Aprendiendo a Vivir

¡Esto no podía estar sucediendo!

James cada vez se estaba poniendo más agradable, me gustaba pasar tiempo con él. Era divertido, siempre buscaba la forma de hacerme reír.

Entre en el Aula vacía en la que siempre nos encontrábamos, después de clases y ahí estaba él con un libro de pociones y un par de pergaminos en la mesa.

Sonrío al verme.

-Hola tú

-Buenas tardes Señora Mía...

-¿Cómo a estado mí adorable caballero?

-Esperando con ansías su regreso... dicen que por esos reinos las cosas no andan muy bien... ¿Será que mí señora tendrá problemas?

Al terminar de hablar ambos nos reímos, parecía una obra antigua. Cuando la gente usaba modos muy correctos y siempre hablaba de señores y señoritas.

-Hola Lily –dijo James riendo

Tenía curiosidad al saber porque James tenía tantos pergaminos, plumas, libros y tintas repartidas por toda la mesa.

-¿Qué es lo que haces?

-Un 'agradable' trabajo para pociones

-Nunca te han gustado... ¿Verdad?

-¡Cómo crees! Además no soporto que el profesor, lo único que hace es sacarnos puntos a los Gryffindor, mientras que a los Slytherin lo único que hace es regalarle puntos porque su Severus respondió bien la pregunta... lo detesto...

-Todos tienen a un profesor odiado...

-¡Imagínate! Tengo que hacer el dibujo de esta maldita poción y además explicarla y decir esto y aquello... no sé porque me esfuerzo tanto...

-Dibujar es fácil... ¿Cuál es el problema?

-El problema es que tú sabes dibujar y yo no...

Tome una pluma un pedazo de pergamino y vi cual era la poción, con un poco de creativa, el dibujo quedo terminado en unos minutos, se lo entregue a James y este me miro sorprendido.

-¿Me lo prestas?

-Claro... úsalo para tú trabajo, me da igual, para eso lo hice

-Algún día Lily Evans, tú tendrás un altar...

Me reí suavemente ante el comentario de James.

-Termine...

-¡Qué bien!

-Estoy listo para entregarlo mañana...

Estuvimos hablando un rato, no muy largo según yo creía, pero no, ya habían pasado horas... y no me había dado cuenta.

Incluso le confesé que no me iba muy bien en transformaciones, James fue muy tierno al decirme, que no tenía problema alguno en ayudarme.

¿La fea de Gryffindor pidiendo ayuda?

Las cosas realmente estaban cambiando.

Otro día había volado, otra tarde con James se acercaba...

-¡Es un idiota como pudo! ¡Es un retardado mental! ¡Un abusivo!

James gritaba sin parar, cuando entro al aula, me miro y se callo. Luego se sentó en un sillón que había cerca.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué los gritos?

-Ese... ese Snape... le dijo al profesor

-Señor –James imitaba la voz de Snape –Yo creo, si me permite decirlo... Que ese trabajo que le a entregado Potter, bueno, no creo que él lo haya hecho, no dibuja muy bien que digamos...

-¿Y qué paso?

-El idiota me hizo dibujar y claro, como no pude, le quito 20 puntos a Gryffindor... porque Potter había intentado de engañarlo...

-Tal vez no tuve que haber hecho el dibujo... lo siento

-Tú no tienes la culpa... y ahora tengo que hacerlo de nuevo...

-Te ayudaré, pero esta vez, te ayudaré a dibujar

-¿Lo harás?

-Sí... has lo mismo que yo

Tome una pluma y hice un par de trazos, James hizo lo mismo, pero no lo hacía muy natural... tenía que relajarse.

-Relájate... son solo par de líneas, no te preocupes tanto

Después de horas de practica, James lo logro, lo hice hacer el dibujo de tres perspectivas distintas y aún así lo hacía bien, había aprendido... aunque le dije que dibujara una puesta de sol y no pudo hacerlo muy bien, lo obvio era que solo había aprendido a dibujar aquello...

¿Y qué opinan? Nace una Amistad...