N/A: Hola! Que tal? No había podido entrar a Internet a cargar el capítulo (por más que haya terminado de escribirlo) porque mi teléfono se había malogrado y conectaron la línea a otro pero, no permitía entrar a Internet! Antes del viaje si se podía, mi viaje... ayyyy! ¡cuánto me gustaría volver! ¿Saben que es lo triste? Ahora me gusta un completo imbécil, a quién por cierto no puedo ver ni en pintura ni él a mi, nos detestamos! Pero, ahora me gusta y no se porque diablos a pasado eso. A veces me da algo de risa porque sus descripciones coinciden un poco con las de Malfoy, ya que tiene cabello rubio y unos ojos impactantes aunque son verde claro, parecen ojos de gato, y es muy pálido. Bueno, aquí con ustedes: historia...
MI OTRA HISTORIA: "Todos Aman A Alguien" (autopromoción, dejen su review pa' saber k piensan)
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"A veces la vida nos sorprende"
autora: Fallen Innocence
E-mail: ya_se_que_soy_una_desgraciada@terra.com
"Hermione, ya estábamos comenzando a pensar que Malfoy te había lanzado alguna maldición imperdonable que te había matado en el acto y que te encontrabas a 5 metros bajo tierra." Le comentó Ron mientras le sonreía de oreja a oreja a su amiga, "¿que te demoró tanto?"
'Nada, la horrible culpa que siento al mirarte a los ojos en éste mismo instante,' pensó desconsolada mientras que le lanzaba una sonrisa de fingida alegría a su pelirrojo amigo. 'Eso fue lo que me demoró, pensar en lo que iba a pasar y la culpa que imagine era mil veces menor de la que siento ahora.'
"Tanto trabajo me agotó increíblemente, ¿puedes creerlo? Me demoré como unos diez minutos en recobrar fuerzas." Aclaró Hermione y sonrió por una segunda vez con todas la fuerzas que le quedaban.
Harry se encontraba ojeando el Diario El Profeta por alguna noticia nueva que haya acontecido al mundo mágico o alguna cosa curiosa. Se encontraba leyendo un dato muy interesante sobre las preparaciones que se encontraban haciendo los Ministerios de Juegos y Deportes Mágicos de distintos países para ir teniendo alguna idea desde ya sobre como se iría a realizar tan ajetreado acontecimiento. El mundial de Quidditch era un evento que unía y reunía a magos de todas partes del globo.
En la portada le llamó la atención uno de los titulares. "Importante figura mágica extranjera llegó a nuestro país...Pág. 5"
"¿Quién llegó a nuestro país Harry?" preguntó Ron sin estar realmente interesado. A él todas esas cosas de la política mágica nunca le había interesado mucho, más bien le parecía de lo más aburrido.
Harry no respondió su pregunta, no lo había escuchado. Previamente había comenzado a voltear las hojas y ahora se encontraba ojeando la noticia. El artículo hablaba del ex-Ministro del Ministerio de Magia peruano, quién al retirarse del aspecto político había comenzado a formar alianzas internacionales favorables para él y su país. Había llegado a Inglaterra esa misma mañana; había sido recibido por Barty Crouch, el Ministro de Magia de Inglaterra, y por Lucius Malfoy, con quién al parecer estaba asociándose para un asunto que no se mencionaba. Al lado derecho del artículo había una foto en blanco y negro de una sonriente familia, el padre saludando a Crouch y a Malfoy. Abajo había una pequeña inscripción que decía: Ludovico Portocarrero saludando al ministro Crouch y a Lucius Malfoy; detrás, de izq. a der. Sonriente esposa, Maité Portocarrero e hijas, Larimar y Aldonza. La figura del padre no dejaba ver muy bien a las hijas ni a la esposa pero, según lo poco que Harry vio pudo distinguir que todos, los cuatro integrantes, poseían rasgos exóticos.
