VAS A SER MÍO QUIERAS O NO
Nota:
Aviso: Omegaverse, crudeza, brutalidad, palabras malsonantes, lemon, mperg.
No es una historia de amor, es un relato con palabras fuertes y brutalidad, sexo no consentido (podríamos considerarlo en ciertos aspectos así), robos, menciones a violaciones. Entre otras "lindezas".
No quería un relato bonito, solo expresar una historia sucia que tenía en la mente.
Esto es una historia ficticia con personajes ficticios, tomárosla como a tal.
No voy a ponerme a explicar lo que es un omegaverse: alfas, omegas, betas, apareamientos o cópulas, nudos, marcas...
VAS A SER MÍO QUIERAS O NO
-1-
Tajima rememoró como en la última batalla sus hombres volvieron al clan agotados, aunque habían terminado venciendo, él lo consideraba una derrota. Si no llega a ser por sus vástagos todos los hombres que envió a batallar habrían perecido. Era ridículo. El clan que antaño fue temido y respetado, admirado y contratado por cualquier feudal... Ahora eran débiles, o así los veía él. Cada vez más clanes eran capaces de plantarles cara, cuando antes nadie se atrevía contra ellos. Un Uchiha valía por 50 ninjas de cualquier clan, se decía... Ahora ni eso. Su clan esta debilitándose, su clan está pereciendo. Las nuevas generaciones son más débiles y esto es culpa de la consanguinidad. Querían mantener la pureza y lo único que habían conseguido es shinobis débiles y patéticos.
¿Dónde han quedado los grandes alfas de antaño?
No lo sabe, pero ahora casi no nacen alfas en el clan, el último alfa superior fue su hijo Madara.
¿Dónde están esos omegas fuertes y orgullosos, capaces de engendra camadas de poderosos guerreros alfas?
Tampoco lo sabe, pues el último omega fuerte y altivo también forma parte de su progenie, su hijo menor Izuna. Todos los demás cachorros que han nacido a posteriori son bebés betas. Los ninjas betas son abundantes, pero son débiles comparados a los guerreros alfa. Su poder es insignificante ante un fuerte alfa. Pero estaban en un problema... Había pocos alfa y aun menos omegas. Era un pez que se mordía la cola, esa poca cantidad de omegas, hacía que nacieran pocos alfa, pues solo un omega podía engendrar alfas y a otros omegas. Y los alfas solo podían unirse a los omegas, para engendrar otros alfas y otros omegas. Y a la vez, además de la consanguinidad, las muertes de valientes y arrojados guerreros alfa en las batallas, había debilitado ese frágil circulo. En cambio los betas no tenían ese problema, abundaban y los betas siempre engendraban betas.
Eso le molesta. Tenía que cambiar eso. Y a lo primero que tiene que poner solución, es a la tradición de consanguinidad que ha perdurado durante generaciones, tiene que hacer que los pocos omegas y alfas del clan se unan con otros omegas y alfas de clanes poderosos... Pero el clan más poderoso, incluso más que los Uchiha, son los Senju. Le cabrea pero a la vez cree que su clan solo merece lo mejor de lo mejor. Apareamientos con un clan que esté a su nivel.
Su hijo Madara se ha unido a la hija omega de uno de sus generales, fue una unión no planeada, solo sucedió por circunstancias del momento, no era lo que él deseaba para sus planes y sus hijos. Aun así espera que las crías nazcan fuertes, la omega marcada por su hijo es bastante fuerte, pero no es así... Nace un omega, que no está mal porque su número es muy bajo y aunque muchos otros clanes los desprecien, él sabe de su importancia, pues tal como ha dicho siempre, sin omegas no puede haber alfas y a la inversa. Pero a la vez se siente un poco decepcionado, él esperaba otro fuerte alfa como su hijo, no está naciendo ningún alfa de alto nivel, el último alfa superior fue el padre de ese nuevo bebé.
