48.- La pesadilla de Lily.
Harry se despertó al escuchar a alguien que gritaba con fuerza. Antes de que incluso abriera los ojos, sabía que no le gustaba esa voz, era demasiado familiar y traía demasiado malos recuerdos. Frunció el ceño, y abrió un ojo, la voz que se escuchaba por toda la habitación era la de su tía y cuando miró a su alrededor notó que estaba en un armario y que la puerta estaba un poco entreabierta. Empujándola, miró y parpadeó. Ciertamente, su tía Petunia estaba allí, pero no podía tener más de 17 años, ese hecho le hizo recordar que probablemente estaba en la mente de Lily y no en la casa de su pariente. Frunció el entrecejo y se preguntó a quien estaba gritando su tía, empujó la puerta para que se abriera. Allí, arrodillada ante su tía estaba su madre, las lágrimas corrían por su joven cara mientras acariciaba el pelo de una mujer mayor que parecía estar muerta. Mientras intentaba entender las palabras de Petunia, lanzó una mirada por el cuarto medio destruido y vio al hombre que estaba muerto a los pies de su tía.
- ¡Eres un monstruo! ¡Todo esto es tu culpa! Es por tu culpa que mamá y papá están muertos; tú los mataste. Tú y esas personas vestidas de negro. ¿Quiénes eran? ¿Algunos de tus caprichosos amigos que querían tener una fiesta?
Harry vio a su madre que retrocedía y por fin comprendió que había pasado, parecía que los mortífagos habían atacado la casa y habían matado a sus abuelos y Petunia, siendo tan idiota como siempre, estaba culpando a su hermana de todo. Harry intentó calmar la furia que estaba comenzando a sentir, parecía que su tía no había cambiado gran cosa en veinte años. Tranquilamente levantó su mano y hizo un poco de magia sin varita y transformó a la muchacha en un sapo.
Lily levantó la vista al escuchar el pequeño "pop", temiendo que aparecieran más mortífagos. En lugar de los hombres de ropa oscura, ella se encontró con un pequeño sapo verde. Parpadeando miró a su alrededor por un momento, y no viendo nada peligroso, ella devolvió su atención a su hermana. Una voz que venía de detrás suyo hizo que soltara la cabeza de su madre y se girara.
- No sabes cuanto tiempo he tenido ganas de hacer eso.- Lily ahogó un grito y miró boquiabierta a la figura que había salido de su armario.
- ¡Harry! ¡Es imposible!- El muchacho sonrió mientras se le acercaba.
- Hola Lily.- La muchacha estaba completamente desconcertada y esto se vio en sus brillantes ojos verdes.
- No lo entiendo, ¿qué está pasando?- Harry sonrió; parecía que su madre era más inteligente que su padre cuando estaba en problemas.
- Lily, ¿recuerdas lo que ha pasado? ¿Recuerdas a los mortífagos?- La muchacha frunció el ceño.
- ¿Eso que tiene que ver con esto?- Harry suspiró.
- Todo, ¿recuerdas?- Lily asintió despacio.
- Ellos nos secuestraron y nos llevaron al Bosque Prohibido. James intentó pegar a algunos que lo estaban sosteniendo, pero eran muy fuertes. Nos soltaron en una jaula, delante de un hombre rubio, lo llamaron el Rey Oscuro o algo así.. Entonces ese hombre comenzó a decir algo sobre vengarse y matar al fin al Niño-que-vivió o algo así. Entonces dos mortífagos nos obligaron a beber algo y todo se oscureció, cuando me desperté estaba aquí y...- El ceño de Lily se ahondó.- Espera, no tiene ningún sentido. ¿Por qué me habrían dejado ir? Además, era Navidad y ahora hace calor; no puede haber pasado tanto tiempo. ¿Qué está pasando?- Harry se sintió aliviado de que aquello sería mucho más fácil que con James.
- Estás dormida. La poción que te dieron ha causado que entres en un sueño profundo, lleno de pesadillas del cual no podrías despertar sin ayuda.- Los ojos de Lily se abrieron.
- Eso tiene sentido.- Inmediatamente después que dijo esas palabras, los cuerpos de sus padres y el pequeño sapo que era su hermana desaparecieron. Lily parpadeó.- ¿Qué ha pasado?- Harry se puso de pie a su lado.
- Has comprendido que todo es un sueño y tu mente ya no está obligada a ver cosas que no quiere.- Lily asintió.
- Entiendo, pero ¿qué haces aquí?
- He venido para ayudarte a despertar. Mis amigos ya te ayudaron tanto como podían, pero necesitabas comprender que todo esto era un sueño por lo que necesitabas ayuda.
