CAPITULO 11
VEGETA EN EL CIELO DE DIAMANTES
Los Beatles
- ¡¿QUE TE PROPONIAS, GOKUH! - pregunto Piccolo indignado - ¡SI IBAS A ACABAR HACIENDO ALGO TAN ESTUPIDO, MEJOR LO HUBIERAS HECHO DESDE UN PRINCIPIO!
- Piccolo...
- ¿Entonces usted ya lo sabia señor Piccolo? ¿Por que no nos dijo nada?
- Ay Gohan - le dijo Spawn, en su profundo, ronco y cavernoso tono de voz, teñido por ligera impaciencia -. Ya me imagino a Piccolo diciendo: "Gohan, te tengo dos noticias: una buena y una mala. La buena es que tu padre regresó. La mala es que hizo un trato con un demonio al que le vendió su alma y ahora es un asqueroso engendro infernal". Por favor. Ni siquiera para él hubiera sido fácil. Aunque si lo creo capaz de decir algo así.
Piccolo: ¬¬u
- ¿Entonces es cierto lo que dijo el supremo Kaioh Sama? - preguntó Gohan con miedo mal disimulado - ¿Que vendiste tu alma por...?
Spawn clavo en el una mirada penetrante de sus ojos esmeraldas.
- No lo sé. ¿Crees todo lo que dice esa pobre imitación de ser supremo?
- Oiga, señor Gokuh, yo solo digo lo que sé, yo... - inexplicablemente intentaba disculparse el supremo Kaioh.
- Aunque no quiera aceptarlo, el engendro tiene razón - lo interrumpió Vegeta -, usted ni siquiera pudo sentir la presencia de los Hellspawns, y no sabe mucho acerca de los cazadores celestiales.
- Oh, y me dirá que usted tiene una vasta experiencia sobre el tema - dijo una voz femenina a su espalda.
Vegeta volteo hacia ella y sin poder explicarse como sucedió, estaba en una elegante oficina en un edificio con enormes ventanales. Una hermosa dama se encontraba sentada tras un escritorio muy grande.
- Yo.. Eh... ¿donde rayos estoy? ... ¿qué demonios pasa aquí?
- Vaya, ¿El príncipe Vegeta, correcto? Por favor tome asiento - le dijo la dama indicándole una cómoda silla forrada en piel que estaba frente al escritorio, aparentemente sin molestarse por los modos del príncipe.
Vegeta permaneció de pie.
- Pero... ¿cómo sabe mi nombre? ¿Quién es usted?
- Permítame presentarme, mi nombre es Rachel, es un placer conocerlo- ella repitió la invitación -, por favor siéntese.
Vegeta estaba tan confundido que finalmente acepto.
- Yo... espero una explicación.
- Es normal, bien, seré lo más breve posible - carraspeó ligeramente -. Esta en la sede de los cazadores celestiales, la Ciudad de la luz. Se le ha traído aquí por una razón especial. Pero primero
¿Gusta tomar algo? ¿Puedo ofrecerle agua o alguna otra cosa? Se encontrara usted cansado, después de la batalla.
- ¿Agua? ... - "Aprovechando"-. Si no le molesta creo que necesito algo más fuerte.
- No es ninguna molestia - apretó el botón del comunicador que tenia en el escritorio - ¿Cariño?
- ¿Si señorita Rachel? - se escucho la dulce voz de su secretaria.
- Por favor busca algo en la nevera para nuestro invitado, un vino o algo, lo dejo a tu elección, sorpréndeme.
- Si señorita Rachel.
- ¿En que estabamos? - le pregunto a Vegeta, que por alguna extraña razón no atinaba a decir esta boca es mía - ¡Ah si! Bueno, la razón por la que se le ha traído aquí es por un asunto muy inusual.
De un cajón de su escritorio saco una hoja donde venia una fotografía y unos datos.
- ¿La conoce? - Le pregunto señalando el documento. La fotografía era de Tiffany. Con armadura y lanza.
- No lo sé. Me resulta familiar, pero no recuerdo haberla visto en ningún lado.
- Ya notara que la armadura y la lanza que tiene en la foto es muy similar a las que usted obtuvo.
- Si.
- ¿Puede recordar como las consiguió?
- No estoy muy seguro... lo primero que encontré fue la lanza, al tocarla me hizo tener un sueño muy extraño. Al despertar, estaba lejos de donde la encontré y habían pasado mas de dos días sin que me diera cuenta.
- No fue un sueño, fue... como decirlo... un pequeño acomodo dimensional, tenemos otro termino, pero es mucho más complicado.
- ¿?
- Ya antes había pasado algo parecido, fue con el Hellspawn que usted conoce.
- ¿Kakarotto?
- ¿Ese es su nombre? En fin, el se enfrentó a uno de los nuestros y lo derrotó...
- ... ¿Angela?
