43.- Planes

Dumbledore entró otra vez en la oficina de la señora Pomfrey en cuanto Ron y Hermione llegaron. La cara de los adolescentes traicionaron el miedo que sentían por su amigo, al parecer Snape les había explicado lo que estaba pasando. Dumbledore les sonrió de forma tranquilizante y los hizo sentarse delante suyo, mientras se sentaba en la silla de la señora Pomfrey.

- Estoy seguro que el profesor Snape os ha explicado que es lo que pasa.- Ambos amigos asintieron.- El profesor está trabajando actualmente en un antídoto para el veneno que le han dado a James y a Lily y con él, debemos ser capaces de poner las cosas derechas. El problema es que la cura tiene que ser administrada antes de que beban el veneno.- Ambos adolescentes parecían todavía más preocupados. La voz estrangulada de Ron atravesó la habitación.

- ¿Cómo vamos a hacerlo?

Sin una palabra, Dumbledore sacó su mano izquierda de uno de los bolsillos de su túnica. En ella tenía cogido un cachivache, un reloj de arena dorado. Hermione respiró, un poco sorprendida.

- ¿Un giratiempo? ¿Quiere que viajemos en el tiempo?- Dumbledore asintió.

- Si regresáis a cuando James y Lily estaban en Hogsmeade, podéis colocar el antídoto en sus bebidas. Recordad, la situación es diferente a cuando viajamos aquí, esta vez ya estaréis allí.- Hermione asintió.

- Nosotros no podemos dejar que nadie nos vea.- Dumbledore negó con la cabeza.

- No exactamente, no podéis dejar que nadie de dentro de Hogwarts os vea, Lily y James pueden hacerlo ya que no saben dónde estáis.- Ron suspiró y colocó la cabeza entre sus manos.

- Todo esto de viajar en el tiempo está comenzando a confundirme. Así pues, volvemos a ayer, lo suficiente como para poner el antídoto en sus bebidas y ¿luego qué? ¿Nos quedamos allí?- Ambos muchachos miraron a Dumbledore de forma interrogante. El anciano lo pensó durante un rato.

- Creo que será más seguro que esperéis allí. Imaginad que volvéis y no os habéis ido todavía, este giratiempo no puede precisar el tiempo al minuto como necesitaríais. – Ambos adolescentes asintieron comprendiendo, pero Hermione expresó otra preocupación que tenían.

- ¿Dónde nos quedaremos? No podemos venir al castillo, nos podrían ver demasiadas personas, y no nos podemos quedar en Hogsmeade, los habitantes harían demasiadas preguntas.

- Os podéis quedar en La Casa de los Gritos. Nadie os verá mientras estéis allí.- Dijo Dumbledore dirigiendo su mirada de uno a otro.- ¿Alguna otra pregunta?- Los dos adolescentes negaron con la cabeza y Dumbledore les sonrió de forma tranquilizadora.- En ese caso, debéis iros. Estoy seguro que querréis coger vuestras cosas antes de marcharos. El profesor Snape se encontrará con vosotros en la sala común para daros el antídoto. Recordad de mirar la hora exacta en la que os marcháis para saber cuando debéis volver.

Ambos adolescentes asintieron y se pusieron de pie, dándose cuenta que Dumbledore no les tenía nada más que decir. Justo cuando alcanzaba la puerta, el anciano les deseó buena suerte y se marcharon. Una vez más tuvieron que cruzar la enfermería. Sirius estaba todavía allí, con Harry en sus brazos. El hombre se había sentado en la cama y miraba al pequeño muchacho de forma inexpresiva, como si pudiera hacerlo regresar, pero en vez de esto, Harry se desvanecía más a cada momento que pasaba y los adolescentes ahora podían ver claramente el cuerpo de Sirius a través de su amigo. Ron y Hermione se miraron tristemente, preguntándose si debían  acercarse al hombre o dejarlo solo, una voz tomó la decisión por ellos.

- Volved a vuestra sala común, tenéis que prepararos.

Se giraron y vieron a Dumbledore que les había seguido desde la oficina y asentía. Con una última mirada hacía Harry y Sirius, salieron del cuarto silenciosamente.