Miró a Izuna que estaba entrenando con dureza contra su hermano mayor... Él era su última esperanza para empezar a fortalecer el clan Uchiha. Tenía que buscarle un buen macho a su pequeño hijo, un alfa que aportara esa nueva llama, ese nuevo soplo de energía y poder a la sangre del clan. Un macho que fuera poderoso y tuviera las características que deseaba en sus guerreros. Y tenía que afanarse en hallarlo, su hijo no tardaría mucho en sufrir su primer celo y no deseaba que ocurriera como con Madara. Y sino podía conseguirle un macho, al menos buscaría que su hijo saliera preñado de un buen alfa. Izuna podría aguantar unas montas, unos gruesos nudos, un embarazo y un parto sin ningún problema; era el omega más fuerte que había visto nunca.
Una idea se empezó a forjar en su mente... Encontrar a un macho al nivel de un Uchiha fuerte, como su hijo era complicado y solo venía un clan a su cabeza... Aunque eso le hacía gruñir en molestia.
– Es la mejor opción...– Masculla para si mismo mientras aprieta los puños airado.
Tajima observa de nuevo a su hijo y sabe que lo que ha decidido es lo correcto. Es una oportunidad de que su hijo omega aporte nueva sangre al clan... Solo lo tiene que planear bien, incluso ha decidido que alfa desea que fecunde a su hijo, por mucho que los desprecie es la mejor opción y es capaz de reconocérselo. Sabe que su hijo podrá aguantar bien la cópula, el nudo del alfa, un embarazo y el parto, como que se llama Tajima que su hijo puede conseguir eso y más. El o los cachorros que nazcan de esa unión serán fuertes y aportaran ese halito de sangre nueva que quiere para el clan Uchiha. Solo tiene que esperar al celo de su hijo y facilitar un encuentro con ese alfa cabrón y sólo con ese, pues sino el propósito de hacer pasar por todo eso a su hijo menor sería en balde. Aunque odie a los Senju no es estúpido, reconoce la fuerza de los hijos de Butsuma. Además, aunque el mayor sea el mas fuerte, ya está enlazado según sus espías y posee un defecto que no le interesa que las nuevas generaciones de Uchiha hereden; esa maldita compasión y esa debilidad al mostrar sus emociones exageradamente, para él eso es signo de poco carácter. Quizás la rata albina sea algo menos fuerte que Hashirama, pero su forma de ser es totalmente aceptable, es todo lo que tiene que ser un shinobi.
Asiente para si, satisfecho con esa resolución.
Su joven hijo aun no ha presentado su primer celo, pero está cerca... Lo siente en su aroma y los alfas no enlazados del clan se lo muestran con su comportamiento para con Izuna. Intentan cortejarle y se ponen gallitos en su presencia... Su hijo está cerca de madurar y de poder ser capaz de acoger una cría en su fértil útero. Y cuando eso suceda se lo entregara en bandeja de plata a la jodida rata albina... Ningún alfa no enlazado puede resistir el dulce aroma a celo de un omega, los hace poner frenéticos y se aparean con dicho omega, lo recuerda bien pues a él mismo le sucedió antes de marcar a su hembra, la madre de sus cachorros; y no cree que con ese trozo de hielo sea diferente.
Lo único que no le gustaría es perder a Izuna porque el jodido Senju le consiga morder... Perdería un valioso guerrero y el que dará una nueva fuerza a su clan. Tiene que ordenarle al herrero del asentamiento Uchiha que le forje un buen collar. Que quiera mejorar al clan no significa que quiera perder a su hijo a manos de esos desgraciados... Y de paso convencer a Izuna de ponérselo; pues aunque podría esperar a su celo, creía que era mejor que esos días que su hijo estaría en calor fueran aprovechados para estar con la rata, prefería asegurar la jugada de ganar nuevos cachorros con el máximo número de montas posibles. Esperaba que la rata pudiera cumplir.
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Butsuma miraba los entrenamientos de los shinobis del clan y podía apreciar sin tener que fijarse demasiado que solo sus hijos eran poderosos. Sus dos hijos alfa, los últimos alfa en nacer en el seno del clan Senju. El resto de hijos que tuvo fueron un beta al que llamó Kawarama y un omega, Itama. Y fueron algo decepcionantes, por mucho que les había amado.
