Hola a todos, ¡Feliz Halloween! Espero que todos se la estén pasando genial en este día, que, aunque sea lunes debemos recordar pasarla muy bien.

Ojalá disfruten esta historia, pero no deseo mentirles. Esta historia para nada es de miedo, tómenlo como romance juvenil o amistad, pero el miedo no es mi fuerte y créanme que lo intente, pero por mas que busque hacerlo no pude.

Otra cosa, si soy sincera, este no es un buen trabajo… si se que estoy mal en decirlo, pero no me convencieron ciertas cosas, pero como había prometido una historia cloti de Halloween, pues lo prometido es deuda.

Sin nada mas que decir espero que lo disfruten….

El pequeño Cloud Strife caminaba contando el gil que llevaba en su mano, posiblemente seria la séptima vez que lo hacía. Estaba preocupado por la cantidad de dinero que había conseguido con las tareas que le habían encargado realizar las pocas personas que todavía le hablaban en el pueblo, una cantidad reducida que podría contarse con los dedos de su mano.

Vio a su alrededor para ver las diferentes casas decoraciones sobre la "noche de espíritus". Una tradición que todos los niños del pueblo adoraban, porque podrían salir a pedir dulces, disfrazarse de todo tipo de personajes y monstros.

De la nada, se estrelló con una persona, sintiendo como lo aplastaba mientras caían al suelo. Empezó a maldecir a la persona quien haya sido, hasta que se dio cuenta de quien era en realidad, quedando sonrojado y completamente mudo.

Tifa Lockhart.

Esto había sido el momento en que más cerca había estado de ella, su respiración estaba acelerada, pero aun así no podía negar el olor que desprendía la pequeña a flores y vainilla llenaba sus fosas nasales.

Los enormes ojos marrones de ella lo estaban impregnando y el sintió un escalofrió recorriendo su cuerpo. La belleza de la joven era aún más impresionante cerca de ella, Cloud deseaba agarrarla más y sostenerla en su lugar para absorber cada centímetro de ella, intentaba a su manera recordar cada parte de su cuerpo y la forma de su rostro en la posible situación que nunca más podría estar tan cerca de ella, daba por hecho que no podría estar tan cerca para volver a sentir la respiración de Tifa.

Existía algo entre ellos. Él podía asegurarlo, nadie podía negar. En ocasiones podía sentirlo, sabía que no era su imaginación o algo esporádico. Algo estaba entre ellos como en esta ocasión.

Ambos niños se miraban de forma curiosa, la mirada de ella, aunque juguetona parecía indescriptible en otras cosas.

-¡Perdona, Cloud! -la niña se disculpó mientras se lavanto algo apenada -¿Estas bien?

Sus cuerpos se separaron, dejando un vacío bastante grande dentro de él, sabía que ahora en adelante esa sensación la extrañaría.

-Es… bastante bien -la pequeña lo miro confusa -Es decir, no hay problema -intentaba sonar seguro y muy confiado, pero por más esfuerzo que intentara había sonado muy tímido.

-Muy bien -la joven deseaba conversar un poco más con él, sobre todo lo que estaba pasando -Bueno, disculpa tengo un poco de prisa debo por mi disfraz. Pero nos vemos pronto -la joven comenzó a correr, pero de repente dio una vuelta -¡Lamento a ver chocado contigo!

No sabía cuánto tiempo se había quedado con la mano extendida, pero por supuesto era en vano la pequeña ya se había ido.

Era ridículo lo que sentía, era como si le hubieran arrebatado el amor de su vida, cuando solo tenia trece años y realmente no sabía que era el amor, pero este vacio, este dolor era algo insoportable.

Estaba decidido a seguirla, ayudarla con el disfraz que había mencionado, sin importar lo que fuera solo por el deseo de pasar tiempo con ella. Quería que ambos se conocieran, puedan estar conocerse a nivel emocional y físico. Sabia que si seguía mirándola desde lo lejos nunca podrían avanzar, es mas ni siquiera iniciar algo.

Determinado, motivado por las emociones y pensamientos que estaban recorriendo su cabeza decidió correr tras ella, pensaba que estaba por hacer algo estúpido, pero pudo mirar como el padre de Tifa apareció detrás de una de las casas.

