Sasori por primera vez en toda su vida se sentía confundido al punto de querer una explicación o definitivamente se estaba volviendo loco de remate... si esa debía ser la respuesta... porque no encontraba respuesta a la locura que estaba haciendo ese chico frente a sus ojos, ¿Por qué lo quería salvar? él no es un santo o un ángel... él es todo lo contrario un demonio que vino del infierno solo para traer destrucción y este cazador de criaturas como él, lo estaba salvando de otro cazador pero ¿Por qué?...
- ¿Qué crees que haces?.- preguntó por fin al recuperar su voz y sentía como esta temblaba ligeramente, al sentir la mirada del azabache sobre él.- ¿Quién te crees para venir a salvarme?.- demando con una ira incontrolable.
- Otros solo dirían gracias.- respondió el azabache con una sonrisa. Sasori lo miro determinado tiempo.
- Yo no soy otros...
- Eso lo sé... y por eso te salve... creo que me enamore de ti...
Sasori lo miro con la boca ligeramente abierta, antes de sonreír como si le hubieran contado un chiste.
- ¿Estas de broma?
- ¿Por qué lo estaría?
- Porque es obvio que un cazador no se puede enamorar de una maldición o en este caso de un demonio que viene a destruir tu mundo...
- Tú no eres un demonio... eres un ángel
- No seas idiota... mi naturaleza no cambia... así que volveré a preguntar... ¿Por qué me salvaste?
- Porque te amo...
- ¿Por qué quieres burlarte de mi, Fushiguro?
- Me honra saber que te sabes mi apellido, pero ya te dije no me burlo de ti... es la verdad.
- Eres un ridículo.
- Tal vez...
- Te odio.
- Yo te amo.
- Deja de decir eso.
- No puedo es la verdad.
- Solo te engañas.
- Quizás.
- Vas a sufrir.
- Valdrá la pena.
El pelirrojo suspiro, pero no dijo mas. Ya estando listo para irse, el azabache lo giro dejando sus rostros completamente cercas, Sasori quedo con los ojos completamente abiertos.
- Se que piensas que estoy haciendo mal, pero déjame darte el amor que nunca recibiste...
- Ya no sigas, Fushiguro.
- ¿Por qué?
- No quiero enamorarme de ti y después me abandones...
- Yo no haría esa estupidez...
- Muchos me lo han dicho, y eh aquí el resultado.
- Pero yo no soy como ellos.
Sasori no respondió, se giro nuevamente listo para irse, pero antes de dar el primer paso añadió:- Gracias.- y con eso se marcho del lugar.
Fushiguro Megumi, por primera vez sonrió, desde que había conocido a esa maldición, su corazón latió con mas fuerza de lo normal. Y se supo estar enamorado de Sasori, la maldición mas sexy que pudo haber conocido y la mas inocente de todas, pero sin dejar de ser extremadamente peligrosa...
Cuando Sasori se fue del lugar, no pudo llegar mas lejos, su corazón latía con una fuerza que en su vida como vivo sintió, pero ahora siendo prácticamente como un zombi, sentía que había vuelto a la vida.
Quizás no seria tan malo estar con ese chico que le ha devuelto las ganas de vivir.
¿Fin?
