Bueno, antes que digan "¿Otra vez lo volvió a subir? ¡Esta tipa está loca!" Déjenme decirles que gracias a Sue Donily pude darme cuenta que así como ella, habrá quienes quieran leer el fic que originalmente escribí allá por el 2011 (mas o menos) y la verdad antes de subir el reeditado, me estuve cuestionando si estaría bien subirlo tal cual lo hice en ese tiempo, o si tenía que modificarlo por todas las cosas que nos ha regalado el gran Masashi Kishimoto. No quise arruinar lo que nos ha dado y por eso decidí subir el fic ya reeditado y modificado en muchas partes. Antes de que lean el fic original, quiero que tengan presente que en ese entonces tenía 11 años menos a los que tengo ahora :'v (que triste y que rápido pasa el tiempo ~ kenni ya está desvariando~) En fin, creo que ahora puedo ver mejor las cosas (?) Aunque muchos aseguran que no he cambiado :'v asdfsadfsafsadf en fin, ¡A leer! Gracias Sue Donily, por abrirme los ojos. :'D

La boda de mi mejor amigo – Fic

Cap. 1 – 5 días.

- ¡Lo amo Tsunade-sama! ¡Lo amo!... sé que fui una estúpida al no darme cuenta de sus sentimientos a tiempo, pero…

- Sakura, te das cuenta de lo que estás diciendo? – Interrumpió la sennin antes de que la pelirrosa le volviera a dar sus justificaciones del por qué no le había hecho caso al ojiazul en su momento, pronto la pelirrosa empezó a llorar nuevamente por esa situación tan amarga que atravesaba en ese preciso instante. – Sakura… ¡Él se va a casar! – Recordó la rubia con un aire de tristeza en cada una de sus palabras al ver en ese estado tan deplorable a su alumna.

- Lo se… - Dijo tristemente.

- Me duele mucho verte así… no sé qué puedo hacer por ti. – Comentó la rubia después de dar un suspiro cansado.

- Tsunade-sama… ¿Por qué la vida es así conmigo? ¿Por qué precisamente ahora que se va a casar me doy cuenta de que no puedo vivir sin él? – Preguntó sin entenderse a sí misma.

- Sakura... dime una cosa. – Pronunció la rubia llamando la atención de la pelirrosa. – ¿Lo amas porque ahora él es Hokage? – Preguntó sabiendo como en tiempos remotos, su alumna se dejaba llevar por las apariencias, por el estatus o por lo que era alguien. – ¿O… lo amas por que verdaderamente lo sientes? – A completó para que la pelirrosa no se sintiera ofendida por su cuestionamiento.

- Sé que en toda mi vida eh sido una chica superficial pero… yo no me entendía, hasta que me di cuenta de que los celos que tenía hacia ellos cuando los veía juntos, iban más allá de celos fraternales… y eso era por que en verdad lo amaba… y ahora que se van a casar, sé que lo perderé para siempre y yo no quiero Tsunade-sama, ¡No quiero!... pensé que viniendo al país de la Hierba con usted lo olvidaría pero… hoy me doy cuenta de que no es así. – Respondió muy desesperada la ojijade.

Por otro lado, la rubia analizaba lo dicho por su alumna, no sabía perfectamente que decirle pues veía su desesperación, tristeza y desamor en su semblante sobrio y vacío, veía como estaba con la cabeza agachada, resignándose a perder al amor de su vida; y se preguntó si estaría bien en aconsejarla… pronto un recuerdo invadió su mente, aquel en que el rubio decía amar a la ojijade…

- ¡¿Y que haces aquí maldita sea?! – Exclamó muy furiosa la rubia. – ¡Ve por él Sakura! ¡Ve a Konoha y no permitas que se case! Si verdaderamente lo amas como dices hacerlo, lucha por él hasta en las últimas consecuencias. – Animó la senin.

- ¡P-Pero Tsunade-sama! – Exclamó muy contrariada la ojijade.

- ¡¿Qué esperas Sakura?! – Dijo la rubia para que su alumna entendiera el significado de sus palabras.

- Pero… ¿Y si le hago daño a ella? – Dudosamente preguntó ante aquella situación, pues alguien tendría que salir perdiendo ante aquel triángulo amoroso.

- Será tu decisión Sakura… ahí tendrás que elegir entre tu felicidad o la de ella. - Comentó la rubia sabiendo a que conllevaba toda acción.