Ludovico Portocarrero poseía cabello negro, lacio y brillante, además de ojos grandes y negros, y un bigotito pintoresco; su piel era de un color cobrizo muy alegre. Maité Portocarrero era dueña de casi los mismos rasgos, a excepción de que su piel era algo más clara al igual que su ojos, los cuáles eran cafés. A las hijas no se les podía distinguir mucho. Se podía observar que eran de contextura delgada y de excelentes siluetas. La mayor, la cual era un poco más alta que la otra, tenía el cabello negro y largo mientras que a la menor el cabello le llegaba hasta la altura del cuello. Más de ellas no se podía ver.
"Mira Hermione," le dijo Harry alcanzándole el periódico a la linda chica, "Lee éste apellido, ¿acaso no se parece al que Dumbledore mencionó hoy en el desayuno?"
Hermione quién se había encontrado sumida en sus pensamiento, entró en conciencia en el instante que escuchó la cálida voz de Harry.
"Portocarrero," murmuró Hermione y volteó a mirar a Harry en sus tibios ojos esmeraldas, "Si, si es." Luego le prestó más atención a la fotografía, "¿crees que una de éstas muchachas es la que va ha estar alojada en Hogwarts?"
"Me imagino que si," le respondió Harry. Hermione se mantuvo pensativa respecto a todo. No había mirado a Malfoy ni una sola vez desde después que lo vio desparecer encaminado hacia el castillo antes del almuerzo. Al llegar al Gran Comedor camino hacia su mesa con la mirada fijada en el piso durante toda su trayectoria y luego se sentó de espaldas a las demás mesas, ya que la mesa de Gryffindor se encontraba al lado derecho del comedor, dándole la cara a sus amigos y a una de las paredes. Hermione no podía dejar de pensar en que al terminar su almuerzo iba a tener que regresar a cumplir su castigo. Sin darse de cuenta, de reojo algo captó su atención. Era Malfoy a quién se le había acercado Snape y le había mencionado algo al parecer de importancia ya que el rubio chico se levantó de su mesa y se dirigió hacia Dumbledore con el cual sostuvo una charla.
El hecho no había sido pasado desapercibido ni por Ron ni por Harry. Era poco usual que Dumbledore conversará con el Slytherin. "Voltea Hermione. Mira hacia la mesa de los profesores. ¿no te parece raro? ¿de que estarán hablando Dumbledore y Malfoy?"
"De seguro lo expondrá a una penitencia aún más larga por lo que intentó ayer." Dijo Ron sonriente mientras que también su atención se encontraba dirigida hacia el par previamente mencionado.
Ron consiguió la atención de Hermione al mencionar tácitamente al rubio Slytherin, obviamente ella al darse cuenta de esto, se sintió algo asqueada consigo misma. Trataba de mantener su mente alejada pero, al parecer no iba a poder. Sus labios se sentían hirviendo. Pasó la punta de su lengua por sobre su labio inferior y pudo sentir lo tibio que estaban para el clima en el cual se encontraban viviendo, pudo sentir un ardor en una parte, era una parte de su labio que se encontraba abierta. Era una pequeña herida, recordatorio que Malfoy le había dejado de lo que había pasado esa mañana. El rozamiento de su propia lengua le recordaba a la de él. Se sentía desesperada, ¿cómo se iba a poder olvidar de lo que pasó? ¿cómo iba a enfrentarlo después del almuerzo?
"¿Qué pasó ayer?" La pregunta se había deslizado de los labios de Hermione sin que ella misma se pudiese dar cuenta de ello. Se maldició mil y una veces al darse cuenta del interés inconsciente que profesaba hacia Malfoy.
"Ayer, nada de gran importancia Hermione. Ya sabes, lo típico: Malfoy y yo a punto de matarnos o herirnos de gravedad," le respondió Harry usando algo de picardía intentando no preocupar a su amiga.
