21.- Colagusano
Dumbledore se giró y vio una luz verde que se dirigía hacía donde él estaba, se había sumergido tanto en el trabajo de mantener a los alumnos seguros que no se había dado cuenta de que un mortífago se le había acercado. Oyó que algunos estudiantes gritaban detrás suyo y supo que era el fin, no había ninguna forma de que pudiera escapar a la maldición. Cerró los ojos y esperó a que la muerte le reclamara, pero entonces antes de que la maldición le tocara algo le empujó haciendo que esta pasara sobre su cabeza, con un fuerte porrazo golpeó el suelo mientras que su protector caía encima suyo; solo habían pasado unos segundos pero el comedor volvía a estar en silencio. Entonces, notó que el peso de quien había estado encima suyo desaparecía y un gran rugido atravesó el comedor, Dumbledore se apoyó en un brazo y vio a un poderoso grifo que estaba delante suyo de forma protectora pero con un puff suave el grifo desapareció para aparecer Harry que estaba delante de él con la varita levantada. Suavemente dijo.
- Desmaius.- El mortífago que se había escondido detrás de una cortina se cayó al suelo inconsciente.
Dumbledore todavía permanecía un poco asustado de ver a Harry allí de pie, alto y poderoso, en ningún momento parecido al adolescente enfermizo que había conocido en la última semana. El muchacho se giró y por primera vez Dumbledore vio sus ojos y comprendió lo que Minerva le había explicado, eran de un verde brillante con un poderoso fuego que ardía peligrosamente; de golpe, el director se dio cuenta que ese niño, quienquiera que fuera, era más poderoso que él y que sabía muy bien como usarlo. Harry se agachó y le ofreció su mano y el anciano no dudó en cogerla, había cosas que no sabía de ese muchacho pero había una cosa de la que estaba seguro, era de confianza.
- ¿Se encuentra bien, señor?
Dumbledore asintió mientras Harry le ayudaba a levantarse, una vez en pie miró alrededor para evaluar la situación. Ethan y Daniel estaban acabando con los últimos deméntores, Ryan estaba vigilando al mortífago inconsciente mientras que Ron y Hermione se habían movido para estar al lado de James y Lily que parecían desconcertados y Harry estaba a su lado mirando a su alrededor buscando algo, con un suspiro se giró hacía Ron.
- Eh, Ron.
- ¿Sí, Harry?
- ¿Tienes el pergamino que te di el año pasado?- Ron frunció el ceño pero entonces su expresión se aclaró cuando comprendió que estaba hablando sobre el mapa.
- Claro, siempre lo llevo en mi bolsillo, ¿por qué?
- Creo que hay cierta ratita por los alrededores, ¿podrías intentar encontrarlo y de paso averiguar si hay cualquier otro mortífago por los aquí?
Ryan levantó la cabeza con una mirada de odio que cruzaba sus rasgos, Dumbledore permanecía desconcertado y Ron apenas asintió. El muchacho sacó un pergamino viejo y se movió un poco para que nadie pudiera oírlo, lo tocó con su varita y murmuró algo. Mientras hacía esto Dumbledore se giró hacía Harry.
- ¿Qué es lo que el señor Surley está buscando, Harry?- Este lo miró brevemente pero continuó mirando a su alrededor.
- Puedo notar a los mortífagos, señor, y sé que hay uno por aquí ahora mismo. Ron está intentando...
- ¡Harry detrás de ti!- Harry se dio la vuelta más rápido que el director, y apenas pudo ver la cara familiar de Colagusano antes de que gritara.
- ¡Crucio!
Dumbledore se había girado justo para ver una llamarada de luz chocar contra el pecho de Harry, quedó aturdido cuando vio que su única reacción fue la de cerrar los puños y retroceder un paso, no conocía a magos adultos que fueran capaces de detener el dolor de la maldición y ese muchacho había sido afectado escasamente por ella. Harry negó con la cabeza y con un movimiento de su mano hizo que Colagusano se golpeara contra la pared, dejándolo inconsciente; el muchacho suspiró y se frotó el pecho donde le había tocado la maldición con su mano.
- ¿Estás bien, Harry?
- Estoy bien, señor, no se preocupe.- Se giró hacía Ron que estaba guardando el pergamino en su bolsillo.
- ¿Alguien más Ron?- El pelirrojo negó con la cabeza y retomó su lugar al lado de Lily.
