Black Clover No me pertenece.

Hikari no tenshi

Prologo

La primera vez que Hikari abre los ojos, todo es demasiado borroso y se siente agotada, se supone que los bebés no deben recordar su vida pasada y Hikari se siente cansada cuando tiene destellos de una vida pasada; algo en su mente le indica que no es la primera vez que pasa por esto, pero las voces y rostros de su pasado parecen lejanas. No es que pueda preocuparse mucho por el horror de tener que ser un bebé nuevamente, no mientras pasa encerrada por lo que parece una eternidad; una voz suave constantemente suplicando para que no llore. Puede que no tenga recuerdos totales de su vida pasada, pero al menos el instinto de supervivencia le dice que no llore, incluso cuando parece ser una reacción completamente normal para un bebé; tiene hambre joder.

Su cerebro debe ser poco desarrollado, ya que la mayoría de estímulos a su alrededor no son procesados correctamente por su cabeza; siempre parece tener mucho calor y su cabeza duele mientras intenta asimilar su vida pasada con esta.

Resultado.

No puede.

Hikari siente que ha tenido una vida muy diferente en su anterior situación, ya que todo parece confuso y doloroso en esta; tiene la sensación de alguien cálido que le había dicho que estaría con ella en esta vida para ayudarle, pero realmente no puede decir mucho.

Pasa una eternidad dentro de lo que parece una caja con mantas y agujeros para respirar, la voz comienza a ser menos constante y cuando siente que no va poder contenerse en llorar, se desmaya por un extraño humo morado.

Deja de doler.

Cuando vuelve abrir los ojos, todo es realmente incómodo y una niña de ojos celestes la ve fijamente antes de sonreír. Hikari pestañea, antes que el dolor de estómago sea demasiado y comience a llorar, alterando a la niña que la toma torpemente antes de correr gritando por ayuda. Un hombre mayor con canas en casi toda su cabeza, parece alterado cuando ve a ambas llegar; este la toma con cuidado entre sus manos y Hikari sabe que estará bien.

La peor primera semana de vida.

.

.

Hikari realmente no obtiene recuerdos de su vida pasada mientras crece, supone que no está mal, algo le dice que es menos doloroso de esa forma y decide que debe tomar cartas en el asunto en esta nueva vida. Son pobres, extremadamente pobres, el orfanato a cargo de la iglesia de Hage está ubicado en una de las zonas más descuidadas del reino trébol. En su mente Hikari siente que sabe sobre este mundo, no tiene idea de cómo, pero algunas cosas parecen tan normales, que le da dolores de cabeza cuando quiere pensar más a fondo en ello; decide que no importa, aunque está segura que en su mundo de origen no había magia, la magia es algo que parece atraerla con interés.

En este mundo todos tiene sus grimorios, libros que permiten usar la magia y Hikari tiene un sueño inmenso de obtener uno cuando sea su turno.

15 años.

Necesita 15 años para obtener su grimorio.

Con apenas 2 años Hikari siente que falta demasiado tiempo, pero no se desanima ante la idea y decide ayudar en el orfanato todo lo que pueda. La mayoría de sus hermanos mayores, otros huérfanos como ella, se marchan de esta ciudad apenas obtienen sus grimorios; deseosos de obtener un mejor estatus de vida. Otros se quedan en la ciudad, cuando son suficientemente mayores deciden irse para formar sus familias u meterse dentro de sus oficios; la mayoría olvida el orfanato y casi nunca voltean a verlos de nuevo.

Es triste.

Pero Hikari tiene a Lily, su hermana mayor que la encontró hace dos años y que desde entonces le ha estado cuidando diligentemente; Lily quiere ser una monja y enfocarse en la iglesia, Hikari la admira por eso. Su hermana mayor siempre les enseña a los niños menores, confesando que cuando ella era pequeña, también otros le enseñaron a ella.

El ciclo de la vida.

Aunque es demasiado pequeña y no ha demostrado alguna habilidad para la magia todavía, Hikari ayuda en todo lo que puede y usualmente sigue a Lily como un pequeño patito; esta le enseña sobre este reino y cada que habla todo parece familiar, al mismo tiempo que no lo es. La mayoría de niños en el orfanato son tranquilos, muchos de ellos no son felices con su actual situación, pero en general todos son niños buenos y aprender a ser bastante independientes desde muy pequeños; el trabajo en equipo lo es todo, ya que solo se tienen el uno al otro.

Hikari suele ayudar en todo lo que puede, pero es la menor y usualmente los mayores la detienen antes que haga algo.

Le llaman torpe.

Lo cual es cierto, pero duele.

Puede tener dos años y recuerdos vagos de su vida pasada, pero su alma por algún motivo parece demasiado mayor para este cuerpo.

Es en esta edad, cuando Lily y su padre adoptivo Orsi el sacerdote de la iglesia, que entran con dos bebés nuevos al orfanato. Ignora el comentario acido de uno de los niños mayores, sobre tener más bocas que alimentar, se acerca a ambos bebés mientras Lily comenta que ahora son parte de su familia; uno tiene el cabello cenizo y el otro negro, ambos parecen demasiado pequeños y la propia Hikari sabe que alguna vez fue así.

Son lindos.

Tiernos.

Adorables.

Hikari realmente no le agradan otros niños, ya que siempre fue la menor y todos parecen adultos a su alrededor, pero ver a esos dos bebés le hizo sentir algo dentro de ella; una voz susurrando que debe cuidarlos y Hikari no puede más que hinchar el pecho cuando Orsi dice que ahora le toca ser la hermana mayor.

No solo eso.

Va ser la mejor hermana mayor del mundo.

Las dudas sobre su anterior mundo, sobre que hace en este ahora y porque siente que todo es extrañamente familiar, desaparecen ante la idea de un propósito en su vida.

Cuidar a esos niños.

.

.

—Nee-chan—la voz de Asta la saca de sus pensamientos, antes de voltear a ver al pequeño niño de 3 años observándola desde la ventana.

Hikari solamente sonríe antes de pedirle con un gesto que se acerque, a lo cual Asta prácticamente salta del lugar para llegar a su lado; como siempre hace toma asiento entre sus piernas y ambos observan el libro que tienen frente a sus ojos.

Ha estado trabajando junto a Drouot el maestro de la torre donde se hace cada año las ceremonias de los grimorios, el hombre parece un poco temperamental, pero parece tener una debilidad por Hikari y su fascinación por los libros; siempre que está ayudándolo a limpiar, este le presta un libro de historias para que lo regrese dentro de una semana.

El amor de Hikari por los libros le hizo aprender a leer desde temprana edad con la ayuda de Lily y ahora está haciendo lo mismo para ayudar tanto a Asta como Yuno, sus dos hermanos menores. Ambos pequeños siempre están detrás de Lily, lo cual tal vez la puso algo celosa al inicio por compartir la atención de su hermana mayor, pero ahora no importa tanto; ya que ambos comienzan a unirse más a ella, ya que Lily comenzó su entrenamiento para ser monja.

Algunos otros niños mayores se han marchado desde la ceremonia de grimorios hace unas semanas, otros encontraron familias a las cuales ayudar con sus talentos y parece que solamente quedaron ellos atrás. Hay menos bocas que alimentar, pero muchas menos manos que ayudar en casa, por lo cual Hikari intenta prestar atención más de cerca a Asta y Yuno para aliviar la carga de Lily.

—Drouot-san me enseño este cuento, es sobre el rey mago—habla Hikari con tranquilidad, a lo cual Asta parece emocionado por la idea.

—Suena genial, yo quiero despertar pronto mi magia—comenta Asta tan emocionado de la magia como la misma Hikari, lo cual la hace sentir levemente incomoda.

Tiene 5 años.

Pero su magia no ha despertado.

