27.- Consolando

Sirius entró en el cuarto oscuro otra vez, habían pasado unas horas desde el almuerzo y Harry no se había movido siquiera, se estaba angustiando. Remus había ido a hacer una de sus clases y lo había dejado solo para vigilar al muchacho. Un suave golpe en la puerta lo sobresaltó.

- Entre.- La puerta se abrió y Dumbledore entró.

- Hola Ryan

- Hola director.

- Noté que ni Daniel, ni tú habéis venido a comer y me preguntaba si algo iba mal.- Sirius suspiró y se sentó en uno de los sillones. Dumbledore se sentó delante de él.

- Harry no se ha despertado aún y estoy preocupado, sabía que estaba cansado, pero no me había imaginado que lo estuviese tanto.- Dumbledore parecía preocupado.

- Quizá deberías llamar a la señora Pomfrey para que le diera un vistazo.

Sirius asintió y miró como el director se acercó al fuego y llamó a la enfermera, que llegó unos minutos más tarde, con su varita preparada en su mano. Sirius llevó a sus dos compañeros al cuarto de su ahijado, que dormía silenciosamente en la gran cama arropado hasta la barbilla con una manta roja. Godric estaba posado en la cabecera de la cama, durmiendo igual que su amo, Eco y Dereck no estaban, seguramente habían salido para conseguir algo que comer ya que se habían quedado con el muchacho casi toda la noche. La señora Pomfrey fue a su lado rápidamente y comenzó a murmurar hechizos, tardó sobre unos diez minutos antes de que volviera con Sirius y Dumbledore en la cabecera de la cama.

- Bueno, está más o menos bien, hasta donde puedo decir, solamente exhausto. Todavía tiene algunos de los efectos del Cruciatus pero disminuyen mientras duerme.- Sirius frunció el ceño por la confusión.

- ¿Cruciatus?- Dumbledore se giró hacía él y asintió.

- Colagusano se la lanzó ayer, aunque no parecía que le hubiera hecho mucho efecto.

Sirius maldijo interiormente, ni siquiera lo había notado. Había estado tan metido en la vigilancia del mortífago y luego en Colagusano que no se había dado cuenta que su ahijado estaba sufriendo, también se molestó un poco con Harry. ¿Por qué, el muchacho, tenía que poner esa fachada de valiente? Era muy difícil poder ver a través de él, y Sirius estuvo seguro que le había engañado más de una vez. Negó con la cabeza y se giró a la señora Pomfrey.

- ¿Qué podemos hacer?- La enfermera le sonrió suavemente.

- Solo dejarle dormir. Creo que se despertará mañana pero si no lo hace avísame, también te enviaré más de esa poción, haz que se la beba y que guarde cama hasta el viernes.- Sirius asintió.

- Muy bien y gracias.

- De nada, te veré más tarde.

Ella abandonó la habitación y Dumbledore la siguió, mientras le recordaba a Sirius que si necesitaba algo que solo tenía que llamarle. Sirius cerró la puerta detrás de ellos y se sentó, sabía que no había nada que pudiera hacer excepto esperar.

Un sonido suave despertó a Harry, podía oír a Godric que cantaba suavemente en algún lugar encima de su cabeza. Se sentía mejor que antes y brevemente se preguntó cuanto tiempo había estado durmiendo, se sentía demasiado bien como para haberlo hecho durante solo unas horas. Estiró sus agarrotados músculos y se sentó, el cruciatus lo había agotado más de lo que recordaba en mucho tiempo. Recordando la promesa que le había hecho a Dumbledore se volvió a estirar, a Sirius le daría un ataque si desobedecía al director. Se giró hacía un lado y miró a Godric que todavía cantaba, el pájaro voló hacía abajo y aterrizó a su lado, cuando Harry acarició sus plumas calientes y suaves se sintió confortado con su presencia.

Un sonido suave le hizo girarse y vio a Sirius que estaba de pie en la puerta, con una mirada preocupada. Con largos pasos, su padrino estuvo a su lado y lo recogió en un fuerte abrazo.