- Nadie dentro del castillo, pero tal vez están en el bosque o en otros lugares que no salen en el pergamino, alguien tendría que ir a verificarlo solo para estar seguros.- Harry asintió y silbó con fuerza, después de unos segundos sus cuatro mascotas estaban rodeándolo y esperando sus instrucciones. Primero se giró a su fénix.
- Godric, por favor, ves a mirar en el bosque para ver si hay señales de mortífagos, sería útil saber si Lucius Malfoy ha montado un campamento allí.- Dumbledore podía notar como se abría su boca, ese muchacho tenía uno de los dones más raros que habían, podía hablar fenixi, el idioma de los fénix. La última persona conocida con es don había sido el mismo Godric Gryffindor. Una vez más se preguntó quien sería ese muchacho, y si él tenía todavía alguna duda sobre que el chico era especial se disolvieron cuando este empezó a hablar a su pequeña hada en su idioma.- Eco, ¿podrías volar por los terrenos? Sé que Ron no ha visto nada en el mapa, pero es para estar seguros.- La pequeña hada asintió con una risita y se marchó del cuarto. Se giró a la serpiente que estaba a sus pies.- Dereck, por favor, ¿podrías ir a mirar la Cámara de los Secretos? Sé que Lucius no puede entrar porque es necesario hablar parsel, pero podría ser que Voldemort le dijera como entrar por un paso que nosotros no conocemos. Ah, y ten cuidado con el basilisco que duerme allí, preferiría no tenerlo paseando por el colegio.- La serpiente cabeceó y también dejó el cuarto.
Después de eso solo quedaba Hedwig, Harry sacó un trozo de pergamino y comenzó a escribir una carta con su lechuza posada en su hombro. Un súbito movimiento cogió la atención de Dumbledore, si dio la vuelta para encontrarse que Ryan y Daniel se acercaban al mortífago que Harry había golpeado contra la pared y se sobresaltó un poco del odio que había en sus caras, notó que estaban agarrando sus varitas herméticamente y supo que estaban a punto de matar a ese hombre. Sabía que tenía que hacer algo, no podía permitir que los estudiantes lo vieran así que dio un paso aunque no tuvo oportunidad para más ya que el Harry también lo había notado y sin mirar Dumbledore escuchó el hechizo de desarme y vio como las varitas de los dos profesores volaban hacía el muchacho. Ambos hombres se giraron inmediatamente, sabiendo quien los había detenido.
- ¡Harry!- Ryan parecía estar realmente enfadado pero el muchacho ni siquiera retrocedió ante su mirada furiosa.- ¡Esta pequeña rata no merece vivir, entregó a tus padres a Voldemort, es un maldito traidor, deberíamos matarlo ahora mismo!
Dumbledore negó con la cabeza, no había sabido que era lo que le habían pasado a los padres de Harry exactamente, pero sentía que el muchacho hubiera tenido que enfrentar al hombre que había destruido su vida. Miró atentamente al hombre inconsciente a la vez que fruncía ligeramente el entrecejo, había alguna cosa muy familiar en él.
El Gran Comedor estaba totalmente silencioso mientras esperaba la respuesta de Harry. Ron y Hermione estaban mirando al hombre entre el aborrecimiento y la preocupación por sus amigos, Ethan se había movido y se había colocado al lado de su hermano y estaba mirando la escena con una expresión ilegible, Daniel estaba silencioso sin mover su mirada de la figura, parecía estar demasiado enfadado como para hablar. Finalmente Harry dobló la carta y miró serenamente a su padrino.
- Sabes que estoy de acuerdo contigo, Ryan, pero también sabes que no voy a permitir que os volváis asesinos por su culpa. Hemos tenido antes esta conversación, de hecho, hemos estado antes en esta situación y mi respuesta sigue siendo la misma que hace dos años, estoy seguro que mi padre no habría querido que lo mataras y nadie se merece Azkaban más que él, así que mantén tus manos alejadas de esa pequeña rata; fin de la discusión.- El se giró a su lechuza y le ató el pergamino en su pata.- Aquí tienes preciosa, llévale esto al director, por favor.- Hedwig ululó cariñosamente y se marchó volando.
Ryan no parecía haberse tranquilizado y estaba a punto de decir algo cuando la atención de todo el mundo fue atraída por las puertas que se abrieron. Todos miraron asustados como un hombre vestido de negro comenzó a caminar hacía Harry.
