fue a buscarle a L2 para saber si había visto a Heero, se topo con que seguía viviendo con ella, solo que había salido de vacaciones a visitar a Quatre a L4. Con esa noticia estaba muy segura de que cuando se encontrara con Heero, él volvería.
Pero ahora las cosas estaban totalmente en contra... totalmente...
-- Por favor Heero!, déjame demostrarte que yo te amo, te amo mucho mas de lo que él podría amarte...
Heero vio como Relena comenzaba a desabotonarse la blusa. Ella quería convencerlo de todos los modos posibles, pero no había nada que pudiera hacer.
-- No hagas eso Relena - dijo Heero deteniendo sus manos para que dejara de desabrocharse la blusa- no funcionara. -- Heero...
Los ojos de Relena comenzaron a llenarse de lagrimas, todas las ilusiones que tenía, eran con Heero a su lado.
-- Ya encontraras a alguien que te ame, yo no lo haré. -- Por favor! -- No te humilles de esa forma. -- Heero!...
Pera al ver la mirada fría y determinada del soldado perfecto, se dio la vuelta sintiendo su derrota. Sus lagrimas caían en cascada por sus mejillas, ya nada tenía que hacer en aquella casa. Así que corrió para salir por la puerta. Lo había perdido para siempre... No, no lo había perdido, realmente nunca lo tuvo...
Heero solo se quedo observando, era mejor no seguirla, si la seguía podría ella hacerse falsas ilusiones de nuevo.
***
Wufei llegaba en la moto de Trowa hasta la casa de Heero. Ya antes se había dado la vuelta por ese lugar, en cuanto llegaron a sus manos los datos de donde vivía. Siempre le pareció extraño verlo de maestro, pero no parecía ser solo una cubierta, el realmente daba clases a niños de bajos recursos y a los huérfanos de aquella iglesia católica. Tenía mucho tiempo de dar clases para ser solo apariencia. Todo eso le pareció sospechoso desde el principio y por su cuenta se había puesto a averiguar cuales podrían ser los motivos de Heero para hacer lo que hacía. Nunca encontró nada concreto, pero tenía su propia teoría, teoría que le había expuesto a Heero cuando se vieron en casa de Quatre y que Heero no había podido ni confirmar ni refutar por la aparición repentina de Trowa.
Quizá ahora si pudiese...
Al bajar de la moto, Wufei se topo con un auto oscuro estacionado enfrente de la casa de Heero. Pudo ver como dos hombres jóvenes bajaban de él.
-- Que hacen ustedes aquí? - pregunto con tono de fastidio, reconociendo de inmediato el uniforme de preventers. -- Señor, la comandante Sally nos mando como refuerzos, por si necesitaba ayuda.
Wufei solo paso su mano por la frente, cuando entendería Sally que él no necesitaba de nanas que siguieran sus pasos. Pero no podía mandarlos de regreso, sería mejor primero ver si realmente Duo estaba bien. Por que si Heero se había atrevido a hacerle algo... ya se las vería con él.
-- Esta bien, esperen aquí, si les necesito les llamo. -- Si señor! - respondieron los dos preventers al mismo tiempo. -- Novatos - murmuro Wufei caminando hasta la casa de Heero.
Estaba a punto de llamar a la puerta, cuando esta se abrió de lleno y una chica atravesaba por ella a toda velocidad sollozando, empujándolo al suelo.
-- Creo que ahora todos se han puesto de acuerdo para tirarme - murmuró Wufei molesto levantándose, al mismo tiempo en que veía quien era la chica y los dos jóvenes preventers se acercaban a él - es Relena Piscraf! - se quedo sorprendido - Ustedes, síganla y llévenla a donde vaya, aun que no quiera! - les dijo a los dos, quienes solo subieron al auto y comenzaron a seguir a Relena.
Los dos niños que aun estaban esperando que saliera Heero de la casa, solo observaron a Wufei que se detenía delante de la puerta.
-- El sensei ya se quedo solo Salîm - dijo Nadîm -- Pero ya le llego otra visita, el sensei Maxwell dijo que esperáramos hasta que saliera y el no ha salido.
Wufei toco la puerta y solo escucho la voz de Heero diciendo que podía pasar.
-- Extraño - pensó para sí mismo, Heero no le dejaría pasar tan fácilmente.
Heero estaba de espaldas a la puerta, mientras Wufei entró y cerro a sus espaldas. No se veía Duo por allí cerca.
-- Podemos continuar - dijo Heero volteando - Wufei... - dijo entrecerrando los ojos al verlo frente a él. -- Vaya Yuy, parece que no me esperabas - dijo Wufei sonriendo. -- Que haces aquí? -- Celosos Yuy? - pregunto caminando, con una sonrisa en los labios, hasta el centro de la sala, Heero solo le dedico una mirada fría - no he venido a verte a ti... donde esta Maxwell? -- Debiste verlo allí afuera - dijo Heero apuntando al frente de la casa y diciendo de forma seca. -- Pues no lo vi... allí afuera solo hay dos niños.
Heero camino hasta la puerta y la abrió para toparse con Salîm y Nadîm que le observaba aliviados.
-- Sensei Yuy!! - se acerco Salîm corriendo. -- Dónde esta Duo? -- El sensei Maxwell fue a buscar a Sa'îd... -- Esta en la iglesia? -- No Sensei!!, Sa'îd se fue con un hombre llamado Max y el sensei Maxwell fue a buscarlo - dijo apresurado Nadîm.
Wufei se acerco en ese momento, para escuchar lo que los niños decían. Maximilian Tsuvarob buscaba venganza por algo que ellos no habían hecho y ahora podría tener a Duo. Quatre había tenido razón...
-- Por donde se fue? - pregunto Heero temiendo por Duo al ver la cara de Wufei. -- Por los callejones al frente de la iglesia sensei - contesto Salîm seguro. -- Regresen a la Iglesia niños y no hablen con extraños. -- Hai!! - dijeron los dos al mismo tiempo.
Heero comenzó a correr en dirección de los callejones, cuando Wufei lo alcanzó en la moto.
-- Vamos Yuy!, Llegaremos más rápido - Dijo Wufei extendiendo la mano para que Heero montara con él. Heero solo asintió y subió tras Wufei para llegar a los callejones.
***
"Malditas esposas!!!, Entre mas viejas, más difícil de soltarlas!!!... no puedo soportar que este maldito bastardo este tocando mi cuerpo. Me tiene recargado en la pared y yo no puedo soltarme... no puedo..."
-- Suéltame! - le grito empujándolo con uno de mis pies, cuando se hace un poco hacía atrás para tomar algo de aire, se nota sumamente excitado y eso me da asco - te aseguro que no tardaran en venir por mí.
"Pero no sé por que mis propias palabras no me convencen. Los ojos de Max están encendidos, sé que le inunda el deseo y la furia."
-- Quién va a venir por ti?, Acaso tu amante? - me dice soltando la carcajada - lo dudo, a él le mande algo con que entretenerse...
"Mis ojos se abren en sorpresa... algo conque entretenerse?, Acaso fue Relena?, Él fue quien le dijo a Relena donde estaba Heero?"
-- Yo le dije a la Viceministro de Relaciones Exteriores donde estaba tu amante. Así que no esperes que él venga ahora por aquí.
"Heero!!..."
"Sentí como el piso de la bodega comenzaba a moverse bajo mis pies haciéndome caer al suelo. Max había apretado un botón en la pared y ahora un elevador en el suelo de la bodega comenzaba a bajar. Mas parecía que se iba a desplomar, por la cantidad de ruido que hacía y el monton de polvo que sacaba."
-- Pero por si caso... En el sótano será imposible que nos encuentren. La bodega de arriba esta vacía, nadie vendrá en un buen tiempo...
"No puedo evitar el sentir un escalofrío al escuchar las palabras de Max... volver a vivir aquello... no, no podría soportarlo... no de nuevo!!
***
Los callejones aparecían ante las dos figuras montadas en aquella motocicleta. Las luces de la colonia comenzaban a bajar haciendo más palpable la oscuridad en aquellas solitarias calles. Las bodegas abandonadas eran habitadas de noche por ladrones y gente del bajo mundo. Gente que durante la guerra con la tierra había quedado sin hogar.
-- Detente Wufei - dijo Heero imperativamente, Wufei lo hizo de inmediato.
Heero bajo de la motocicleta, se había percatado de un bulto detrás de unas cajas de madera destrozadas. Se acerco poco a poco. Podía distinguir unos zapatos entre las maderas, algo parecido a tela y unos cabellos oscurecidos por la falta de luz.
-- Sa'îd? - dijo Heero acostumbrando su vista a la falta de luz.
Pudo ver como una carita manchada de tierra y lagrimas se asomaba de forma temerosa entre las maderas podridas de lo que antes había sido una caja.
-- PAPA!!! - grito el pequeño corriendo a los brazos de Heero que se había hincado para tomarlo entre sus brazos. -- Papa? - pensó Wufei que aun estaba sobre la moto contemplando la escena del niño con Heero. Eso es algo que jamás se imagino poder ver con el soldado perfecto. -- Sa'îd estas bien? - dijo separándolo de él para verlo.
El pequeño tenía una herida en el cuello hecha con algo punzó cortante y las muñecas con marcas de haber sido atadas. Además la playera estaba totalmente desgarrada. Sa'îd solo asintió a la pregunta de Heero. Temblaba, pero no sabía sí por frío o por miedo.
Heero volteo a ver a Wufei que solo observaba la escena sin decir nada.
-- Préstame tu chaqueta - le pidió al preventers.
Wufei desabrocho su chaqueta y se la entrego a Heero al percatarse que el niño tenía los labios morados por el frío.
Heero coloco la chaqueta sobre el cuerpo del niño, le quedaba sumamente grande, así que se limito a doblarle las mangas para ajustarla a sus pequeños brazos.
-- Esto es un regalo del tío Wufei - dijo Heero al niño, quien abrió sus ojos en sorpresa. -- Que!!! - dijo Wufei al escuchar las palabras de Heero. Heero solo volteo a verlo con la mirada fría. - Si, claro, te la regalo - dijo Wufei resignado - mi chaqueta favorita - murmuro enfadado - ya me las pagaras Yuy... -- Ahora dime donde esta Duo Sa'îd?
Sa'îd se quedo observando los ojos cobaltos de Heero con lagrimas en los ojos. Duo le había pedido que huyera, que corriera hasta que llegara a casa, pero no lo había hecho. Él le había estado esperando, pero Duo nunca salió. Tembló ante la pregunta de Heero. Que le habría pasado a su sensei? Y todo por su culpa, por haberse ido con un extraño, por haber creído que era amigo de su sensei Maxwell...
-- Es mi culpa - dijo el pequeño bajando la mirada y comenzando a sollozar. -- No es tu culpa, solo dime en donde esta? - insistió Heero.
Sa'îd volteo hacía el hoyo negro delante de él, la oscuridad del callejón le impedía indicar el lugar exacto, pero el lo recordaba bien.
-- A tres puertas de aquí - señalo con su manita - el señor Max le quito la pistola al sensei Maxwell, pero el sensei hirió su mano con un cuchillo... no han salido de la bodega.
Heero se paro tomando a Sa'îd de la mano para observar el interior del callejón. Si Duo aun estaba con Max, tenía que ser precavido.
-- Llévatelo a casa Wufei, llama a un médico que lo revise bien - ordeno Heero al chino. Pero Sa'îd al ver a Wufei se aferró a las piernas de Heero con miedo - debes irte con él - dijo Heero viendo a Sa'îd desde arriba - así yo podré ir por Duo. -- Yo puedo ir Yuy... -- Quiero poner mis manos en Max, me pagara lo que le hizo a Sa'îd y a Duo. -- Esta bien, pero ten cuidado. Tsuvarob piensa que Maxwell y yo matamos a su padre. -- Maximilian Tsuvarob... - dijo Heero recordando el nombre del hijo del creador del sistema de los mobil dolls.
Heero tomó a Sa'îd para dejarlo al frente de Wufei. El niño tembló al ver al chino.
-- No le temas, es amigo nuestro, el te cuidara. Confía en él. -- Hai! -- Tráelo de regreso sano y salvo Yuy - dijo Wufei moviendo la motocicleta en silenció, no querían alentar a Max. -- Cuenta con ello - dijo Heero sacando su arma y cargándola.
***
-- Aquí abajo esta más oscuro Duo, así que me permití ser romántico y traer unas velas - dijo Max encendiendo unas cuantas.
"Romántico, que patético, solo un poco mas y me veré libre de estas malditas esposas. Por lo menos el bastardo esta perdiendo el tiempo encendiendo las malditas velas."
-- No dices nada?... supongo que estas excitado, como yo. Sabes, me has costado mucho dinero... - dijo Max acercándose hasta donde estaba en el suelo. -- Dinero?, Por que ahora hablas de dinero? Primero me acusas de no haberte hecho caso, después de la muerte de tu padre y ahora me dices que te he costado mucho dinero?... solo falta que me acuses de ser el causante de que seas gay!! - dije sarcástico. -- También algo hay de eso...
"No puedo evitar el sentirme algo asustado. Este tipo me estaba acusando de todos sus problemas..."
-- Tomaste el dinero que había depositado en tu cuenta... -- Tu?, Fuiste tú quien hizo ese movimiento? -- Yo!... Colmillo blanco no ha desaparecido - dijo acercándose a mí, poniéndose de rodillas sobre las mías - te busque por las buenas. Quería ofrecerte la oportunidad de regresar al espacio como antes. A la pelea, siempre fuiste el mejor de los pilotos Gundam. Pero tu siempre huiste de mí... Me acerque a ti con la mejor de las intenciones - me dijo, mientras se movía sobre mi cuerpo, acercándose cada ves mas - pero tu nunca me hiciste caso. -- La guerra termino!! - dije tratando de moverme al tiempo en que empujaba el segurillo de las esposas para soltarlas - por que iniciar otra? -- Quién cree en la paz duradera?, Los hombres son por naturaleza bélicos. Algún día volverán a luchar... por que esperar, si podemos ser los detonantes de ella. Colmillo blanco sigue vivo, con Quinze a la cabeza. -- Quinze no ha muerto? - Max comenzó a reír, mientras sentí como levantaba la playera rota de mi cuerpo para dejar recorrer sus manos sobre mi torso. -- No, Quinze sigue vivo. Y muy pronto toda la esfera unida sabrá de él. -- Las cuentas... el dinero... las armas... - comencé a cavilar, mientras terminaba de empujar el segurillo de las esposas para verme por fin libre de ellas. -- Todo es para colmillo blanco... - dijo al tiempo en que besaba mis labios por la fuerza.
"Que asco, nunca he sentido mas asco en toda mi vida. Pero ahora puedo cobrarme, estoy libre y puedo golpearlo, pero es mejor morder"
-- Aggghhh - dijo Max haciéndose hacía atrás en dolor al sentir como encajaba mis dientes en su labio inferior haciendole sangrar- maldito - trata de golpearme de nuevo, pero esta vez si detengo su golpe con mis manos libres - pero como?
"Puedo reír mostrando las esposas girando sobre uno de mis dedos"
-- Nunca confíes en un ladrón! - le digo poniéndome de pie para correr.
Max se levanto sacando el arma de la bolsa de la gabardina.
-- Detente o disparo...
"Me detengo aun de espaldas a él, él tiene el arma y la única salida esta arriba. Que puedo hacer?, Dejarme morir?"
-- Puedes hacerlo de la forma fácil o de la forma difícil Duo. -- No creo que ninguna de las dos me guste. -- Tu sarcasmo es lo que más me gusta de ti... -- Pues pudo ser aun más sarcástico - digo con una sonrisa - al grado que llegues a odiarme.
"Puedo sentir el frío del arma sobre mi nuca. Esta realmente cerca. Puedo sentir como me empuja hasta la pared con su mano libre, mientras la otra baja de mi nuca y se pega a mis costillas."
-- Serás mío... por las buenas o por las malas. -- Si he de serlo, Serra por las malas... -- Entonces que así sea...
"Siento como comienza a mover su ropa, mientras busca con su mano libre como soltar el cinto de mi pantalón. No puedo moverme..."
-- Te dolerá, pero sé que te va a gustar... -- Lo dudo... - digo apretando los dientes, al sentir como empuja mi rostro sobre la madera podrida de la bodega.
"Que hago?... dejarme morir?... dejar que me tome a la fuerza?... no, no lo deseo... es mejor morir en la lucha que morir sin luchar..."
"Me muevo para tratar de arrebatarle el arma que aun tiene sobre mis costillas, mientras vuelve a apretar mi cabeza sobre la pared de la bodega"
-- Ni lo intentes, ahora serás mío - me dijo Max apretando mas su cuerpo sobre el mío.
"Pero entonces coloco ambos brazos sobre la pared y me empujo con fuerza hacía el otro lado. La fuerza con la que me empujo hace que los dos perdamos el equilibrio y caigamos al sucio suelo de la bodega."
"Puedo escuchar el ruido sordo de un disparo retumbar en la bodega vacía..."
"Siento humedad sobre mi pecho, algo húmedo moja mi piel desnuda... pero no siento ningún dolor. Por fin me ha disparado? Es sangre la que me moja?, Es mi sangre la que me moja?..."
"Todo esta oscuro, las velas que minutos antes había encendido Max están apagadas ahora. No puedo escuchar nada, ningún sonido... si, si se escucha algo. Es el sonido de unos pasos tranquilos... pero se escuchan muy lejos."
-- Duo?... estas bien... Duo?
"Siento la tibieza de unas manos al sujetarme fuertemente de los brazos. Es una sensación cálida y familiar... pero no puedo apreciar su figura en la oscuridad de la bodega."
-- Duo? - vuelve a preguntarme.
"Puedo sentir en su voz la preocupación. Y siento como me abraza fuertemente, mientras mi cabeza se recarga en su hombro... entonces percibo su aroma... ese aroma que ha inundado mis sentidos tantos días. Que ha llenado mis noches y ha llegado hasta mis sueños... por fin le reconozco y levanto mis brazos para corresponder a su abrazo..."
-- Heero! -- Estas bien? .. Has venido? - digo incrédulo, sintiéndome feliz. -- Claro que he venido por ti. Estas bien? - vuelve a preguntarme. -- Si - alcanzo a murmurar y entonces recuerdo a mi niño - Sa'îd... -- Wufei se lo llevo, él esta bien... - me dijo Heero ayudándome a levantarme del suelo - salgamos de aquí. -- Espera... - le digo mientras volteó hacía todos lados, buscando al causante de todo esto. -- Esta noqueado... - me dice Heero entendiendo lo que busco. -- Pero como? -- Cuando lo empujaste aproveche para golpearlo con el mango de mi arma. -- Y el disparo que se escucho? -- Supongo que él lo hizo al sentir el golpe que le di. -- Hay que llevarlo a Preventers, sabe de todo lo que has estado investigando... Quinze... las cuentas... colmillo blanco...
"Pero entonces sentí como sus labios callaban lo que yo decía. Heero me besaba haciéndome olvidar lo que me preocupaba. Podía sentir la urgencia de sus labios sobre los míos, la necesidad y la alegría..."