Dumbledore se acercó hasta la cama con cuidado, no quería sobresaltar al hombre, si Ryan lo escuchó, no lo demostró. El hombre permanecía inmóvil, sus ojos no se separaban del durmiente Harry.

- ¿Sirius?- No se movió y Dumbledore suspiró y lo agitó suavemente mientras intentaba conseguir su atención.- Sirius, deja de mirar al niño.- El hombre negó con la cabeza y al final lo miró ligeramente.

- Lo siento, ¿qué querías, Albus?- Dumbledore lo miró un momento a los embotados ojos de su amigo, antes de dirigir su mirada a Harry.

- Solo quería decirte que estamos haciendo todo lo que podemos para conseguir que James y Lily se despierten. Tenemos un plan, ¿quieres oírlo?- Ryan bajó la cabeza mientras negaba.

- ¿Para que molestarse? Harry está desapareciendo. ¿Acaso no es prueba suficiente? Nada los despertará.- El anciano frunció el ceño.

- No debes perder la esperanza, Sirius. Todavía hay cosas que podemos hacer, no están muertos y creo que funcionará.

El hombre no respondió, otra vez se había introducido en sus propios pensamientos. Dumbledore suspiró, no había nada que pudiera hacer por el hombre si no quería escuchar. Por un momento, consideró el que Sirius descansara de vigilar a Harry, pero al final decidió que no, sabía que si no lo maldecía, no habría nada que le hiciera dejar la habitación.

Negando con la cabeza, Dumbledore se giró y salió de la enfermería, volviendo a la oficina de la señora Pomfrey. Deseaba el poder pasear por las tierras para aclarar la cabeza, pero no podía arriesgarse, los estudiantes harían demasiadas preguntas, por lo que tendría que quedarse en aquella pequeña habitación hasta que todo terminara y pudieran regresar de forma segura a su propio tiempo.

Ron y Hermione llegaron a la sala común después de hablar con Dumbledore, solo para encontrarlo sumergido en el caos, a la vez que sus compañeros gritaban y gritaban. En el centro de la lucha estaban dos muchachos, Sirius encima de Peter, mientras intentaba pegarle una paliza, llamando a su amigo "el asqueroso traidor" mientras Remus trataba de tranquilizar a su amigo moreno y que dejara ir a Peter. Remus parecía muy desconcertado y Hermione supuso que él no había oído todavía lo que Ryan le había explicado a Sirius sobre el futuro. Por lo menos, eso era lo que ella había asumido, Ryan a veces podía tener la boca muy grandes, como si no tuvieran suficientes problemas.  Los demás en la sala común nunca habían visto tal pelea, no entre los merodeadores. ¡Casi eran una familia! La mitad de los muchachos en la habitación estaban debatiendo si debían ayudar a Remus en sus forcejeos mientras que los demás los animaban, queriendo ver algo que viviera la tensión de las últimas horas. Las muchachas, por otro lado, estaban gritando, intentando alejarse tanto como fuera posible de la pelea, aunque permaneciendo lo suficientemente cerca para ver bien lo que pasaba.

Hermione miró a su lado, donde Ron se estaba apoyando de forma perezosa contra la el marco de la puerta. Ella alzó una ceja y preguntó.

- ¿No debemos hacer algo?- Ron se estiró serenamente.

- Hermione, ¿sabes cuantas veces he soñado con hacer exactamente lo mismo que está haciendo Sirius ahora mismo?- Hermione estrechó los ojos, pero no pudo evitar el sonreír.

- Puede que no me guste, Ron, pero eso no cambia que Colagusano tiene que estar vivo, o sino, no tendría sentido todo lo que hemos hecho.- Ron asintió.

- Lo sé, Herm, pero ¿no podemos esperar un poquito? Es una buen espectáculo.- Hermione lo miró de forma reprobatoria.

- No me preocupo porque Peter resulte herido.- Ella cabeceó hacía Remus que comenzaba a tener problemas para refrenar a Sirius incluso con su fuerza superior.- Estoy preocupada por Remus. Sabes que Sirius no se perdonaría si le hiciera daño y sabes que nada puede detener a Canuto cuando está enfadado, si no lo paramos, Remus podría terminar en la enfermería fácilmente.- Suspirando, Ron se enderezó y asintió.

