Nota:............J he escrito ésta historia en varios idiomas, pero originalmente concebida en castellano.
A veces la vida nos sorprende
¿Acaso nunca les ha pasado que se levantan un día sintiéndose ligeramente diferentes?
¿Y no pueden decir exactamente que es lo que ha cambiado?
Bueno, la cosa es que a mí me pasó. Un día me levanté como cualquier otro día en Hogwarts. Todas las demás chicas estaban aún durmiendo, yo aproveché el tiempo así que me bañe rápido y me cambié y cómo a esa hora la biblioteca seguramente estaba abierta, fui.
Los pasillos aún estaban medios oscuros, las sombras parecían que estuvieran a tu acecho. Bueno era todavía temprano, eran las 6:30 am., la hora de costumbre con la que me levantó. Pero hoy fue distinto me levanté un cuarto para las 5.
Entré a la biblioteca y saludé a Madame Pince. "Buenos días Madame Pince."
"Buenos días. ¿ Srta. Granger que hace usted levantada a estás horas? Es muy temprano aún."
"Lo sé pero como ve, me levanté más temprano de lo usual así que vine a aprovechar mi tiempo."
Camine hacia los enormes estantes repletos de libros y comencé a buscar algo distinto a lo usual, no sé que era lo que quería. Simplemente no tenía muchas ganas de leer el mismo texto, aunque interesante en mi opinión, de 'Hogwarts: una Historia'. De cualquier manera ya lo había leído cientos de veces que me lo sabía de memoria.
" ¿ Qué es esto?"
Había encontrado un libro que se titulaba. ' La Bruja Que Amó Al Dragón.'
" 'Le Magicien Qui Aimait Le Dragon', ¿tus novios te dejaron y ahora te inclinas por las historias románticas con finales trágicos sangre sucia ?" Una voz que arrastraba las palabras habló.
No había duda para Hermione, no era otro más que Draco Malfoy. Hermione pudo sentir un aire helado que chocaba abruptamente con la parte de atrás de su cuello.
"¿Qué quieres Malfoy?" Dijo Hermione obviamente exasperada ante la presencia del engreído hijo del mortífago mientras se daba completamente la vuelta para encararlo.
Se sintió muy incómoda ante la proximidad del chico, ya que su rostro estaba meramente 10 centímetros aparte del de ella.
"¿Qué haces leyendo 'Die Hexe, Die Den Drachen ' liebte, ?"
Al ver la cara de incomprensión de Hermione Malfoy soltó una risita burlona, las cuáles ya eran muy típicas en él.
" ¿ 'Le Magicien Qui Aimait Le Dragon' ; ' Die Hexe, Die Den Drachen ' liebte, ; 'La Strega Che Amò Il Dragone' , ' A Bruxa Que Amou O Dragão ' ; ' The Witch Who Loved The Dragon' ?"
" Bien por ti si sabes más idiomas aparte del natal, pero sabes que, no me importa."
"Yo pensé que al menos sabías más de uno. Serás una buena bruja ya que tan solo eres una Sabelotodo, pero aparte de tus esfuerzos para demostrar que sí mereces estar aquí deberías aprender algo más."
"Yo creo que eso no te incumbe." dijo Hermione mientras abruptamente lo esquivaba y se sentaba en la mesa más cercana.
"Aún no haz respondido mi primera pregunta." Se apresuró rápidamente Malfoy.
" ¿ La de por qué leo esto?" dijo Hermione levantando el libro.
"Sí"
" Estoy matando el tiempo." era lo más cercano a la realidad ya que ni ella misma sabía porque había escogido ése libro entre los miles que se encontraban en la biblioteca. Había algo extraño con el libro: tenía un extraño magnetismo, y en el interés de Malfoy.
"¿Puedo saber por qué te interesa tanto éste libro?" preguntó Hermione.
"Nada en especial." respondió éste arrastrando las palabras y se volteó hacia otro estante a seguir con su búsqueda, la cuál en un primer lugar lo había traído a la biblioteca tan temprano.
Hermione se dio cuenta que era la 1ra vez que tenía una conversación más o menos civilizada con Malfoy en los últimos 5 años.
Hermione abrió el libro que tenía una cubierta gruesa de terciopelo negro y letras plateadas. La escritora era Morgana LaFey, y era de origen francés.
Debe ser por eso que el pequeño hurón dijo primero el título del libro en francés. Que bonita cubierta que tiene éste libro.
Haber cómo comienza...