Cloud pudo sentirme muy pequeño mientras intentaba esconderse. El padre de Tifa me miraba físicamente fuerte, tenia presencia y el hecho de que su mirada solo enfocara odio hacia el joven no podía ayudar mucho en la situación.

Parecía estar inspeccionándolo, como si estuviera utilizando materia de análisis en un enemigo, giro su cabeza para ver a Tifa todavía camindo y volvió a posar su mirada sobre el, posiblemente pudo deducir las intenciones de Cloud.

-Tu casa está en esa dirección, Cloud -dijo severamente mientras señalaba el hogar del pequeño.

Lo pensé, la idea de desobedecer e ir tras Tifa paso por su mente, pero decidió renunciar a ello, no deseaba dar más problemas a su madre ni empeorar la situación del pueblo.

El pequeño entro a su casa empujando la vieja puerta de madera sin separar sus ojos del suelo, esto era patético fue derrotado por unas simples palabras. El padre de Tifa lo había mirado como basura, pero era de esperarse él no podía ser digno que la niña más hermosa del pueblo, quien realmente puede ser digno de ella, es más tuvo que chocar con ella para que lo mirada por un segundo.

-Cloud, bienvenido a casa -dijo su madre mientras llegaba a la puerta para recibirlo.

-Hola mamá -dijo aun con la mirada caída.

-¿Ocurre algo? -cuestiono la madre al conocer la actitud de su hijo.

-Nada -mintió el pequeño.

-¿Tuviste otra pelea?

-No.

-Bueno, sube tus ánimos -la señora desapareció por la puerta del armario y volvió en seguida -Mira lo que he conseguido -en sus manos extendió un disfraz de grasatoda; una criatura de apariencia grotesca, verde y con pinchos.

-¿Dónde lo encontraste? -cuestiono Cloud al momento de sostenerlo en sus manos con gran emoción.

-La vieja señora Clarisa dice que era de uno de sus hijos, me dijo que, si me interesaba, por supuesto que le dije que sí, creo que con unos detalles podrás usarlo para esta noche.

-Muchas gracias, mamá.

Estaba enfrente del espejo, se había estado viendo ya por unos minutos, estaba impresionado por la calidad del disfraz, era bastante alta, no era común en un pueblo como el suyo. Aparte que casi siempre era el niño con el peor disfraz y se prestaba a burlas de los otros muchachos.

-Te vez muy bien con el disfraz -dijo su mamá mientras apareció detrás de el con una calabaza en su mano.

-No digas eso -aunque no se pudiera ver, su rostro estaba levemente sonrojado.

-Pero no puedo ver tu bonito rostro, si gustas puedo buscar una manera de abrir la boca para que puedas ver mejor -dijo al momento de intentar ver su rostro.

-Así esta perfecto -se soltó del agarre de su madre y volvió a verse al espejo.

-Como gustes, pero toma tu calabaza, sino como te podrán dar dulces.

-Muchas gracias -Cloud estaba moviendo lo pies de un lado al otro, impaciente por abrir la puerta -Ya me voy.

-Muy bien, cuídate mucho y no te alejes del pueblo.

El pequeño salió con emoción, empezó su camino hacia una de las casas no sin antes darle una pequeña mirada a la residencia Lockhart, esperando quizás poder ver a Tifa, tenía esa esperanza, deseaba verla disfrazada. La joven siempre era considera la mas bella del pueblo.

-Debo aplicar mi plan esta noche -la voz de uno de los amigos de Tifa lo hizo reaccionar, su primer instinto fue ocultarse en uno de los arbustos. Sabía perfectamente que podría encargarse de ellos, pero no deseaba arruinar su disfraz.

Los tres niños pasaron por el arbusto sin notar su presencia -Planeo llevar a Tifa a la mansión para pedirle que sea mi novia -dijo uno lleno de orgullo vestido como soldado de Shinra.

-No es justo yo quería invitarla a la fuente de agua -reprocho otro de ellos vestido de dragón.

-Pero no será peligroso, esta noche sale el "Alba escarlata" -dijo el último de ellos que estaba vestido de dragón.

Cloud recordó la vieja leyenda de esa noche; el alba escarlata. Un espectro que supuestamente aparecía justamente es noche, algunos decían que parecía ser un hombre lobo gigante con cuernos, otros una gran mole, pero en la que todos coincidían era que era rojo de como si una capa se tratara.

