¿Qué futuro me esperaba?

Capitulo 4: Mentiras.

 Los rayos del sol le despertaron por la mañana mientras palpaban su piel, se sentía a gusto acostada en esa mullida cama. Suspiró. La niña dormía a su lado ocupando gran espacio de la cama extendiéndose en todo lo largo de su cuerpo con las sabanas tiradas en el piso, pero no dijo nada, estaba tan acostumbrada a ello que ni siquiera le pareció extraño, sólo la acomodó como debía de ser y la cobijó muy bien.

 Sacudió la cabeza quitándose la sensación de pereza y se levantó de la cama al momento en el que bostezaba, deberían ser al menos las 8:00 a.m. y tenía un poco de hambre, y conociendo a su pequeña, apenas se levantara, comenzaría a pedir algo de comer. Se estiró un poco mientras salía de la habitación y dio giros a su cuello para quitarse el dolor de éste, le desagradaba dormir con el pelo amarrado porque el bulto de las colas le incomodaba al acostarse, pero anoche había estado tan cansada, que no recordaba siquiera como había llegado hasta ese cuarto, tal vez había caminado medio dormida.

 Reparó en ver el pasillo donde se encontraba y sacudió la cabeza, todo estaba desordenado, bajó las escaleras buscando la cocina, y como lo sospechaba, todo estaba desalineado, casi no se le veían pies ni cabeza a esa sección de la casa.

 –"Es el hogar de un hombre" – murmuró encogiéndose de hombros y encaminándose hacia el fregadero, donde había una montaña de trastes sucios, se quitó sus guantes diarios y puso manos a la obra.


 El hombre se despertó y bajó a la cocina para preparar el desayuno de todos, aún tenía algo de sueño, el día anterior había sido largo, realmente largo.

 Bostezó largamente mientras bajaba las escaleras. Entró a la cocina en el momento en el que estiraba sus brazos para relajar sus músculos.

 –"Buenos días Irvine"– le saludó una voz –"¿Cómo dormiste anoche?"– le preguntó, él no contestó al saludo ni a la pregunta, estaba asombrado viendo su cocina envidiablemente limpia.

 –"¿Tú…tú hiciste esto?"– tartamudeó un poco señalando a la habitación limpia.

 –"¿Te sorprende? Entonces no te digo que también ya hice el desayuno y el café"– contestó sarcástica ante la reacción del hombre, tomó dos tazas con una mano y con la otra sostuvo la cafetera, se acercó a la mesa y sirvió el café para los dos.

 –"No tenias que hacer nada de esto"– pronunció el mercenario con incomodidad al momento en él que se sentaba –"Por algo me desperté temprano".

  –"¿Temprano? Pero si es medio día"- dijo ella señalando un reloj de pared –"Bueno, no importa, toma un poco de café". La mujer le acercó una de las dos tazas, después tomó de la suya haciendo pequeños sorbos –"Por cierto ¿Cómo conseguiste una casa tan grande?".

  –"Tú sabes, recompensas"– pronunció orgulloso Irvine antes de tomar un poco de su café –"Y dime, ¿donde está tu esposo?, fue irresponsable de su parte en no venir contigo y Xiomara, no se debe dejar viajar a dos mujeres solas" – sorbió otro poco de café observando disimuladamente por encima de la taza la mirada nerviosa de Moonbay. Ella abrió la boca comenzando a hablar cuando de pronto…

 –"Mamá, tengo hambre" –  una pequeña voz interrumpió la escena para alivio de la madre y el disgusto del mercenario.  La chiquilla entró a la cocina tallándose los ojos.

 La mujer se levantó y se dirigió hacia su pequeña –"¿Qué modales te he enseñado?" –dijo con disgusto, la niña agachó su cabecita avergonzada mascullando un 'lo siento mamá'. Moonbay sonrió con ternura perdonando su falta, y Xiomara se acercó despacio hasta el hombre sentado en el comedor.

 –"Buenos días señor Irvine"– pronunció despacio, Irvine sólo le otorgó una mirada llena de cariño.

 –"Buenos días señorita Xiomara"– le saludó él inclinándose como si estuviera ante la nobleza.

 La niña rió ante esto y se lanzó al hombre abrazándose de su cuello. El rostro de la mujer sen enterneció más de lo que ya estaba y pensó con tristeza que tal vez la niña, contrariamente a lo que ella había pensado, si necesitaba un padre.

 -"Por cierto, Moonbay, pesas demasiado"- dijo Irvine y le sacó de su ensimismamiento –"Has subido de peso en estos años que no te he visto"- comentó y la mujer enrojeció enojada.

 -"¿Y tú como sabes que peso demasiado?" – casi gruñó en protesta.

 -"No pensaras que llegaste hasta la cama caminando dormida ¿o sí?" – el rostro de la mujer se tornó más rojo de lo que estaba pudiendo tartamudear sólo un 'claro que no'.

