Notas de autora: Holaaaaaaaaaaaa!!!!!!! Muchisimas gracias por los reviews, de verdad, me dan muchos ánimos de continuar ^^ Hay alguien (perdóname, no me acuerdo de cuál es tu nick UU) que me ha dicho que quite la opción de no admitir reviews anónimos, lo haría encantada, pero el problema es que no sé cómo... si hay algún alma caritativa que se preste a decirme cómo... le estaría eternamente agradecida (que payasa que soy... ¬¬) ^^U También quiero darle las gracias a aquella persona (perdona tú también, tampoco recuerdo tu nick ^^U) que me dijo lo de Harrymania, yo también voy a colaborar con ellos, gracias ^^ Bueno, si os dais cuenta, estoy traduciendo muy deprisa (eso es porque estoy todo el día en el ordenador... ^^U bueno, y también porque antes de subir el primer capítulo ya tenía traducida una buena parte del segundo...), y todo es gracias a los ánimos que me dais ^^ Bueno, sin más dilaciones os dejo con el capi ^^

Capitulo 3
La Guardia Avanzada

He sido atacado por dementores y puedo ser expulsado de Hogwarts. Quiero saber que esta pasando y cuando me voy a ir de aquí. Harry copió estas palabras en 3 trozos de pergamino en el momento en que llegó al escritorio de su oscura habitación. La primera era para Sirius, la segunda para Ron y la tercera para Hermione. Su lechuza, Hedwig, estaba de caza; su jaula estaba vacía en el escritorio. Harry paseó por su habitación esperando a que ella regresara, con su cabeza palpitándole con fuerza, su cerebro demasiado ocupado como para dormir, aunque sus ojos le picaban de cansancio. Su espalda le dolía por llevar a Dudley de regreso a casa, y los 2 chichones donde la ventana y Dudley le había pegado le latían dolorosamente. Paseó de un lado a otro, consumido en enojo y frustración, rechinando los dientes y apretando sus puños, lanzando miradas furiosas al vacío cielo, lleno de estrellas cada vez que pasaba por la ventana. Dementores mandados a capturarlo, la señora Figg y Mundungus Fletcher cuidándole las espaldas en secreto, después su expulsión de Hogwarts y su juicio en el Ministerio de Magia- y todavía nadie le decía que estaba ocurriendo. ¿Y de qué, de qué había hablado el Vociferador? ¿De quién era esa voz que había resonado de una forma tan horrible, tan amenazante, a través de la cocina? ¿Por qué seguía atrapado aquí sin información? ¿Por qué todo el mundo lo estaba tratando como un niño travieso? No hagas más magia, quédate en casa... Pateó el baúl escolar cuando pasó cerca de él, pero lejos de calmar su enojo se sintió peor, ahora tenía un dolor agudo en el dedo del pie con el cual lidiar, en adición del dolor del resto de su cuerpo. Justo cuando paseaba cojeando por la ventana, Hedwig entró con un suave susurro de sus alas como un pequeño fantasma. -¡Justo a tiempo!.- Gruñó Harry, mientras ella aterrizaba ligeramente en lo alto de su jaula.- Ya puedes dejar eso abajo, tengo trabajo para ti! Los ojos largos, redondos y ambarinos de Hedwig los miraron reprochándole con una rana muerta en su pico. -Ven aquí.- Dijo Harry, cogiendo los 3 pequeños trozos de pergamino, una correa de cuero y atando los manuscritos a su pata.- Llévale esto directamente a Sirius, Ron y Hermione y no vuelvas sin una respuesta larga. Picotéales si es necesario hasta que escriban respuestas de un largo decente. ¿Entiendes? Hedwig ahogó un ululeo, con la rana todavía en su pico. -Ve, pues.-Dijo Harry Se marchó inmediatamente. En el momento en el que se fue, Harry se tumbó en su cama sin cambiarse y miró fijamente al techo. En conjunto con cualquier otro miserable sentimiento, ahora se sentía culpable de haber estado irritable con Hedwig; ella era el único amigo que Harry tenía en el número cuatro de Privet Drive. Pero se disculparía con ella cuando regresara con las respuestas de Sirius, Ron y Hermione. Debían responder rápidamente; no podían ignorar un ataque de dementores. Probablemente se despertaría mañana con 3 cartas gordas llenas de simpatía y con planes para su inmediato arribo a la Madriguera. Y con esa reconfortante idea, se durmió, sofocando cualquier otro pensamiento.