-Tonto, ese es cuento de los viejos del pueblo para que no salgamos a pedir dulces porque piensan que alabamos a los espíritus prohibidos.

-Es cierto, nadie nunca ha visto a ese tal escarlata.

Los niños continuaron metidos en su platica ignorando al pequeño adolescente escondido en el arbusto, hasta que se sintió seguro salió -Lo mejor será alejarme de ellos, no puedo golpearlo con este disfraz.

Mientras aun miraba en dirección a donde se habían ido los muchachos, no miro hacia el frente ni a la persona con la que choco.

Por supuesto, gracias al disfraz no le había dolido nada, pero cualquier sentimiento se esfumo al ver de quien se trataba, era Tifa. Estaba vestida de vaquera color purpura o al menos esa impresión le daba.

-Disculpa, este no es mi día he chocado con muchas personas -dijo la pequeña mientras sobaba su cabeza -¿Te he lastimado?

El pequeño solo negó con la cabeza.

-Wow, que sorprendente es tu disfraz, ¿Quién te lo hizo? -la pequeña estaba bastante inspeccionando cada parte del disfraz.

El niño se mantuvo tímido y solo pudo negar con la cabeza a las preguntas de la pequeña.

Tifa frunció el ceño -¿No puedes hablar? O ¿no quieres hablar? -llevo sus brazos delgados a su cadera -¿Ni siquiera puedo saber tu nombre? -cuestiono al momento de intentar ver por dentro de la boca del monstruo.

La emoción de saber quién era la persona detrás del disfraz carcomía a Tifa, por más que intentara ver por los orificios seguía sin poder ver nada. Suspiro al momento de darse cuenta de que no podría de momento hacerlo decir quién era -Te llamare Spikey, creo que por tu disfraz te quedaría bien, ¿estás de acuerdo? -dijo mientras jugaba con las espinas del disfraz.

Cloud estaba en un dilema entre decir quién era o seguir con esta mentira, pero al ver el pequeño rostro de Tifa pensó que era lo mejor seguir con ese juego, así que solo asintió con la cabeza.

-Oye si te parece bien, ¿quieres acompañarme? -aunque no los pudiera ver los ojos de Cloud se abrieron como si fueran unos platos, no podía con la emoción de por fin pasar tiempo con la niña que siempre había deseado -Digo estas solo y creo que este día no es divertido pedir dulces solo.

Casi dejaba salir un sonido por la sorpresa ante la invitación, pero lo único que hizo fue asentir con la cabeza.

Tifa dejo salir un gran sonrisa -Muy bien -tomo su mano -Vámonos -corrieron juntos a la siguiente casa.

-Mira la casa de la señora York, siempre les da muchos dulces a los niños -Cloud pensó que eso no era muy cierto, las veces que había ido, a lo mucho le daba un par de dulce y una mirada de cierto desprecio.

La pequeña llego, toco la puerta con emoción, pasaron los segundos una señora abrió la puerta -Pero a quien tenemos aquí, la pequeña Tifa Lockhart -se inclinó un poco más para verla mejor -Que hermosa te ves como vaquera. Pensé que te vestirías de princesa.

-Decidí hacer un cambio este año señora York, pensé que ya no va conmigo eso.

-Estoy segura de que te verías hermosa con cualquier disfraz -dijo mientras le daba un puñado de dulces.

-Gracias -comento con un leve sonrojo.

Los ojos cubiertos por arrugas de la señora York se posaron en Cloud -Pero que sorpresa, es un asombroso disfraz, ¿pero quien esta debajo de él? -dijo como si de una niña se tratara, mientras al igual de Tifa intentaba mirar por debo de su disfraz.

-No quiere decirme, parece que es bastante tímido o tímida -dijo la niña mientras detenía a la señora en su curiosidad por querer saber quién era el que estaba bajo el disfraz -pero ha sido muy amable.

La señora, aunque al principio no muy convencida, solo cambio su mirada y les otorgo una cálida mirada, una que jamás le hubiera dado a Cloud -Muy bien, igual esta noche es para que los niños de puedan divertir, pero por tan excelente disfraz merece un poco más de dulces -la calabaza de Cloud recibió más dulces en ese momento que en cualquier otro de su vida. Algo que impresiono al adolescente de gran manera.

