Derechos: ........
N/A: Sé que me tarde bastante en poner éste chapter en relación con los anteriores, pero es largo. Advertencia si no lo suficientemente maduro/a no leas.
***
"A veces la vida nos sorprende"
autora: I'm-a-dreamer
e-mail: hermione_granger_4ever@yahoo.com
Lo que más le irritó a Hermione del encuentro con Malfoy, Crabbe y Goyle, para empezar que Malfoy parecía estar regocijándose con cada insulto se estaba divirtiendo viéndola fastidiada, y segundo que los tontos de Crabbe y Goyle se habían estado burlando todo el tiempo.
Para su alivio se encontraba ahora en la biblioteca, se había levantado más temprano que nunca y se había dirigido hacia su lugar favorito, la calmaba.
Se levantó de su silla y guardó el libro que había estado leyendo todo ese tiempo ("La bruja que amó al dragón"), ya era hora del desayuno y tenía que ir al gran comedor, pero sabía que no iba a ir directamente porque tenía que ir a la torre de Gryffindor por Ron y Harry.
"Hola chicos." Dijo Hermione mientras se acercaba a la torre.
"Hola." Dijeron ambos al unísono y voltearon a mirarse y se sonrieron.
"Hermione, mm, haber déjame adivinar, ¿biblioteca?" Dijo Harry con una sonrisa mientras pasaba su mano por su cabello negro tratando de arreglarlo un poco, claro que eso era misión imposible.
"Harry... ¿cómo supiste?"
"Hermione."Dijo Ron "No se necesita ser un vidente para saber que ahí estuviste."
"Bueno."Dijo Hermione algo fastidiada por el hecho de ser algo predecible (¿algo?)- "Mejor vayamos rápido al Gran Comedor a desayunar, he escuchado que hoy va ha haber brownies."
A Harry y a Ron se les iluminó el rostro notablemente. En ese momento el retrato de la señora gorda se abrió para dar a Ginny salida.
"Hola Ginny." Dijo Hermione tratando de sonar alegre, pero en realidad estaba preocupada por su pequeña amiga que al parecer seguía algo deprimida. Harry y Ron también la saludaron pero se notaba que no podían esperar para llegar al Gran Comedor.
"Hola chicos." Saludó Ginny y sonrió. Hermione se sintió muy aliviada al ver que Ginny estaba con más ánimo que el día anterior.
"Ginny, vamos todos al Gran Comedor, ¿nos acompañas?" Dijo Harry y a Ginny le cambió totalmente la expresión desanimada y cansada que tenía, por una radiante y feliz.
"Si Ginny, va a haber brownies." Añadió Ron risueño.
"Vamos." Hermione Tomó la mano de Ginny y la jaló. Ginny aún sonriente los siguió hasta que llegaron al Gran Comedor y tomaron sus usuales asientos.
El desayuno transcurrió de manera normal, igual que cualquier otro día. Hermione ahogó una risa al ver la cara de decepción que ponían Harry y Ron al ver que no habían brownies. Ella les dijo para calmarlos que solo había sido un rumor. Después se dispusieron a ir a su clase de Pociones.
' ¡Fabuloso! Como odio pociones y a Snape. '
Ron emitió un gruñido "Como detesto a Snape." Y dio vuelta a la esquina del último corredor de los calabozos que llevaba al salón de Pociones.
"Yo también, pero al menos a ti no te odia tanto como a mí." Respondió Harry con el entrecejo fruncido y algo cabizbajo.
Al llegar entraron silenciosamente ya que hacían todo lo posible para que Snape no encontrara razones para quitar puntos a Gryffindor. Por eso, además de entrar silenciosamente, habían salido 5 minutos antes del Gran Comedor gracias a Hermione quien propuso la idea para evitarse problemas.
Pasaron 2 horas y como siempre Snape había sido un fastidio, pero ni remotamente se acercaba a lo insufrible que era Malfoy. Salieron de clases solo para entrar a Defensa contra las Artes Oscuras, en la cual tenían un nuevo profesor que cada vez que estornudaba se convertía en un boggart, y al finalizar ésta tenían tiempo libre así que se dirigieron a su sala común.
