N/A: EL CAPI. LO HICE EN FEBRERO!!! Me siento trsite xq n he recibido la cantidad de REVIEWS que hubiera querido recibir. Buaaaaaaaaa!!!!! *lágrimas recorriendo mi mejilla*, Xfis los reviews son lo mejor para mi de escribir, bueno además q dejo liberarse a mi mente de éste pequeño triste mundo y trasladarse a otro, a uno mágico donde todo puede pasar. Estoy creando un GRUPO para ESCRITORES de historias de Harry Potter en ESPAÑOL. Los interesados en saber que se necesita para poder entrar (es algo así como que se quiere hacer un concurso para saber quienes tienen realmente una buena imaginación) entren a: dónde aparecerá todos los datos que necesiten saber para que se puedan unir.
MIS HISTORIAS: "Harry Potter y la Caja de las Respuestas" = y "Todos Aman A Alguien" )
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"A Veces La Vida Nos Sorprende" (NO LO SABRÉ YO, HA!)
Autora: Fallen Innocence
E-mail: ya_se_que_soy_una_desgraciada@terra.com
Confundida y totalmente desubicada después de leer 'Hogwarts, Una Historia' por centésima vez en su vida al no encontrar el libro que deseaba, Hermione al ver que era la hora del desayuno comenzó a dirigirse hacia el Gran Comedor. Dobló esquinas y recorrió oscuros pasadizos únicamente iluminados por la oscura luz invernal, con una rapidez considerable.
"Buenos días Nick Casi Decapitado," lo saludó sin malicia alguna Hermione al verlo descender desde el piso superior hacia el cual se encontraba ella.
Aunque con voz algo indignada le devolvió el saludo, "Buenos días señorita Granger. ¡Por favor llámeme por mi nombre! Recuerde que soy Sir Nicholas," ablandando su transparente rostro añadió, "aunque para una bruja tan amable puedo ser Nick, después de todo la conozco desde que entró a cursar el primer curso. Estaba algo irritado, ¡me han vuelto a rechazar la admisión al Club de Cazadores Sin Cabeza! ¿lo puede creer?"
"¡Es algo demasiado absurdo !" Hermione le dio por su lado, y prosiguió con su camino. "Hasta luego Nick, tengo que ir a desayunar."
Hermione siguió caminando y por un momento se sintió desvanecer entre las sombras, desaparecer en ellas. '¿Dónde estoy? 'se preguntó con temor en su mente, 'yo nunca me he perdido en el castillo, al menos no desde mi primer año.' En vez de ver los típicos muros de piedra comenzó a ver extraño todo su alrededor. La realidad parecía estar distorsionándose ante sus propios ojos. Vio una muchacha con ropajes antiguos caminar hacia ella, tratando de hablar mientras estiraba sus brazos. Entre sus manos había algo que brillaba enormemente. A Hermione la chica no le era del todo desconocida. "Sa-Sabine," susurró con voz temblorosa. En ese momento la chica apartó sus labios y salió un chirrido espeluznante, ante esto a Hermione se le heló la sangre y se llevó las manos a las orejas para proteger sus tímpanos. El rostro de la chica pareció arrugarse y después la carne comenzó a pudrirse. Hermione observo repugnantes gusanos apareciendo de la piel de la ahora decrépita ancianísima mujer y retorciéndose entre ella.
Un olor nauseabundo llegó a la nariz de Hermione. Ella ya no sabía que hacer, ¿qué sería lo más correcto en aquella situación, protegerse los oídos de los horripilantes chillidos para así evitar quedarse sorda, o protegerse la nariz del putrefacto olor para no desmayarse?
Vio desaparecer la carne podrida del cuerpo de la mujer, poco a poco, hasta no dejar más que un esqueleto erguido entre los ropajes quien volvió a estirar los brazos hacia Hermione ofreciéndole lo que tenía entre las manos. Hermione no pudo soportar mas el olor a carne descompuesta y cayó al piso con un sonoro golpe justo antes de que la esquelética mano tratará de tocarle la mejilla.
Lágrimas.........¿Por qué lloras?