Ambos niños se alejaron del lugar con un gran botín, continuando en varias casas. Casi en todas Cloud sobresalía por su impresionante disfraz, para el que nadie lo pudiera reconocer como el chico problemas; era un gran alivio casi siempre le negaban los dulces o le daban 1 o máximo 2, pero este día todo era distinto, solo era el niño tímido detrás del mejor disfraz.

-Oye estaré celosa, tu disfraz esta impresionando a todos, te estas llevando un botín enorme -Tifa no dejaba de comparar su calabaza que claro tenía bastante dulces, pero la de su amigo ya casi se desbordaba -Pensé que yo ganaría al mejor disfraz este año -dijo la pequeña con un tono competitivo.

Esto no era sorpresa todos los años la joven se le reconocía como la mejor disfrazada. Desde pequeña con sus disfraces de princesa hacía que toda la mirada como adorable y claro Cloud no podía sino apreciar su belleza a lo lejos, pero en esta ocasión estaba con ella, había tocado su mano, un sueño hecho realidad.

Por inercia extendió sus brazos con su calabaza cerca de Tifa, la pequeña abrió sus ojos por tal acto -No gracias, son tuyos -dijo al momento de regresarle sus dulces -Además, no te preocupes yo conseguiré más dulces adelante. Cloud dejo salir una sonrisa.

-No he podido ver a Tifa en toda la noche -nuevamente las voces de los amigos de Tifa se hicieron presente en los oídos de ambos.

-Ay no, son los chicos -escuchar y ver la expresión de Tifa fue una sorpresa para el rubio, según sabia estos eran sus mejores amigos, no entendía por qué reaccionaba así. El por supuesto que, si tuvo miedo, a que ella quisiera quedarse con ellos y abandonarlo.

-Rápido ayúdame a esconderme -susurro la joven.

El pequeño miro hacia los lados, miro el antiguo arbusto del señor Hook por lo cual a punto hacia el para darle a entender a la pequeña -Buena idea -dijo la niña al meterse en el arbusto. Cloud se percató de que el purpura de su disfraz aun podía verse un poco, por lo tanto, se colocó enfrente de ella para cubrirla.

-¿Dónde estará Tifa?, ya llevamos un rato buscándola.

-No tengo idea -dijo uno de los adolescentes que por no ver al frente impacto con Cloud -Oye, disculpa... ¿y esto? -dijo con el ceño fruncido al ver tan curioso disfraz.

Los 3 muchachos rodearon al rubio con la clara intención de descubrir de quien se trataba. Le hicieron varias preguntas a las cual solo respondió moviendo la cabeza.

-Parece que no puede hablar -dijo uno resignado.

-¿No has visto a Tifa? -pregunto otro al seguir persistiendo, pero solo recibió una respuesta negativa.

-Bueno, ni modo… gracias de todos modos -dijo uno al rendirse, esto era algo complicado. Jamás había tenido una conversación "normal" con ellos. Bueno un que no terminara en pelea.

Continuaron su camino en dirección a una de las casas -Lo bueno que no hemos visto al tonto de Strife por aquí -dijo uno de ellos al comer una barra de chocolate.

-Ojalá que no salga, ni quiera acercarse a Tifa sino le daré su merecido -dijo uno mientras levantaba su puño.

-Si como la última vez que estampo tu cabeza contra un árbol -bufo el último de ellos.

-Me tomo desprevenido, pero ese tonto no lo volverá a hacer…

Y así continuaron hablando hasta alejarse lo suficiente para no seguir escuchándolos -Muchas gracias por ayudar a esconderme -la pequeña sintió la mirada de la persona debajo del disfraz, sintiéndose juzgada -No es que no quiera estar con ellos, pero escuche que planean unas cosas -un leve sonrojo se formó en sus mejillas, al igual que incomodidad - Y este día solo quería pedir dulces, como antes… aunque por supuesto debo reconocer que ya no somos tan niños -su mirada no se apartaba del suelo.

Cloud deseaba abrazarla, hacerla sentir mejor. Un impulso que lo hacia caminar lentamente hacia ella.

-Si te soy un poco sincera, si me gusta un poco la atención que recibo, creo que crecer con todos mirándote te hace que te acostumbre a ello, solo que hoy quería algo distinto.

