- "¿Entonces que haremos ahora?" -.

- "Volveremos a Mondstadt, a diferencia de Liyue me recuerdo todo y siento más libertad en mi movimiento...creo que ahora sí entiendo porque es la ciudad de la libertad" -.

Gruñidos vinieron de los estómagos de los dos compañeros, mirándose con caras largas al recordar su dura realidad.

- "Si tan solo tuviéramos dinero...no estaríamos buscando una cocina" -. El de ojos ámbar miró al suelo, hablando con un relajado tono que era indirecta a su hada flotante.

- "¡Paimon ya dijo que lo siente por gastar las pocas moras en mi desayuno!, pero déjame recordarte que tú has estado gastando todo en ingredientes y mejorando tu propia arma" -.

- "Paimon, te dije que comprarás un desayuno...no un buffet entero" -.

Los dos se buscaban las culpas entre si, sin ánimos de molestarse ya que sus tripas estaban apunto de salir por patas y comerse lo primero que vieran por la ciudad de Liyue.

Fue entonces cuando llegaron al restaurante Wanmin, Aether avergonzado sabía que no debía pasar y pedir la cocina para su propio beneficio; pero a este punto era lo más cercano que disponía al alcance de sus manos, Paimon no rechazó y simplemente iba volando al lado.

A diferencia de otras veces, hoy el lugar estaba tranquilo y no se dislumbraba concurrencia de clientes hambrientos, tampoco se veía la ajetreada aparición de los chefs o camareros.

Antes de que pudieran acercarse a la habitación de la cocina y pasar a salusar, Aether sintió como cubrían sus ojos sin vida y al estar en oscuridad no pudo evitar sobresaltarse.

- "¿Quién soy?" -.

- "Sniff...sniff...Oye Xiangling, tus manos huelen delicioso" -. La chica estaba pasando el día en la cocina, el aroma de comida llegó a la nariz del viajero que solo trató de calmar su ansiedad para no correr desesperadamente a la cocina del restaurante.

- "Parece que me conoces bastante bien, Aether!. ¿qué los trae a ambos aquí con rostros sin vida?, ¿pasó algo terrible?" -.

La chica puso una adorable cara de preocupación que hizo olvidar un segundo a Aether su hambre, de hecho quiso restarle importancia.

- "¡Oh!, nosotros solo-" -.

- "No hemos comido nada en todo el día y si no hacemos algo rápido, caeremos al suelo en cualquier momento" -. Paimon arruinó la valentía de Aether, que suspiró exasperado mientras se cubría la cara.

Xiangling palideció con un grito ahogado, angustiada por los rostros demacrados de sus amigos.

- "¡¿Cómo se les ocurre hacer encargos y misiones sin haber comido?!, ¡siéntense en este instante y dejénmelo a mi!" -. Su voz sonó más a una orden que hizo dar media vuelta a Paimon con una sonrisa.

- "Pero no queremos molestarlos...mi objetivo era venir aquí para pedir prestado la cocina y prepararnos algo, no tenemos Moras en este momento así que quería hacer yo mismo la comida. Si fuera necesario les habría pagado de cualquier manera o-" -. El chico no pudo terminar ya que Xiangling le bloqueó los labios con su mano, no necesitaba verse tan patético porque no le quedaba el puesto para sus ojos.

- "Aether, no me debes nada. Me has ayudado mucho y eres amigo mío...sabes que cuando se trata de cocina no pido una propina a cambio, cuando mis amigos están hambrientos quiero alimentarles para que tengan la mejor sonrisa posible, porque siempre serán los primeros y mejores clientes para mí" -. Las palabras cautivadoras de su crush hicieron que sus mejillas ardieran justo ahora, mientras se quedaba callado al no encontrar la forma de expresarle gratitud a la chica y solo sonreía con un rubor en la cara.

- "Además, hoy tengo día libre ya que es mi cumpleaños y quiero salir a cazar nuevos ingredientes" -.

