30. El chico que todavía vive.
Después de ser forzados a retroceder por Ron y Hermione, los mortífagos restantes se marcharon, estaban desprevenidos como para tratar con adolescentes poderosos. Los dos se arrodillaron junto al cuerpo de Harry y Hermione comenzó a examinarlo, aliviada al encontrar un pulso débil pero firme. Su amigo había sobrevivido a la maldición asesina otra vez, pero ella siempre temía el día en el que la protección que tenía fallara y perdiera a uno de sus mejores amigos para siempre. Asintió levemente a Ron, permitiéndole saber que Harry todavía estaba vivo y entonces desvió su atención a los dos adolescentes.
Lily estaba sollozando histéricamente en los brazos de James, mientras intentaba evitar mirar el lugar donde se encontraba Harry, James por otro lado, miraba fijamente al muchacho inmóvil con una mirada aturdida, no podía comprender el porqué este muchacho, prácticamente un extraño, había dado su vida para protegerlos. Hermione se giró hacía Ron cuando este le habló suavemente.
- Hermione, llévalos con Dumbledore, necesitamos decirle que es lo que ha pasado. Las protecciones de por aquí han fallado. Yo llevaré a Harry arriba.
Hermione asintió y se puso de pie rápidamente, seguido por Ron que ahora llevaba a Harry en brazos. El muchacho se inquietó al notar como era su amigo de ligero, sabía que había crecido durante el verano, pero aún así, no debería poder levantar al otro muchacho de su edad tan fácilmente. Con una última mirada a su amigo, Ron se dio la vuelta y se dirigió hacía el castillo, dejando a Hermione para que se encargara de los dos impactados adolescentes. Una vez Harry y Ron habían desaparecido, Hermione se giró a la pareja y cogió a James del brazo.
- Vamos, tenemos que volver a dentro. No debemos estar aquí por si se presentan más mortífagos y Dumbledore tiene que ser informado sobre lo que ha pasado.
Ambos adolescentes asintieron, Lily agarró todavía con más fuerza el brazo de James. Una vez dentro, Hermione llevó a sus dos amigos al comedor, todos estaban cenando, pero dejaron de hablar cuando entraron. Dumbledore frunció el entrecejo y se puso de pie, seguido por Daniel, Ryan, Ethan y Minerva. Hermione arrastró a los otros dos al lugar que había delante de Dumbledore antes de soltar el brazo de James. El director se preocupó más cuando vio los ojos rojos de Lily
- ¿Qué pasó?- Antes de que Hermione pudiera hablar, James contestó.
- Los mortífagos... Harry está muerto.
Lamentos sobresaltados atravesaron todo la habitación, muchos estaban aturdidos, algunas muchachas comenzaron a llorar mientras sus compañeros les miraron si podérselo creer, la gran mayoría de los profesores parecían horrorizados; el hecho de que los mortífagos pudieran entrar tan fácilmente a los terrenos escolares era una cuestión muy seria. Ryan parecía que estaba a punto de desmayarse, pero la mano rápida de Daniel en su hombro lo agarró, miró a su amigo, Daniel estaba mirando con calma e intensamente a Hermione, la muchacha le miró cuando le habló con voz hueca.
- ¿La maldición asesina?
Hermione asintió ligeramente con una pequeña sonrisa en sus labios que ayudó a tranquilizar a sus amigos. Daniel y Ethan comenzaron a moverse inmediatamente, haciendo ver que estaban apoyando a Ryan, los tres hombres se marcharon del comedor despacio, mientras recibían miradas tristes de los otros profesores. Nadie había notado la conversación silenciosa que había habido entre Hermione y ellos. La muchacha volvió a atender a Dumbledore que estaba haciendo preguntas a James y Lily calladamente. Cuando terminó, se giró hacía Hermione y se sorprendió al verla tan tranquila, había creído que era una amiga muy intima de Harry.
Hermione le dijo lo que había pasado, su historia no era muy diferente de lo que le habían dicho los otros dos adolescentes. Después de eso, envió a todos los estudiantes a sus salas comunes y les pidió a los profesores que se reunieran en la sala de personal. Mientras iba dando órdenes, Dumbledore notó que Hermione se alejaba en la dirección opuesta a la sala común de Gryffindor. Sin ninguna duda, iba a la habitación de Ryan.
Cuando llegó, Hermione murmuró la contraseña, y al entrar sonrió ante la vista que la saludó. Ryan estaba sentado en el sofá con la cabeza de Harry que descansaba en su regazo, el hombre estaba acariciando la cara del muchacho inconsciente y murmuraba todo el rato algo como que Harry le iba a provocar un ataque al corazón algún día. Ron y Ethan estaban sentándose en el suelo delante del sofá, mientras que Daniel se estaba apoyando contra la chimenea. Todos la miraron cuando llegaron y ella les sonrió y se alejó de la puerta, si conocía a Dumbledore, estaría allí en poco rato.
Todo quedó en silencio durante un rato, fijos en el cuadro de Harry y Ryan, siempre era difícil ver a Harry que permaneciese tan silencioso, mientras que nunca había sido muy fuerte, siempre había tenido un aura de poder que confortaba a todos los que estaban a su alrededor y eso le había estado faltando durante un tiempo. Al mismo tiempo era duro ver a un muchacho tan vivo, que permanecía tan inmóvil, aun cuando ellos ya lo habían visto antes. Ron fue el primero en romper el silencio.
- ¿No deberíamos escribir al director? Sabéis que se enfadaría si nosotros no le decimos estas cosas.