Ya había pasado la hora del almuerzo y Hermione se dirigió a Aritmancia. Estaba caminando tranquilamente por el pasillo en el cual se encontraba el salón hasta que se encontró con Malfoy que estaba reclinado en la pared al costado de la puerta.
"Granger." Dijo con voz áspera-"¿Haz estado leyendo últimamente?"
"No creo que mi desarrollo cultural sea de tu incumbencia." Respondió Hermione mordazmente.
"Yo no me refería a tu desarrollo cultural, me refería a si sigues leyendo el cuento favorito de la tatara-tatara abuela de mi abuelo..." Hermione no pudo ocultar su asombro ante la revelación que Malfoy acababa de hacer. Malfoy se sonrió satisfecho consigo mismo al verla ahí parada al frente suyo sin poder poner en orden sus pensamientos y sorprendida.
"Entonces... ese libro, ¿ya lo conoces, lo habías leído?" Preguntó finalmente Hermione. En realidad le fastidiaba un poco saber que Malfoy no le prestaba la debida importancia ni el debido respeto a tan lindo cuento.
"Mi abuela me lo leyó cuando era pequeño." Dijo éste mirando al piso al mencionar a su abuela.-"La anciana ahora es historia." Agregó Malfoy tratando de forzar una sonrisa irreflexiva. Hermione inmediatamente comprendió que Malfoy había querido mucho a su abuela y que no podía ser indiferente ante su propia sangre.
"La abuela que te leía el cuento, era la madre de Lucius ¿verdad?" Hermione no pudo contener su simple pregunta. Ante está, él alzó su rubia cabeza y un mechón de cabello cayó con mucha gracia sobre su frente.
" Tsk, tsk, tsk ¿'La madre de Lucius'? ¡Por Dios Granger! ¿¡ Qué es eso de llamar 'Lucius' a mi padre !?" Dijo Malfoy con una sonrisita en su rostro, una sonrisa que se vio reflejada en sus ojos grises, fingiendo estar ofendido por la falta de respeto de Hermione al llamar a su padre por su nombre.- "¿No te enseñaron modales?" Y su sonrisa se hizo aún más amplia.
Hermione no pudo evitar sonreírle de vuelta, "Creo que no me ensañaron tantos como a 'usted' Sr. Malfoy." Respondió sarcásticamente pero sin el mas leve tono de ofensa en su voz.
En ese mismo instante, la profesora Vector podía ser vista venir por el corredor. Los miró algo extrañada, pero se mantuvo sin decir nada. Entró al salón.
Malfoy miró a la profesora Vector acomodar sus materiales didácticos encima del escritorio del aula."Bueno Granger, no sé tú, pero yo voy entrando." Dijo, y con eso caminó ágilmente dentro del salón.
Hermione se mantuvo en el mismo sitio parada por unos cuantos segundos, tal vez incluso 1 minuto.
' ¿Por qué le sonreí de vuelta a ese cretino? ¡Que horror Hermione!, Estás TAN distraída en tus deberes escolares que ya no prestas atención ni siquiera a quién le diriges la palabra. O una sonrisa ' ; Agregó una segunda vocecilla en su subconsciente, una a la cual Hermione decidió ignorar por el momento y entrar al salón de Aritmancia.
La hora de Aritmancia se había pasado prácticamente volando para Hermione. Su cabeza había estado inundada con pensamientos del libro y la relación que Malfoy tenía con él, ya que como él mismo había dicho ' un libro de esos no se consiguen actualmente.' y además no cualquiera.
Hermione de verás tenía muchas ganas de preguntarle a Malfoy sobre como había conseguido el libro su abuela, pero se abstuvo ya que sabía que hacer eso no sería lo más sabio, es más estaría ella misma buscando de cierta forma otro insulto de Malfoy con el simple hecho de dirigirle la palabra.
' Pero antes de la clase no te insulto '; habló una voz en su cabeza y luego su propia voz se hizo escuchar (no la de su conciencia) en su mente; ' Y de cualquier forma sabes que ella tenía el libro porque era una Malfoy, knock, knock allí: familia importante.'