- Tiene razón… ¡Lucharé por él hasta en las últimas consecuencias! – Dijo la pelirrosa más convencida. – ¡Gracias Tsunade-sama! – Exclamó antes de salir de aquella habitación.

- Solo espero no haberme equivocado… – Pensó la rubia al ver salir a su alumna de ahí, dispuesta a luchar por lo que ella más amaba.

- Naru… – Llamó la ojiperla para obtener toda la atención del rubio.

- ¿Qué pasa amor? – Preguntó un tanto intrigado el rubio al ser llamado por su prometida.

- Etto… s-solo quiero saber algo… – Dijo mientras juntaba los dedos índices de sus manos para controlar sus nervios mientras dirigía la mirada hacia otra parte. – Y… q-quiero que seas muy s-sincero conmigo… – Pronunció decididamente al encararlo para no perder detalle de lo que estaba a punto de preguntarle.

- Dime pequeña. – Contestó el rubio dejando el papeleo de lado para aproximarse a la ojiperla; pues ella había interrumpido en su oficina de Hokage.

- ¿E-Estás seguro de que te quieres c-casar conmigo? – Preguntó dudosamente al tener al rubio de frente mirándola de una forma incrédula al escuchar su pregunta, pronto aquella facción cambió para dar paso a una sonrisa.

- ¡Claro que sí! – Respondió muy efusivo. – ¿Aún lo dudas? – Cuestionó falsamente indignado con ella.

- E-Es que… b-bueno… durante mucho tiempo e-estuviste enamorado d-de…

- Hina… – Interrumpió el rubio antes de que la ojiperla terminara con su frase mientras ponía una mano sobre su mejilla sonrojada para empezar a acariciarle. – Eso ya pasó… ¿Sí?... Además solo faltan cinco días para nuestra boda, no entiendo por qué estás empezando a dudar… – Comentó muy conmovido al notar la inquietud de su pronto esposa.

- P-Pero…

- Sshh… – Soltó para que su prometida no dijera más mientras acercaba su rostro al suyo para darle un tierno beso sobre los labios.

- "¡No trates de engañar a la chica Naruto! Ella no se lo merece… ¡Además que lo intuye y muy bien…!" –Le dijo el Kyuubi en su interior.

- ¡Calla maldito zorro! No te pedí tu opinión. – Replicó el rubio mentalmente mientras besaba a la ojiperla.

- "¡Bueno, como quieras! Solo te diré que a la larga le harás mucho daño a la pobre chiquilla." – Contrarrestó el zorro dejando muy confundido al rubio que paró de inmediato el beso que le estaba dando a su futura esposa, de una forma un tanto brusca.

- ¿Q-Qué pasa Naruto-kun? – Cuestionó la ojiperla al no entender la reacción del ojiazul.

- Es que… ¡Me acordé de que tengo que terminar de sellar algunos pergaminos!… si no te importa, me gustaría terminar con eso. – Contestó muy apenado de poner "el trabajo como Hokage" de excusa.

- Bien… solo vine a traerte tu obento. – Dijo extendiéndole aquella bandeja de comida que le había preparado con sumo amor y cuidado.

- Gracias. – Contestó con una sonrisa mientras lo recibía.

- ¡No Naruto! ¡No pienso perderte! ¡No ahora, no a ti!... Ya perdía a Sasuke en su momento, pero tú no Naruto... sé que sientes lo mismo que yo… ¡Solo espérame! – Pensaba la pelirrosa mientras saltaba de rama en rama para llegar a Konoha. – Sé que del país de la Hierba a Konoha se hacen tres días… pero si apresuro el paso… ¡Podré llegar en un día y más si llevo conmigo las píldoras del soldado! – Se decía sin parar de saltar.

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Cap.2 – Reencuentro.

La pelirrosa iba tan deprisa que pudo lograr su objetivo; después de un día pudo llegar a su aldea natal, no perdió mucho tiempo y se encaminó directo a la torre del Hokage, donde seguramente estaría la persona a quien ella tanto ansiaba ver, para ponerle en claro sus sentimientos hacia él.

Muchos de los que habitaban en Konoha se preguntaban por la presencia de la chica, muchos se decían que tal vez le había pasado algo a la anterior Hokage, y otros tantos murmuraban que tal vez ella estaría ahí por la boda de su mejor amigo… más nadie se imaginaba a lo que ella había llegado realmente.

