¿Qué futuro me esperaba?

Capitulo 3: Dudas.

 Eran alrededor de las diez de la noche cuando el enorme Gustav surcaba el camino hacia algún lugar en especial. Todo era tranquilo afuera mientras las estrellas tintineaban en el firmamento como enormes luciérnagas en la letanía con irreal belleza, con el ruido de los grillos ambientando el paisaje natural, poco era comparable con la hermosura de la naturaleza expuesta ahí; pero adentro todo era muy distinto, el silencio era más vasto y más frío que la noche que asolaba el exterior, sin ningún ruido más allá que el de la maquina en su andar, no había risas, ni comentarios, ni siquiera conversaciones insulsas entre dos viejos conocidos, con el único ambiente de la incomodidad y el silencio de las almas.

 Irvine soltó un momento una palanca del Zoid y se tronó los dedos liberando un momento su tensión. Suspiró y retorno sus manos al volante mientras recordaba lo sucedido al final de aquella tarde.


 -"Irvine, te presento a Xiomara, ella es mi hija".

 El rostro del hombre no pudo estar más sorprendido, su mandíbula casi había llegado hasta el piso al escuchar esto; le era más que increíble que Moonbay tuviera hijos, él, mejor que nadie, sabía que en su juventud los odiaba ¿Quién le había hecho cambiar de parecer? Sintió una pequeña punzada clavársele en el pecho ante el pensar eso ¿a caso ella se había casado?

 Otra punzada en el pecho. Eso era prácticamente imposible a su parecer, algo fuera de la realidad, Moonbay no podía tener pareja.

 -'¿Poque no puede?'- se dijo a si mismo –"Bah, te estas volviendo viejo"- pensó en voz alta.

  -"¿Qué me estoy volviendo viejo?"- pregunto Van e Irvine salió del pequeño trance entre pensamientos en el que se había adentrado, pero aún así no respondió. –"Te recuerdo, Irvine, que yo soy más joven que tú".

 -"Mamá, tengo mucho sueño"- interrumpió toda escena la pequeña de Moonbay –"¿Cuándo nos vamos a dormir?"- preguntó tallándose los ojos.

 Irvine se conmovió un poco ante esto, sea como fuera y de quien fuera, esa era una niña preciosa –"¿Quieres ir a dormir a mi casa?"- dijo mientras se agachaba frente a ella y obtuvo una sonrisa por toda respuesta, él se la devolvió. –"¿Qué dices Moonbay, quieren hospedarse en mi casa?".

 -"¿No será mucha molestia para ti?".

 -"¡Para nada!"- argumentó el hombre, no entendiendo el porque de la necesidad de tratar de estar más cerca de ella.

 La niña la miró a los ojos como siempre hacía cuando quería algo, con eso ojos tan tiernos llenos de exigencia, con las lágrimas falsas amenazando con salir mientras se mordía los labios con ansias ¿Cómo decir que no a tan tierno chantaje? –"Por favor"- suplicó con voz trémula como quien está a punto de llorar.

 -"Oh, esta bien"- dijo dándose por vencida antes de decir que no, aunque sabía que le costaría mucho estar cerca de él.

 El hombre sonrió y tomó a la niña en brazos cargándola sobre sus hombros y se dirigió hacia los pequeños niños de Fiona y Van, les revolvió el cabello con gesto cariñoso, y con cuidado de no tirar a Xiomara, se agachó para besar sus frentes prometiéndoles que los volvería a visitar otro día.

 Moonbay miró a Fiona con ojos suplicantes, como la había visto esa tarde, rogándole de nuevo para que no dijera nada. Fiona asintió tan despacio y tan leve que su movimiento pasó totalmente desapercibido por los demás presentes exceptuando a Moonbay, quien le sonrió agradecida dándole a entender así que le contaría lo sucedido después.

 -"Bien, marchémonos ya, yo conduciré para que tú puedas ver el camino"- dijo al salir de la casa, la mujer suspiró resignada y le siguió –"Nos veremos después,  prometo que mañana si te ayudare con los ajustes del shied liger" -se despidió Irvine desde la reja. Moonbay solo se despidió diciendo adiós con la mano.


 Eso había sido todo, ni una palabra había salido de los labios de ninguno en todo el trayecto, ni siquiera la niña había hablado preguntando algo a los adultos, solo se tallaba los ojos y luchaba por mantenerse despierta.

 -"Y dime Moonbay ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?"- preguntó Irvine queriendo romper el silencio al menos con preguntas triviales. Pero para nada obtuvo respuestas, la mujer seguía extrañamente callada.

 Él volteó a verla, extrañado por su comportamiento, como si quisiera ella de pronto portarse fría con él, pero lo que miró no fue lo que esperaba y dio gracias a ello, porque la mujer estaba solamente dormida, acurrucando a su pequeña de una forma tan tierna, como si la tratase de proteger de la crueldad del mundo aún en sueños.

 Irvine se encogió de hombros y vio que Xiomara aún estaba despierta, rebuscó algo en sus bolsillos y cuando encontró aquello, se lo ofreció a la niña.

 -"¿No quieres éste caramelo?"- dijo mostrándole una paleta, la pequeña asintió contenta y se la arrebató de las manos con impaciencia, dándose cuenta después de lo que había hecho, e inclinando la cabeza, se disculpó por sus malos modales. El hombre le sonrió dándole a entender que no importaba.

 -"¿Donde está tu papá?"- le preguntó tratando de conversar con la niña.

