Disclaimer: Los personajes de Outlast No me pertenecen.
Aclaraciones: [One-Shot/AU] Clasificación M o T. Cambie un poco algunas cosas, en este caso va ser Eddie x Lisa/aunque también la pueden considerar como un Oc, solo digo. Género: Romance /Drama/ Horror
"Letra entre comillas son pensamientos"
Summary: [One-Shot/AU] De todas las víctimas que recibió como regalo y para su boda, ella es el regalo perfecto para él… (Eddie Gluskin x Lisa Park)
El regalo perfecto
«~Quiero una niña, como la niña que se casó con el querido papá
Ella era una perla y la única niña que papá tuvo,
Una buena chica pasada de moda con el corazón tan cierto.
Alguien que no ama a nadie más que a ti ~»
.
.
Botón por botón, unas manos descienden hacia abajo siendo delicado en ir desvistiendo a su amada. Es un muchacho que cree en el destino y quizás en las casualidades, se felicitaba mentalmente por utilizar uno de los casilleros para capturar a su querida y futura esposa. Antes de quitarle ese traje horrendo, miró por unos segundos el rostro inconsciente de su amada; manchas de sangre, algo de tierra en su cabello corto y castaño oscuro… Un rostro tan delicado y fino, como ese cuello de cisne. Sabiendo que pronto tendría que reparar ese cuerpo para el momento de concebir un hijo suyo.
Eddie desvistió parte de la ropa dejando al descubierto un seno un poco grande, que seguramente se adaptará al tamaño de su palma. Este se sorprendió. Mirando, otra vez, a ese "hombre", claramente, tenía el cabello corto y de color castaño claro pero físicamente parecía tan frágil como otras zorras que había encontrado. Al terminar de quitar la ropa, el muchacho se llevó una gran sorpresa con respecto al regalo que descendió por aquellas escaleras, directamente a su hogar.
Analizando desde la cabeza hacia los pies. Ese no era un hombre, porque tiene todo lo que él quería crear en otras zorras. Ese "hombre" es perfecto, tan perfecto que no necesitaba ser reparado o ¿si?
Deslizó suavemente su cuchillo, por esa piel de porcelana con manchas de sangre y tierra, hasta llegar al vientre y al ver que ella no se había despertado aun, decidió continuar. ¿Quién sabe las cosas que tuvo que pasar su amada antes de llegar a él? Guardando su arma en su bolsillo, Eddie acarició con delicadeza algunas partes de ese cuerpo tan perfecto para la ocasión, tocando desde el cuello con las yemas de sus dedos, deslizando sutilmente por los pezones; haciendo trazos en círculo.
Mientras más hacía estas acciones, él mismo se estaba condenando a sentir cierta excitación antes de la boda. Sus orbes azules la miraban con deseo, con ganas de tener una intimidad con ella o él, antes de la boda. No, no permitiría que su hijo fuera concebido fuera del matrimonio. Aunque pensaba solo en los toqueteos y roces, esas cosas no lo veía tan mal.
Su mano derecha tocó uno de los senos, haciendo un ligero masaje.
Tan suave, tan suave y tan…Real.
Eddie se relamía los labios, sentía una molestia en sus pantalones y su amada no ayudaba con esa imagen que tanto lo deleitaba. Incluyendo, que su futura esposa seguía inconsciente, bueno, podía sentir su leve respiración. No podía creer que esa presa fuese una gran sorpresa y podría ser su mejor regalo; sobre todo porque no había rastro de algún miembro masculino, más si se trataba de hacer una pequeña cirugía y muy dolorosa.
Repite la misma acción, masajeando nuevamente el seno pero esta vez, su mano izquierda descendía en su entrepierna, terminando por meter su mano para estimular su miembro erecto.
Uhm~
Al empezar, escuchó ese ligero gemido que provenía de su amada; — Parece que te gusta, zorra —murmuró, al sonreír con picardía. Seguía masajeando uno de los senos, luego seguía con el otro pero siempre se deleitaba con imaginarla con el vientre crecido; la imaginaba llevando al fruto que podrían concebir.
