7.- Cartas

- ¿Harry?- El muchacho levantó la cabeza para descubrir a todos los profesores que lo miraban. Su padrino puso su brazo alrededor de sus hombros.- ¿Algo va mal?

- No, nada... solo que el director me ha enviado el resultado de los TIMOS.

- ¿En serio? Que atento por su parte.

- ¡No lo es! ¿Qué ocurre si lo hice fatal?- Sirius rió suavemente.

- Niño, sabes que lo has hecho bien como mucho habrás suspendido pociones, pero no sería nada raro si contamos que ese idiota te odia. Vamos, abre la carta.

Con un suspiro, Harry hizo lo que Sirius le había pedido, y leyó su carta. Cuando lo hizo, sus ojos se abrieron como platos, no podía creer lo que había leído. Sirius miró a Charlie preocupado para volver a mirar al muchacho.

- ¿Harry? ¿Algo va mal?- Harry negó con la cabeza a la vez que una sonrisa burlona se abría paso en su cara.

- No lo puedo creer.

Sirius cogió la carta de las aturdidas manos del muchacho con cuidado y leyó lo que ponía con asombro antes de reemplazarse por una sonrisa burlona. Con un grito de alegría se puso de pie y dándole un abrazo de oso gigante al chico comenzó a girar sobre sí mismo, prácticamente asesinando a Dereck que había estado mirando curiosamente desde el brazo de Harry. Ethan adoptó una mirada exasperada ante las bufonadas de sus amigos y recogió la olvidada carta.

- Estáis locos, ¿lo sabíais? Dejadme ver.- Todos los profesores estaban mirándolo ahora expectativamente, curiosos por saber que era lo que ocurría. Después de que Charlie leyera la carta miró a Harry muy aturdido a la vez que le preguntaba ruidosamente.- ¿Cómo demonios has conseguido sacar 14 matrículas?- Harry se encogió de hombros mientras se reía feliz.

- No tengo ni idea. Supongo que todas esas broncas por parte de Hermione al final funcionaron.- Charlie cabeceó.

- Sí, es eso probablemente. Me gustaría saber cuales fueron los resultados de Ron. ¿No es esa su letra?- Harry miró a su lechuza y vio que había otra carta que no había notado antes. Asintiendo salió bajó de los brazos de Sirius y se sentó en la silla, con un leve mareo. No notó como los otros profesores lo miraban aturdidos, ni la expresión de Dumbledore cuando leía los resultados de sus TIMOS, su atención se centró en la carta de su mejor amigo.

"Harry,

¡¡He sacado 13 matriculas!! ¿Puedes creerlo? Percy estaba muy enfadado porque conseguí más que él, no puede comprender como es posible que sacara tantas. Francamente, yo tampoco lo entiendo. Tendré que pensar en algún buen regalo para agradecérselo a Hermione, ¿no te parece? Mi madre está muy orgullosa de mí, y conseguí un jugo entero de túnicas nuevas.

Los gemelos te envían saludos, finalmente han comenzado a abrir su tienda, aunque mi madre no es que esté muy contenta.

El director no has dicho donde estáis y espero que te estés divirtiendo, pero por el amor de Dios, ¿podrías intentar descansar y mantenerte tranquilo aunque solo sea un poquito? Realmente necesitas descansar. Dile a Hocicos, que si no te cuida bien, mi madre va ha hacerle mucho daño, sabes perfectamente que ella te sobreprotege mucho.

Nos puedes escribir normalmente, el director se asegurará que consigamos tus cartas. Ten cuidado y no te metas en el camino de Tú-sabes-quien.

Tu amigo,

Ron

Harry se rió de lo que ponía, era agradable saber que después de todo lo que le había pasado a su amigo, este no había cambiado, se había vuelto un poco más protector, pero seguía siendo el mismo. Ethan lo miró con una sonrisa mientras que todos los profesores habían comenzado el desayuno y hablaban de diferentes temas

- Eh, Harry... ¿Qué se explica mi hermanito?

- Que Percy está enfadado.- Charlie alzó las cejas.

- ¿Percy? ¿Percy? Espera... ¿Por qué? ¿Qué le hicieron ya los gemelos?

- Nada, los gemelos esta vez no le hicieron nada, solo es que Ron sacó 13 matrículas, una más que Percy.- Charlie comenzó a reírse con fuerza, imaginando la desilusión de su hermano menor al haber sido ganado por el perezoso de Ron que siempre transgredía las reglas.

- Uaa... seguro que Percy tendrá el orgullo herido. ¿Dice algo más?

- Tu madre está muy contenta con Ron y los gemelos están comenzado con su tienda.

- ¿De verdad? Todavía me pregunto como ellos consiguieron el dinero para abrirla.- Miró la carita inocente de Harry y lo miró desconfiadamente- Dime, Harry... Tú no sabrás de donde mis hermanos encontraron un millón de galeones, ¿verdad? Especialmente desde que alguien ganó esa cantidad de dinero en cierto torneo.

- ¿Yo? No tengo ni idea de lo que me estás hablando, Ethan.

- Estoy seguro de que no lo sabes... Solo asegúrate que mi madre no lo sepa.- Harry le sonrió.

- Lo tendré en cuenta.

- Bueno... ¿Dice algo más?- Harry asintió y se giró a su padrino.

- Eh, Ryan, Ron me pidió que te diera un mensaje de su madre.- Sirius lo miró, desde donde estaba halando con Flitwick

- ¿Cuál es?- Viendo la sonrisa burlona en la cara de su ahijado estrechó los ojos.- No sé si quiero saberlo.

- Ha dicho, que te va a hacer mucho daño si no cuidas bien de mí.- Una mala sonrisa atravesó su cara.- Tendrás que tener cuidado, no querrás que me queje, la madre de Ron puede ser terrorífica cuando se enfada.

- ¿Me vas a chantajear, pequeño?- Una sonrisa idéntica a la de su ahijado cruzó la cara de Sirius.- ¿Dónde aprendiste a jugar tan sucio?

- Oh, no lo sé... no es que yo no tuviera un buen profesor. ¿Verdad?

- Ehh... eso me insulta.

Entonces con movimiento muy rápido que Harry no esperaba, Sirius lo cogió y lo sentó en su regazo mientras comenzaba a hacerle cosquillas. La risa de Harry sonó por todo el Gran Comedor haciendo que todos los profesores sonrieran al muchacho.

- ¡Para! Ryan, por favor.

Sirius esperó un rato antes de parar, sosteniendo a Harry cerca suyo, dejándole que recobrara su respiración. Cuando por fin se tranquilizó, el adolescente se acurrucó contra su padrino sonriendo alegremente.

- Dile que no se preocupe, pienso que estoy cuidando bien de ti. ¿Verdad?- Su pregunta sonaba bastante insegura y nerviosa por lo que Harry envolvió sus brazos alrededor de su cuello de forma tranquilizante.

- Sí, lo estás haciendo.- Sirius sonrió y tras besar la frente de su ahijado lo volvió a colocar en su silla. Apuntando el plato le preguntó.

- ¿No comes? Dijiste que tenías hambre.- Harry asintió y comenzó a comer.