Eso le preocupa, era normal que a los niños ya tuvieran algunas aptitudes o destellos de habilidad, pero Hikari parece ajena a cualquier despertar; había escuchado a escondidas como Lily hablaba preocupada de eso con el sacerdote y este le mandaba a tener fe.

Hikari es creyente, desde que nació ha vivido en una iglesia e incluso si las cosas no son fáciles, quiere pensar que de alguna forma todo va a mejorar. Si no fuera por la iglesia y el orfanato probablemente hubiera muerto, alguien debió guiar a Lily a encontrarla hace tantas lunas atrás y Hikari quiere pensar que fue intervención divina. Puede que su vida no fuera fácil, pero quiere hacer un cambio y si obtiene un grimorio, está segura que con la ayuda de la magia puede ayudar a otros; cualquier magia, no pide mucho, solo alguna que permita ayudar a su familia.

—Lily-nee dice que en la capital hay ordenes de caballeros súper fuertes que luchan por ser el rey mago—le explica a Asta, quien la ve fijamente antes de asentir, parece intrigado e intenta explicarle lo mejor que puede de la capital.

Ella nunca estuvo ahí.

En realidad, esta zona es de las olvidadas por la capital y el reino en general, no hay caballeros y la educación es bastante pobre; Hikari piensa que tal vez podría convertirse en maestra y ayudar a los niños de estos pueblos, pero para eso ocupa estudiar con los eruditos en las grandes ciudades.

No tienen ese dinero.

Su vida parece un barco sin rumbo, la magia lo es todo en este y necesita un grimorio para tenerlo de timón en su vida.

Faltan 10 años.

Si es que lo obtiene, aunque nunca ha escuchado de nadie que no despierte su magia u no obtenga un grimorio; espera no ser la primera en descubrirlo.

Un llanto desolador despierta el interés de ambos, Hikari frunce el ceño cuando ve a Yuno llorando abiertamente, levantándose modo mamá gallina con Asta siguiéndole rápidamente los pasos, luciendo igual de consternado y preocupado. Yuno dice torpemente que unos niños le estaban molestando, lo que enciende la ira de Hikari y le ordena a Asta que vaya con Yuno a buscar a Lily.

Esa noche Hikari tiene vendas en su cabeza, pero la satisfacción de haberle lanzado una piedra aquel hijo del comerciante idiota, que pensaba que podría discriminarlos; Orsi le reprendió duramente, pero igual tuvo un poco más de comida esa noche.

.

.

Hikari trabaja duramente con Drouot para obtener unas cuantas semillas a cambio, corre emocionada a Lily comentándole la idea de tener un huerto con sus propios alimentos y la adolecente sonríe enternecida; Lily le recuerda que solamente tiene 7 años y que no tiene deberes con ellos, que solamente cuidar de los menores es suficiente a lo cual Hikari niega con la cabeza. La idea de comenzar a cultivar parece tener sentido para ella, ayudaría a eliminar gastos y a comer diferentes platillos, además de ser una excelente forma de incentivar la responsabilidad en los otros niños.

Nash es un bebé que recientemente se ha unido al orfanato, luego que su familia muriera en un accidente hace unas semanas.

Yuno y Asta parecían motivados ante la idea de ser hermanos mayores, especialmente desde el incidente hace algunas semanas. Hikari se siente ofendida de no haber estado ahí, pero parece ser que un matón quería quitarle el collar a Yuno para venderlo por dinero. Todos en el orfanato saben lo especial que es ese collar para Yuno, es lo único que dejo su familia para él y es una forma indirecta de sentir una conexión con aquellos que alguna vez estuvieron.

Lo entiende mejor que nadie.

Cuando Lily encontró a Hikari hace tantos años atrás, encontró solamente una nota escrita en un idioma extraño que nadie entendía, junto con este un pequeño dije de una extraña flor rosada; aunque nunca la había visto, Hikari sabe que la flor es de cerezo y se pregunta cómo lo sabe. El pequeño dije había sido puesto en una cadena gracias a Lily y no había día que no lo trajera con ella, preguntándose de que parte del mundo vendría realmente su procedencia.

No podría imaginar perderlo.

Hikari quiso asesinar al niño que le hizo eso a Yuno, pero Asta lo rescato y ahora…Yuno no lloraba.

Fue extraño ver a su hermano llorón dejar de serlo, convertirse en un mini hombre tan joven y queriendo ayudar a los demás; Asta tenía ese talento y tenacidad que hizo a las personas a su alrededor verse tentadas a imitarlo, Hikari estaba orgullosa de ambos.

Entonces…decidió trabajar más.

Drouot le había prestado un libro sobre semillas y plantas, que Hikari agradeció tener una excelente memoria para aprenderlo antes de la semana y poder regresarlo; no tenían muchas herramientas, pero Yuno estaba aprendiendo a dominar el viento y era de gran ayuda. Asta y Hikari se consolaban mutuamente con la falta de habilidad mágica, usando todo su esfuerzo para poder hacer un pequeño huerto detrás del orfanato.

No se veía bien, pero parecía funcional, Hikari estaba satisfecha con su trabajo.

Hasta que no lo fue.

¿El ser humano es cruel por naturaleza?

Lo duda, la mayoría de niños del orfanato son amables y aunque tristes, siempre saben que no deben dañar a otros; Hikari no entiende porque otros niños no son así. Se pregunta si la única forma de ser felices, es ver la infelicidad de otros, porque no tiene otra explicación cuando unas semanas más tarde, el pequeño huerto amanece totalmente destruido por los niños molestos del pueblo. Yuno y Asta parecen incrédulos, viéndola preocupados de su reacción, pero Hikari mantiene una sonrisa positiva antes de intentar recuperar lo posible del huerto.

Ocupará trabajar más por semillas, los pequeños cultivos que estaban creciendo no se pueden rescatar y Orsi intenta consolarla sin éxito.

Ella solo quería hacer feliz a su familia.

Es una inútil.

Yuno pasa a su lado los siguientes días intentando ayudarla en el trabajo, pero Hikari simplemente lo ignora haciendo todo por ella misma, incluso si la mitad del tiempo tiene lágrimas en sus ojos; Asta es quien trabaja el campo con fuerza gritando que es un entrenamiento para ser el próximo rey mago, pero no le suele dar tanta gracia a Hikari como de costumbre. Ambos niños parecen preocupados de su situación, Lily es quien les explica que es mejor dejarla sola, ya que en ese estado ella prefiere aislarse; ya ha sucedido en el pasado.

Hikari decide que tal vez Drouot puede ayudarla un poco, el hombre no tiene semillas, pero podría conocer comerciantes y si trabaja duro…tal vez. Se siente un poco devastada ante la idea de trabajar duro y que todo vuelva a terminar igual, usualmente los aldeanos ignoran el orfanato y no son tan radicales con sus acciones; debería investigar primero la raíz del problema.

Algo debe estar sucediendo.

También los creyentes que asisten a las oraciones está disminuyendo, lo había notado las últimas semanas, pero no pensó que podría tener algo relacionado. Puede que fuera un pensamiento algo infantil, pero sus enseñanzas eran que, si te alejas de tu deidad, haces cosas opuestas, lo cual en teoría son malas; igualmente la mayoría de creyentes tampoco son perfectos y suelen hacer cosas malas.

—No creo que nada malo este sucediendo, pero escuche rumores—habla Drouot con tranquilidad mientras Hikari está sentada frente a él limpiando activamente una repisa.

Tiene 7 años y es algo pequeña para su edad, teme que pronto Asta y Yuno le pasen en estatura.

Nada que su pequeño banco no pueda hacer para ayudar, pero eso no importa ahora.

—¿Rumores? —insta al anciano a continuar y este asiente tranquilamente.

