Especial Monocromo terror.

- Sobrenatural. -

Don de familia.

Hanji se cepillaba el cabello frente al espejo, por el reflejo del mismo pudo ver a Levi colocando su corbata y terminando de arreglarse, lo que la hizo sonreír en el mismo momento que Levi giró su vista hacia ella cuando se sintió observado.

—Deja de mirarme y terminar con eso, las reservaciones están para las siete en punto.— Afirmó Levi antes de caminar hacia ella y tomar el cepillo de sus manos para él mismo terminar de sujetar el rebelde cabello de la castaña.

—Sabes, Levi, aún después de todos estos años de matrimonio te sigues viendo igual de guapo y sexy como el día que te conocí. — Halagó ella mientras las diestras manos de su esposo terminaron con la coleta sujeta tras su cabeza.

Levi solo apretó un poco los labios, los halagos de Hanji siempre le hacían sentir bien y amado por ella, pero a pesar de los años que llevaban juntos nunca sabía cómo corresponder.

—También te ves igual... Aunque cuando nos conocimos ambos nos veíamos fatales, tú causaste un desastre y apenas salimos vivos de eso.

Hanji rió por ello y se giró quedando de frente a Levi colgando sus brazos sobre los fuertes hombros, ambos compartieron una mirada de amor y deseo.

La llama que existía entre ellos no era diferente a la que se encendió años atrás, se complementaban tan bien que el vínculo de su relación sólo se había reforzado, aún con el paso de los años, aún tras el nacimiento de su hijo que ahora era un chico inteligente y vivaz.

Pero, como toda pareja, necesitaban darse tiempo para sí mismos y, una vez a la semana, ambos salían a tomarse unas horas solo para ellos.

—¿Estará bien si dejamos a Udo sin vigilancia? — Preguntó Levi tomando su abrigo y el de ella.

Hanji miró a la sala mientras bajaban por las escaleras.

—Sí, es un chico bien portado además Falco se quedará con él, estoy segura que jugarán videojuegos toda la noche y dejarán la cocina con pizza regada, nada de qué preocuparse.

Levi frunció el ceño, tampoco quería que dejaran un desastre. Ambos bajaron hacia la sala donde los chicos jugaban un videojuego, tal como afirmó antes Hanji.

—Oi, ustedes dos. Pongan atención. Mikasa no podrá venir a cuidarlos esta vez así que no quiero tener que regresar por una llamada del departamento de bomberos, policía o algún hospital.— Soltó Levi con su tono serio.

Udo miró a su madre esperando una explicación más amable del potencial regaño de su padre.

Hanji sonrió y posó la mano sobre el cabello de su hijo.

—Papá sólo está preocupado porque tu tía Mikasa no puede venir a cuidarlos esta noche. Y quiere que se alejen de la estufa, y de las tomas de gas, sé que son chicos buenos, pero es mejor prevenir, hay pizza en el refrigerador, no es lo mejor para cenar, pero por esta vez lo dejaremos así, usen el horno para calentarla, pero no la dejen por más de 5 minutos. — Explicó Hanji para después ver a Falco. —Tus padres ya saben que saldremos y ambos se quedarán en casa, tu hermano pasará más tarde y tocará el claxon de su auto, solo tienes que asomarte por la ventana. No se desvelen mucho ni hagan un desorden. Udo, si pasa cualquier cosa, no dudes en llamarnos.

Udo asintió antes de recibir un beso en la mejilla de su mamá. Ambos adultos se despidieron y salieron dejando a los menores en casa.

—Sigo pensando que no es lo mejor dejar a Udo y su amigo sin supervisión.— Afirmó Levi mientras subían al auto.

Hanji se puso el cinturón de seguridad y miró hacia la casa un momento.

—Udo es un buen chico. Además, como padres, debemos de demostrar que confiamos en él para que aprenda a ser responsable y que si a futuro quiere permisos para salir desde ahora debe mostrar que se sabe comportar cuando no lo estamos viendo.

Levi apretó un poco los labios, Hanji tenía razón, pero no era por eso que tenía esa inquietud.

—Creo que debemos de suspender nuestra noche "privada" hasta que Udo tenga su primer "muestra de don" pues ya casi está en edad y no quiero que pase algo que lo pueda dañar.

Una mano se posó sobre la de Levi.

—Eres un padre más preocupado de lo que quieres admitir, pero a Udo aún le quedan un par de años antes de que su don se muestre, entonces lo vigilaremos a detalle para saber qué será. Por ahora la marca de resguardo es suficiente para saber que nuestro hijo está bien. — Afirmó ella mientras sobre su mano brillaba una línea serpenteante como enredadera que envolvía su brazo hasta el codo.

Levi tomó la mano de su esposa haciendo que sobre la propia brillara el mismo patrón de dibujo, ambos trazados se complementan formando lo que parecían dos alas extendidas.

Y era que la familia Ackerman Zoe ocultaba un secreto.

Dentro de la casa ambos chicos miraban tras la cortina cómo el auto se alejaba y sin saberlo en la espalda de Udo a la altura de su corazón brilló una pequeña marca no mayor a 2 centímetros con forma de una pequeña ala cuyo resplandor duró apenas un segundo sin ser notado por ellos, marca que él mismo desconocía tener, y había sido puesta por sus padres para cuidarlo cuando no estaban cerca.

