Advertencia este fic va a contener slash, yaoi, relación chico-chico, los que tengan algo en contra de esto o sean homofóbicos que no lo lean, no admito criticas respecto a esto, si los molesto de alguna forma no lo lean y se acabo.

Disclaimer: nada de esto me pertenece, es todo de Rowling, la Warner y todo el que saque dinero por ello, yo no hago esto para ganar nada sino por diversión. Los personajes y todos los ambientes ingleses son de Rowling sin embargo todo lo referente a la época del fic que se desarrollará en España es de mi invención así como David y otros personajes nuevos que van apareciendo.

CAPÍTULO 3:

Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos

Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos a veces fulgurece su mirada debajo del cielo. Quejumbre, tempestad, remolino de furia, cruza encima de mi corazón, sin detenerte. Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz
soñolienta.

(Pablo Neruda)

Estaba totalmente empapada, se tumbó al sol para así poder secar su cuerpo, no aplicó ningún tipo de crema para protegerse del sol en su piel, no necesitaba crema, pues era muy morena, cuando iba por la calle los chicos se paraban a mirarla, era muy hermosa, sin embargo, eso a ella le daba igual, no la importaba nada ser alta y atlética, ni que todas sus curvas estuvieran justo donde deberían estar, tampoco le llamaban la atención sus ojos violetas pues ya estaba acostumbrada a ellos y más que harta de que siempre la gente se parara a mirarlos, su pelo, castaño tirando a pelirrojo y extremadamente lacio tampoco le parecía especial, en absoluto ponía una mínima atención a su físico, tenia cosas más importantes de las que preocuparse, admiraba a todas esas jovencitas que no tenían mayores aspiraciones ni mayores problemas que cuidar su cabello, su peso y el estado de sus uñas, y las envidiaba, les gustaría estar todo el día preocupándose por ella misma sin. sin. sin nada de lo que es su vida.

Y allí tomando el sol, secando su escultural cuerpo, se quedo dormida tuvo un extraño sueño, ella dormía en una gran cama de dosel de color esmeralda y una chica rubia con cara de perro la decía, despierta Thomson, entonces una brisa de calor la despertó, le encantaba la ciudad en la que vivía, quizá no era un sitio idóneo para sus objetivos, sin embargo, el clima seco y caluroso la entusiasmaba además las suaves brisas húmedas que traía el Nilo la hacía imaginar Egipto en su época dorada, cuando los grandes faraones habitaban esa arena dorada que ahora juega entre los dedos de sus largos pies, y la ciudad donde vivía era inexistente, ningún antiguo hubiera imaginado Egipto como una tierra de turismo a la que la gente iba solo para admirar las grandes obras arquitectónicas se compraban una camiseta con tres pirámides mal dibujadas que significaban el pan de una familia y volvían a su rico hogar, quedando de su visita un álbum de fotos y recuerdos que pronto reemplazarían cuando fueran de vacaciones al Caribe, aunque aun quedaba mucha gente que respetaba la cultura egipcia más antigua y la daba a conocer mediante libros que conseguían más adeptos a esa época y mas respeto por las divinidades que los egipcios creían habitaban allí. Esos escritores eran admirados por la joven que ahora se introducía en una pequeña casa y miraba a su familia, en fin, tenía suerte, era una muchacha egipcia de familia de sociedad gracias a que su madre se caso con un inglés, Richard Thomson, lo que facilitó el futuro de la pequeña hija de los dos, la que, al contrario de su madre iba a la escuela y no tenía que mendigar, además el matrimonio de su madre con su padre y que el fuera su padre le habían traído otra sorpresa que descubrió a la tierna edad de seis años. Subió a su modesta habitación y tras darse una rápida ducha se acostó con un libro hecho de pairo a la forma antigua y abrazándolo se quedó dormida.