Acaso no te gusta aquí, siempre te he dado todo lo que necesitas y has querido. ¡HE TRATADO DE HACERTE FELIZ MALDICIÓN!
Deberían llevarte con un médico, estás mal de la cabeza, tú lo sabes. Todo lo que crees haber vivido no ha sido mas que un sueño, una ilusión hecha por tu enferma y retorcida mente.
Nunca has estado en ése bosque, estás loca. Nunca haz visto a un hombre con ojos plateados. ¿Qué? ¿Qué balbuceas? ¡Un dragón que es hombre! ¡Cada vez estás mas moribunda! Nunca te he dejado ni un solo momento desde que caíste enferma hacía una par de meses atrás.
¿ASÍ ES CÓMO ME PAGAS? ¿CON TU DESAMOR?
Debería dejarte morir, podrirte en tu lecho para que vayas toda la eternidad a las llamas del infierno en donde perteneces. ¡Nunca debí contraer nupcias contigo! ¡Siempre me advirtieron de tu rareza!
Pero, eres tan hermosa... ¡DEJA DE LLORAR! ¡ÉL NO EXISTE, NUNCA EXISTIÓ!
Las voces se hacían cada vez mas potentes dentro de su cabeza. Hermione vio la mano huesuda alargarse hacia ella con esos dedos desprovistos siquiera de pellejo. La mano se posó en su mejilla y dio un alarido. Se sentó y comenzó a vomitar en toda la sábana blanca afranelada que se encontraba escudándola del invernal frío.
"¡Madame Pomfrey!" Gritó Harry retirando su mano de la mejilla de su amiga. Ron se hizo atrás en cuanto comenzó a arrojar. Ginny también se tambaleó un poco al ver el rostro de su amiga adquiriendo un color verde. La tenaz enfermera del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería se acercó a la camilla lo más rápido que se lo permitieron sus cortas y regordetas piernas.
"Dejadme a solas con ella, ¡váyanse, después podrán verla!" Bufó la buena mujer mientras que con las manos buscaba frenéticamente una cuchara en su mandil para poder administrarle a Hermione un remedio mágico el cual inhibiría las náuseas. "Tómelo señorita Granger le hará bien."
Hermione sorbió el amargo brebaje y sintió que se le retorcían las tripas pero, no era nada comparado como se había sentido hace un rato. Al escuchar la voz sentía que se le partía el corazón en mil pedazos. El eco de los gritos seguía palpitando dentro de su mente. Nunca había sentido tanta angustia en toda su vida y lo mas extraño era que no sabía a que se debía. Al recuperar la conciencia plena de dónde se encontraba, sintió que su agitado corazón regresaba a latir con un ritmo mas lento asemejándose en algo al normal ya que todavía se encontraba por demás aceleradísimo. Después de unos minutos Madame Pomfrey al asegurarse que ya no vomitaba mas, con un sencillo hechizo la hizo levitar y llevó al baño que se encontraba dentro de su habitación la cuál se encontraba adjunta a la enfermería del colegio. "Báñate querida. Estás empapada de vómito hasta los codos."
Hermione no necesito que se lo volvieran a repetir. Al cerrase la puerta, se deshizo de su túnica y uniforme y se deslizó dentro de la tina la cual estaba llena hasta el tope con agua caliente y burbujas perfumadas. Encima de un estante la amable enfermera le había dejado una bata blanca de la enfermería que daba la apariencia de ser la piel de un oso polar ya que tenía pelusas para que así la enferma estuviese mejor abrigada en ésa época del año, para que se pusiese en vez de su empapada ropa.
Su mente estaba totalmente en blanco, y ella lo sabía. Recostó la nuca y cerró los ojos sin querer si quiera pensar, o recordar las imágenes y palabras. No podía, era demasiado difícil no cuestionar ella misma su propia sanidad mental. 'Todo parecía tan real, podría jurarlo', pensó con un sabor amargo en la garganta, 'desperté en una de las camillas de la enfermería. No entiendo...'