Ahm~ gimió, disfrutando de la hermosa imagen que tenía en frente.
Le dio la espalda a su amada, para evitar mirar ese cuerpo tan hermoso y tentador. él continuaba estimulando su miembro erecto; su mano izquierda se apoyaba en la pared, mientras que, con la mano derecha seguía jalando y respirando de manera entrecortada.
—Maldición —susurró Eddie, con dificultad.
Cada vez, trata de luchar con esas ansias de hacer algo que no debe. Cuando estaba por llegar a su límite, solo se imaginaba su noche de bodas con su futura esposa y de lo bello que podrían ser sus hijos.
Uhm~ La escuchó de vuelta.
Alertando que ella podría despertar en cualquier momento.
Eddie la miró de reojo y se detuvo, limpiando parte de sus dedos de ese líquido seminal que se escurría por su miembro. Se acomodaba parte de su ropa, como si nada hubiera pasado, aún mantenía su sonrisa pícara de oreja a oreja.
—Querida, mira lo que me hiciste —dijo, en tono de broma — Mira como me pusiste.
Sus orbes azules mantenían ese brillo de deseo, sus ansias seguían latentes.
Entonces, se alejó sabiendo que pronto se despertará y se enamoraría de él. Todo como si fuera el cuento de la bella durmiente, aunque Eddie conoce el otro cuento también, su mirada intimidante y lujuriosa sentía la necesidad de aprovechar esta gran ocasión.
—Pero…Primero, empecemos con los preparativos —dijo, antes de mirar una vez más a su novia.
Poco a poco fue asomando su rostro, para depositar un ligero beso en los labios; —Despierta, querida, no deberías dejar al novio plantado en la boda. No sería nada lindo para tu imagen como mi futura esposa.
El novio se alejaba para buscar algunas cosas, dejando a su novia expuesta en una habitación tan fría y con su ropa tirada en el suelo. Ató las manos y las piernas de la joven que seguía dormida sobre una mesa de madera, obviamente, él fue cuidadoso tratando de no dejarse caer de nuevo, ante la tentación de esos impulsos carnales. Porque ni el padre Martin, lo perdonaría por eso y los otros cuadros de los curas que estaban colgados en su "catedral".
Eddie la tapaba con una manta que estaba cosida con varios retazos de tela, por lo menos hasta los pies pudo cubrirla del frío. Cuando ya estaba decidido en retirarse porque los preparativos lo esperaban, en especial, la despedida de soltero. Tomó algunas medidas con una cinta métrica para tela que estaba algo maltratada.
—Querida, necesitas el mejor vestido de novia — habló, tarareaba al seguir tomando las medidas de cintura y pecho. Esa parte, fue difícil para Eddie, por sentir ese cosquilleo en su entrepierna.
Le gustaría seguir haciendo esto hasta que ella despierte pero el vestido no estaría terminado para su momento especial; —Eres perfecta.
Eddie se retiró de la habitación, dejándola sola. Sabiendo que tendría muchas cosas por hacer y que la gran parte, tanto él como su prometida, serán los protagonistas de esta hermosa boda. Los preparativos, el vestido y la despedida de soltero.
.
.
.
Pronto, aquella hermosa mujer de cabello castaño claro y corto, se levantaría por los gritos agonizantes y de súplicas de las víctimas del novio. Sin saber que su esposo estaría circulando por esos lados, buscando la manera de escapar de este lugar. Jeremy fue el culpable de haberla encerrado en este infierno terrenal, y solo por haber rechazado una propuesta indecente, a cambio de la libertad de su esposo.
Ella creyó que él estaría muerto, como también Jeremy. Por otro lado, su mayor obstáculo es escaparse del novio, Eddie Gluskin.
Fin~
N/A: Espero que les haya gustado este nuevo fanfic de Outlast, me disculpo que sea solamente un one-shot. Por otro lado, pensé continuarlo… No sé, a menos que saque otro fanfic con solo 5 capítulos jajaja. Perdón, si les pareció algo grotesco la escena de Eddie excitado, o más bien, consolándose.
¡Espero que les haya gustado, saludos y cuídense!
Atte. J.H ©