- Está bien, pero solo por Remus, y tú tendrás que ser quien saque a Peter de la habitación. ¿Trato?- Hermione asintió, aunque la perspectiva no le agradaba.

- Trato.

Ambos adolescentes se acercaron al trío y la habitación se puso silenciosa excepto por los gritos de Sirius, Remus y el patético lloriqueo de Peter. Ron cogió rápidamente uno de los brazos de Sirius permitiendo se Remus se concentrara en el otro. Entre ambos muchachos pudieron hacer que por fin Sirius soltara a Peter. Hermione arrastró al otro muchacho y lo sacó rápidamente de la habitación por las escaleras que llevaban al dormitorio de los chicos. Una vez allí, lo dejó caer en su cama y le dijo que se quedara allí al menos que quisiera otra paliza por parte de Sirius y en esa ocasión también de Remus.

Abajo, Sirius estaba completamente enfadado con Ron y había comenzado a gritarle al muchacho pelirrojo, Ron solo lo miró serenamente y lo llevó hasta el sofá. Cuando Hermione bajó las escaleras, Sirius todavía estaba enfurecido a pesar de los esfuerzos de Remus  por tranquilizarlo. Se sentó delante de él y esperó, en un momento que Sirius hizo una pausa para tomar aire, ella declaró tranquilamente.

- Te estás comportando como un idiota.- Esas palabras le hicieron callar y Ron continuó.

- Ahora, creo que lo primero de todo, es que expliques a Remus tu comportamiento, parece listo para volver a sujetarte y con buenas razones.

Remus asintió con fuerza, aliviado que alguien había sido capaz de que Sirius se callara y que al parecer al fin estaba apunto de descubrir que estaba ocurriendo. Sirius parecía resignado, pero antes de que pudieran levantarse y salir todavía tuvo que preguntarles algo.

- ¿Por qué? ¿Por qué me parasteis?- Hermione alzó una ceja.

- Creía que era obvio, Sirius. Peter Pettigrew no murió con quince años a manos de Sirius Black en su sala común. Eso rompería la línea temporal y ya está bastante estropeada tal y como está, no tiene sentido que se estropee más.- Sirius frunció el ceño.

- Pero lo cambiaría todo para bien.- Ron negó con la cabeza.

- No lo sabes. Mira, la noche que James y Lily murieron, Harry no solo sobrevivió a Voldemort sino que también le hizo desaparecer durante trece años. Lord Voldemort se convirtió en poco más que una sombra y aquello dio a la gente la oportunidad de vivir en paz. Si hiciéramos lo que tú no pides, si dejamos que mates a Peter, Lily y James podrán vivir, pero también podrá Voldemort. ¿Tienes una idea de cuantas personas podría matar en trece años ese bastardo? Además, todavía podría matar a los Potter, y a Harry y ese sería el final de nuestra sociedad tal y como la conocemos. – Hermione asintió estando de acuerdo.

- Sabemos que es muy duro de aceptar, ¡imagínate como es para Harry! Pero todo es por el futuro. En nuestro tiempo Voldemort ya no existe y podemos vivir en paz y todo eso es porque Harry sobrevivió y creció para ser el mago más poderoso de la historia. Deja que sea así.

Con esas duras palabras, Hermione se puso de pie, Ron la siguió, y ambos se marcharon a su habitación para coger ropa y comida. Sirius por otro lado, suspiró de forma resignada y se giró hacía Remus que todavía parecía completamente desconcertado y comenzó a explicarle todo lo que había sucedido.

Eran casi las ocho cuando la entrada de la sala común se volvió abrir. Ron y Hermione miraron y se pusieron de pie cuando reconocieron  a su profesor de pociones que entraba en la habitación. Cogiendo sus bolsas e ignorando las miradas curiosas que recibían de sus compañeros Gryffindors, los dos amigos salieron de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.. Fuera, en el pasillo, Snape le dio a Hermione una pequeña redoma llena de una poción de color ambarina.

- Este es el antídoto. Tenéis que poner tres gotas en cada vaso, no más.- Se giró pero antes de que se marchara añadió.- No lo estropeéis. – La cara de Ron se puso roja de enfado, pero Hermione puso la mano de forma tranquilizante en su brazo.