La joven miro hacia la casa de Cloud -Sabes, recuerdo un poco de mi infancia cuando era bastante pequeña, tenía un solo amigo… mi vecino -Cloud abrió sus ojos por la sorpresa, al recordar uno de sus momentos más preciados -Quizás lo conozcas es Cloud Strife, es un buen chico solo que todo el tiempo se está metiendo en peleas, siento que lo hace porque no puede hablar con los demás, pero a mí nunca me ha tratado mal, aunque sea un poco rudo.

-Me preocupa no a verlo visto, aunque claro es mayor que yo, quizás él ve todo esto como un tonto juego de niños -la pequeña sacudió su cabeza -Disculpa no quiero aburrirte, que te parece si continuamos con la búsqueda de más dulces.

Continuaron con la noche hasta llegar a las afuera de la mansión Shinra -Esta mansión dicen que hay algo espantoso -Cloud era escéptico a cualquier tipo de fantasma, pero no podía negarse que había una presión que se desprendía de aquel lugar.

-Dicen que es el alba Escarlata, cuentas muchas cosas de él, dicen que sale por las noches para buscar el alma de niños, para recuperar a los que mato, otros que es un científico loco que por sus desfiguraciones sale solo por comida, mi mamá pensaba que era un hombre enamorado que había sufrido una perdida y por ello se condenó a vagar por el mundo como un hombre solitario.

Estaban por marcharse, ya habían visto suficiente por esa noche. Deseaban encontrar un lugar más ameno para contar su botín.

Al caminar de regreso, Cloud miro hacia el horizonte por un momento y como si de una visión se tratara miro a un hombre en traje. Completamente desconcertado miro a la pequeña, la cual no había visto nada y regreso su mirada hacia el lugar donde supuestamente había visto al hombre para no encontrarlo nuevamente.

Tifa se detuvo en seco -Lo sentiste -dijo débilmente -Pienso que alguien nos está observando -la angustia en ella se podía escuchar y por mas que lo disimulada en el joven también.

Miraron como el viento comenzaba a mover los arbustos, un ruido se escuchaba a su alrededor. Cloud podía sentir como sus sentidos se alteraban, algo los estaba rodeando como si de un par de presas se tratara. Y entonces lo vieron, un gran lobo salió de los arbustos para colocarse enfrente de ellos, sus amenazantes garras y dientes eran impresionantes.

-¿Que hace un monstruo tan cerca del pueblo? -cuestiono Tifa -¡Corre! -dijo al momento de tomar la mano de su amigo y salir corriendo lo más rápido posible. El corazón de ambos estaba acelerado, el miedo de lo que podría pasar si esta criatura los atrapara, bueno sabían que podría pasar. El lobo se coloco enfrente de ellos con un gran salto, bloqueando su paso hacia el pueblo, no teniendo más opción corrieron al bosque en busca de escondite.

La oscuridad, los arbustos y arboles hicieron que se soltaran de las manos, pero continuaron corriendo. La joven empezaba a sentir como las ramas le provocaban cortaras y rasgaban su disfraz.

-Deberíamos estar bien, creo que… -la joven se percató de que se había separado de su amigo -No puede ser, Spikey ¿Dónde estás? -Volteo hacia todos los lados. un susurro se escuchaba a su alrededor, el miedo provocaba que sus piernas se tambalearan, solo podía escuchar como algo la estaba rodeando, podía sentirse como una pequeña presa a punto de ser devorada.

Las lágrimas empezaron a rodar por su pequeño rostro mientras se ponía a pensar que todo había acabado, su padre estaría envuelto nuevamente en sufrimiento, sus amigos llorarían por ella y Cloud, posiblemente nunca podría hablar con su vecino.

-¡Tifa! ¡¿Dónde estás?! -la voz de Cloud demostraba la gran angustia que sentía, no podía ver a su amiga, necesitaba verla, pero por más que buscara la oscuridad no dejaba ver nada.

Hacia continuo por unos segundos que parecían hora. Hasta que escucho un sonido extraño, algo que solo había escuchado cuando las personas iban de casería, por lo que seguramente sería una pistola. Corrió en dirección del disparo.

Por fin la había encontrado, el impacto que sintió al ver el cuerpo inerte de la criatura en el suelo, el gran lobo había sido derrotado. Mas fue su impresión al ver a Tifa inconsciente, el recuerdo de lo ocurrido en el puente volvió a su mente, estaba seguro de que las personas lo expulsarían si llegara con ella así. A su lado vio a un sujeto con una gran capa roja -Es… es… el Alba Escarlata -su miedo se esfumo al ver que estaba levantando a Tifa en sus brazos.