* Pero Hedwig no regresó a la mañana siguiente. Harry pasó el día en su habitación, saliendo solo para ir al baño. Tres veces ese día, tía Petunia empujó comida hacia su cuarto a través de la solapa que tío Vernon había instalado hace 3 veranos en su puerta. Cada vez que Harry la escuchaba aproximarse, la trataba de cuestionar acerca del Vociferador, pero era igual que preguntarle al pomo de la puerta. Harry no veía razones para forzarlos a estar en su compañía; otra pelea podría lograr solo que se enfadara y que hiciera más magia ilegalmente. Así pasaron 3 días enteros. Harry estaba lleno alternativamente con una energía inquietante que le hacía imposible concentrarse en nada, durante los cuales se paseo por su habitación de nuevo, furioso con todos ellos por dejarlo en ese desastre, y con apatía que podía quedarse una hora completa, mirando aturdido al espacio, con pánico de pensar en el juicio del Ministerio. ¿Qué pasaría si dictaban sentencia contra él? ¿Que pasaría si era expulsado y si su varita era partida por la mitad? ¿Que haría, dónde iría? No podía vivir con los Dursley todo el año, no ahora que conocía el otro mundo, al cual pertenecía ¿...Era posible que fuera capaz de mudarse a la casa de Sirius, como Sirius había sugerido hace un año, antes de que se viera forzado a huir del ministerio? ¿Le sería permitido vivir ahí solo, dado que él aún era menor de edad? O el hecho de donde iría después sería decidido por él; ¿Sería su infracción del Estatuto Internacional de Secretismo bastante severo para que lo llevaran a una celda en Azkaban? Cada vez que este pensamiento ocurría, Harry invariablemente se deslizaba de su cama y empezaba a pasear de nuevo. La cuarta noche después de la partida de Hedwig, Harry estaba tumbado en una de sus fases apáticas, mirando el techo, su mente cansada en blanco, cuando su tío entro a su habitación. Harry miró lentamente hacia el. Tío Vernon tenía puesto su mejor traje y con una cara de engreído. - 'Vamos a salir'- Dijo. - '¿Perdón?' - 'Nosotros - es decir, tu tía, Dudley y yo- vamos a salir'. - 'Bien.'-Dijo Harry viendo de nuevo al techo. - 'No debes salir de tu habitación mientras estamos fuera.' - 'Esta bien' - 'No debes tocar la televisión, el estereo, o cualquiera de nuestras posesiones'. - 'Vale'. - 'No debes robar comida de la nevera. - 'Esta bien'. - 'Voy a cerrar con llave tu habitación' - 'Hazlo Tío Vernon miró a Harry con furia, sospechando claramente de su carencia de argumento, después salió de la habitación y cerró la puerta tras él. Harry oyó la llave dando vuelta a la cerradura y los pasos de Vernon bajando pesadamente las escaleras. Pocos minutos después escuchó las puertas del coche cerrarse de golpe, el gruñido del motor, y el inconfundible ruido del coche curveando fuera del camino. Harry no tenía ningún sentimiento particular acerca de que los Dursleys se fueran. No había diferencia para él si estaban en casa o no. No podía ni convocar un poco de energía para levantarse y prender la luz de su habitación. La oscuridad de la habitación creció constantemente alrededor de él cuando escuchaba los sonidos de la noche a través de la ventana que mantenía abierta todo el tiempo, esperando el bendito momento cuando Hedwig regresara. La casa vacía crujió alrededor de él. Las tuberías gorgotearon. Harry reposaba ahí en una especie de aturdimiento, pensando en nada, suspendido en la miseria. Y después, completamente distinto, escuchó un estrépito abajo en la cocina. Se sentó erguido, concentrándose en escuchar. Los Dursleys no podían haber vuelto, era muy pronto, y en todo caso tendría que haber escuchado el coche. Hubo un silencio por unos pocos segundos, luego voces. Ladrones pensó, deslizándose sobre la cama y poniéndose de pie- pero un segundo después se le ocurrió que los ladrones guardarían silencio, y quienes quiera que se estuvieran moviendo alrededor de la cocina seguramente no se estaban preocupando por hacerlo. Tomó su varita de la mesita junto a su cama y se paró frente a la