- Déjalo. Sabes que es un bastardo y no cambiará. Vamos, tenemos que irnos, no podemos perder tiempo.- El muchacho se tranquilizó un poco y asintió.

- ¿Dónde vamos?- Hermione se encogió de hombros.

- La verdad es que no importa, apareceremos en oro lugar no importa de donde partamos. Solo entra en un aula vacía para que nadie nos vea irnos.- Pero una voz suave los interrumpió.

- ¿Os marcháis?

Ambos se giraron rápidamente, no habían oído como se abría el retrato. Sirius y Remus los estaban mirando acusatoriamente. Ron suspiró aliviado y Hermione cogió la redoma con más fuerza.

- No hagas eso, Remus.- Remus solo miró a la muchacha y repitió sus palabras.

- ¿Os marcháis? ¿Solo así?- Ron y Hermione intercambiaron miradas fastidiadas y el muchacho contestó.

- Vamos a hacer algo para ayudar a Lily y a James.- Sirius estrechó los ojos.

- Vamos con vosotros.

- Oh, no, no lo haréis.- Dijo Hermione negando con firmeza.- Será bastante difícil para Ron y para mí. No hay forma que os llevemos con nosotros.- Remus los miró asesinamente.

- ¿Por qué no? James y Lily son nuestros amigos.- Ron alzó una ceja.

- Y Harry es el nuestro. ¿Te sirve?- Suspiró y se pasó una mano por el pelo.- Escuchad, esto será muy peligroso. Si hacemos algo mal, podemos estropear toda la línea del tiempo, y creedme, ya está bastante destrozada. Traeros es un riesgo que no podemos tomar.- Sirius parecía furioso, y Ron podía decir que apenas se estaba refrenando.

- ¿Dónde vais? ¿Qué es eso tan especial que vosotros podéis hacer y nosotros no?- Hermione estaba muy seria mientras intercambiaba una mirada con Ron.

- Vamos al pasado, a ayer, para ser exactos.- Hizo una pausa durante un momento antes de preguntarle algo a los dos enfadados adolescentes.- Ahora decidme la verdad, ¿podríais estar con James y Lily antes de que los secuestraran y no decirles lo que estaba a punto de pasar? Realmente podríais actuar de forma natural a su alrededor para que no sospecharan. ¿Podrías incluso mirar como los secuestran y no hacer nada?- Sirius aún parecía más furioso.

- ¿Vais a volver y no los vais a ayudar?- Ron negó.

- Vamos a ayudarlos, pero simplemente no vamos a cambiar la línea temporal. Es la misma situación que con Peter, James y Lily tienen que ser secuestrados, eso tiene que pasar, pero nos aseguraremos que acaba como queremos.- Remus suspiró derrotado y asintió comprendiendo.

- Entiendo, pero eso no quiere decir que me guste.- Entonces miró de forma insolente a ambos adolescentes mientras Sirius se apoyaba contra la pared.- ¿Cómo sabemos que podréis ponerles eso?- Ron le sonrió ligeramente.

- No lo sabemos, pero hemos estado en esta situación antes. Sé que ninguno de los dos detendremos el secuestro y en cuanto a que James y Lily sospechen algo,- Ron se encogió de hombros.- no nos conocen bien, estoy seguro que podemos engañarlos fácilmente.- Miró hacía Hermione cuando sintió una presión en su brazo.

- Realmente tenemos que irnos, Ron, no podemos perder tiempo innecesariamente.- Miró a los dos adolescentes y agregó.- Por favor, quedaros aquí donde estaréis seguros. Si tenéis más preguntas, buscad a Daniel, estoy segura que estará deseoso de responderos. Y apartaos de Peter, tanto como odio a ese condenado roedor, tenemos que mantenerlo vivo, ya tenemos bastantes problemas.- Hermione comenzó a arrastrar a ron, pero el pelirrojo se giró y dio la última advertencia.

- Alejaos de Ryan, es muy imprevisible cuando Harry está herido o en peligro y no hay nada peor que eso. También alejaos del hombre que vino a buscarnos, tiene muy mal carácter y os odia a muerte.

Entonces se giró y siguió a Hermione rápidamente, dejando a los dos adolescentes mirándolos fijamente y preguntándose que deben hacer.