Los enredos de la vida

El Callejón Diagon

Era una tarde soleada de verano. Hermione estaba acostada en el jardín de su casa observando las nubes, tratando de encontrarles forma de algo. Después de estar un rato ahí decidió entrar en su casa y trabajar un poco en sus tareas escolares. Estuvo trabajando el resto de la tarde.

En la noche llagaron sus padres muy cansados del trabajo.

-Buenas noches hija- la saludo su madre dándole un beso en la mejilla.

-Buenas noches mamá- le respondió Hermione.

-Hola hija- saludo su padre cerrando la puerta de la casa.

-Hola. Me muero de hambre, ¿vamos a cenar?- a Hermione le gruñía el estómago.

-Si, yo también tengo hambre- dijo su padre tocándose el estómago.

La señora Granger les preparo algo muy rico, y entre risas, bromas y chistes transcurrió la cena.

-Ya me voy a dormir- dijo Hermione levantándose de la mesa y llevando sus platos al fregadero- Buenas noches- les dio un beso a sus padres y se fue a la cama.

Se quito la ropa y se puso su pijama. Apago las luces y se metió en su cama, pero no se durmió, se quedo pensando en sus amigos, Harry y Ron, en cuanto los extrañaba, pues no los había visto en todo el verano y también pensaba en esto último; su verano, estaba siendo muy aburrido pues no había podido salir de vacaciones porque sus padres se habían tenido que quedar a trabajar, deseaba que llegara el primero de septiembre para poder ver a sus amigos, para regresar a su mundo; el mundo mágico. Estaba por empezar su sexto año en el colegio Hogwarts. Lo bueno era que al día siguiente iría al callejón Diagon a comprar todo su material y también vería a todo la familia Weasley, junto con sus dos mejores amigos: Harry Potter y Ron Weasley. Después de un rato se quedo profundamente dormida.

Al siguiente día, Hermione se levanto muy feliz con la idea de ir al callejón Diagon. Se metió a bañar, salió y se vistió. Lugo de peliarse un poco con su cabello al tratar de pinarlo, que al final quedo igual de enmarañado que siempre, bajo a desayunar y se encontró a sus padres sentados en la mesa.

-¡Buenos días!- saludo Hermione

-Buenos días- saludo su madre con una sonrisa en el rostro por ver a su hija de tan buen humor.

-Buenos días, veo que te has levantado de muy buen humor, hija- le dijo su padre levantando la vista del periódico, y también tenía una sonrisa por ver a su hija así.

-¡Hoy voy a ver a mis amigos!, Eso me pone de muy buen humor- contesto Hermione sacando la leche, el cereal, un plato y una cuchara para desayunar.

Una hora después toda la familia Granger iba en su auto rumbo al callejón Diagon. Cuando ya estaban allá Hermione se puso a buscar a sus amigos, no se tardo mucho en encontrarlos; los Weasleys tenían el cabello pelirrojo, por lo tanto era difícil no verlos. Fue corriendo hasta donde se encontraban, seguida de sus padres. Cuando llego junto a ellos, toco el hombro de Ron, este se volteo.

-¡Hermione!, hola ¿cómo estas?- Ron la abrazo.

-Muy bien, ¿y tu?

-Bien

-Hola- Harry se acerco y también la abrazo.

-Harry, ¿cómo estas?- le pregunto Hermione regresándole el abrazo

-Bien, muy contento por verte

-A mí también me da mucho gusto verlos.

Hermione y sus padres saludaron al resto de la familia Weasley. Después todos se fueron de compras, para hacerlo más rápido se dividieron: Harry, Ron y Hermione se fueron a comprar los libros, Ginny y su madre fueron en busca de túnicas nuevas, mientras que el señor Weasley y los señores Granger se fueron a tomar algo a El Caldero Chorreante.

-¿Cómo han estado tus vacaciones Hermione?- pregunto Harry

-Muy aburridas, no pudimos salir porque mis papás tenían que seguir trabajando.- contesto dando un suspiro- Lo bueno es que en una semana regresamos a Hogwarts.

-Que mal que no te la has pasado bien.- le dijo Ron- Nosotros fuimos a buscar a Harry la semana pasada. ¡Miren!, la tienda de helados, ¿vamos por uno?.

Hermione y Harry asintieron muy divertidos de ver como a su amigo se le iluminaba el rostro al ver la tienda. Después de comprar los helados se fueron a sentar a una banquita que había cerca de la tienda. Harry y Ron se pusieron a hablar de quidditch, mientras que Hermione se puso a hojear sus nuevos libros y a comer su helado. De pronto alguien se paro enfrente de ellos.

-Miren lo que tenemos aquí; el trío maravilla: el cara rajada, el pobretón y la sangre sucia- Hermione no tubo que levantar la vista de su libro para saber quien era, conocía perfectamente esa voz; era Draco Malfoy.

-¿Qué quieres Malfoy?- le pregunto Harry sin ganas.

-¿De ustedes? Nada.- dijo con una sonrisa de desprecio en el rostro-¿Qué podría querer yo de ustedes?.

-Dínoslo tu-Ron tenía los puños muy apretados del coraje, estaba haciendo un gran esfuerzo para no saltarle encima.

-Bueno, si no quieres nada, ¡lárgate de aquí!- dijo Hermione levantado, al fin, la vista del libro. En ese momento se acerco Lucius Malfoy.

-Draco, vámonos- dijo, dirigiéndoles una mirada de desprecio a los tres amigos.

-Nos vemos en la escuela- les dijo Draco con una sonrisa burlona, después siguió a su padre por el callejón Diagon.

-Es un cretino- dijo Ron, todavía con los puños apretados.

-Eso nadie te lo niega- dijo Harry con la vista perdida en el cielo.

-Bueno ya, no vamos ha dejar que ese nos arruine le día, ¿o si?.- dijo Hermione mientras guardaba su libro. Odiaba la facilidad que tenía Malfoy para ponerlos de mal humor- ¿Por qué no vamos a buscar a los demás?.

Los chicos asintieron y se fueron en busca de los demás. No tardaron mucho en encontrarlos.

-Chicos, que bueno que llegan porque ya nos vamos- dijo la señora Weasley.

-¿Qué?, ¿Tan pronto?- dijo Ron desanimado.

-Ya es tarde, hijo.

Hermione se despidió de todo, y al final les dio un beso de despedida a Harry y a Ron, y les dijo:

-Nos vemos la próxima semana en la estación Kings Cross- después de decir esto siguió a sus padres al caldero Chorreante, para salir al mundo muggle y regresar a su casa.

Mientras iban en el coche, Hermione y sus padres iban platicando animadamente. Hermione estaba de muy buen humor por haber visto a sus amigos y porque cada vez estaba más cerca el día en que tomara el tren que la llevaría a Hogwarts.