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Los padres de David les miraban totalmente anonadados, en su expresión se veía claramente que no podían explicarse las extrañas apariciones que les había relatado su hijo. La boca de la madre estaba ligeramente abierta mostrando su sorpresa, que era más que evidente tanto en los claros ojos hasta en la piel blanquecina, dos cualidades heredadas por su hija, aún así guardaba la compostura como lo debe hacer una dama de sociedad de educación inglesa, las manos aristocráticas apoyadas con finura en sus piernas, al sentarse, postura inmejorablemente erguida, una reconfortadota sonrisa para los recién llegados en un rostro preocupado, el pelo castaño claro recogido en un elegante moño, vistiendo un hermoso vestido verde agua de noche, lo que les hizo pensar a ambos chicos que volvía de una fiesta, teoría reforzada al observar, también, al padre de los chicos, traje de chaqueta, juvenil, expresión risueña en la cara morena, ojos negros quizás azul marino casi una réplica de los de David, su nerviosismo empezó a notarse cuando con paso intranquilo se dispuso a recorrer la sala de estar de un sitio a otro.

Después de saber las razones de aquellas inesperadas visitas, la castaña mujer regañó a David por no hacer las pertinentes presentaciones, eso sí, sin borrar la sincera sonrisa de su cara.

-Bueno mamá_ empezó David_ este es Harry Potter. Harry esta es mi madre, Sara, ella estudió en Hogwarts_ finalizó con una sonrisa sincera.

-mucho gusto- dijo algo cortado el ojiverde.

-lo mismo digo_ dijo Sara sonriendo y dándole dos besos en las mejillas a Harry sin ningún reparo, pues en España la gente saluda con besos en la mejilla si se trata de mujeres, entre ellas y los hombres a las mujeres, y con un apretón de manos si se trata de dos chicos, una forma de tratarse mucho más personal de la que se acostumbra en Reino Unido, al menos, en el colegio Hogwarts de Magia y hechicería, razón por la cuál ese saludó consiguió un rubor por parte de Harry.

-bueno, Harry este es mi padre Daniel_ finalizó la presentación Lucía.

-gusto en conocerte_ dijo Daniel, haciendo notar un bastante marcado acento italiano, mientras decía esto le dio un apretón de manos a Harry.

-en fin, volvemos a tener aquí a nuestro ya conocido Malfoy, hay que ver cuanto has crecido_ empezó a decir Sara con una bonita sonrisa_ le llevas media cabeza a Daniel y antes no le llegabas a los hombros, se nota que ya eres todo un hombre, te has puesto muy guapo, he de añadir.

Cuando ella terminó de hablar Malfoy se encontraba bastante avergonzado por recibir tantos elogios seguidos, y, ante el asombro de los otros dos chicos allí presentes, le regalo a la señora Jiménez una sonrisa, totalmente sincera.

Después de presentaciones y reencuentros, y a petición de la cabeza de familia, Sara, fueron acompañados a los cuartos de invitados por dos aplicados elfos domésticos, que, para regocijo de Hermione si se encontrará allí iban vestidos con rigor, un uniforme de trabajo, y no con un sucio trapo de cocina.

Los cuartos de invitados se encontraban uno enfrente de la habitación de David y el otro enfrente de la de Lucía, pues las habitaciones de los hermanos eran contiguas, por lo tanto, las de invitados exactamente igual, pues estaban pensadas para cuando estuvieran en casa los amigos de David y Lucía.

Teniendo en cuenta que Harry no tenía ropa, y todavía estaba vestido con la estropeada ropa de Dudley, David tuvo que prestarle un pijama, aunque le dijo riendo que lo normal sería que durmiera en calzoncillos, pues, aún en la mágicamente climatiza casa de los Jiménez , hacia demasiado calor como para dormir con más ropa, comentario que fue aceptado por el ojiverde que ni siquiera desdoblo el pijama, y durmió con ropa interior.

Con Draco no sucedía lo mismo, pues el estaba durmiendo cuando fue ""abducido" , sin embargo, pasando por alto las advertencias de David, a quien de solo pensar que alguien pueda dormir con un pijama de manga larga y pantalón largo en verano, se le subían los calores. Así que Malfoy con ese orgullo que tan bien conocemos aguanta nada más y nada menos que una hora, con ese pijama, después de transcurrir esos sesenta segundos se despojo de la prenda como si quemará.

