Un poco dulce
Halloween era una fecha… rara para la ciudad de Karakura, y en especial para Kurosaki Karin.
Su hermano era un shinigami de tiempo completo ahora, pero su reiatsu terminó de potenciar el suyo y al final ella acabó transformándose en shinigami también, pudiendo así obtener su zanpakuto que ahora mismo era tan valiosa como una mejor amiga.
En Halloween, su hermano estaba ocupado saliendo a pedir dulces con su hijo, así que ella se encargaba de cuidar la ciudad, pero… por alguna razón, parecía que todos los años en Halloween los hollows se ponían de acuerdo para hacerle la vida imposible.
No tenía mucho tiempo para entrenar, siendo una estudiante universitaria y con un trabajo de medio tiempo, y su shikai, aunque era poderoso, requería de una gran habilidad de combate cuerpo a cuerpo.
No le gustaba admitirlo, pero los hollows a veces eran demasiado para ella por su falta de entrenamiento, aunque claro que su hermano no sabía eso. El único que sabía eso era el que ya le había salvado el culo tres veces en Halloween.
El capitán Hitsugaya Toshiro, aquel que conoció cuando era una niña, mismo que, al igual que ella, finalmente creció hasta alcanzar la adultez.
Había escuchado algo de que finalmente perfeccionó su bankai y logró dejar que este siguiera impidiendo su crecimiento, pasando por una pubertad acelerada, por lo que técnicamente era solo un adolescente mientras ella una adulta, pero ni se notaba tanto ya que era bastante alto y… debía admitir, que también era muy guapo.
No es que fuera a decírselo. Nunca. No, gracias.
Mientras patrullaba en esa noche de Halloween, no se sorprendió al sentir su reiatsu aparecer de repente.
Sonrió resignada.
Él siempre venía a patrullar en Halloween para ayudarla con los hollows, aunque la primera vez solo vino para escaparse de todo el mundo todavía queriendo tratarlo como un niño ofreciéndole dulces.
Aunque… empezaba a sospechar que había otro motivo también.
"¿Dices eso por mí?" habló su zanpakuto en su mente.
—Sí, de hecho. —Sonrió burlonamente mientras corría a encontrarse con el capitán albino—. No creas que no lo note, Meigetsu. Cada vez que Toshiro y yo entrenamos es como si tú y Hyorinmaru tuvieran una conversación. Es raro, pero también lo siento en cierta medida, y no solo los sentimientos de Hyorinmaru, también los de Toshiro… —Sus ojos se llenaron de nostalgia al recordar los años anteriores.
Toshiro tenía sentimientos muy complejos, nunca podía entender del todo qué sentía o qué pensaba, pero sabía que eran cosas buenas, nobles, dignas y respetables. Él era una persona increíble, en verdad.
.
—No sé por qué me deje convencer por ti para venir —gruñó Toshiro por lo bajo, sentado en un tejado, observando a las hordas de niños yendo de una casa a otra pidiendo dulces.
"No es como si yo fuera el único ansioso de ver a la señorita Meigetsu y su portadora" habló Hyorinmaru, audiblemente divertido.
—Ese es precisamente el problema. —Suspiró largamente, dejando escapar su aliento helado al aire—. No es correcto querer verlas y lo sabes. Somos de mundos diferentes, ¿crees que sirve de algo verlas solo una o dos veces al año? Ella envejecerá y yo… apenas dejé de ser un niño. —Hizo una mueca.
"Me alegra que admitas tus sentimientos tan fácilmente".
—¡No admití nada! —siseó, antes de guardar silencio al sentir el gigantesco reiatsu muy mal contenido de parte de la chica Kurosaki.
Karin era muy buena ocultando su reiatsu, cuando empezó a entrenarla eso fue una de las cosas que más rápido dominó. Si ahora tenía su reiatsu tan fuera de control eso era por un descontrol sobre sus sentimientos. Quizás los nervios por el entrenamiento que la esperaba hoy… o las ansias por verlo.
Su corazón empezó a latir apresuradamente y un viento gélido recorrió las calles, haciendo a varios niños que pasaban por allí estremecerse y empezar a gimotearle a sus padres.
Hmm, los mocosos humanos eran realmente irritantes.
"Podrías tener un mocoso humano algún día, por como van las cosas".