—Ya se fueron, ahora vamos.— animó Udo y fue directo a las escaleras.

Falco lo siguió con una expresión algo preocupada.

—Oye, Udo, no sé si sea buena idea esto. Sí, ya sé que piensas que tus papás esconden algo pero si regresan de repente y nos descubren estaremos en problemas.

Udo miró a su amigo de reojo mientras llegaban frente aún puerta cerrada.

—No regresarán hasta mañana por la mañana, además sólo miraremos.

Y ahora ahí estaban los dos chicos frente a la puerta del estudio que Hanji y Levi tenían en casa un lugar de trabajo, no era que Udo no hubiera entrado ahí antes pero siempre que lo había sus padres no le dejaban tocar nada menos ver entre las repisas y cajones.

Con el tiempo aquello alimentó la curiosidad del chico hasta el punto de ver de forma sospechosa esa habitación y esa noche estaba dispuesto a saber que más había en aquel lugar claramente movido por la gran sed de conocimiento heredada de su madre.

Así Udo mostró una llave réplica de la de la puerta que reposaba en el llavero de alguno de sus padres, pero él había conseguido realizar una copia con toda su astucia al marcar la forma de la llave sobre un jabón y después cortarla en una hoja de lata.

Una llave precaria pero suficiente para abrir el seguro básico de una puerta de casa. Introdujo el instrumento en la cerradura y, tras un poco de forcejeo, ésta cedió con un click.

La hoja de madera se movió suavemente sobre sus bisagras mostrando el interior oscuro de la habitación.

Ambos chicos entraron mirando con curiosidad mientras Udo pulsaba el interruptor de luz encendiendo los focos.

La habitación era grande, sus muros estaban vestidos de libreros con una enorme cantidad de libros y pequeños espacios cuya decoración eran muestras de finas tazas de té, colecciones de su madre y padre respectivamente. Al fondo una bonita ventana que abarcaba desde el techo al piso protegida con un enrejado en forma de enredadera era cubierta por las cortinas de tela gruesa y fibra entretejida misma que mostraba un bello paisaje con múltiples figuras, formas, animales y símbolos.

Al frente de esta dos bellos escritorios estaban a la par, uno era negro con acabados en color plata, el otro era de un color chocolate con detalles en dorado. Ambos mostraban un grabado al frente que se complementan de forma mutua.

Falco abrió la boca con asombro por aquella habitación mientras Udo fue directo a los libreros.

—¿En qué trabajan tus padres? — preguntó Falco acercándose a los hermosos escritorios.

—Mamá es escritora e investigadora de la Academia de Ciencias, ¿Alguna vez has visto esos libros super complicados sobre botánica, biología y química mineral? Ella ha escrito varios de ese tipo. Papá tiene una tienda de té en el centro, fuimos una vez ahí, ¿Recuerdas que la señorita Petra nos mandó a casa por hacer mucho ruido?

Falco asintió recordando la bella tienda especializada en té finos y juegos de té importados. "Con aroma a té" era el nombre del lugar, también recordó que era verdad que habían ido y los terminaron sacando ya que era un lugar para que los adultos pasen la tarde conversando o leyendo.

—¿Y esos son libros raros?— Preguntó acercándose a su amigo que miraba con expresión rara aquel libro.

—No entiendo nada... — Afirmó Udo contemplando que la escritura de aquel libro no era ningún idioma que conociera.

Tomaron otros libros más y el resultado fue el mismo, todos estaban escritos en lenguas extrañas, símbolos y textos incapaces de leer por ellos.

—Bueno, estos libros son muy raros y se ven viejos puede que tus papás sólo quieran evitar que se dañen. ¿No los habías podido ver antes?— Opinó Falco tomando un banco tipo escalera para poder ver los libros de la parte de arriba.

Udo cerró el libro que tenía y lo pensó un poco.

—Sí había visto algunos, pero no eran estos. Los que están más arriba no me permiten verlos con la excusa de que son muy delicados.

Falco asintió y pasó la mirada por aquellos mencionados, entre estos libros uno de pasta marrón de cuero viejo llamó su atención, sobre el lino tenía grabados una runa en un tono azulado que parecía cambiar casi como si fuera líquido.

Tomó el volumen y bajó.

—Mira este libro, su pasta es extraña.— Mostró señalando la pasta que presentaba un grabado en aquel extraño tono azul.

—¿Qué es esto? — Murmuró Udo ante la imagen.

—Es una runa, lo sé porque Colt tiene un collar con una piedra tallada con una runa en el centro. Él dice que significa fuerza. — Explicó Falco.

Los ojos de Udo se fijaron en aquel símbolo y sintió como si fuera atraído por este, acercó lentamente la mano para tocarlo y ante los ojos de ambos la runa grabada en la pasta comenzó a brillar.

Restaurante.

Hanji tomaba de su copa de vino y aunque Levi parecía tranquilo, ella leía su preocupación.

—Levi, ¿Qué sucede? — Cuestionó ella.

Los ojos de Levi se posaron en los de su esposa.

—Tengo un mal presentimiento. ¿Qué pasará si el don de Udo despierta antes de la edad común. Recuerda que tu fuiste una niña muy adelantada y tu don se mostró aún antes de llegar a la edad correcta para ello. Y sabes que el mío llegó de forma completa desde el principio, casi como un estallido violento. Si Kenny no me hubiera estado acompañado en ese momento hubiera creado un caos. Udo tiene la sangre de ambos, y su don podría despertar antes de tiempo como el tuyo y de forma violenta como el mío. Mas ahora piensa que está solo en casa con su amigo Falco, quien es un humano completamente normal.