Hermione no estaba dispuesta a iniciar una batalla entre ella y su conciencia (también podría habérseles unido el subconsciente a la disputa), así que decidió hacerse la sorda ante las protestas de su propia conciencia, tratando de poner su mente en blanco, y seguir su camino. Se encontró con Lavender y Parvati que salían de Adivinación chillando de lo más emocionadas sobre las 'predicciones' de Trelawny.
"Y me dijo que me iba a casar con un chico muy apuesto que pertenece a una gran familia de muy alta raigambre, te apuesto lo que quieras Lavender de que se refería a Draco Malfoy..."
' ¿Cree que se va a casar con Malfoy? ¡Por Dios alguien deles a ese par de chicas un cerebro con neuronas que SI funcionen! '
" !Ay Parvati!" Chilló Lavender mientras asía por el brazo a su amiga, "¡Qué envidia me da! Es TAN apuesto y su apellido es TAN conocido en toda Europa. ¡Uy! ¿De que color va a ser el vestido de las damas de honor? Por favor, dime que no va ha ser de color lavanda, ¡no soporto ese color!"
"¡Cómo se te ocurre que van ha ser de color lavanda!, Mira Lavender aún no lo sé, pero de hecho no van a ser ni cremas, ni melones ya que se parecerían mucho al color de mi vestido."
Hermione no soportaba más, y dejó escapar una sonora risa ahogada que en realidad terminó sonando como una terrible tos por el hecho de haber sido contenida tanto tiempo. A Hermione le daba: risa, pena, asombro e ira que Parvati y Lavender estuvieran pensando en esas tonterías.
' ¡Tenemos tan solo 15 años POR DIOS! '
"¡Jesucristo! ¿Hermione estás bien?" Preguntó una muy exaltada Lavender, Hermione asintió con la cabeza.
"Hermione de veras que deberías ir con Madame Pomfrey." Parvati dijo "Ella seguro que sabría que hacer con esa terrible tos tuya." Y se acercó a ella."Te acompañamos al Gran Comedor, Hermione, para que tomes algo de líquido; de cualquier forma ya es la hora del almuerzo."
"No es necesario, no tengo nada. Cambiando de tema; ¿han visto a Harry y a Ron?"
"Si." Contestó Lavender, "Están todavía arriba en Adivinación. Lo que pasa es que hicieron unas asombrosas predicciones sobre su muerte. ¡Su muerte! ¿Te imaginas Hermione que bien deben de estar sus 'ojos interiores' como para poder predecir su propia muerte?"
A eso Hermione no sabía que decir. No podía creer como Parvati y Lavender tenían tanta fe a la clase de Adivinación y sobre todo a Trelawny que no era nada más que una farsante barata.
En ese momento y para su buena suerte (Gracias Dios) llegaron Harry y Ron riéndose a todo pulmón.
"Bueno Hermione, ya llegaron. Nos vemos después." Parvati dijo y comenzó a caminar con Lavender hacia el Gran Comedor y aún se podían escuchar sus chillidos.
' ¡Que tontas! ¿De verdad Parvati cree que se va a casar con Malfoy? Ah... lo que es más sorprendente aún: ¿¡ de verdad creen que 'eso' es apuesto!? '
"Hola Hermione." Dijo Harry alegremente, ya había parado de reírse pero aún conservaba una enorme sonrisa en su rostro, a diferencia de Ron que no paraba de carcajearse.
"Hola Harry. ¿Ron vamos a ir al Gran comedor, donde por cierto servirán lasagna, o vas a seguir aquí riéndote cuando volvamos del almuerzo?"
"Es... */risas/*que...Tre-Tre *más risas/* Trelawny... se creyó... */risas/*... TODO lo que Harry y..yo */risas/* le dijimos. Creyó que... la predicción de que... */risas/* iba a ser director de Hogwarts algún día y que iba a morir... */risas/* (al menos se está calmando; Hermione pensó) en un... atentado hecho por una persona del pasado... que supuestamente viene a ser... */risas/* Snape. Trelawny se lo creyó TODITITO. ¿Puedes creerlo?"
Para cuando Ron terminó de contar lo que Harry había dicho a Trelawny, él también se estaba riendo fuertemente y pronto Hermione los acompaño en su felicidad. De verdad ella no podía creer lo boba que era esa profesora, y recordó exactamente el día y el 'por qué' cuando dejó su clase y se apuntó en Aritmancia.