Los demás Senju son débiles, incluso los alfa y omega que hay en el clan lo son y es por eso que no encuentra ninguna pareja adecuada para ellos. Y termina buscando fuera del clan a alguien para sus hijos. Encuentra a una omega prometedora en el clan Uzumaki, por eso pacta con ellos y consigue a Mito Uzumaki para unirla a su primogénito Hashirama. Esa unión se espera que de buenos cachorros, ambos clanes lo quieren con ansias.
Pero con Tobirama tiene un problema. Su hijo tiene un fuerte carácter, las omegas y los omegas que le presentan le rehúyen, le temen. Su presencia, su fuerte dominancia, su postura altiva, su fuerte aroma... Tampoco ha encontrado suerte en el clan Sarutobi. Sus omegas son también hermosas como las Uzumaki, pero se retraen demasiado ante la presencia de su segundo hijo y terminan temblando como una hoja ante la dura mirada del alfa albino. Vale que en su gran mayoría los omegas suelen ser sumisos, pero eso que causa su hijo en esos pocos que ha podido encontrar es algo exagerado. Y el patriarca Senju sabe que cada vez va a ser más complicado hallar a un omega, es una casta muy castigada cuando en realidad son muy necesarios, solo un omega puede aguantar la intensidad de un alfa. Por lo tanto sin omegas no puede haber alfas, lo mismo que sin alfas no puede haber omegas.
Sabe de las practicas que se han llevado a cabo en el pasado por algunos imbéciles, alfas guerreros de rango superior que sintiéndose humillados por engendrar omegas los abandonaban a su suerte en los bosques siendo apenas recién nacidos, lo que conllevaba su muerte. Familias que caían en desgracia y los vendían al mejor postor o a los burdeles; otros los llegaron a usar como carnada en las guerras para atraer a alfas enemigos y así poder matarles. Y una practica que aun era realizada actualmente y sobretodo por clanes que buscaban mas poder, era que dejaban a sus omegas solteros encadenados a árboles con un gran collar de hierro en el cuello, cerca a asentamientos de clanes poderosos. Entonces los alfas sin enlazar, acudían como hechizados ante el aroma a celo y montaban a esos omegas atados, pero al llevar collar no podían marcarlos, con lo cual al terminar el incitante aroma a celo y al no poder unirse a ese omega al que acababan de follar, se marchaban; luego esos clanes menores recuperaban a sus omegas con la esperanza de que estuvieran preñados de un gran y potente alfa que haría que su clan en un futuro fuera más fuerte, al tener cachorros de un poderoso clan. Eso si el omega sobrevivía, porque nada garantizaba que no fuera montado por más de un alfa sin lazo, frenético por oler el celo de un omega fértil y libre o que no fuera atacado por alguna bestia salvaje, después de todo el pobre omega estaba indefenso ante los fenómenos naturales y ante animales salvajes, al estar atado y en celo, lo que lo dejaba incapacitado.
Y por todos esos motivos es que cada vez son menos omegas, lo que repercute en que también haya menos alfas. A su vez, un omega débil o desgastado, engendrará cachorros más débiles, ya sea alfas de poca categoría, omegas delicados de salud o betas.
Dado el bajo número de omegas, en el pasado, los alfas intentaron aparearse con hembras beta... Fue un desastre, pues el útero de una beta no poseía la elasticidad del de un omega. El aparato reproductor de las beta no estaba pensado para resistir el gran miembro de un alfa y menos su nudo, y eso si el alfa actuaba con suavidad. Si a eso sumaban cuando estaban en la brutalidad y excitación de un estro... Las hembras beta terminaban muriendo o quedando impedidas a causa de fuertes desgarros causados por las salvajes montas, por los grandes nudos y las abundantes y potentes ráfagas de sus corridas. No, solo los omegas eran aptos para contener a un alfa y lo mismo pasaba al revés, solo un alfa podía calmar y saciar a un omega, solo los alfas tenían el brío y la resistencia para conseguirlo, el tamaño para encajar completamente en los genitales omega.