 El desayuno trascurrió inquieto, casi chusco ante las tonterías que Irvine hacía para entretener a Xiomara, mientras ambos jugaban con la comida como dos pequeños niños, aunque sólo uno de ellos lo era.

 -"Vamos" – dijo la niña jalando la mano del adulto –"quiero ir a ver a Rhoda y a James, les prometí que volvería a visitarlos.

 Irvine miró a Moonbay de una forma rara en él, pero después de todo, era la mirada favorita de Xiomara, era con la que le pedía permiso para hacer cualquier cosa que pudiera.

 La mujer sacudió la cabeza sintiéndose vencida –"Está bien" – dijo poco convencida –"pero primero báñate" – la niña arrastró a Irvine pidiéndole por favor que la bañara él. El hombre se levantó y comenzó a seguirla como si ella supiera exactamente donde estaba el cuarto de baño.

Moonbay sonrió ante la escena, pero pronto vio a Irvine acercarse a ella con expresión seria –"Aún queda pendiente nuestra conversación".


 Los hombres arreglaban el Blade Liger en la parte trasera de la casa, los niños jugaban en el jardín delantero y las mujeres, cómodas en la sala, tomaban café.

 - "Y dime ¿Cuánto tiempo se quedaran?"- preguntó Fine mientras ponía más sal a su café.

 -"Yo…no lo sé" –contestó –"Realmente creó que éste es un buen lugar para criar a Xiomara, pero aún no estoy convencida, sobre todo por Irvine".

 -"¿Y que tiene que ver Irvine?".

 -"Eh, nada, es sólo que me ha preguntado por el padre de Xiomara, y yo…no quiero decirle la verdad".

 -"¿Y cual es la verdad?" – Preguntó la rubia –"¿Quién es la madre de Xiomara?".

 -"Está bien, te contaré la historia" – dijo, y esperó a Fine se pusiera cómoda, esa era una largas historia.

_________*_________*__________

 El rostro de Fine no pudo estar más sorprendido con el relato que le acababa de contar su amiga, todo lo sucedido era casi increíble para ella, ahora entendía la razón por la que Xiomara tenía ese físico tan peculiar.

 -"Pero por favor, que lo que te he dicho no salga de tus labios" –suplicó la morena tomando las manos de la rubia con ojos llorosos, y una sensación de Deja Vu le picó la mente, aún así, su rostro desesperado no cambió.

 -"No diré nada" – fue lo único que pronuncio Fine mientras trataba de cambiar su expresión incrédula a una reconfortante –"Tu secreto estará a salvo conmigo".


 La vuelta a casa de Irvine fue más entretenida ésta vez, con Xiomara despierta y el hombre tratando de parecerle divertido la tensión de la noche anterior pareciera no haber existido nunca, como si el fuera lo que le faltaba a la niña.

 Moonbay suspiró despacio mientras conducía, aun recordaba lo difícil que había sido el haber hablado con Fine; la expresión atónita de su amiga no se borraba de sus mente y no era para menos, eran cosas que si ella no hubiera vivido no las hubiera creído de sí misma.

 -"¿Qué pasa mamá?"- escuchó y volteo a ver el rostro preocupado de su hija y esto le encogió el corazón, no había nada tan duro para ella, que ver a su hija entristecerse por ella.

 -"Nada corazón" – dijo brindándole una sonrisa bella –"Mamá sólo quiere descansar un poco".

 El camino donde iban cada vez era más corto, y en todo el resto de éste, ella trató de sonreír para no preocupar a su pequeña, quien, poco a poco, se iba quedando dormida.

 -"Irvine, tengo sueño"- dijo Xiomara con voz ronca y adormilada – "¿Cuándo lleguemos me llevas a dormir?" – el rostro del sujeto se enterneció al verla tallarse los ojos mientras emitía un pequeño bostezo, casi pareciendo que ronroneaba. Moonbay volteó a verla un instante con la sonrisa tierna de madre plasmada en rostro sin darse cuenta de que Irvine la veía, o quizá no le importo tanto aquello que él la mirara. Fue entonces cuando una extraña desesperación llegó a asentarse en el pecho del hombre necesitando desesperadamente quien era el padre de la niña.

 -'¿Por qué lo necesitas saber tan desesperadamente? Que importa quien sea, tan sólo es Moonbay' – le susurró una vocecilla al oído, y él sacudió la cabeza tratando de desaparecer aquel susurro inquieto como si haciendo esto la voz saliera de sus oídos.

 -"¿Susede algo?"- preguntó la mujer sin quitar la vista del camino –"Te ves perturbado" – luego volteó a verlo rostro con ojos preocupados. Él negó con la cabeza asegurándole que nada le pasaba, pero la verdad, el sólo tener la mirada calida de la mujer sobre de él, le hacía que la vocecilla se convirtiera en pequeños gritos dentro de su cabeza.