—Algunos niños jugando, comentan sobre que en el bosque hay algo oculto, es como un reto quien puede estar más tiempo en cierta zona en específico; sus padres han comentado que han estado haciendo algunas pillerías, nada demasiado grave como el incidente del huerto—añade Drouot dejando unas galletas saladas para que ella pueda comer, usualmente las tomaría para compartir con sus hermanos en el orfanato, pero ese día ha salido sin comer.

Vergonzosamente toma las galletas para ella, esperando que Drouot sea amable en darle un poco más para llevar esa tarde-

—No suena como la gran cosa, pero no estaría de más investigar—musita Hikari pensativa, a lo cual el hombre solamente asiente antes de marcharse.

Tiene que limpiar algunos otros estantes y libros, antes de que salta bien entrada la noche con algunas galletas extra y un poco de dinero que piensa ahorrar para comprar más semillas; escucho sobre que algunos comerciantes pasarían dentro de unas semanas y esperaba tuvieran semillas para la temporada. Sus pensamientos son cortados cuando ve a un grupo de niños a lo lejos, su ceño se frunce al ver a los posibles vándalos del incidente y decide seguirlos.

Su estatura pequeña y la oscuridad de la noche permiten que sea casi invisible mientras los sigue, pero contrario a la idea de que tienen un extraño club para molestar a otros que estuvo rondando por su cabeza, Hikari se siente cada vez más tensa conforme se adentran al bosque cercano al pueblo. Su cuello parece picar conforme los pasos avanzan y su cuerpo se siente inusualmente frio, totalmente indiferente de la noche cálida que están viviendo.

Los niños entran a un pequeño claro y los pies de Hikari se detienen confundidos, algo se siente terriblemente mal.

Su familia del orfanato debe estar preocupada, ya es tarde, debería volver…esto no es su problema.

—Mira ya casi esta lista—es la voz de uno de los niños, si no recordaba mal su nombre era Thomas y usualmente molestaba a otros niños.

Hikari una vez casi estalla en lágrimas cuando se burló de su cabello y ojos castaño, diciendo que era el color de la caca y aunque fuera una niña madura, sigue siendo una niña; Asta tuvo que ser detenido por Orsi para que no fuera a pegarle a un niño mayor que ellos (ya de por si era dos años mayor que Hikari) y Yuno no dejo de decirle que su cabello era bastante bonito el resto de la semana.

Thomas quien tenía un cabello negro y ojos azules, no para de ser prepotente con su magia de plantas y como va ser el orgullo del pueblo.

Pero eso no importa ahora.

Hikari se asoma detrás del árbol, para ver como Thomas realmente es un gilipollas, pero eso no quita que otros dos niños de su misma edad lo sigan como una deidad; Asta se burlaría de ellos sobre ser unos niños sin cerebro, a lo cual Hikari y Yuno estarían de acuerdo. Dejando de lado a Thomas y su grupo de idiotas, Hikari se centra en notar que donde ellos están, hay una gran cantidad de rocas y ramas que parecen cubrir una imagen en el suelo.

Su ceño se frunce aún más al sentir algo raro en su interior, cosquilleante que le alerta a tener cuidado.

—No creo que sea buena idea—habla el niño idiota número 1 que tenía el cabello castaño claro y ojos grises, el niño idiota 2 que era su hermano gemelo asiente con la única diferencia visible el tener cabello más oscuro.

Thomas rueda los ojos.

—Ya les dije que no tengan miedo, soy demasiado genial para que algo malo suceda—comenta Thomas con el mentón en alto.

Es un idiota, piensa Hikari antes de sentir algo frio subir por su espalda cuando una sombra negra se mueve entre los niños y la figura del suelo; no sale de los limites, pero parece una masa sin forma que se mueve inquietantemente familiar y se tiene que tapar la boca para no soltar un chillido.

¿Qué mierda es eso?

Mocoso, dijiste que traerías comida—la voz rezumba en todo el bosque desde su perspectiva, los gemelos idiotas se estremecen, pero Thomas solamente se encoge un poco.

Deja un conejo muerto en el suelo, que la sombra engulle rápidamente y se mueve violentamente pidiendo por algo más vivo.

Bien.

Esto está mal, en muchos niveles.

Debe salir de ahí, debe correr de ahí, debe alertar a alguien de que algo malo está sucediendo aquí.

—Te dije que esperaras, joder, dijiste que querías el huerto del orfanato y no quedaste feliz con eso—gruño Thomas claramente molesto de brazos cruzados, lo que genero suficiente curiosidad para que Hikari dejara de lado su miedo para volver a ver interesada.

Esa sombra tiene algo que ver con su huerto.

Eso le alarma.

No verduras, niños, la niña…quiero la niña—gruñe la sombra y ahora si Hikari sabe que es mejor marcharse, especialmente cuando la sombra comienza a crecer y Thomas comienza a verse nervioso.

La idea de que fuera esa cosa no importa ahora, la sensación de que están en peligro ahora es más fuerte, su cabeza gritando activamente que huyera y congelándose cuando la sombra giro para verle; era estúpido, la sombra no tenía ojos y solamente era una masa sin sentido, pero Hikari puede sentir su mirada sobre ella y sabe que la ha cagado.

Un chillido que parece cortar el silencio de la noche detiene a los cuatro niños, antes que la sombra se intente abalanzar lejos del conjunto de ramas sin éxito; Hikari salta alarmada para correr, solo para detenerse cuando el idiota 1 grita asustado que la sombra sujetara su tobillo.

El hermano de este lo toma de la mano al igual que Thomas, ambos impidiendo que lo arrastre más dentro del círculo, pero la sombra chilla por comida.

Maldición.

Durante un instante tiembla ante la idea de seguir corriendo y la de ayudar, ambas luchando con fuerza, pero al final el rostro asustado del idiota 1 que está siendo arrastrado es más fuerte. Con un gemido de impotencia sus pies se mueven solos para entrar al claro, ignorando el frio en todo su cuerpo y como la sombra suelta rápidamente al niño para abalanzarse sobre ella.

La quiere a ella.

Joder.

Espera que al menos esos idiotas aprecien su sacrificio para salir corriendo, espera que dejen de ser unos idiotas con sus hermanos y familia, espera que no se vuelvan acercar aquí. Se encoge cuando ve que la sombra claramente va sobre ella, pero una tacleada de Thomas hace que ambos caigan por otro lado, mientras los gemelos toman las piedras cercanas que arrojan a la sombra; no parece hacerle daño, pero están intentando alejarla.

No es suficiente.

La sombra parece tomar una leve forma humanoide y su cabeza, lo que supone es su cabeza, se gira a verle con esos ojos brillantes.

¡TU! —su voz es chillante mientras la señala con horror, a lo cual Hikari simplemente toma el brazo de Thomas para llevarlo detrás de ella.

No los quiere a ellos, es a ella, está claro como el agua, aunque no entiende el motivo.

La sombra se va abalanzar y Hikari solo atina a levantar las manos, no quiere morir, pero no sabe que podría hacer y su ultimo instinto es luchar cuando sea sujetada; no es necesario al final. La sombra suelta un chillido adolorido cuando sus manos se calientan y una enorme luz cegadora sale de sus brazos que por un instante aleja la noche del lugar.

La silueta se retuerce como si estuviera siendo quemada, chillando y gimiendo antes de volver al círculo con formas del suelo, como si estuviera insertándose en la tierra y desapareciendo.

El silencio reina el lugar.

Hikari jadea al igual que los otros tres niños, todos en shock mientras Hikari voltea a ver sus propias manos sintiendo un cosquilleo cálido en las yemas de sus dedos.

Yo estaré aquí contigo—

La voz resuena como un viejo canto en su mente, como una extraña presencia familiar y el leve destello de una silueta en sus recuerdos; pero nada es claro, nada excepto que de alguna forma este evento había desencadenado su magia.