-- Ahora solo hay que llegar a casa. Preventers vendrá por Maximilian Tsuvarob. Wufei ya debe haberlos enviado. - dijo Heero conduciéndome por una salida diferente a la que habíamos utilizado para llegar.
"Sentí los brazos de Heero alrededor de mi cintura, mientras pasaba mi brazo por su cuello. Me sentía agotado y agradecía que Heero tomara cuidado de mí. Solo voltee para sonreírle. Sa'îd estaba bien, yo estaba bien y por lo que veía... Heero estaba bien."
"La humedad que había sentido era el agua que se filtraba a través del suelo del primer piso y que caía formando pequeños charcos en el sótano. No estaba herido gravemente, solo, algo golpeado."
DESPUES DEL PLAN FALLIDO
"Cuando salimos de la bodega, los dos preventers que acompañaban a Wufei ya esperaban por nosotros. Heero les dio las indicaciones de que se llevaran a Max y Wufei se encargaría de interrogarlo. Aun que eso ya sería el siguiente día, ya que Heero no quería que Sa'îd o yo nos viéramos toda la noche narrando los hechos."
"Pregunte a Heero como había dado con nosotros si la bodega de arriba estaba vacía. Pero parece que el romanticismo de Max le ayudo a encontrarnos, ya que Sa'îd le había dicho el lugar en el que estábamos, pero la luz colándose por las rendijas del suelo, fue lo que lo guió al sótano."
"Al llegar a casa lo primero que vi fue a Wufei dando vueltas en la sala. Sa'îd se había encerrado en mi cuarto y no permitía que el medico entrase a revisarlo. Yo estaba golpeado, pero me había visto en peores situaciones, no era necesario que el medico me viera. Decidí entrar a la habitación para hablar con él. Sin que los demás intervinieran."
-- Pero Maxwell, el medico... - intento protestar Wufei, pero yo le interrumpí. -- Yo se como se siente Wufei. Voy a hablar con él y después, espero, podrá pasar el médico a verlo. -- Esta bien - suspiro Wufei para después ver a Heero - ahora Yuy, cuéntame lo que paso...
"Toque de forma serena en la habitación que Heero me permitía ocupar. Sabía bien como se sentía Sa'îd, sabía que estaba asustado, que ahora mas que nunca necesitaba de gente en la que él confiara. Sé que me necesitaba y por eso estaba allí."
"Escuche la voz entrecortada del pequeño diciendo que no iba a abrir hasta que Heero o yo llegáramos. No pude menos que sonreír. El nos tenía confianza y sabía que llegaríamos en algún momento."
-- Abre pequeño, soy yo - dije en voz baja pegado a la puerta.
"Escuche sus pequeños pasos dirigirse a la carrera hasta la puerta y abrirla de forma apresurada. Sus ojos estaban rojos por el llanto y traía la chamarra de Wufei en su pequeño cuerpo. Me hinque para quedar a su altura y le extendí los brazos. No sé por que dudaba en venir a mí. Vi en sus ojos la duda, pero yo le sonreí y entonces llego corriendo para colgarse de mi cuello y le escuche sollozar."
-- Yo pensé que nunca lo volvería a ver Sensei- me dijo con voz entrecortada - todo fue mi culpa, yo me fui con ese hombre... -- Nada fue tu culpa Sa'îd, no te culpes por que nada paso - sentí como el pequeño se retiraba de mí para verme a los ojos. -- Pero sensei? - me dijo mientras extendía su pequeña manita para tocar mi rostro amoratado. Yo subí mi mano para tocar el golpe también. -- Estos solo son golpes, he estado peor, ya se curaran. Las heridas físicas sanan fácilmente, las difíciles de curar son las del corazón. - le dije sonriendo. -- Sensei... - me miro sin entenderme -- Me gusta mas que me digas Papá...
"Los ojos de Sa'îd se llenaron de lagrimas y me abrazo fuertemente. Lo sentí tan cálido, tan lleno de cariño."
-- Papá! - me dijo riendo entre lagrimas. -- Ahora dejemos que entre el medico para que te atienda las heridas, sí? - dije separándolo de mí y limpiando sus lagrima con los pulgares de mis manos. -- Se quedara conmigo? - me pregunto dudoso. -- Todo el tiempo que lo necesites - dije abrazándolo de nuevo. -- Hai!
***
Trowa estaba parado delante de una de las mesas que Quatre tenía en su habitación. Se había comunicado desde hace tiempo a la central telefónica de la colonia para informarse sobre la línea de Heero y había obtenido por respuesta que tenían un problema en toda esa zona, el cual quedaría resuelto en pocos minutos.
Pero esos minutos ya se estaban convirtiendo en horas. Había estado insistiendo a los teléfonos de Heero después de colgar con la central y el teléfono aun decía estar desconectado.
Quatre se levanto de la cama para dirigirse a Trowa, se había estado sintiendo mejor. Pero no se había querido levantar hasta estar seguro de que todo estaba bien.
-- No has podido comunicarte con Heero? - pregunto Quatre acercándose a Trowa, quien volteo de forma inmediata al escucharlo cerca de él.
Los ojos de Trowa se agrandaron al observar el cuerpo de Quatre. Se había despojado de su ropa y se acercaba a Trowa lentamente.
-- N... No... - fue la única respuesta que Trowa pudo articular sin soltar el teléfono que por fin comenzaba a dar tono. -- Estoy seguro que ya todo quedo resuelto - dijo Quatre tomando la cara de Trowa entre sus manos para depositar un beso...
***
El medico había entrado a la habitación de Duo, cuando este lo llamo. No había tardado mucho en revisar al pequeño. Tal como Duo lo había supuesto, solo tenía algunas magulladuras y la herida del cuello. Pero Max no le había hecho más. Eso les hacía sentirse aliviados.
Ahora Duo se encargaba de bañar al niño. Por esa noche, permanecería con ellos en la casa. El medico le había aplicado un sedante para calmarlo un poco, ya que no podía olvidar lo que paso. Un baño y el descanso le haría estar mejor.
Heero ya había contado lo que sabía sobre Max a Wufei y lo poco que Duo le había comentado en la bodega.
-- Entonces las cuentas que me mandaste por e-mail pertenecen a colmillo blanco? - dijo Wufei algo desconcertado. -- Eso comento Duo, pero él te lo contara mañana. -- Por que no hoy? - cuestiono Wufei serio. -- Por que debe descansar después de lo que paso. -- Vaya que te preocupas por él - dijo Wufei levantándose del sofá. Heero no respondió, solo le observo con la mirada fría. -- A donde vas? - pregunto Heero al ver que Wufei se acercaba a la puerta de la salida.
Wufei se dio la vuelta para responderle, pero el teléfono de Heero sonó en ese momento. Wufei se detuvo en el marco de la puerta, mientras vio a Heero dirigirse al aparato.
-- Diga?... - contesto Heero de forma fría. -- ....... - pero al levantarlo solo escucho como el teléfono se estrellaba contra el suelo.
Wufei observo la cara de Heero, era extraño verlo con una cara de sorpresa, ya que el soldado perfecto siempre lucía una mascara de frialdad.
-- Entonces a donde vas? - pregunto Heero alejando el teléfono un poco de su oído. -- A casa de Quatre - contesto Wufei extrañado por la pregunta, dado que Heero aun no colgaba. -- No creo que sea buena idea que vayas para allá ahora - dijo seguro. -- Por que no? - cuestiono Wufei. Pero Heero le extendió el teléfono.
Wufei camino hasta donde estaba Heero para tomar el auricular y comenzó a oír a través de él. Su rostro blanco comenzó a teñirse de rojo debido a lo que escuchaba. Del otro lado de la línea podía escuchar jadeos de placer y las palabras de amor que Quatre y Trowa se dirigían uno al otro. No cabía duda que Quatre ya estaba bien. Miró a Heero y colgó de forma inmediata.
-- Pervertido! - dijo molesto dándose la vuelta para dirigirse a la puerta. Pero entonces escucho una risa. Volteo extrañado, Duo no estaba cerca, era el único que sabía, se reiría en esa casa. Al darse la vuelta por completo vio a Heero riendo, nunca lo había visto ni siquiera sonreí y ahora él estaba riendo a carcajadas - has cambiado Yuy! -- Te parece? - dijo Heero dirigiéndole una mirada penetrante. -- Yo no estaba de acuerdo en que Maxwell estuviera aquí. Tú eres demasiado frió para una persona como él. -- Ah sí? Y ya cambiaste de opinión? - cuestiono Heero cruzando los brazos. -- No del todo... - dijo viéndolo a los ojos - pero comienzo a hacerlo - dijo sonriendo - bueno, ya que no puedo ir con Quatre, me iré a preventers a ver que información obtenemos de Tsubarov. -- Puedo pedirte un favor? - cuestiono Heero sin descruzar sus brazos. Wufei volteo a verlo extrañado. Heero pidiendo favores?. -- Claro -- Podrías avisar que mañana no habrá escuela? -- Claro, ya sé a quienes avisarles. -- Me imagino que sabes, te vi varias veces hablando con ellos. - Wufei se sorprendió y él que había pensado que había sido discreto. -- Nunca dejaras de ser el soldado perfecto - dijo Wufei abriendo la puerta y saliendo de ella. Pero Heero le alcanzó en el marco para aclarar. -- Ya no soy un soldado y no soy perfecto. - Wufei volteo y sonrió. -- No ser perfecto es lo que te hace humano. Cuídalos a los dos - le dio la espalda y agito su mano en despedida.
Heero cerro la puerta al tiempo en que vio como Duo salía de la habitación donde descansaba ahora Sa'îd.
HABLANDO CON EL CORAZÓN
"Vi a Heero cerrando la puerta, supongo que Wufei ya se había marchado. Parece que aun que Quatre este lejos, siempre puede ayudarnos. Vi la mirada de Heero penetrante, inquisidora... Creo que quiere preguntarme como esta el pequeño"
-- Esta bien, aun algo asustado, pero bien. - me adelanto a su pregunta. -- No debió irse con un extraño - me dice Heero sumamente molesto y caminando de forma decidida hasta la puerta. No puedo creer lo que veo en su rostro. -- Espera Heero a donde vas? - me atravieso a su paso cuando veo que piensa irrumpir en la habitación molesto. -- A decirle unas cuantas cosas a ese niño bobo! - me confirma mis sospechas, quiere regañarlo, no puedo permitirlo, no puedo. -- No! - lo detengo por el brazo, jalándolo hasta la sala. -- Duo! -- No voy a permitir que le digas nada, el no tuvo la culpa, Max lo engaño y lo último que necesita ahora es que lo regañes. - Heero me observo en silencio, yo no había separado mi vista de él en ningún momento - Sa'îd necesita ahora mucho cariño, mucha comprensión. No sabes lo que Max estuvo a punto de hacerle... vistes sus heridas?, Él esta asustado y lo estará por un tiempo. No confiara en nadie y si no lo ayudamos eso no lo va a superar. Entiendes Heero?... además ahora esta dormido, el medico le aplico un sedante para que lo hiciera, no despertara en toda la noche. Y por la mañana no permitiré que le digas nada que no sea agradable.
"Sentí como mis ojos comenzaban a llenarse de lagrimas. Y le di la espalda a Heero. Por mi cabeza pasaban cosas que yo mismo viví y no quería que él me viera en esas condiciones..."
"Pase mi brazo por mis ojos para limpiar mis lagrima que ya comenzaban a salir."
-- No... no permitiré que lo regañes - dije con voz entre cortada.
"Entonces sentí los brazos de Heero rodearme por la cintura. Mientras su cabeza se recargaba sobre mi hombro y me susurraba de forma tranquila y serena"
-- Que fue lo que te paso Duo?
"Que me paso?... que me paso?... algo terrible, eso fue lo que me paso. Algo con lo que aun vivo y me asusta por las noches. Algo que me mantiene despierto largas horas y cuando logro dormir me despierta con un grito de terror..."
-- Yo... yo... - trato de articular palabra para decirle, pero no puedo. Mis lagrimas comienzan a caer por mis mejillas hasta mojar los brazos de Heero que aun me abrazan con fuerza. - Yo... nunca se lo he dicho a nadie... - alcanzo a balbucear. -- Confía en mi - escucho la voz de Heero serena, mientras me abraza mas fuerte a su cuerpo - necesitas desahogar ese dolor que aun vive dentro de ti. -- Heero!...
"Siento que sus manos se separan despacio de mi cuerpo para tomarme de los hombros y muy despacio voltearme a él. Hace cuanto que no lloró como lo hago ahora?, Que no lloro conscientemente, por que en seños he llorado mucho mas?"
"Heero me conduce pacientemente hasta el sillón. Confiar en él?... yo confió ciegamente en él... pero como decirle lo que paso?, Como?... sin embargo mi voz sale desde lo más hondo de mi corazón, al sentirlo tan cerca de mí. No quiero decírselo, pero... quizá es hora de que alguien, además de mí, lo sepa..."
-- He querido olvidarlo... por mucho tiempo he guardado este secreto - murmuro calladamente, hablando para mí mismo. No me atrevo a levantar la vista de mis manos que descansan sobre mis piernas - yo... yo tenía apenas un año menos que Sa'îd y vivía con el padre Maxwell y la hermana Helen. Iba a la escuela muy cerca de allí. El padre Maxwell cumplía años y yo quería regalarle algo. Al pasar por una tienda, vi las cruces de plata, pero eran demasiado caras para un niño como yo. Yo le había prometido al padre Maxwell no volver a robar, así que la cruz estaba fuera de mi alcance. Pero cada vez que pasaba por ese local observaba las cruces en el aparador. Yo deseaba regalarle una de esas hermosas cruces al padre Maxwell... Una tarde al salir de clases y pararme de nuevo frente al aparador, un hombre al que conocía, ya que vivía en la última casa a la que había sido enviado, me ofreció comprar la cruz para mí, a cambio de un favor... - apreté mis dientes al recordar, mientras las lagrimas volvían a hacerse presente en mis ojos - le regale al padre Maxwell la cruz de plata y le dije la verdad de cómo la había obtenido. Yo le haría un favor a ese hombre, pero aun no sabía cuál. El solo me dijo que me buscaría después... y lo hizo.
"No pude evitar el poner la cabeza entre mis manos, recordaba lo que hice, lo tonto y confiado que había sido."
-- Él... él me busco una tarde y me llevo a un callejón alejado de la iglesia, cerca de la antigua casa que ocupaba con la pandilla de niños con los que estaba. Yo... yo... - no puedo evitar que mis lagrimas resbalen por mis mejillas. Puedo sentir como Heero pasa sus brazos sobre mi espalda para abrazarme, yo no puedo contestar a su abrazo hasta no decirle - yo le había prometido... lo había hecho y me lo repitió muchas veces... yo no quería... pero... - sentí los brazos de Heero apretarme aun más - no hubo nadie que me ayudara, nadie estaba cerca... él... él... -- Duo... - sentí el dolor en la voz de Heero, no era necesario que le dijera más. Mis lagrimas eran suficientes, él me entendió sin que explicara. Pero yo tenía que continuar. -- Tenía siete años y él me forzó y no fue solo esa vez... - Heero me abrazo mas fuerte, yo tuve que detenerme de sus hombros, mis lagrimas habían comenzado a mojar su camisa - cuando ocurrió la tragedia en la iglesia, por mucho tiempo creí que aquel hombre estaba entre las 256 victimas. Sentí un profundo alivio el solo imaginar que había muerto. Pero el día en que me encontré con el doctor G, ese día huía de él. Por que de nuevo lo vi, estaba vivo!, Y de nuevo quería forzarme, pude ver en sus ojos el deseo. Ya no era aquel niño de 7 años inocente y asustado. Corrí hasta entrar a la bodega de alimentos de la nave del doctor G. Robaría comida y al mismo tiempo huía de ese bastardo.
"Sentía mucho dolor, mucho dolor al recordar todo lo que había pasado."
-- Eras solo un niño - escuche las palabras de Heero. -- Si, era un niño. Pero aun ahora no he podido superarlo. Lo que me paso entonces me ha hecho que no pueda mantener una relación con alguien. Cuando tuve la edad necesaria comencé a tener relaciones para tratar de olvidar lo que me paso. Pero siempre era lo mismo, siempre las sensaciones placenteras se mezclan con las imágenes dolorosas. -- Te comprendo - dijo Heero con voz serena - por que yo pase por lo mismo... - mis ojos se abrieron en sorpresa al escucharlo y levante un poco mi rostro para verlo. -- Tu?, Pero como? - dije abrazándolo fuertemente - acaso... Odin Low? - pregunte. -- No, Odin Low solo me enseño el manejo de las armas. Eso fue parte de mi entrenamiento militar cuando estaba con el doctor J. -- Te forzaron? -- Solo al principio... según ellos era para enseñarme a tolerar el dolor. Pero en algún momento, dejo de ser doloroso y llego a ser placentero. -- Heero... - dije ahogadamente, mientras mis lagrimas seguían cayendo. -- La única forma de superarlo es hablando o escribiendo. Tienes que echar fuera todo lo que sientes... -- Heero... - dije abrazándolo fuertemente - yo sentía odio, frustración, coraje. Al mismo tiempo me sentía culpable, la basura más grande del mundo - dije llorando de nuevo -- Sigue... llora Duo, es lo mejor.
"Me abrasé a Heero llorando como solo una vez lo había hecho. Como solo había llorado el día que murieron los seres a los que más había querido."
"Sentí las manos de Heero masajeando mi espalda, haciéndome sentir mejor. Él había pasado por lo mismo que yo y entendía lo que yo siento. Mi llanto se fue calmando, al mismo tiempo en que comencé a sentir mis párpados pesados. Nunca había tenido la confianza para contar lo que me paso a nadie. La mascara de alegría la usaba con todo mundo, incluso con el padre Maxwell y la hermana Helen."
Duo se quedo dormido en los brazos de Heero. Por fin había descargado aquello que le pesaba en el corazón...
Heero lo tomo en brazos y lo condujo a su recamara, Sa'îd ocupaba la cama que solía ocupar Duo, así que se quedaría con él esa noche y... todas las que restaban...
***
"Me siento libre, como si me hubieran quitado un gran peso de encima. No temo a la oscuridad de la noche, ni a los posibles sueños que puedan venir con ella... Hablar... solo hice eso, hablar y me siento como si hubiese aventado con ellos todos los años de amargura y frustración. Ahora si puedo reír de forma verdadera... de una forma real... ya jamás he de fingir una alegría que realmente no siento..."
"Heero..."
-- Heero... - alcanzo a pronunciar calladamente, mientras puedo sentir como alguien retira la playera con la que había llegado.
"Entre abro los ojos al sentir frío y me topo con el mar azul de su mirada, me observa detenidamente y siento como mi corazón late apresurado. No estoy dormido, él esta a mi lado."
"Intento abrir la boca para decir algo, pero no sale ni una sola palabra de mis labios. Él no ha dejado de verme y su mirada me perturba como antes, siento como el color llega a mis mejillas. Pero lo único que ilumina la habitación es una débil luz que proviene de una lámpara sobre el tocador."