Butsuma sabe que si quiere un omega capaz para realizar una copula con éxito con su segundo vástago y que les proporcione buenas crías, tendrá que usar una practica que a día de hoy sigue siendo aceptada y muy extendida. El robo o rapto de omegas. El clan que la lleva a termino, si consigue robarse al omega en cuestión y realizar la copula y la unión con un alfa del clan, gana un omega que ya no puede ser reclamado por su antiguo núcleo. Es una ley aceptada por todos, aunque no está escrita. Fue así como consiguió hacerse de Hatusmono, la madre de sus hijos. La robó en una maniobra arriesgada de infiltración, la llevó a su clan, la "sedujo" y la hizo suya. Su antiguo clan no pudo reclamar, cuando fueron a por ella ya estaba marcada, ya le pertenecía.
Y aunque a Butsuma no le agrade, sabe que hay un omega que es el indicado para su hijo. Un maldito omega que es fiero y valiente, que no teme a Tobirama y le reta... Ese le daría buenas crías a su clan. Odia a los Uchiha a muerte, pero sabe que ese omega es lo que necesita. Nunca ha visto un omega así y lo quiere. Quiere que sea la madre de los cachorros de su hijo Tobirama. Ese maldito Uchiha aportara fuerza al clan. Un clan Senju que nadie podrá superar y si, sabe que los cachorros, sus nietos, van a poseer esos ojos malditos, pero no le preocupa pues serán Senju. Los hijos de Hashirama heredaran el potencial de chakra, técnicas y resistencia de los Uzumaki, unidos a la fuerza de los Senju. Los hijos de Tobirama con ese salvaje omega Uchiha, serán formidables... Sharingan, gran chakra y su fuerza... Simplemente formidables. Ellos los enseñaran a ser grandes guerreros y bajo la supervisión de su hijo y del clan, los llevaran por el camino correcto.
Si quiere shinobis fuertes en el clan, no puede contentarse a aceptar a omegas mediocres y débiles para sus fuertes vástagos y eso es lo único que está hallando para el segundo de sus hijos. Hembras que son incapaces de mantener el tipo ante la fuerte presencia de Tobirama, hembras que tiemblan como hojas al estar en una misma habitación, huele su miedo y su debilidad. Y si ya ahora son débiles, ¿Cómo espera que aporten fuertes cachorros? Por eso los han rechazado a todos y por eso sabe que su mejor opción es ese arrogante omega Uchiha.
Con ya una idea clara sobre lo que había que hacer, solo le quedaba convencer a su segundo hijo que 'eso' era lo mejor para el clan. Que tenían que capturar al omega Uchiha y que durante su celo (el de su hijo o el del primero de los dos que llegara), lo marcara.
Aunque... ¿Cómo mantendrían captivo a ese agresivo Uchiha?
–Los Uzumaki.– ¿Cómo no había caído en eso? Ahora tenían parentesco directo con el clan del remolino, estos eran expertos en sellado y solo tenían que sellar el sharingan del omega y provocarle el celo.
Esa misma noche compartió su idea con sus dos hijos, los únicos hijos que le quedaban.
–¿Padre, se está oyendo? –Hashirama estaba molesto ante la propuesta de su progenitor. –Tobirama dile que no piensas participar en tal cosa...
Pero Tobirama se mantuvo callado. Eran enemigos con el Uchiha, siempre se intentaban matar el uno al otro... Pero le gustaban las pelotas que poseía ese omega, esa chulería, esa arrogancia, esa agresividad... Izuna era un maldito dolor de huevos y le tocaba el orgullo de alfa que un maldito omega luchara a su nivel y no pudiera vencerle. Al principio esa situación le cabreaba tanto...
"Un jodido omega le plantaba cara y encima no podía ganarle".
Pero con el paso del tiempo aprendió a respetar la fuerza de ese omega. Había muchos alfas que habían muerto por la mano del azabache, alfas que se habían burlado que no pudiera vencer a alguien de esa casta y el Uchiha se había dedicado a cerrar bocas cuando habían intentado ir a por él para "poner al omega en su lugar". Así que si, terminó admirando y respetando la fuerza de ese jodido Uchiha. Y estaría mintiendo si no dijera que más de una vez se había excitado pensando en el maldito azabache, en estar entre sus muslos y estárselo follando tras una intensa batalla. Porque el enano cabrón olía cada vez mejor y era muy atractivo.