puerta de su habitación, escuchando todo lo que podía. Un momento después, brincó cuando el cerrojo dio un fuerte clic y su puerta se abrió. Harry se quedó inmóvil, mirando fijamente a través de la puerta abierta hacia el oscuro rellano de las escaleras, forzando a sus oídos a escuchar nuevos sonidos, pero no hubo ninguno. Dudó por un momento y después se movió rápida y silenciosamente fuera de su cuarto hacia las escaleras. Su corazón se disparó hacia arriba en su garganta. Había personas parados en el sombrío salón de abajo, perfilados por la luz de la calle brillando a través de la puerta de vidrio; ocho o nueve de ellos, todos, todo lo lejos que podía ver, lo estaban observando. -'Baja tu varita, niño, antes de que le saques un ojo a alguien'.- Dijo una voz baja y en un gruñido. El corazón de Harry estaba latiendo incontrolablemente. Conocía esa voz, pero no bajó su varita. -¿Profesor Moody?.- Dijo inseguro -No se mucho de ser 'Profesor'.- gruñó la voz.- Nunca di mucha enseñanza,¿ o si? Ven acá abajo, queremos verte apropiadamente. Harry bajó su varita ligeramente pero no relajó su fuerza ni se movió. Tenía una buena razón para sospechar. Recientemente había pasado nueve meses en los cuales había pensado que estaba con el verdadero Moody solo para saber que no estaba con el correcto, si no con un impostor; un impostor, además, que trató de matar a Harry después de que fue descubierto. Pero antes de que hubiera tomado una decisión acerca de lo que iba a hacer, una segunda voz, ligeramente ronca flotó hacia arriba. - 'Todo esta bien, Harry. Hemos venido a llevarte.' El corazón de Harry saltó. También conocía aquella voz, aunque no la hubiera escuchado por más de un año. - '¿P-profesor Lupin?'-Dijo incrédulo.- '¿Es usted?' - '¿Por qué estamos todos en la oscuridad?'- Dijo una tercera voz, ésta completamente desconocida, de una mujer.- ¡Lumos! La punta de una varita se encendió, iluminando el salón con una luz mágica. Harry parpadeó. La gente de abajo estaba reunida al pie de las escaleras, mirándole fijamente, algunos estirando el cuello para una mejor vista. Remus Lupin estaba cerca de él. Aunque todavía era joven, Lupin se veía cansado y bastante enfermo; tenía mas cabello gris que cuando le había dicho adiós, y su túnica estaba mas remendada y raída que nunca. Sin embargo seguía sonriendo ampliamente a Harry, que trataba de devolverle la sonrisa a través de su impresión. -Oooh, se ve justamente como pensé que se vería!.- dijo la bruja que estaba sosteniendo su varita encendida. Parecía la más joven de ahí; tenía una cara pálida en forma de corazón, ojos oscuros brillantes, y cabello pequeño y picudo que tenía una violenta tonalidad violeta.- ¡Hola, Harry! -Si, ya veo a lo que te refieres, Remus.- dijo un mago negro calvo parado hasta atrás; tenía una voz profunda y lenta y tenía un aro en su oreja.- Es igual que James. -Excepto los ojos.- dijo en un resoplido, un mago con cabello plateado que se encontraba atrás.-Los ojos de Lily. Ojo Loco Moody, que tenía cabello entrecano y un pedazo grande le faltaba en la nariz, veía a Harry a través de sus ojos diferentes. Uno de ellos era pequeño, oscuro, y brillante, el otro largo, redondo y de un azul eléctrico- el ojo mágico que podía ver a través de paredes, puertas y nuca del propio Moody. -¿Estas seguro que es él, Lupin.- gruñó.- Sería una linda perspectiva si llevaramos a algún Mortífago que se hiciera pasar por él. Debemos preguntarle algo que solamente el verdadero Potter sabría. ¿A menos que alguien traiga algo de Veritaserum? -Harry, ¿que forma toma tu Patronus?- dijo Lupin -Un ciervo.-dijo nerviosamente Harry -Es él, Ojo loco.-dijo Lupin Harry bajó las escaleras, muy conciente de que todos seguían mirándolo, mientras guardaba su varita en el bolsillo trasero de sus pantalones. -¡No te pongas la varita ahí, niño!.-gruño Moody.- ¿Qué pasaría si se prende? ¡Mejor magos que tener un trasero perdido, tu sabes! - ¿A quién conoces que haya perdido su trasero?.