Aunque no tiene idea de que es.

Thomas y su grupo de idiotas no la vuelven a molestar, no es que importe, Orsi está suficientemente enojado para tener que preocuparse por ellos; por suerte no comentaron lo que vivieron ese día a nadie, es más que suficiente para Hikari.

.

.

Cuando cumple 9 años Hikari es una comerciante exitosa, bueno, no exactamente comerciante, pero si una pequeña mini empresaria. Su huerto cada día es un poco más grande y ha comenzado hacer negocios en el mercado de la ciudad, no solamente tienen para comer vegetales, sino que también consiguen carne y leche para otros días; ahora también ha comprado una vaca y Orsi no deja de burlarse que el orfanato se va convertir en una granja. No es que importe, sus 7 gallinas son su orgullo y Hikari pasa un tiempo excesivamente grande del día hablando con las pequeñas; tiene un ojo puesto en la cabra de un vecino que espera la venda a final de año.

Es muy joven, Lily siempre le reprende de que debería ser una niña, pero no importa.

Su alma parece incorrecta en su cuerpo, parece pertenecer a alguien más y solamente puede pensar en ayudar a los demás.

Asta ayuda a cuidar de los animales y Yuno siempre está atento de manejar su magia en diferentes formas de utilidad en el orfanato. Ambos niños han comenzado la rutina de entrenar todo el tiempo que tienen libre y Hikari usualmente se une a Asta en los ejercicios físicos cuando no está cuidando el huerto o los animales.

Su magia había despertado, pero nadie en el orfanato o Drouot saben realmente de que se trata, así que por ahora le llaman magia de la luz; no parece tener alguna funcionalidad ya que solamente puede crear ligeras esferas de luz y en ocasiones hacer que sus palmas brillen.

La inutilidad de su elemento provoca que ponga mayor esfuerzo en el huerto y los animales, también piensa que el aspecto físico ayudara ya que de esa forma puede estar más tiempo con Asta; desde que su magia despertó hay una leve amargura en Asta al ser el único que no tiene magia, pero esperanzas de que tal vez tenga un despertar tardío como ella. Entonces como nadie parece poder seguir el ritmo de entrenamiento de Asta, Hikari al menos pasa tiempo con este intentando fomentar el vínculo entre ambos.

—Tu magia vendrá Asta—la dice Hikari casi todos los días al niño sentado a su lado, la pequeña gallina negra ha tomado aprecio en este y suele sentarse en su regazo a dormir.

Yuno suele verlos con celos, pero al menos los pequeños gatitos que han adoptado le tienen cariño; Hikari había estado horrizada cuando Yuno trajo dos gatos que habían lanzado al rio, puede que fuera porque todos aquí no tenían familia, que los pequeños animales fueron bien recibidos.

Una granja diría Orsi con cariño.

Eran una granja pequeña pero funcional.

Hikari no puede esperar que pasen dos semanas y vengan nuevos comerciantes, sus tomates son muy codiciados y quiere obtener algunas semillas para la próxima temporada; el invierno es el momento más duro, por lo cual tienen que ahorrar mucho dinero para entonces.

—Lo sé, me convertiré en el próximo rey mago y hare que este lugar sea mucho mejor—el sueño de Asta era demasiado grande para un pequeño propósito como una vieja iglesia, pero Hikari no era nadie para retenerlo.

—Yo seré el próximo Rey Mago—declara Yuno quien ha dejado de usar el viento para secar el pelaje de su querida vaca "King", nombre totalmente aprobado por Yuno y Asta, aparentemente llamarla Mantequilla fue negado.

Era un nombre perfectamente razonable.

—Yo solamente sé que cualquiera de los dos que sea Rey Mago, me hará la hermana mayor del Rey mago, yo siempre gano—se pavonea Hikari con el mentón en alto, ganando quejas de ambos menores mientras caminan de regreso al interior.

Nash con 2 años ya era capaz de seguirlos, teniendo una fijación por los tres y disfrutando estar entre las cosechas; el niño levanta sus manos y dado que Lily no está cerca, Hikari lo coloca sobre su espalda para caminar con este.

Cada vez tiene más hermanos.

Temía por algún motivo no ser buena con los niños, pero parece estar haciendo un buen trabajo.

—Quiero puré de papas—declara Nash tranquilamente y Hikari asiente antes de pasarle el niño a Asta, Yuno se ríe ligeramente cuando este es declarado no apto para la cocina.

No tienen dinero para otro horno.

Yuno es mucho más adaptable a ser ayudante de cocina y cuando Lily llega de sus oraciones matutinas, Hikari ya casi tiene la comida totalmente lista; la joven le recuerda que no tiene que hacer eso, pero Hikari simplemente rueda los ojos. Aunque tiene 9 años es la mayor de los niños actuales, también siente que cocinar es casi como normal en ella y aunque su sazón no es tan buena como la de Lily, los niños parecen no quejarse.

Antes que termine el año tienen una nueva adicción al orfanato, Recca quien es recién nacida y Hikari no deja de abrazarla porque es demasiado linda.

.

.

Hikari tiene 11 años cuando conoce por primera vez a un caballero mágico, en este pueblo olvidado por el reino, es difícil pensar en ver a un caballero mágico y por ese motivo le cuesta reconocerlo. Tiene el cabello negro y ojos dorados, una extraña cicatriz en su rostro y su magia le permite cortar lo que fuera; Hikari como siempre tiene la sensación de reconocimiento, que es evaporada ante la excentricidad del tipo. Parece ser que, en medio de una misión, termino alejándose más de la cuenta para acabar con un extraño monstruo que ataco la región común; el lugar intermedio entre la nobleza y las personas plebeyas en absoluto.

El tipo se presenta como Jack, antes de caer desmayado por excesiva pérdida de sangre.

Es todo un misterio como pudo llevarlo a la iglesia, pero probablemente debe ser porque Yuno la encontró a mitad de camino y ayudo con su magia de viento. Nash y Recca simplemente se quedaron algo alejados, mientras que Asta parecía tan intrigado como Yuno; la magia de Lily fue quien ayudo al tipo a no morir en el intento.

Cuando este se levantó en modo ataque, todos parecieron alarmados, excepto Hikari que tenía una enorme rama en sus manos que arrojo con fuerza en la cabeza del tipo; probablemente demasiado herido para esquivarlo y quien se quejó todo el tiempo, también amenazo con asesinarla.

Si.

Ese hombre no gano puntos.

Costo una hora de riñas entre ambas partes que este se diera cuenta que no iban hacerle daño, que efectivamente Hikari le salvo la vida y otra hora para que este pudiera disculparse adecuadamente. Cuando comento que era un caballero mágico, Yuno y Asta dejaron sus reticencias para verlo con claro interés en sus ojos; Hikari parece complacida de saber que el hombre conocido como Jack, de hecho, es un plebeyo que llego a ser caballero.

Estaba ascendiendo en filas y parecía apuntar por la posición de capital.

En resumen, estaba loco, pero Hikari lo encuentra alguien admirable.

—¿Mi magia? —pregunta Hikari luego de que Jack accediera a ayudarle a cortar madera, Yuno estaba llegando ahí, pero no era tan preciso y prefirió aprovecharse de su invitado.

Orsi la vio con cautela y ella solo sonrió emocionada.

—Ese mocoso no deja de hablar de lo genial que es tu magia, me dio curiosidad de saber si podrías pelear en el futuro—Hikari solamente gimotea ante sus palabras, ya que solamente Asta piensa que su magia es genial y Recca cuando la noche tiene pesadillas donde necesita luz para dormir.

Es mucho más fácil que levantarse para encender la chimenea, menos peligroso, Asta una vez casi quema el edificio del orfanato.

Es lindo su hermano menor, pero un desastre andante.