–¡Tobirama!–Le instó a hablar su hermano.
–Padre tiene razón... Aunque no me guste.–Añadió para disimular que la idea le atraía. –El Uchiha es fuerte y necesitamos guerreros fuertes. Además los otros omegas me temen y se alejan de mi presencia.
Su fama no le ayudaba a que quisieran nada con él y permitieran un cortejo. Siempre que había estado necesitado había recurrido a esclavos omegas de desahogo que poseían en el clan, pero nunca un omega de bien, uno de un buen clan o de su mismo clan, le había permitido tal acercamiento. Un omega solo para él... Y ya estaba cansado de esa situación.
–¡Pero no podemos robar un omega! ¡Eso no está bien! Podríamos pactar con los Uchiha. Llegar a un acuerdo de paz que se resolvería con una unión. –Abogó Hashirama, aunque sabía que sus palabras eran en balde, pues robar omegas era una practica muy común.
–Nunca me sentaría a hablar con ese hijo de puta de Tajima.– Gruñó su padre.
–Ni yo quiero tratar con ese puercoespín de Madara.– Escupió su asco el albino.
–Pero... Lo que pretendéis es inmoral.
–Los omegas se han robado y raptado, usado de intercambio, desde que el mundo es mundo. – Mientras le quitaba importancia a lo dicho por el otro.
–Tobirama... No son cosas. Son nuestra contraparte, nuestros compañeros. Les tenemos que cuidar, proteger y amar.
–Hijo, yo robé a tu madre y mira lo felices que fuimos. Me dio 4 maravillosos hijos antes de que la perdiera.–Solo los dos primeros hijos que le dio Hatsumono fueron prometedores, pero quizás fue porque sus embarazos fueron demasiado seguidos y no le dio tiempo a recuperarse del todo.
El sistema reproductor de un omega era todo un misterio. En términos generales era claro como funcionaba, pero estaba claro que, por ejemplo su mujer, con el tiempo se fue debilitando y eso se notaba en sus dos últimos hijos. Pero tenía claro que cuando más fuerte era el omega, mejor descendencia aportaba y por eso tenía tan claro los pasos a seguir con el del abanico y su hijo.
–Claro padre, porqué Tobirama se va a robar a Izuna, imagino que ayudado por ti, pues capturar a alguien es más complicado que pelear a vida o muerte, ¿Y luego qué? ¿Se va a quedar donde lo encerréis como haría un omega sumiso? ¿Os creéis que Madara o Tajima no van a remover cielo y tierra para hallarlo? ¿Qué él no peleara a muerte para escapar y volver con los suyos? Después de todo ese espíritu de lucha es lo que tanto estáis ensalzando de Izuna y lo que buscáis para los cachorros de mi hermano.
Eso era cierto, ser sumiso no era una característica de ese enano. El omega no se quedaría llorando y gimoteando en un rincón como haría cualquier otro omega raptado o robado. Izuna pelearía con todo para huir e intentar llevarse por delante al mayor número de enemigos.
–Esperaremos para hacerlo a cuando llegue tu celo, hijo. Entonces cuando estés con tu calor lo marcas mientras te apareas con él. –El mequetrefe Uchiha no podría huir de un alfa en celo, de sus feromonas y su fuerte presencia, su agresividad, salvajismo y dominancia... Por muy Uchiha que fuera. Tobirama durante su estro le demostraría quien mandaba y quien iba a ser su macho a partir del momento en que sus dientes marcaran ese blanco cuello y su polla se enterrara en ese raquítico culo.
Hashirama gruñó y le miró asqueado.
–Padre... Izuna aun no ha sufrido su primer celo y ¿Quieres someterle a un alfa en estro? ¿Sabes lo despiadado que es eso?
–Podrá soportarlo si tan fuerte es... Además que un poquito de su propia medicina ya va bien que tomen esos Uchiha. –Ese clan había causado muertes y dolor, claro que ellos también a los del abanico; pero pagarle a ese arrogante omega con un poco de sufrimiento tampoco era algo que viera mal, sobretodo si era por una buena causa.