- La mujer de cabello violeta le preguntó a Ojo loco interesada. -¡No te importa, solo mantén alejada tu varita de tu bolsillo trasero!.- gruñó ojo loco.- Seguridad elemental de la varita, nadie se preocupa por eso ya....- Se dio la vuelta hacia la cocina.- Y vi eso.- añadió irritado, cuando la mujer torció los ojos hacia el techo. Lupin tomó su mano y se la estrechó. -¿Cómo estas?.-preguntó, viendo de cerca de Harry -B-bien... Harry no podía creer que esto fuera real. 4 semanas sin nada, ni la más pequeña pista de un plan para llevárselo de Privet Drive, y de pronto un grupo de magos estaban parados tranquilamente en la casa como si fuera una orden muy antigua. Miró a la gente que rodeaba a Lupin, todos estaban observándolo ávidamente. Se sintió muy conciente de que no se había peinado el cabello en cuatro días. Soy-son muy afortunados de que los Dursleys están fuera....- murmuró -¡Afortunados, ja!.- dijo la mujer con el cabello violeta.- Fui yo la que los saco de la casa. Mande una carta por correo muggle que decía que habían sido invitados al Concurso del césped mejor cuidado de toda Gran Bretaña. En este momento están en camino a la entrega de premios. O piensan que van. Harry tuvo una visión fugaz de la cara de tío Vernon cuando descubriera que no hay ningún Concurso del césped mejor cuidado de toda Gran Bretaña. -¿Nos vamos a ir, o no?.-Preguntó.-¿Pronto? -Muy pronto.-dijo Lupin.-Solo estamos esperando la señal de que no hay moros en la costa -¿A donde vamos? ¿La madriguera?.-Preguntó Harry esperanzado -No, a la madriguera no.-dijo Lupin, indicando a Harry que fuera a la cocina; el pequeño grupo de magos los siguieron, todos aún viento a Harry curiosamente.- Demasiado arriesgado. Hemos establecido un cuartel general en un sitio indetectable. Esta tomando un tiempo. Ojo Loco Moody estaba ahora sentado en la mesa de la cocina bebiendo de su petaca, con su ojo mágico dando vueltas en todas direcciones, viendo los objetos que les ahorraban trabajo a los Dursleys. -Este es Alastor Moody, Harry.-Lupin continuo, apuntando hacia Moody -Si, ya lo se.- Dijo Harry incómodo; se le hacía extraño ser presentado con alguien que ya conocía hacía un año. -Y esta es Nymphadora... -No me llames Nymphadora, Remus.- dijo la bruja joven estremeciéndose.- Es Tonks - Nymphadora Tonks, que prefiere ser conocida solo por su apellido.- finalizó Lupin -Igual que tu, si una madre tonta te hubieran Nymphadora a ti.- susurró Tonos -Y este es Kingsley Shacklebolt.-indicó al mago alto y negro, el cual hizo una reverencia.- Elphias Doge.- el mago con la voz como un resoplido asintió.- Dedalus Diggle... -Ya nos conocíamos.- chilló excitado Diggle, quitándose el sombrero de copa -Emmeline Vance.- una bruja con mirada contemplativa vistiendo un chal de color verde esmeralda inclinó su cabeza.- Sturgis Podmore.- un mago de mandíbula cuadrada con cabello espeso color paja le guiñó un ojo.- Y Hestia Jones.- Una bruja al lado del tostador con mejillas rosadas y cabello color negro lo saludó. Harry inclinó su cabeza torpemente cuando cada uno de ellos fue presentado. Deseó que no le miraran a él y que miraran otra cosa; era como si de pronto lo hubieran presentado en un escenario. También se preguntaba por que había tantos de ellos ahí. -Un número sorprendente de personas se ofrecieron para venir y llevarte.- dijo Lupin, como si hubiera leído la mente de Harry; las esquinas de su boca se movieron ligeramente. -Si, bueno, mientras más, mejor.-dijo Moody oscuramente.- Somos tus guardianes, Potter. -Sólo estamos esperando la señal que nos indique que es seguro que nos marchemos.-dijo Lupin, echando un vistazo a la ventana de la cocina con gran interés.-Tenemos cerca de quince minutos. -Muy limpios estos muggles, ¿no?.-dijo la bruja llamada Tonks, que veía alrededor de la cocina con gran interés.-Mi papá es un muggle y es un viejo patán. Supongo que varía, igual que con los magos... -Eh...si.- dijo Harry.- Miren.- volteó a ver a Lupin.