Mientras los dos ingleses comprobaban los efectos del clima, David no podía parar de dar vueltas por la cama, ese había sido un día muy intenso, había conocido al "ilustre" Harry Potter, y había visto por sus propios ojos que era un buen chico, le habían impresionado en sobremanera sus grandes ojos verdes, moviéndose entre las finas sábanas, no pudo más que recordar la anatomía del "niño que vivió", a primera vista le había parecido un enano enclenque, aunque claro que impresión puede dar con la ropa que lleva, lo menos cinco tallas más grande, se había fijado en su cuerpo cuando a causa del calor, cuando David hablaba con él en su habitación y le daba el pijama, el se había quitado la gruesa sudadera, y al quitársela se levanta ligeramente la grande camiseta, mostrando un abdomen fuerte dotado de unos marcados abdominales, decidió que mañana se fijaría en otra partes importantes de un cuerpo masculino, quizás pudiera conseguir tener algo más que una amistad con el ojiverde, aunque claro con claro conocimiento de su personalidad, él era muy selectivo, tanto para chicos como para chicas, un comentario interior le hizo recordar la primera vez que se había fijado en un chico.

Fue hace solo un año, el es uno de los chicos más populares de su instituto, había salido con tan solo quince años con la mayoría de las chicas que merecían la pena de su curso, del curso superior, y alguna que otro del curso inferior, desde los trece años cambiaba de novia como de calcetines, entonces vió a aquel chico, bonito pelo castaño, pinchos, cuerpo de impresión, al principio, se fijaba en él para "comparase" pues aquel chico de nuevo ingreso podría arrebatarle algunas conquistas, pero luego se fijaba demasiado en su culo, en su abdomen después de un partido de quiddicht , en sus bonitos ojos verdes, tenía debilidad por ese color al parecer, un día cuando estaban en el baño haciendo todo lo que un rapero hace en un baño, orinar, pintar un grafo en la puerta, poner un comentario salidito de tono en los azulejos, un taqueo por aquí otro por allá, se dio cuenta que Raúl, a si se llamaba el chico le miraba con atención, David preguntó el motivo de su mirada con curiosidad y la esperanza reflejada en esos impresionantes ojos negros, cuando recibió la respuesta que menos imaginaba, y que, a la vez, más esperaba, le empujó hacía un baño, y cerró la puerta tras de sí, aunque no había nadie hay dentro siempre podían entrar, le sentó en el retrete y acercándose lenta y sensualmente le beso en los labios, iniciando un beso apasionado, dado por dos grandes maestros en el tema, después de ese encuentro tuvieron alguno más siempre unos besos y ninguna palabra, su relación estaba dirigida por pura atracción física, dejaron de tener encuentros en el baño cuando Raúl le montó una escenita en el mismo retrete del primer contacto, porque le había visto enrollarse con una chica a la salida, le dijo todo tipo de injurias y le acuso de haberle mentido en cuanto a su preferencia sexual, cosa que no era verdad, pues a David aunque sintiera una nueva atracción hacia los de su mismo sexo, jamás perdió el interés hacia los del contrario, ahora un año después, había asumido que era bisexual, y ahora estaba viendo a Harry como su nueva conquista, todo el mundo que lo conocía sabía que era muy ambicioso, y que siempre conseguía lo que se proponía.

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El sol ya asomaba por la ventana de la habitación de invitados en la que Harry dormía tranquilamente, aunque no paso demasiado tiempo durmiendo, despertó temprano, acostumbrado a madrugar para limpiar la cocina y luego hacer el desayuno a los Dursley.

Al despertar, comprobó, lo que había creído, que era un simple sueño, se encontraba en una de las habitaciones de invitados de la familia Jiménez y en el cuarto contiguo al suyo estaba un Draco Malfoy que no habría sospechado jamás, le costó un rato asimilarlo, cuando empezó a aceptarlo decidió darse una ducha para despejarse, cogió la muda de ropa interior que le había dejado David, y recordó la propuesta que le hizo el día anterior, ir a comprar ropa a la Avenida por la mañana, se preguntó si la idea seguiría en pie luego de la llegada de Malfoy, sacando todo pensamiento de su cabeza entro al cuarto de baño que se incluía en la habitación de invitados, encendió la ducha y disfruto del efecto relajante del agua recorriendo su piel, después de una media hora, salió totalmente aseado del cuarto de baño y ya vestido con la ropa de Dudley. Hizo la cama después de ventilar un poco el cuarto y decidió salir, fue a la cocina, allí no había nadie, pensó que quizá en la sala de estar tuviera más suerte, anduvo por el pasillo y cuando llego a la puerta acristalada la abrió, al principio no pareció ver a nadie pero la sorpresa de ver una bruma verde casi disipándose, busco el origen de aquel fenómeno, sin embargo, no lo encontró, lo que si que encontró fue a una chica muy morena, de bellas curvas que parecía estar saliendo de un papiro enrollado de forma extraña, como dibujando la figura de la chica que poco a poco estaba siendo depositada en el sofá con delicadeza como si la rodearan velos de sedas y no un papiro, al tocar el fino sofá los ojos de la chica se abrieron instantáneamente, eran de un violeta especial, su mirada estaba confundida y Harry supuso que se parecería mucho a la que él mismo portaría en ese momento, la mirada de la chica no tardó en localizar a Harry, lo encontró paralizado en la puerta, los iris violeta observaban a los esmeralda con curiosidad subiendo de los ojos de Harry por la frente para mirar su cabello, pero parando a mitad de camino al encontrar una cicatriz en forma de rayo que ahora sí dejó mas que impresionada a la chica.