Tobirama frunció el ceño. Le gustaría hacer "sufrir" a Izuna, pero hacerle sufrir sometiéndole y anclándolo a él, poseyéndolo, dándole un placer jamás conocido.
–¿Cómo sabes que aun no ha sufrido su primera calor? –El Uchiha era algo más joven que él, pero no creía que tuviera menos de 15 o 16. –Él empieza a oler bien.
–Soy médico... Estas cosas se saben. Huele bien porque no creo que le falte mucho, pero estoy casi seguro de que aun no ha sufrido un celo.–Pondría su mano en el fuego sobre esto que creía.
–Pues entonces no le veo problema. El celo de Tobirama provocara que ese omega entre en calor. Y si, es virgen y le dolerá el apareamiento más que si fuera un omega más "curtido" y experimentado, pero, como vosotros mismos habéis dicho, es fuerte y lo soportara sin problema, no es el primer omega que se aparea con un alfa en su máximo "esplendor".
Además solo sería en la primera monta que sufriría un poco, luego se adaptaría bien; su cuerpo respondería de forma instintiva a lo que el alfa le haría, por algo es omega.
Hashirama resopló con molestia ante esas palabras.
–Además Hashirama, te olvidas que ahora tenemos de nuestra parte a los Uzumaki y su capacidad selladora.–Añadió unos minutos después.
–¿Entonces qué? ¿Vas a sellar a ese omega? ¿No tenéis compasión?– Estaba tan molesto con su padre y su hermano.– Ese omega que quieres que sea madre de tus nietos–Y mirando a Tobirama –Al que vas a marcar y con el que vas a quedar unido, el que va a ser la madre de todas tus camadas en el momento que muerdas su nuca.
–¿Te olvidas que es enemigo nuestro? ¿Que ha intentado matar a los nuestros desde que aprendió a pelear y empuñar una katana?
–Y tu te estás olvidando de que es el omega al que quieres como pareja de tu segundo hijo, por muy enemigo que sea nuestro.
–¡Basta! Deja tu maldita compasión de lado por una vez, estamos mirando por el bien del clan. Tu carácter siempre ha sido débil, pero te lo he dejado pasar... Ahora te estás sobrepasando. Soy vuestro líder y esto es lo que he decidido. Tu hermano comprende que esto es lo mejor para él y para los nuestros.– Lo calló al fin mientras liberaba su aroma dominante. Él aun seguía siendo el líder del clan.
Sus hijos callaron, con Hashirama en clara molestia y con un ademán respetuoso, aunque algo tenso, pidió permiso para retirarse.
–Vete con tu hembra y calma tus nervios con ella, estará encantada de cumplirte y de tu atención.
–Si padre, con permiso.– Soltó con más frialdad y tensión de la que pretendía.
–¿Tu estás de acuerdo, no Tobirama? ¿Sabes que esto es lo mejor para todos? Vas a tener un omega que hasta ahora ha sido tu enemigo como pareja y madre de tus cachorros, pero ese omega es fuerte, es poderoso y te va a proporcionar buenas crías. Puede que al principio sea complicado, pero con tu marca la convivencia será más sencilla. Aunque podéis estar en lugares separados y solo verle para saciar tus apetitos.– Su hijo no tendría porque compartir cama con el Uchiha, con que le preñara cuando uno o los dos estuviera en celo, le acompañara en los momentos que se le requirieran o durante el parto de los cachorros, era suficiente.
–Si padre, creo que es la mejor idea. Puede que el Uchiha sea alguien terco y en el que no se puede confiar, pero no puedo negar su fuerza y sus capacidades. Si los cachorros que engendremos heredan nuestras capacidades tendremos un clan fuerte y capaz de afrontar a cualquier enemigo.
Así le gustaba. Miró con orgullo al segundo de sus hijos, sabía que Tobirama sería consciente de las bondades de esa idea, de los beneficios que acarreaba. Siguieron confirmando y analizando el plan, mejorando detalles y buscando puntos débiles del mismo.
