Prólogo


–Entonces está más que asegurado, ¿No? –inquirió la chica de larga cabellera negra, sus bellos ojos no se apartaban de la vista tras la ventana de su nave. Estaba maravillada.

–Mis espías me lo confirman –dijo una voz masculina a través de un comunicador, por el tono de su voz parecía que aquella información no fue del todo agradable, pues se escuchaba serio y molesto–. Eso quiere decir que tenemos poco tiempo para actuar; y es por eso mismo que... –

–Me pediste que me encargara –la joven terminó la frase, dio media vuelta y tomó asiento en el lugar del Capitán.

–¿Tienes algún problema? –quiso saber el hombre del otro lado del comunicador.

La chica sonrió.

–Lo haré con gusto –aseguró–, y no es que lo haga solo porque tú me lo pediste –murmuró para sí misma.

–Te escuché –comentó.

Rápidamente la chica se revolvió en su asiento hecha un manojo de nervios.

–Ay...¿Lo dije o lo pensé?

–Las dos cosas –afirmó el hombre, luego dejó salir una risa–, pero eso me gusta de ti: Tu curiosa forma de hablar.

–No...No digas eso –musitó la chica al ocultar su sonrojado rostro con las mangas de su kimono con dibujos de dragones en el–. ¡Ha-Haré esta misión que me encargaste! Te lo aseguro.

–Y yo te lo agradezco; recuerda que cualquier cosa que suceda puedes enviarme un mensaje. Inmediatamente iré a ayudarte.

–Eso haré, aunque...no creo que haga falta –aclaró la chica en tono burlón.

El hombre del otro lado de la radio rió por lo bajo.

–Imaginé que dirías eso; aunque, no está de más tener el apoyo de tus amigos.

–Sí, tienes razón –aceptó la chica al dibujar una sonrisa en su rostro–. Estaremos en contacto entonces.

–Cuídate mucho –la chica notó que el planeta de su destino ya estaba muy cerca, así que comenzó a preparar su aterrizaje–. Y Homura..–

–¿Sí?

–Recuerda que eres la Espada de Eden's. Confiamos en ti.

–Gracias por las palabras de aliento.

–Ah...aquí está Rebecca –comentó el hombre, hubo ruidos del otro lado del comunicador–. ¡¡Cuídate mucho, Homura!! ¡Nos veremos cuando todo esto termine! –ahora una voz femenina se escuchó por el comunicador.

Homura sonrió al escuchar la voz de su amiga, quien muy seguramente se encontraba a bordo del Eden's Zero.

–¡Nos vemos, Rebecca! –se despidió Homura. La señal del comunicador se apagó, y Homura lo apagó sin demora–. Entonces están juntos los dos.

Luego de escuchar la voz de Rebecca, Homura no pudo evitar sentir algo extraño; una presión rara en su pecho. Llevó su mano derecha en esa zona y apretó con fuerza sobre su kimono.

–Yo... –sacudió rápidamente la cabeza para ahuyentar unos malos pensamientos en su mente, pensamientos de lo que no se sentía orgullosa –. No debo decirle que... –

Una explosión en el costado izquierdo de su nave interrumpió sus palabras de golpe.; Homura activo el radar en la pantalla principal de su nave para averiguar qué cosa la había golpeado, o más bien...quién. De ambos lado de su nave la estaban rodeando cuatro naves no identificadas, sin ninguna clase de señal o signos reconocibles. En el momento Homura supo de qué se trataba.

Sin perder ni un sólo segundo realizó maniobras evasivas, que de nada sirvieron pues aquellas naves se movían a gran velocidad y precisión; una de ellas abrió fuego dos veces y en ambas la nave de Homura fue impactada. La chica del Kimono se sintió intimidada y acorralada; siguió realizando sus maniobras evasivas para encontrar una ventana de oportunidad para realizar su contraataque; una de las naves enemigas se ladeó a la derecha, otra a la izquierda, y una tercera siguió a la segunda como refuerzo, en ese momento Homura inclinó los controles hacia la derecha y su nave giró varias veces sobre sí misma al mismo tiempo que abría fuego contra sus enemigos; uno de los rayos que disparó impactó contra una nave, pero perdió las esperanzas a ver que un escudo la estaba protegiendo. En ese momento Homura se dio cuenta de que la cuarta nave no estaba, había desaparecido, entonces una gran explosión sobre el casco destruyó casi todo el casco de su nave; el sistema de emergencia se activó en un abrir y cerrar de ojos y Homura salió eyectada en una cápsula individual hacia el planeta al que se dirigía.

Las naves que emboscaron a Homura dejaron de seguirla, y sólo se quedaron quietas en el frío y extenso espacio exterior.

La cápsula aterrizó de manera segura en la superficie del planeta, la puerta se abrió y Homura salió con un horrible ataque de tos que la derribó hasta caer de rodillas al suelo; luego de recuperar el aliento, levantó la mirada y echó un vistazo a su alrededor, no había nada más que un enorme bosque de hojas negras frente a ella.

Luego de ser atacada de esa forma, Homura no pudo evitar sentirse como una tonta, como una novata. ¿Cómo pudo bajar la guardia de esa manera? Ella no era así, fue descuidada. Y eso no volvería a pasar.

De una u otra manera, lo hecho, hecho está, y no había forma de remediarlo; ahora sólo le quedaba buscar un pueblo cercano y reunir información, saber en dónde se encontraba y qué tan lejos estaba de su destino; pero lo que la joven del kimono ignoraba, era que ese sólo era el inicio de una odisea más grande que ella misma, y también...la que pondría a prueba su fuerza de voluntad.

CONTINUARÁ...


Y he aquí, jóvenes aprendices, la última historia correspondiente a la Mágnum Trinity. La tercera historia que es considerada una de mis más grandes obras. Aún falta poco para terminar su planeación, ya estoy casi cerca, es cuestión de tiempo; pero tarde o temprano la terminaré. Más que nada quería compartirla con ustedes, y prepararlos para lo que viene.

Una cosa más antes de irme: Me iré de Fanfiction. Es muy repentino, pero ya tengo tiempo pensándolo; sin embargo, eso no quiere decir que dejaré esta cuenta tan abandonada, las actualizaciones de la Mágnum Trinity seguirán en pie, pero serán las únicas. Nos leemos en Wattpad, en mi perfil se encuentra mi nombre de usuario. Allá los espero.

Sin nada más qué agregar, me despido.