Disclaimer. Todos los personajes conocidos y lugares mencionados en este escrito pertenecen al genio de J.R.R Tolkien, todos los demás desconocidos son inventos de mi imaginación.
A Ascacirithion hijo de Voronwë
Querido amigo, por orden de llegada respondo a tan graves dudas y cuestiones. Un gusto enorme al tener por fin noticias tuyas, y se ha duplicado al llegarme tanto informes tuyo como de mi querido Altadil, ambos comparten una pena y duda en este momento y podrían ser el apoyo uno del otro.
Te encargo amigo mío, que le acompañes en todo momento que te sea posible, miradas oscuras pueden cernirse sobre el y no son las criaturas del señor oscuro las que me preocupan. Confío en ti como en todos los momentos.
Respecto a esa cuestión con la dama Elithil, podría decirte mi humilde parecer al respecto, no es nada recomendable para el honor y respeto de un caballero, que huya ante el primer signo de adversidad, no lo has hecho así en una batalla y no creo posible que lo hagas ante una mujer, aunque a decir verdad, fuerte debe de ser el guerrero que lleva en su vientre para que halla inspirado miedo en un bravo y valiente señor elfo como tu.
Ten valor y enfrenta al destino, no le des la espalda al futuro que tienes en tus manos, mucho necesitara tu apoyo, y arriesgándote a perder la vida en una batalla no arreglara las cosas para Elithil, ten fuerza y enfrenta tus temores y errores con responsabilidad, si la precaución no te resulto, muy bien sabías las consecuencias que podría traer. Feliz me sentiría de presenciar la unión de ustedes dos, y mas aun si un tercero se les une inesperadamente. Tu amor por ella lo vale.
Legolas, hijo de Thranduil, en el Reino del Bosque Negro
P.D. Te encargo encarecidamente a Altadil, no dejes que le asistan si puedes ayudarle tu, no te apartes de él, ¡por favor!