Sus manos se juntaron en su cabeza agarrando su cabello...
"Oye Granger, ¿ en qué parte vas?" preguntó Malfoy.
"Gracias a ti, ni he terminado la 1ra oración."
Se sonrió, satisfecho consigo mismo al molestarla y siguió buscando libros y colocándolos encima de una mesa cercana.
Sus manos se juntaron en su cabeza agarrando su cabello rubio. Ella podía sentir sus tibios labios en los suyos, sus besos cada vez la llevaban más y más lejos de la realidad cómo si cayera en un sueño, mientras seguía agarrándolo por el cabello. Las manos de él recorriendo su espalda, de pronto la agarró de los hombros y separó momentáneamente sus cuerpos. Ella miró sus bellos ojos grises, los cuáles tenían chispitas plateadas al igual que su cabello rubio tenía un brillo plateado. Él dió un fuerte tirón al vestido que ella estaba usando desgarrándolo y bajándolo un poco hasta el nivel de sus hombros y luego se deslizo hasta el piso. Ella respiró profundamente antes de agarrárlo fuertemente por el cuello y halarlo hacia ella para besarlo.
Y de pronto...
Alzó la mirada y vio tan sólo el típico techo de madera. Se levantó lentamente todavía algo atontada por el sueño y observó por su ventana que ya había comenzado ha amanecer.
' ¿Qué fue eso?' se preguntó ella misma, nunca en su vida había tenido un sueño de tal naturaleza. Simplemente se puso su vestido blanco y un largo delantal azul. Se dispuso a salir de su habitación.
Sabine Junot estaba cerca de cumplir los 17 años, era una hermosa mademoiselle de cabellos castaños largos y crepú (frizzy/ esponjoso) y de ojos color miel. Vi- " Eh, Sangre Sucia, ya es hora del desayuno."
"¡Cállate Malfoy!" Hermione gritó irritada, ella detestaba el sobrenombre que él le había puesto. Se levantó dejó el libro en el estante dónde lo había encontrado que era 'Otros' ya que no era un libro relacionado con ninguna materia.
Draco Malfoy ya se había retirado de la biblioteca caminando en manera rápida como siempre lo había hecho. Hermione cogió su mochila y se dirigió fuera de la biblioteca hacia la torre de Gryffindor para ir a buscar a Harry y a Ron con los que siempre desde el 1er curso ha ido al Gran Comedor.
"Hermione, ¿dónde estabas?" preguntó apresuradamente Ron.
"Te estábamos buscando desde hace unos 5 minutos, nos tenías preocupados." agregó Harry
" No tenían nada porque preocuparse, tan solo me levanté temprano y me dirigí a la biblioteca a leer un rato."
Ron sonrió "Ves Harry, te dije que no teníamos nada porque preocuparnos y que seguro estaba en la biblioteca leyendo 'Hogwarts: una historia'"
Harry sonrió "Pero tú fuiste el que dijo que."
"Eso ya no tiene importancia." interrumpió Ron rojo "Vamos al Gran comedor o nos vamos a perder el desayuno."
"De acuerdo." dijeron Harry y Hermione a la vez mientras comenzaban a dirigirse hacia las escaleras. Les tomó unos minutos llegar pero al fin lo hicieron y tomaron rápidamente su sitio habitual.
Harry y Ron estaban al frente de Hermione y a su costado se había sentado Ginny.
"Buenos días." dijo tímidamente la cohibida pelirroja dirigiéndose a los 3 a la vez.
"¿ Qué tal Ginny?" dijo Hermione alegremente.
"Estoy bien." dijo Ginny y en ese instante los platos y los vasos comenzaron a llenarse, ya que Dumbledore ya se había sentado.
" Qque grico que etá estro." dijo Ron con la boca llena de tocino mientras que comía vorazmente.
"¡Ron!" dijo Harry bromeando "vas ha hacer que pierda el apetito."
Hermione se rió y comenzó a partir sus huevos revueltos. Levantó la cara aún sonriendo y sin intención miró hacia la mesa de Slytherin justamente cuando Malfoy levantó su mirada. Ambas miradas chocaron una con la otra y éste sonrió y luego volteó su rostro rápidamente hacia Goyle.
Qué extraño. De hecho hoy es un día poco usual pero a la vez dentro del rango de la normalidad. Como les dije antes, ¿no han tenido uno de esos días dónde todo ésta igual pero se sienten ligeramente diferentes?
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N/A: Por favor REVIEW!!!