"¿Qué-Pasó-Harry?" volvió a preguntar Hermione, ésta vez palabra a palabra, lo cual hizo que su voz se escuchará dura y no chilloncita y dulce como normalmente era.
"Ayer se comenzó a comportar peor que de costumbre, tú sabes, más grosero. Una cosa llevo a la otra, algunas maldiciones fueron intercambiadas entre nosotros y él, y al ver que el asunto no iba a ningún lado, dejamos a un lado nuestras varitas y nos peleamos con los puños e insultos. Involucramos a nuestras familias en el intercambio de insultos y todo. No preguntes más Hermione que no puedo dar detalles. Ya sé que no suena tan malo como fue, lo que pasa es que las cosas dichas fueron demasiado fuertes como para repetírtelas. Nada más paso, así que cambia esa carita de preocupación que estás poniendo." Harry le sonrió con ternura filial a su amiga. La preocupación que Hermione mostraba en el rostro en parte era por ellos (Harry y Ron) pero, la mayor parte era por Malfoy. No por ÉL, sino por lo que había pasado con él.
En ése instante para asombro de todos y más para del Trío, Malfoy se dirigió fuera del Gran Comedor junto con Dumbledore.
"¿Qué diablos pasa?" Preguntó Harry para si mismo, la preocupación tangible en su voz ya que se encontraba mucho más preocupado que al principio. De hecho había que haber algo sórdido en todo el asunto que se acababa de llevar acabo ante sus atónitos ojos. Ni Harry, ni Ron, ni Hermione podían pensar en una buen motivo para que Dumbledore haya salido del Gran Comedor con el vicioso muchacho después de haber sostenido una conversación con el mismo, cosa que era demasiado inusual.
La profesora McGonnagall se encaminó hacia la mesa de Gryffindor, notando las miradas de intriga en los verde esmeralda, azul oscuro y castaño ámbar ojos de sus tres estudiantes. Aclaró su garganta, al llegar adonde ellos se encontraban por sus espaldas, para llamar su atención, "Señorita Granger, me alegra tener que informarle que debido a ciertos asuntos, los cuales están siendo resueltos en éstos mismos momentos, el castigo que tenía que cumplir ésta tarde se pospondrá," sonrió al ver la cara de alivio de una de sus estudiantes favoritas, "podrá asistir a clases normalmente el resto del día."
"¡¿De verdad?!" preguntó Hermione con extrema alegría. Una enorme sonrisa podía ser divisada en su terso rostro en el cual se podían ver sus mejillas rosadas. Sus amigos sonrieron solidariamente junto con ella, ambos pensando que su mejor amiga sentía felicidad por al fin poder atender sus ajetreadas clases y obviamente por no tener que soportar a la basura sangre limpia de Malfoy. Ella estaba feliz, si eso era más que cierto, por la segunda razón que sus amigos suponían. Lo que ellos no sabían era de que no es que ella estuviese feliz por no tener que soportarlo, era porque no iba a tener que enfrentar los acontecimientos previos al almuerzo.
El Trío se dirigió con tranquilidad a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, en la cual Hagrid los recibió con suma alegría demostrando en los abrazos que les brindó como saludo, el gran aprecio que les profesaba.
A no ser por algunas cortas intromisiones de Justin en los asuntos del Trío, el día de Hermione a partir del almuerzo, claro está, hubiera sido perfecto. Al parecer el chiquillo de Hufflepuff no captaba indirectas, cosa que ya era más que evidente para varios miembros de Gryffindor y exasperante para los mejores amigos de Hermione.
Era tarde y Hermione se encontraba en la sala común de Gryffindor poniéndose al día con las clases a las cuales no había podido asistir. El fuego de la chimenea crujía con cada movimiento que la llama daba. 'Es muy tarde, sí,' pensó Hermione con un bostezo, 'casi las 3 de la madrugada. En cualquier momento Harry y Ron deben estar volviendo.'
