No soy rubia, ando justa de dinero y, sobre todo, no soy una gran escritora. Por lo tanto no soy JK y Harry no me pertenece. (Todavía, ya estoy juntando dinero para comprar los derechos de autor. No me miren así, que soñar no cuesta nada)
Capitulo III: Querida GinnyEn un lugar de Inglaterra, cerca de Ottery Saint Catchpole, en una casa de varios pisos de altura, tan torcida que parecía sostenerse por magia, una joven pelirroja se paseaba por su habitación. En sus ojos se notaba la falta de sueño. Y claro, cómo iba a dormir si los nervios la consumían.
- ¿Cómo se me ocurrió hacer algo así? – se decía por centésima vez. - ¿Qué va a pensar de mi? ¡Oh, pero que estúpida! Ahora seguramente pensará que estoy loca. Con todos los problemas que tiene y a mi se me ocurre decirle eso. ¿Cómo voy a mirarlo a la cara después de esto? Si antes me costaba mirarlo directo cuando se dirigía a mi, ahora… ¡Oh, tierra trágame! -
Ginny se había arrepentido de haber enviado su carta al "Niño que vivió". La sola idea de que a Harry le molestara la carta la hacía llegar al borde del llanto. No había pegado un ojo en toda la noche, con miles de pensamientos dándoles vuelta por la cabeza.
- ¡Ginny, el desayuno está servido! – Se escuchó la voz de la señora Weasley resonar desde abajo.
Ginny decidió vestirse y bajar. Dónde estaría su momentánea confianza ahora. Cuando comenzó a escribir la carta estaba decidida y sentía que hacía lo mejor. Pero ahora… "Ya no pienses en eso" se decía a sí misma "No puedes llorar sobre la leche derramada. Lo hecho, hecho está y nada podrá cambiar eso. No todo es malo, al menos pudiste escribirle. Aunque solo fuera por esta vez. Ojalá Harry ya no esté triste. Duele demasiado…"
- Buen día cariño – Saludó la señora Weasley colocando frente a Ginny un plato de avena y un vaso de leche- ¿Dormiste bien? -
- Er… sí – mintió. En realidad la pequeña Weasley no había pegado un ojo en toda la noche. Y, aunque Molly Weasley notó las ojeras que traía su hija, prefirió no preguntar más.
- Mamá – llamó Ron al ingresar a la cocina todavía en pijamas - ¿Has visto a Pig? No lo he visto desde el otro día –
- Yo lo usé para enviar una carta – contestó Ginny metiéndose una cuchara con avena en la boca.
- ¿A quién? – Inquirió Ron.
- No es asunto tuyo – Puntualizó ella – Seguramente vuelve hoy – un nudo se le hizo en el estomago. Sí, seguramente Pig volvería hoy ¿Contestaría Harry? No, no lo creía, tal vez lo había molestado… o tal vez lo hizo sentirse todavía peor de lo que ya se sentía… "Basta Ginny" se reprochó mentalmente. "Deja de pensar en eso. Deja de hacerlo".
- Ya terminé – Se levantó tomando su plato y vaso para luego depositarlos en el lavadero. Estaba a punto de marcharse cuando…
- Ey – dijo Fred terminando un pedazo de tocino – ¿Ese no es Pig, Ron? – señaló la ventana.
Y precisamente, la pequeña lechucita de Ron entró por la ventana de la cocina aleteando alegremente. Ginny se giró en la puerta de la cocina con el corazón en la garganta. Fijó su vista en la pelota con plumas que era Pig. En la pata izquierda de la lechucita estaba atada una carta.
Ron se paró de un salto para tratar de agarrarla creyendo que la carta era para él. Pero Pig gorgojeó contenta y se fue directo a la menor de los Weasley, quien parecía estar a punto de desmayarse de tan pálida que se había puesto.
En una de las caras del pergamino doblado en cuatro se leía:
"Ginny Weasley"
Ginny abrió la boca para decir algo, pero no emitió sonido alguno. Todos en la cocina la miraban con expectación.
- ¿Y? – Dijo George que estaba a lado de Fred
- ¿De quién es? – Completó Fred intrigado.
Ginny volvió a abrir la boca, como si de un pez fuera del agua se tratara, pero no encontraba que decirles a sus hermanos y volvió a cerrarla. Lo único que acertó a hacer, fue darse media vuelta y subir como un huracán a su habitación con la carta firmemente sujeta entre sus manos.
- ¿Y ahora que bicho le pico? – Preguntó Ron extrañado por el comportamiento de su hermana.
- A mi ni me preguntes – contestó Fred tan extrañado como Ron.
- Tal vez se la envió su novio – Comentó como quien no quiere la cosa, la señora Weasley sin voltearse para poder ocultar una sonrisa burlona. Estaba deseosa de poder ver la reacción de los tres hermanos allí presente.