—Es magia de luz, no es la gran cosa, solo puedo hacer pequeñas luces—explica casi con diversión de que Asta pensara que era genial.

Aunque es Asta, para Asta cualquier magia es genial.

Jack la ve fijamente casi luciendo molesto, lo que provoca que Hikari se sienta tensa ante sus siguientes palabras.

—Toda magia es poderosa si el usuario la acepta y la hace suya, no rechaces la tuya sin ver todo su potencial—farfulla este chasqueando los dedos y cortando el tronco de inmediato.

Hikari ve el árbol cortado curiosa, las palabras de Jack parecen más dirigidas a él mismo que a ella, se pregunta qué tanto tuvo que pasar para ser un caballero; ha escuchado que plebeyos no suelen llegar a serlo tan fácilmente. Su magia si bien parece poderosa, no es tan llamativa como las que ha visto en algunos aldeanos de esta zona y eso es decir mucho.

Una magia que corta.

Jack debe haberla llevado al límite para ser un caballero.

¿Cuál sería el límite de la magia de la luz?

Esa pregunta la inunda incluso cuando Jack se marcha dos días después, nunca envía alguna carta, pero cada cierto tiempo llega un paquete con dulces de la capital que la mayoría de niños disfruta; nadie le dice nada, pero Hikari sabe que es de parte de ese hombre.

.

.

Con 13 años Hikari está orgullosa de ver como el orfanato se sustenta por sí mismo, las donaciones nunca fueron suficientes y nadie parece preocuparse por ellos; así que Hikari está muy orgullosa de que tengan diferentes verduras y animales que les ayuda a comerciar, además de tener una vida digna. Todos en el orfanato ayudan a mantener el lugar funcional y sabe que incluso si ella llegara a faltar, esto seguiría funcionando para bien. El lugar funciona tanto, que incluso pueden ayudar a otras personas sin hogar de la zona, haciendo un comedor comunitario cada fin de semana para personas con menos recursos que ellos. Orsi siempre le da las gracias a ella, todo nació de la idea de unas pocas semillas y solamente fue creciendo como una bola de nieve; lo que provoco que este invierno todos tuvieran ropas cómodas para no pasar frio y menos enfermedades.

Lily bromea que podría ser una buena comerciante en el futuro, pero Hikari duda sobre que quiere ser ahora.

Tanto como Asta y Yuno entrenan continuamente, Hikari decide que también es buena idea entrenar, algo dentro de ella grita que entrene todo lo que puede; como una premonición que no la deja tranquila. Desde aquella noche tanto tiempo atrás, desde que la sombra la vio, desde que su magia se activó, algo la tiene inquieta de seguir adelante.

Ser fuerte.

Hikari odia la lucha, pero también siente debilidad por esta, así que piensa que lo mejor para descubrir que sucede es aprender a ser más fuerte. La magia de la luz realmente no parece tener ningún ataque defensivo y ofensivo, aparte de pequeñas esferas de luz y cegar a otros; la idea de mantener su físico activo la lleva a entrenar mucho tiempo con Asta.

Nunca llega a su nivel.

Pero al menos puede correr mucho sin cansarse.

Si su magia solamente le permite iluminar cosas, debería conseguir un arma o algo para defenderse, no tiene idea de contra que lucharía; pero nuevamente, no sabía que podría haber una sombra psicópata que quiera comer niños en un futuro. Nunca volvió aparecer algo así, nunca hablo con Thomas al respecto o sobre cualquier cosa en general; nunca volvió aparecer nada similar y no sintió inquietud al respecto.

El esqueleto del rey demonio y el rey mago siguen sin causarle alguna impresión negativa, no al menos como esa sombra.

Siempre se preguntó que seria, pero incluso aunque arraso la biblioteca de Drouot no encontró nada que pudiera darle alguna pista.

Solo queda prepararse.

La magia de la luz se vuelve en un entrenamiento constante, puede crear muchas luces volantes en pequeñas esferas a su alrededor y casi todo su cuerpo puede verse rodeado de luz; en general parece inofensivo y cuando toda a alguien, no parece dañado. Descubre de forma activa que, si su mano está rodeada de esa luz, el fuego no suele hacerle efecto o el viento de Yuno cortarle; lo que hace que su teoría de que sea una magia más defensiva que ofensiva tome puntos.

Si de alguna manera esta magia la hace invencible, solamente ocupara obtener algo con que luchar, un arma; su cuerpo sería un escudo y el arma atacaría.

¿Sería inmune a toda la magia?

No sabe, hay muchas magias que no conoce y probablemente tenga mucho que descubrir por ahora.

—¿Vamos a conseguir una espada? —cuestiona Asta con ojos brillantes y Hikari rueda los ojos divertida, no tienen dinero para espadas, pero el carpintero del pueblo estaba haciéndoles espadas de madera.

Son niños, había suplicado Lily para que Orsi se negara, pero el hombre solamente confió en su juicio; puede que Lily fuera la mayor, pero Orsi y Hikari tienen otro tipo de vínculo. Hikari no tiene familia y no recuerda a nadie de su vida, a diferencia de Lily que perdió a sus padres, por lo cual Hikari rápidamente se unió a ellos dándolo todo.

Orsi la ve como una hija, un orgullo que salvo a todos de pobreza extrema y el hombre suele confiar en su juicio.

Lily también, pero su preocupación suele ablandarla y querer meterla en una burbuja personal, para que no salga herida.

—Probablemente no valga nada contra los vientos de Yuno, pero creo que si practicamos un poco puede servir, en la capital dicen que hay armas de mayor valor—habla Hikari con un pulgar en alto que hace reír a Asta.

Al llegar al lugar, Hikari se sorprende de ver a Thomas ahí, hace dos días que este obtuvo su grimorio y comento sobre su deseo de ir a la capital para presentarse en los exámenes de futuros caballeros; Yuno y Asta habían estado amargados por eso. Su magia era bastante fuerte y decente, pero siempre pensó que se ocuparía más en la agricultura como su familia; verlo tomar esa decisión la alarmo un poco, ya que internamente estaba haciendo lo mismo.

Pensando sobre la capital, sobre los caballeros, sobre que tanto sabrían sobre la sombra de hace tanto tiempo atrás y que tanto podría descubrir.

Amaba su hogar, su familia, lo que habían construido; pero algo dentro de ella, no puede negar su sed de conocimiento de este mundo.

¿Por qué estoy aquí?

Era la pregunta constante en su vida.

—Es más alto que Yuno—gruñe Asta por bajo, lo cual le saca una ligera risa; Thomas los ignora mientras habla con el carpintero y este le entrega un paquete.

Este sale del edificio y por algún motivo Hikari se ve tentada a seguirlo, le da el dinero a Asta y le hace prometer que hará el tramite como le había enseñado; su hermano menor parece emocionado de hacer algo y asiente decidido a no equivocarse.

Cuando sale del edificio, puede notar que Thomas esta varios metros alejado, caminando a la salida del pueblo y cuando corre para alcanzarlo, este se detiene; cuando voltea a verle su rostro parece mucho mayor que esa noche hace años.

Algo en su mirada detiene a Hikari confundida, la hace dudar; Thomas no duda.

—Te veré en la capital en unos años—su voz es fría, carente de emociones que alguna vez tuvo un niño arrogante y Hikari se queda congelada.

No sabe cómo este puede estar tan seguro de algo que aún es duda en su corazón.

Se queda viendo su figura hasta que desaparece, cuando Asta llega emocionado con dos espadas de madera y dinero de sobra, parece confundido; Hikari por otro lado toca su rostro, preguntándose qué mirada tiene su rostro usualmente y determina que eso no importa.

Al tomar la que sería su espada de madera, no puede entender porque se siente tan natural en sus manos.

.

.