-- Solo intento ponerte la ropa de dormir - me dice Heero por fin rompiendo el hechizo en el que me había sumido su mirada.
"Sonrío un poco mientras muevo mi cabeza a un lado y veo la ropa que esta en el suelo. La playera rota, con manchas de sangre y lodo. La camisa a un lado y sobre una silla, la ropa con la que suelo dormir..."
-- Estoy bien, puedo hacerlo yo mismo - digo poniéndome de pie para terminar de hacer lo que Heero hacía.
"Vi sobre la silla la ropa, así que termine de desabrochar mi pantalón, podía sentir la mirada de Heero en mi. El estaba sentado en el borde de la cama observándome. Me detuve por un momento y voltee para mirarle. Sus ojos se clavaron en los míos por eternos segundos... dormiríamos juntos!!, en su cama!!, por que Sa'îd esta en la mía..."
"Siento como un calor comienza a acalorarme cuando antes tenía frío... Un intenso rubor cubre mi rostro... y veo como Heero se levanta para quedar de frente a mi."
"Mi corazón late aun más apresurado ante su cercanía... su aroma, el aroma inunda todo el cuarto y llena por completo mis sentidos."
"Me pierdo en el mar azul de sus pupilas, no puedo pronunciar ninguna palabra. Mi piel reacciona ante su cercanía. Vuelvo a intentar abrir mis labios para decir algo, pero es Heero quien habla primero."
-- Si prefieres puedo dormir en el sillón - me dice retirando su mirada, pero doy un paso armándome de valor para acercarme a él. -- No - murmuro - yo... yo... - no se que quiero decirle, solo se que no quiero estar solo y Heero solo me observa.
"Cierro los ojos por un segundo, pero los intensos latidos de mi corazón me impiden tranquilizarme. Puedo sentir el calor de la piel del cuerpo de Heero al acercarse y siento los brazos de él sobre mi espalda desnuda. Me abraza de una forma cálida, lo necesito tanto... tanto que sin pensarlo subo mis brazos para corresponder a su abrazo. Realmente lo necesito tanto..."
"Pero en mi mente se formula una pregunta: Donde quedo Relena?. Por que Heero me abraza de esa forma? Que paso con ella?... logro apartarme un poco de él para poder preguntarle por ella."
-- Te iras con Relena? - le pregunto viéndolo a los ojos, pero el me observa sin cambiar su semblante. -- No - me contesta de forma fría, mientras vuelve a abrazarme.
"Algo dentro de mi me recrimina por preguntarle diciéndome que eso que diablos importa ahora. Si ella importará Heero no habría ido a buscarme. O si? No, no habría ido a buscarme... estoy seguro. Pero esa vocecita en mi cabeza vuelve a preguntarme. Y Si solo es un juego como dijo ella?..."
-- Heero... te casaras con Relena? - pregunto sintiendo que si su respuesta es si, me moriré allí mismo. Siento como me separa de su pecho y veo en sus ojos una especie de furia. -- Le creíste? - me pregunta en respuesta. Pero yo solo le observo sin emitir ningún sonido. Heero apoya su frente en la mía y puedo escucharlo contestarme - te dije que no te dejaría y no lo haré. Jamás le prometí regresar para casarme, fue algo que ella quiso pensar.
"Esta vez soy yo quien lo abraza, por que ella ya no importa más y yo no soy el juego que quiso hacerme pensar."
-- Déjame ayudarte - me dice al oído en forma de murmullo, pero no entiendo sus palabras. -- He?... -- Déjame ayudarte - vuelve a repetirme, mientras siento como sus labios depositan un suave beso sobre mi cuello y una de sus manos arranca la cinta de mi trenza para deshacerla.
"Mi cuerpo reacciona ante ese simple roce de sus labios sobre mi cuello, lanza corriente eléctrica a través de mi piel que me hace temblar ligeramente..."
"Sus labios tibios comienzan a recorrer mi cuello, depositando pequeños besos y mordisqueando mi piel; mientras sus manos se mueven despacio sobre mi espalda, amoldándome mas a su cuerpo... enrollado sus dedos entre las hebras de mi cabello."
-- Déjame ayudarte Duo... - vuelve a repetirme suavemente al oído mientras siento su lengua introducirse en mi oreja, produciéndome otro estremecimiento.
"Un 'Mmmmm' se escapa de mis labios de forma inconsciente."
"Cierro los ojos dejándome llevar por las sensaciones que Heero despierta en mi."
-- No lo hagas - escucho que me dice de nuevo, pero no se a que se refiera - no cierres los ojos. -- Por que? - los abro al percatarme que Heero se ha detenido y veo ahora el mar azul cobalto de sus ojos. -- Quiero que estés conciente de que soy yo, no cierres los ojos - me dice mientras reanuda sus caricias sobre mi cuerpo.
"Vuelve a besar delicadamente mi cuello, lanzando mi cabeza ligeramente hacía atrás. Trato de hacer lo que me pidió, quiero dejar mis ojos abiertos, pero no resisto el cerrarlos al sentir con que delicadeza toca mi cuerpo... siento que mi sangre quema por dentro, siento como con cada caricia de sus manos sobre mi espalda va dejando senderos de fuego sobre mi piel."
"Tiemblo, estoy temblando ante los seductores besos que Heero deja sobre mi piel..."
"Siento como mi respiración se detiene al compás de sus besos, para reanudarse de forma mas acelerada... Siento su respiración igualmente acelerada..."
"Comienzo a levantar yo mismo mis manos para comenzar a desabrochar los botones de su camisa. Quiero sentir su piel caliente entre mis manos, tocar su firme estomago, su pecho. Acariciar delicadamente su piel como lo hace él. Quiero besarlo, quiero tocarlo, quiero amarlo como él lo hace...
-- Aaahh Heero - escapa un gemido de mi garganta al sentir sus labios sobre mi pecho desnudo, haciéndome olvidar todo lo que pensaba.
"Su lengua juega con mis pezones endurecidos, los muerde, los besa, los chupa..."
-- Heero!...
"Sube lentamente para besar mis labios de nuevo, sutilmente, delicadamente, se siente como una caricia sobre mis labios. Pero entonces siento su lengua urgiéndome a abrir los míos. No opongo resistencia, quiero sentir de nuevo su sabor en mi boca. Ese sabor dulce y salado..."
"El beso se hace cada vez mas urgente, mas salvaje. Respondo a cada beso suyo, cada vez mas posesivo, cada vez mas urgente... una de sus manos se separa de mi espalda, siguiendo un camino conocido sobre mi estomago."
"Siento que mi cuerpo reacciona, como si corriente eléctrica corriera por mis venas. Me siento arder por dentro y un ligero cosquilleo recorre mi estomago hasta llegar a mi entrepierna. Mi miembro reacciona ante sus caricias, irguiéndose ante él."
"La mano de Heero llega hasta mi pantalón, puedo sentir su mano sobre la tela bajando poco a poco hasta llegar a mi miembro endurecido por las caricias. Delicadamente siento sus dedos moverse sobre la tela, buscando la entrada correcta hasta dar con ella."
-- Ah Heero! - abro los ojos en sorpresa poniendo mi mano sobre su muñeca al sentir su mano sobre mi miembro. -- Si Duo, abre los ojos, no los cierres - me dice mientras vuelve a besarme y su mano se mueve mas urgente sobre mi miembro endurecido.
"Mis manos cobran vida, le retiro la camisa a Heero para poder besar sus hombros, mientras su manos se mueve frenéticamente en mi."
"Siento como su mano sale de mi pantalón para comenzar a bajarlo, mientras el baja junto con él. Besando y acariciando mi cuerpo..."
-- Heero! - digo viéndolo hacía abajo. El solo levanta un poco la cabeza para verme mientras me dirige una especie de sonrisa.
"Mi pantalón esta en el suelo y siento un estremecimiento cuando siento como Heero termina de bajar el boxer que me cubría dejando al descubierto mi miembro totalmente despierto. El cual ha dejado escapar algunas gotas de semen."
-- Heero... yo.. yo... - digo nerviosamente cuando siento sus labios sobre él. - aahhh - escapa un gemido de mi garganta. Me gusta, me gusta mucho lo que hace.
"Heero succionaba, besaba, acariciaba con su lengua... nada parecido a aquello que soñé, era mucho mejor, me sentía explotar por dentro, mi piel ardía y mi corazón se estaba a punto de estallar."
-- Aaaahhh Heero!! - dije sujetándolo fuertemente de los hombros.
"Me sentía explotar, sentí como el dolor de la anticipación se clavaba en mi vientre. Estaba a punto de venirme en su boca. Pero Heero se retiro antes..."
-- No, espera Duo... - me dijo subiendo para besarme de nuevo.
"Mientras sentía sus labios calientes sobre los míos, muy delicadamente me dio la vuelta para dejarme sobre su cama. Mi ropa quedo totalmente en el suelo. Esta vez no había sonrojo, mi piel ardía y lo necesitaba tanto..."
"Al levantar un poco mi cabeza pude ver lo que Heero hacía, se terminaba de quitar también su ropa para regresar a mi lado en la cama. Los dos estábamos desnudos, piel con piel, alma con alma..."
"Levanto mis manos para tocar su estomago firme. Su piel se siente caliente, tan caliente como esta la mía. Me levanto un poco para besar su pecho y escucho como un gemido escapa de su garganta."
-- Sa'îd - murmuro contra su piel ardiendo, lo había olvidado esta en la otra recamara. -- Esta profundamente dormido - me dice Heero con la voz entrecortada levantando mi rostro para besarme - además debemos acostumbrarnos a que haya niños en casa. -- Heero! - Digo mientras le abrazo por la espalda entendiendo lo que me quiso decir con eso...
"Heero me empuja ligeramente sobre la cama quedando hincado a mis pies. Siento como abre mis piernas para acomodarse entre ellas. Puedo ver que su miembro también esta despierto y me siento sonrojar de nuevo, mientras mi corazón late apresurado."
-- Heero... - murmuro al sentirlo recostarse sobre mi cuerpo.
"Mi piel arde bajo sus manos, reacciono mientras escapan de mi garganta gemidos de placer. No puedo evitar el recordar aquel sueño y acuerdo conmigo mismo que no se compara con la realidad."
"Siento la lengua de Heero sobre uno de mis pezones, lo muerde haciéndome estremecer aun mas. Escucho mi nombre en sus labios, y sonrío un poco, se escucha como una melodía a mis oídos."
"Pero al cerrar los ojos de nuevo, veo aquellas imágenes. Por que no puedo borrarlas de mi memoria?. Aferró mis manos a la colcha de la cama y me tenso."
-- Abre los ojos Duo - escucho de nuevo la voz de Heero y reacciono antes de que mi cerebro procese sus palabras - si vas a sujetar algo que sea mis manos, mi cuerpo, no te sujetes a la colcha de la cama.
"Siento las manos de Heero deshacer mi agarre sobre la colcha y entrelaza una de mis manos con las suya. Otra de mis manos sube por su espalda y vuelvo a escuchar en mis oídos un jadeo de placer que escapa de sus labios."
-- Duo... - escucho la voz sensual de Heero, me estremezco al escucharlo.
"Mi mano baja para sentir su miembro entre mis dedos..."
-- Ahh... Duo - vuelvo a escucharle, me gusta ver su rostro sonrojado por las caricias de mis manos sobre su cuerpo.
"Entonces siento como se levanta arrodillándose y separando mis piernas para quedar a la altura de su pecho. Tengo miedo... no puedo evitar dirigirle una mirada temerosa, pero se acerca para darme un beso gentil."
-- Confía en mi Duo... - le escucho, mientras veo como saca del cajón un pequeño frasco de algo.
"Mi cuerpo arde, lo necesito conmigo y siento que mi cabeza se inclina en acuerdo sin que yo lo haya pensado. Mi cuerpo reacciona de nuevo al sentir como sus manos buscan algo en medio de mis piernas y un poco mas abajo."
-- Aaaggghhh! - escapa de mi garganta un quejido al sentir que algo invade mi cuerpo y mis manos se aferran a la colcha de nuevo, mientras cierro los ojos. -- Abre los ojos Duo, mírame, toma mi mano, no la colcha.
"Pude ver la mirada de Heero, pude ver la preocupación en su rostro y sin retirar la mano de mi, tome la otra que me ofrecía. Poco a poco mi cuerpo se acostumbraba a la invasión."
-- Estas bien? - escuche que me preguntaba y de nuevo sentí que mi cabeza contestaba sin que yo diera la orden. Comenzaba a disfrutarlo.
"Entonces sentí como su dedo se movía, haciéndome sentir de nuevo algo de dolor. No tan fuerte como al principio..."
-- Mmmppphh... ahhh - escapo de mi garganta, un jadeo de placer de nuevo...
"Mi cuerpo se arqueva con los movimientos de Heero. Su mano tomaba fuertemente la mía, mientras la otra se movía dentro de mi. Primero con un dedo, después con dos, preparándome para lo que venía después."
-- Duo... - escuche la voz en un jadeo de Heero.
"Pude observarlo detenidamente, su cuerpo temblaba ligeramente, su respiración acelerada, si hablaba, hablaba entrecortado. Su piel dejaba escapar pequeñas gotas de sudor, sus ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas... yo lo amaba, lo amaba y lo necesitaba dentro de mi..."
-- Heero por favor... - dije en un jadeo.
"Heero abrió los ojos al escuchar mi suplica, tenia tres dedos dentro de mi y yo me sentía listo para recibirlo."
-- Estas seguro? - pregunto viéndome a los ojos. -- Por favor!, nunca he estado mas seguro de algo - dije sonriendo.
"Entonces sentí como retiro sus dedos de mi y tomo de nuevo el frasco que había sacado de su cajón y unto su miembro erecto con el y mi entrada. Lo sentí frío, ya que mi piel ardía..."
"Heero tomo mis tobillos para acomodarme sobre sus piernas. Fue entonces que sentí como entraba en mi de forma lenta..."
-- Ahhh - grite, el dolor era mas fuerte -- Duo quizá... -- No! - no permitiría que esto terminara, no aun. Solo necesitaba relajarme.
"Entonces pude sentir como entraba en mi de una forma menos dolorosa. Ya no sentía tanto dolor. Heero dejo que me acostumbrara a él, antes de comenzar a moverse."
-- Duo... - dijo mientras besaba la pierna que descansaba sobre su hombro. -- Ahh Heero, Heero - dije en un jadeo.
"Entonces sentí como Heero bajaba mis piernas y por instinto las entrelacé a sus caderas, sintiendo como al hacerlo, Heero entraba de forma mas profunda en mi, moviéndose al ritmo que yo mismo estaba imponiendo, lanzado sensaciones totalmente desconocidas para mi..."
-- Heero!! - grite en un jadeo, al sentir como las embestidas que daba eran cada vez mas fuertes y mas rápidas, oyendo como de sus labios salían gemidos cada vez mas fuertes.
"No me di cuenta cuando Heero había tomado mi miembro entre sus manos y al tiempo en que empujaba fuerte dentro de mi, también subía y bajaba su mano sobre él..."
"Las sensaciones eran indescriptibles, me sentía envuelto en una ola de placer que jamás había experimentado... la excitación me hacía lanzar jadeos con cada embestida."
"Siento que mi cuerpo se tensa, el placer es tanto que no podré detenerme más."
-- Heero voy... aaahhh, Heero! - grite al sentir como salpicaba la mano y el estomago de Heero con mi semilla. Pero al mismo tiempo sentí como mi cuerpo recibía la de Heero dentro de mi ser. -- Ahhh Duo... - escuche decir a Heero mientras sentía su ultima expulsión en mi cuerpo.
"Y sonreí, por que pude escuchar felizmente mi nombre al final en los labios de Heero. Por fin era suyo, completamente suyo y nadie me quitaría eso."
"Sentí como mi cuerpo se relajaba totalmente, totalmente exhausto y feliz. Mi respiración regresaba poco a poco a la normalidad. Heero había caído sobre mi, abrazando por completo mi cuerpo."
"Solo sonreía sin poder decirle nada, sin querer pronunciar palabras... estaba demasiado feliz como para interrumpir esta perfección, no quería despertar y darme cuenta que de nuevo todo fue un sueño..."
"Pero siento los brazos de Heero al abrazarme por la espalda al tiempo en que sube la cobija que con los movimientos había caído al suelo y tapa nuestra desnudes con ella. Besa mi hombro, creo que piensa que estoy dormido y realmente estoy exhausto..."
-- Te amo - murmuro al sentirlo cerca, mientras siento los labios de Heero sobre mi cuello, abrazándome aun mas a su cuerpo. -- Misión... cumplida...
"Misión Cumplida???... abro grande mente mis ojos al escucharlo y me volteo por completo a verlo."
"El esta boca arriba con una sonrisa en el rostro, la cobija ha caído a media cintura y puedo ver su pecho desnudo. Pero yo le observo a la expectativa."
-- Como que Misión Cumplida? - dijo sin entender lo que dice, pero el solo cruza los brazos bajo su cabeza y sonríe. -- Pensé que dormías... - trata de eludir mi pregunta, pero no lo dejare.
"Me agacho hasta su rostro, no me gusta esa sonrisa que muestra. Es una especie de sonrisa picara, pero él no es así. Entonces por que sonríe?"
-- Explícame que fue eso de Misión Cumplida?
"Pero al abrir los ojos, me sumerjo de nuevo en el mar azul de sus pupilas. El me observa detenidamente y no puedo decir nada. Entonces siento como con ambos brazos me atrae hasta su cuerpo, volviendo a besarme con pasión."
"Sus labios son urgentes, dejo que su lengua viaje dentro de mi boca, respondo sin importarme nada. La sangre vuelve a hervir dentro de mi y es necesario separarnos para tomar algo de aire."
-- Te lo explicare más tarde - me dice mientras me da la vuelta en la cama para quedar de nuevo sobre mi. -- Y la escuela? - digo sin pensar. -- Mañana no hay clases - me responde sonriendo, mientras vuelve a besarme - puedes quedarte dormido hasta tarde - me susurra, mientras respondo al beso de la misma forma en que lo ha hecho él...
Continuara...
Notas de la Autora:
Que capitulo tan difícil, de los 8 capítulos que llevo, este ha sido el que me costo mas trabajo escribir. Pero no diré nada del Lemon, por que si no Faby vuelve a jalarme las orejas, solo espero que lo hayan disfrutado.
En este capitulo he tratado de responder a algunas dudas que les había creado a lo largo de la historia:
1.- Que Quiere Relena con Heero? 2.- Quien es Max y por que busca a Duo? 3.- Que significan los sueños de Duo? 4.- Cual era ese entrenamiento Militar al que sometieron a Heero? 5.- Esta Wufei interesado en Duo? Bueno, con respecto a esta, ya leyeron, ustedes pueden opinar. Aun que si aun tienen dudas, sabrán un poco mas en el siguiente capitulo.
No se pierdan el final.
