3.- Hablando con Dumbledore

El director estaba de pie al lado de dos fénix, mientras parecía algo sorprendido, una expresión que no se puede ver a menudo en un anciano.

- Albus... ¿De dónde ha venido el otro fénix?- El anciano se giró y sonrió suavemente.

- No tengo ni idea, solo apareció hace unos minutos y ha estado cantando desde que llegó junto con Fawkes.- Sirius gimió y puso una de sus manos en sus ojos.

- Vamos Godric, simplemente no puedes entrar y salir, y coquetear con el fénix del director.- El pájaro de Harry lo miraba.- Vamos, ves con Hedwig, estoy seguro que está celosa.- El fénix salió por la ventana todavía cantando. Sirius vio al director que lo miraba curiosamente y McGonagall también lo notó y se adelantó.

- Director, este es el amigo de Ethan, Ryan Desclair, está aquí para la posición de DADA.

- Gracias, Minerva.- La bruja cabeceó y dejó el cuarto. Dumbledore se sentó haciendo señas para que Ryan hiciera lo mismo.- Estoy contento de conocerle señor Desclair, espero que haya tenido un buen viaje.

- Sí, señor, gracias.

- Solo por curiosidad, ¿ese era su fénix?

- No señor, de Harry.

- ¿Harry?

- Mi ahijado.

- Cierto, Ethan me habló sobre él. Supongo que ha venido con usted ¿cierto?

- Si, director, Ethan está cuidando de él en este momento, el viaje lo ha dejado agotado.- Dumbledore cabeceó.

- Antes de que hablemos sobre él, permítame hablar sobre el trabajo si no le importa.- Sirius cabeceó, estaba deseoso por quitárselo de encima.- ¿Yo puedo ver sus credenciales?- Sirius le dio el montón de papeles que Dumbledore le había dado anteriormente y esperó pacientemente mientras el anciano leía los papeles. Finalmente, unos minutos después, Dumbledore lo miró y sonrió.- Bien, yo creo que usted será una adquisición fantástica en nuestro personal docente.- Sirius suspiró aliviado y sonrió al anciano.

- Gracias, señor.

- Tendrá su cuarto junto a su oficina, donde estarán todos los documentos que necesitará para sus clases. Ahora hablemos sobre Harry. Yo comprendo que se encuentra bajo su cuidado, ¿puedo preguntar que le pasó a sus padres?- La cara de Sirius se ensombreció y él miró hacía la ventana.

- Ellos murieron hace mucho tiempo, en realidad, ellos fueron asesinados.- Dumbledore estudió cuidadosamente al hombre que se sentaba delante de él. Parecía que tenía muchos fantasmas en su pasado, pero en vez de permitir que le destruyeran, le habían hecho más fuerte.

- Yo lo siento.- Sirius agitó su cabeza y sonrió levemente.

- No se preocupe, como yo dije fue hace mucho tiempo.- Dumbledore cabeceó y dejó el tema.

- Así pues, ¿cuantos años tiene su ahijado?

- Él tiene quince años, tomó sus TIMOS justo antes del ataque, no sabemos los resultados aún.

- ¿Quiere que empiece su sexto año?

- No aún, si no le molesta. Los médicos dijeron que él necesitaba mucho descanso y no quiero que él se esfuerce con las clases y además, llevará su tiempo que se acostumbre a esta nueva escuela, por lo que he visto, esta es bastante grande mientras que la escuela a la que Harry iba era muy pequeña. Yo preferiría que él tomara las clases de quinto año, solo para que tenga algo que hacer.

- Eso puede arreglarse fácilmente. El será seleccionado al principio del curso en una de las casas. ¿Ha oído hablar de nuestras casas?

- Sí, Ethan me ha hablado sobre ellas en su carta, aunque pienso que sería mejor que de un principio se queda conmigo.- Dumbledore cabeceó comprendiendo.

- Muy bien, solo una cosa más, ¿su ahijado tiene alguna otra mascota interesante?- Sirius sonrió burlonamente divertido.

- ¿Tal vez como una hada y una boa?- Dumbledore lo miró sorprendido.

- Tal vez, sí.

- También tiene una lechuza.

- Curioso, tiene como mascotas, animales que son muy difíciles de encontrar, normalmente no confían fácilmente, mucho menos en adolescentes.

- Oh, eso lo sé, pero Harry nunca ha sido un muchacho normal, él es muy maduro para su edad y hay algo a su alrededor que le hace confiar en él, también verá que esas mascotas son muy fieles hacía él, nadie se mete con el niño cuando se encuentran cerca, ¡son hasta más sobreprotectores que yo!- Dumbledore rió divertido.

- Espero poder conocer a este joven.- Se puso de pie- Venga, le enseñaré donde está su habitación.- Sirius cabeceó y también se puso de pie.

- Gracias, pero ¿podríamos ir primero a la habitación de Ethan para que pueda recoger a Harry?

- Claro.

Los dos hombres salieron del cuarto y bajaron las escaleras. Sirius permitió que Dumbledore lo guiara, aunque él conocía formas mucho más rápidas de llegar hasta donde él supuso que Ethan estaba alojándose. Cuando estaban acercándose finalmente al cuarto, una raya de luz azul oscura, pasó sobre sus cabezas. Dumbledore parecía un poco alarmado y miró hacía atrás, pero cualquier cosa que era lo que había pasado, ya había desaparecido. El se giró entonces hacía Sirius que estaba esforzándose duramente para esconder su entretenimiento.

- Era Eco, señor, la hada de Harry.- Dumbledore agitó su cabeza y continuó su camino junto con un Sirius que se reía disimuladamente.

La puerta de la habitación de Ethan no estaba cerrada por lo que simplemente entraron sin llamar. Sirius vio que Harry dormía tranquilamente en la cama de Ethan mientras el joven estaba leyendo un libro en una silla a su lado. Charlie los miró cuando entraron.

- Hola, director. Hola Ryan, ¿Cómo ha ido?

- Bien, conseguí el trabajo.- Ryan y Ethan intercambiaron una sonrisa silenciosa, pero Dumbledore no lo notó, estaba mirando al muchacho durmiente con interés, no podía quitarse la sensación extraña que el chico le era familiar, y también había una aura muy extraña que lo rodeaba y eso le dejó muy confundido. Sirius notó su mirada y sus ojos se estrecharon. No podía permitir al director que empezara a sospechar sobre ellos. Serenamente, se acercó a la cama y con gran cuidado tomó a Harry en brazos, acomodándolo contra su pecho de forma que no se hiciera daño mientras él andaba y se giró hacía el director.- Ya nos podemos ir, señor.- Se volvió hacía su amigo.- Gracias por vigilarlo, Ethan.

- No es nada, Ryan, te veré esta noche en la cena ¿vale?

- Vale.

Sirius siguió al director otra vez a través de los vestíbulos al tercer piso donde se encontraba el aula de DCAO. Ellos se estaban acercando a la oficina cuando Sirius sintió que Harry comenzaba a moverse.