Los tres se calmaron y se fueron al Gran Comedor, dónde para suerte de Hermione (Ven, ella SI predice) sirvieron una deliciosa lasagna de carne la cual sus amigos devoraron en un minuto. En cambio ella se dio su tiempo para disfrutarla todo lo que pudiera ya que era su platillo favorito.
Al terminar el almuerzo se dirigieron a su sala común a hacer los deberes (mayoría de Pociones. ¡Maldito Snape!) hasta que dieron un cuarto para las 5 de la tarde y Justin golpeó suavemente el retrato de la señora gorda.
"¿Hermione, estás allí?" Preguntó el nervioso muchacho, su voz temblaba, obviamente temiendo que Hermione no pudiera ir con él; y así desperdiciando el laaaaaaaaaaaargoooooooooo tiempo que le tomó ganar el valor suficiente para invitarla.
Hermione, Harry y Ron escucharon el llamado de Justin y se dieron con la sorpresa de que ya eran las 5 de la tarde. El tiempo se había pasado rápido y como no se les iba a pasar así de rápido si estaban atiborrados de tareas, para el día siguiente, hasta el cuello.
Ordenaron sus cosas rápidamente y salieron por el retrato de la señora gorda.
"Hola Justin." Dijo Hermione seguida por Harry y Ron.
"Hola... -" Justin se puso rojo. Estaba vestido con los colores de su casa: Hufflepuff. Llevaba el color amarillo canario."Bueno pues, el juego ya va a empezar, hay que apresurarnos."
Va a ser algo difícil encontrar buenos lugares si estamos saliendo a un par de minutos antes de que el juego empiece." Dijo Hermione mientras estaban caminando escalera abajo lo más rápido que pudieran y esquivando los malos escalones.
Justin volteó y sonrió. "Le dije a Hannah que nos apartara asientos, ella escogió la mejor fila de todas."
"¡Qué bien! Así podremos ver mejor como los malvados Slytherins son derrotados." Exclamó Ron con mucha alegría, Harry asintió con la cabeza pero Ron continuó, "Me muero de ganas de ver la cara de decepción que el idiota de Malfoy va ha poner cuando vea que perdieron."
' ¿Malfoy tiene que salir siempre a colación? '
Llegaron a tiempo para ver a Madame Hooch sacando la Quaffle, las Bludgers y la Snitch mientras ellos se sentaban.
Hannah estaba sentada en el medio de 5 asientos, ella había apartado 4, y les dijo que en esa forma podía cuidar mejor que nadie se sentará. Así que, para la incomodidad de Hermione, se tuvo que sentar al costado del muro que separaba las varias tribunas y a su costado derecho estaba sentado Justin y al costado de él estaba Hannah, al costado derecho de Hannah estaba Ron y después Harry.
Estar separada de sus amigos no le agradaba en lo más mínimo a Hermione. En la tribuna de los profesores, que estaba al frente de las tribunas dónde los Hufflepuffs se habían ubicado, pudo ver el rostro cetrino de Snape con una malévola sonrisa mirando el juego. Para variar, el equipo de Slytherin estaba haciendo trampa.
Harry, Ron, Justin y Hannah echaron humo cuando Slytherin anotó sus primeros 30 puntos y saltaron de alegría cuando Brooke Nicholson (una Hufflepuff) logró evadir a los tramposos Slytherins y anotó.
'¡Dios mío!' Pensó Hermione irritada porque en realidad estaba más aburrida y desubicada que Tarzan en las Vegas.
"¿Te estás divirtiendo Hermione?" Le preguntó Justin finalmente, mientras agitaba un banderín, con los colores de Hufflepuff, en el aire.
"Si." Respondió Hermione secamente. ' Tengo que ser amable, después de todo al invitarnos acá, su intención fue buena. Solo espero que al menos Ron y Harry se estén divirtiendo. ' Pensó esperanzada. En ese momento su atención fue interrumpida por el ya antes mencionado Slytherin.
Estaba volando muy cerca a las tribunas buscando la Snitch. Sus ropajes verdes se ondulaban por estar a contra viento, al igual que todo su cabello. Su rostro se veía totalmente y tenía una expresión pensativa, obviamente estaba pensando donde podría volar para poder ver todo el campo.