—No es justo, no es justo, joder, tengo que entrenar más—gruñe Asta antes de tomar la espada y hacer los movimientos que leyeron en el libro que Hikari le pidió a Drouot.

Hikari tiene actualmente 15 años y falta solo dos días para la ceremonia donde obtendría su grimorio, las luciérnagas pelusa ya están casi listas y se siente ansiosa. Ha hablado con su familia sobre su interés de viajar a la capital, lo cual deja consternados a Orsi y Lily, por otro lado, Yuno y Asta parecen entre tristes o emocionados, ya que esperan poder alcanzarla; los otros niños lloran algunas noches sobre su futura partida.

Todo va estar bien, Hikari ha hecho muchos negocios con comerciantes y sabe que su familia podría mantenerlos; Yuno y Asta han aprendido todo de memoria, tienen dos años para enseñarles a los menores mientras obtienen sus grimorios. La mayoría del pueblo está en el dedo de Hikari en lo que negocios se refiere, saben que tienen que hacer o que no, para que no sufran de su ira; incluso si su magia no es ofensiva, tiene un aura capaz de intimidarlos para no hacer trampa. Ahora tienen dos vacas, varias gallinas, una cabra y Hikari se ha hecho de una oveja; sin quitar que su huerto es de los más grandes del pueblo.

Han incluso contratado a personas sin hogar para ayudar en el huerto en temporada alta y Hikari se hincha de emoción por la idea.

El pueblo debe pensar que se quedara para hacer que el pueblo prospere, seria cuestión de tiempo que Hikari se haga con buenos negocios y atraiga la atención de más comerciantes; ya tiene varios comerciantes que solo vienen al pueblo por ella.

Pero eso no la llenaría.

No totalmente.

La constante amenaza en su cabeza, sobre ser fuerte, sobre entrenar, sobre ir a la capital, es insaciable. Aunque puede tener una vida tranquila y ayudar al mismo tiempo, siente la necesidad de viajar más allá para saber que se oculta en este mundo que la ha traído aquí especialmente.

Dado que no es un noble o tiene estudios, ni familia importante, deberá probar suerte primero con los caballeros mágicos. Si bien su magia ha demostrado enfocarse en defensa hasta ahora, todos parecen sorprendidos cuando la espada de madera cayo en sus manos, sintiéndose correcta; puede que no fuera algún objeto mortalmente peligroso, pero Hikari se encuentra descubriendo la facilidad para manejarla.

Orsi comenta que podría ser un prodigio en lo que se conoce como uso de armas, al igual que Yuno parece natural con la magia, Hikari siente natural la espada en sus manos; es curioso, ya que está segura que en su última vida no fue una guerrera o algo por el estilo. Pero la espada se siente tan natural, que Asta pasa de estar sorprendido, a exigirle que le enseñe todo el tiempo que no está entrenando su ya marcada figura; Hikari duda que un niño de 13 años deba tener tanta fuerza, pero no quiere desalentarlo por su falta de magia.

Curioso.

Hikari está casi segura de que el niño obtendría un grimorio, incluso cuando todo parece decir lo contrario, simplemente…lo siente.

La noche antes de su ceremonia, se sorprende de ver que Asta y Yuno toman los lados a su alrededor para dormir; es normal que durmieran en la misma cama cuando eran niños, pero ahora tienen sus propias literas que Hikari compro con mucho esfuerzo y tal vez una gallina. Nash, Recca, Aruru y Hollo pasaron todo el día sobre ella abrazándola, no pensó que sus otros dos hermanos también sintieran esa necesidad de afecto. Claramente pensó mal, ya que Asta comenzó a roncar pronto a su lado, pero Yuno en cambio se aseguró de pasar una mano sobre su vientre para dormir como un niño contra ella; no importa que este ya fuera más alto que su persona.

Eran lindos, aunque fue incomodo dormir con ellos a sus lados, fue inesperadamente cálido.

Los iba a extrañar, pero se aseguraría de enviar cartas todo el tiempo.

Porque eran su familia.

La calidez la acompaño el día siguiente a su ceremonia, con los nervios e incertidumbre, toda su familia asistió con curiosidad para ver qué sucedería. Había llevado su mochila, lista para partir apenas tuviera su grimorio y por eso apenas la ceremonia comenzó sintió sus nervios regresar. Los grimorios volaban a las manos de sus portadores y las caras de estos cambiaba a una felicidad infinita, Hikari comenzó a ponerse nerviosa cuando nada salió volando en su dirección y más de un aldeano giro a verle preocupado.

Hikari se había arraigado a la fuerza de la mayoría, haciendo tratos desde muy niña y corriendo por todos lados para obtener monedas con su ingenio; era una gran negociante a estas alturas y testaruda, pero era conocida por hacer tratos justos y ayudar a otros.

Todos estaban expectativos de su grimorio y Hikari se sintió tambalear ante la mirada preocupada de Drouot.

Rayos.

Tendría que intentarlo el próximo año probablemente, pero eso significaría que no podría ir a la capital, ella quería ir a la capital.

Quiere saber quién es ella.

Que hace aquí.

Para eso no puede quedarse aquí, no importa que tan cálido o que tanto sea amada, tiene que saber qué es lo que necesitan de ella.

Sus pensamientos se detienen.

¿Necesitan?

¿Alguien la necesita?

Es claro ahora, no sabe que o quien, pero sabe que vino aquí con una misión y tiene que hacerla realidad, ese es su propósito.

No bien ese pensamiento termina de hilarse, un brillo en la pared sale disparado a ella y se detiene justo frente a sus manos; es diferente en tamaño de otros grimorios, nada muy exuberante pero lo curioso es la falta de trébol en su portada. Hay algo parecido a un sello en este, con pequeños diseños en su interior y que nunca ha visto en su vida; cuando llega a sus manos es cálido en todo sentido.

¿Los demás se sintieron así?

Hikari siente que va a llorar con el grimorio en sus manos, como si un viejo amigo volviera finalmente con ella y todo su interior se sintiera invencible; no sabe cómo usar el grimorio, pero lejos de importarle, lo abraza con cariño y agradece por venir a ella. Como si algo cálido la abrazara en respuesta, Hikari no puede más que sonreír volteando a su familia y levantando el grimorio, antes que Asta prácticamente la taclee felicitándola contra el suelo.

Suelta risas animadas y todos celebran con ella.

La idea era irse esa noche, se pospone por una fiesta para celebrar.

.

.

Asta llora ruidosamente en su partida como los otros niños, no quiere que se marche, pero promete ser fuerte para poder acompañarla pronto; Yuno no llora, porque hace mucho no llora, pero eso no evita que la abrace mucho más tiempo de lo usual. Lily también la abraza con Orsi y los niños, promete enviar cartas y dulces, pero los niños casi suplican porque se quede; pero no puede. Antes de irse Orsi comenta que siente haber visto el símbolo de su grimorio antes, que debería ir a la iglesia de la capital apenas pueda para preguntar e incluso le da una carta para que les ayude; duda que pueda funcionar de algo, pero no pierde nada intentando. Drouot comenta que nunca había visto nada igual en su vida, como un augurio que podría ser algo bueno o malo, a lo cual Hikari lamenta el poco voto de confianza.

El viaje a la capital es cansado, incluso cuando se topa a un comerciante que conoció antes y le da una ayuda en la mayor parte del viaje.

Su condición física es bastante buena y tendrá que agradecer a Asta por esto, pero en general todo es demasiado…bullicioso.

Dura una semana en total viajando, al llegar se sorprende de como todo parece girar en torno a ellos mismos; Hikari no puede evitar sentir el destello de amargura ante las personas aquí, quienes viven ignorantes a los temas de las regiones abandonadas. Abandona rápidamente esos pensamientos amargos, si quiere ser un caballero mágico, tiene que luchar por estas personas y dado que falta al menos dos semanas para el siguiente examen, será mejor ponerse manos a la obra; ocupa conseguir una espada y aprender a usar su grimorio correctamente.