En ése instante como por acto de magia (juró que Hermione no hizo uso de su varita), Harry y Ron entraron por el Retrato de la Señora Gorda a la sala común.
"¡Hermione!" exclamó Ron, "¿qué haces despierta a éstas horas?" Harry también la miró con un rostro interrogatorio. Ambos se habían encontrado cumpliendo su castigo.
"Awwwww, tratando de ponerme al día," dijo bostezando previamente. Los miró por debajo sus pesados párpados y decidió que ya era hora de que se acostará y descansará, después de todo, no estaba segura de que si al día siguiente iba a tener que cumplir su castigo o asistir a clases. Harry movió su cabeza de un lado a otro brindándole a Hermione una sonrisa que solo alguien que te quiere mucho, alguien como tu primo, hermano o padre, puede darte.
Hermione les deseo dulces sueños a los chicos y se dirigió lo más velozmente que pudo hacia su habitación, la cuál compartía con las otras chicas de su mismo año.
Un petirrojo comenzó a picar la ventana al costado de su cama al amanecer lo cuál la despertó. Con la mente semi-dormida se dirigió al baño y se aseó. Se vistió con su uniforme y encima se puso la gruesa túnica negra de invierno. Su bufanda roja y dorada adornaba y cubría su cuello al mismo tiempo. Bajó a la sala común en dónde se encontró con Ginny y Colin los cuáles se encontraban en un apasionante juego de ajedrez mágico.
"Algún parecido tenías que tener con tu hermano Ginny," Dijo Hermione en el instante que le acarició la roja cola de caballo.
Ginny le sonrió, "ni me lo recuerdes. Basta con saber que *puede* ser mi hermano." Hermione y Colin se rieron levemente ante el comentario de la chica.
"¿Has visto a Harry?" Le preguntó Colin a Hermione. Aunque ya no estaba obsesionado con fotografiar a el famoso Harry Potter, Colin nunca perdió ni un poquito de la admiración que sentía hacia él.
"Harry, Harry, Harry. Ciertamente Colin es lo único que escuchó," renegó medio en broma, medio en serio Ginny, "Cásate con Harry si piensas tanto en él."
"...Colin Potter..." Fantaseó en voz alta Hermione con un tono burlón. Ella no solía ser burlona y esa mañana se dio cuenta de que era uno de los rasgos del odioso *dragón* que se le habían pegado. 'Y eso que no paso nada de tiempo con él,' pensó algo desesperanzada. Ginny sonrió ante el comentario de su amiga, mientras que Colin se sonrojo ligeramente. "De cualquier forma," agregó Hermione, "me voy yendo al Gran Comedor. Si ven a alguno de los susodichos le dicen en donde estoy." Ambos asintieron con la cabeza mientras que su atención se dirigió nuevamente a su monótono juego. Bueno, al menos les servía para matar algo de tiempo antes el desayuno. Hermione veía mucho más alegre a la pequeña pelirroja de lo que la había visto en mucho tiempo, sin duda había superado cualquier crisis o depresión que se hubo pasando.
Esa mañana los Slytherin parecían muy alterados. Algo había causado revuelo en la mesa de las serpientes, tanto así que todos sus integrantes sin excepción se encontraban exaltados. El hecho no paso desapercibido por ningún miembro del colegio. Hermione logró escuchar hablar a Cho Chang sobre lo que ella había escuchado en la sala común de su casa, " Si Marnie," le dijo a su amiga, "al parecer algo ha pasado con Draco Malfoy."
"El Slytherin, ¡¿puedes creer que ése chico tiene tan solo quince años?! Honestamente Cho, es muy atractivo para la edad que tiene." Habló Marnie, una linda chica de piel blanca como leche, de cabello marrón y ojos pardos, en susurros agitados.
"Si...pero Marnie, por favor no se ve bien que a nuestra edad nos estemos fijando en menores." Le dijo Cho en el instante que tomaban ambas asiento en su respectiva mesa.