Agradezco a todas las que me han escrito por este fic y en especial a mis amigas Claudia y Faby, por hacerme caer en esto del yaoi (Si, siempre las voy a culpar, o lo que es lo mismo, agradecer, jejeje.)
Dudas, comentarios, tomatazos , todo será bien recibido en: maryluz_mty@yahoo.com
Gundam Wing
Por Maryluz
Pairings: 1x2, 3+4 Category: Shonen Ai, Angst, Yaoi, POV de Duo. Raiting: PG-13 yo señalo el NC-17. Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de GW, esta solo es una historia de fanáticos para fanáticos. Warnings: Shonen ai, Lima o Lemon suave, masturbación.
-- Dialogo - " Pensamientos "
CAPITULO 8
Warning: Penúltimo capítulo, este capitulo es NC-17, cargado de violencia, si alguien se siente ofendido por el contenido favor de brincarse hasta el fin.
LAS DOS PARTES DE UN PLAN
La luz de la colonia se mostraba serena. Un ligero viento permitía mover las hojas que los árboles tiraban en aquella calle desierta.
Unos ojos negros escudriñaban la escena que él mismo había propiciado. Todo marchaba según el plan...
Al ver llegar aquel carro elegante y detenerse ante la puerta de aquella casa, se sintió seguro, no esperaría mucho más. De aquel auto descendían dos mujeres. Una a la que conocía muy bien y a la otra que varías veces había visto por el satélite.
En cuanto vio que la puerta de aquella casa se abrió dejando ver a aquel que tanto deseaba, se dio la vuelta para echar a andar la segunda parte de su plan.
-- Duo... si todo marcha bien, te veré en unos minutos - murmuro mientras caminaba rumbo a la iglesia que se encontraba a la entrada de la calle por la que caminaba.
***
Unos ojos color acqua se cerraron por unos instantes, en su pecho sentía una especie de punzada, algo parecido a dolor, que le hizo detenerse momentáneamente...
-- Quatre?... - Quatre giro su rostro para toparse con un par de ojos esmeralda que le veían con preocupación. -- Estoy bien Trowa - contesto sonriendo - es solo... -- ...... - -- No, no es nada, vamos!. -- Estas seguro? -- Claro Trowa, la mansión esta sola en estos momentos debido al festejo. No me lo perdería por nada - contesto sonrojado. Trowa solo sonrió caminando rumbo a la mansión Winner al lado de Quatre.
***
"Me quede sin palabras al verla en la puerta, sus ojos sorprendidos comenzaron a recorrerme. Ella no esperaba encontrarme en casa de Heero, eso lo sabía bien, estaba sumamente sorprendida. Tan sorprendida como yo lo estaba al verla."
-- Hola Duo, me alegra volver a verte - me dijo con dulce voz.
"Como si realmente se alegrara de verme!, Pensé sarcástico. Yo sabía bien cuando usaba ese tono de voz meloso."
-- Si, claro, igualmente - no pude evitar decir de forma seca. -- Puedo ver a Heero? - pregunto enseguida. Pude ver como observaba sobre mi hombro, tratando de ver si él se encontraba detrás de mí.
"NO, NO PUEDES!, no puedes verlo, no quiero que lo veas... no puedo evitar sentir una punzada en el estomago... no puedo creer que este celoso..."
-- Claro... - digo abriendo mas la puerta para que entre.
"Por que diablos dije que sí!!!... por que diablos mi cabeza no se coordina con mi boca??"
-- Señorita Relena... - ambos volteamos a ver a la mujer que estaba detrás de ella - Estará bien? Quiere que le esperemos? -- No es necesario Cristine, pueden irse, si todo marcha bien, partiremos mañana. Además, mientras este con Heero, estaré segura - dijo sonriendo dulcemente. -- Como usted diga - y la mujer se dio la vuelta para partir con el chofer.
"Puedo ver la mirada que Relena me dirige mientras entra por completo a la casa observándome de reojo, me esta retando con ella. Es que piensa llevárselo?, NO!, Heero no puede irse con ella!!... estoy seguro que no se irá con ella!!. Pero entonces por que esta aquí ahora?"
***
Los huérfanos en la iglesia se encontraban jugando en el patio. Todos reían y corrían felices, ya que no había clases había mas tiempo para jugar con los demás niños más chicos.
Un hombre de gabardina se acercó a ellos en busca de una carita conocida. Lo vio corriendo con otros dos y se dirigió a él con la mas amplia de sus sonrisas.
-- Hola pequeño Duo! - dijo el hombre acercándose a los tres niños. El pequeño se detuvo viéndolo con los ojos sorprendidos - me recuerdas? -- Hai!!, Hola señor Max! - dijo el pequeño con los ojos violetas muy abiertos por la sorpresa - ha venido a ver al sensei Maxwell? -- Si, vengo de su casa y me ha pedido que vengas conmigo - El pequeño Duo dudo. -- Ir con usted? Por que no vino el sensei? - Max sonrió, ya se esperaba la reacción del niño y lo tenía previsto. -- Él nos alcanzara mas tarde, me dijo que querías una cruz de plata como la que él trae. Así que te voy a llevar a donde las venden - El pequeño abrió los ojos en sorpresa. -- Sii!!, voy con usted - dijo sumamente emocionado extendiendo la mano para tomar la de Max mientras volteaba a ver a los otros dos niños- enseguida regreso. -- No Duo, no vayas, los senseis han dicho que no debes hablar con desconocidos, mucho menos irte con ellos - dijo Salîm tratando de detenerlo. -- Max no es un desconocido, es amigo del sensei Maxwell - replico el de los ojos violetas. -- Duo, no te vayas con él! - insistió el pequeño Nadîm. -- No se preocupen niños, su sensei Maxwell me conoce muy bien. Solo iremos por aquí cerca - dijo Max apuntando las calles frente a la iglesia - además, él nos alcanzará en unos minutos, yo solo me adelanto para que el pequeño vaya viendo las diferentes cruces que hay en el local.
Tanto el pequeño Duo como Max se alejaron del patio de la iglesia, mientras los dos niños se veían entre sí preocupados. El sensei Yuy siempre les decía que no hablaran con extraños. Y aun que Max afirmaba ser amigo del sensei Maxwell, ellos no lo conocían.
-- Vamos! - dijo Salîm corriendo, mientras tomaba a Nadîm por la manga de la playera. -- A donde vamos? - pregunto Nadîm. -- Hay que avisarle al sensei Yuy... -- Pero el padre Sthepen nos ha dicho que no salgamos de la iglesia. - dijo Nadîm preocupado mientras seguía a Salîm. -- Tendremos que desobedecer...
Max volteo de reojo a ver a los otros dos pequeños que habían acompañado al pequeño Duo y los vio correr en dirección a la casa del trenzado. Sonrió para sí mismo, los niños eran listos y eso le ayudaba a la segunda parte de su plan. Todo marchaba según lo planeado y sonrió viendo al pequeño que le acompañaba.
-- Si las cosas no salen como las tengo planeadas - pensaba para sí mismo mientras volteaba a ver al pequeño Duo- tengo como cobrarme... - sonrió al pequeño que le contaba algunas cosas felizmente - el niño es lindo, es como tener a Duo unos años mas chico, ya que habla tanto como el mas grande.
***
"Ella pasó a la sala de la casa y comenzó a recorrerla con la vista, tal como lo hice yo la primera vez que vine. Pero creo que ella no la aprueba, puedo ver como inclina sus cejas en disgusto."
"Por fin voltea a verme, yo no he querido decir nada esperando que sea ella la que pregunte por él."
-- Y donde esta Heero? - preguntó por fin. -- En... - comencé apuntando hacía el pasillo de las recamaras, cuando vi que Heero apareció. -- Heero!!! - dijo ella interrumpiéndome al verlo.
"No puedo evitar el ver su rostro, brilla al verlo, no cabe duda que ella lo ama. Su voz se torna melódica y sus pupilas se dilatan un poco. Ella le ama..."
"Le ama como le amo yo..."
"Cuando volteo a ver el rostro de Heero, veo que él le observa con la mirada fría. Pero su mirada no me dice nada, el siempre nos ha visto así. Él sabe como ocultar muy bien sus sentimientos."
-- Que haces aquí? - preguntó por fin Heero, ella se acercó a él, ignorándome por completo. -- Tenía tantas ganas de verte Heero, no sabes cuanto ansiaba estar cerca de ti de nuevo...
"Pero Heero no le dijo nada, ella estaba emocionada de verlo y yo me moría de los celos y Heero solo permanecía con los brazos cruzados viéndola de forma fría. Si por lo menos hubiese aparecido como se fue, pero no. Él estaba ahora arreglado..."
-- Me gustaría hablar contigo Heero - dijo volteando a verme - a solas. -- Yo... yo estaré afuera - dije comenzando a caminar rumbo a la puerta. Heero solo me vio en silencio. Pero no me pidió quedarme. Sus ojos azul cobalto se fijan en mis ojos, no sé si sabrá la forma en la que me siento ahora... -- Gracias Duo - me dijo de nuevo ella, pero su mirada brilló por un momento. Ella voltea a ver de nuevo a Heero, mientras yo abría la puerta - He venido a buscarte, como fue nuestro trato...
"Trato?... Cuál trato?... no pude evitar verlos de reojo."
-- Te di un año para que te divirtieras, ahora si podemos casarnos...
"Cerré la puerta detrás de mí escuchando las últimas palabras de Relena..."
"Sentí que la fuerza que sostenían mis piernas se iba y me recargue de lleno en la puerta, evitando con ello caer al piso..."
"Un año para divertirte?... casarnos?..."
"Es que eso era yo para Heero?, Solo una diversión antes de casarse con ella? Yo solo era su diversión?... Un juego!!..."
"No pude evitar sentir un terrible dolor en el pecho. Yo había descubierto a su lado cuanto me importaba y le había creído que para él yo también era importante y estuve a punto de entregarme por completo. Pero ahora entiendo que solo era una diversión... solo eso... una diversión, nada de importancia..."
"Pero entonces?... por que me pidió quedarme a trabajar con los niños ayudándole? O es que él pretendía dejarme a cargo de los niños mientras regresaba con ella?... era por eso que no debía preocuparme por una casa? Por eso era su desesperación por retenerme? Por que yo podría quedarme a cuidar a los niños?..."
"-- No es verdad - agito mi cabeza en negación... --No es verdad- vuelvo a repetirme tratando de convencerme a mí mismo que aquello que escuche de labios de ella es una mentira..."
"--Pero si lo fuera?... No!...- vuelvo a negármelo a mí mismo... -No puedo creerlo, necesito que él me lo diga..."
"Volteo a ver la puerta cerrada de la casa, estoy decidido a que me diga la verdad, no me importa que ella este presente. Doy un paso y sostengo el picaporte para abrir... respiro hondo, sé que será un trago amargo si él me llega a decir que sí, que efectivamente solo he sido un juego para él. Pero estoy dispuesto a afrontarlo."
-- Sensei Maxwell!!!
"Volteo al escuchar que alguien me llama de forma desesperada y veo como Salîm y Nadîm llegan corriendo hasta mí."
-- Niños que sucede?, Por que están aquí?, Por que llegan corriendo? - digo inclinándome ante ellos. -- Sa'îd... Sa'îd - me dicen entrecortadamente. -- Esperen, respiren profundo y ahora si díganme. Le paso algo a Sa'îd? - digo comenzando a preocuparme. -- Sa'îd se fue con un hombre malo!! - me dice Nadîm -- Que? - me preocupan sus palabras. -- No es verdad sensei, Sa'îd se fue con un hombre que dijo que era amigo suyo y que iba a llevarlo por una cruz de plata como la de usted. Pero no nos gustó el que usted no fuera con él y Sa'îd pareciera conocerle. - dijo Salîm. -- Esperen un momento - dije tratando de entenderles - Sa'îd se fue con un hombre? -- Hai! - dijeron los dos al mismo tiempo. -- Saben el nombre de ese hombre que dijo ser mi amigo. -- Max, dijo que se llamaba Max... - dijo Salîm muy seguro.
"Max... no puede ser el mismo Max de L2, por que se lo llevó? Por que a Sa'îd?, Me levante a toda prisa sumamente preocupado."
-- Niños!, Por donde se fueron? -- Por los callejones que están al frente de la iglesia - me dijo Salîm. -- Miren niños, el sensei Yuy esta ahora ocupado con una visita. No lo vayan a interrumpir. Cuando salga, cuéntenle lo que me dijeron, pero hasta que salga, no antes. Quédense aquí, yo iré a buscar a Sa'îd. Bien? - dije viéndolos a ambos. -- Hai! - me contestaron los dos.
"Yo salí corriendo en busca de mi niño. No sabía por que Max se lo había llevado, pero no debía ser para nada bueno. De momento no me importa Relena y Heero, ya tendría tiempo después para aclarar las cosas con él. De momento solo me importa mi pequeño niño."
"Por que él?, Si Max quiere algo, por que no lo vio conmigo?,
"No puedo evitar que por mi mente pasen las terribles imágenes de mis recuerdos... es acaso que Max pretende lo mismo con él?... No, no puedo permitirlo..."
"Tengo que llegar... tengo que detener cualquier cosa que ese tipo le quiera hacer a mi pequeño. No puedo permitir que él pase por lo mismo que yo he pasado y sigo pasando cuando sueño..."
***
La ropa comenzaba a caer de forma lenta sobre la alfombra, formando parte de la misma, en aquella enorme habitación perteneciente al mas chico de los expilotos de los Gundams.
Una risa nerviosa escapaba de los labios sonrosados de aquel chico de piel de porcelana al ser desvestido poco a poco por unas manos largas y morenas que conocía bien y que ansiaba le recorrieran de la forma en que lo hacía ahora.
Sus ojos color acqua recorrían la figura esbelta y elástica del chico frente a él. El sonrojo cubría por completo su rostro. Para ambos, lo sabía, sería la primera vez.
Pero algo en su pecho le impedía disfrutar el momento. Desde que caminaba en compañía de Trowa, había estado sintiendo una especie de desesperación en su pecho, algo que oprimía su corazón. Y los ojos verdes y observadores de Trowa no habían perdido detalle de ello.
-- Quatre, estas seguro de que estas bien? - volvió a preguntar Trowa cuando vio como Quatre se sentaba en la cama sin la camisa y con la mirada baja. Quatre levanto la vista para ver los ojos verdes preocupados de Trowa. -- Yo... lo siento Trowa - Trowa se sentó a un lado de Quatre al ver la palidez en el rostro de su ángel. Y pasando la mano por la frente del mas chico, pregunto con mucha preocupación. -- Que sucede? - Quatre llevo las manos a su corazón, estaba preocupado, sabía que algo ocurría, algo malo. -- Es Duo... -- Pasa algo con Duo?
Trowa conocía bien el don que tenía su ángel, sabía que podía sentir como se encontraban sus compañeros y si ahora decía que a Duo le pasaba algo, era por que realmente Duo tenía algún problema.
-- Duo esta sufriendo... hay algo... alguien que le preocupa - los ojos de Quatre se cristalizaron por un momento al ver los ojos de Trowa. -- Heero? -- No... Heero también pasa por algo en estos momentos, pero no es por Heero por quien Duo esta sumamente preocupado. -- Crees que debamos buscarlo? -- Sí...
***
Los callejones frente a la iglesia lucían algo oscuros, la escasa luz de la colonia no atraviesa entre las paredes y techos de aquellos edificios que asemejan bodegas abandonadas. Muchas están solas y en muy mal estado.
-- Es por aquí? - pregunto Sa'îd mientras aun caminaba de la mano de Max. -- Sí pequeño, por aquí. -- Esta muy oscuro, no sabía que por aquí hubiese alguna tienda? -- Y no la hay...
El pequeño Duo volteo a ver al hombre que sonreía, mientras sacaba de la bolsa del pantalón una llave para abrir una de las maltrechas puertas de aquel callejón. Sa'îd trato de soltarse de la mano de Max con un fuerte tirón, pero Max le sostenía muy fuerte por la muñeca.
-- A donde tratas de ir pequeño Duo?, La fiesta apenas va a comenzar - dijo sin perder la sonrisa. -- N... no, déjeme!! - dijo tratando de soltarse de la mano de Max, pero Max abrió la puerta y de un fuerte empujón lo arrojo dentro de la bodega.
Sa'îd choco contra el sucio suelo de la bodega. Levantando apenas su carita, vio horrorizado como Max se aproximaba de forma lenta hasta él.
-- Por que no le hablas a tu sensei Maxwell, he pequeño Duo?, Estoy seguro que el te ayudaría encantado - dijo Max caminando de forma lenta.
Sa'îd se levanto tambaleante del suelo, tratando de acostumbrase a la oscuridad que reinaba dentro de la bodega. No se veía ninguna puerta por la que pudiera escapar. Solo estaba aquella por la que le habían obligado a entrar, así que corrió pasando por un lado de Max, llegando hasta la puerta y jalando con todas sus fuerzas sin poder abrirla.
Max encendió un fósforo para tratar de prender un cigarro, mientras soltaba una carcajada que retumbo en la vacía bodega.
-- La única forma de que esa puerta se abra, es que la abran con esto - dijo moviendo las llaves que sonaron en la oscuridad. -- Déjeme salir!! - gritó Sa'îd asustado recargándose en la puerta de la bodega, no sabía por que estaba allí, solo quería salir, ahora se arrepentía de no haberle hecho caso a sus amigos. -- No, no vas a salir de aquí - dijo Max lanzando el cigarro apagado al suelo mientras se aproximaba hasta donde estaba el pequeño.
Sa'îd volvió a correr para tratar de pasar por un costado de Max, pero esta vez, Max extendió los brazos para atraparlo.
-- No, suélteme!!, Suélteme!!! - gritó el pequeño. -- Grita!, Grita pequeño!!! Grita mas fuerte!! - comenzó a decirle Max, mientras comenzaba a romperle la playera. -- Sensei!!!... sensei!!! -- Mas fuerte!!!
Duo llegó corriendo hasta los callejones que estaban frente a la iglesia. Se sentía asustado por que Max se hubiese llevado a su niño. Sabía por Heero que Max era un ex dirigente de colmillo blanco y además parecía interesado en él. Pero no sabía por que Sa'îd?, Por que él? Quizá solo era una forma de presionarlo a él para algo. Pero eso no lo sabría hasta no hablar con Max.
"Dónde estas Sa'îd?, Dame alguna señal, dime por donde te has ido?, Ya llevo tres callejones recorridos y no te veo. Por favor, por favor Sa'îd!!"
-- Sensei!!! - pudo escuchar a lo lejos.
"Estoy seguro que esa era la voz de Sa'îd, estoy seguro que era la voz de él, pero donde?, Dé donde viene?"
"Se escucho entrecortada, asustada, esta llorando..."
-- Sa'îd!! - grito para ver si me responde... pero no le vuelvo a oír.
***
Los ojos azules de Relena recorren la figura estoica de Heero. El no le ha pedido que tome asiento, pero ella aun así caminó hasta la sala para sentarse coquetamente en el sofá.