- ¿Que está pasando? No he sabido nada de nadie, ¿Qué esta haciendo Vol...? Varios de los magos y brujas hicieron sonidos raros; Dedalus Diggle tiró su sombrero de nuevo. -¡Cállate!.-Gruño Moody -¿Qué?.-dijo Harry -No vamos a discutir nada aquí, es muy arriesgado.- dijo Moody, viendo con su ojo normal a Harry; su ojo mágico seguía mirando al techo. -Maldición.- dijo enojado, poniéndose la mano en el ojo mágico.- Sigue pegándose, desde que esa escoria lo usó. Y con un asqueroso chapoteo que sonaba más a un destapador de caño destapando un baño, se sacó el ojo. -Ojo loco, ¿no sabes que eso es asqueroso?.-dijo Tonks coloquialmente. -¿Podrías darme un vaso de agua, Harry?.-preguntó Moody Harry fue hasta el lavavajillas, tomó un vaso limpio y lo llenó con agua del grifo, siendo aún observado por el grupo de magos. Su mirada implacable estaba empezando a irritarlo. -Gracias.- dijo Moody, cuando Harry le llevó el vaso. Dejó el ojo mágico en el vaso con agua, empujándolo arriba y abajo; el ojo dio vueltas, viéndolos a todos.- Quiero una visibilidad de 360 grados en nuestro viaje de regreso. -¿Cómo llegaremos, a donde quiera que vayamos?.- preguntó Harry -Escobas.- dijo Lupin. - Es la única forma. Eres muy joven para Aparecerte, La red de Polvos Flu estará vigilada, y nos tomaría una eternidad establecer un Traslador sin autorización. -Remus dice que eres muy bueno volando.-dijo Kingsley Shacklebolt con voz profunda -Es excelente.-dijo Lupin, que estaba checando su reloj.- De cualquier forma, sería mejor que fueras a guardar tus cosas, Harry, queremos estar listos cuando nos den la señal. -Iré a ayudarte.-dijo Tonks alegremente Ella siguió a Harry al salón y después a las escaleras, viendo alrededor con mucho interés y curiosidad. -Un lugar muy curioso.- dijo ella.- esta un poco limpio... ¿Sabes a lo que me refiero? Un poco anormal. Oh, esto esta mejor.- Añadió, cuando entraron al cuarto de Harry y encendieron las luces. Su habitación ciertamente estaba más desordenada que el resto de la casa. Limitada a ella durante cuatro días con muy mal humor, Harry no se había molestado en limpiarlo por él mismo. Muchos de sus libros estaban tirados por el suelo cuando había tratado de distraerse con cada uno de ellos, pero los había tirado. La jaula de Hedwig necesitaba una limpieza y estaba empezando a apestar, y su baúl estaba abierto, revelando una mezcla de ropa muggle y túnicas de mago. Harry empezó a tomar los libros y a meterlos precipitadamente en su baúl. Tonks se detuvo frente a su armario y miró su reflejo en el espejo que se hallaba en la puerta. -¿Sabes? Creo que mi color no es el violeta.-dijo pensativamente, cogiendo un mechón de su pelo en forma de pinchos.- ¿Crees que me hace ver un poco pálida? -Eh...-dijo Harry, mirándola sobre la portada de Equipos de Quidditch de Gran Bretaña e Irlanda. -Si, si lo hace.- dijo Tonks decisivamente. Cerró sus ojos con una expresión de tensión como si estuviera luchando por acordarse de algo. Un segundo después, su cabello se había vuelto rosa chicle. -¿Cómo has hecho eso?.-preguntó Harry, mirando boquiabierto cuando ella abrió los ojos de nuevo. -Soy un "metamorphmagus" (mago metamórfico).- dijo ella, mirando su reflejo y girando su cabeza para poder ver su cabello en todas direcciones..- Significa que puedo cambiar mi apariencia cuando quiera.- añadió, viendo la expresión de confusión de Harry.- Nací siendo una. Tuve calificaciones muy altas en "Ocultamiento y disfraz" durante mi entrenamiento de auror, sin estudiar nada, fue fantástico -¿Eres una auror?.-dijo Harry impresionado. Ser un cazador de magos tenebrosos es la única carrera que había considerado estudiar después de Hogwarts. -Si.-dijo Tonks satisfecha.- Kingsley también, aunque esta mas preparado que yo. Hace un año que estoy titulada. Casi fallo en "Furtividad y rastreo", soy un poco torpe... ¿Me escuchaste romper ese plato cuando llegamos? -¿Cómo puedes aprender a ser un mago metamórfico?.-Preguntó Harry, irguiéndose, olvidándose totalmente de guardar sus cosas. Tonks se rió. -Apuesto que no te importaría esconder esa cicatriz algunas veces ¿cierto? Sus ojos encontraron la cicatriz en forma de rayo en la frente de Harry -No, no me importaría.