Aether alzó una ceja con los ojos abiertos mientras ella daba media vuelta para ir a preparar lo mejor que pudieran sus manos.

- "D-disculpa, ¿dijiste que es hoy tu cumpleaños?" -. Una gota de sudor bajó por la mejilla del rubio mientras lo observaba de regreso, esto le cayó por sorpresa.

- "Si, no te preocupes...hoy saldré con Gouba y Hu Tao a un campo donde hay muchos slimes, no tienes porque darme un regalo necesariamente y me sentiré mal si no puedes venir, pero lo entenderé. Debes estar muy ocupado también y no hemos tenido tiempo de pasear" -.

El viajero quería morirse por no saber de antemano que hoy era su cumpleaños, mentalmente gritaba con las manos en la cabeza.

- "Oh bueno, de hecho yo tenía pensado volver un tiempo a Mondstadt desde hoy...perdón por no avisarte, tampoco cargo dinero para darte algo. Lo único que puedo decirte es feliz cumpleaños" -.

- "Lo aprecio mucho de tu parte, gracias Aether" -.

El rubio realmente vió algo apenada a Xiangling, no tenía tristeza pero seguro también dentro de ella debía haber una parte lamentada de no poder pasar un día con él.

Después de todo se habían acostumbrado a dar diversos paseos durante un tiempo por Mondstadt y Liyue, se supone que la estaba conociendo pero le quedaba mucho por descubrir de la chica de ojos dorados.

El viajero se quedó pensando justo desde ese momento, específicamente después de salir del restaurante y comer un banquete junto a Paimon, hecho solo por Xiangling, la chica por la que tenía sentimientos especiales y aún no conseguía descubrir.

Tenía en sus manos el mapa, apunto de presionar un punto de Mondstadt para irse y dejar oficialmente Liyue. Pero algo le estaba queriendo decir que aún no era el momento de irse, o por lo menos quedarse unas horas más.

- "Paimon, quiero usar todos esos ingredientes que tengo hoy...antes de volver a Mondstadt" -. Su compañera voladora vió una intensa y ardiente motivación sobre los ojos de Aether, que guardó su mapa nuevamente mientras daba un largo respiro.

- "Entonces, ¿quieres hacerlo por ella, verdad?" -.

Xiangling regresaba con Gouba sobre su cabeza, trayendo consigo un montón de nuevos ingredientes que probaría para buscar platos desconocidos o crearlos.

- "¡Papá ya regresé!, ¿no has tenido problemas con los clientes en mi ausencia?" -. Al entrar al establecimiento, todo parecía estar desmontado como si ya el lugar llevara cerrado bastante rato.

- "Tranquila hija, me dió tiempo de cerrar un poco más temprano hoy que es tu día. Por suerte hoy mucha gente decidió tomarse un descanso y no pasarse por el restaurante, me dió el tiempo para hacerte el pastel y no correr ningún apuro, creo que has llegado justo a tiempo" -. Su padre Mao la recibió con una sonrisa, saliendo de la cocina.

La chica se detuvo en seco, ya que un intenso aroma venía de allí.

Había no uno, sino varios platos que se mezclaban de olores y de todos los tipos, esto la hizo extrañarse mucho con la tranquilidad de su padre.

- "Hija, ¿quisieras comer ahora?" -.

- "Siempre es buen momento para comer, ¿a qué huele?" -. Sus ojos brillaron mientras seguía como un pequeño cachorro a su padre.

- "¡Ohohoho!, no me lo vas a creer hija mía...pero tuve mucha ayuda de alguien que acudió a mi para darte un buen regalo, así que espero que tengas buen provecho porque le debes gran parte del trabajo. Aunque más bien diría que ya cumplió con su deuda pendiente contigo" -. Cuando las luces de la cocina se encendieron mientras la chica trataba de pensar en sus palabras, se mostraron una larga fila de platos cocinados, dulces incluídos que hicieron emocionar de alegría a Xiangling y olvidara lo anterior.

- "¡¿Esto es para mí?!, ¡gracias!" -.