Hanji escuchó a Levi, sus temores eran fundados, la posibilidad existía.

—Bien entonces regresemos a casa.— Afirmó ella posando su mano sobre la de él.

Y era que La pareja ocultaba un secreto irreal casi imposible de explicar a la lógica del mundo mundano y normal.

Si bien Hanji escribía textos de ciencia y Levi atendía su tienda de té, ambos ejercían una ocupación más inquietante. La de dar caza a seres intrusos en el mundo humano, cazadores sobrenaturales nacidos de familias cuya sangre heredaba un don a sus miembros y por linaje de sangre estarían destinados a convertirse en cazadores de lo sobrenatural.

Levi fue instruido en ello desde pequeño, Hanji apenas su poder se mostró pero ambos habían decidido darle una vida lo más normal posible a su hijo, por lo menos hasta que llegara el momento de mostrarle el peligro oculto a los ojos humanos.

Casa Ackerman Zoe.

—¡Están brillando! — Decía Falco mientras Udo sostenía aquel libro entre sus manos abierto en una página que mostraba un grabado complejo y un texto en fina y anulada letra. Cada trazo en aquellas hojas brillaba con una luz blanca y radiante.

Udo tratando de mantener la compostura mantuvo el libro en sus manos.

—Espero... es solo eso, el texto... El texto se puede leer... — Señaló Udo haciendo que Falco se atreviera dar un paso al frente para ver aquello sin embargo para sus ojos el texto continuaba siendo un grupo de símbolos ilegibles.

Lugar indeterminado.

Grandes pilares de roca esculpidos en muros sólidos y altos que parecían crecer hasta perderse en un techo no visible y envueltos en una inmensa oscuridad.

El suelo era de granito gris iluminado por cientos de antorchas que parecían flotar en el aire mismo.

Una joven permanecía parada en el centro de aquel lugar. Su mira era determinada, su cuerpo estaba tenso, listo para reaccionar al menor movimiento en torno a ella.

Su ropa oscura de cuero ajustado mostraba cubiertas gruesas y protección extra en las articulaciones, pecho y espalda. Un corsé de malla tejida protegía la parte inferior de su dorso y sus pies estaban investidos en botas altas de confección tosca.

La chica era hermosa pero parecía vestida para ir a la batalla, y en realidad ese era el caso. Mikasa Ackerman una miembro más de la familia Ackerman que, entre las familias de cazadores, eran catalogados como lo mejor de lo mejor por su fuerza y habilidad.

Aunque, como cada nuevo y joven cazador, debía pasar por un duro examen que determinaría si ya era apta para ser mandado a misiones por su cuenta y sin un "tutor" que le protegiera las espaldas.

Los exámenes eran en momentos secretos, nadie más que los implicados sabían cuándo, dónde o en qué momento se aplicarían al joven cazador. Incluso los examinados no se enteraban de cuando sería el suyo hasta ser llamados directamente a aquella zona de prueba.

Y de ahí sólo habría con él el examinador y un único tutor de cacería para observar e intervenir en caso de que las cosas salieran mal para la chica.

Mikasa miró al frente donde los ojos azules de Erwin Smith la observaban, desde un balcón de roca saliente del pilar central, como el examinador que daría paso al examen de Mikasa y junto a él estaba Kenny, el tío de ella, quien parecía flotar en el aire junto al balcón mismo.

Mientras Erwin usaba una gabardina larga con capucha y un libro de pastas rojas que lo hacían ver solemne, casi como un cardenal a punto de dar una misa, Kenny portaba un ropaje más relajado, ropa de vestir cubierta con una gabardina negra de la cual se extendía una densa sombra con forma de negras alas que lo mantenían en el aire.

Mikasa solo frunció el ceño mientras murmuraba — "siempre es un tétrico" — refiriéndose a su tío, debido a que el don de él era el control sobre su sombra e incluso algunas en torno a él. Volverlas sólidas y armas que durante la noche lo volvían casi invencible, siendo que sólo Levi le ha superado en ocasionales enfrentamientos en que se suelen probar mutuamente.

Aún así Kenny era su "tutor" para ser cazador debido a que su padre podría ser algo suave y condescendiente con ella.

—Mikasa, esta pregunta solo la haré una vez y es tu única oportunidad de posponer el examen. ¿Estás lista para tomar la prueba? Recuerda que una vez iniciada no se detendrá hasta que termines con el reto o tu tutor lo haga.

Mikasa tomó un poco de aire, aunque su exterior era firme se sentía nerviosa, después de todo otros cazadores le habían hablado como habían sido sus pruebas, pero si estaba ahí era por que su tutor había afirmado ya que ella estaba lista.

—Estoy lista.— Afirmó la joven.

—Llama a tu "familiar" ahora.— Ordenó Erwin.

Mikasa poseía el don de la invocación y esto aunado a su fuerza y destreza física la hacían un prospecto muy fuerte como cazadora. La joven juntó las palmas de sus manos y pronunció un llamado en lengua desconocida finalizando la oración con una línea clara.