- murmuró Harry, dándose la vuelta. A Harry no le gustaba que miraran su cicatriz. -Bien, me temo que tendrías que aprender del modo difícil.-dijo Tonks.- Los magos metamórficos son muy raros, y nacen, no se hacen. Muchos de los magos necesitan usar una varita o pociones para cambiar su apariencia. Pero tenemos que irnos, Harry, se supone que tendríamos que estar guardando tus cosas.- añadió culpablemente, viendo todo el desorden del suelo. -Ah, si.-dijo Harry, tomando otro libro -No seas estúpido, sería mucho más rápido si... ¡empaquetáramos! .- Chilló Tonks, ondulando su varita en largo movimiento a través del piso. Libros, ropa, telescopio y balanzas, todo flotó en el aire y voló hacia el baúl. -No esta muy ordenado.-dijo Tonks, caminando alrededor del baúl, mirando todo el revoltijo dentro.- Mi madre tiene la habilidad de guardar todo con limpieza, hasta deja que los calcetines se ordenen solos... pero nunca he sabido como lo hace, es dependiendo como agites la varita... Agitó su varita esperanzada; uno de los calcetines de Harry dio un leve meneo y se posó encima del desorden. -Ah, bien.-dijo Tonks, azotando la tapa del baúl.-Por lo menos todo esta adentro. Esto podría limpiar un poco...¡Scourgify!.- dijo apuntando su varita a la jaula de Hedwig: unas pocas plumas y desechos se desvanecieron.- Bueno, así esta mejor. Nunca he tenido el don de estos hechizos de limpieza...Bueno, ¿tienes todo? ¿Tu caldero? ¿Tu escoba? ¡Wow! ¿Una saeta de fuego? Sus ojos se ensancharon cuando vieron la escoba que Harry sostenía en su mano derecha. Era su orgullo y su alegría, un regalo de Sirius, una escoba a nivel internacional. -Y yo aún sigo montando una Cometa 260.-dijo Tonks envidiándolo.- Ah, bien... ¿Tu varita aún en tus pantalones? ¿Tu trasero está donde debe estar? Esta bien, vámonos. ¡Locomotor trunk! El baúl de Harry se elevó unos cuantos centímetros en el aire. Sosteniendo su varita como el bastón de un conductor, Tonks lo hizo permanecer en el aire cruzando la habitación y fuera de la puerta, con la jaula de Hedwig en su mano izquierda. Harry la siguió bajando las escaleras sosteniendo su escoba. De regreso en la cocina, Moody se había colocado su ojo, el cual estaba dando vueltas tan rápido que mareó a Harry. Kingsley Shackebolt y Sturgis Podmore estaban examinando el microondas y Hestia Jones se reía con un pelador de patatas que había encontrado cuando estaba revisando los cajones. Lupin estaba sellando una carta para los Dursleys. -Excelente.- dijo Lupin, mirando a Tonks y a Harry cuando entraban.- Tenemos cerca de un minuto, creo. Probablemente deberíamos salir al jardín ya que estamos listos. Harry, he dejado una carta a tu tío y a tu tía diciendo que no se preocupen... -No lo harán.-dijo Harry -que estas a salvo... -Eso solo los deprimirá -Y que los volverás a ver el siguiente verano -¿Tengo que? Lupin sonrió pero no respondió -Ven acá, chico.-dijo Moody bruscamente, haciéndole señas para que se le acercara.- Necesito "Desilusionarte" -¿Necesita qué?.-dijo nerviosamente Harry -El encantamiento Desilusionador.-dijo Moody, alzando su varita.- Lupin dice que tienes una capa invisible, pero no se estaría quieta mientras volamos; esto te disfrazará mejor. Aquí va... Golpeó a Harry en la cabeza. Harry sintió una curiosa sensación como si Moody le hubiera roto un huevo ahí; gotas frías parecían estarle corriendo a través de su cuerpo desde el punto donde le había pegado. -Bonito, Ojo loco.-dijo Tonks apreciativamente, viendo el diafragma de Harry. Harry vió su cuerpo, o lo que fue su cuerpo, por que ya no parecía su cuerpo. No era invisible, simplemente había tomado el color y la textura exacta de la cocina tras él. Parecía que se había convertido en un camaleón humano. -Vengan.-dijo Moody, quitando el cerrojo de la puerta trasera con su varita. Todos salieron al muy bien cuidado de tío Vernon. -Noche clara.