Al fin Harry decidió romper con el incómodo silencio y dijo en inglés:

-¿quién eres?

-me llamo Lidia Thomson, no se cómo he llegado aquí. Tú eres Harry Potter, supongo_ al decir esto Lidia miró significativamente a la frente de Harry.

-¿eres inglesa?_preguntó notando que dominaba perfectamente el idioma, pero, que tenía un acento extraño.

-No, soy egipcia, pero, mi padre es inglés_ respondió ella sonriendo nerviosamente.

-¿egipcia? Vaya. _ musitó Harry más para sí mismo que para la morena.

--¿ocurre algo? ¿acaso te molesta? _ preguntó ella poniéndose a la defensiva.

-No, pos supuesto que no,_ contestó Harry sincero- te explicare el supuesto por qué de tu presencia aquí._diciendo esto Harry procedió a contarle todo lo ocurrido desde que el llego a España, a esa extraña casa, a ese centro mágico.

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Con hábiles manos peinaba su largo cabello, lo estaba recogiendo con sencillez, una simple coleta alta, de la frente salían dos mechones que no incluyó en el recogido. Calzó sus anchas zapatillas las tapo con unos calentadores negros, ya estaba lista, se miró en espejo que reflejaba su estilizada figura, esta vez su falda era verde y la camiseta negra, todo con el mismo estilo que la ropa del día anterior, aplicó un poco de perfume en su pálida piel y salió de su habitación.

Fue a despertar a Draco, tenía mucha confianza con él, llevaba 4 años manteniendo seguida correspondencia, además había pasado dos veranos en su mansión y se veían todas las navidades, mucha gente pensaba que eran novios o algo similar, sin embargo, solo eran amigos, unos muy buenos por cierto. Ella tenía sus romances al igual que él, y, aunque alguna vez pensaron en ser algo más que amigos, lo desecharon, había demasiado amor fraternal entre ellos, una simple atracción momentánea no era razón para estropearlo todo, y estuvieron en lo cierto, al poco tiempo de decidir eso juntos, cada cuál tuvo sus propios enamoramientos, pero ellos seguían siendo amigos, algo que no podía entender David, que nunca había mirado en Draco mas allá de lo que se podía ver, ni lo conocía tal cual era.

Abrió la puerta de la habitación de invitados, y entre las sábanas, pudo distinguir la cabeza rubia, de Draco, que dormía tranquilamente ajeno a la morena que se proponía despertarlo, quizá, de forma no muy agradable.

Y esa misma chica, recordó con una bonita sonrisa como conoció a Draco, llego a su casa acompañando a su adinerado padre, por el cuál, se notaba a leguas no sentina un gran cariño, nada más verlo pensó que quizás su padre lo maltrataría y le obligaría a tener un tipo de humor u otro, pero, cuando lo conoció más a fondo, descubrió, que Draco no apreciaba a su padre, pero no era por el motivo que ella imagino, simplemente no lo apreciaba porque no lo conocía lo suficiente para hacerlo, además, su forma de ser era totalmente suya, si bien sus pensamientos hacia sangres sucia y muggles si le venia del ambiente respirado en su mansión, opiniones que como Lucía había podido comprobar, habían cambiado con el tiempo, sin embargo su imagen de chico malo sí iba acorde con su persona, sigue siendo amigo de sus amigos, amigos que se extendían mas que sus guardaespaldas, Draco no era un chico solitario solo introvertido, y casi ningún estudiante de Hogwarts conocía su verdadero ambiente, su amor por el juego y el sexo, y su peña de amigos.