Hermione lo miró desde el instante que vio un borrón verde pasando rápidamente por delante de sus ojos miel. Lo bueno (o lo malo, según ella) es que como se había quedado estático ya no era un simple borrón y ella podía observarlo muy bien desde su sitio. Sus ojos grises brillando de la incertidumbre del juego. Profundos, buscadores y a la vez invitadores, pero sin embargo a la vez repelentes.
Hermione no estuvo concentrada muy bien en el juego después de que Malfoy finalmente se elevó y atrapó la Snitch. Los Hufflepuffs y los Gryffindors se lamentaron, pero los Ravenclaws se mantuvieron neutros.
"Hermione, el juego ya acabó... este... ¿quieres ir a algún lado?" Preguntó Justin, quien al parecer apenas había podido vocalizar las palabras.
Hermione rechazó cortésmente la invitación y comenzó a dirigirse a la torre de Gryffindor, Justin la seguía, acompañándola como el caballero que era. Sin embargo Hermione no se dio cuenta.
Había comenzado haber todo algo nebuloso y la había invadido un terrible y pesado sueño. Se sentía totalmente agotada y mareada.
Cuando al fin llegó a su cama, le dio gracias a la vida por haberla dejado llegar hasta allí sin haberse desmayado o dormido en el camino.
Hermione no tenía ni la más mínima idea de donde estaba. Miró a su alrededor, se encontraba en una acogedora habitación hecha de caoba. Había una enorme cama hecha de pino y barnizada que tenía cortinas negras a su alrededor y sábanas blancas de seda. Había una enorme ventana, aunque tenía las corinas negras cerradas y no se podía ver que había detrás de ellas. Al frente de la ventana (al otro lado de la habitación) había una increíble chimenea hecha de mármol y un sofá granate con una alfombra del mismo color a su pie.
Hermione giró y para poder ver la habitación entera. Y se dio cuenta de que no había puerta. Se extraño ante ese descubrimiento, pero siguió observando.
' Debe de ser de noche. Si no la chimenea no estuviese encendida. ' Pensó Hermione y dio un pequeño salto al ver a una silueta dentro de la habitación.
' Podría haber jurado que estaba sola hace un instante. ' Pensó algo asustada, la silueta caminó con pasos inciertos hasta llegar al frente de la chimenea.
" ¡MALFOY! ¿QUÉ HACE ACÁ? ¿CÓMO LLEGASTE? " Hermione preguntó, repentinamente alzando la voz. Si Malfoy se encontraba en el mismo desconocido lugar donde ella estaba, tal vez él conociese alguna salida.
Draco Malfoy volteó hacia su dirección. Las sombras de las llamas jugando con su cabello y sus ojos. Avanzó hacia ella, intentó decir algo pero era como si una fuerza mayor que él no se lo permitiera. Estaba a 20 centímetro de ella y las sombras aún seguían jugando con su pálido rostro.
Hermione se irritó; se encontraba totalmente perdida y al parecer Malfoy no tenía ni la más mínima intención de siquiera ayudarla.
" ¡Respón-" Hermione comenzó pero su habla fue totalmente cortada por Malfoy que la asió fuerte y firmemente de los hombros y la beso toscamente, tan toscamente que dolía.
Hermione, sin embargo se hallaba enteramente inmovilizada. Quería empujarlo pero sus brazos no le respondían, al contrario lo abrazaron por el cuello...
Contra su voluntad se encontró devolviéndole cada beso e incluso separando un poco sus labios, dejando así que él introdujera su lengua.
' ¡DIOS! ' Fue todo lo que Hermione pudo pensar al sentir la lengua de Malfoy dentro de su boca.
Era extraño, todo lo que ella estaba haciendo, lo estaba haciendo contra su voluntad. Sin embargo, para su propio desagrado, se encontraba disfrutando cada momento. Ella también lo besaba y sus manos se envolvían en su sedoso cabello rubio.
Sus labios se deslizaron hasta llegar a su cuello, y ella no dijo nada. Hermione pudo sentir un cosquilleo en cada centímetro de piel que sus labios habían recorrido.