—Eren, ven ahora. Es momento de la batalla.

Frente a ella brilló sobre el piso un recargado grabado con múltiples símbolos que se movió en una onda suave como si el piso fuera líquido en el área que cubría. De esta brotó la figura oscura de un cuerpo que se levantaba y parecía escurrir oscuridad en forma líquida. Salió clavando las largas uñas de sus manos levantando su figura encorvada hasta quedar erguido. La oscuridad que lo cubría se tornó a bruma que se desvanecía alrededor, mostrando la figura de un hombre joven y apuesto.

Su cabello era largo y entre este asomaban dos cuernos, su ropa era simple y cómoda, pantalón camiseta y una gabardina de tela delgada, sus pies estaban descalzos, y sus facciones eran las de un chico bendecido por la belleza física, aún con aquellos cuernos y una cola en forma de flecha que serpenteaba tras él.

Sus ojos de color verde esmeralda se posaron en Mikasa y sus labios se curvaron en una suave sonrisa.

—Deberías llamarme más seguido.— Afirmó caminando hacia ella. Mikasa solo sonrió con un ligero aire de timidez.

—¡HEY! Don Juan del demonio, no arruines el examen de mi sobrina.— Gritó Kenny arruinando el breve momento de ambos.

Mikasa frunció el ceño mirando a su tío. Eren era un demonio, él había sido el primer ser que la joven había invocado y por algún motivo la atracción surgió entre ellos aún cuando ella era humana, claramente la "relación" no era aprobada por la familia Ackerman.

Aunque nada podían hacer directamente, el demonio de los ojos verdes era "el familiar" de Mikasa, además de ser bastante poderoso para un ser bastante joven en su raza. Y una vez ella pasara su examen el grabado de cazador que surgiría en su piel los uniría para siempre y ningún otro invocador podría llamar a Eren, sin importar su experiencia en ello.

—Ahora es mi examen.— Le explicó ella colocando su mano en la mejilla de Eren.

Este colocó la suya sobre la de ella cerrando los ojos por un momento.

—Entonces hagamos lo mejor posible. Mi poder es tuyo.— Afirmó y cuando sus ojos se abrieron nuevamente poseía un tono y brillo dorado.

Ambos miraron al frente donde Erwin levantó una mano y chasqueó los dedos. A continuación el suelo del lugar se iluminó con una gran cantidad de símbolos que brillaban de forma fulgurante y de estos comenzaron a salir criaturas extrañas, bestias con forma aterradoras y seres de otros espacios existentes fuera del mundo humano.

Mikasa ya conocía algunas por misiones anteriores a resguardo de su tutor, mientras que otras eran desconocidas para ella.

Este tipo de seres, eran de los que aparecían en algunos momentos al atravesar rasgaduras entre sus mundos y el humano siendo los cazadores lo que se encargaban de eliminarlos antes de que causarán estragos.

Después de todo, la realidad que la gente normal conocía era más frágil de lo que en verdad podían imaginar.

Mikasa asumió una postura de defensa tomando dos largas hojas de metal que colgaban de su cinturón. Por un segundo por su mente pasó un pensamiento fugaz. ¿Udo estará bien?, esta noche fue muy apresurado cancelar la noche de niñera, aunque Hanji dijo que no había problema, pero sabía que su sobrino era tan curioso como su madre y aun cuando ella lo cuidaba lo había sorprendido un par de veces intentando ver los libros en el estudio de sus padres, y el verdadero peligro era el don latente en él que estaba por despertar sin saber que lo tenía.

Las ideas se cortaron rápidamente de su punto de atención, ella corrió al frente y saltó con seguridad, sus pies aterrorizaron sobre una estructura blanca que se iba formando desde el suelo a cada paso.

Eren abajo tenía una mano extendida y era el que creaba aquel camino haciéndolo surgir del piso mismo, a su vez otras estructuras con forma de afilados picos surgían del suelo atravesando a las criaturas más grandes para evitar su ataque.

Mikasa saltó nuevamente y de un tajo cortó la cabeza de uno de aquellos seres de pesadilla. Ella y su demonio eran un gran equipo y por ello su examen consistía en eliminar a todos aquellos en un ataque cerrado.

—Oi Erwin... ¿No crees que esto es un poco excesivo? ¿Qué pasa si la mocosa se ve rebasada por los ataques?

Erwin mantuvo la mirada al frente.

—La prueba es llevar al cazador al límite de su habilidad y ver cómo se maneja en la situación. Ya lo sabes.

Kenny chasqueó la lengua pero no dijo más. En realidad Mikasa estaba haciendo un excelente trabajo y Eren no la dejaba al descubierto desde ningún flanco.

Entonces fue cuando el sonido atronador de un ser enorme retumbó por toda el lugar. Mikasa descendió ágilmente hasta llegar con el castaño.

Y ambos vieron surgir de entre la oscuridad a lo que parecía un reptil, un dragón si fuera que los dragones tuvieran aquel aspecto grotesco de piel negra y una boca con apertura en forma de flor llena de decenas de colmillos.

—¿Es broma?— Se quejó Eren curvando una ceja. —Esa cosa es de donde yo vengo, he visto a esas bestias masticar a otros demonios como si fueran dulces.

Mikasa mira a Eren con un poco de duda y pregunto directamente.

—¿Podemos contra esa cosa?