__________*___________*__________

 El hombre depositó a la niña en la cama mientras le cantaba una canción de cuna, la misma que le cantaba a sus 'sobrinos' cuando le pedían el mismo favor que le había pedido la niña, la arropó muy bien y en su ser afloró el deseo de besar su frente como si de su pare se tratara. La pequeña sonrío medio dormida sintiéndose extraña –"buenas noches" – susurró la pequeña antes de quedar profundamente dormida.

 -"Buenas noches" – murmuró el hombre antes de partir de la habitación no sin antes acariciar con ternura su cabello.

 Una mujer morena vestida en pijama miraba las lunas por el balcón principal de aquella casa, las lunas más bien parecían contemplarla a ella. El sonido de pasos la sobresaltaron rompiendo su quietud por un momento, pero su rostro no se apartó de contemplar las hermosas estrellas y las imponentes lunas, no haciéndole caso al sonido de las pisadas acercarse a ella.

 -"Has cambiado" – murmuró una voz a sus espaldas y ella se sintió estremecer.

 -"Tú también has cambiado" – dijo con dulzura –"Nunca imaginé verte jugar con un niño, y menos aún cantar una canción de cuna".

 -"Y yo nunca imagine verte casada y con hijos".

 -"Soprende ¿no es así?".

 -"Y dime ¿Dónde está tu esposo?".

 El rostro de la mujer se mostró nervioso ante la pregunta aunque la veía venir desde el momento en el que comenzó la conversación, y ciertamente, en ese momento no había nada que llegase a interrumpirla como aquella mañana.

 -"M-mi esposo" – comenzó casi tartamudeando –"Se ha quedado en Gaeros, su trabajo no le a dejado acompañarnos, así que prometió que rezaría por nosotras hasta nuestro regreso. Yo creo que…que nunca encontraré una persona tan linda  y atenta que él, realmente me he ganado la lotería con por haberme cruzado en su camino, y realmente me hace feliz, talvez nunca llegue a amar a nadie tanto como él".

 Irvine la miró dudoso, pero ella no le mostró importancia a eso, sólo suspiró y se dispuso a ir a dormir –"Buenas noches" – murmuró ella cuando pasó junto al mercenario.

 -"Buenas noches"- respondió él y la vio marcharse –"Mentirosa…".


 El sueño de la rubia se mostró inquieto, no dejaba de moverse en la cama tratando de acomodarse para dormir, pero todo le incomodaba, el peso de la verdad era demasiado para recaer en ella, y una presión en el pecho le estrujó el corazón no pudiendo olvidar el relato de su mejor amiga, sus confesiones, sus ojos taladrando el alma con la el hecho único de la suplica…

 Se levantó de la cama haciendo un estruendo al derribar una lámpara, provocando que su esposo se levantara asustado temiendo por ella y los niños mientras empuñaba una pistolota que se encontraba en el buró de a un lado de la cama.

 -"No es nada, baja el arma" – dijo Fine calmando a su marido.

 -"No es cierto"- dijo él mientras volvía el arma a su lugar –"Algo te perturba ¿Qué es?" – le miró con ojos profundos y Dios sabía que esa era la mirada que siempre utilizaba para sacarle la verdad.

 -"Que el cielo me perdone por haberte traicionado, Moonbay" –pronunció Fine en un murmuró bajo, pero tenía que soltar la presión de saber la confesión de la  morena, todo era para bien, o al menos eso esperaba –"Xiomara…"- dijo despacio.

 -"¿Qué? ¿Xiomara?" –Habló desconcertado –"¿Qué con ella?".

 Su mujer no soportó más y rompió su promesa de silencio –"Thomas es el padre de Xiomara…"


 ¿Qué les pareció? Supongo que ya todos se esperaban que un Schwarz fuera el padre de Xiomara, es algo muy obvio, perdonen si la historia toma un curso extraño y aprovecho para advertir que el siguiente capitulo tendrá un toque lemon, aun no se si muy suave o muy fuerte, todo depende y es relativo. ¿Qué pasará e el siguiente capitulo? Sólo yo lo sé ^_^U.

 quiero dedicar éste capitulo a Giris mi fan #1, gracias de corazón, nada me anima más para escribir, que saber que hay alguien al que le gusta lo que hago. Y aunque la dedicatoria sea un poco corta (en estos momentos me  duele un poco la cabeza y estoy a punto de irme a la escuela) quiero agradecerte por todo el apoyo que me has dado la aceptación de la gente es todo lo que necesito para ser feliz.

 Ésta dedicatoria también la dedicatoria es para el público en general, para los que leen mis historias y dejan reviews así como para los que no los dejan.

 Por cierto, gracias Xiomara por tus comentarios, hago lo que puedo para escribir fanfics de Zoids, espero que pronto más gente se anime a escribir de ésta maravillosa serie.

 Cualquier comentario, sugerencia, tontería, o quien quiera contactarse conmigo, puede hacerlo a animangataniashinomorimakimachi@hotmail.com o a lucca_ayla@hotmail.com

 Gracias por leerme, nos vemos pronto.

 ATTE:

Misao Kirimachi Surasai.

Alias: Tania Ochoa.