No toma mucho averiguar con un comerciante sobre un alojamiento barato, está en una parte cuestionable de la capital, pero no ocupa mucho dinero y usualmente viaja con sus pertenencias sobre ella; no va dejar nada ahí cuando salga para entrenar. Usa una capucha que consiguió el invierno pasado, para evitar el rostro amargo de los nobles y escabullirse por ahí sin mucha visibilidad; la idea de ser caballero tiembla frente a ella y debe ser fuerte.

Una mala convicción no llevara a nada.

Aunque ama los libros, las escrituras de su grimorio parecen una encrucijada sin final, no tienen sentido y no sabe cómo invocar algún hechizo; Lily le había mostrado calmadamente como aprendió ella, pero parece ser que no tiene un uso para su propio grimorio. Aquel objeto inanimado que parece ser un amigo, se convierte en un rival poderoso que no puede vencer, lo cual lleva a Hikari a una desesperación cuando una semana después no está más cerca de obtener alguna idea de que hechizo usar.

No tiene tanto dinero, incluso con algunos tratos que formo en la capital, dejo la mayor parte del dinero (por no decir todo) en el orfanato; no puede comprar un arma.

Joder.

Cuando faltan dos días para el examen va a la iglesia, esta estresada de no haber obtenido nada y necesitada de una presencia familiar; la iglesia de la capital es mucho más enorme y ostentosa que la de Hage, lo cual provoca una sensación espesa en su interior.

Esta demasiado lejos de casa.

No parecen felices con verla ahí, lo cual le fastidia, ya que la iglesia de Hage siempre tiene las puertas abiertas para todos y aquí parecen ser más clasistas. Una mujer que trabaja ahí es quien la saluda cordialmente, entrega la carta incómodamente y esta parece algo sorprendida; parece ser que Orsi había sido un viejo conocido de la mujer y esta se encontraba alegre de saber que todo iba mejorando en Hage. Hikari siente una calidez en su pecho, al escuchar la sinceridad de sus palabras y ver que ella era de las pocas personas que intentaba enviar recursos a otras áreas del país.

Lamentablemente, esta parecía no tener conocimiento del libro o su escritura.

Matando sus pocas esperanzas sobre el tema.

—Pero lo que me parece más interesante es esto—la mujer señala tranquilamente el sello frente a su grimorio y Hikari lo ve igual de confundida, todos parecían intrigados por eso—en el reino del trébol cuesta mucho ver un grimorio sin el símbolo del trébol, independiente de su número de hojas; pero este símbolo parece un sello imparcial que he visto en antiguos escritos—añade regresando el grimorio que Hikari acuna contra su regazo.

¿Antiguos escritos?

Coloca una mano sobre su mentón, ignorante un poco sobre el tema.

La mujer solamente le ve con intriga, antes de negar con la cabeza.

—Probablemente no signifique nada, esos viejos escritos son sobre las antiguas escrituras de los ángeles; pero eso se ha perdido con el tiempo y no deberías investigar sobre el tema—expresa la mujer con amabilidad, y una forma pasiva de dejar en claro que no debe entrometerse en lo que fuera que pensara.

Tampoco es que tenga acceso a la iglesia o su información, tendría que esperar que Asta o Yuno se conviertan en Rey Mago, para poder usar su autoridad y meterse en esta información; no es que signifique mucho, el reino tiene un Rey, indiferente de si el Rey Mago es más popular.

Cuando llega a su habitación ve el grimorio entre sus manos.

—Eres un jodido enigma—habla, pero sin acidez en su voz, en realidad, el nivel de dificultad es bastante atrayente.

.

.

Muy similar a como fue encontrada por Lily tantos años atrás, Hikari va a la prueba de caballero mágico con solamente fe de su lado; tiene solamente su vieja espada de madera, que puede reforzar con su magia de luz y que espera le sea útil. Ha escuchado poco del examen de caballeros y sabe que los capitanes votarían por ella, así que espera dar al menos un buen espectáculo; a estas alturas no importa en qué grupo quede, solamente espera ser aprobada. Se siente totalmente derrotada cuando entra por las puertas y se asombra de la cantidad de pájaros negros revoloteando por ahí.

Anti-aves les llaman otros concursantes.

Hikari las ve fijamente, pero ninguna realmente se acerca a ella, una pena ya que es amante de los animales; pero parece ser que algunos concursantes parecen curiosos de esto.

Cuando los capitanes se presentan frente a todos, la mayoría ruge emocionados por la idea de pertenecer a alguna orden; Hikari sin embargo no puede dejar de ver al tipo que tiene una máscara con curiosidad, algo latiendo dentro de ella.

Ten cuidado—

Una voz resuena en su cabeza, pero incluso aunque eso parece anormal en estas circunstancias, no tiene nada de qué preocuparse; esta aun dudando sobre si podrá pasar el examen mientras dan el discurso inicial. Pero tiene suerte cuando se habla de probar sus diferentes actitudes antes de elegir candidatos, porque cuando le presentan una escoba mágica para volar, Hikari casi llora de alegría.

No es que tenga conocimiento previo, pero puede controlar bien su magia y cuando flota con esta entre sus piernas sonríe emocionada.

Tal vez tiene oportunidad.

Las siguientes pruebas de actitud mágica son relativamente sencillas, sus bolas de luz no lastiman nada, pero al menos demuestra que tiene magia; no destaca, pero tampoco es alguien fácilmente olvidable, está en el hermoso medio como siempre. Así que espera que al menos la acepten por ser promedio, lo cual comienza a desvanecerse cuando anuncian que la última prueba es un combate contra usuarios.

Hikari comienza a sudar nerviosa, esto se está volviendo problemático cada instante.

Una mujer amable camina a ella casi con pena, nadie la ha elegido como compañera y una parte de Hikari casi quería que siguiera de esa forma.

—No me gusta luchar—admite torpemente, la mujer de cabellera clara y ojos azules parece levemente contrariada de su comentario.

Rasca su nuca de forma muy similar a Asta, mientras espera ser llamadas por su turno.

—Mi nombre es Wainsley—habla la mujer que parece mayor que ella, con ropa recatada y elegancia que Hikari no podría obtener, aunque su vida dependiera de ello.

—Mi nombre es Hikari, vengo de la región de Hage—se presenta notando como la mujer frunce el ceño.

No solamente su nombre es una anormalidad en este país, Drouot comento que no conocía a nadie con este nombre y Lily lo puso ya que fueron las únicas palabras que pudo entender de la carta dejada con ella; también tiene que tomar en cuenta que la región de Hage era olvidada por el reino.

Un plebeyo.

Su presencia era tachada como eso y no se avergonzaba.

Wainsley amablemente no pronuncio palabras negativas contra ella y eso era más que suficiente, ya que cuando ambas fueron llamadas para batallar, no ocupaban una camaradería; pero disfrutaba que no fuera tachada de forma negativa desde el inicio.

Sudorosa toma el grimorio entre sus manos.

La señal da inicio a la batalla, Hikari se arroja con un chillido cuando una viga de hielo casi la aplasta, rodando por el suelo gira a ver con nuevo respeto a Wainsley; la mayoría de capitanes parecen un poco animados por la actividad e incluso la mujer rubia entre ellos pone una mano en su mentón interesada. Quisiera decir que ella también es buena, pero pasa los siguientes minutos esquivando por su vida, nuevamente agradecida de los buenos reflejos gracias a Asta.

Su espada de madera fue destruida al instante y apenas puede usar magia de luz en sus manos para evitar el total ataque de la magia de hielo.

Wainsley está siendo amable.