Por su parte Eren le dio una sonrisa coqueta antes de responder.

—Por ti aplastaría lo que tuviera a mi paso, dame algún hechizo de amplificación de poder, voy a igualar las cosas.

Mikasa asintió y, juntando las palmas de sus manos como las de un rezo, comenzó a orar un conjuro de alto rango para invocadores que brindaba a su familiar una potenciación en su poder o, en el caso de Eren, le permitirá desplegar su poder a mayor escala en el mundo humano.

Arriba Kenny parecía claramente molesto.

—Oye cejotas, te estás pasando. Esa bestia es más de lo que muchos cazadores podrían manejar, si algo sale mal...

Erwin interrumpió a Kenny ante aquel reclamo mientras mantenía su mano alzada y un grabado negro goteaba de esta.

—Guarda la compostura Kenny, sé de lo que es capaz Mikasa. Pero, sobre todo, lo hago para probar el poder de Eren, no el de ella, pues tu sobrina ya pasó su examen con excelencia así que es mejor averiguar los límites de poder de Eren antes de que se una de forma permanente a ella. Sabes que, una vez unidos, él podrá pasar todo el tiempo que ella quiera en el mundo humano. Además si podemos comprobar que él está completamente dedicado a ella, tendremos otra pareja tan fuerte como Levi y Hanji para las misiones más duras.

Kenny se mostró malhumorado por aquello, Erwin solía tener razón en su visión de las cosas pero a veces era bastante retorcido para conseguirlas. Aun así el rubio podría enviar al ser de nuevo al infierno cortando aquel líquido negro que escurra de su mano debido a que su don era el abrir brechas entre los mundos existentes aunque esto sólo podía hacerse en un breve periodo de tiempo y él de debía mantener toda su concentración en ello.

Abajo Eren parecía acumular energía en forma de electricidad que destellaba alrededor de su cuerpo mientras la bestia se acercaba. Pronto aquella energía se dirigió al suelo y creció primero como un disco de luz líquida para después alzarse en forma de un ser enorme, como si surgiera del suelo, un titán controlado por Eren, eso es lo que era.

Mikasa miró al chico y sonrió. Todo parecía que terminaría con un espectacular choque fuerzas pero repentinamente algo ocurrió, la energía de Eren fue cortada de forma abrupta, el resplandor se fundió en la negrura áspera del suelo y el titán se desmoronó como si hubiera estado hecho de humo. Aunque eso solo fue la primera de las cosas que salieron mal, en ese punto un nuevo símbolo se trazó rápidamente bajo los pies de Eren.

Mikasa reconoció vagos caracteres de este, era el símbolo de "anclaje" de Hanji pero al mismo tiempo no lo era. Aún así no había tiempo para averiguarlo, de este surgió un látigo de luz que sujetó a Eren por el cuello como una cadena y tiró de él, hundiéndose en aquel símbolo que parecía tragarlo hasta llevárselo por completo y desaparecer.

Mikasa gritó el nombre de Eren pero tuvo que moverse de inmediato antes de ser aplastada por el dragón infernal que aún así alcanzó a rozarla. Ella cayó pero fue rápidamente sujetada por Kenny que se elevó con sus negras alas mientras cientos de cadenas salían de cada sombra del lugar sujetando a la bestia.

—¡TERMINA CON ESTO SMITH! — Gritó Kenny pero Mikasa interrumpió.

—¡No! Yo lo haré. — Y levantando una mano invocó otro nombre y un nuevo símbolo.

Aquello fue rápido. De la luz de la nueva innovación surgió un ser alado, parecía un ángel poseyendo a las blancas , su cabello era rubio, sus ojos azules y las alas de blanco plumaje, pero aun con ello su ropa era negra y entre sus cabellos sobre salían dos cuernos como los de Eren.

La expresión del mencionado "ángel" era de molestia.

—Ni creas que seguiré tus ordenes, mocosa demente. Tal vez mi hermano esté dispuesto a seguir... ¡PERO QUÉ MIERDA! — Terminó por gritar el rubio al ver el demoníaco dragón que tenía enfrente.

Detuvo su vuelo en seco y sin soltar una queja más extendió los brazos, frente a él se abrió un símbolo que brilló suspendido en el aire, de este comenzaron a surgir como una calamidad, una lluvia de cientos de proyectiles en forma de rocas ardientes que lograron reducir al suelo al monstruo ante el furioso ataque, aun así este luchaba por levantarse mientras una luz calcinante se formaba entre sus mandíbulas.

Erwin desde su posición cortó el flujo negro en su mano sin esperar más, sabía que el movimiento de Mikasa habia sido una decisión precipitada, probablemente por el estrés de lo que sucedia.

Zeke era el hermano mayor de Eren pero. aunque ella podía invocarlo, Zeke era un ser muy peligroso. Ciertamente Eren era más fuerte que su hermano, pero el peligro con Zeke radica en que nadie ha podido doblegarlo para que obedezca a algún invocador.

Ahora el demonio dragón comenzó a hundirse en una brecha negra bajo sus pies y aun entre sus rugidos pronto desapareció dejando el suelo con la marca de sus garras.

Zeke bajó al suelo y se giró donde los Ackerman ahora estaban de pie, sonrió de mala gana y caminó hacia ellos.