'Bueno, al menos no soy la única lunática que piensa que Malfoy no es deforme, además de Parvati y Lavender, claro está,' pensó algo más tranquila. De cierta manera no era tan distinta a todas las otras chicas como ella siempre había pensado.
"Buenos días Parvati, Lavender," las saludó educadamente Hermione mientras inspeccionaba el líquido contenido de su copa y de reojo daba un vistazo a la inquieta mesa. Fue entonces el momento en el cuál descubrió que Malfoy no se encontraba. Dejando a un lado las preguntas comunes como ¿dónde estará? o ¿estará bien? , lo que Hermione realmente se preguntaba y lo cual no podía ser hipócrita al respecto, pensaba si es que él estaría pensando en lo que había sucedido el día anterior. Aún si ya llevaba más de un día fuera de la escuela, en realidad casi, llevaba como veinte horas fuera.
"¡Hermione!" la saludó demasiado entusiasta para el gusto de Hermione, Lavender, "¡Qué bueno verte sin Harry y Ron! no es que tenga nada en contra de ellos pero, a veces es bueno que una chica pase más tiempo con otras chicas."
"Es verdad, Lavender tienes toda la razón, " le dijo Parvati a su amiga y luego tornó su atención hacia la castaña, "Nunca ha sido bueno que una chica pase tanto tiempo con chicos, a excepción de citas, porque hay costumbres masculinas que se le podrían pegar. En realidad me sorprende en algo que no estés fascinada con el Quidditch ni nada de eso."
"Honestamente, a mi también." La verdad era que por el contrario, Hermione casi, casi, detestaba el tan aclamado deporte. Hermione sabía que las chicas con las que sostenía una conversación era extremadamente chismosas, ¡un poco más y eran comadronas!; así que vio una oportunidad para enterarse y sacarse de dudas. Bueno, al menos, eso fue lo que ella pensó. "¿Ustedes saben que es lo que tiene tan exaltados a los Slytherins?" 'Ya está,' pensó, 'Una pregunta rápida y directa, sin darle muchas vueltas al asunto.'
Lavender dio un chillido de exclamación, "¡¿Cómo, todavía no te has enterado?!"
Parvati la silencio ligeramente, "Sshhh, ¡Lavender no calumnies! Recuerda que no está totalmente comprobado, por eso no toleraré que blasfemes sobre mi futuro esposo." Hermione observó extrañada a la chiquilla hasta que recordó así de la nada, que Parvati juraba y re-juraba que ella se iba a desposar con Malfoy. ¿Cómo era posible que creyera en las patrañas que le había dicho Trelawny? Hermione concluyó con resolución de que eso ya era problema de cada una. Miró con sumo interés a Parvati y ésta continuo, "lo que pasa Hermione, es que los Slytherins están tan excitados porque al parecer Malfoy ayer salió del colegio por un corto tiempo y de improvisto. Se cree que regresará hoy día o mañana, en fin... dicen que Lucius Malfoy se lo llevo porque al parecer Tú-Sabes-Quién lo está llamando a su servicio. En éstos momentos debe estar portando la marca...mmm," tragó saliva, "la marca que lo identificaría como un mortífago."
Sus ojos se abrieron como dos enormes cuencas vacías. Ella siempre había sospechado que ese sería el cruel destino del fastidioso chico pero, nunca había pensado que el futuro llegaría tan pronto, después de todo, sólo contaba con 15 años. Harry, Ron y ella solían bromear sobre ése tema, de que Malfoy era un pequeño bebe mortífago y realmente lo creían pero, hasta que no escuchará de que fuera verdad no lo hubiera creído del todo. Nunca había pensado que saber algo en teoría sería tan distinto de poder palparlo como una realidad, aún no había terminado de procesar toda la nueva información su ágil cerebro.