- Harry, ¿estás bien?- Harry se relajó en el abrazo.

- Estoy bien, Sirius, no te preocupes.- Sirius se retiró un poco pero todavía abrazando a su ahijado y lo miró con incredulidad.

- ¿Duermes durante casi dos días y me dices que no me preocupe? Lo siento, pero no puedo hacerlo.- Harry se ruborizó un poco.

- Lo siento, no sabía que había dormido tanto.- Sirius negó con la cabeza y le dio una pequeña sonrisa.

- Está bien, pero ¿supongo que sabes lo que eso significa?- Harry lo miró fatigosamente.

- Significa que tendré que quedarme encerrado en mi habitación hasta que la señora Pomfrey o tú me dejéis salir.- Sirius asintió.

- Sí, pero si eres bueno te prepararé el sofá y podrás estar allí.- Harry se estiró inmediatamente y le dio una mirada suplicante a su padrino.

- ¿Por favor?- Sirius se rió y levantó las manos.

- Está bien, está bien... quédate aquí mientras preparo e sofá, entonces llamaré a los elfos para que te traigan algo de comer.

Harry sonrió y asintió, no había comprendido cuanta hambre tenía. Sirius regresó al poco rato y lo cogió en brazos, el muchacho consideró protestar pero no quiso arriesgarse, no quería quedarse en su cuarto más de lo necesario. Después de que Sirius lo dejó, le dio una bandeja llena de comida y se sentó. Cuando Harry había comido aproximadamente la mitad de su comida, Sirius dijo finalmente.

- Dumbledore me dijo que no quieres volver al futuro, aunque sea durante poco tiempo.- Harry dejó el tenedor y miró hacía abajo.- ¿Es porque quieres estar con tus padres?

- Bien, en parte. Supongo que tengo miedo de que me envíe... allí.- Sirius frunció el entrecejo confundido.

- ¿Allí? Harry, ¿dónde?- Harry contestó con voz suave.

- Con los Dursley.

- Oh, Harry, Dumbledore no haría eso.- Harry lo miró seriamente.

- ¿Por qué no? ¡Tú no estarás allí, ni tampoco Remus! Dumbledore siempre quiere que me quede con ellos.- Después de un corto silencio volvió a hablar suavemente.- Pienso que no sería capaz de soportarlo esta vez, con todo lo que ha pasado.

Sirius no le contestó, en cambio, se puso de pie y le cogió la bandeja y la puso en la mesa, entonces recogió al muchacho del sofá y como si fuera un niño pequeño lo sentó en su regazo mientras lo envolvía en sus brazos. Harry se acurrucó más cerca mientras colocaba su cabeza en el hombro de su padrino.

- Escúchame, niño, no sé cuales son exactamente las razones por las que Dumbledore te enviaba con esos muggles, pero sé que tenía algo que ver con Voldemort. Ahora que está muerto, no creo que haya cualquier razón para que tengas que quedarte con ellos si no quieres. Estoy seguro que Dumbledore querrá tenerte cerca de él, en Hogwarts si regresas.- Harry lo pensó durante algún tiempo pero al final asintió.

- Supongo que sí, pero todavía prefiero quedarme aquí contigo, aunque a veces te moleste.- Sirius se rió y le alborotó el pelo al muchacho suavemente.

- No es que no esté contento de tenerte aquí, Harry, simplemente estoy preocupado de que esto sea ahora mismo demasiado para ti, ya has pasado mucho.- Harry se acurrucó más contra el pecho de Sirius y miró el fuego atentamente.

- Sirius, no estoy hecho de cristal, podré con esto.- La contestación de Sirius fue bastante seca.

- Si estuvieras hecho de cristal, Harry, habría tenido que recoger tus restos hace mucho tiempo.- Harry frunció el ceño.

- Eso no es gracioso.- Sirius lo miró atentamente.

- No, pero es la verdad.