-- No me dices nada Heero? - dijo con la más amplia de sus sonrisas esperando que Heero respondiera algo - ya ha pasado mas de un año desde nuestro acuerdo, por eso he venido para casarnos. -- Relena - por fin Heero hablo y los ojos de Relena se agrandaron expectantes - yo no hice ningún trato contigo. -- Si lo hiciste Heero! - dijo ella levantándose para verlo a los ojos. -- ...... - Heero solo la observo con los brazos cruzados y la mirada fría. -- El día que me dijiste que te ibas, te dije que estaba bien, que podías irte, que te divirtieras, pero que en un año regresarías para casarnos. -- Recuerdas lo que té conteste? - dijo Heero con la mirada clavada en ella. -- No me contestaste nada, por eso lo tome como un si - dijo ella acercándose a él. -- Te dije que buscaras tu felicidad... - respondió Heero de forma fría. -- Pero mi felicidad eres tu! - replico Relena. -- Pero tu no eres la mía... - Relena le observo con enojo al escuchar las últimas palabras de Heero. -- Por que Heero? Es por él verdad? - dijo Relena mostrando por primera ves algo de enojo en su voz también - es por Duo? -- Si - contesto Heero después de unos segundos de verla a los ojos. -- Siempre fue por él... - dijo ella con voz melancólica dándole la espalda - yo ya lo sabía y trate de engañarme. Trate de pensar que te ibas conmigo por que sentías algo por mí. Pero que tonta fui... te ibas conmigo por tratar de olvidarlo a él... y yo siempre lo supe... siempre... Supe que sentías algo por él, desde el momento mismo en que lo conociste, cuando tuvo la osadía de dispararte dos veces en aquella base militar. Pero cuando decidiste cuidarme, pensé que tu... - dijo poniendo las manos en el rostro, aun dándole la espalda. -- No debí haberte acompañado... te hiciste ilusiones... -- Y todo este tiempo guarde la esperanza de que regresaras a mí... pero tu has estado con él, todo este tiempo... - dijo ella comenzando a sollozar. -- Duo solo tiene aquí una semana. -- Una semana! - dijo Relena quitando las manos del rostro y volteando a verlo de nuevo con la mirada esperanzada y lagrimas en los ojos - entonces... tu y él? -- No. -- Heero, entonces aun tenemos una oportunidad, sí tan solo tu... -- No. -- Pero Heero, que clase de vida llevarías con él?, No podrían vivir como lo haríamos nosotros. No podrían tener hijos, conmigo sí... -- Eso es algo que nosotros solucionaríamos - comento Heero de forma fría. -- Por favor Heero! Cásate conmigo!!, con él no puedes casarte! -- Si puedo - fue la fría respuesta de Heero. Los ojos de Relena chispearon de rabia. - aquí y en L5 esta permitido. -- Yo no aprobé esa ley - murmuro molesta, 'pero ellos eran más', pensó para si misma. Para después cambiar su mirada de nuevo - Por Favor!, cásate conmigo... -- No Relena - fue la fría y contundente respuesta de Heero.
***
Max arrastro a Sa'îd de la mano hasta la pared al fondo de la bodega. El niño estaba haciendo esfuerzos por no llorar y eso le gustaba, era un niño fuerte.
-- Por que no sigues gritando pequeño Duo? -- Déjeme!!! - grito de nuevo tratando de quedarse en su lugar, pero Max era más grande y fuerte, por lo que sería imposible para Sa'îd detener su arrastre. -- Mira lo que tenemos aquí - dijo Max mostrando una soga - quizá con esto ya no necesite jalarte del brazo.
Max ató ambas manos del niño con la soga y dejo un tramo largo para jalarlo de allí de nuevo hasta el centro de la bodega. Las lagrimas de Sa'îd caían en cascadas por sus mejillas, pero el no emitía ningún sonido y eso a Max comenzaba a molestarle. Le gustaba que el niño fuera valiente, pero al mismo tiempo comenzaba a molestarle tanta valentía. Si el niño no gritaba alto, Duo no daría con ellos. Tenía que lograr que el niño volviera a gritar como antes.
-- Vamos grita! - dijo Max jalando la cuerda hacía arriba, obligando a Sa'îd a ponerse de puntillas para evitar el dolor en sus muñecas - por que no gritas si tanto te duele? -- N.. no, esto es una trampa para el sensei... -- Niño listo - rió Max, pero no se daría por vencido.
Arrojo el otro extremo de la soga sobre una de las vigas altas de la bodega, con eso dejaría al niño atado y de puntillas. No aguantaría mucho en esa posición antes de que volviera a quejarse como antes.
Aun así se arrodillo detrás de él, dejando recorrer sus manos por el frágil cuerpo del niño. Sa'îd apretó los dientes, evitando que un fuerte grito escapara de su garganta. Max se aventuro a terminar de rasgar la playera del pequeño. Sa'îd no pudo aguantar mas y grito...
-- SENSEI!!!
La puerta de la bodega se abrió de golpe dejando entre ver una sombra que apuntaba con un arma a las dos figuras al centro de la bodega.
-- Retira tus manos del pequeño, Max! -- Sensei?
Las lagrimas del pequeño caían aun por sus mejillas, pero Duo pudo notar el ligero tono de alivio impreso en aquella pregunta ahogada del niño.
Max se levanto guardando ambas manos en su gabardina al mismo tiempo en que quedaba de frente a Duo, quien le apuntaba con el arma que siempre traía en la bolsa del pantalón.
"Esta asustado, tiene algunas magulladuras y la playera rota, pero el pantalón esta intacto. No, él esta bien... maldito bastardo!!... le mire con los ojos encendidos, el bastardo estaba riendo!!..."
-- Vaya Duo, hasta que té dignas unirte a la fiesta - rió Max quedando detrás del pequeño y frente a Duo. -- Suéltalo Max... -- Vaya, veo que el dios de la muerte viene cargando su hoz en forma de arma - Max bajo la mirada sonriente para volverla a levantar al mismo tiempo en que sacaba de la bolsa de su gabardina un cuchillo para ponerlo en la garganta del niño al tiempo en que con la otra mano jalaba del cabello al niño para arrojar hacía atrás su pequeña cabeza - pero yo también vengo armado... suelta tu arma Duo!
"Maldición... maldición!!!"
"Ese maldito Max puede atreverse a dañarlo, que puedo hacer?, Que?"
-- Vamos Duo... no me dirás que te gustaría que este angelito tuviera una enorme cicatriz en el cuello? - dijo Max empujando un poco mas la hoja del cuchillo sobre el cuello del pequeño, haciéndole lanzar un gemido de dolor, mientras una gota de sangre comenzaba a escurrir por el blanco cuello del pequeño. -- Basta!! - dijo Duo dejando de empuñar el arma y solo sosteniéndola por el gatillo. -- Así me gusta Duo, ahora, pon tu arma en el suelo y lánzala con el pie hasta acá - dijo Max sonriendo, sin quitar el cuchillo del cuello del niño. -- Sensei... - murmuro el pequeño, mientras los ojos de Duo no se separaban de la carita del pequeño. -- Lo haré, pero debes soltarlo Max, tu me quieres a mí, no al pequeño, déjalo libre! -- Primero tu arma Duo...
"Ese idiota no sabe que los expilotos de Gundam solemos traer mas de una arma... así que no se dará cuenta que mientras dejo el arma en el suelo, estoy tomando el cuchillo que traigo en mi bota... es una suerte que no paso nada con Heero esta tarde, si no, esta arma no estuviese ahora aquí..."
"He dejado el arma en el suelo y cuidadosamente tome mi cuchillo guardándolo entre la manga de la camisa y mi muñeca, en una oportunidad lo lanzaré sobre Max, o sobre la soga que sostiene a Sa'îd, eso lo sabré en el momento en que se presente esa oportunidad."
-- Bien Duo, ahora empuja el arma con el pie - me dice el maldito mientras me levanto.
"Sigo sus ordenes mientras veo los ojos llorosos de mi niño, puedo ver que se siente un poco mas confiado al verme. Pero aun no se como sacarlo de esto, Max nos tiene de momento en sus manos. La única puerta por la que puede salir es la que tengo a mis espaldas, espero que pueda entenderme solo con los ojos lo que quiero que haga."
"Necesito que al verse libre corra por esa puerta, que no se preocupe por mí. No dejo de verlo a los ojos, mientras al mismo tiempo veo como Max se agacha por el arma, señalo la puerta con la vista, mientras veo como Sa'îd solo me observa, por favor, por favor, entiende lo que te indico!!"
-- Suéltalo Max, ya tienes el arma, yo me quedo en su lugar - Max solo ríe a carcajadas, ahora que trama? -- Por que he de soltarlo, ahora los tengo a los dos. A ti y a esta adorable imitación de ti. -- Sensei? -- No te asustes Sa'îd, no te hará daño... - digo mientras observo a Max a los ojos con odio - y si se atreva a hacerlo, yo lo matare con mis propias manos. -- Ah sí?, Me gustaría verlo - vuelve a decir Max con una carcajada. Mientras se agacha para quedar a la altura del pequeño - Me gustaría ver que haces si yo... - dijo Max acercando sus labios a la carita de Sa'îd - le hago esto...
"Veo con horror lo que Max pretende, solo que esta cometiendo un error terrible. Sa'îd atado no puede moverse, solo voltea su cara escapando del beso que Max quiere darle, pero Max cierra los ojos para hacerlo, mientras esta agachado para alcanzar la cara del niño. Error... terrible error"
-- Déjalo!! - digo al tiempo en que corro hasta el centro de la bodega, tomando por sorpresa a Max al tiempo en que lanzo el cuchillo que traigo escondido. -- Maldición! - grita Max soltando el arma, ya que el filo del cuchillo le atraviesa la palma de la mano.
"Mientras Max trata de detener la hemorragia que provoca mi cuchillo con un pañuelo, aprovecho para soltar la soga de las manos de Sa'îd, esta muy asustado, pero esta bien, solo hay que comenzar a correr."
"Lo tomo de la mano y lo empujo por delante de mí, no quiero que Max vaya a lanzar el cuchillo o a tomar el arma y le pueda dar."
-- Corre Sa'îd, no te detengas hasta llegar a casa!! - le grito, mientras le sigo muy de cerca.
"Pero entonces siento como algo me sujeta fuertemente de la trenza haciéndome caer hacía atrás. Y veo como Sa'îd se detiene al no escuchar mis pisadas."
-- Corre Sa'îd, no te preocupes por mí, Corre!! -- PAPÁ!! -- CORRE!!!...
"Un fuerte golpe sobre mi rostro, me impide seguirle diciendo a Sa'îd que huya. Pero escuche lo que mi pequeño me dijo..."
"Papá..."
"Max esta sobre mi cuerpo, su mano esta sangrando, pero no parece afectarle. Es muy fuerte, mucho mas fuerte que yo y no puedo quitarlo de encima de mí, por más intentos que hago."
"Max esta tratando de romperme la playera que esta bajo la camisa, yo estoy tratando de empujarlo para aventarlo a un costado y poder salir huyendo."
"Por fin puedo darle un golpe en la cara que lo lanza al suelo. Me pongo de rodillas para pararme, pero la mano ensangrentada de Max me detiene por el pie. Trato de darle una patada para soltarme, pero no surte efecto. Max esta de nuevo sobre mí, esta vez yo estoy boca abajo y eso me impide lanzar algún golpe."
-- Ríndete Duo!! - me dice jadeando por el esfuerzo de la pelea. -- Nunca! - grito, tratando de sujetarlo de la gabardina para trirarlo. Pero el sujeta mi brazo y lo coloca detrás de mi espalda inmovilizándolo. -- Ya no puedes hacer nada, estas a mi merced. -- Que quieres? - grito tratando de verlo. -- A ti, por supuesto que a ti... - me dice, mientras siento como se agacha hasta mi rostro y deja recorrer su lengua por la piel de mi mejilla. -- Aaaahhgg, no hagas eso? -- Por que?, Reaccionas ante mis caricias? -- Por supuesto que reacciono, me das náuseas... -- Estúpido!!! - me grita lanzando un golpe de nuevo sobre mi rostro - por que nunca te interesaste por mí? -- Por que eres idiota!! --Tu me dijiste que no eras gay y conque me encuentro cuando vine a esta colonia? -- A mí que me importa!!! -- Tu te estabas besando con otro hombre, con el piloto del cero uno. Y tu decías que no eras gay!! -- Te dije que si alguna vez lo probaba no sería contigo. -- Y yo que había pensado en perdonarte... si tan solo me hacías caso. -- Perdonarme?, Por que iba yo a necesitar tu perdón?
"Sentí como Max ataba mi muñeca con algo duro, mientras tiraba mi otro brazo para colocarlo a la altura del otro. Que era lo que ponía sobre mis muñecas. Unas esposas?... si, eran esposas!!, no pude menos que sonreír por su ingenuidad"
"Max me levanto para posteriormente empujarme sobre la pared al fondo de la bodega."
-- No sabes por que? -- No sé de que me hablas. -- Nunca quisiste saber de mí, ni te preocupaste por conocer mi nombre. -- No sabes cuanto lo siento - dije sarcástico mientras sonreía. -- Me llamo Maximilian... -- Pues no es un nombre tan bonito como para querer saberlo - volví a replicar sarcástico. Sentí un golpe sobre el estomago que me hizo caer de rodillas al suelo - tampoco... coff... tenías por que golpearme... coff... que culpa tengo yo de que tus padres escogieran un nombre tan feo? - dije viéndolo hacía arriba, se notaba que estaba realmente molesto. -- Tsuvarob... -- Tsuvarob? - me sorprendió el apellido - tu tienes alguna relación con el loco que construyo los mobil dolls?
"De nuevo Max me levanto por los cuellos de la camisa para ponerme de frente a su rostro. Necesitaba darme prisa en zafarme de esas esposas. Ya me estaba cansando que este tipo me tratara tan mal..."
-- Él era mi padre... y tu y ese amigo tuyo chino, lo mataron cuando destruyeron la base lunar... -- La base lunar?... - digo tratando de recordar como ocurrió todo - no, un momento, eso no fue así. El trato de matarnos a nosotros cortando el aire en las celdas. Cuando salimos solo destruimos a los mobil dolls. Es mas, nuestros Gundams no estaban del todo bien, no podíamos destruir la base con tan poco poder. Quien destruyó la base fue tu loco padre, al programar mal a los mobil dolls, por culpa de los de colmillo blanco que lo habían capturado, pero fue en Libra!. Nosotros... -- Mientes!! - me dijo volviendo a golpear mi rostro - Quinze me dijo que fueron ustedes!!. -- Quinze?? - me rió - y que querías que te dijera? - le veo directo a los ojos - Nosotros tuvimos la culpa de la muerte de tu papá?, Por favor!!, Él era tu dirigente, como le iba a decir a uno de sus hombres que fue el causante de la muerte de su padre? -- Puedes decir lo que quieras Duo, de todas formas vengaré a mi padre y ahora que estas a mi merced, cumpliré mis deseos. Uno, poseerte y el otro, aniquilarte.
"Sus ojos brillan con odio, siento un estremecimiento al ver su determinación... Heero!, Si es ahora que Shinigami reclama mi alma, por lo menos moriré con la dicha de haberte visto de nuevo."
***
-- Quatre detente!!
Trowa corría detrás de Quatre bajando a toda prisa las escaleras de la mansión Winner. Quatre había tenido un fuerte dolor en su pecho de nuevo, sabía que Duo estaba en un gran peligro y necesitaban ir en su ayuda.
Pero Trowa sabía que no tenían la dirección de donde estaba Duo, lo primero era saber donde buscar y eso Quatre parecía no entenderlo.
Quatre abrió la puerta de la mansión para salir corriendo por ella. En su loca carrera no se fijo que frente a la puerta de su casa había alguien que apenas se disponía a tocar el timbre. Al no fijarse, choco de lleno con la persona tumbándola por completo al suelo.
Trowa llego corriendo enseguida, para ver a Quatre sobre otra persona tirado.
-- Aauuchh!! -- Lo... lo siento mucho - dijo Quatre levantándose sumamente avergonzado con ayuda de Trowa. -- Deberían tener un letrero que dijera que esto es una pista de carreras! -- Wufei!, lo siento, es que yo... yo... -- Duo tiene problemas e íbamos a buscarlo. -- Maxwell? - dijo Wufei levantándose enseguida - donde esta? -- No sabemos, es lo que intentaba decirle a Quatre - dijo Trowa. -- Es verdad, no sabemos dónde vive Heero.
Wufei se dio la vuelta para correr hasta la cochera de la mansión Winner, ante la vista asombrada de Quatre y Trowa. No tardo mucho cuando apareció con la moto del mas alto.
-- Toma Barton - dijo lanzándole un teléfono - llama a Yuy y asegúrate de que Maxwell este bien. Mientras yo me iré en tu motocicleta a su casa. -- Tu sabes donde vive Heero? - pregunto Quatre asombrado, mientras Trowa entraba a la mansión para comenzar a buscar el numero en la memoria del teléfono de Wufei. -- Si - contesto Wufei encendiendo la moto. -- Por que no nos dijiste ese día en la reunión? -- Nadie me pregunto - dijo Wufei comenzando a alejarse en la moto de Trowa.
Quatre entro de nuevo a su mansión, pero en ese preciso momento un fuerte dolor volvió a llegar hasta su pecho. Que le estaba pasando a Duo?...
El dolor era tan fuerte, que le hizo caer de rodillas al suelo.
-- Quatre!
Trowa llego hasta él levantándolo en brazos para llevarlo hasta su cuarto. Quatre estaba sufriendo mucho debido a lo que Duo pasaba.
Pasados unos minutos, Trowa entro a la habitación de Quatre con una bandeja con agua y algo de comida.
-- Pudiste comunicarte con Heero? - pregunto preocupado. -- No, su teléfono celular esta apagado, el de su casa dice que esta desconectado y el video teléfono no esta en línea... - Trowa le mostró a Quatre una hoja - sin embargo, ya obtuve su dirección. -- Entonces vas a ir? - dijo Quatre. -- No te dejare solo. Ya le avise a Sally, para que mande refuerzos para que ayude a Wufei. -- Trowa!! - dijo Quatre mientras Trowa lo abrazo en el lecho de la cama. -- No te dejare ahora que me necesitas. Estoy seguro que si Duo esta en algún problema, Heero y Wufei podrán ayudarlo.
***
Relena estaba desesperada, estaba segura que al encontrar a Heero no batallaría mucho en convencerlo de que regresara con ella para casarse. Pero no contaba con la aparición de Duo.
Lo último que había sabido de él, es que vivía con aquella chica que conociera en la nave Libra: Hilde Schbeiker. Y eso le había tranquilizado mucho. Todavía cuando fue a buscarle a L2 para saber si había visto a Heero, se topo con que seguía viviendo con ella, solo que había salido de vacaciones a visitar a Quatre a L4. Con esa noticia estaba muy segura de que cuando se encontrara con Heero, él volvería.
Pero ahora las cosas estaban totalmente en contra... totalmente...