-gruño Moody, con su ojo mágico escaneando el cielo.-Podríamos hacerlo un poco mas nublado. A tu derecha.- gruñó hacia Harry.-Vamos a volar en una formación muy junta. Tonks irá delante de ti. Lupin te cubrirá desde abajo. Yo voy a estar a un lado tuyo. El resto estará alrededor de ti. No romperemos filas por nada, ¿me entienden?. Si uno de nosotros es asesinado. -¿Es posible?.- Harry preguntó aprensivamente, pero Moody lo ignoró. -...los otros siguen volando, no se detengan, no rompan las filas. Si todos somos asesinados y tu sobrevives, Harry, la "guardia trasera" estará por ahí para llevarte, solo vuela hacia el este y se unirán a ti. -Deja de darle ánimos, Ojo loco, o pensará que no estamos tomando esto seriamente.-dijo Tonks, cuando abrochó a un arnés en su escoba la jaula de Hedwig y el baúl de Harry. -Solo le estoy diciendo el plan al niño.-gruñó Moody.- Nuestro trabajo es entregarlo a salvo al cuartel y si morimos en el intento... -Nadie va a morir.-dijo Kingsley Shackebolt con su voz profunda y calmada -Monten sus escobas, esa es la primera señal.- dijo Lupin fuertemente, apuntando al cielo. Lejos, muy lejos por encima de ellos, un chorro de chispas rojas volaron entre las estrellas. Harry las reconoció como chispas de varita. Pasó su pierna derecha sobre su Saeta de Fuego, apretó su mango fuertemente, y la sintió vibrando ligeramente, mientras estaba emocionado de que estaría en el aire una vez más. -¡Segunda señal, vámonos!-dijo Lupin estruendosamente, mientras más chispas, verdes esta vez, explotaron sobre ellos. Harry golpeó fuertemente el suelo. El aire frío de la noche corrió a través de su cabello mientras los limpios jardines de Privet Drive se hacían más pequeños, encogiéndose rápidamente en remiendos de verdes oscuros y negros, y cualquier pensamiento del juicio del Ministerio se esfumó de su cabeza mientras las ráfagas de aire soplaban su cabeza. Sentía como si su corazón fuera a explotar de felicidad; estaba volando de nuevo, marchándose de Privet Drive como lo había soñado durante todo el verano, se iba a casa...Durante unos gloriosos momentos, todos sus problemas se vieron reducidos a nada, insignificantes en el vasto cielo estrellado. -¡Vuelta a la izquierda, vuelta a la izquierda, hay un muggle mirando hacia arriba!.-gritó Moody a su lado. Tonks giró bruscamente y Harry la siguió, mirando su baúl balanceándose descontroladamente bajo su escoba.- ¡Necesitamos mas altura...Aumenten otro cuarto de milla! Los ojos de Harry lloraban mientras aumentaron su altura; no podía ver nada debajo de él, pero ahora pequeñas luces que eran faros de coches y focos de la calle. Dos de estas pequeñas luces debían pertenecer al coche de tío Vernon...Los Dursleys debían de estar regresando a su casa, llenos de furia por el concurso de césped inexistente...y Harry se rió fuertemente con este pensamiento, aunque su voz era ahogada por el susurro de las túnicas de los demás, el crujido del arnés sosteniendo su baúl y la jaula, el susurro del viento en sus oídos mientras pasaban por el aire. Harry no se había sentido así de vivo en un mes, o así de feliz... -¡Giren al sur!.-gritó Ojo loco.- ¡La ciudad está delante! Dieron vuelta a la derecha, así que no pasaron directamente sobre las telarañas de luz de abajo. -¡Giren al sureste y sigan subiendo, hay otra nube ligera arriba en la que nos podemos ocultar!.-dijo Moody -¡No vamos a ir a través de las nubes!.- gritó Tonks enojada.- ¡Nos mojaremos, Ojo loco! Harry estaba aliviado de oírla decir eso; sus manos estaban poniéndose torpes sobre el mango de su Saeta de Fuego. Deseaba haberse puesto un abrigo; Estaba empezando a tiritar. Alteraban su curso cada cuando según las instrucciones de Moody. Los ojos de Harry se empezaban a cerrar por la corriente de aire congelante que estaba haciendo doler sus oídos. Recordó haber sentido antes ese frío en una escoba, durante un partido contra Hufflepuff en su tercer año, el cual había tenido lugar durante una tormenta. Los guardianes a su alrededor estaban circulándolo continuamente como grandes pájaros depredadores. Harry perdió la noción del tiempo. Se preguntaba por cuanto tiempo habían estado volando; se sentía como una hora por lo menos. -¡Vuelta al sureste!.