Cinco minutos de batalla y Hikari está escupiendo sangre contra el suelo, viendo jadeante el nivel de los caballeros mágicos frente a ella; maldita sea, Yuno y Asta la tendrían difícil en unos años.

El pensamiento de ambos le hizo gimotear, porque realmente había tenido la ilusión de poder contarles que su hermana mayor había sido caballero, que ellos también podrían serlo; quería recibirlos en unos años con orgullo y presentarse en su orden con una sonrisa cálida. El horror de saber que fallaría y que sería humillada, la hizo soportar el siguiente ataque que la estampo con violencia contra la pared lejana.

Jadeante escucha que quieren terminar el partido y eso la alerta a levantarse, sus piernas temblorosas y con la mayoría del público viéndola intrigados; lastima, reconoce la mirada de lastima y diversión de algunos concursantes.

Palabras.

Susurros.

Plebeyo.

Inútil.

Sin valor.

Úsame—

Ese último destaca solamente para ella, haciéndola tomar el grimorio entre sus manos y provocando que Wainsley detenga el siguiente ataque viéndola curiosa; desde el inicio de las pruebas nunca uso el grimorio y probablemente muchos tengan curiosidad de que se trata su magia realmente. Si es sincera, Hikari también tiene curiosidad de saberlo y algo dentro de ella arde, un deseo y una imagen clara.

Se puede ver con un uniforme de caballero, frente a la entrada de su orden, saludando a Asta y Yuno; siendo como siempre los tres juntos. Hikari tiene que abrirles el paso, para que en dos años cuando ambos lleguen, al escuchar el nombre de Hage los vean con emoción y expectativa.

Dejar la barra en alto.

—Aun no—susurra con una sonrisa levemente psicópata, provocando que Wainsley se estremezca por algún motivo.

Su grimorio brilla cuando cae al suelo por sus manos temblorosas, pero funciona, ya que cuando se abre este brilla y algo parece emerger de este. La silueta parece larga como una vara, pero cuando sale totalmente del libro se vuelve de un color gris platinado y muerta una lanza con hermosos detalles desde su mango hasta la parte filosa.

Cuando la toma esta deja totalmente su brillo como su grimorio.

Al igual que con la espada, la lanza parece sentirse cómoda entre sus manos y antes de que alguien lo note o ella misma procese, ha arremetido hacia adelante. Wainsley crea un escudo de hielo justo a tiempo, pero Hikari mueve la lanza entre sus manos de forma natural y lo destruye sin dudarlo; la mujer rápidamente usa el hielo para escapar, pero Hikari parece poseída.

Se siente.

Bien.

Sus movimientos son agiles y ahora que tiene un arma, parece sentirse más ligera que el viento cuanto salta una gran altura y cae en picada. Wainsley cae contra el suelo de espaldas, rostro incrédulo mientras Hikari está sobre ella luciendo totalmente destrozada y con la lanza apuntando a su garganta. Se ve en el reflejo de la mujer, sin haber notado cuando su vista se volvió aguda y sin entender porque sus ojos castaños parecen brillar de forma dorada.

El anuncio de la batalla se da por finalizado y Hikari parece pestañear regresando en sí, ve la lanza entre sus manos antes de que todo sentido regrese a ella y le ofrezca a Wainsley la mano para que se ponga sobre sus pies con ella.

Tropieza cuando vuelve por su grimorio, prometiendo que no volverá a dejarlo suelto y sorprendida de que la lanza desaparezca en pequeñas esferas de luz que regresan dentro de su grimorio; eso fue absolutamente genial y Hikari sonríe mientras camina al resto de concursantes.

Mientras otros concursantes pasan a combatir, Hikari analiza el grimorio entre sus manos con mayor atención; si esto significa que su grimorio puede producir armas, además de que ella misma podría usar la luz como escudo en su cuerpo, seria asombroso. Su idea de entrenamiento físico con Asta estos años podría ayudarla, incluso aunque usar el grimorio pareció permitirle ser más ágil y tener mejor vista, sus propios atributos físicos estaban ayudando a mejorar su ofensiva.

De reojo noto a Jack en medio de los capitanes verla de reojo con una sonrisa divertida, parecía emocionado de alguna forma y Hikari también lo estaba.

Jack siempre tuvo razón.

La magia de luz o al menos su magia de luz, era asombrosa y Hikari lamenta no haberlo notado desde antes.

Al llegar la hora de que cada concursante pasara, Hikari se sintió nerviosa ante el llamado de su persona y se detuvo frente a los capitanes sintiéndose inusualmente pequeña; no sabía que Jack había subido al puesto de capitán tan pronto, aparte de los dulces constantes de este nunca obtuvieron una carta. Esperaba que su presencia anunciara la posibilidad de obtener una orden de alguna forma, así que cuando más de una mano se levantó para elegirla; se sintió incrédula.

No fueron todas, pero las ordenes que levantaron su mano fueron:

La orden de la Rosa Azul.

La orden de la mantis verde.

La orden de los toros negros.

Su interior chillo de alegría al pensar que tendría opciones, aunque inicialmente solamente iba aceptar cualquier orden que la eligiera, ahora tendría que elegir en tiempo record con lo poco que sabe de las ordenes que la eligieron. Muchos atrás de ella susurraron sobre que era una plebeya y otros objetivos, pero Hikari se concentró en las personas frente a ella, los capitanes.

Quería fervientemente elegir a Jack, era alguien conocido que la vio antes de que ella misma supiera realmente su magia; vio su potencial.

La capitana rubia tenía una orden que escucho solo era para mujeres, pero su apariencia parecía demostrar que sería un lugar estricto en el cual podría aprender dirigentemente.

El hombre de cabellera negra que fumaba, no le dio ninguna sensación de seguridad, todo lo contrario, parecía tener un cartel que exigía que huyera lo más lejos posible; había escuchado que la orden de los toros negros era la peor de todas las presentes y con un resultado pésimo a la hora de obtener rango entre sus compatriotas.

¿Desde cuándo Hikari le gusta lo fácil?

¿Desde cuándo no ama los retos?

No sabe si realmente fue ella o la fuerza que a veces aparece para guiarla, pero cuando su mano se levantó también para elegir, todos parecieron quedarse en silencio; incluso el mismo líder de los toros negros parece sorprendido cuando Hikari lo señala a él. El rostro de su futuro capitán se vuelve una sonrisa divertida que augurio sin duda dificultades, pero Hikari sonríe de la misma forma; ese hombre y la orden de los toros negros no sabría quien los golpeo.

Porque este es el inicio de su historia.

Hikari ese día se convierte en un caballero mágico.

¿Fin?

Hace tiempo había comentado en Facebook mi deseo de escribir una historia de Black Clover con un Oc de auto inserto. Para quienes no conocen Hikari en realidad es un Oc que uso más que todo para el mundo de Naruto, había pensado en hacer un Oc nuevo para esta historia y luego me detuve a pensar.

¿Por qué hacer uno nuevo, cuando le tengo mucho aprecio al que ya tengo?

En la historia de Naruto, Hikari era realmente un ninja bastante malo en técnicas y más que todo como personaje de apoyo para otros. En esta historia aparte de ser mucho más joven, tiene talento para la magia, lo cual hará cambios más radicales.

En este mundo Hikari no tiene conocimiento total de la trama de Black Clover y solo sabe que ha rencarnado nuevamente, pero no tiene sus recuerdos pasados. Esta historia va ser independiente a Neue Chance, así que no esperen que los recuerde.

Este capítulo es largo, pero si algún día decido continuar la historia como tal, creo que serían de este largo aproximadamente.

Al final este capítulo es una idea piloto para ver si a alguien le gusta, me divertí escribiéndolo y espero que quien lo lea también lo disfrute.

Luka-sama fuera por el momento.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.