Las manos de Malfoy la agarraron fuertemente por la cintura, mientras seguía besándola toscamente. Ella le cogió el rostro y lo llevó al suyo. Sus labios chocaron fuertemente. Comenzaron a caminar entre besos hasta que se hubieron ante los pies de la cama, dónde él en un ágil y duró movimiento la empujó.
Hermione se apoyó en sus codos y se movía hacia la parte superior hasta que Malfoy se posicionó encima de ella. Hermione podía sentir su aliento tibio, pero que le enviaba escalofríos por todo el cuerpo.
Ella lo besó está vez. Se había dado cuenta de que él era sencillamente bello, no había duda de eso.
No le importaba lo que pudiese pasar, simplemente se dejó llevar por la pasión y no dijo nada cuando su ropa había sido apartada de ella. Malfoy se retiró el polo y ella pudo sentir su piel encima de la suya misma.
No dijo nada, seguía simplemente besándolo, cada vez menos prendas de por medio hasta que dio un fuerte gemido. Era la sensación más dolorosa y a la vez más placentera de su vida. Malfoy se encontraba dentro de ella, le había quitado cualquier sentido, cualquier raciocinio que pudiera decirle algo que apenas que ése era Malfoy, o que ella nunca perdería su virginidad antes del matrimonio, o que aún eran prácticamente unos niños...
Sentía que todo su cuerpo se estremecía y lo miró a los ojos. Se sintió tan feliz en aquel momento...
Hermione Granger despertó de un brinco totalmente asustada y sudorosa. ' ¿¡QUÉ DIABLOS FUE ESO!? ' Fue lo único que vino a su mente. Todo había sido tan real, aún podía sentir su tacto, su piel; cada sensación aún estaba fresca y Hermione las había sentido realmente.
Hermione se odio a ella misma por haber disfrutado lo que Malfoy le hacía en su sueño
' ¡DIOS! ' Fue todo lo que Hermione pudo pensar al sentir la lengua de Malfoy dentro de su boca.
Era extraño, todo lo que ella estaba haciendo, lo estaba haciendo contra su voluntad. Sin embargo, para su propio desagrado, se encontraba disfrutando cada momento. Ella también lo besaba y sus manos se envolvían en su sedoso cabello rubio.
Sus labios se deslizaron hasta llegar a su cuello, y ella no dijo nada. Hermione pudo sentir un cosquilleo en cada centímetro de piel que sus labios habían recorrido.
Las manos de Malfoy la agarraron fuertemente por la cintura, mientras seguía besándola toscamente. Ella le cogió el rostro y lo llevó al suyo. Sus labios chocaron fuertemente. Comenzaron a caminar entre besos hasta que se hubieron ante los pies de la cama, dónde él en un ágil y duró movimiento la empujó.
Hermione se apoyó en sus codos y se movía hacia la parte superior hasta que Malfoy se posicionó encima de ella. Hermione podía sentir su aliento tibio, pero que le enviaba escalofríos por todo el cuerpo.
Ella lo besó está vez. Se había dado cuenta de que él era sencillamente bello, no había duda de eso.
No le importaba lo que pudiese pasar, simplemente se dejó llevar por la pasión y no dijo nada cuando su ropa había sido apartada de ella. Malfoy se retiró el polo y ella pudo sentir su piel encima de la suya misma.
No dijo nada, seguía simplemente besándolo, cada vez menos prendas de por medio hasta que dio un fuerte gemido. Era la sensación más dolorosa y a la vez más placentera de su vida. Malfoy se encontraba dentro de ella, le había quitado cualquier sentido, cualquier raciocinio que pudiera decirle algo que apenas que ése era Malfoy, o que ella nunca perdería su virginidad antes del matrimonio, o que aún eran prácticamente unos niños...
Sentía que todo su cuerpo se estremecía y lo miró a los ojos. Se sintió tan feliz en aquel momento...
Hermione Granger despertó de un brinco totalmente asustada y sudorosa. ' ¿¡QUÉ DIABLOS FUE ESO!? ' Fue lo único que vino a su mente. Todo había sido tan real, aún podía sentir su tacto, su piel; cada sensación aún estaba fresca y Hermione las había sentido realmente.
Hermione se odio a ella misma, sin poder hacer nada para evitarlo, por haber disfrutado lo que Malfoy le hacía en su sueño.
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