—Y bien, ¿Qué sucede Mikasa? ¿Se te perdió Eren? Si no, no entiendo a qué debo la inoportuna invitación al mundo humano, porque vaya que su club de magia debe estar mal si un dragón de averno se les coló...

Mikasa también se mostró con una expresión molesta y pasó a conjurar para mandar a Zeke a su mundo, pero este se mostró renuente al regreso.

Kenny ya había llevado las manos a sus armas colgantes de su cinturón en caso de que Zeke decidiera ponerse más que anti pático. Pero no hizo falta ya que Erwin llegó donde ellos en aquel momento y apenas posando sus manos sobre el hombro de Zeke este sintió como el suelo bajo sus pies desaparecía apenas logrando decir alguna oración de insulto para Erwin y su habilidad.

—Bien, el examen ha terminado, eres toda una cazadora Mikasa pero tu apego emocional por Eren nos ha demostrado que podrías tomar malas decisiones por algo imprevisto. Por otro lado "el imprevisto" actual no tendría por qué haber pasado. Y solo conozco a tres personas capaces de llevar a Eren de esa forma siendo él un demonio de alto rango, Tú, yo y Hanji. Así que será bueno averiguar qué está haciendo ella.— Explicó Erwin.

Sin embargo, Mikasa negó con la cabeza y expresó sus dudas.

—Era el símbolo de Hanji... pero al mismo tiempo no lo era, los símbolos que ella crea son siempre definidos y este símbolo sólo era un hueco sin objetivo más que el de tragar una energía sin barrera defensiva. Eren estaba concentrado en el ataque formando a su titán estaba relajado, supongo que ya había enfrentado a un monstruo así antes además que debió confiarse ya que estamos en un lugar controlado, no esperaba el "ataque repentino" ... Es decir, ese símbolo, definitivamente era uno del repertorio de Hanji pero es como si no fuera ella la creadora.

Kenny chasqueó la lengua con molestia.

—No era de ella, no tiene lógica, además hoy es su cursi noche de dos con el enano. Ya saben dejan a Udo en casa para irse a coger como conejos a algún hotel para no tener que estar callados y evitar que los escuche. — Explicó Kenny claramente conociendo parte de la rutina de la pareja.

Mikasa miró a su tío con algo de incomodidad por cómo se expresaba.

—Sí, eso lo sé, soy niñera de Udo una vez a la semana, siempre cuido que no tome nada que no deba. Esta noche debieron dejarlo solo y...— Mikasa enmudeció ante la idea que era clara ahora para los tres.

—Ja, así que el enano cuatro ojos ya despertó su don. De seguro ya puso la casa de cabeza, tengo que ver la cara de Levi y Hanji cuando lo vean.— Dijo con tono risorio Kenny pero Erwin se mantuvo serio.

—Vamos ahora mismo antes que Eren le haga algo a ese niño.

—¡Eren no lastimara a un niño! Además, seguramente notará que es hijo de Levi y Hanji. — Lo defendió Mikasa.

Kenny rodó los ojos.

—Despierta mocosa, deja de verlo con ojos de amor, es un demonio, si no le hace nada será solo por evitar que sus padres se le vayan encima. ¿Crees que ya se olvidó de cuando Levi le dio una patada en toda la cara?

Casa de Levi y Hanji.

Udo leyó cada línea del corto párrafo que para Falco era ininteligible, la temperatura dentro de la habitación bajó rápidamente haciendo que ambos sintieran un profundo escalofrío.

—¿Qué sucede...?— Cuestionó Falco.

Udo miró alrededor mientras sus manos temblaban sosteniendo el libro cuyo texto aún brillaba y por primera vez sintió en verdad que desobedecer aquella prohibición de sus padres había sido una pésima idea.

Sobre ellos un amplio símbolo se abrió y de este cayó como peso muerto un cuerpo que golpeó el suelo con dureza, ambos chicos pudieron ver a un hombre joven que se quejaba por el impacto y comenzó a levantarse mostrando sus claras características no humanas.

Udo y Falco gritaron a la vez haciendo que Eren los mirara mientras rumiaba alguna palabra altisonante.

—Esos mocosos... esos mocosos me trajeron aquí...— Murmuró sin entender cómo había pasado, sus ojos se fijaron en el libro que tenía Udo en sus manos.

Era un tratado de conjuros avanzados, lo reconoció enseguida, ahora recorrió con rapidez los rasgos de ambos chicos que lo miraban sin reaccionar, Falco era un chico normal, un humano sin don de cazador, pero Udo los poseía y sus rasgos fueron claros para él. Hanji y Levi. Eren ya sabía que tenían un hijo pero no esperaba conocerlo de aquella manera, ahora las cosas eran claras, el niño estuvo jugando con los libros de mamá sin permiso ni supervisión.

El castaño ahora con aquella información se levantó verificando que no tenía ninguna restricción puesta, era obvio, Udo no debía ni tener idea de nada así que dio un paso al frente mostrando de forma amenazante sus colmillos.

Falco y Udo intentaron correr, pero fueron rápidamente sujetos por Eren que los levantó por la ropa.

—Bien. Hola... Soy Eren, soy un demonio y ustedes están en un muy serio problema... — Afirmó dándoles una sonrisa espeluznante. Después de todo habían provocado que dejara sola a Mikasa y no era que no confiara en que ella estaría bien después de todo era un examen controlado, estaba Erwin y Kenny pero seguramente reprobaría y esos niños eran la causa.