'Paro Hermione tú sabes bien como corren los chismes en éste colegio,' se recordó a si misma, '¿es que acaso no recuerdas cuando se corrió la voz de que Harry y tú estaban involucrados románticamente?' Despejó su mente de cualquier idea. No quería formarse una opinión ni nada que se le pareciese.
Siguió charlando un par de minutos más con sus compañeras de Gryffindor. Hablaron de cosas triviales y superficiales. Ropa, accesorios, entre otras cosas fueron los principales temas. Harry y Ron, para suerte de Hermione, se acomodaron en sus sitios poco después de finalizado el segundo minuto. Las chicas se despidieron y salieron del Gran Comedor ya que no tomaban mucho desayuno porque se encontraban en un régimen alimenticio.
"Gracias chicos," dijo Hermione como saludo a su par de amigos.
"¿Por qué?" Preguntó Ron algo extrañado.
"Con ése par había comenzado a sentir como mis neuronas se morían..."
Varias horas habían pasado y ahora se encontraban en clase de Transfiguración. Estaban intentando convertir una botella en una chica. Obviamente no sería una chica de verdad, iba a tener la misma forma pero, no iba a poder hablar ni caminar. Lo única que la chica-botella era capaz de hacer era parpadear, sonreír y mover las manos. Sin embargo, los chicos se sentían muy entusiastas y perseveraron más al ver como había resultado la botella de Hermione. Podría haber sido confundida por la nieta perdida de Marilyn Monroe. ¡Incluso llevaba puesto el famoso vestido blanco!
Hermione tan solo miró algo extrañada la transformación de su botella. Nunca hubo imaginado que la suya resultara tener esa fisonomía. Neville...bueno, Neville logró transformar su botella en algo parecido a un ser humano, solo con la pequeña diferencia que las extremidades superiores, los brazos se encontraban en lugar de las piernas y las piernas en el lugar de las primeras. Además, su rostro estaban en la parte de la nuca cubierta por el cabello. Daba un poco de pavor por el hecho de tratarse de una mujer sin rostro. Tras arduos intentos, y conforme se acercaba el final de la difícil clase de Transfiguración, los chicos de Hogwarts se desesperaban mas y mas, incluidos Harry y Ron.
"Tengo que estar mas calmado, tengo que calmarme," se dijo Harry a si mismo. Él sabía de que el éxito o fracaso de su hechizo dependía fundamentalmente de la concentración con la que forjara el mismo. Vio con una risa a flor de labios como Ron llegó al punto límite de la exasperación. El pelirrojo chico asió la botella por el pico y la estrello contra piso, despedazándola para asombro y risa de algunos, y enojo de McGonnagall.
"¡Señor Weasley!" Exclamó la jefa de la casa de Gryffindor. Con ojos indómitos se encontraba mirando los pedazos de la despedazada botella, los cuales se encontraban por todo el piso y los pupitres en un diámetro de cuatro metros cuadrados.
Todo el incidente termino con Ron perdiendo 5 puntos de Gryffindor y con Harry finalmente transformando su botella. La chica-botella de Harry era de fino talle y largos cabellos oscuros. Así, Hermione sacó la mejor nota de toda la clase seguida de Harry.
El día pasó y no hubo señas de Malfoy. Lo provechoso que Hermione veía a todo el asunto era de que por fin dejaría de perder clases. Pasó el día sin mayores sucesos. Entrada la tarde el Trío decidió ir a prestarle una visita a su medio gigantesco amigo. Se dirigían a la cabaña de Hagrid cuando una voz masculina interrumpió su travesía.
Había llamado a Hermione. Ésta se volteó tan solo para ver la figura de Justin a unos buenos metros de distancia. Su túnica amarillo patito danzante hacia su espalda por el hecho de que se encontraba caminando en contra del fuerte viento. El frío hizo que sus mejillas se tornaran rosáceos, al igual que lo sucedido con las de Harry, Hermione y Ron. Ron le lanzó una mirada asesina al tranquilo Hufflepuff mientras que Harry solo se dedicaba a observarlo con algo de pena. Él sabía muy bien de que su mejor amiga no sostenía ningún sentimiento hacia el chico y que por lo tanto su corazón se desharía como papel arroz en una boca, cuando descubriera las fúnebres noticias.
