Ship: Anya Forger x Damián Desmond

Fandom: Spy x Family

Tema: Oír ruidos o voz cuando estás solo.

Disclaimer: Los personajes de la historia no me pertenecen, forman parte de la otra y autoría de Tatsuya Endo, gracias por la bella obra que nos tiene al borde del asiento por el todo misterio que hay.

Summary: Cuando era niña, su mente era apresada por la soledad que la aplastaba ella escuchaba ruidos o voces que al hacían doblegarse de dolor y miedo y no había nadie quien la ayudara.


Estaba teniendo pesadillas.

No, más bien eran recuerdos bien guardados en su mente sobre lo que había pasado en se espantoso lugar donde había sido "creada"

Espantosas sesiones en donde su mente, cuerpo y ser eran observados, monitoreada y revisada en busca de respuestas y más respuestas, además de que luego de esos tormentos venían los tormentos más crueles que consistían en "estudiar".

Estudiar su comportamiento, estudiar como lograba saber lo que pensaban sentían y podían realizar, ella sabía que estaba en el limbo de los sueños. Esa parte donde la conciencia se desconecta y le da paso a la inconsciencia para que se dé un dueño tranquilo y pacífico.

Pero ahora estaba aterrada, no podía despertar, sentía y escuchaba como sus recuerdos tomaban fuerza y su cuerpo se contraía y comenzaba a escuchar las voces de ellos.

"Vamos Anya, es hora"

La niña negaba frenéticamente.

"¡Vamos experimento!"

Negaba fuertemente con su cabeza.

"Eres un experimento, recuérdalo"

"Jamás podrás estar lejos"

"Eres parte de la solución para esta guerra"

"Debes actuar"

"Dinos que escuchaste"

"Es hora de estudiar Anya"

"Vamos Anya, se una buena niña"

No.

Basta, basta.

—Anya...

No, por favor váyanse, ustedes están muy lejos.

—Anya...

—Por favor aléjense de mí.

— ¡Anya!

— ¡Basta!

Se levantó de golpe y unos ojos castaños la miraban preocupado y sosteniendo sus manos.

—Hey —abrazándola fuertemente mientras a ella se le iban las lágrimas—, ellos están muy lejos, incluso puedo jurarte que están muertos.

Las lágrimas seguían.

—Ya no estás sola, esas voces ya no volverán a atormentarte cuando estés sola, tus padres se encargaron hace mucho tiempo.

—Cada... cada vez que ellos vienen a mi... solo en la oscuridad... Anya debes... Anya debe...

—Shush... —suavemente y con mucha valentía el beso la frente de novia—, Anya ahora es mayor, ahora nadie podrá tocarte sin que tú lo desees, nadie podrá hacerte daño, esos años están en el pasado Anya. Lamento haberme demorado.

El joven se sintió culpable, hace unos días atrás se descubrió el cuartel donde la joven había sido "creada" haciendo que padre y madre se dirigieran hacia allá para monitorear todo.

Los secretos en la familia Forger se habían ido hace tiempo, en especial cuando la academia edén fue situada y ella recurrió a sus poderes para salvar a sus amigos de aquellas personas que ella conocía mejor que nunca.

Ella con diez años se las arregló para ayudar a todos con ayuda de su familia, contando así su verdad y formando ahora como una familia completa, sin secretos de por medio. Ahora con dieciséis años el volver a tener recuerdos de ellos la aterraba.

Damián sabia lo mucho que le afecto en ese entonces y ahora, y como en esas ocasiones él estaba para ella, solo que esta vez se le hizo tarde llegar por la reunión con su hermano mayor.

Poco a poco la respiración de la joven se relajó y el la soltó despacio mientras la seguía abrazando.

—Gracias segundo... en verdad gracias.

—seré la voz que siempre oirás en tu soledad.

Ella rio y sonrió aún más.

—Gracias Damián —dijo pegando su frente con al del joven.

—En tu soledad, seré los ruidos que siempre oirás en tu mente.

Cuando era niña, su mente era apresada por la soledad que la aplastaba ella escuchaba ruidos o voces que al hacían doblegarse de dolor y miedo y no había nadie quien la ayudara.

Pero un día su familia y el eran los que siempre llegaban haciendo ruido para que saliera de ese lugar, poco a poco fue así. Ellos serian ruidos y voces que siempre oiría cuando estaba sola y no debía sentir miedo de ello.


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