Lucía aún mantenía su sonrisa, que se agrandó más al recordar la carta que Draco le envió a finales del quinto curso, en ella le contaba que se había convertido en un galán, aumentando así el número de chicas y de chicos que visitaban su cómoda cama, también le decía que habían corrido los rumores de que el era un chico victima de los maltratos de su padre y un inaceptado socialmente, seguía escribiendo, haciendo notar el sarcasmo, lo que pensarían si le conocieran de verdad, y acabo la carta con risas al respecto y mandándole besos a una de sus mejores amigas.

Con una sonrisa traviesa paso al cuarto de baño, y tras coger la pasta de dientes que sus padres le consiguieron a Draco la noche anterior, y depositarla por toda la cara del rubio, cogió un vaso de agua y se lo tiro ala cabeza, de forma que al despertarse, sobresaltado comprobó que estaba empapado y lleno de pasta de dientes , indignado, optó por hacerse en humillado y con la cabeza baja entro al cuarto de baño, cogiendo un bote de gomina, con el que mancho toda la cara de la morena que de la sorpresa, no tubo tiempo para reaccionar, lo que hizo después, su solución al problema fue echar más pasta al rubio, con el tubo que aún permanecía en sus manos, iniciando así una guerra de pasta y gomina, que culminó con los dos tirados por el suelo y riéndose a carcajada limpia, sintiendo la mirada estupefacta de lo dos chicos morenos y una chica también morena y de apariencia exótica a la que no conocían de nada.

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Despues de una reconfortante ducha, en la que tuvieron que restregar bastante para poder quitarse toda la pasta y gomina que tenían sus cuerpos fueron al salón pues les tenían que presentar a la nueva "invitada" que ya era la quinta según su criterio, claro, según les contó la chica era originaria de Egipto, a lo que todos reaccionaron con sorpresa al saber la relación entre la leyenda y la chica, su padre era inglés y su nombre era Lidia Thomson y no dejó de causar la permanente atención de los chicos en ella.

Después de que los siete tomaran un buen desayuno, lo señores Jiménez le dijeron a Draco, que si quería quedarse allí, lo más recomendable sería que fuera a su casa ha hacer una maleta, él se vistió con ropa de David, y entrando a la chimenea dijo, con voz clara y pronunciación perfecta, "Mansión Malfoy", sin embargo nada ocurrió, salió de la chimenea, muy sorprendido, y decidieron comprobar si solo ocurría eso con Draco, probó el Señor Jiménez y funcionó, la señora Jiménez, ocurrió lo mismo, luego Lucía a quien también le funciono, sin embargo, ellos tres fueron los únicos que pudieron utilizar la red flú, porque ni Harry, ni David, ni Lidia lograron ningún resultado.

No sabían porque estaba ocurriendo, pero lo que si imaginaban es que aún faltaba un componente de ese grupo, el último eslabón para que una nueva etapa comience, la ultima pieza del tablón de ajedrez, el último elegido.

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bueno parece que si hay gente que me lee.

Voy a contestar vuestros reviews y perdón por la tardanza.

ANDREA_ bueno gracias por tu opinión, en fin que decirte, ya he hecho una introducción al slash, quizás las parejas en un principio resulten bastante lógicas, pero ya sabes lo que me gustan los triángulos amorosos, de España describiré algo más adelante, la relación de Lucía y Draco es muy bonita lo se, pero, sintiéndolo mucho , es solo amistad y no habrá nada más. Bss

AREL M_ muxas gracias por la opinión, no encontrabas referencias slash porque todavía no las había, pero ahora ya se introducen, al principio no lo hice porque quería centrarme más en la leyenda, para que el tema no se centrará en el romance. Muchas gracias por los animos. Bss

YOTAKU_MAR-. Bueno como ves he seguido escribiendo muxas gracias por el ánimo.

CYNDY_. Muxas gracias por el review, normal que todavía no sepas para donde va, se va averiguando poco a poco me gusta el suspense en las historias, los finales me salieron muy bien gracias por desearme suerte besazos.

Dejadme reviews please, 4 capitulo aproximadamente en una semana.

BSS

Eria_riddle

Muxas gracias a andrea y a amni por su apoyo.