CAPITULO 18

LO RECUERDO

DEDICADO A:

LA MEMORIA DE BRIAN EPSTAIN Y AL QUINTO BEATLE: SIR GEORGE MARTIN

Sus pasos se sentían un poco vacilantes como si no estuviera acostumbrado a su propio peso. Cuando lo vieron completamente supieron el porque. Se veía mas grande y fornido, con el brazo izquierdo cubierto por algo que mas que guante tenia el aspecto de un ariete color rojo sangre, con picos plateados colocados en diversos sitios del mismo, apuntando en varias direcciones, como espinas de rosas. La capa era aun más larga, del mismo tono que los guantes, con la capucha que se la había formado con anterioridad. Lo acompañaba una doble hilera de cadenas que habían aumentado el grosor que tenían y se retorcían sobre si mismas como serpientes, con sus malignas cabezas de dientes afilados chorreando sicoplasma. Sus ojos verdes ardían en medio de las marcas blancas sobre su mascara negra.

- Eso es lo que me faltaba por recordar.

Vegeta, Piccolo y Gohan: ¡SPAWN!

Unos pasos tras él venía Angela.

- MI HELLSPAWN - rugió Zarach.

Demonios de todas clases y aspectos formaban un circulo alrededor de la escena. Esperando.

Los guerreros Z presentes miraban a Spawn con una mezcla de extrañeza, temor e incredulidad.

- ¡Imposible! - dijo Piccolo - ¿Cómo puedes estar aquí? Lo único que quedo de ti...

- Fueron tus huesos quemados - completo Vegeta.

Spawn los miró.

- Los Hellspawns no tenemos huesos - respondió, con una voz que no mostraba emoción alguna.

- Corazón, eso ya deberías de saberlo ¿la palabra "sicoplasma" no te dice nada? - dijo Ángela guiñándole un ojo a Vegeta, incapaz de abstenerse de hacerle una observación a pesar de que no era precisamente un buen momento.

- ¿ACASO COMPARTEN LA ABSURDA IDEA DE DERROTARNOS? ¿HAN VENIDO PARA TERMINAR CON MI EJERCITO?

- No – contesto fríamente Spawn –. Solo he venido a aniquilarte a ti.

Más rápido de lo que cualquiera se pudo haber imaginado, Spawn salto directamente hacia Zarach. Consiguió golpearlo en el rostro, la gigantesca cabeza de piedra no se movió. Su garra derecha se levanto y le pego al engendro, enviándolo a varios metros de distancia.

Piccolo trataba de asimilar lo sucedido.

"Ese desgraciado engendro" pensaba. "Incremento su poder, atacó con todo y Zarach ni siquiera se inmutó"

Vegeta, Gohan y Angela elevaron su poder al máximo al mismo tiempo. Rodearon a Zarach y dispararon. Todos dieron en el blanco. Zarach brilló, como si hubiera absorbido la energía y su piel de roca se quebró, como un cascaron. De pronto, del interior salieron dos viscosas manos de reptil con las que golpeo a los tres, muy rápido. Demasiado rápido.

Gohan lucia una cortada seria en el pecho y Piccolo rápidamente se le acerco y trato de protegerlo, ya que Zarach se dirigía justo hacia él.

El demonio había cambiado por completo de aspecto. Ahora era alargado como una serpiente con cuatro patas largas y delgadas provistas de garras, que demostró poder mover con mucha velocidad. Su hocico chato lleno de hileras de pequeños y afilados dientes. Con unos ojos negros, redondos, inmensos, demasiado grandes para su cabeza. El monstruo estaba cubierto de pequeñas escamas de un metal blando y las hacia brillar alguna sustancia viscosa y transparente, que dejaba rastro por donde pasaba. Con su asquerosa cola, aprisiono a Vegeta y lo lanzo hacia la obscuridad, desde donde cientos de demonios observaban la escena, quienes se lanzaron inmediatamente sobre el príncipe, ansiosos de hacerlo pedazos.

Piccolo cargó a Gohan en sus brazos, tratando de alejarse del demonio. Una lengua bífida salió de la enorme boca de Zarach, lista para atraparlos y engullirlos. Afortunadamente no los alcanzó, porque fue jalado hacia atrás, las cadenas de Spawn lo sujetaron del cuello.

Zarach alcanzo a escupir hacia Piccolo y Gohan algo parecido a una telaraña, que al tocarlos los envolvió y dejo pegados al suelo, entre los dos no pudieron romperla.

Los ojos del demonio miraron a Spawn con infinito desprecio.

Angela trataba de levantarse, pero de algún modo la había paralizado el ataque sufrido. Vegeta tampoco podía ayudarle, ocupado en repartir tajos y rayos de energía a diestra y siniestra, para tratar de quitarse de encima a sus atacantes.

