Aprendiendo a Vivir

¡Lilian Evans estas enamorada! Fue lo único que me dije, cuando llegue a la habitación y me recosté en la cama...

Este día había sido maravilloso y jamás lo olvidaría...

Siempre recordare es día, jamás lo olvidare

Mí vida, después de todo tenía un lado feliz, ahora todo los días me encontraba con James y él de vez en cuando me traía un pequeño regalo, un día llego con unas hermosas rosas rojas, casi me morí.

¡Alguien me estaba regalando algo!

Pero las cosas cada vez se fueron poniendo más y más extrañas, porque James de vez en cuando se tomaba la libertad de besarme. El problema era que yo era incapaz de decirle que se detuviera, no podía. Quería mucho a James y ya no me molestaba que él me besará, al contrario, amaba que él lo hiciera, hasta que un día me pidió que yo lo besará, no era capaz de negarme ante su sonrisa, ante él... era imposible.

Había ido a la biblioteca por un libro, cuando antes de doblar una esquina, me encontré con el nombre de un hombre, que aparecía en todos mis sueños.

-¿Y James como vas con la apuesta que te hicimos?

-¿Cuál apuesta?

-Has como que no sabes, la de conquistar a esa Evans... la fea de Gryffindor

-¿Cómo vas James?

-¿Ya hay repugnantes besos? Yo me muero, imagínate besarla... ¡Qué asco!

Quede paralizada... salí corriendo, me aleje lo más pronto posible, quería morir, James me había engañado... él no me amaba como yo creía, me había mentido todo este tiempo, me había usado, todo era una estúpida apuesta y yo había caído en ella... había sido tan idiota al creer que Potter me amaría...

tan idiota.

Me encere en mí habitación, cerré las cortinas de terciopelo y sin que yo misma pudiera imaginarlo... me había puesto a llorar... estaba derramando lágrimas... hacía tanto tiempo que no lo hacía.

¡Quería Morir!

Me habían herido, me dolía el corazón, me costaba respirar... no quería más.

De repente alguien toco la puerta, intente secarme las lágrimas y parecer normal, antes de abrirla, me mire al espejo, no parecía que hubiera estado llorando.

Volví a crear mi mueca amargada y abrí la puerta. Un idiota me miraba...

-Hola mí bella dama...

-No soy tu bella dama –respondí lo más cortante que pude

-¿Ocurre algo?

-No, a menos que tú quieras decirme algo, Potter

-Antes me llamabas James... ¿Paso algo?

-No... ahora vete...

-Hey, ¿Qué es lo que pasa? Dímelo, por favor...

-Adiós...

Comencé a cerrar la puerta y cuando ya estaba apunto de cerrarse, se abrió de golpe. James me miraba... y yo lo mirada con furia.

-Sabes que te quiero mucho ¿No?

-¡Y vas a seguir! ¡Será porque la estúpida apuesta aún no termina!

-¿Apuesta?

-Las paredes tienen oídos, Potter

-No es lo que parece... yo te amo...

-Y todavía me engañas, no crees que es suficiente, te di un tiempo para que te detuvieras, pero aún así seguiste y no te detuviste

-Pero las cosas no fueron así, créeme, jamás pense mentirte, pero Sirius hizo la apuesta cuando yo ya estaba enamorado de ti... créeme por favor

-No voy a cometer el mismo error dos veces, no soy tan idiota, ya creí en ti y ahora desconfió de ti... crees que voy a volver a tus pies

-Jamás quise lastimarte

-Esto no es nada con lo que ya he sufrido... lo extraño es que confié en un hombre, pense por un minuto, que en este mundo había uno diferente...

-Pero Lily...

-Pero me equivoque y no vuelvas a llamar Lily, para ti soy simplemente Lilian

Jamás quise lastimarte

Me fui a paso firme, dejando a un traidor, dejando solo a su conciencia como su propio asesino.

La conciencia sería más fuerte y finalmente lo llevaría a la ruina, se ahogaría en su misma mentira, en su misma traición.

Cerré la puerta de golpe, justo en la cara de Potter.

Aquí esta el décimo capítulo del fic... ¿Creen qué es lindo?

Ojalá que les guste... y dejen reviews... no es tan difícil...

Besos,

J.N.H