34.- Enigma
El muchacho moreno palideció un poco y comenzó a moverse nerviosamente bajo su mirada fija.
- Ermm... ellos están... er... quiero decir... no estoy seguro.- Hermione estrechó los ojos, ahora casi negros del enfado y con una voz mortalmente calla preguntó.
- Por favor, Sirius, dime que ellos no han ido a Hogsmeade.
Si la situación hubiera sido distinta, el cambio de colores que mostró la cara de Sirius hubiera sido divertida. Fue del blanco al rojo y luego volvió a ponerse todavía más pálida de lo que había estado antes. Esa fue toda la respuesta que necesitó Hermione, su propia cara se puso roja; ninguno de los merodeadores la había visto antes tan enfadada. Peter, todavía en el suelo, se acercó más a las piernas de Remus mientras que Remus se colocó detrás de Sirius. Desdichadamente para Sirius, Hermione solo lo miraba a él. Al final la muchacha habló mientras probaba sin conseguir obviamente, el controlar su enfado.
- ¿Se han vuelto locos? ¡Maldita sea! ¡El Lord Oscuro quiere matarlos y deciden salir de la protección de Hogwarts! ¡Y ni se molestan en decirlo!- Hermione miró a Sirius que había estado a punto de intentar defender a sus amigos.- No quiero saber por que no están aquí. No me importa, no deberían haber dejado Hogwarts bajo ninguna circunstancia.- Con una mirada asesina final al muchacho moreno, se giró hacía Ron, que ignorando sus gritos, seguía mirando si faltaba algo. Hermione cogió aire profundamente, intentando calmarse y una vez tranquila llamó a su amigo.- Ron, olvídate del cuarto, solo es una distracción. James y Lily están en Hogsmeade.
El pelirrojo la miró, cuando un pequeño fuego comenzó a arder en sus ojos. Sin una palabra, el alto muchacho salió corriendo del cuarto y comenzó a bajar los escalones entre la muchedumbre de estudiantes, seguido estrechamente por Hermione, Sirius y Remus. Los cuatro niños pasaron más allá de donde Dumbledore y McGonagall, que estaban subiendo los escalones y cruzaron la habitación corriendo, casi chocando con Daniel que estaba comenzando a cruzar el retrato. Consiguieron parar justo antes, a poco menos de una respiración. Su profesor frunció el ceño.
- ¿Qué pasa?- Ron fue el primero en coger el aliento y respondió.
- ¡James y Lily han ido a Hogsmeade! Tenemos que traerlos de vuelta antes de que les pase algo.
El mayor de los hombre lobo palideció y se giró para darles una mirada dura a los otros dos muchachos que estaban detrás de Ron y Hermione, Remus y Sirius retrocedieron y miraron hacía abajo. Sabían que sus amigos estaban en peligro si salían, pero ellos no habían podido detenerlos, por un momento se preguntaron si debían ir a buscarlos cuando la voz de Daniel penetró en sus pensamientos.
- Quedaos aquí y haced lo que Dumbledore diga. Ron, Hermione aseguraos que estos dos se queden aquí dentro, no necesitamos más estudiantes que se pongan en peligro. Si Dumbledore pregunta, le decís donde hemos ido. Ryan y Ethan vendrán conmigo.
Después de que lo dos adolescentes asintieron ante lo que había dicho, el hombre salió cerrando la puerta tras él. Poco después Dumbledore y McGonagall bajaron con ceños profundos que se reflejaban en sus caras. Todos los estudiantes que se habían apiñado en los escalones detrás de ellos. El director se giró a los cuatro adolescentes, mientras McGonagall comenzó a llevar a los otros estudiantes fuera de la sala común hacía el Gran Comedor.
- ¿Alguien ha visto a Daniel, Ryan o Ethan? Envié a un estudiante para que los trajera.- Hermione asintió.
- Daniel ha estado aquí, señor, pero nos hemos dado cuenta de que James y Lily han abandonado las tierras del castillo. Daniel y los otros han ido a traerlos.
El ceño de Dumbledore se amplificó y una mirado preocupada apareció en su cara, despacio asintió e hizo señas a los niños para seguirlo. Fueron las últimas personas en dejar la Torre. Cuando llegaron al Gran Comedor, los demás estudiantes ya estaban allí, habían sido traídos por los Jefes de sus casa. Dumbledore se unió a los profesores mientras Hermione y Ron arrastraron a Sirius y a Remus hasta la mesa de Gryffindor, estaban determinados a no quitarles los ojos de encima sabiendo que si se les vigilaban se irían lo más rápido que pudieran a Hogsmeade para intentar advertir a sus amigos, era lo que ellos habrían hecho si Harry hubiera estado en peligro, ambos merodeadores estaban mirando un poco fastidiados a los otros dos adolescentes pro no se atrevieron a decir nada, ya estaban en demasiados problemas.
Casi tres horas después, Ryan, Daniel y Ethan volvieron. Hermione supo que algo iba mal cuando vio sus caras, los tres estaban pálidos y parecían exhaustos. Se dirigieron hacía Dumbledore y Ron vio que Ethan le daba al director un pequeño papel, los rasgos del director se volvieron austeros y los hombres hablaron un poco más. Al final, el anciano se giró al comedor silencioso.
- Temo que tengo malas noticias.- Los estudiantes lo miraron con cautela mientras esperaban obviamente lo peor.- Esta tarde, dos de nuestros estudiantes han sido secuestrados por los mortígafos.
El comedor se llenó de cuchicheos, los estudiantes se preguntaron quien habría sido secuestrado y Dumbledore trato de aplacarlos, tenía más cosas que decir, pero n podía, los estudiantes tenían demasiado miedo y estaban demasiado nerviosos como para prestar algo de atención. Al final fue un silbido agudo lo que hizo a todo el mundo que se callara y que miraran hacía el director estaba de pie. El anciano estaba mirando un poco sobresaltado a Ryan, ya que este parecía más bien molesto; la desaparición de sus amigos y la existencia de su ahijado estaba agotando su paciencia. Dumbledore entendiendo lo que estaba pensando el otro hombre, comenzó a hablar rápidamente.
- Sabemos que no están muertos todavía, parece que los mortífagos están jugando con nosotros y dejaron una nota en el lugar de secuestro. Dice, James Potter y Lily Evans morirán si no los encontramos antes del anochecer, eso es dentro de dos horas escasas. Para supuestamente ayudarnos, han dejado un enigma que debe decirnos donde buscarlos. El personal no encontramos la respuesta al enigma y ya que no tenemos tiempo que perder os estamos pidiendo ayuda para resolverlo.- Hizo una pausa por un momento y la mayoría de estudiantes asintieron o se apoyaron para escuchar el enigma y tratar de solucionarlo.- El enigma dice:
En la cámara del más grande de los fundadores
Desde donde la muchacha siempre llora
La cámara donde el rey de las serpientes descansa
El ciervo y la flor encontraran finalmente su fin.