Las cadenas de Spawn se comenzaron a fundir con la piel de Zarach. El engendro no hubiera podido soltarlo, aunque hubiera querido y tampoco tuvo tiempo para alejarse antes de que su amo demonio lo alcanzara y lo golpeara repetidamente contra el suelo, al tiempo que emitía lo que para los demás solo eran fuertes chirridos que sin embargo, para Spawn resultaban palabras muy claras.

- TU, PEQUEÑO E INSIGNIFICANTE PEDAZO DE BASURA ¿EN SERIO CREISTE QUE PODIAS VENCERME? ERES MIO. HICIMOS UN TRATO. TODA TU INMUNDA VIDA Y ALMA ME PERTENECEN. YO TE CREE Y CON UN MINIMO ESFUERZO PUEDO DESTRUIRTE. SI NO LO HE HECHO ANTES ES PORQUE AUN PUEDES SERME UTIL.

- ¡NO! – gritaba a todo lo que le decía - ¡NO!

- SIEMPRE HAS HECHO MI VOLUNTAD, DESDE QUE REGRESASTE A LA TIERRA.

- No... es... cierto... No... es... posible...

- JA, JA, JA. ¿NO ME CREES? MIRA HACIA DONDE ESTA AQUEL POR QUIEN VENDISTE TU ALMA ¿SABES QUIENES SON LOS QUE LO ESTAN ATACANDO - con una de sus extrañas manos levanto a Spawn para obligarlo a mirar -. ¿PUEDES RECONOCER A TODAS ESTAS POBRES ALMAS PERDIDAS? ¿TE ATREVES A MIRARLOS DE FRENTE? ¡MÍRALOS!

Spawn se encontró con ojos verdes, rojos, y cuencas vacías. Rostros desfigurados a golpes y cuerpos destrozados. Y en todos reconoció poco a poco su toque. Nublados recuerdos de él y cada uno de ellos a quienes tenia en frente.

- TU LOS ENVIASTE AQUÍ DIRECTAMENTE ¿QUÉ TE PARECE?

- Yo... no... sabia... no quise... no... - Spawn trataba de pensar con claridad -. De todas...maneras... tarde o temprano... hubieran terminado aquí... Ellos mismos se lo hicieron...

- ¿Y CREES QUE ESE PENSAMIENTO TE SIRVE DE ALGO? ACÉPTALO, TU LOS TRAJISTE AQUÍ - Zarach presiono la cabeza de Spawn como si quisiera romperla. El engendro gritó con todas sus fuerzas.

Angela lo escucho, aun por encima de los ruidos que estaban a punto de volverla loca. Y tomo su lanza firmemente entre sus manos. Corrió hasta quedar entre el demonio y el cuerpo destrozado de su víctima.

- ¡Déjalo! ¡Maldito!

Con el filo de su lanza corto la base de la malvada cabeza de Zarach. Tripas pestilentes cayeron al suelo. A pesar de ello, el demonio reía. Y riendo cayo sin que hubiera alguna señal de que volvería a levantarse. Al ver caer a su amo, los demonios menores que atacaban al príncipe de los saiyajin se alejaron a una distancia que consideraron prudente, dejando a su víctima en el piso.

Piccolo y Gohan lograron romper su asquerosa atadura. Vegeta se levantó.

- Spawn – murmuro Angela, tocando la mano del engendro con la suya –, vamos, levántate, esto no es lo peor que te ha pasado ¿o si? – La siclopasma salía entre su traje negro formando un charco.

Lentamente los otros tres guerreros se acercaron.

"Dios mío. ¿Cuantas heridas has tenido que soportar? ¿Algún día terminara?" pensaba Piccolo.

- Papá...

Vegeta miraba a Zarach, preparando su lanza, esperando a que se volviera a levantar en cualquier momento.

- Se levantará - dijo Angela -, pero al menos tenemos un pequeño respiro.

- Unghh - gimió Spawn desde el suelo, en donde se hallaba prácticamente empotrado.

Angela lo movió con cuidado.

- Estas casi entero - comentó -, de esta sales.

Zarach también se levanto, Vegeta lo vio ponerse de lentamente y adoptar una forma mas.

Era magnifico. La figura del Ave Fénix con plumas oro y escarlata. Sus ojos brillaban como diamantes. Todos lo miraron fascinados, y por un momento olvidaron donde estaba y quien era, ante el increíble espectáculo de esa hoguera dorada en medio de la oscuridad.

Y habló. Su voz, profunda y suave llego a la mente de los presentes, ocupándolos por completo, sin darles espacio para prestar atención a otra cosa o pensar en algo que no fuera ese potente sonido.

- PUEDO DARLES TODO LO QUE SIEMPRE HAN DESEADO ¡PODER! ¡VIDA ETERNA! ÚNANSE A MI, A MI EJERCITO Y SERAN BIEN RECOMPENSADOS.