Inesperadamente un pitido se escuchó fuera de la casa. Falco miró hacia la ventana con temor, su hermano había llegado para verificar que todo estuviera bien.

Un poco antes.

Levi y Hanji salían del restaurante para regresar a casa, entraron al auto y Levi posó su mano sobre la de Hanji.

—Lamento esto, tal vez mi preocupación está demás, pero te lo compensaré.

Hanji le sonrió y se inclinó dándole un corto pero cálido beso.

—Está bien, me hace feliz que demuestres tu faceta de padre preocupado por su niño.

Levi solo miró a otro lado. Hanji y sus comentarios siempre le hacían sentirse un poco apenado como la primera vez que le dio un halago, parece que eso no cambiaría nunca a pesar de su matrimonio y un hijo.

Regresó la mirada a la castaña y levantando su mano la tomó por la coleta y le dio un beso efusivo no conformándose con el que ella le dio antes. Las manos de Hanji se movieron hacia la cabeza de Levi enredando sus dedos en el negro cabello y las de él bajaron para estrecharla hacia él, sus ánimos parecían enfocados en tomarse un momento antes de regresar a casa pero una sensación clara los hizo detenerse, separándose ya sin intención de seguir con su acercamiento.

—Es un reclamo de presencia, estaba listo en mi libro de conjuros... Udo ha...— Dijo ella pero Levi no le dio tiempo de terminar arrancando el auto y saliendo del estacionamiento del lugar, ya después pagarán las multas por exceso de velocidad, ahora lo que importaba era llegar a casa y que su hijo no hubiera llamado la presencia de un ser peligro, jamás podría perdonarse haber tenido aquel descuido.

Los minutos pasaban, acortando la distancia entre ellos y su hogar. Cuando solo quedaban un par de calles lo sintieron con claridad.

—Eren, ¿Cómo demonios pudo llamarlo? — Expreso Hanji sabiendo mejor que nadie que se requiere mucha energía para atraer a un ser del nivel de Eren, incluso ella misma pasó un par de años entrenando a Mikasa para poder invocarlo de forma correcta.

Levi chasqueó la lengua.

—Es claro, él acaba de despertar su don, a corta edad como tú y con un pico de poder como yo. Agradezcamos que es un don invocador y no uno de combate como el mío, y esperemos que Eren no sea tan idiota para hacerle algun daño o me aseguraré que no quiera salir del infierno nunca más.

El auto llegó frente a la casa donde pudieron ver llegar casi a la par de ellos otro vehículo, uno que identificaron como el de Erwin.

—Hanji, Levi. Lo saben ¿cierto? — Fue lo primero que dijo.

—Udo invocó a Eren. — Afirmó Levi.

Mikasa fue directo hacia la entrada y tocó la puerta sintiendo la presencia de Eren en todo el lugar así como una energía residual.

Hanji giró la llave en la cerradura mientras en su cabeza la preocupación por Udo crecía.

—Mi niño... — Dijo antes de que la puerta se abriera.

Tras ella entraron los demás y frente a ellos se mostró la sala de la casa en completo caos, los sillones estaban volcados contra los muros y los demás objetos desperdigados por doquier, incluso las lámparas del techo colgaban ahora de sus cables chisporroteantes de corriente eléctrica.

—Esto es un desastre... al menos no hay sangre a la vista. — Afirmó Kenny.

Levi soltó un sonido semejante a un gruñido por lo bajo y caminó hacia la cocina donde una luz pálida se veía.

Cuando entraron vieron la imagen más extraña que pudieron imaginar. Las cosas al igual que en la sala estaban volcadas. Eren estaba sentado sobre la barra que permanecía en su sitio solo por ser de concreto fija al suelo aunque su recubrimiento de madera estaba hecho pedazo por el piso.

El demonio comía tranquilamente una rebanada de pizza mientras con la punta de sus pie balanceaba el cuerpo de Colt que estaba envuelto en una extraña cinta negra que colgaba del techo. Aún así Colt no está inconsciente más bien en shock por estar frente a un demonio real.

Eren giró sus ojos hacia el grupo recién llegado.

—Hola... ya saben que su... — Quiso hablar pero Levi se lanzó sobre él en el acto sujetándolo por la ropa mientras sus ojos brillaban de un blanco pálido y una de sus manos parecía cubrirse con una luz pálida que le daba forma de garras a sus dedos.

—¿Dónde está mi hijo?— Preguntó Levi de forma amenazante.

Eren estaba inmóvil ante el fuerte agarre y solo pudo hablar entrecortadamente.

—Podemos hablar... en calma... yo soy la víctima aquí... — Dijo antes de que una serie de cadenas negras salieran del piso, fijándose a este haciendo que Levi lo soltara, ahora era Hanji las que mantenía aquella sujeción mientras tenía una mano en puño y un símbolo brillaba en esta.

—Solo responde Eren ¿Dónde están Udo y su amigo? No quieras una conversación tranquila cuando la casa es un caos y tienes atado al hermano de Falco.— Cuestionó ella con un tono de voz serio y amenazante, hasta que Mikasa se atravesó entre la pareja y su amado demonio.

—¡Ya basta! Ustedes dos dan más miedo que Eren. — Se quejó ella usando su propio poder para liberar al castaño.