Ino Yamanaka se había encargado de los arreglos florales que debieran de ir en la ceremonia de bodas de sus dos mejores amigos, había ido a casa de Ten-ten para ponerla al tanto de los últimos detalles de sus arreglos personales, pues ambas serían las madrinas de dicha boda.

- ¿Sakura? - Cuestionó muy confundida de verla pasar sin que ésta se percatara de su presencia. - ¡Hola! - Saludó muy efusiva mientras abrazaba a su amiga de antaño. - ¿Qué haces aquí? ¿Vienes por la invitación a la boda, cierto? - Preguntó alegremente lo más lógico que le pasaba en esos momentos.

- Ino… - Dijo la pelirrosa sin ninguna expresión aparente en su rostro, pues escuchar la palabra "boda" no hacía otra cosa más que dolerle profundamente en el corazón al pensar en lo que estaba a punto de suceder si no intervenía pronto. - ¡No! - respondió seriamente a lo que a la rubia se le deformó la sonrisa. - ¡De hecho vine a impedir esa boda! - Respondió empezando a caminar, dejando a una rubia muy confundida.

- ¡¿Qué?! - Soltó después de reaccionar ante el impacto de esas palabras. - ¡Sakura! ¿Qué estás diciendo? - Cuestionó tomándola del brazo para detenerla y que le explicara el significado de dichas palabras.

- Luego te cuento Ino. - Respondió fastidiada de que alguien se interpusiera en su camino.

- ¡Sakura! - Llamó la rubia.

- Tengo que hablar con Naruto. - Contestó - ¿Luego te cuento vale? - Dijo para dejar a la rubia más calmada.

- Ok. ¡Pero me cuentas! - Gritó viendo a su amiga alejarse.

Como todos los días, Hinata Hyuga le llevaba el desayuno a su prometido, el cual ella había preparado con mucho cuidado y con gran satisfacción al saber que a su novio le agradaba esos pequeños detalles que ella podía hacer por él.

Y como todos los días el rubio la había recibido con mucho cariño y con una gran sonrisa; pues aquella chica se preocupaba más de lo normal por él… y como todos los días la había tomado de desprevenida para sentarla encima de él y así poderle robar un beso.

- ¡Naruto! - Exclamó la pelirrosa muy desesperada mientras abría la puerta de un gran golpe… pronto quedó hecha una pieza al ver al rubio en esa posición con… - Ella. - Pensó muy celosa

- ¡Sakura-chan! - Exclamó el rubio separándose rápidamente de Hinata. - ¡Hola! - Saludó muy alegre al ver a aquella chica ahí. - Pero… ¿Qué haces aquí? - Cuestionó muy incrédulo, pues no se esperaba a que ella llegara ese día. - Dime, ¿Le pasó algo a Tsunade-obachan? - Preguntó muy preocupado.

- B-Buenos días… Sakura-san. - Saludó cortésmente la ojiperla.

- Hinata… - Soltó no muy gustosa de verla ahí, pues sus planes se le habían caído con aquella presencia inoportuna. - Buenos días. - Contestó haciendo una falsa sonrisa de agrado,

- ¿Y bien? - Cuestionó otra vez el rubio al no obtener respuesta de su amiga. - ¿A qué debemos tu visita? - Dijo sonriéndole sin poder ocultar la emoción que le provocaba verla ahí mismo.

- Umm… no ha pasado nada. - Respondió sin más, pero pudo notar la alegría del rubio al verla. - Por cierto… ¡¿No me vas a saludar como es debido baka?! - Dijo muy feliz mientras se acercaba a él para abrazarlo.

- ¡También me da gusto verte, Sakura-chan! - Contestó el rubio mientras correspondía gustosamente dicho abrazo.

Las horas no pasaran de en balde… el rubio había llevado a ambas chicas a tomar algo en algún puestecillo de la aldea para conversar más a gusto con su amiga de antaño… entre platica y platica, la ojiperla se sentía no encajar en las conversaciones que ellos sostenían… pues tantos recuerdos alegres y tristes, bromas y situaciones bochornosas que habían compartido juntos, simplemente no era en su tiempo.