-gritó Moody.- ¡Queremos evadir la autopista! Harry estaba tan congelado que pensaba en momentos por los interiores calientes de los autos que estaban pasando por debajo, después, durante mas tiempo, viajando en polvos Flu; podía ser incómodo dar vueltas en las chimeneas, pero por lo menos se estaba caliente en las llamas...Kingsley Shacklebolt voló en picada alrededor de el, con su cabeza calva y su arete brillando débilmente a la luz de la luna...Ahora Emmeline Vance estaba a su derecha, con su varita fuera, y su cabeza girando de derecha a izquierda...después ella también voló en picado, y fue reemplazada por Sturgis Podmore... -¡Deberíamos volver un momento, sólo para asegurarnos que no nos están siguiendo!.- gritó Moody -¿ESTAS LOCO, OJO LOCO?.- gritó Tonks desde alante. ¡Estamos congelados hasta los huesos! ¡Si te sigues saliendo del camino no llegaremos allá hasta la próxima semana! ¡Estamos ya muy cerca! -¡Es tiempo de empezar el descenso!.- la voz de Lupin se oyó.- ¡Sigue a Tonks, Harry! Harry siguió a Tonks en picado. Se estaban dirigiendo a la más grande colección de luces que habían visto hasta el momento, enormes, expansivas, brillando en filas y rejillas, esparcidas en parches de color negro. Fueron descendiendo más y más, hasta que Harry pudo ver los faros y las lámparas, chimeneas y antenas de televisión. Deseaba tocar el suelo, aunque estaba seguro de que alguien tendría que descongelarlo de su escoba. -¡Aquí vamos!.-dijo Tonks, y unos segundos después aterrizaron. Harry tocó el suelo justo después que ella y desmontó en un área de pasto descuidado en el centro de un pequeño cuadro. Tonks ya estaba desabrochando el baúl de Harry. Temblando de frío, Harry miró alrededor. Los sucios frentes de las casas circundantes no eran muy agradables; algunas de ellas tenían ventanas rotas, brillando tenuemente con la luz de las lámparas de la calle, la pintura se estaba cayendo de varias de la puertas, y montones de basura reposaban en muchos de los peldaños delanteros. -¿Dónde estamos?.-preguntó Harry, pero Lupin dijo silenciosamente: -En un minuto Moody estaba revolviendo en su capa sus nudosas manos entorpecidas por el frío. -Lo tengo.-susurró, alzando en el aire lo que parecía un Encendedor plateado, y apretándolo. La luz de la lámpara más cercana se apagó con un 'pop'. Apretó el apagador una vez más; la siguiente lámpara se apagó. Siguió apretándolo hasta que la última lámpara de la calle se apagó, y la única luz que quedaba era la que venía de las ventanas con cortinas y de la luna que estaba sobre ellos. -Me lo prestó Dumbledore.-gruñó Moody, guardando su Apagador.- Eso se encargará de que ningún Muggle vea nada a través de su ventana ¿Ven?. Ahora, vengan, rápido Tomó a Harry del brazo y lo alejó del pasto y se lo llevó al pavimento. Lupin y Tonks los siguieron, cargando el baúl de Harry entre los dos, y el resto del grupo, todos con sus varitas en las manos, franqueándolos. El sonido ahogado de un estereo venía de la ventana de arriba de una casa cerca. El fuerte olor de basura podrida les llegó desde una pila de un bulto de bolsas dentro de una cerca rota. -Aquí.- murmuró Moody, poniéndole en las manos "Desilusionadas" un pedazo de pergamino y sosteniendo su varita con un rayo de luz cerca de el, para iluminar la escritura.- Léelo rápido y memorízalo. Harry miró el pedazo de papal. La estrecha escritura le era muy familiar. Decía: Los cuarteles de la Orden del Fénix pueden ser encontrados en el número 12, Grimmauld Place, Londres.

Notas de autora: ¿Les ha gustado? Espero que si (si no, díganselo a JK jeje) Bueno, que sepan que ya he empezado a traducir el cuarto capítulo (si me doy tanta prisa es porque en agosto me voy y no me podré conectar... ¡venga Patry! ¡tú puedes! ¡vamos a toda pastilla! Jeje.

Nos vemossssss!!!!!!