Su hermosa cabeza se inclino hacia Gohan, mirándolo fijamente a los ojos. El joven creyó ver compasión y amabilidad entre los destellos de diamante.

- Y TU, CORAZON PURO ¿QUÉ ES LO QUE MAS DESEAS?

Gohan trago saliva. "Lo que mas deseo... lo que mas deseo..."

- VEN A MI, NO TEMAS. TE PROMETO QUE NUNCA MAS VOLVERAS A SUFRIR REMORDIMIENTOS NI PENAS. YO TE PROTEGERE. ME ASEGURARE DE QUE NADA MALO VUELVA A PASARTE.

Esa voz le resultaba cada vez mas reconfortante. Vio las potentes alas hacer un movimiento listas para cobijarlo entre ellas, solo tenia que acercarse, con solo estirar la mano podría tocarlas, estaría a salvo de sus temores. A lo lejos una voz extraña que jamas había escuchado gritaba palabras incomprensibles.

- ¡NO! ¡NO TE LLEVES A MI HIJO!

Spawn luchaba por ponerse de pie.

"No te lo lleves... Ya me has utilizado a mi... No puedo permitir que le hagas daño..."

Buscó los ojos de Vegeta, el príncipe se hallaba a un lado de él, pero no pudo establecer ningún contacto. Toda la atención del orgullosos saiyajin estaba fija en la gigantesca ave frente a él. Su lanza se había resbalado de entre sus dedos y quedo tirada como cualquier cosa inservible.

Tampoco pudo comunicarse con Piccolo.

De rodillas, el engendro apretó los puños.

"Por favor Gohan, no lo hagas".

Sintió una mano sobre la suya. Angela trataba de resistir con todas sus fuerzas y lo apoyaba.

Entre los dos tomaron la lanza de la cazadora, entrelazando sus manos. Y se movieron al unísono para concentrar la energía celestial y atacar.

- ¡ZARACH! ¡NO TE ATREVAS A TOCARLO!

De la lanza salió un rayo que impacto a Zarach justo entre los ojos, obligándolo a retroceder. Herido, chilló y batió sus alas, levantando ráfagas de viento y fuego que alejaron a sus atacantes.

Gohan también fue empujado hacia atrás, había quedado con la mano suspendida en el vacío, casi lo pudo tocar... parpadeó, tratando de poner orden en sus ideas.

Vegeta y Piccolo tenían el aspecto de haber despertado de un sueño.

- Maldición - gruñía el engendro -. Solo lo herimos, ¿hay algún modo de matarlo?

- Eso es lo que vamos a averiguar - le contesto Angela - ¿Seguro que no te vas a terminar de desarmar? Aun no te ves del todo completo.

- No importa.

Zarach aun era algo digno de verse, no había perdido nada de su belleza, y podía volver a intentar algo.

- Esta demasiado interesado en Gohan - dijo Spawn.

- ¿Qué? ¿Pero por que? - preguntó Piccolo.

- Por muchas razones - respondió Angela -. Es potencialmente mas poderoso que Gokuh y seria una adición estupenda para su ejercito. La otra razón también es muy preocupante...

- ¿Cuál es? - preguntó Spawn.

- ¿Nunca te preguntaste por que no te tiene completamente controlado? ¿Por qué no has perdido tu voluntad y te has sometido a el? Es tu familia la que te mantiene lejos de su poder. Una vez controlando a Gohan y matando a Goten no tendrás nada que te ate a tu vida anterior y le pertenecerás.

Los temores de Angela se confirmaban. Una segunda tropa de Zarach invadió el Templo Sagrado, escuadrones enteros de demonios se lanzaban contra el pequeño Goten. Kuan-jin comenzaba a entender su tarea de niñera-guardaespaldas, y Trunks se preguntaba las razones del odio de los demonios contra su mejor amigo.

- No te preocupes por Goten, estará bien. Ya me encargué de eso - tranquilizo Angela a Spawn -. Y por este lado tenemos una gran sorpresa. Con nosotros se encuentra la gran carta de triunfo. - señaló a Vegeta - El guerrero que estuvimos esperando para derrotar a Zarach. El elegido para llevar el titulo del Redentor.

Nota sobre este capitulo: Según tengo entendido, Kuan-jin es la diosa de la misericordia en China. Anahita es también otra diosa, pero no estoy muy segura de su origen, ni que representa. En el cómic, son amigas de Angela, y parece que viven en el mismo departamento. Ahorita me estoy complicando demasiado la vida al poner una gran batalla por el destino del mundo, estilo "El Señor de los Anillos", solo que en lugar de humanos y elfos, están los cazadores celestiales, y en lugar de orcos vendrían siendo los demonios de Zarach. Como es mi primer fic espero que se entienda que no soy muy buena a la hora de describir combates epicos y desgarradores.