Disclaimer. Todos los personajes conocidos y lugares mencionados en este escrito pertenecen al genio de J.R.R Tolkien, todos los demás desconocidos son inventos de mi imaginación.

A Legolas, hijo de Thranduil en el Reino del Bosque Negro

Querido hermano, me encuentro aquí en franca angustia, mi mente se confunde ante la mirada de aquellos que me aconsejaste cuidar.

Hemos tenido oportunidad de hacer frente a varias de las criaturas oscuras, a todas ellas hemos vencido no si resultar con algún rasguño o herida leve. Durante tales batallas he podido comprobar la valentía y bravura de aquellos dos amigos a quienes apreciamos en cantidad, Aragorn, el fuerte y hermoso heredero de Isildur, ha sacado la espada no menos de las veces que yo he tenido que empuñar la mía, sus ojos arden ante la pelea, su espíritu se anima con cada nueva victoria y el es caballero mas completo que conozco.

Haldir, aquel capitán de guardias de Lothlorien me ha impresionado en cantidad, no había tenido tanta oportunidad de observarle en pleno ataque, mas lo poco que he podido presenciar, me llena de profundo orgullo al contarle como uno de mis amigos, su cabello platinado se ilumina con singular brillo al calor de una pelea, he visto su agilidad con el arco y la flecha mas ninguna espada se mueve tan ágilmente como cuando luce en su mano.

Mas, esa oscuridad que me mencionas, creo que la he visto en ambos casos y me abruman, aun no consigo distinguir a que se debe esas largas miradas cuando cepillo y arreglo mi cabello, cuando tomo un baño en alguna laguna o río y deciden abruptamente acompañarme, ¿por que me piden que cante a la luz de la luna sí cualquier elfo de Lothlorién podría contar bellas historias?, tal vez mas interesantes que las de nuestro querido reino, ¿podrías hermano, en algunas líneas que me dirijas, resolver este acertijo?

Extraño inimaginablemente a Rosswen, he soñado con ella cuando me dirijo a los cielos a encontrar mi descanso, he visto su hermoso cabello dorado junto al mío, le imagino allí a mi lado, mirándome con esos ojos tan grises y puros que ella posee, sonriéndome con ternura e invitándome a llegar a sus brazos, mas al despertar es Haldir el que toma su lugar y mi mente se confunde y me aparto de el.

En otras oportunidades, mi espíritu es libre durante nuestros breves descansos en el río, tomo asiento en alguna tranquila orilla, dejo que mi cabello sea llevado por los alegres oleadas del lugar, mis ojos se cierran mientras descanso a la sombra de un buen árbol, totalmente desnudo en cuerpo y alma, pues pienso en ella, sus manos tocando y acariciando mi cabello, dando un ligero masaje, que te juro pude percibir a pesar de la distancia, de sus caricias en mi pecho, para volver a la realidad y encontrar que Aragorn me mira y pide mi aprobación para unírseme en el baño.

Todos estas crueles batallas me agotan un poco y deben de nublar mi buen juicio sobre estos nobles caballeros, mi imaginación debe jugarme una fuerte broma y debo recobrar la cordura. Espero pronto tener la dicha de leer algún escrito tuyo, de saber de ti, mi padre y Minya, por cierto, Ascar me pide que no digas a nadie de su paradero, ni a su querida Elithil, pues no quiere, como dice, causarle alguna preocupación.

Con todo mi corazón,

De Altadil, hijo de Thranduil