28.- Charla con los merodeadores

Un golpe en la puerta rompió el silencio y con un pequeño suspiro Ryan se puso de pie, acunó a Harry en sus brazos un momento y luego, lo volvió a poner en el sofá, mientras lo envolvía con la manta que se había caído al suelo. Fue a abrir la puerta y no se sorprendió mucho de ver a Ron y a Hermione allí de pie, los dos lo miraban ansiosos, ambos habían estado muy angustiados cuando Harry no se despertó el día anterior. Sin embargo, lo que le sorprendió más fue cuando descubrió a los merodeadores y a Lily detrás suyo. Miró a los mejores amigos de su ahijado, pero ellos ignoraron su pregunta silenciosa, estaban más preocupados por Harry. Hermione intentó sonreírle.

- Hola, Ryan. ¿Harry está despierto.- Sirius le devolvió la sonrisa suavemente y se apartó para dejarle a los dos adolescentes entrar al cuarto.- Sí, se ha despertado hace un rato.

Hermione ni lo había escuchado siquiera, había visto a Harry que estaba en el sofá y se había lanzado hacía él, mientras sollozaba en su hombro y agarrándolo en un gran abrazo. Ron se adelantó de forma confiada y se acercó a Harry rápidamente y junto a Hermione se unió al abrazo de tres. Ryan sonrió ante esto, siempre era feliz de ver como fieles y afectuosos era los amigos de su ahijado hacía el muchacho.

Entonces, recordó a los otros adolescentes, y se giró hacía ellos, podía decir con gran facilidad que se sentían incómodos, sabía muy bien que los muchachos nunca habían ido a la habitación de un profesor sin estar metidos en problemas. Les hizo un gesto para que entraras mientras intentaba que se sintieran a gusto con una suave sonrisa. Era difícil el mantener la calma con James y Lily en la misma habitación, y más difícil el no matar a Peter en el sitio donde se encontraba, pero si podía manejarlos en un aula llena de niños debería ser capaz de manejarlos allí. Centrando su atención otra vez en el trió volvió al sofá, seguido de los merodeadores que miraban la habitación de forma curiosa. Ron lo miró y sonrió un poco avergonzado por su muestra de afecto, Ryan le sonrió también y tras besar a Harry en la mejilla se dirigió a su cuarto.

- Estaré en mi habitación si me necesitáis. No canséis a Harry, ¿de acuerdo?- Un coro de sí podía oírse cuando cerró la puerta.

Después de que Ryan se marchó, los merodeadores se sintieron más cómodos y se sentaron al lado de Ron que se estaba sentando en el suelo, justo delante del sofá, aunque fue Ron el que rompió el silencio.

- Eh, compañero, ¿cómo te encuentras?

Hermione dejó ir la cintura de Harry y se sentó entre Ron y Remus. El muchacho moreno les sonrió, su rostro todavía mostraba el cansancio que sentía.

- Estoy bien, Ron, solo muy cansado de tener que estar en cama. Nunca podré volver a clases en al menos dos días más.- Ron levantó una ceja de forma interrogante.

- ¿Por qué no te escapas? Eso era lo que hacías con la enfermera escolar.- Harry resopló.

- Estás infravalorando a Ryan. Siempre parece saber cuando estoy a punto de levantarme y me ha dicho que como me sorprenda levantado que tendré que pasar otro día aquí encerrado.

Ron y Hermione comenzaron a reírse disimuladamente mientras los demás adolescentes lo miraban entre divertidos y admirados por su profesor.

Ron y Hermione comenzaron a reírse disimuladamente mientras los demás adolescentes lo miraban entre divertidos y admirados por su profesor. Al final, Ron pudo hablar.

- Eso está bien, creo que nadie podría hacerte permanecer en cama en contra de tu voluntad. Ryan realmente saber como hacerlo para que le escuches.- Harry lo miró exasperado.

- ¿Y se supone que eso está bien?- Harry suspiró cuando todos comenzaron a reírse de nuevo.- Pero bueno... ¿Qué ha pasado estos días? ¿Cómo ha reaccionado la gente al ataque?- Ron sonrió burlonamente, claramente divertido y con voz cantarina le contestó.

- ¡Harry es maravilloso! Simplemente lo mismo que en casa.

Hermione se tapó la boca con una mano para ahogar su risa mientras que los merodeadores parecían desconcertados, comenzaban a sentirse fuera de lugar y por último, Harry miraba a sus mejores amigos de forma sospechosa.

- Está bien, ¿qué has querido decir?- Hermione se calmó y pudo contestar en vez de Ron.

- Cuando Ron y yo bajamos ayer, todo el mundo nos miraba boquiabierto.- Ron continuó rápidamente.

- Sí, espera hasta que vuelvas... será como volver a los buenos viejos tiempos.- Harry gimió exasperado y se echó mientras se tapaba los ojos con uno de sus brazos.

- ¿Por qué siempre me pasa estas cosas a mí?- La voz de James contestó a su pregunta retórica.

- Bien, salvaste a Dumbledore y aturdiste a dos mortífagos. Ahora eres el héroe de toda la escuela.

Harry miró a su futuro padre y luchó contra el impulso de amordazarlo, lo último que necesitaba a hora era todo este culto tonto. Se giró y miró suplicante a los merodeadores.

- Por favor, decidme que estáis planeando actuar normalmente. Odio todo esto del culto a otras personas, realmente yo no pensaba anoche, todo fue cosa de instinto.

Los merodeadores lo miraron un poco sorprendidos, casi nunca habían conocido a alguien que no quería la atención de la escuela, pero aún así, asintieron mientras le decían que era su amigo y que no necesitaba preocuparse, Harry pareció aliviado. Después de aquello la conversación fue mucho más relajada, Harry estaba hablando con Remus sobre un libro de criaturas oscuras que había leído hacía solo unos días cuando se dio cuenta que Sirius iba de un lado a otro del cuarto mientras escondía alguna cosa detrás de su espalda. Cuando Sirius alcanzó una esquina de la habitación gritó.

- ¡Eh, vosotros!

Todos se giraron hacía él y entonces lanzó un spray de detrás de su espalda. Con unos reflejos rápidos, Harry se dio la vuelta y aguantó la respiración mientras escondía su cabeza en las almohadas justo cuando Sirius comenzó a esparcir el spray por todo el cuarto. Treinta segundos más tarde, Harry pudo escuchar chillidos y risas alrededor de la habitación, esperó un poco más antes de mirar y ver que todos se estaban riendo mientras rodaban por el suelo. Desgraciadamente para Sirius, Ron lo había cogido haciéndole respirar el spray y convirtiéndose en víctima de su propia broma. Harry se había sentado mirando a sus amigos divertido cuando Daniel entró y vio la extraña escena ante si. Un poco desconcertado, se dirigió hacía Harry y lo miró, rápidamente Ryan se le unió que se preguntaba que era lo que estaba pasando.

- ¿Qué está pasando, Harry?- Su ahijado le sonrió de forma traviesa.

- Bien, parece que Sirius quería divertirse y roció todo el cuarto con ese nuevo spray de la risa, tristemente para él, Ron lo cogió y ha tenido que respirar el spray.- Los dos hombres asintieron comprendiendo y Daniel se le giró.

- ¿Y tú, Harry?- El muchacho se encogió de hombros.

- Vi como se movía hacía la esquina y estaba preparado.- Ryan estrechó sus ojos y le alborotó el pelo.

- A veces estás demasiado atento para tu propio bien.

Harry le sonrió a su padrino y se giró para mirar a sus amigos otra vez.