- ¿Tus amigos?- Aquí sus ojos se abrieron muchisimo.- ¡Ron y Hermione lo sabían!- Harry se rió suavemente de forma silenciosa.
- Sí, ellos lo sabían.
- ¿Cómo?
- Es complicado, Lily. Aquí estamos jugando con el tiempo.- Harry suspiró, estaba comenzando a sentirse agotado.- Necesito que te despiertes.- La muchacha parecía que estaba a punto de protestar pero viendo la mirada cansada en su cara asintió.
- ¿Cómo me despierto?- Harry comenzó a dar vueltas.
- James se despertó metiéndose en el lago de Hogwarts, que era de color ámbar. Supongo que era la poción que Ron y Hermione le dieron y le permitió ver la salida. ¿Dónde está la cocina?
Lily lo llevó en silencio a una habitación en la parte trasera de la casa. Una vez allí, caminó de forma rápida hacía el fregadero, como si fuera atraída por una fuerza extraña. Sin dudar, Lily dejó salir el agua; como en el lago, el agua era de color ámbar. Miró a Harry y vio que este miraba a una puerta brillante que había aparecido delante de la mesa.
- ¿Qué es eso, Harry?- El muchacho le sonrió.
- Creo que es la puerta que me sacará de tus sueños, Lily. No me puedo quedar en tu mente mientras te despiertas.- Lily le miró un poco defraudada, pero sin embargo asintió.
- Supongo que entonces, esto es un adiós.- Harry se rió silenciosamente.
- No, no lo es. Me verás cuando te despiertes, o al menos es lo que espero.- Lily parecía desconcertada.
- ¡Pero estás muerto!- Harry le sonrió de forma misteriosa.
- ¿Lo estoy? Me gané el nombre del Niño-que-vivió por una razón, Lily.- Sin otra palabra hacía la aturdida muchacha, Harry atravesó la puerta, sintiendo que se cerraba tras de sí.
No fue hasta tres horas después que Lily comenzó a despertarse. James se había vuelto a dormir después de explicar a los adultos lo que había pasado. Esta vez, no fue el sonido lo que los alertó de que Lily se estaba despertando, fue una luz dorada suave que empezó a brillar alrededor de la cama en la que Harry había estado durmiendo. Snape y Lupin corrieron hacía él y estaban entusiasmados al ver que un cuerpo comenzaba a aparecer dentro de la luz. Al mismo tiempo que Harry aterrizó en la suave cama, Lily abrió los ojos, mirando a su alrededor desconcertada con sus ojos verdes.
El Dumbledore más joven estuvo a su lado inmediatamente preparado para explicarle que había pasado. En la otra cama, Severus se estaba asegurando que Harry estuviera vivo y la señora Pomfrey que había sido avisada por Lupin se le unió pronto. Entre los dos, pudieron afirmar que Harry estaba vivo y después de eso, la mujer los alejó para poder comprobar si la condición del muchacho había cambiado durante las horas que había estado sin su cuerpo. Lupin y Snape miraron como trabajaba al lado de la cama de Sirius. El otro hombre todavía no se había levantado y Dumbledore les había asegurado que todavía tardaría un buen rato. Severus comenzó a ponerse nervioso cuando al final Poppy se alejó de Harry y se acercó hasta ellos.
- ¿Bien?- La mujer le sonrió un poco al impaciente profesor de pociones.
- Está extraordinariamente cansado. Sus hematomas y quemaduras han desaparecido por completo, probablemente debido a su desaparición y reaparición, pero está exhausto, necesitará mucho descanso.- Ambos hombres gimieron y se apoyaron contra la cama. Lupin se cubrió los ojos con una mano.
- A veces, estoy muy contento con que el padrino de Harry sea Sirius. Él es el que tiene que tratar con el muchacho cuando está enfermo.- Snape se rió silenciosamente.
- Es bastante difícil cuando se tiene que quedar en cama, ¿verdad?- Remus asintió de forma miserable.
- Lo es.- Se giró a la enfermera que se estaba riendo suavemente y le preguntó.- Poppy, ¿podremos llevárnoslo? Dumbledore quiere que nos marchemos lo más pronto posible de este tiempo.- Poppy Pomfrey los miró pensativa durante un momento y asintió.
- Esperad un par de días, solo para asegurarnos que está completamente estable y ha podido recuperarse un poco, entonces os lo podréis llevar.
Severus y Remus asintieron, entonces la enfermera se dirigió hasta Lily para asegurarse que la muchacha estaba bien, Snape salió de la habitación para ir a hablar con su propio Dumbledore y Remus se sentó en una silla al lado de la cama de Harry. Ahora solo tenían que esperar hasta que se despertara.