Hermione dejo salir de sus llenos labios rojos una crispada expiración, sin embargo y ante todo pronóstico, como una actriz de teatro que se disponía a asumir su papel al ser levantado el telón, puso su mejor sonrisa. "Hola," le dijo ésta lánguidamente, muy distinto a como ella solía ser," ¿qué haces por aquí?"
"Me preguntaba ya que veo que tienes ganas de caminar, ¿si te gustaría dar una vuelta conmigo?" Con una ademán, señalando hacia la inmensa área verde a su lado derecho señaló, "por aquí no mas, en los terrenos. Supongo que a ti tampoco te gusta estar atrapada en la escuela todo el tiempo. Veinticuatro horas, seis días a la semana pueden ser toda una eternidad. Aunque claro, en tu caso son siete: sé de por hecho de que te estas perdiendo las visitas a Hogsmead."
"Tú sabes bien que el castigo que me fue impuesto me ha hecho perder varias horas de clases. Tengo que ponerme al corriente." Respondió Hermione. Al ver el rostro de decepción del chico, que en vez de haber sido rechazado por ella indirectamente pareciese como si la muerte se hubiera apropiado de su espíritu, a Hermione se le conmovió el corazón, el cual ella sentía que se había tornado frío y duro a causa del invierno en contra de Justin. Por esos motivos, añadió, "como en éstos momentos hay demasiado viento, tal vez mañana, ¿de acuerdo?"
El rostro del chico se ilumino instantáneamente. Hermione se sintió mejor consigo misma, al menos mejor persona porque en realidad la idea de pasear con Justin no le era para nada atractiva. Los chicos desistieron de ir a la cabaña de Hagrid ya que una nevada se inició. Diciembre y su frío tempestuoso azotaban toda Europa y ya se hacía notar su presencia en los terrenos de Hogwarts.
Se retiraron a la sala común en dónde tomaron asiento en los rojos y cómodos sofás cerca a la cálida chimenea que dentro de toda la gélida invernal ventisca que se sentía, era uno de los pocos lugares que se mantenían cálidos en todo el castillo.
Después de unos breves minutos de reflexión, digo reflexión por el hecho de que ningún hechicero sentado se molesto en decir palabra, Harry preguntó a Hermione y Ron, "¿Saben si éste año va a haber baile de Navidad?" Ambos amigos lo miraron con rostros que claramente mostraba su incertidumbre.
Hermione le respondió con animosidad, "en realidad, no tengo ni la mas mínima idea pero, si quieres, puedo preguntar por allí." (N/A: Saben? Ya ha pasado 2 semanas desde el viaje y ya no me gusta! Pero, ahora me atrae muchísimo el vecino de mi mejor amiga. Lo malo es que al chiquillo éste lo he visto 2 veces en todo el año. Lo q pasa es q es muy lindo ^_^)
"Eso estaría bien, gracias Hermione." Le respondió Harry en el momento que se levantaba del asiento. Miró a hacia el techo con un aire pensativo y luego murmuró algo para si mismo.
"¿Qué pasa Harry?" Lo interrogó Ron con una sonrisa y ojos extrañados.
"Me estaba preguntando a quién voy a invitar si es que hay un baile."
Ron pareció haber sido puesto bajo el hechizo de congelación "petrificus totalus" como una vez Neville fue puesto. Su rostro se volvió colorado, rojo casi tan rojo como su cabello. Parecía algo nervioso. Harry y Hermione no tardaron en notar el repentino cambio en su pelirrojo amigo.