Ante las palabras indiscretas de su zanpakuto, Toshiro se sonrojó profundamente.
—¡Cállate, eso no pasará!
—¿Y ahora qué te pasa? —Karin eligió ese preciso momento para llegar y pararse a su lado.
—Nada —gruñó secamente.
Sintió a un hollow detrás de él y, sin siquiera voltear la vista, le arrojó un hechizo kido para destruirlo.
—La ciudad está infestada, maté como a seis en el camino —murmuró ella, sentándose a su lado—. Ugh, hace un poco de frío cerca de ti. —Frotó sus brazos.
—Lo siento. —De inmediato puso su reiatsu, y sus emociones, bajó control.
"Dile de lo que hablamos" murmuró Hyorinmaru ansiosamente.
—Hoy podríamos practicar hechizos kido en los hollows, en vez de usar las espadas —le dijo a Karin—. Además, si las ponemos juntas podrán conversar.
"Por favor, dile que sí", pidió amablemente, y muy ansiosamente, Meigetsu en la mente de Karin.
—Claro, claro, suena bien —cedió, divertida.
Dejaron sus espadas en el tejado, lado a lado, con los mangos tocándose ligeramente.
Mientras los hollows salían, Toshiro le enseñaba hechizos kido, principalmente hado de bajo nivel, pero, cuando salió un hollow especialmente poderoso, hizo uno de alto nivel y grande fue su sorpresa cuando Karin lo imitó fácilmente sin siquiera recitar el hechizo completo.
—Impresionante. Tienes talento para el kido, podrías ser una maestra con más entrenamiento.
—¡¿Tú crees?! —Ella sonrió entusiasmada.
—Sí, yo soy un maestro en kido, podría enseñarte, pero… El kido requiere de mucho esfuerzo y dedicación, sobretodo tiempo. Será un largo entrenamiento, no tengo mucho tiempo, menos si tengo que venir al mundo humano en tan contadas ocasiones.
—Entonces, ¿qué tal si voy contigo a la Sociedad de Almas?
—¿Eh? —Él volteó a verla con la boca abierta.
—Bueno, no ahora, pero… estoy cerca de terminar mi carrera. —Se llevó una mano a la nuca, sonriendo tensamente—. Y estoy harta de no saber todo lo que necesito. No soy como mi hermano que despierta un nuevo poder cada vez que está en problemas, quiero aprender a usar los recursos que tengo disponibles. Cuando terminé mi carrera, ¿podría ir allá a entrenar unos meses?
"¡Dile que sí!" exclamó Hyorinmaru.
"Tú cállate" le reprochó él mentalmente.
Sin embargo, la idea no le pareció tan mala después de pensarlo unos segundos. ¿Quién iba a poner un pero? Kyoraku estaría encantado, la Central 46 estaba llena de gente más indulgente, y los otros capitanes ya estaban acostumbrados y resignados a tener que lidiar con los Kurosaki.
Además… le gustaría pasar más tiempo con ella, más que unas pocas veces al año.
Tomó una gran bocanada de aire.
—Muy bien. Te entrenaré cuando vayas allá. —Esperaba no arrepentirse.
—¡Genial! —Sonrió ladinamente—. Y cuando estemos allá, tal vez podamos… —Calló cuando vieron a un hollow de gran nivel persiguiendo a un pobre niño con gotas de reiatsu disfrazado de fantasma en la calle frente a ellos, causando que las decoraciones de Halloween empezaran a desprenderse—. ¡Yo me quedaré con ese! —Tomó su espada—. ¡Rasga, Meigetsu! —Su espada se convirtió en dos garras y ella saltó a la acción sin temor, y sin prudencia.
Hitsugaya suspiró, antes de invocar su shikai y seguir a la chica que iba a ser la causa de todos sus dolores de cabeza en unos pocos meses.
Sin duda era una pesadilla, algo aterrador, digno de esa fecha de Halloween. Aunque no podía negar que, al igual que la parte de las golosinas en la noche de brujas, la idea le parecía un poco dulce.
Fin.
Holaaaa :D
Hago este fic por un evento de Halloween en el fandom HitsuKarin, ojala les haya gustado! *o*
Fue bueno volver a escribir de mi hermoso HitsuKarin! Claro que los sigo amando :'D
Intentare subir algo por aquí alguna que otra vez :3
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