-- Por favor Heero!, déjame demostrarte que yo te amo, te amo mucho mas de lo que él podría amarte...
Heero vio como Relena comenzaba a desabotonarse la blusa. Ella quería convencerlo de todos los modos posibles, pero no había nada que pudiera hacer.
-- No hagas eso Relena - dijo Heero deteniendo sus manos para que dejara de desabrocharse la blusa- no funcionara. -- Heero...
Los ojos de Relena comenzaron a llenarse de lagrimas, todas las ilusiones que tenía, eran con Heero a su lado.
-- Ya encontraras a alguien que te ame, yo no lo haré. -- Por favor! -- No te humilles de esa forma. -- Heero!...
Pera al ver la mirada fría y determinada del soldado perfecto, se dio la vuelta sintiendo su derrota. Sus lagrimas caían en cascada por sus mejillas, ya nada tenía que hacer en aquella casa. Así que corrió para salir por la puerta. Lo había perdido para siempre... No, no lo había perdido, realmente nunca lo tuvo...
Heero solo se quedo observando, era mejor no seguirla, si la seguía podría ella hacerse falsas ilusiones de nuevo.
***
Wufei llegaba en la moto de Trowa hasta la casa de Heero. Ya antes se había dado la vuelta por ese lugar, en cuanto llegaron a sus manos los datos de donde vivía. Siempre le pareció extraño verlo de maestro, pero no parecía ser solo una cubierta, el realmente daba clases a niños de bajos recursos y a los huérfanos de aquella iglesia católica. Tenía mucho tiempo de dar clases para ser solo apariencia. Todo eso le pareció sospechoso desde el principio y por su cuenta se había puesto a averiguar cuales podrían ser los motivos de Heero para hacer lo que hacía. Nunca encontró nada concreto, pero tenía su propia teoría, teoría que le había expuesto a Heero cuando se vieron en casa de Quatre y que Heero no había podido ni confirmar ni refutar por la aparición repentina de Trowa.
Quizá ahora si pudiese...
Al bajar de la moto, Wufei se topo con un auto oscuro estacionado enfrente de la casa de Heero. Pudo ver como dos hombres jóvenes bajaban de él.
-- Que hacen ustedes aquí? - pregunto con tono de fastidio, reconociendo de inmediato el uniforme de preventers. -- Señor, la comandante Sally nos mando como refuerzos, por si necesitaba ayuda.
Wufei solo paso su mano por la frente, cuando entendería Sally que él no necesitaba de nanas que siguieran sus pasos. Pero no podía mandarlos de regreso, sería mejor primero ver si realmente Duo estaba bien. Por que si Heero se había atrevido a hacerle algo... ya se las vería con él.
-- Esta bien, esperen aquí, si les necesito les llamo. -- Si señor! - respondieron los dos preventers al mismo tiempo. -- Novatos - murmuro Wufei caminando hasta la casa de Heero.
Estaba a punto de llamar a la puerta, cuando esta se abrió de lleno y una chica atravesaba por ella a toda velocidad sollozando, empujándolo al suelo.
-- Creo que ahora todos se han puesto de acuerdo para tirarme - murmuró Wufei molesto levantándose, al mismo tiempo en que veía quien era la chica y los dos jóvenes preventers se acercaban a él - es Relena Piscraf! - se quedo sorprendido - Ustedes, síganla y llévenla a donde vaya, aun que no quiera! - les dijo a los dos, quienes solo subieron al auto y comenzaron a seguir a Relena.
Los dos niños que aun estaban esperando que saliera Heero de la casa, solo observaron a Wufei que se detenía delante de la puerta.
-- El sensei ya se quedo solo Salîm - dijo Nadîm -- Pero ya le llego otra visita, el sensei Maxwell dijo que esperáramos hasta que saliera y el no ha salido.
Wufei toco la puerta y solo escucho la voz de Heero diciendo que podía pasar.
-- Extraño - pensó para sí mismo, Heero no le dejaría pasar tan fácilmente.
Heero estaba de espaldas a la puerta, mientras Wufei entró y cerro a sus espaldas. No se veía Duo por allí cerca.
-- Podemos continuar - dijo Heero volteando - Wufei... - dijo entrecerrando los ojos al verlo frente a él. -- Vaya Yuy, parece que no me esperabas - dijo Wufei sonriendo. -- Que haces aquí? -- Celosos Yuy? - pregunto caminando, con una sonrisa en los labios, hasta el centro de la sala, Heero solo le dedico una mirada fría - no he venido a verte a ti... donde esta Maxwell? -- Debiste verlo allí afuera - dijo Heero apuntando al frente de la casa y diciendo de forma seca. -- Pues no lo vi... allí afuera solo hay dos niños.
Heero camino hasta la puerta y la abrió para toparse con Salîm y Nadîm que le observaba aliviados.
-- Sensei Yuy!! - se acerco Salîm corriendo. -- Dónde esta Duo? -- El sensei Maxwell fue a buscar a Sa'îd... -- Esta en la iglesia? -- No Sensei!!, Sa'îd se fue con un hombre llamado Max y el sensei Maxwell fue a buscarlo - dijo apresurado Nadîm.
Wufei se acerco en ese momento, para escuchar lo que los niños decían. Maximilian Tsuvarob buscaba venganza por algo que ellos no habían hecho y ahora podría tener a Duo. Quatre había tenido razón...
-- Por donde se fue? - pregunto Heero temiendo por Duo al ver la cara de Wufei. -- Por los callejones al frente de la iglesia sensei - contesto Salîm seguro. -- Regresen a la Iglesia niños y no hablen con extraños. -- Hai!! - dijeron los dos al mismo tiempo.
Heero comenzó a correr en dirección de los callejones, cuando Wufei lo alcanzó en la moto.
-- Vamos Yuy!, Llegaremos más rápido - Dijo Wufei extendiendo la mano para que Heero montara con él. Heero solo asintió y subió tras Wufei para llegar a los callejones.
***
"Malditas esposas!!!, Entre mas viejas, más difícil de soltarlas!!!... no puedo soportar que este maldito bastardo este tocando mi cuerpo. Me tiene recargado en la pared y yo no puedo soltarme... no puedo..."
-- Suéltame! - le grito empujándolo con uno de mis pies, cuando se hace un poco hacía atrás para tomar algo de aire, se nota sumamente excitado y eso me da asco - te aseguro que no tardaran en venir por mí.
"Pero no sé por que mis propias palabras no me convencen. Los ojos de Max están encendidos, sé que le inunda el deseo y la furia."
-- Quién va a venir por ti?, Acaso tu amante? - me dice soltando la carcajada - lo dudo, a él le mande algo con que entretenerse...
"Mis ojos se abren en sorpresa... algo conque entretenerse?, Acaso fue Relena?, Él fue quien le dijo a Relena donde estaba Heero?"
-- Yo le dije a la Viceministro de Relaciones Exteriores donde estaba tu amante. Así que no esperes que él venga ahora por aquí.
"Heero!!..."
"Sentí como el piso de la bodega comenzaba a moverse bajo mis pies haciéndome caer al suelo. Max había apretado un botón en la pared y ahora un elevador en el suelo de la bodega comenzaba a bajar. Mas parecía que se iba a desplomar, por la cantidad de ruido que hacía y el monton de polvo que sacaba."
-- Pero por si caso... En el sótano será imposible que nos encuentren. La bodega de arriba esta vacía, nadie vendrá en un buen tiempo...
"No puedo evitar el sentir un escalofrío al escuchar las palabras de Max... volver a vivir aquello... no, no podría soportarlo... no de nuevo!!
***
Los callejones aparecían ante las dos figuras montadas en aquella motocicleta. Las luces de la colonia comenzaban a bajar haciendo más palpable la oscuridad en aquellas solitarias calles. Las bodegas abandonadas eran habitadas de noche por ladrones y gente del bajo mundo. Gente que durante la guerra con la tierra había quedado sin hogar.
-- Detente Wufei - dijo Heero imperativamente, Wufei lo hizo de inmediato.
Heero bajo de la motocicleta, se había percatado de un bulto detrás de unas cajas de madera destrozadas. Se acerco poco a poco. Podía distinguir unos zapatos entre las maderas, algo parecido a tela y unos cabellos oscurecidos por la falta de luz.
-- Sa'îd? - dijo Heero acostumbrando su vista a la falta de luz.
Pudo ver como una carita manchada de tierra y lagrimas se asomaba de forma temerosa entre las maderas podridas de lo que antes había sido una caja.
-- PAPA!!! - grito el pequeño corriendo a los brazos de Heero que se había hincado para tomarlo entre sus brazos. -- Papa? - pensó Wufei que aun estaba sobre la moto contemplando la escena del niño con Heero. Eso es algo que jamás se imagino poder ver con el soldado perfecto. -- Sa'îd estas bien? - dijo separándolo de él para verlo.
El pequeño tenía una herida en el cuello hecha con algo punzó cortante y las muñecas con marcas de haber sido atadas. Además la playera estaba totalmente desgarrada. Sa'îd solo asintió a la pregunta de Heero. Temblaba, pero no sabía sí por frío o por miedo.
Heero volteo a ver a Wufei que solo observaba la escena sin decir nada.
-- Préstame tu chaqueta - le pidió al preventers.
Wufei desabrocho su chaqueta y se la entrego a Heero al percatarse que el niño tenía los labios morados por el frío.
Heero coloco la chaqueta sobre el cuerpo del niño, le quedaba sumamente grande, así que se limito a doblarle las mangas para ajustarla a sus pequeños brazos.
-- Esto es un regalo del tío Wufei - dijo Heero al niño, quien abrió sus ojos en sorpresa. -- Que!!! - dijo Wufei al escuchar las palabras de Heero. Heero solo volteo a verlo con la mirada fría. - Si, claro, te la regalo - dijo Wufei resignado - mi chaqueta favorita - murmuro enfadado - ya me las pagaras Yuy... -- Ahora dime donde esta Duo Sa'îd?
Sa'îd se quedo observando los ojos cobaltos de Heero con lagrimas en los ojos. Duo le había pedido que huyera, que corriera hasta que llegara a casa, pero no lo había hecho. Él le había estado esperando, pero Duo nunca salió. Tembló ante la pregunta de Heero. Que le habría pasado a su sensei? Y todo por su culpa, por haberse ido con un extraño, por haber creído que era amigo de su sensei Maxwell...
-- Es mi culpa - dijo el pequeño bajando la mirada y comenzando a sollozar. -- No es tu culpa, solo dime en donde esta? - insistió Heero.
Sa'îd volteo hacía el hoyo negro delante de él, la oscuridad del callejón le impedía indicar el lugar exacto, pero el lo recordaba bien.
-- A tres puertas de aquí - señalo con su manita - el señor Max le quito la pistola al sensei Maxwell, pero el sensei hirió su mano con un cuchillo... no han salido de la bodega.
Heero se paro tomando a Sa'îd de la mano para observar el interior del callejón. Si Duo aun estaba con Max, tenía que ser precavido.
-- Llévatelo a casa Wufei, llama a un médico que lo revise bien - ordeno Heero al chino. Pero Sa'îd al ver a Wufei se aferró a las piernas de Heero con miedo - debes irte con él - dijo Heero viendo a Sa'îd desde arriba - así yo podré ir por Duo. -- Yo puedo ir Yuy... -- Quiero poner mis manos en Max, me pagara lo que le hizo a Sa'îd y a Duo. -- Esta bien, pero ten cuidado. Tsuvarob piensa que Maxwell y yo matamos a su padre. -- Maximilian Tsuvarob... - dijo Heero recordando el nombre del hijo del creador del sistema de los mobil dolls.
Heero tomó a Sa'îd para dejarlo al frente de Wufei. El niño tembló al ver al chino.
-- No le temas, es amigo nuestro, el te cuidara. Confía en él. -- Hai! -- Tráelo de regreso sano y salvo Yuy - dijo Wufei moviendo la motocicleta en silenció, no querían alentar a Max. -- Cuenta con ello - dijo Heero sacando su arma y cargándola.
***
-- Aquí abajo esta más oscuro Duo, así que me permití ser romántico y traer unas velas - dijo Max encendiendo unas cuantas.
"Romántico, que patético, solo un poco mas y me veré libre de estas malditas esposas. Por lo menos el bastardo esta perdiendo el tiempo encendiendo las malditas velas."
-- No dices nada?... supongo que estas excitado, como yo. Sabes, me has costado mucho dinero... - dijo Max acercándose hasta donde estaba en el suelo. -- Dinero?, Por que ahora hablas de dinero? Primero me acusas de no haberte hecho caso, después de la muerte de tu padre y ahora me dices que te he costado mucho dinero?... solo falta que me acuses de ser el causante de que seas gay!! - dije sarcástico. -- También algo hay de eso...
"No puedo evitar el sentirme algo asustado. Este tipo me estaba acusando de todos sus problemas..."
-- Tomaste el dinero que había depositado en tu cuenta... -- Tu?, Fuiste tú quien hizo ese movimiento? -- Yo!... Colmillo blanco no ha desaparecido - dijo acercándose a mí, poniéndose de rodillas sobre las mías - te busque por las buenas. Quería ofrecerte la oportunidad de regresar al espacio como antes. A la pelea, siempre fuiste el mejor de los pilotos Gundam. Pero tu siempre huiste de mí... Me acerque a ti con la mejor de las intenciones - me dijo, mientras se movía sobre mi cuerpo, acercándose cada ves mas - pero tu nunca me hiciste caso. -- La guerra termino!! - dije tratando de moverme al tiempo en que empujaba el segurillo de las esposas para soltarlas - por que iniciar otra? -- Quién cree en la paz duradera?, Los hombres son por naturaleza bélicos. Algún día volverán a luchar... por que esperar, si podemos ser los detonantes de ella. Colmillo blanco sigue vivo, con Quinze a la cabeza. -- Quinze no ha muerto? - Max comenzó a reír, mientras sentí como levantaba la playera rota de mi cuerpo para dejar recorrer sus manos sobre mi torso. -- No, Quinze sigue vivo. Y muy pronto toda la esfera unida sabrá de él. -- Las cuentas... el dinero... las armas... - comencé a cavilar, mientras terminaba de empujar el segurillo de las esposas para verme por fin libre de ellas. -- Todo es para colmillo blanco... - dijo al tiempo en que besaba mis labios por la fuerza.
"Que asco, nunca he sentido mas asco en toda mi vida. Pero ahora puedo cobrarme, estoy libre y puedo golpearlo, pero es mejor morder"
-- Aggghhh - dijo Max haciéndose hacía atrás en dolor al sentir como encajaba mis dientes en su labio inferior haciendole sangrar- maldito - trata de golpearme de nuevo, pero esta vez si detengo su golpe con mis manos libres - pero como?
"Puedo reír mostrando las esposas girando sobre uno de mis dedos"
-- Nunca confíes en un ladrón! - le digo poniéndome de pie para correr.
Max se levanto sacando el arma de la bolsa de la gabardina.
-- Detente o disparo...
"Me detengo aun de espaldas a él, él tiene el arma y la única salida esta arriba. Que puedo hacer?, Dejarme morir?"
-- Puedes hacerlo de la forma fácil o de la forma difícil Duo. -- No creo que ninguna de las dos me guste. -- Tu sarcasmo es lo que más me gusta de ti... -- Pues pudo ser aun más sarcástico - digo con una sonrisa - al grado que llegues a odiarme.
"Puedo sentir el frío del arma sobre mi nuca. Esta realmente cerca. Puedo sentir como me empuja hasta la pared con su mano libre, mientras la otra baja de mi nuca y se pega a mis costillas."
-- Serás mío... por las buenas o por las malas. -- Si he de serlo, Serra por las malas... -- Entonces que así sea...
"Siento como comienza a mover su ropa, mientras busca con su mano libre como soltar el cinto de mi pantalón. No puedo moverme..."
-- Te dolerá, pero sé que te va a gustar... -- Lo dudo... - digo apretando los dientes, al sentir como empuja mi rostro sobre la madera podrida de la bodega.
"Que hago?... dejarme morir?... dejar que me tome a la fuerza?... no, no lo deseo... es mejor morir en la lucha que morir sin luchar..."
"Me muevo para tratar de arrebatarle el arma que aun tiene sobre mis costillas, mientras vuelve a apretar mi cabeza sobre la pared de la bodega"
-- Ni lo intentes, ahora serás mío - me dijo Max apretando mas su cuerpo sobre el mío.
"Pero entonces coloco ambos brazos sobre la pared y me empujo con fuerza hacía el otro lado. La fuerza con la que me empujo hace que los dos perdamos el equilibrio y caigamos al sucio suelo de la bodega."
"Puedo escuchar el ruido sordo de un disparo retumbar en la bodega vacía..."
"Siento humedad sobre mi pecho, algo húmedo moja mi piel desnuda... pero no siento ningún dolor. Por fin me ha disparado? Es sangre la que me moja?, Es mi sangre la que me moja?..."
"Todo esta oscuro, las velas que minutos antes había encendido Max están apagadas ahora. No puedo escuchar nada, ningún sonido... si, si se escucha algo. Es el sonido de unos pasos tranquilos... pero se escuchan muy lejos."
-- Duo?... estas bien... Duo?
"Siento la tibieza de unas manos al sujetarme fuertemente de los brazos. Es una sensación cálida y familiar... pero no puedo apreciar su figura en la oscuridad de la bodega."
-- Duo? - vuelve a preguntarme.
"Puedo sentir en su voz la preocupación. Y siento como me abraza fuertemente, mientras mi cabeza se recarga en su hombro... entonces percibo su aroma... ese aroma que ha inundado mis sentidos tantos días. Que ha llenado mis noches y ha llegado hasta mis sueños... por fin le reconozco y levanto mis brazos para corresponder a su abrazo..."
-- Heero! -- Estas bien? .. Has venido? - digo incrédulo, sintiéndome feliz. -- Claro que he venido por ti. Estas bien? - vuelve a preguntarme. -- Si - alcanzo a murmurar y entonces recuerdo a mi niño - Sa'îd... -- Wufei se lo llevo, él esta bien... - me dijo Heero ayudándome a levantarme del suelo - salgamos de aquí. -- Espera... - le digo mientras volteó hacía todos lados, buscando al causante de todo esto. -- Esta noqueado... - me dice Heero entendiendo lo que busco. -- Pero como? -- Cuando lo empujaste aproveche para golpearlo con el mango de mi arma. -- Y el disparo que se escucho? -- Supongo que él lo hizo al sentir el golpe que le di. -- Hay que llevarlo a Preventers, sabe de todo lo que has estado investigando... Quinze... las cuentas... colmillo blanco...
"Pero entonces sentí como sus labios callaban lo que yo decía. Heero me besaba haciéndome olvidar lo que me preocupaba. Podía sentir la urgencia de sus labios sobre los míos, la necesidad y la alegría..."
-- Ahora solo hay que llegar a casa. Preventers vendrá por Maximilian Tsuvarob. Wufei ya debe haberlos enviado. - dijo Heero conduciéndome por una salida diferente a la que habíamos utilizado para llegar.