"¿Qué sucede Ron?" Le preguntó con consternación Hermione, y Harry movió la cabeza afirmativamente como para asentir con la pregunta
"Me preguntaba a quien iba a invitar," tragó saliva, "éste año..." Respondió Ron finalmente todo ese tema no era uno de los favoritos de Hermone. Ni ella misma sabía si es que había un baile con quien iba a ir.
"Hermione-" Comenzaron a decir Harry y Ron en el mismo instante. Se miraron unos a otros extrañados.
"Harry," Ron fue quien finalmente rompió el silencio, "yo pensaba que querías ir con Cho. Si es que hay baile, claro."
"Si pero," Harry se arregló las gafas las cuales se estaban deslizando por su nariz, "no sé, sería bueno ir con una amiga. Ron porsiacaso si tú quieres ir con ella, yo me retiro, te dejo el camino libre."
"Al contrario Harry, si tú quieres ir con ella, no hay problema." Le respondió Ron con ojos preocupados por la respuesta que fuera a darle su amigo. La verdad es que él pensaba que había sido un completo tonto al no haberla invitado cuando había tenido la oportunidad el año anterior.
Continuaron intercambiando el mismo tipo de respuestas una vez más. Todo esto sucedía delante de Hermione. ¡Discutían sobre ella y el baile, sin siquiera considerar su opinión! Ella siguió esperando a que sus mejores amigos se dieran con la "sorpresa" de que ella se encontraba presente en el sillón de al frente de en el cual ellos se encontraban de lo mas plácidamente recostados, mientras que intentaban llegar a un acuerdo. "¡Chicos!" exclamó después de haber tenido una idea para solucionar aquél inusual embrollo surgido hacía apenas unos cuantos minutos. "¿Por qué no vamos los tres juntos: ustedes dos como mis parejas y yo como pareja suya?"
Ante las miradas atónitas de sus amigos solo dijo, "estoy segura de que romperemos esquemas, ¡nadie se lo esperaría!" Ambos chiquillos sonrieron y estuvieron totalmente de acuerdo que mientras todos trataran de averiguar con quien iría cada uno para hacer correr rumores, ellos estarían a salvo de ellos. Esto se debía a que casi todo el colegio sabía que ellos habían sido amigos de Hermione Granger desde el incidente con el troll en el primer curso. Nadie se atrevería, ni arriesgaría excepto que viera a la chica besando a alguno de ellos de que algo pudiera pasar entre ella y Harry o Ron (o ambos...).
Hermione decidió dar una caminata durante la tarde, mientras pensaba que su democrática solución además de ponerle un fin a la pequeña justa la estaba salvando de Justin, desde una esquina de su mente se metió la imagen de un par de bellos ojos grises los cuáles eran pertenecientes a un total intruso.
Estaba pensando, obviamente contra su propia voluntad en Malfoy. Caminaba sin ver hasta q se golpeó con alguien y ambas personas fueron tumbadas al piso. Al levantar la vista se encontró con una delgada figura femenina que llevaba encima de los hombros una fina túnica negra masculina la cual se hacía muy familiar para Hermione. El liso largo y negro cabello de la chica ante sus ojos, de había enmarañado de una manera increíble sobre su cabeza.
***
N/A: Sé q hace MUCHO tiempo q no escribía. Toda la explicación del xq está en un file q mande a mi grupo de yahoo. De verdad he tenido motivos muy serios, han pasado cosas demasiado graves en mi vida últimamente, además q mi compu no qría entrar a Internet. Bueno intentaré recuperar mi vida. En todo el problemon hay otro rubio involucrado q no es el odioso, pero éste tiene unos enormes ojos marrones y su mirada es super penetrante...5mentarios. Este capítulo lo había escrito hace tiempo pero, como les dije antes, no hab1a podido cargarlo en el ff.net.
Important: He escrito otra historia pero, me olvide de cargarla en mi diskette. Se trata en si de todos los personajes pero al = q en los libros, podremos apreciar toda la narración desde la perspectiva de Harry. Si no lo coloco mañana lo colocaréel lunes.