El chef Mao correspondió el abrazo de su hija emocionada, mientras palmeaba su cabeza.

- "Yo me encargué del pastel, pero la otra persona hizo el resto del banquete y hasta me dió unas recomendaciones para el retoque de tu pastel. Se veía realmente decidido y tuvo mucho cuidado, todo mientras estabas afuera" -. Xiangling tenía en sus manos, una carta que le dió su padre y solo mostraba extraños signos "??????".

- "Papá, ¿no podrías decirme disimuladamente quién fue el que hizo todo esto por mí?; por favoooor" -. La chica hacía pucheros, caritas de cachorro y demás para obligar a su padre a soltar la cuchara.

- "Lee la carta, tal vez encuentres una pista o mientras disfrutas de la comida descubras quién es...me sorprende que no estés analizando a la posible persona" -.

Su hija rompió el sobre de la carta, demasiado salvaje con todo el esfuerzo que había dejado aquella persona en que fuera presentable. Mao intentó advertirle que tuviera cuidado pero fue muy tarde cuando ya el remolino de las manos de ella tenía la carta en las manos y el sobre roto en pedazos.

[Ahora me debes una, jaja...en realidad estamos a mano,¿sorpresa?

Pasa un feliz cumpleaños, Xiangling

Tu Admirador secreto]

- "Un admirador secreto...¡¿acaso será un admirador chef?!, mucha gente alaba mi comida pero no he oído de alguien que me tenga en estima secreta" -. La verdad se le escapaba en la punta de la lengua, lo sentía; pero ahora era tiempo de relajarse, pasó un día de descanso y tranquilo en el que podría disfrutar después de tanto tiempo de una buena comida.

Cuando llegó a los últimos platos, notó un patrón similar, un sabor que había saboreado antes de otra persona con habilidades de cocina, la forma de sus ensaladas saludables le recordaba mucho a lo que le dijo alguien.

- "¡Estos platillos están muy buenos!, ¡tengo que hacer que ese admirador sea mi discípulo!" -.

- "¿Hablas en serio?, piensa bien las cosas porque nunca sabes las vueltas que dé la vida y haya una sorpresa" -.

- "No lo sé, depende de quien lo considere como sorpresa...¡jajaja!" -.

Xiangling reconoció el sabor de varios de los platos, son prácticamente la misma forma, sabor y aroma que tenían los hechos por Aether. No pudo evitar reír ante el hecho, al final de cuentas descubrió de una forma curiosa al admirador secreto, este sería un día que no iba a olvidar y que solo le dejaba con la emoción de volver a ver al viajero.

"Gracias, de verdad...Aether". La chica guardó la carta en su pecho, sintiendo en sus propias palabras grabadas en tinta, la timidez y vergüenza del chico.

- "¿Valió la pena quedarte sin nada ahora?" -.

- "Mientras mis platos la hayan hecho sonreír lo máximo posible, eso valió cada ingrediente. Tampoco exageres, hoy pediremos una posada prestada en Mondstadt y después volveremos a ganar Moras rápidamente, tu comida de mañana está asegurada Paimon" -.

A pesar de seguir pensando en Xiangling, el chico seguía cuidando de su compañera en cierta forma.

Aether que estaba postrado encima de la estatua de Barbatos, miraba al cielo con una duda que entraba ahora en su pecho. Trayéndole una intensa corriente de aire preocupante a su rostro, que perdía la sonrisa y formaba una curva baja en sus labios.

- "Paimon, ¿tú crees que ella descubra lo del admirador secreto?" -.

- "Por supuesto, Paimon cree que Aether no es muy bueno para ser discreto o misterioso" -.

- "Bueno, tú tampoco eres buena guardando secretos..." -.

Pero otra pregunta que se hace ahora es, ¿está bien sentir este sentimiento extraño y especial por alguien que no es de su mundo?, era cuestión de que tarde o temprano encuentre a su hermana y no tenga otra opción que despedirse de Tevyat y las personas que conoció.