Apretó sus puños con todas sus fuerzas, tragándose su miedo y todos sus instintos que le gritaban que se alejara -¡Suéltala! -lanzo un puñetazo hacia el abdomen del sujeto, el cual parecía una pared, parecía tener una armadura abajo, si no fuera por el disfraz de seguro se hubiera lastimado más.

El hombre seguía mirando a Tifa, como analizando a la pequeña, siguió su camino hacia el pueblo y todo esto mientras ignoraba los reclamos del pequeño.

Cloud intentaba seguirle el paso -No me escuchaste, suéltala.

El sujeto se detuvo a las afuera del pueblo, haciendo que Cloud se detuviera también. Dejo a Tifa en el suelo con la mayor delicadeza posible y saco de un bolsillo una esfera verde. Después de realizar un movimiento, la pequeña adolescente brillo y las heridas que había en su cuerpo se habían desvanecido.

La boca de Strife se abrió -Espera las heridas desaparecieron -dijo Cloud incrédulo -¿Por qué la curaste?-esto no tenía el más mínimo sentido, todo lo que había escuchado por parte del pueblo era que este espíritu era lo peor, pero hasta el momento solo había hecho cosas… buenas.

El hombre se levantó al ver que la niña ya estaba bien. El aire alrededor de él se sentía pesado. El joven Cloud se colocó al lado de su vecina, revisando que realmente estuviera bien. Por un momento sintió como la mirada del espectro se posaba en ambos -Sientes algo por ella -dejo salir el hombre, había escuchado de personas sin sentimientos o frías, pero este hombre, sus palabras parecían muertas, como si de un robot se tratara.

Las mejillas del joven se bañaron de carmesí ante tal acusación -No es de tu incumbencia.

La mirada del hombre se posó sobre él, podía sentirlo; este sujeto o espectro era monstruosamente fuerte -Nunca podrás protegerla.

-¿Qué? -Cloud frunció el ceño.

-Debes ser fuerte -todo esto por más seco que sonara había algo dentro de él. Este espectro guardaba algún secreto, por un momento quizás reconoció el sentimiento: culpa. Era similar a lo que el sintió después de los eventos del puente con Tifa

No pudo ver muy bien su rostro, pero algo dentro de él le hacía sentir familiar -Lo seré -miro fervientemente al sujeto -Seré tan fuerte que podre vencerte a ti -dijo mientras solo podía mirar como la figura se perdía en la oscuridad de la noche.

Tifa se quejó al levantarse, parecía que había tomado una siesta. Miro hacia los lados solo para observar al chico del disfraz de grasatoda. Lo último que recordaba había sido al lobo y algo carmesí, por más que pudiera negarlo no había duda de que había visto al "alba escarlata" -Tú me salvaste.

El pequeño solo agacho la cabeza, estaba avergonzado porque realmente no había hecho nada, más que correr -Muchas gracias, no sé cómo lo hiciste, pero me recupere, lograste espantar al alba escarlata y al lobo -decía la joven sorprendida. Sabia que estaba mal, pero dejo que la pequeña pensara eso, parecía que la hacia feliz.

El resto de la noche fue calmada, claro a comparación de su encuentro con el espectro o el lobo. Ambos niños continuaron hasta llegar a la residencia Lockhart y pararse a las afuera de la puerta.

-Bueno, creo que es hora de despedirnos, me caíste muy bien Spikey -intentaba encontrar la mirada de su amigo con gran emoción -Seguro que no quieres decirme quién eres o al menos ver tu rostro.

El adolescente negó nuevamente con la cabeza, deseaba con todas sus fuerzas quitarse la máscara, decirle todo lo que sentía, abrirse con ella y confesar sus sentimientos, tomarla como la vez que chocaron para cerrar la brecha entre ambos y explotar su pasión en un beso. Pero siendo el cobarde que era, decidió que no, aun no era digno de ella.

-Está bien, pero antes…-ahora fue la pequeña que cerro la brecha entre ambos y le dio un beso en una de las partes trozadas del disfraz que permitían ver un poco de su mejilla -Cuídate mucho -dijo la pequeña completamente apenada y con la cara roja.