Después de vestirse Hermione se dio un vistazo en el espejo. Se veía muy demacrada. Había perdido noción del tiempo, Hermione pensaba que sería todavía un poco antes del almuerzo. Se arregló el cabello lo mejor que pudo y cuando estaba dándose la vuelta dispuesta a salir del baño, un extraño resplandor llamó su atención. Era como el brillo de una tela de araña pero, ciertamente el delgado hilo de plata que adornaba su cuello no lo era. Era una cadena muy fina, realmente exquisita en todo el sentido de la palabra. No solo estaba hecha de la más fina y antigua plata, si no que los acabados eran una obra de arte. Con las manos jaló por la parte del cuello la cadena para levantarla y su sorpresa fue mayor al ver el pendiente que colgaba de ella. También estaba hecho de plata incrustada con trozos de diamante prácticamente hechos aún mas diminutos que el polvo, y enmarcando a la majestuosa bestia, como delineándola había pedazos también del tamaño del polvo de oro negro. Tenía la forma de un dragón, esto le llamó muchísimo la atención a Hermione, y mas el par de zafiros que destellaban en forma de ojos. El rojo de las piedras era increíble, parecía haber sido expuestos a una gran temperatura lo cual solo resaltó aún más su belleza, su brillo y su finura.
"Este diseño del dragón es parecido a los que lleva Malfoy como broches en sus túnicas," dijo Hermione particularmente para nadie, solo para aclarar su cabeza mediante la audición de sus propias palabras. Hermione se sacó la cadena y observó embelesada el pendiente. El dragón era perfecto en todo sentido. No había ni un solo error al haber hecho el animal en plata. En la cola tenía unas pequeñísimas letras, también cinceladas a la perfección. Hermione prácticamente pegó sus ojos al final de la cola del dragón para poder leer y aún le quedaba la duda sobre si había leído bien por el tamaño diminuto de las letras. La punta de su dedo meñique era diez veces más grande que la inscripción, pero con toda la evidencia presentada no le quedaba duda de haber leído mal. " ...Malfoy..."
Hermione volvió a colocarse sobre el cuello la cadena con temor a romperla por lo delgada y delicada que era. Salió del baño, Madame Pomfrey la esperaba afuera del mismo, "que bien que ya puedas caminar linda. Te he asignado una nueva cama. Recuéstate y descansa que lo necesitas."
"¿A qué hora es? ¿Cuánto dormí? Tenía castigo que cumplir." Masculló la chica cuando Madame Pomfrey la arropaba. "¿Cómo llegué aquí?" Mil y un preguntas surgían sin querer de su cabeza la cual solo quería dormir.
"Necesitas descansar. Duerme un poco y cuando despiertes podrás preguntar todo lo que quieras a tus amigos, y al señor Malfoy quién fue quien te trajo hasta acá."
"Mal-" Hermione fue silenciada por la enfermera con un simple hechizo.
"También te había puesto unas gotitas de Dormiahora deberías estar durmiendo ahora mismo." Con una sonrisa de enfermera dedicada y conocedora agregó, "debes tener un sistema muy fuerte y recio a pesar de tu delgada contextura." Con otro movimiento de su varita le retiró el hechizo al estar segura de que la enferma seguiría sus instrucciones.
Hermione estaba recostada, se sentía realmente descansada y lentamente abrió los ojos tratando de fijarlos en un punto en el techo, se dio con la sorpresa que otra vez no se encontraba en ninguna enfermería y mucho menos en algún lugar cercano a los terrenos de Hogwarts. Al observar todo, no pudo ocultar la mueca de sorpresa que se posó en su rostro al darse cuenta que se encontraba desnuda a no ser por la sábana con la que se encontraba cubierta hasta las axilas. A pesar de todo el desconcierto que la envolvía, Hermione no pudo dejar notar que se sentía enteramente relajada. Decidió sentarse, llevándose la manta con las manos al pecho para permanecer cubierta. No se había equivocado, sintió un ligero peso encima de su pecho. No logró tomar asiento, pero viró la cabeza hacia el lado inferior y a su izquierda y quedó totalmente aturdida por lo que vio. Una cabeza descansando encima de su ser y con su fuerte brazo rodeándola por la cintura. Sus rubios cabellos lo delataban. "¿Malfoy?" Lo llamó confundida. El chico se retorció un poco antes de levantar su rostro, aún recostado sobre ella, hacia Hermione.