 -"¿Papá?"- la pequeña se mostró ingenua.

 -"Si ¿Cómo se llama tu papá?"- dijo extrañado Irvine ante la reacción de Xiomara, algo raro estaba pasando.

 -"No sé que es eso"- contestó simplemente la niña mientras lamía su paleta.

 -"Tu mamá y tú viven con un hombre, ese debe ser tu papá" - trató de explicarle, pero siendo una niña tan pequeña era difícil.

 -"No, mamá y yo vivimos solas".

 Irvine agachó la cabeza con pesadumbre, tal vez el padre de la niña había muerto y Moonbay no había querido contarle a la niña sobre su padre para no atormentarla, pero un extraño presentimiento le decía que aquella suposición estaba errónea.

 -"Se siente mal"- le preguntó la niña con expresión preocupada –"no se olvide de que está conduciendo y que no debe dejar de mirar el camino" – continuó con aire de sabiduría –"mamá dice que uno siempre debe ser precavido cuando conduce".

 -"¿Tu mamá te dijo eso? ¿Estás segura?"- el mercenario le miró divertido. Y cuando la niña iba a responder, él frenó el Gustav con cuidado. –"Llegamos"- anunció y abrió la cabina.

 -"Wow ¿esa es su casa?"- Irvine asintió ante los atónitos ojos de la niña –"Es una casa enorme, como para que aquí quepa el Ultra Saurer de mamá".

 Irvine, ya fuera del Zoid, sacudió la cabeza de la niña con ternura pensando en qué era lo que Moonbay le había enseñado a la pequeña. –"Ven, baja" –  le dijo –"Voy a llevar a tu mamá a su habitación".

 La niña asintió y bajó ayudada por las manos de Irvine, luego vio como el hombre cargaba a su madre y la llevaba dentro de la casa.

 -"Señor Irvine ¿Cómo logró obtener una casa tan grande?"- preguntó Xiomara al momento en el que entraban en la casa, mirando asombrada cada detalle en ésta.

 -"Eh, este…trabajando muy duro pequeña"- contestó el hombre un tanto inseguro, mientras seguían caminando en la oscuridad.

 En el pasillo podían notarse vagamente muchas habitaciones, tantas que la niña no sabía contarlas, el pasillo en el que andaban casi parecía no tener fin, pero en realidad la casa no era tan grande, sólo era vista con ojos de infante por Xiomara.

 Al fin llegaron a una habitación y el hombre le pidió amablemente a la niña que abriera la puerta, ella lo hizo y ambos entraron en ésta. Irvine deposito en la cama a la mujer con mucho cuidado de no despertarla, y sacó a la niña de la habitación.

 -"Mira, éste es mi cuarto"- dijo señalando la habitación continua a la suya –"si necesitan algo, cualquier cosa, no duden en pedírmelo" – la niña asintió y el hombre entró rápidamente a la habitación –"espera, te daré algo" – apenas pronunció y le entregó una de sus camisas –"toma, te la regalo, usa esto como bata"- la pequeña le sonrió agradecida y entró en cuarto que les correspondía a su madre y a ella.


 Irvine miraba el Gustav estacionado frente su casa desde el balcón de su cuarto. Su semblante era serio, como de aquel que piensa en la eternidad, a diferencia de que en su rostro no había tranquilidad, al contrario, tal parecía que analizaba los eventos ocurridos en el día. Había algo que no encajaba bien en todo el asunto de la niña, tenía una rara sospecha de ella.

 Sacudió la cabeza con cansancio, algo haría para llegar al fondo del asunto aunque le doliera.


 Aquí está el tercer capitulo de ésta historia, pido perdón por la tardanza, también anuncio que el capitulo 4 ya está casi listo es que tuve unos problemas con mi computadora.

 También quiero dar las gracias a los que han leído mi historia y quiero pedirles que dejen review o se comuniquen conmigo a:

animangataniashinomorimakimachi@hotmail.com  o a lucca_ayla@hotmail.com

 Quiero también, dedicarle éste capitulo a Khaly de Malfoy, Angie-kun, y a GIRIS.

Khaly de Malfoy :Espero tu historia pronto, eso es lo que falta, entre más mejor, supongo que será muy buena, no te preocupes yo la leeré con gusto. Y bueno, por ahí van tus suposiciones, pronto sabrás bien lo que ha pasado ^_^, por cierto, espero que no te moleste, pero te agregué a mi MSN, me gustaría conectarme contigo algún día.

Angie-kun: Gracias por tu mensaje, a mi también me late mucho Zoids, y espero que pronto se vuelvan más los fanáticos de la serie, lo único malo es que el canal de trasmisión no es muy bueno, y más de una vez ya me ha hecho hacer corajes con sus cambios de horario sin previo aviso, pero bueno, que se le va a hacer. Por cierto, trate de comunicarme contigo, pero el servidor dice que no existe tu e-mail, y ya lo intenté varias veces, vuelve a mandarme tu mail por favor.

 Giris: También te he agregado ha mi MSN, respecto a lo de los fics de DBZ, pronto publicare unos que he estado escribiendo, perdona la espera por el tercer capitulo de ésta historia, pero he estado muy atareada. Gracias por tus comentarios hacia mi forma de escribir, eso me da ánimos para seguir, espera, ya pronto estará el siguiente capitulo. A mi también me gusta la pareja Moonbay/Irvine, por el momento es mi favorita, espero que pronto estemos en contacto.