Se metió velozmente a su casa todavía emocionada por todo lo que había vivido en ese día. Pero al ver su mesita que en años pasados estaba llena de dulces, solo pudo formar una cara de decepción -Como voy a explicarle a mi papá que no conseguí ningún dulce -recargo su cabeza en su sofá, en ese momento alguien toco la puerta. La pequeña solo suspiro, sabía que estaba por tener que dar muchas explicaciones.

Abrió la puerta, pero para su sorpresa no vio a nadie. Ya estaba por entrar cuando logro ver en el suelo una calabaza con muchos dulces -¿Pero qué es esto? -cuestiono mientras la tomaba en sus manos para confirmar que en efecto era la suya, no la había perdido como pensaba.

La pequeña solo puro sonreír al abrazar la calabaza y entender que había pasado, por más que buscara a su alrededor ya no había nadie -Spikey, que lindo eres… gracias.

La pequeña cerró la puerta, dándole la señal a Cloud de que ya podía salir de su escondite; un arbusto -Bueno una vez más sin dulces -dijo un poco decepcionado, pero con una sonrisa en su rostro -Al menos Tifa tendrá una dulce noche.

Estaba por salir del arbusto siendo detenido por la voz del padre de Tifa, se petrifico y decidió que lo mejor era quedarse en ese lugar. Por más que las personas no lo reconocieran, estaba seguro de que posiblemente el señor Lockhart podría identificarlo fácilmente.

-Esos chicos se la pasan persiguiendo a Tifa -dijo el amigo que acompañaba al señor Lockhart.

-Cualquiera de ellos sería mejor que ese chico problemas -contesto despreciativamente el hombre.

-Definitivamente.

-Es muy débil, solo ocasiona problemas, no puede proteger a nadie y ocasiona accidentes -las palabras del padre de Tifa no solo eran un recordatorio de su fuerza, sino a lo dicho por el espectro o el accidente en el puente.

-Lo sé, lo que todo padre quiere es que sus hijas encuentren a alguien fuerte y digno como el gran Sephirot.

Ese hombre, el héroe de guerra. No había hombre más fuerte ni digno que Sephirot, un clic se presentó en la cabeza de Cloud, era ridículamente obvio si él podía ser como el soldado de cabello plateado, nadie podría decirle nada, Tifa por fin lo vería como alguien a quien prestarle atención y su padre no podría decirle nada como objeción.

Estaba bastante animado por su nueva idea, entro a su casa intentando que su madre no le preguntara sobre cuantos dulces había conseguido, solamente saludo y subió rápidamente.

Alguien toco la puerta, Elmyra aun extrañada por la hora fue para abrir la puerta, giro la perilla y en su entrada se encontró a una jovencita -La pequeña señorita Lockhart.

-Buenas noches -la pequeña hizo una leve reverencia -Señora Strife, disculpe la molestia y que venga tan noche.

-No hay problema, pero es un poco tarde para que una señorita este sola, incluso en esta noche -dijo mientras miraba a los alrededores buscando al padre de la niña.

-Lo sé, pero quería aprovechar para traerles unos dulces a Cloud -la jovencita podía sentir como su cara ardía.

Elmyra abrió sus ojos, nunca había pasado algo así, pero con una sonrisa que solo una madre podría dar tomo los dulces en sus manos -Que linda, quieres que le llame para que te lo agradezca.

La pequeña negó con la cabeza, algo que había aprendido de su nuevo amigo Spikey -No, prefiero mejor que no le diga que fui yo -la vergüenza recorría su cuerpo, para ella Cloud era hermoso como una estrella y el solo pensar que supiera de este gesto la avergonzaba.

-Como gustes, igual se los hare llegar.

-Gracias señora Strife, buenas noches -dijo al momento de correr hacia su casa, Elmyra salió de su casa para ver como la pequeña niña entraba en su hogar

Suspiro un poco al recordar a su vieja amiga, la madre de Tifa había sido mas que una vecina para ella, de entre sus últimos favores había pedido que cuidada a su pequeña. Cosa que había hecho al ver a la pequeña como una hija más.

-Marlene, Denzel apúrense debemos ir a pedir dulces antes de que se haga más tarde -la voz de Tifa resonó en todo el séptimo cielo, la joven había cerrado temprano para poder acompañar a sus hijos en esta noche.