Hermione notó que obviamente no era el Malfoy que ella y todo Hogwarts conocía. Era en extremo muy parecido, sí, el mismo, no. Sus ojos completamente plateados la miraron y Hermione no pudo evitar sentir que su corazón le dio un palpito estruendoso en la confinidad de su pecho.
'Soy Sabine otra vez.' Con ironía pensó, '¡ Grandioso justo lo que necesitaba cuando tenía que descansar !'
El chico recostándose sobre sus codos se alzó elevándose sobre ella y posó un besó en los labios de la chica, que a pesar de todo el dolor y la duda no pudo evitar disfrutarlo. Cuando retiró su lengua de su boca y apartó sus labios de los suyos, alzó una mano y alejó un mechón de cabello marrón de su frente que ella ni cuenta se había dado que estaba allí. Una vocecilla entró en la mente de Hermione sin que ella se lo propusiese, ' besa igual que él. Son la misma persona.'
Sus labios regresaron a posarse sobre los de ella. Hermione apartó los labios, el superior del inferior, permitiendo el acceso de su lengua una vez mas. Sus manos se posaron en su nuca, enmarañado y enredando sus dedos en cu suave y liso cabello rubio platino.
Alejando su rostro del de ella, le preguntó, "¿ Quieres que me detenga?" Hermione envuelta aún en el mareo de la dulzura de sus labios no sabía.
"No sé," murmuró con la voz entrecortada.
"¿No sabes?" A esto ella únicamente asintió con la cabeza. Él la volvió a besar y lentamente sus besos se desplazaron hacía su cuello y garganta. Le volvió a preguntar lo mismo y ella emborrachada con sus besos le respondió de la misma manera. Sus labios bajaron a su pecho y luego a su abdomen. Muy dentro de si, Hermione sabía que estaba mal pero, a la vez todo estaba tan cojudamente como debía ser. Sentía sus manos recorrerla al igual que las de ella lo hacían con su espalda.
Volvió a besarla en la boca, con fuerza y a la vez, con suavidad y ternura, sin hacerle el más mínimo daño. Se deslizo dentro de ella y Hermione clavó sus uñas en su bien formada espalda. Fuera y dentro. Hermione no pensaba, después de todo era un sueño, pero era uno de esos que se mezclan con la realidad, y allí ella no era Hermione. Allí ella interpretaba con la mas grande maestría del séptimo arte el papel de Sabine. El se desplomó sobre ella después de haber llegado al punto culminante. Ambos gimiendo y sin poder respirar libremente se sentían extenuados.
La miró dulcemente y le dijo "cierra los ojos" Llevó sus dedos a sus párpados cerrándolos
"Abre los ojos." Como le había dicho, Hermione los abrió y vio un par de ojos marrones de fémina observándola y al alrededor de la cama los rostros de Harry y Ron llenos de preocupación. Madame Pomfrey se retiró a buscar un termómetro.
" Debiste estar bajo mucho dolor." Harry llevó sus mano a su cabeza frotándosela con una gesto amical. "Pobre de ti, Hermione. Gemías entre sueños y no podías respirar rítmicamente."
Hermione se tornó roja de vergüenza. No lo podía creer, hasta sus amigos la habían escuchado. "Te estabas ahogando con esa bata y toda la manta sobre ti." Añadió Ron, "estabas cubierta toda, no se te veía ni un mechón de cabello cuando llegamos. Si no supiéramos mejor, hubiéramos podido suponer que allí no había nadie."
Hermione forzó una sonrisa a sus labios, "¡ No seas incoherente Ron!"
La enfermera llegó con el termómetro y le indicó que se lo pusiera debajo de la lengua. "Estás tan colorada, querida niña mucho me temo que estés ardiendo en fiebre. Al escuchar los sonoros quejidos que dabas hace un minuto temí que estuvieras delirando" Después de retirar el termómetro dio su dictamen. "Estás con calentura."