Había intentado entrar en dicha conversación, pero sus intentos habían fallado al ser ignorada olímpicamente por ambos, pues siempre que hacía un comentario, la pelirrosa se dedicaba a comentar otras cosas, haciendo más llevadera la conversación entre ella y el rubio.

- ¿Y cómo has estado? - Soltó de repente la pelirrosa acaparando toda la atención de la Hyuga, pues lo que respondiera su prometido también abarcaría lo vivido con ella.

- Muy bien… no me quejo. - Respondió despreocupado el rubio, mientras que a la ojiperla un semblante triste la embargó, pues se esperaba una respuesta como "estoy muy feliz, pronto me casaré" o "muy bien, más feliz que nunca…" pero no dicha respuesta, y pronto se preguntó en qué había fallado.

- ¿Y Sai? - Cuestionó la pelirrosa mientras le daba un trago a su bebida.

- Es líder de un escuadrón Ambu. - Respondió el rubio imitando la acción de la ojijade.

- ¡Oh vaya!… ¡Todo ha cambiado! - Exclamó muy asombrada.

- ¡Si! Y no es porque yo sea Hokage, ¿Verdad? ¡Pero eh sabido llevar muy bien mi puesto! - Bromeó muy orgulloso de sí mismo haciendo reír a la pelirrosa.

- Jajaja si, ¿Cómo no? - Soltó entre risas.

- ¡Oye! - Exclamó el rubio falsamente molesto.

Mientras ellos se dedicaban a reír y a recordar… junto al rubio estaba sentada la ojiperla esperando a que alguno de los dos se diera cuenta que no era un dibujo pintado sobre la pared del local. Se cuestionaba qué era lo que debía de hacer, si tendría que irse de ahí sin decir nada o decirle a su prometido que no estaba a gusto ahí. Pronto un pensamiento acaparó su mente… lo mejor sería irse de ahí, sin decir nada, para no molestar a su prometido.

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Cap. 3 "Él no es así conmigo"

El rubio estaba muy entretenido hablando amenamente con la pelirrosa, pero un movimiento hizo que se percatara de que ya no tenía a su lado a la ojiperla, sino que salía de aquel puesto.

- ¿Hinata? - Llamó el rubio, sin embargo la Hyuga no había hecho caso, más bien no lo había escuchado. - Sakura, disculpa pero tengo que salir, ahora vuelvo. - Dijo saliendo de ahí para dar alcance a la ojiperla.

- Si… no hay problema. - Respondió despreocupadamente mientras daba otro sorbo a su bebida.

- ¡Hinata espera! - Dijo el rubio deteniéndola del brazo.

- ¿Q-Qué pasa Naruto-kun? - Contestó muy nerviosa al saberse descubierto, pues no se esperaba a que él se percatara de su salida.

- ¿Estas enojada o algo así? - Preguntó no sabiendo a que se debía el que ella se fuera sin avisarle.

- No Naruto-kun. - Respondió tristemente para después dar un suspiro, pues sin duda su rubio no se había dado cuenta de cómo la ignoraba y en cierta forma, si estaba molesta, pero no quería que él se diera cuenta.

- ¿Entonces?, ¿Por qué te ibas así sin despedirte? - Cuestionó un tanto enfadado pues aunque quería, no lograba entenderla del todo.

- N-No es nada… s-solo me siento un poco cansada. - Mintió esperando a que su prometido no le cuestionara más y que no se diera cuenta de lo que provocaba el hecho de que le hiciera más caso a su antiguo amor que a ella.

- ¿Segura? No estarás celosa de Sakura-chan, ¿Verdad? - Cuestionó incrédulamente el rubio, haciendo que un aura de tristeza embargara el corazón de la ojiperla.

- N-No. - Contestó y sin más volvió a caminar.

- ¡Espera! - Exclamó el rubio tomándola nuevamente del brazo. - ¡Si estas enojada! ¡Dime por qué, porque yo no logro entender! - Y era verdad, al rubio se le dificultaba mucho entender a su prometida esa noche; por su parte, la ojiperla solo dio un suspiro melancólico al saber que su despistado rubio no se había dado cuenta de la falta de atención que le otorgaba al estar al lado de ella.

- Y-Ya te dije que no e-estoy enojada. - Replicó la ojiperla sin voltearse, pues si se volteaba seguramente el rubio notaría la inmensa tristeza que tenía, pero el rubio la volteó haciendo que su alma quedara en descubierto.