Todos asintieron y Daniel abandonó su puesto junto a la chimenea y fue a escribir la carta. Justo después de que hubiera desaparecido en su habitación, hubo un golpe suave en la puerta. Hermione se puso de pie, con una sonrisa en sus labios, y fue a abrir la puerta.
Recibió un susto momentáneo cuando delante de ella estaba, no la forma confortante del director, sino la imagen aterradora de un mortífago. Su miedo desapareció inmediatamente y dejó pasar a su profesor de pociones. Ryan lo miró y le preguntó.
- ¿Qué estás haciendo aquí, Snape?- El hombre se quitó la mascara y cabeceó señalando a Harry.
- Apenas quería asegurarme que no lo hubiéramos matado.- Ryan gruñó molesto.
- ¿Malfoy no sospechará nada?
- ¡No soy idiota, Black! Malfoy estaba tan enfadado porque el ataque falló que no dijo a todos que nos perdiéramos. Tiene peor carácter que Voldemort, pero no puede matar a los pocos mortífagos que tiene.
Antes de que Ryan pudiera contestar, otro golpe sonó por la habitación. Hermione se puso otra vez de pie y esta vez dejó entrar a Dumbledore, McGonagall y la señora Pomfrey. Todos tenían expresiones tristes en sus caras y su atención estaba dirigida hacía el sofá donde Harry estaba descansando. La señora Pomfrey fue despacio hacía el muchacho y puso una mano insegura en su frente, de repente ella frunció el entrecejo, el muchacho estaba demasiado caliente como para estar muerto. Con dedos temblorosos ella movió su mano hacía el cuello y casi se desmayó cuando sintió el firme pulso contra sus dedos. Dumbledore, viendo la palidez de la enfermera, se acercó.
- Poppy, ¿qué es lo que pasa?- La mujer tragó.
- Todavía está vivo.
Después de esta declaración, la enfermera obligó a Ryan a abandonar su lugar y procedió a examinar al muchacho inconsciente. Minerva y Dumbledore parecían asustado mientras ella trabajaba pero una voz que sonaba ligeramente divertida les cortó.
- Claro que está vivo, este niño siempre sobrevive a la maldición asesina.- Los tres profesores se dieron la vuelta para mirar a un mortífago que fruncía el ceño. Dumbledore frunció el entrecejo.
- ¿Cómo es posible? Nadie ha sobrevivido alguna vez a la maldición asesina. ¿Y puedo preguntar quien eres tú? Obviamente eres un mortífago pero todavía no nos has atacado. Parece que sabes entrar y salir de la escuela sin que nadie te note.- Daniel, que acababa de volver, respondió por él.
- Respondiendo a la primera pregunta, no estamos seguros, deberás preguntarle a nuestro director, no sé si ni siquiera Harry lo sabe, y respecto a él, bien, es Severus Snape, nuestro espía.
- ¡Lupin!
- No te preocupes, Severus, ya saben sobre nosotros. ¿Alguien ha visto a Hedwig?- Charlie le contestó mientras Snape comenzó a hacer un escándalo.
- ¿Cómo lo han averiguado? Espera, no importa, puedo suponerlo.- Volvió su atención hacía Dumbledore.- En cuando a como puedo entrar en Hogwarts... digamos que los encantos que protegen la escuela necesitan una buena revisión.- Antes de que Dumbledore pudiera contestar, Minerva preguntó algo que tenía curiosidad por averiguar.
- ¿Pero vosotros tres no se supone que os odiáis?- Dumbledore agitó la cabeza.
- Minerva, estoy seguro que ahora que son adultos han dejado a un lado sus peleas.
Ante las palabras del director, Ron y Hermione no pudieron hacer otra cosa que sonreír abiertamente. El muchacho miró a los tres hombres y dijo muy divertido.
- Sí, claro. No se ofenda, director, pero en nuestro tiempo usted todavía tiene que recordarles constantemente el llevarse bien, a veces son peores que los de primer año.
- ¡Weasley!- Ron sonrió inocentemente a su enfurecido profesor de pociones y con una voz dulce e inocente le preguntó.
- ¿Me creería si le dijese que lo siento, profesor?- Hermione tuvo que girarse o sino ella se habría reído en la cara de Snape.
- ¡No! Si pudiera le quitaría cien puntos a Gryffindor por esto.- La cara de Ron se aclaró.
- Eh, no había pensado en eso, tendremos que recordar aprovecharnos de esta oportunidad, ¿verdad Hermione?
Snape cogió su mascara y se marchó del cuarto mientras pasaba por una muy risueña Hermione y Dumbledore muy descolocado. Después de que la puerta se cerró, Ryan se giró al muchacho pelirrojo que estaba llevando una sonrisa burlona victoriosa.
- No deberías haber dicho eso Ron, ahora seguro que quitará los puntos de Gryffindor en cuanto volváis.- Ron se encogió de hombros.
- No me dices nada nuevo, siempre nos quita puntos y nunca ha necesitado una razón, al menos ahora tiene una.- Ryan suspiró.
- Buen golpe.
NT: He recibido un mail en el que me pedían si les podía dar la dirección de la historia original... no sé que le ocurre a fanfiction que no coge los links que se le pone... lo sé porque tanto yo como mi beta Silverstar lo hemos intentado en otras historias que estamos escribiendo... es por eso que he decidido poner el número de historia aquí mismo... aquellos que estéis interesados solo debéis copiarlo en la barra de direcciones sustituyendo el número de esta, por la del original inglés.: 579544