"¿Quiero saber qué pasó? ¿Cómo llegué aquí?"
"¿Realmente no te acuerdas Hermione?" Preguntó con consternación Ron, "La alimaña de Malfoy fue quien te trajo."
"¿QUÉ?" Hermione recordó que Madame Pomfrey le había dicho lo mismo antes que 'durmiera' pero, nunca pensó que fuese de verdad.
"Te encontró tirada en el piso de un pasadizo. Aunque pensamos que él te pudo haber lanzado alguna maldición." Al ver el rostro de asombro que adquiría el de su mejor amiga, Harry se corrigió, "no de las imperdonable por supuesto, pero hay tantas que no sabemos, aunque puede ser que haya dicho la verdad."
"Aunque esa posibilidad es muy remota." Agregó Ron con un gesto de disgusto al pensar que Hermione casi seguro se encontraba postrada en una cama de la enfermería por culpa del cretino del rubio Slytherin.
Hermione se enteró que había despertado la primera vez de noche y la segunda vez de día. O sea que mas de veinticuatro horas habían pasado desde que se le apareció la horripilante figura de Sabine. Después que se retiraron sus amigos a ir a la primera hora de clases. La enfermera le trajo el desayuno, el cual era idéntico a lo que se denomina comida de hospital muggle. Pasaron varias horas de reflexión y aburrimiento para Hermione ya que se encontraba sencillamente vegetando en la cama. al no ver empeoramiento, Madame Pomfrey la dio de alta y le dijo que no fuera a clases el resto del día. "Aunque aún no puedo entender que te pasó. Debe ser el invierno que comenzó a agriparte como dijeron el señor Potter y el señor Weasley."
Hermione fue a pasos lentos a la torre de Gryffindor. El retrato de la Dama Verde la saludó y ella prosiguió su camino. Se paró delante de la Señora Gorda quien como era su deber, le pidió la contraseña.
"Maíz enmantequillado." Dijo Hermione en voz monótona. El retrato no se movió ni un milímetro. La Señora Gorda le negó la entrada con el alegato de que la contraseña que le había dado era equívoca. "Usted me conoce señora," le imploró Hermione.
"Te reconozco pero, aún así lo siento pero a menos que me des la nueva contraseña que fue puesta ésta misma mañana no te puedo dejar pasar."
Hermione se exasperó y no supo que hacer. Se recostó contra la pared a esperar que algún miembro de la casa de Gryffindor pasara. No llegó nadie. Después de unos minutos una sombra pareció venir en dirección hacia ella. "¿Sabes la contraseña?" El ruido de los pasos cesó y Hermione no escuchó ni vio a nadie. Esto le produjo temor, temor a lo que no veía, a aquello que se encontraba mas allá de sus simples ojos humanos. Cerró los ojos y volvió a escuchar pasos. Al abrirlos encontró a la extranjera mirándola con curiosidad.
"¿Qué haces allí Granger?" Le preguntó ácidamente. Hermione no podía entender el por qué de la antipatía proviniente de la muchacha.
"Dime Hermione."
"¿No te llamabas Granger? Draco, dijo-"
"Malfoy pudo haber dicho lo que sea pero, mi nombre es Hermione, Hermione Granger."
"De acuerdo." Le respondió con sencillez. "¿Por qué estás allí? ¿No deberías estar en la enfermería o descansando en tu dormitorio?" Le preguntó con falsa inocencia.
A Hermione no se le escapó el hecho de que la chiquilla supiese. "¿Cómo sabes?"
"Encontré a Draco justo en el momento en que trataba de levantarte del suelo."
La chica se fue sin decir nada y Hermione se desplomó lentamente para poder descansar mejor al menos sentada en el frío suelo. Sintió los vellitos detrás de su nuca erizándose y abrió los ojos solo para encontrar un hermoso par de ojos grises y plateados mirándola fijamente. Malfoy se encontraba en cuclillas para poder hablar cara a cara con ella sin que tuviese que hacer el esfuerzo de pararse.