"Sentí los brazos de Heero alrededor de mi cintura, mientras pasaba mi brazo por su cuello. Me sentía agotado y agradecía que Heero tomara cuidado de mí. Solo voltee para sonreírle. Sa'îd estaba bien, yo estaba bien y por lo que veía... Heero estaba bien."
"La humedad que había sentido era el agua que se filtraba a través del suelo del primer piso y que caía formando pequeños charcos en el sótano. No estaba herido gravemente, solo, algo golpeado."
DESPUES DEL PLAN FALLIDO
"Cuando salimos de la bodega, los dos preventers que acompañaban a Wufei ya esperaban por nosotros. Heero les dio las indicaciones de que se llevaran a Max y Wufei se encargaría de interrogarlo. Aun que eso ya sería el siguiente día, ya que Heero no quería que Sa'îd o yo nos viéramos toda la noche narrando los hechos."
"Pregunte a Heero como había dado con nosotros si la bodega de arriba estaba vacía. Pero parece que el romanticismo de Max le ayudo a encontrarnos, ya que Sa'îd le había dicho el lugar en el que estábamos, pero la luz colándose por las rendijas del suelo, fue lo que lo guió al sótano."
"Al llegar a casa lo primero que vi fue a Wufei dando vueltas en la sala. Sa'îd se había encerrado en mi cuarto y no permitía que el medico entrase a revisarlo. Yo estaba golpeado, pero me había visto en peores situaciones, no era necesario que el medico me viera. Decidí entrar a la habitación para hablar con él. Sin que los demás intervinieran."
-- Pero Maxwell, el medico... - intento protestar Wufei, pero yo le interrumpí. -- Yo se como se siente Wufei. Voy a hablar con él y después, espero, podrá pasar el médico a verlo. -- Esta bien - suspiro Wufei para después ver a Heero - ahora Yuy, cuéntame lo que paso...
"Toque de forma serena en la habitación que Heero me permitía ocupar. Sabía bien como se sentía Sa'îd, sabía que estaba asustado, que ahora mas que nunca necesitaba de gente en la que él confiara. Sé que me necesitaba y por eso estaba allí."
"Escuche la voz entrecortada del pequeño diciendo que no iba a abrir hasta que Heero o yo llegáramos. No pude menos que sonreír. El nos tenía confianza y sabía que llegaríamos en algún momento."
-- Abre pequeño, soy yo - dije en voz baja pegado a la puerta.
"Escuche sus pequeños pasos dirigirse a la carrera hasta la puerta y abrirla de forma apresurada. Sus ojos estaban rojos por el llanto y traía la chamarra de Wufei en su pequeño cuerpo. Me hinque para quedar a su altura y le extendí los brazos. No sé por que dudaba en venir a mí. Vi en sus ojos la duda, pero yo le sonreí y entonces llego corriendo para colgarse de mi cuello y le escuche sollozar."
-- Yo pensé que nunca lo volvería a ver Sensei- me dijo con voz entrecortada - todo fue mi culpa, yo me fui con ese hombre... -- Nada fue tu culpa Sa'îd, no te culpes por que nada paso - sentí como el pequeño se retiraba de mí para verme a los ojos. -- Pero sensei? - me dijo mientras extendía su pequeña manita para tocar mi rostro amoratado. Yo subí mi mano para tocar el golpe también. -- Estos solo son golpes, he estado peor, ya se curaran. Las heridas físicas sanan fácilmente, las difíciles de curar son las del corazón. - le dije sonriendo. -- Sensei... - me miro sin entenderme -- Me gusta mas que me digas Papá...
"Los ojos de Sa'îd se llenaron de lagrimas y me abrazo fuertemente. Lo sentí tan cálido, tan lleno de cariño."
-- Papá! - me dijo riendo entre lagrimas. -- Ahora dejemos que entre el medico para que te atienda las heridas, sí? - dije separándolo de mí y limpiando sus lagrima con los pulgares de mis manos. -- Se quedara conmigo? - me pregunto dudoso. -- Todo el tiempo que lo necesites - dije abrazándolo de nuevo. -- Hai!
***
Trowa estaba parado delante de una de las mesas que Quatre tenía en su habitación. Se había comunicado desde hace tiempo a la central telefónica de la colonia para informarse sobre la línea de Heero y había obtenido por respuesta que tenían un problema en toda esa zona, el cual quedaría resuelto en pocos minutos.
Pero esos minutos ya se estaban convirtiendo en horas. Había estado insistiendo a los teléfonos de Heero después de colgar con la central y el teléfono aun decía estar desconectado.
Quatre se levanto de la cama para dirigirse a Trowa, se había estado sintiendo mejor. Pero no se había querido levantar hasta estar seguro de que todo estaba bien.
-- No has podido comunicarte con Heero? - pregunto Quatre acercándose a Trowa, quien volteo de forma inmediata al escucharlo cerca de él.
Los ojos de Trowa se agrandaron al observar el cuerpo de Quatre. Se había despojado de su ropa y se acercaba a Trowa lentamente.
-- N... No... - fue la única respuesta que Trowa pudo articular sin soltar el teléfono que por fin comenzaba a dar tono. -- Estoy seguro que ya todo quedo resuelto - dijo Quatre tomando la cara de Trowa entre sus manos para depositar un beso...
***
El medico había entrado a la habitación de Duo, cuando este lo llamo. No había tardado mucho en revisar al pequeño. Tal como Duo lo había supuesto, solo tenía algunas magulladuras y la herida del cuello. Pero Max no le había hecho más. Eso les hacía sentirse aliviados.
Ahora Duo se encargaba de bañar al niño. Por esa noche, permanecería con ellos en la casa. El medico le había aplicado un sedante para calmarlo un poco, ya que no podía olvidar lo que paso. Un baño y el descanso le haría estar mejor.
Heero ya había contado lo que sabía sobre Max a Wufei y lo poco que Duo le había comentado en la bodega.
-- Entonces las cuentas que me mandaste por e-mail pertenecen a colmillo blanco? - dijo Wufei algo desconcertado. -- Eso comento Duo, pero él te lo contara mañana. -- Por que no hoy? - cuestiono Wufei serio. -- Por que debe descansar después de lo que paso. -- Vaya que te preocupas por él - dijo Wufei levantándose del sofá. Heero no respondió, solo le observo con la mirada fría. -- A donde vas? - pregunto Heero al ver que Wufei se acercaba a la puerta de la salida.
Wufei se dio la vuelta para responderle, pero el teléfono de Heero sonó en ese momento. Wufei se detuvo en el marco de la puerta, mientras vio a Heero dirigirse al aparato.
-- Diga?... - contesto Heero de forma fría. -- ....... - pero al levantarlo solo escucho como el teléfono se estrellaba contra el suelo.
Wufei observo la cara de Heero, era extraño verlo con una cara de sorpresa, ya que el soldado perfecto siempre lucía una mascara de frialdad.
-- Entonces a donde vas? - pregunto Heero alejando el teléfono un poco de su oído. -- A casa de Quatre - contesto Wufei extrañado por la pregunta, dado que Heero aun no colgaba. -- No creo que sea buena idea que vayas para allá ahora - dijo seguro. -- Por que no? - cuestiono Wufei. Pero Heero le extendió el teléfono.
Wufei camino hasta donde estaba Heero para tomar el auricular y comenzó a oír a través de él. Su rostro blanco comenzó a teñirse de rojo debido a lo que escuchaba. Del otro lado de la línea podía escuchar jadeos de placer y las palabras de amor que Quatre y Trowa se dirigían uno al otro. No cabía duda que Quatre ya estaba bien. Miró a Heero y colgó de forma inmediata.
-- Pervertido! - dijo molesto dándose la vuelta para dirigirse a la puerta. Pero entonces escucho una risa. Volteo extrañado, Duo no estaba cerca, era el único que sabía, se reiría en esa casa. Al darse la vuelta por completo vio a Heero riendo, nunca lo había visto ni siquiera sonreí y ahora él estaba riendo a carcajadas - has cambiado Yuy! -- Te parece? - dijo Heero dirigiéndole una mirada penetrante. -- Yo no estaba de acuerdo en que Maxwell estuviera aquí. Tú eres demasiado frió para una persona como él. -- Ah sí? Y ya cambiaste de opinión? - cuestiono Heero cruzando los brazos. -- No del todo... - dijo viéndolo a los ojos - pero comienzo a hacerlo - dijo sonriendo - bueno, ya que no puedo ir con Quatre, me iré a preventers a ver que información obtenemos de Tsubarov. -- Puedo pedirte un favor? - cuestiono Heero sin descruzar sus brazos. Wufei volteo a verlo extrañado. Heero pidiendo favores?. -- Claro -- Podrías avisar que mañana no habrá escuela? -- Claro, ya sé a quienes avisarles. -- Me imagino que sabes, te vi varias veces hablando con ellos. - Wufei se sorprendió y él que había pensado que había sido discreto. -- Nunca dejaras de ser el soldado perfecto - dijo Wufei abriendo la puerta y saliendo de ella. Pero Heero le alcanzó en el marco para aclarar. -- Ya no soy un soldado y no soy perfecto. - Wufei volteo y sonrió. -- No ser perfecto es lo que te hace humano. Cuídalos a los dos - le dio la espalda y agito su mano en despedida.
Heero cerro la puerta al tiempo en que vio como Duo salía de la habitación donde descansaba ahora Sa'îd.
HABLANDO CON EL CORAZÓN
"Vi a Heero cerrando la puerta, supongo que Wufei ya se había marchado. Parece que aun que Quatre este lejos, siempre puede ayudarnos. Vi la mirada de Heero penetrante, inquisidora... Creo que quiere preguntarme como esta el pequeño"
-- Esta bien, aun algo asustado, pero bien. - me adelanto a su pregunta. -- No debió irse con un extraño - me dice Heero sumamente molesto y caminando de forma decidida hasta la puerta. No puedo creer lo que veo en su rostro. -- Espera Heero a donde vas? - me atravieso a su paso cuando veo que piensa irrumpir en la habitación molesto. -- A decirle unas cuantas cosas a ese niño bobo! - me confirma mis sospechas, quiere regañarlo, no puedo permitirlo, no puedo. -- No! - lo detengo por el brazo, jalándolo hasta la sala. -- Duo! -- No voy a permitir que le digas nada, el no tuvo la culpa, Max lo engaño y lo último que necesita ahora es que lo regañes. - Heero me observo en silencio, yo no había separado mi vista de él en ningún momento - Sa'îd necesita ahora mucho cariño, mucha comprensión. No sabes lo que Max estuvo a punto de hacerle... vistes sus heridas?, Él esta asustado y lo estará por un tiempo. No confiara en nadie y si no lo ayudamos eso no lo va a superar. Entiendes Heero?... además ahora esta dormido, el medico le aplico un sedante para que lo hiciera, no despertara en toda la noche. Y por la mañana no permitiré que le digas nada que no sea agradable.
"Sentí como mis ojos comenzaban a llenarse de lagrimas. Y le di la espalda a Heero. Por mi cabeza pasaban cosas que yo mismo viví y no quería que él me viera en esas condiciones..."
"Pase mi brazo por mis ojos para limpiar mis lagrima que ya comenzaban a salir."
-- No... no permitiré que lo regañes - dije con voz entre cortada.
"Entonces sentí los brazos de Heero rodearme por la cintura. Mientras su cabeza se recargaba sobre mi hombro y me susurraba de forma tranquila y serena"
-- Que fue lo que te paso Duo?
"Que me paso?... que me paso?... algo terrible, eso fue lo que me paso. Algo con lo que aun vivo y me asusta por las noches. Algo que me mantiene despierto largas horas y cuando logro dormir me despierta con un grito de terror..."
-- Yo... yo... - trato de articular palabra para decirle, pero no puedo. Mis lagrimas comienzan a caer por mis mejillas hasta mojar los brazos de Heero que aun me abrazan con fuerza. - Yo... nunca se lo he dicho a nadie... - alcanzo a balbucear. -- Confía en mi - escucho la voz de Heero serena, mientras me abraza mas fuerte a su cuerpo - necesitas desahogar ese dolor que aun vive dentro de ti. -- Heero!...
"Siento que sus manos se separan despacio de mi cuerpo para tomarme de los hombros y muy despacio voltearme a él. Hace cuanto que no lloró como lo hago ahora?, Que no lloro conscientemente, por que en seños he llorado mucho mas?"
"Heero me conduce pacientemente hasta el sillón. Confiar en él?... yo confió ciegamente en él... pero como decirle lo que paso?, Como?... sin embargo mi voz sale desde lo más hondo de mi corazón, al sentirlo tan cerca de mí. No quiero decírselo, pero... quizá es hora de que alguien, además de mí, lo sepa..."
-- He querido olvidarlo... por mucho tiempo he guardado este secreto - murmuro calladamente, hablando para mí mismo. No me atrevo a levantar la vista de mis manos que descansan sobre mis piernas - yo... yo tenía apenas un año menos que Sa'îd y vivía con el padre Maxwell y la hermana Helen. Iba a la escuela muy cerca de allí. El padre Maxwell cumplía años y yo quería regalarle algo. Al pasar por una tienda, vi las cruces de plata, pero eran demasiado caras para un niño como yo. Yo le había prometido al padre Maxwell no volver a robar, así que la cruz estaba fuera de mi alcance. Pero cada vez que pasaba por ese local observaba las cruces en el aparador. Yo deseaba regalarle una de esas hermosas cruces al padre Maxwell... Una tarde al salir de clases y pararme de nuevo frente al aparador, un hombre al que conocía, ya que vivía en la última casa a la que había sido enviado, me ofreció comprar la cruz para mí, a cambio de un favor... - apreté mis dientes al recordar, mientras las lagrimas volvían a hacerse presente en mis ojos - le regale al padre Maxwell la cruz de plata y le dije la verdad de cómo la había obtenido. Yo le haría un favor a ese hombre, pero aun no sabía cuál. El solo me dijo que me buscaría después... y lo hizo.
"No pude evitar el poner la cabeza entre mis manos, recordaba lo que hice, lo tonto y confiado que había sido."
-- Él... él me busco una tarde y me llevo a un callejón alejado de la iglesia, cerca de la antigua casa que ocupaba con la pandilla de niños con los que estaba. Yo... yo... - no puedo evitar que mis lagrimas resbalen por mis mejillas. Puedo sentir como Heero pasa sus brazos sobre mi espalda para abrazarme, yo no puedo contestar a su abrazo hasta no decirle - yo le había prometido... lo había hecho y me lo repitió muchas veces... yo no quería... pero... - sentí los brazos de Heero apretarme aun más - no hubo nadie que me ayudara, nadie estaba cerca... él... él... -- Duo... - sentí el dolor en la voz de Heero, no era necesario que le dijera más. Mis lagrimas eran suficientes, él me entendió sin que explicara. Pero yo tenía que continuar. -- Tenía siete años y él me forzó y no fue solo esa vez... - Heero me abrazo mas fuerte, yo tuve que detenerme de sus hombros, mis lagrimas habían comenzado a mojar su camisa - cuando ocurrió la tragedia en la iglesia, por mucho tiempo creí que aquel hombre estaba entre las 256 victimas. Sentí un profundo alivio el solo imaginar que había muerto. Pero el día en que me encontré con el doctor G, ese día huía de él. Por que de nuevo lo vi, estaba vivo!, Y de nuevo quería forzarme, pude ver en sus ojos el deseo. Ya no era aquel niño de 7 años inocente y asustado. Corrí hasta entrar a la bodega de alimentos de la nave del doctor G. Robaría comida y al mismo tiempo huía de ese bastardo.
"Sentía mucho dolor, mucho dolor al recordar todo lo que había pasado."
-- Eras solo un niño - escuche las palabras de Heero. -- Si, era un niño. Pero aun ahora no he podido superarlo. Lo que me paso entonces me ha hecho que no pueda mantener una relación con alguien. Cuando tuve la edad necesaria comencé a tener relaciones para tratar de olvidar lo que me paso. Pero siempre era lo mismo, siempre las sensaciones placenteras se mezclan con las imágenes dolorosas. -- Te comprendo - dijo Heero con voz serena - por que yo pase por lo mismo... - mis ojos se abrieron en sorpresa al escucharlo y levante un poco mi rostro para verlo. -- Tu?, Pero como? - dije abrazándolo fuertemente - acaso... Odin Low? - pregunte. -- No, Odin Low solo me enseño el manejo de las armas. Eso fue parte de mi entrenamiento militar cuando estaba con el doctor J. -- Te forzaron? -- Solo al principio... según ellos era para enseñarme a tolerar el dolor. Pero en algún momento, dejo de ser doloroso y llego a ser placentero. -- Heero... - dije ahogadamente, mientras mis lagrimas seguían cayendo. -- La única forma de superarlo es hablando o escribiendo. Tienes que echar fuera todo lo que sientes... -- Heero... - dije abrazándolo fuertemente - yo sentía odio, frustración, coraje. Al mismo tiempo me sentía culpable, la basura más grande del mundo - dije llorando de nuevo -- Sigue... llora Duo, es lo mejor.
"Me abrasé a Heero llorando como solo una vez lo había hecho. Como solo había llorado el día que murieron los seres a los que más había querido."
"Sentí las manos de Heero masajeando mi espalda, haciéndome sentir mejor. Él había pasado por lo mismo que yo y entendía lo que yo siento. Mi llanto se fue calmando, al mismo tiempo en que comencé a sentir mis párpados pesados. Nunca había tenido la confianza para contar lo que me paso a nadie. La mascara de alegría la usaba con todo mundo, incluso con el padre Maxwell y la hermana Helen."
Duo se quedo dormido en los brazos de Heero. Por fin había descargado aquello que le pesaba en el corazón...
Heero lo tomo en brazos y lo condujo a su recamara, Sa'îd ocupaba la cama que solía ocupar Duo, así que se quedaría con él esa noche y... todas las que restaban...
***
"Me siento libre, como si me hubieran quitado un gran peso de encima. No temo a la oscuridad de la noche, ni a los posibles sueños que puedan venir con ella... Hablar... solo hice eso, hablar y me siento como si hubiese aventado con ellos todos los años de amargura y frustración. Ahora si puedo reír de forma verdadera... de una forma real... ya jamás he de fingir una alegría que realmente no siento..."
"Heero..."
-- Heero... - alcanzo a pronunciar calladamente, mientras puedo sentir como alguien retira la playera con la que había llegado.
"Entre abro los ojos al sentir frío y me topo con el mar azul de su mirada, me observa detenidamente y siento como mi corazón late apresurado. No estoy dormido, él esta a mi lado."
"Intento abrir la boca para decir algo, pero no sale ni una sola palabra de mis labios. Él no ha dejado de verme y su mirada me perturba como antes, siento como el color llega a mis mejillas. Pero lo único que ilumina la habitación es una débil luz que proviene de una lámpara sobre el tocador."
-- Solo intento ponerte la ropa de dormir - me dice Heero por fin rompiendo el hechizo en el que me había sumido su mirada.