- ¿Cómo lo sabe?
- Solo... lo recordé... no sé... de donde...
Rachel sonrío.
(toc, toc)
- Adelante.
- Disculpe, señorita Rachel, aquí esta lo que pidió - dijo la secretaria, una chica rubia muy joven, parecida a Reese Witherspoon (Legally Blonde), entrando con una botella y dos copas en la mano.
- Gracias cariño, ya puedes retirarte.
La secretaria saludo con la cabeza y salió. Rachel sirvió una copa a Vegeta y una para ella.
- Llegamos a sospechar que Angela nos había traicionado y le enviaba armas e información a Zarach. Pero tras varias investigaciones y un juicio llegamos a la conclusión de que era poco probable - tomó un trago y continuó -. Por extraño que parezca, la lanza simplemente se destruyó al entrar en contacto con la energía del Hellspawn cuando este la activó para transportarla sin querer. Pero en el caso de usted sucedió algo diferente. Debo preguntarle ¿accionó algún botón de la lanza o la tocó de alguna manera en especial?
- No. Yo solo... la levante, no le hice nada.
- Entonces supongo que la lanza debió de haber reaccionado de alguna manera con su energía de forma automática, esa arma lo escogió a usted... - miro la fotografía de Tiffany -. Es una pena lo que le paso a esta pobre chica.
- ¿Que fue de ella?
- El Hellspawn la elimino. Pobrecita, tenia mucho futuro por delante, claro, una vez que lograra dominar su mal carácter y su impulsividad. Había ido a la Tierra con la intención de destruir al nuevo Hellspawn. Ella nunca creyó en la inocencia de Angela. Pero de alguna manera continua con nosotros, más específicamente, con usted.
- ¿Que quiere decir?
- Este tipo de armas tienen una afinidad muy profunda con sus dueños, tanta que llegan a conectarse ente si y tiene la capacidad de guardar recuerdos, conocimientos, sentimientos y habilidades. Es por eso que ahora que esta en su poder, puede hacer todo lo que los cazadores ya saben...
- ¡¡¡! ¿Me esta diciendo que ahora hay una mujer en mi cabeza? ¿O que?
- Algo así, y no solo eso, en el tiempo que perdió, usted sufrió un cambio físico, toda una metamorfosis, aunque apenas haya notado la diferencia, ya no esta hecho de carne y hueso.
- ¡¿QUE! - Exclamo el príncipe poniéndose de pie.
- Por favor no se alarme - dijo sonriente y tomándole la mano. Vegeta sintió un escalofrío al sentir el contacto. La mano de ella era muy fina. La miro con atención, no había notado que Rachel era una chica muy atractiva, con un hermoso cabello negro, que imagino debía ser muy suave, y sus ojos eran como lagos profundos de aguas tranquilas (N. de P. S.: poniéndonos poéticos) -. Déjeme explicarle
Ella hizo una aspiración profunda.
- Los Hellspawns están hechos de Sicoplasma, que es maldad pura, destrucción y muerte. Los cazadores, en cambio, estamos hechos de Vitalita, energía positiva pura, creación y vida. Hay quienes nos llaman "Angeles", nos dedicamos a hacer el bien y mantener la paz del universo... bueno... La mayor parte del tiempo, claro esta y salvo nuestras excepciones.
- Genial, eso quiere decir que ahora soy un lindo angelito.
- Puede bromear si quiere, como ahora esta hecho de diferente manera, eso puede influir en su carácter... ¿sabe? Me gustaría que se quedara con nosotros durante un tiempo - hizo un guiño -, para enseñarle a utilizar sus habilidades -. En otras circunstancias no habríamos descansado hasta recuperar la lanza, pero ahora... Ese Hellspawn nuevo nos tiene un poco preocupados, ya era considerablemente poderoso antes de morir, igual que usted antes de convertirse en cazador. Usted tiene un poder similar al de él. No es un cazador celestial como los demás, es algo distinto... - con suavidad acerco su mano al pecho de Vegeta y tomó la cruz que pendía de su cuello -. Esta cruz... esta cruz... significa que...
- Yo... creo que no me quedare aquí - interrumpió Vegeta, la miro a los ojos y cuando lo hizo se ruborizo levemente, consideraba que estaban demasiado cerca uno del otro -, aprenderé solo, estoy acostumbrado a entrenar sin ayuda de nadie.
- Es una pena - parecía ligeramente decepcionada -. Esa arma y "alguien" hicieron una elección porque necesitamos toda la ayuda posible. Bueno, solo una cosa más. He sido todo lo amable y comprensiva que he podido, usted comprenderá que su situación es muy delicada y de vez en cuando lo estaremos vigilando, si no nos parece el uso que le dé a sus armas y habilidades iremos a buscarlo, no crea que es amenaza, ni que tengo algo en su contra, es solo parte de mi trabajo.