- Hina… ¿Qué tienes? - Al verla en ese estado, hizo que su corazón se estremeciera y que se maldijera internamente por provocarle fuera lo que fuera a su prometida, solo por estar cerca de su amiga… pero es que no podía evitarlo, no podía evitar sentir todos esos sentimientos confusos hacia su amiga, no podía evitar estar nuevamente alucinado por ella.

- Nada… - Su prometida había interrumpido entre sus pensamientos. Verle aquel rostro tan triste, en cierta forma lo conmovió; el rubio la tomó de la cara y la acercó a él.

- No entiendo que es lo que pasa… - Se dijo más para sí que para ella, pero pronto recapacitó en lo que estaba a punto de decirle. - Si estás celosa de Sakura-chan, no deberías de estarlo… recuerda que me voy a casar contigo. - Dijo melancólicamente. - ¡Y nada me gustaría más que Sakura-chan fuera nuestra madrina de bodas! - Exclamó fingiendo una sonrisa despreocupante.

- Entiendo. - Contestó la Hyuga analizando lo dicho por el rubio.

- ¡Te quiero! - Dijo él depositándole un sutil beso sobre sus labios.

- ¿Y e-ella aceptará ser nuestra madrina? - Cuestionó sintiéndose más calmada.

- No lo sé… apenas se lo iba a preguntar, pero tu saliste y bueno… - Mintió para despreocupar a la ojiperla, quizás era la primera vez que le mentía pero aquello lo ameritaba.

- Bueno… ¿Entonces que haces aquí? Ve con ella y luego me cuentas. - Respondió la Hyuga con una sonrisa cálida para animarlo a regresar con su amiga.

- Pero…

- ¡Anda ve! - Dijo nuevamente, ganándose un "Gracias" y un "te vas con cuidado" en forma de susurro por parte del rubio mientras le acariciaba la mejilla, para después salir de ahí y encontrarse nuevamente con su amiga.

La Hyuga suspiró al verlo alejarse, pronto continuó su camino de regreso a casa, pero algo dentro de sí le decía que eso no estaba bien, de hecho extrañamente se sentía muy preocupada por su situación, y pronto recordó unas anécdotas de su vida… de su niñez y juventud como chunnin, recordando así el "gran amor" que su prometido le profesaba a su mejor amiga en tiempos antaños…

- ¡Ya regresé! - Anunció el rubio al sentarse al lado de su amiga; después de despedir a su prometida.

- ¡Vaya, pensé que no llegarías! - Se burló la pelirrosa al hacerle notar que se había tardado en su cometido.

- ¡Qué dices Sakura-chan! Ya estoy aquí. - Replicó infantilmente como antes lo hacía cuando ambos eran compañeros de equipo.

- Si eso veo. - Respondió sarcásticamente la ojijade, pero pronto notó que ya estaban solos y una duda se le cruzó por la cabeza, haciendo uso de ella para cuestionar a su amigo. - Naruto… ¿Cómo que Hinata te absorbe mucho el tiempo no? Dime… ¿No te sientes asfixiado con ella? - Preguntó astutamente, mirándolo directamente a los ojos para ver si mentía o no en su respuesta.

- ¿Cómo? - Aquella pregunta hecha por su amiga, lo había desconcertado notoriamente.

- ¡Si baka! Noto que ella no te deja ni respirar, está de aquí para allá o donde quiera que tu estés… solo me preguntaba si no estabas harto de esto. - Dijo cruelmente esperando una confirmación de lo que acababa de decir y sin embargo…

- Jajaja… ¡Nada de eso Sakura-chan! Disfruto mucho estar con ella, es una buena mujer, cariñosa y…

- ¿La amas? - Interrumpió antes de que él siguiera con su respuesta; aquella pregunta hizo que el rubio dejara de reí y empezara a titubear con lo que diría.

- Yo…

- Entiendo - Dijo la pelirrosa notando la indecisión de su amigo - ¿Sabes? Si yo fuera tu novia por lo menos si te dejaría respirar por el día. - Comentó en forma de broma. - Pero por las noches, no te salvarías. - Terminó por a completar seguida de una sonrisa un tanto provocativa. Quizás era el Sake, o quizás solo quería jugar con él, se dijo internamente el rubio, mientras pensaba en lo que le contestaría, pues si bien él sabía que aquellos sentimientos aún no habían muerto, ¿O solo estaba malinterpretando todo? Pero aun así fuera uno o lo otro… aquello solo lograba confundirlo más.

