Broma de Halloween…
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Alice camino rápidamente a casa, no por medio a algo, sino que quería ahorrarse la molestia de la bromas en esta noche, los huevos podridos o la leche rancia no estaban en su menú.
Miro con algo de fascinación la decoración de algunas casas y a los más pequeños con sus disfraces alegres divirtiéndose en compañía de sus padres con sus bolsas llenas de caramelos.
Incluso ella tenía una bolsa de dulces, era una ventaja de la celebración que los dulces se ponían baratos y que su jefe había comprado de más y los repartió entre los empleados.
Era una suerte que lograra conseguir el trabajo en el teatro y más aún que su jefe no fuera un cerdo hijo de perra.
Un salario justo por un trabajo justo lo escucho decir en más de una ocasión y le recalco que siempre que hiciera su trabajo y no se peleara u ocasionara algún alboroto con los clientes ella tendría un trabajo estable.
Tener ese trabajo le daba una cierta paz y le permitía pensar en otras cosas.
Llegando por fin a los apartamentos suspiro de alivio y saludo a la señora Mary que estaba en la entrada en lo que Alice supone, espantando y alejando a los niños que venían a pedir dulces, la saludo a lo que ella simplemente asintió y luego señalo un paquete que estaba a su lado, -Llegaron más temprano a dártelo-, Dijo sin darle más importancia.
Alice se encogió de hombros y continúo su camino hasta su cuarto.
Dejo sus bolsas y procedió a poner la tetera en la hornilla para calentar algo de agua y limpiarse.
Una vez sin sus zapatos y sin su vestido estando únicamente en camisón, reviso el paquete que le habían mandado, había… una banana y una ¿loción?
Alice miro con ira las cosas pensando que fue algún pervertido, pero cuando vio la pequeña nota escrita a mano en el fondo de la caja supo de quien era; -¡Gato sarnoso!-, Dijo en voz alta, desde hace ya algún tiempo Cheshire había adoptado la costumbre de jugarle bromas.
Luego miro con fastidio la nota, "Alice ya que esta noche las brujas andan sueltas, reconfórtate con mi amarillo amigo, para que ellas no te atrapen".
Alice se calmó, no quería gritar y que la escucharan los otros vecinos, así que fue a ocuparse de otras cosas, dejando la banana y la loción en la caja, más tarde botaría las cosas.
Ya más tarde, después de haberse aseado y haber comido algo, se recostó en su cama, escuchando a los bueno… no tan niños reír y divertirse, con el ocasional grito de la señora Mary a los transeúntes.
Quería dormir pero la idea de una broma de ese sarnoso gato se había metido bajo su piel y la estaba matando.
Que sabría ese felino de lo que es complacer a una mujer, saborear los labios adulzados con té, el dulce aroma de colonia inundando su nariz, sentir la piel calentarse baje su tacto… y… y…
-Mierda...-, Susurro suavemente Alice, cuando su mano derecha subió hasta su pecho y la izquierda hasta su entrepierna.
-¡Gato de mierda!-, Grito ya un poco más fuerte, empezando el viejo ritual, cerrando sus ojos y dejando que la misteriosa identidad venga a visitarla, era algo tan simple, una extraña imagen andrógina, ni hombre, ni mujer aparecía junto a ella.
La recibía con una suave caricia que empezaba desde su muslo y subía hasta su trasero, podía sentir la mano subiendo su camisón, acariciando ahora directamente su trasero, se voltio para encarar a su extraño amante que ahora la besada con fervor mientras le quitaba el camisón.
Un gemido mescla placer y dolor escapo de sus labios, cuando la extraña entidad retorció uno de sus pezones entre sus dedos y procedía a meterse el otro en la boca.
Las risas y gritos de celebración de los adultos borrachos y las damas de compañía opacaban sus gemidos, mientras ahora Alice se preparaba para ser penetrada, la figura sabia como hacerlo, sabia como deslizarse en su interior, rápido y fuerte o tal vez lento y tortuoso, pero esta vez la creatura parecía interesada más en penetrarla desde atrás.
Siempre fue un poco… preocupante cuando quería… hacerlo por atrás porque era algo rudo y brusco, pero la excitación pudo con el sentido común y sintió su interior ser invadido por el miembro de la extraña imagen mientras se unían en un nuevo beso.
Empezando el movimiento de vaivén, sintiendo las caderas del ente chocando contra sus nalgas, escuchando una mescla de gemidos de placer e inundando la habitación con el aroma a sexo.
Cerca del final, la posición paso de estar acostados juntos a que Alice estuviera acostada boca abajo con su extraña creatura encima de ella penetrándola profundamente.
Y con un último y profundo movimiento Alice sintió como su cuerpo era invadido por la esencia de la creatura.
Alice se quedó dormida por un momento antes de despertar por aquella risa tan característica de cierto gato;
-Siempre me sorprende Alice, ver ese lado tuyo-, Dijo lo ultima ante la atónita mirada que le daba, entonces su semblante de vergüenza a un de rabia.
-¡Gato de mierda!-, Grito Alice a la par que tomo la banana que estaba a su lado y se aventaba, a lo que Cheshire simplemente desapareció dejando atrás su sonrisa burlona y a una Alice avergonzada que se envolvía en sus sabanas, evitando que alguien más la viera.
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Bueno quería escribir algo para el Halloween pero no lo logre a tiempo y la historia no tiene nada que ver, pero jajajaja espero que igual lo disfruten a cualquiera que lea.