Por su lado Kenny subía las escaleras buscando indicios de los menores, en realidad no tardó mucho pues en el mismo estudio estaban ambos. Al igual que el resto de la casa, aquel salón era un caos pero ahí estaban los dos igualmente sujetos por la cinta negra de Eren, aunque sólo Udo estaba amordazado.

—¡Abuelo Kenny! ¡Hay un demonio!— Fue lo primero que salió de su boca apenas el mayor le quitó la mordaza.

Con aquellas palabras una de las sillas que aún estaba en pie salió disparada contra el muro, acto seguido el mismo Kenny tapó la boca del chico con su mano.

—Ya veo, ahora tiene sentido el caos. No eres un invocador, eres un conjurador como tu madre.— Explicó mientras su "nieto" le miraba confuso. —Escucha Udo, papá y mamá están allá abajo haciendo sudar frío al demonio que viste antes. Todo tiene una explicación pero para que esto se arregle debes guardar silencio o las casa quedará peor de lo que ya está.— Explicó antes de hacer que su sombra se extendiera como una afilada hoja y cortará la cinta liberando a los menores.

Más tarde.

Los sillones habían sido enderezados y ahora, con todos sentados, fue posible dar las explicaciones necesarias.

Eren no había hecho nada en realidad, aunque tampoco podía regresar con Mikasa por su cuenta. Udo y Falco se habían asustado mucho, y aquello había provocado que gritaran y el poder sin control de Udo había causado destrozos por toda la casa, lo que obligó a Eren a amarrarlos y amordazar a Udo.

Por su parte Colt, al escuchar el escándalo, trató de entrar y al conseguirlo se encontró con Eren por lo cual el demonio no podía dejarlo ir así nada más y se vio obligado a amarrarlo también, tras ello solo se sentó en la cocina a comer la pizza que había encontrado.

—Me están diciendo que... esto... que hay monstruos rondando por ahí. Y quieren que lo acepte así de fácil... — Se quejó Colt tratando de mantener la calma después de lo que tuvo que pasar.

Sus manos se sujetaron con mayor fuerza alrededor de su pequeño hermano al que no pensaba soltar.

Hanji desde su lado acarició el cabello de su hijo ahora sentado entre ambos.

—Las cosas son más complicadas de lo que parecen. Ciertamente es mejor que esto siga siendo un secreto, las personas están mejor sin saber que hay seres peligrosos pasando a nuestro mundo por brechas, no es que suceda todo el tiempo pero nuestra labor es hacer que esos seres no causen caos en nuestro mundo. Hay varias familias con dones especiales y todos están ligados a un grupo, es solo que no se suele dar esta información a los más pequeños hasta que llega el momento. Aunque Udo se adelantó.— Explicó Hanji a los hermanos, aunque el hacerlo estaba de más pues ya se había decido lo que se haría con los Grice.

Horas más tarde.

Falco despertó algo mareado, no estaba seguro de nada hasta que notó que estaba en la sala de su casa acostado en el sillón. Parpadeó un poco y vio a su hermano salir de la cocina con una taza de café. También se veía algo confundido.

Ambos hermanos habían tomado una pócima que borraría su memoria de la noche anterior y fueron dejados en su casa esperando que no se preguntaran demasiado sobre cómo habían llegado a casa.

En tanto, en la casa de los Ackerman Zoe, el trabajo de limpieza era lo que ocupaba a la familia.

Udo miraba una lámpara rota que antes había adornado la sala, aún estaba asimilando lo ocurrido, mientras un pequeño suspiro salía de sus labios. Una mano pasó por su cabeza.

—Tranquilo, no es tu culpa. Bueno, tomar mis libros sin permiso sí lo es pero la manifestación de tu don no. Este es un poder concedido para hacer lo correcto.— Le dijo Hanji, tratando de animarlo, después de todo ahora a Udo le esperaban años de aprendizaje para poder dominarlo y pulirlo.

—¡Sí! ¡No te sientas mal mocoso! — Se escuchó decir a Kenny al fondo. —Deberías escuchar lo que pasó cuando tu querido y serio papá tuvo su don, fue un caos, estaba fuera de sí, era como un ser salvaje que destroza a todo a su paso.— Añadió con un tono de burla hasta que sintió como un trapo mojado chocaba contra su cabeza tirándole el sombrero seguido de la voz de Levi.

—Ponte a limpiar o vete de aquí, Udo no necesita de tus exageradas historias.

Kenny chasqueó la lengua, tomó su sombrero y sonrió de forma socarrona manteniendo un duelo de miradas con su sobrino.

Hanji solo rio un poco y volvió su atención hacia Udo.

—Escucha Udo, tal vez ahora no estés listo para todo esto, pero, tanto tu padre como yo, te enseñaremos lo necesario y entonces un día verás que lo que pasó esta noche no será más que una anécdota. — Tras aquello abrazó al chico antes de apremiar para que siguiera limpiando.

Al final la familia de ellos no era ordinaria ni lo que hacían bajo su apariencia normal simplemente cumplían con una labor que, si bien podrían no haber aceptado, decidieron cumplir con esta por el don con que habían nacido.

Fin.

:D Espero que estos shots les hayan gustado y entretenido. :D muy pronto llegará un nuevo fic que espero logre atrapar su atención y que estoy escribiendo con mucho amor.

Beshos y tengan un hermoso día.