"Sonrío un poco mientras muevo mi cabeza a un lado y veo la ropa que esta en el suelo. La playera rota, con manchas de sangre y lodo. La camisa a un lado y sobre una silla, la ropa con la que suelo dormir..."
-- Estoy bien, puedo hacerlo yo mismo - digo poniéndome de pie para terminar de hacer lo que Heero hacía.
"Vi sobre la silla la ropa, así que termine de desabrochar mi pantalón, podía sentir la mirada de Heero en mi. El estaba sentado en el borde de la cama observándome. Me detuve por un momento y voltee para mirarle. Sus ojos se clavaron en los míos por eternos segundos... dormiríamos juntos!!, en su cama!!, por que Sa'îd esta en la mía..."
"Siento como un calor comienza a acalorarme cuando antes tenía frío... Un intenso rubor cubre mi rostro... y veo como Heero se levanta para quedar de frente a mi."
"Mi corazón late aun más apresurado ante su cercanía... su aroma, el aroma inunda todo el cuarto y llena por completo mis sentidos."
"Me pierdo en el mar azul de sus pupilas, no puedo pronunciar ninguna palabra. Mi piel reacciona ante su cercanía. Vuelvo a intentar abrir mis labios para decir algo, pero es Heero quien habla primero."
-- Si prefieres puedo dormir en el sillón - me dice retirando su mirada, pero doy un paso armándome de valor para acercarme a él. -- No - murmuro - yo... yo... - no se que quiero decirle, solo se que no quiero estar solo y Heero solo me observa.
"Cierro los ojos por un segundo, pero los intensos latidos de mi corazón me impiden tranquilizarme. Puedo sentir el calor de la piel del cuerpo de Heero al acercarse y siento los brazos de él sobre mi espalda desnuda. Me abraza de una forma cálida, lo necesito tanto... tanto que sin pensarlo subo mis brazos para corresponder a su abrazo. Realmente lo necesito tanto..."
"Pero en mi mente se formula una pregunta: Donde quedo Relena?. Por que Heero me abraza de esa forma? Que paso con ella?... logro apartarme un poco de él para poder preguntarle por ella."
-- Te iras con Relena? - le pregunto viéndolo a los ojos, pero el me observa sin cambiar su semblante. -- No - me contesta de forma fría, mientras vuelve a abrazarme.
"Algo dentro de mi me recrimina por preguntarle diciéndome que eso que diablos importa ahora. Si ella importará Heero no habría ido a buscarme. O si? No, no habría ido a buscarme... estoy seguro. Pero esa vocecita en mi cabeza vuelve a preguntarme. Y Si solo es un juego como dijo ella?..."
-- Heero... te casaras con Relena? - pregunto sintiendo que si su respuesta es si, me moriré allí mismo. Siento como me separa de su pecho y veo en sus ojos una especie de furia. -- Le creíste? - me pregunta en respuesta. Pero yo solo le observo sin emitir ningún sonido. Heero apoya su frente en la mía y puedo escucharlo contestarme - te dije que no te dejaría y no lo haré. Jamás le prometí regresar para casarme, fue algo que ella quiso pensar.
"Esta vez soy yo quien lo abraza, por que ella ya no importa más y yo no soy el juego que quiso hacerme pensar."
-- Déjame ayudarte - me dice al oído en forma de murmullo, pero no entiendo sus palabras. -- He?... -- Déjame ayudarte - vuelve a repetirme, mientras siento como sus labios depositan un suave beso sobre mi cuello y una de sus manos arranca la cinta de mi trenza para deshacerla.
"Mi cuerpo reacciona ante ese simple roce de sus labios sobre mi cuello, lanza corriente eléctrica a través de mi piel que me hace temblar ligeramente..."
"Sus labios tibios comienzan a recorrer mi cuello, depositando pequeños besos y mordisqueando mi piel; mientras sus manos se mueven despacio sobre mi espalda, amoldándome mas a su cuerpo... enrollado sus dedos entre las hebras de mi cabello."
-- Déjame ayudarte Duo... - vuelve a repetirme suavemente al oído mientras siento su lengua introducirse en mi oreja, produciéndome otro estremecimiento.
"Un 'Mmmmm' se escapa de mis labios de forma inconsciente."
"Cierro los ojos dejándome llevar por las sensaciones que Heero despierta en mi."
-- No lo hagas - escucho que me dice de nuevo, pero no se a que se refiera - no cierres los ojos. -- Por que? - los abro al percatarme que Heero se ha detenido y veo ahora el mar azul cobalto de sus ojos. -- Quiero que estés conciente de que soy yo, no cierres los ojos - me dice mientras reanuda sus caricias sobre mi cuerpo.
"Vuelve a besar delicadamente mi cuello, lanzando mi cabeza ligeramente hacía atrás. Trato de hacer lo que me pidió, quiero dejar mis ojos abiertos, pero no resisto el cerrarlos al sentir con que delicadeza toca mi cuerpo... siento que mi sangre quema por dentro, siento como con cada caricia de sus manos sobre mi espalda va dejando senderos de fuego sobre mi piel."
"Tiemblo, estoy temblando ante los seductores besos que Heero deja sobre mi piel..."
"Siento como mi respiración se detiene al compás de sus besos, para reanudarse de forma mas acelerada... Siento su respiración igualmente acelerada..."
"Comienzo a levantar yo mismo mis manos para comenzar a desabrochar los botones de su camisa. Quiero sentir su piel caliente entre mis manos, tocar su firme estomago, su pecho. Acariciar delicadamente su piel como lo hace él. Quiero besarlo, quiero tocarlo, quiero amarlo como él lo hace...
-- Aaahh Heero - escapa un gemido de mi garganta al sentir sus labios sobre mi pecho desnudo, haciéndome olvidar todo lo que pensaba.
"Su lengua juega con mis pezones endurecidos, los muerde, los besa, los chupa..."
-- Heero!...
"Sube lentamente para besar mis labios de nuevo, sutilmente, delicadamente, se siente como una caricia sobre mis labios. Pero entonces siento su lengua urgiéndome a abrir los míos. No opongo resistencia, quiero sentir de nuevo su sabor en mi boca. Ese sabor dulce y salado..."
"El beso se hace cada vez mas urgente, mas salvaje. Respondo a cada beso suyo, cada vez mas posesivo, cada vez mas urgente... una de sus manos se separa de mi espalda, siguiendo un camino conocido sobre mi estomago."
"Siento que mi cuerpo reacciona, como si corriente eléctrica corriera por mis venas. Me siento arder por dentro y un ligero cosquilleo recorre mi estomago hasta llegar a mi entrepierna. Mi miembro reacciona ante sus caricias, irguiéndose ante él."
"La mano de Heero llega hasta mi pantalón, puedo sentir su mano sobre la tela bajando poco a poco hasta llegar a mi miembro endurecido por las caricias. Delicadamente siento sus dedos moverse sobre la tela, buscando la entrada correcta hasta dar con ella."
-- Ah Heero! - abro los ojos en sorpresa poniendo mi mano sobre su muñeca al sentir su mano sobre mi miembro. -- Si Duo, abre los ojos, no los cierres - me dice mientras vuelve a besarme y su mano se mueve mas urgente sobre mi miembro endurecido.
"Mis manos cobran vida, le retiro la camisa a Heero para poder besar sus hombros, mientras su manos se mueve frenéticamente en mi."
"Siento como su mano sale de mi pantalón para comenzar a bajarlo, mientras el baja junto con él. Besando y acariciando mi cuerpo..."
-- Heero! - digo viéndolo hacía abajo. El solo levanta un poco la cabeza para verme mientras me dirige una especie de sonrisa.
"Mi pantalón esta en el suelo y siento un estremecimiento cuando siento como Heero termina de bajar el boxer que me cubría dejando al descubierto mi miembro totalmente despierto. El cual ha dejado escapar algunas gotas de semen."
-- Heero... yo.. yo... - digo nerviosamente cuando siento sus labios sobre él. - aahhh - escapa un gemido de mi garganta. Me gusta, me gusta mucho lo que hace.
"Heero succionaba, besaba, acariciaba con su lengua... nada parecido a aquello que soñé, era mucho mejor, me sentía explotar por dentro, mi piel ardía y mi corazón se estaba a punto de estallar."
-- Aaaahhh Heero!! - dije sujetándolo fuertemente de los hombros.
"Me sentía explotar, sentí como el dolor de la anticipación se clavaba en mi vientre. Estaba a punto de venirme en su boca. Pero Heero se retiro antes..."
-- No, espera Duo... - me dijo subiendo para besarme de nuevo.
"Mientras sentía sus labios calientes sobre los míos, muy delicadamente me dio la vuelta para dejarme sobre su cama. Mi ropa quedo totalmente en el suelo. Esta vez no había sonrojo, mi piel ardía y lo necesitaba tanto..."
"Al levantar un poco mi cabeza pude ver lo que Heero hacía, se terminaba de quitar también su ropa para regresar a mi lado en la cama. Los dos estábamos desnudos, piel con piel, alma con alma..."
"Levanto mis manos para tocar su estomago firme. Su piel se siente caliente, tan caliente como esta la mía. Me levanto un poco para besar su pecho y escucho como un gemido escapa de su garganta."
-- Sa'îd - murmuro contra su piel ardiendo, lo había olvidado esta en la otra recamara. -- Esta profundamente dormido - me dice Heero con la voz entrecortada levantando mi rostro para besarme - además debemos acostumbrarnos a que haya niños en casa. -- Heero! - Digo mientras le abrazo por la espalda entendiendo lo que me quiso decir con eso...
"Heero me empuja ligeramente sobre la cama quedando hincado a mis pies. Siento como abre mis piernas para acomodarse entre ellas. Puedo ver que su miembro también esta despierto y me siento sonrojar de nuevo, mientras mi corazón late apresurado."
-- Heero... - murmuro al sentirlo recostarse sobre mi cuerpo.
"Mi piel arde bajo sus manos, reacciono mientras escapan de mi garganta gemidos de placer. No puedo evitar el recordar aquel sueño y acuerdo conmigo mismo que no se compara con la realidad."
"Siento la lengua de Heero sobre uno de mis pezones, lo muerde haciéndome estremecer aun mas. Escucho mi nombre en sus labios, y sonrío un poco, se escucha como una melodía a mis oídos."
"Pero al cerrar los ojos de nuevo, veo aquellas imágenes. Por que no puedo borrarlas de mi memoria?. Aferró mis manos a la colcha de la cama y me tenso."
-- Abre los ojos Duo - escucho de nuevo la voz de Heero y reacciono antes de que mi cerebro procese sus palabras - si vas a sujetar algo que sea mis manos, mi cuerpo, no te sujetes a la colcha de la cama.
"Siento las manos de Heero deshacer mi agarre sobre la colcha y entrelaza una de mis manos con las suya. Otra de mis manos sube por su espalda y vuelvo a escuchar en mis oídos un jadeo de placer que escapa de sus labios."
-- Duo... - escucho la voz sensual de Heero, me estremezco al escucharlo.
"Mi mano baja para sentir su miembro entre mis dedos..."
-- Ahh... Duo - vuelvo a escucharle, me gusta ver su rostro sonrojado por las caricias de mis manos sobre su cuerpo.
"Entonces siento como se levanta arrodillándose y separando mis piernas para quedar a la altura de su pecho. Tengo miedo... no puedo evitar dirigirle una mirada temerosa, pero se acerca para darme un beso gentil."
-- Confía en mi Duo... - le escucho, mientras veo como saca del cajón un pequeño frasco de algo.
"Mi cuerpo arde, lo necesito conmigo y siento que mi cabeza se inclina en acuerdo sin que yo lo haya pensado. Mi cuerpo reacciona de nuevo al sentir como sus manos buscan algo en medio de mis piernas y un poco mas abajo."
-- Aaaggghhh! - escapa de mi garganta un quejido al sentir que algo invade mi cuerpo y mis manos se aferran a la colcha de nuevo, mientras cierro los ojos. -- Abre los ojos Duo, mírame, toma mi mano, no la colcha.
"Pude ver la mirada de Heero, pude ver la preocupación en su rostro y sin retirar la mano de mi, tome la otra que me ofrecía. Poco a poco mi cuerpo se acostumbraba a la invasión."
-- Estas bien? - escuche que me preguntaba y de nuevo sentí que mi cabeza contestaba sin que yo diera la orden. Comenzaba a disfrutarlo.
"Entonces sentí como su dedo se movía, haciéndome sentir de nuevo algo de dolor. No tan fuerte como al principio..."
-- Mmmppphh... ahhh - escapo de mi garganta, un jadeo de placer de nuevo...
"Mi cuerpo se arqueva con los movimientos de Heero. Su mano tomaba fuertemente la mía, mientras la otra se movía dentro de mi. Primero con un dedo, después con dos, preparándome para lo que venía después."
-- Duo... - escuche la voz en un jadeo de Heero.
"Pude observarlo detenidamente, su cuerpo temblaba ligeramente, su respiración acelerada, si hablaba, hablaba entrecortado. Su piel dejaba escapar pequeñas gotas de sudor, sus ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas... yo lo amaba, lo amaba y lo necesitaba dentro de mi..."
-- Heero por favor... - dije en un jadeo.
"Heero abrió los ojos al escuchar mi suplica, tenia tres dedos dentro de mi y yo me sentía listo para recibirlo."
-- Estas seguro? - pregunto viéndome a los ojos. -- Por favor!, nunca he estado mas seguro de algo - dije sonriendo.
"Entonces sentí como retiro sus dedos de mi y tomo de nuevo el frasco que había sacado de su cajón y unto su miembro erecto con el y mi entrada. Lo sentí frío, ya que mi piel ardía..."
"Heero tomo mis tobillos para acomodarme sobre sus piernas. Fue entonces que sentí como entraba en mi de forma lenta..."
-- Ahhh - grite, el dolor era mas fuerte -- Duo quizá... -- No! - no permitiría que esto terminara, no aun. Solo necesitaba relajarme.
"Entonces pude sentir como entraba en mi de una forma menos dolorosa. Ya no sentía tanto dolor. Heero dejo que me acostumbrara a él, antes de comenzar a moverse."
-- Duo... - dijo mientras besaba la pierna que descansaba sobre su hombro. -- Ahh Heero, Heero - dije en un jadeo.
"Entonces sentí como Heero bajaba mis piernas y por instinto las entrelacé a sus caderas, sintiendo como al hacerlo, Heero entraba de forma mas profunda en mi, moviéndose al ritmo que yo mismo estaba imponiendo, lanzado sensaciones totalmente desconocidas para mi..."
-- Heero!! - grite en un jadeo, al sentir como las embestidas que daba eran cada vez mas fuertes y mas rápidas, oyendo como de sus labios salían gemidos cada vez mas fuertes.
"No me di cuenta cuando Heero había tomado mi miembro entre sus manos y al tiempo en que empujaba fuerte dentro de mi, también subía y bajaba su mano sobre él..."
"Las sensaciones eran indescriptibles, me sentía envuelto en una ola de placer que jamás había experimentado... la excitación me hacía lanzar jadeos con cada embestida."
"Siento que mi cuerpo se tensa, el placer es tanto que no podré detenerme más."
-- Heero voy... aaahhh, Heero! - grite al sentir como salpicaba la mano y el estomago de Heero con mi semilla. Pero al mismo tiempo sentí como mi cuerpo recibía la de Heero dentro de mi ser. -- Ahhh Duo... - escuche decir a Heero mientras sentía su ultima expulsión en mi cuerpo.
"Y sonreí, por que pude escuchar felizmente mi nombre al final en los labios de Heero. Por fin era suyo, completamente suyo y nadie me quitaría eso."
"Sentí como mi cuerpo se relajaba totalmente, totalmente exhausto y feliz. Mi respiración regresaba poco a poco a la normalidad. Heero había caído sobre mi, abrazando por completo mi cuerpo."
"Solo sonreía sin poder decirle nada, sin querer pronunciar palabras... estaba demasiado feliz como para interrumpir esta perfección, no quería despertar y darme cuenta que de nuevo todo fue un sueño..."
"Pero siento los brazos de Heero al abrazarme por la espalda al tiempo en que sube la cobija que con los movimientos había caído al suelo y tapa nuestra desnudes con ella. Besa mi hombro, creo que piensa que estoy dormido y realmente estoy exhausto..."
-- Te amo - murmuro al sentirlo cerca, mientras siento los labios de Heero sobre mi cuello, abrazándome aun mas a su cuerpo. -- Misión... cumplida...
"Misión Cumplida???... abro grande mente mis ojos al escucharlo y me volteo por completo a verlo."
"El esta boca arriba con una sonrisa en el rostro, la cobija ha caído a media cintura y puedo ver su pecho desnudo. Pero yo le observo a la expectativa."
-- Como que Misión Cumplida? - dijo sin entender lo que dice, pero el solo cruza los brazos bajo su cabeza y sonríe. -- Pensé que dormías... - trata de eludir mi pregunta, pero no lo dejare.
"Me agacho hasta su rostro, no me gusta esa sonrisa que muestra. Es una especie de sonrisa picara, pero él no es así. Entonces por que sonríe?"
-- Explícame que fue eso de Misión Cumplida?
"Pero al abrir los ojos, me sumerjo de nuevo en el mar azul de sus pupilas. El me observa detenidamente y no puedo decir nada. Entonces siento como con ambos brazos me atrae hasta su cuerpo, volviendo a besarme con pasión."
"Sus labios son urgentes, dejo que su lengua viaje dentro de mi boca, respondo sin importarme nada. La sangre vuelve a hervir dentro de mi y es necesario separarnos para tomar algo de aire."
-- Te lo explicare más tarde - me dice mientras me da la vuelta en la cama para quedar de nuevo sobre mi. -- Y la escuela? - digo sin pensar. -- Mañana no hay clases - me responde sonriendo, mientras vuelve a besarme - puedes quedarte dormido hasta tarde - me susurra, mientras respondo al beso de la misma forma en que lo ha hecho él...
Continuara...
Notas de la Autora:
Que capitulo tan difícil, de los 8 capítulos que llevo, este ha sido el que me costo mas trabajo escribir. Pero no diré nada del Lemon, por que si no Faby vuelve a jalarme las orejas, solo espero que lo hayan disfrutado.
En este capitulo he tratado de responder a algunas dudas que les había creado a lo largo de la historia:
1.- Que Quiere Relena con Heero? 2.- Quien es Max y por que busca a Duo? 3.- Que significan los sueños de Duo? 4.- Cual era ese entrenamiento Militar al que sometieron a Heero? 5.- Esta Wufei interesado en Duo? Bueno, con respecto a esta, ya leyeron, ustedes pueden opinar. Aun que si aun tienen dudas, sabrán un poco mas en el siguiente capitulo.
No se pierdan el final.
Agradezco a todas las que me han escrito por este fic y en especial a mis amigas Claudia y Faby, por hacerme caer en esto del yaoi (Si, siempre las voy a culpar, o lo que es lo mismo, agradecer, jejeje.)
Dudas, comentarios, tomatazos , todo será bien recibido en: maryluz_mty@yahoo.com