"¿Estás bien Granger? Supongo que mejor ya que El-Niño-Que-Vivió-Para-Hacerme-La-Vida-Una-Pesadilla y su fanático enamorado te dieron todos sus cuidados, ¿ o me equivoco?" Añadió con una sonrisa.
"No seas sarcástico Malfoy. Bien sabes tú que el que se encarga de hacer una pesadilla de nuestras vidas eres tú."
"Tú no te quedas atrás, también te encargas de proporcionarme pesadillas." Le brindó una mueca de desagrado y después por un momento Hermione creyó distinguir algo en sus ojos que toda emoción ocultaban, la vacilación, el dilema que tenía. No por nada Hermione era considera una de las brujas mas brillantes de su año. Ésa disconformidad e incertidumbre eran provocadas por los mismo que las de ella. El sueño.
"Me imagino que no tuviste una buena noche, ¿verdad?"
"Pues tienes una imaginación demasiado acertada para mi gusto personal Granger. ¿Algún comentario que desees hacer al respecto?"
"¿Además del hecho de saber que lo que pasó es lo más estúpido y asqueroso del mundo? Noooo, para nada." Hermione siempre había sido sarcástica pero pasar tiempo con Malfoy había acentuado esa característica que poseía. Por mas que en el momento no se hubiese sentido como algo estúpido y mucho menos asqueroso, eso no cambiaba el hecho.
Con una sonrisa que desbordaba bellaquería Malfoy le dijo acercando su rostro al de Hermione encontrándose a una distancia peligrosa. " Debo decir que si mas no recuerdo, alguien disfrutaba y me rogaba para que la siguiera tocando."
" Debió ser tu amiguita con la que de seguro te divertiste mucho. A propósito, aunque nada tiene que ver con tu adorable bruja, ¿sabes que ha sido del niñito que paraba todo el tiempo con un par de niños descerebrados que parecían orangutanes?"
"No pero al igual que tú, también buscaba una criatura. A diferencia del niñito que tú buscabas el cual, está por demás decir que no hace daño a nadie (nadie a quien no quiera), yo buscaba a la sádica niñita sangre sucia que me clavó las uñas en la espalda. ¿ Has visto a la sanguinaria, Granger?
" ¡ No te quejes tanto que tú me clavaste otra cosa! " Ante el reclamó y reproche de Hermione, Draco no pudo evitar reírse a carcajadas. Aunque la misma Hermione inconscientemente lo sabía, él vio con sus propios ojos que ella había cambiado. Hablaba sin apenarse por las cosas que pudiera decir y con toda la libertad del mundo.
" Wow Granger, veo que te has convertido en una excelente oradora, llena de gracia y con un vocabulario inmenso." Ironía, lo usual en sus palabras.
"Malfoy, hay asuntos del que debemos hablar, más bien hay *un* asunto." Antes de que Hermione pudiera iniciar el tema referente al libro, y expresar sus miedos con el mismo. Ginny junto con Colin Creevey subían por las escaleras seguidos por todos los pertenecientes al cuarto curso de la casa de Gryffindor.
" ¡ Hermione !" Ginny chilló y subió corriendo el resto de las escaleras y el pasillo. Para esto, Malfoy ya había desaparecido entre las sombras de los oscuros corredores. " ¡ Me alegro tanto de que ya te encuentres bien !"
' ¿Bien? Define el significado de la palabra de: bien ' pensó Hermione mientras se mordía ligeramente el labio inferior con un sabor agridulce que le provenía desde su misma garganta.
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N/A: DIOS MÍO! Recién me doy cuenta de q parece una película XXX. 5MENTARIOS! ¿les gustó? ¿lo odiaron? Xfavor hagan REVIEW, x el par de capítulos pasados no recibí muchos q digamos, a la rejustas creo q 4. Me estoy poniendo triste! :(
EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO: x 1ra vez escribiré la historia desde el punto de vista de Malfoy, no relatada x su persona si no con un narrador omnisciente pendiente de él. YA ESTÁ CASI TERMINADO, SÓLO FALTA EL FINAL.