- ¿Ah sí? - Optó por seguirle el juego a su amiga, obsequiándole una de sus sonrisas encantadoras.

- Si. - Se limitó a contestar la ojijade y pronto tomó una de las manos del rubio que estaban sobre la mesa, acción que hizo que el ojiazul se sorprendiera mucho y que un color carmín salieran de sus mejillas.

- S-Sakura-chan… - Susurró al sentir el tacto de la mano de su amiga sobre la suya mientras que su mirada jade se clavaba penetrantemente en él.

- ¿Ya me olvidaste? - Preguntó tristemente.

- ¿A q-que te refieres? - Contestó nerviosamente, no sabiendo que hacer o responder ante el cuestionamiento de su amiga.

- A lo que escuchaste. - Se limitó a responder la ojijade.

- Yo… - No sabía que responderle, o más bien si… pero ¿Era el momento oportuno? ¿En verdad le confesaría sus sentimientos? Se cuestionaba internamente.

- ¿Acaso le dirás lo que sientes a unos días de tu boda? - Preguntó el Kyuubi dentro de él, haciéndolo recapacitar ante lo que estaba a punto de decirle a su amiga.

- ¡¿Cómo podría olvidar a una muy buena amiga?! - Dijo sonriéndole despreocupadamente mientras apartaba su mano de la de ella.

- ¡Ah! - Soltó no muy convencida por su reacción, notando así el nerviosismo que ella le causaba con su sola presencia; optando por ir poco a poco con él, pero apresuradamente ante la boda… - ¡Pues más te vale baka! ¡Porque si no ahorita mismo te mandaría a volar! - Exclamó falsamente indignada para después darle un golpecito en el hombro, haciendo que la tensión que había en el rubio desapareciera rápidamente.

- ¡S-Sakura-chan!… ¡¿Por qué eres tan mala?! - Se limitó a seguirle el rubio mientras simulaba que el golpe le había dolido.

Ten-ten sería una de las madrinas de la boda del actual Hokage y la heredera del clan Hyuga.

Había ido a visitar a la Hyuga para ponerse al corriente sobre algunos detalles que abarcaría la ceremonia, pero al ver a su amiga ausente y deprimida, optó por hacerle plática y que ella le confiara todo lo que le consumía por dentro, haciendo que esta sacara sus dudas y temores…

- ¿Entonces eso pasó? - Cuestionó incrédulamente la castaña, al escuchar el relato que le contaba ojiperla.

- ¡Si Ten-ten, no sé qué hacer! - Dijo muy desesperada la Hyuga. - Siento que Naruto no está muy convencido de casarse conmigo… y ahora que Sakura está aquí, yo…

- ¡Hinata, no te atormentes! - Interrumpió la castaña antes de que su amiga empezara a dudar más de lo que ya estaba. - ¿Sabes? Yo veo a Naruto y noto que él está muy feliz contigo. ¡Créeme! - Animó pensando de que sus palabras podían dar consuelo a su frágil alma.

- ¡No Ten-ten, él no está feliz conmigo! - Replicó tristemente la ojiperla al recordar como su rubio se comportaba al estar cerca de la pelirrosa. - Lo hubieras visto Ten-ten, él se comportaba como un niño chiquito junto a ella… ¡Hubieras visto su mirada! ¡Su sonrisa!… ¡Ten-ten! - Lloró amargamente al arrojarse a los brazos de su amiga. - É-Él… ¡Él no es así conmigo! - Exclamó muy desesperada, triste y sintiendo haberlo perdido cuando ni siquiera fue suyo.

- Hina… - Susurró tristemente su amiga, correspondiendo dicho abrazo y acariciándole la cabeza en forma de consolación y apoyo de su parte.

Continuará.

Cómo se darán cuenta, el primer capítulo del reeditado abarca los dos primeros capítulos y parte del capítulo 3 del original, por lo que el reeditado será algo más detallado.

La continuación de este fic la subiré conforme vaya modificando el reeditado. Este fic es uno de mis favoritos y no es justo que solo yo pueda leerlo :') ¡Muchas gracias por el apoyo a los que me leen ahora y los que me leyeron en su tiempo! ¡Los quiero mucho!