- ¿Qué novio? – Preguntó George poniendo toda su atención en su madre que todavía les daba la espalda.
- Ginny no tiene novio – Afirmo Fred.
- Cierto – Le dio la razón Ron.
- Eso es lo que ustedes creen – Continuó la Señora Weasley con total calma.
- De ser así, ya nos habríamos enterado – Fred comenzaba a dudar.
- Pues ustedes no están todo el tiempo con su hermana. De quererlo, ella podría tener novio ahora mismo y ustedes ni se enterarían -.
- ¿Y quién es? – Preguntó Ron de repente.
- ¿Quién es qué? – dijo Molly haciéndose la desentendida.
- ¿Cómo que quién? – Exclamó George tratando de no exaltarse – Su novio ¿Quién es? –
- Ah, eso. Pues… - Molly se detuvo como pensando.
- ¿Y bien? – La apremió Fred.
- ¡Mamá dinos de una vez! – dijo Ron perdiendo un poco la compostura.
- Pues la verdad… - un poco más de suspenso – No tengo ni la más remota idea -
Los tres hermanos se llevaron la mano a la cabeza en señal de exasperación al mismo tiempo. Mientras Molly Weasley reía divertida de haber comprobado los celos fraternales de sus hijos.
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Mientras, en uno de los cuartos de arriba. Ginny seguía viendo la carta en sus manos sin poder creérselo todavía. Le había respondido. Que diría, le reclamaría por que le había escrito, o…
- No seas tonta – se dijo – ábrela de una buena vez. Tendrías que estar muy contenta de recibir una carta suya. No asustarte por ello -
Respiró profundo y la abrió. Decía lo siguiente:
Querida Ginny:
Quiero decirte que tu carta me ha dejado verdaderamente sorprendido. Creo que no me lo esperaba.
Admito que me mantuvo despierto toda la noche. Me diste mucho en que pensar ¿Y sabes? Creo que tienes toda la razón, todavía me siento responsable por lo que ocurrió la noche de la tercera prueba. Pero no haciendo nada y deprimiéndome no cambiará lo que ya pasó. Lo mejor que puedo hacer es mantenerme en pie y enfrentar lo que este por venir, como tú lo dijiste, por todos aquellos que me quieren. Aunque creo que será una tarea difícil de cumplir.
Me gustaría recibir más cartas de ti, me ayudan a sentirme mejor. Te pido me perdones si de alguna manera te he causado algún daño. Lo siento de veras, aunque no supiera que lo estaba haciendo. De ahora en más trataré de estar bien para que no te sientas triste.
Me gustaría contar contigo y si me permites el atrevimiento lo haré. Te escribiré cada vez que pueda, no te preocupes, es una promesa.
En estos momentos estoy lleno de preguntas sobre lo que me has escrito. Dumbledore ya me había dicho una vez que cuando un mago le salva a otro la vida directamente se crea un vínculo entre ambos. Pero no creí que resultara esto entre nosotros. No te confundas, no quiero decir que me molesta, pero realmente me sorprende.
Quería preguntarte ¿Qué es exactamente lo que sientes? Es decir… ¿Puedes sentir cada una de mis emociones? ¿Hacia quienes están dirigidas? La verdad es que me da algo de pena preguntártelo, pero en realidad necesito saberlo.
Por favor no dejes de escribirme, que no te de pena. Generalmente no muerdo a las personas. Me gustaría que llegáramos a conocernos mejor. Creo que nos haría muy bien a los dos.
Harry
P/D: Gracias… Por todo.
Ginny se sentía contenta. Entonces, él no se había molestado con ella, es más quería ser su amigo. Esto era más de lo que ella esperaba. El corazón le latía con tal fuerza que seguramente se le saldría del pecho en cualquier momento. Una sonrisa se posó en sus labios y el cansancio que tenía por haberse desvelado le cayó con todo su peso. "Mi querido Harry" murmuró antes de caer dormida con esa sonrisa que parecía no quererse borrar y con la carta firmemente sujeta entre sus manos.
N/A: ^-^ Qué les pareció. Me tardé muchísimo (¬¬* condenados exámenes), pero aquí tienen. Si quieren podemos pararla aquí. O si no manden ideas que nunca están demás.
Ya saben, lo de siempre, tomatazos, howlers, Sirius y Remus en traje de baño ^o^, ya saben donde mandármelos.
Por cierto lean los fics de Annia, están buenísimos. Me encantó "Flores negras", es un H/G hermoso. Y "Viaje al pasado"y Aunque este último es de CCS y si les gusta el animé o son fanáticos de la serie de seguro les va a encantar.
Y tú, Annia, continúa escribiendo que lo haces de maravilla.
Gracias a todos los que dejaron reviews y a los que leen pero no dejan reviews también.
Kisses
Leri