Los pasos de la pequeña se escuchan mientras bajaba la escalera -Ya estoy lista, Tifa -dijo la pequeña que se mostraba con su nuevo traje de moogle, algo que le había regalado la ninja de Wutai.

La joven junto sus manos ante lo linda que estaba la niña -Te vez adorable vestida de Moogle. Supongo que puedes ser la nueva niña moogle

-Muchas gracias -comento la niña con una sonrisa.

Otros pasos se escucharon bajar al momento de llegar con ella, era Denzel que venía con un aspecto similar a un soldado de primera clase, para ser más exacto a Cloud.

-Denzel, ¿estas vestido como Cloud? -cuestiono Tifa con una sonrisa.

-¿No me veo bien? -cuestiono el niño, mientras miraba el suelo.

-Te vez muy guapo -corrigió la pequeña, llena de orgullo como la madre que era -Ambos se ven muy guapos, debemos apurarnos ya que Cloud está afuera esperándonos, recuerden que vino desde Corel para este día.

Al salir del bar lo primero que vio la niña fue al rubio -¿Cloud, no iras vestido? -cuestiono la niña al ver al joven con la misma ropa de siempre.

El joven solo negó con la cabeza con un leve sonrojo, la sola idea de disfrazarse lo hizo recordar su última noche de espíritus.

La noche transcurrió con normalidad para la familia, con los niños pasando de casa en casa pidiendo dulces. Los daños causados por Deepground habían perjudicado la economía, pero después de su derrota todo estaba volviendo a la normalidad.

-Se ven demasiado feliz, mira hay muchos niños disfrazados -comento Tifa mientras miraba disfraces de todo tipo: un niño pintado como calavera con un traje elegante, una niña que pensaba era una princesa, pero resulto ser una novia; muerta por el color azul de su rostro y por último una niña que llevaba ojos de botones; algo perturbador para la joven de pelo negro.

-Tienes razón -dijo Cloud mientras miraba la paz de su alrededor. Algo a lo que era fácil poder acostumbrarse.

-A pesar de ser tantos niños, edificios y autos… me recuerda un poco a los días en el pueblo.

-Si.

La joven volvió a mirar la expresión de su compañero -No te preocupes tanto, te siento demasiado nervioso. Estamos con ellos.

-Lo sé, sabes cómo soy -últimamente se había vuelto un poco sobreprotector con su familia, mas con los recientes hechos.

Un pequeño niño paso con una gran capa roja como si de un superhéroe se tratara, haciendo que Cloud lo mirara, recordándole su aventura de la juventud -No te preocupes, el alba escarlata no estará cerca -bromeo la joven.

Cloud frunció el ceño ante esa memoria -¿Aun recuerdas esa vieja leyenda?

-Por supuesto que sí -dijo con mucha convicción -Además recuerda sobrevivimos a él… Spikey.

Cloud abrió sus ojos, esto fue una sorpresa para él. Según el Tifa jamás se había percatado de que él había sido el niño debajo del disfraz -¿Desde hace cuánto lo sabes?

-Hace ya algunos años -la joven lo miraba con mucha calidez, mientras lentamente acariciaba su rostro.

-Lamento a verte mentido -Siempre había deseado contarle la verdad, pero poco a poco nuevos momentos juntos fueron superando aquella aventura vivida por ambos.

-No importa -la joven negó levemente con su cabeza -Pero sabes -ambos se miraron a los ojos -Eras más agradable como Spikey. ¿Seguro que no quieres ponerte un disfraz?

Ambos solo pudieron sonreír mientras volvían a mirar a sus hijos, esta era la primera de muchas noches de espíritus juntos como la familia que eran.

Bueno, pues mentí un poco en lo de Halloween ya que nunca dice en la historia, pero se entiende que la celebración tiene mucho que ver con la celebración.

Otra cosa fue que abuse de los arbustos, si soy sincera cuando mi amigo termino de leerlo se burlo de eso en mi historia y no me percate hasta que ya era tarde. Lamento lo repetitivo que fue que los personajes se escondieran en arbustos.

Tampoco pude desarrollar mucho la relación de adolescentes, debido a que me gusta respetar el canon… Bueno no tanto ya que use a Vincent en la historia, pero siempre considere como curiosidad que estuviera en Nibelheiam en la infancia de sus amigos.

Sin nada mas que decir, ojalá dejen su comentario y me digan que les pareció la historia. Saludos.