Esa noche Tobirama estaba tumbado en el futón con una pequeña sonrisa en su rostro. Saber la cara que pondrían los Uchiha al ver al segundo general sometido por un enemigo, preñado por alguien al que odiaban, Izuna no pudiéndole atacar y teniendo que depender de él, ver como rabiaba por tener que parirle las crías, escuchar sus gritos de placer al abrirse de piernas y follarle con dureza, estar en el parto de los cachorros y ver que las cías, que él había metido en su interior, empezaban a nacer... Cachorros Senju nacidos de un Uchiha. Sería tan increíble que ya lo saboreaba y le hacía sonreír en anticipación. Escuchar a Izuna llamándolo cuando estuviera necesitado y quisiera satisfacción de su macho, ese macho al que odiaba, ese macho al que tenía que soportar y dejarse montar y anudar cuando quisiera... O sea su mayor rival y enemigo. Ese era él, al que el arrogante Izuna apodó "rata albina". Esa victoria la saborearía con gusto.
(...)
Y así ambos líderes de cada clan envían a sus mejores espías para poder dar inicio a su plan.
Tajima haciendo que sigan a la rata albina para saber todos sus movimientos y conocer si en algún momento estará solo para poder ponerle en el camino a su hijo omega en celo y que así lo insemine.
Butsuma haciendo que sigan al omega que van a robarse y su segundo hijo a marcar, intentando conocer sus pautas y costumbres, para trazar el mejor plan cuando el omega esté fuera de la protección de los suyos. Bastante tendrán que pelear con esa fuerte hembra, así que cuantos menos Uchiha tengan que vencer mejor.
La ocasión se presenta antes para el líder Senju que para el Uchiha.
Informan a Butsuma que el segundo general Uchiha sale a enfrentar a unos rebeldes que están causando estragos en sus territorios más al norte. Según le comentan el informe que ha recibido el segundo hijo de Tajima es falso, son más enemigos de los que piensa, pero fiel a la arrogancia que posee el clan del abanico, sale en pos de esos con pocos guerreros. Butsuma también parte junto a Tobirama y un batallón de sus guerreros, buenos alfa y algunos beta, tienen que reducir al omega azabache y ellos no cometerán el error de confiarse. Cuando llegan al lugar, la pelea entre los Uchiha y ese grupo de ladrones y asesinos ha iniciado, ese contingente está mejor organizado de lo que creían los del sharingan. Las pelas son sangrientas y sin piedad, ese puñado de maleantes son fuertes y no tienen nada que perder y si mucho a ganar, parecen también interesados en hacerse con "la pequeña putita Uchiha" tal como llaman a Izuna, mientras los ojos de esos alfa enemigos se llenan de lujuria y deseo. Pero Izuna no hace caso de las provocaciones cargadas de deseo, ni las feromonas de dominio que esos se atreven a liberar para hacerlo caer; esta muy seguro de su potencial y lo cierto, es que el pequeño omega sobresale por encima de sus compañeros, que son heridos por esos guerreros sin patria. Tras una fuerte batalla y tras algunas bajas y heridos de gravedad, los Uchiha se alzan con la victoria. Izuna jadeante en medio de los cuerpos caídos, cubierto de sangre de sus rivales, con sus ojos rojos encendidos, causa un fuerte impacto en sus observadores.
"Realmente es el omega que necesitamos... Puto Tajima, engendraste una fuerte hembra... Que ahora nos servirá para nuestros propósitos y para fortalecer a los míos."
Piensa Butsuma mientras observa lo que ha hecho el pequeño azabache y la increíble fuerza que posee el omega. Está satisfecho con su elección para su hijo, ese maldito Uchiha parirá fuertes cachorros que se convertirán en poderosos guerreros para los Senju. Observa de reojo a su hijo y puede ver el deseo hacía ese pequeño cuerpo y la admiración hacia tan fuerte guerrero. Sonríe al saber que su hijo está más que satisfecho con su idea. Le observa dar las primeras ordenes silenciosas a los suyos. Todo tiene que salir a la perfección. Sabe que no pueden permitirse fallar.
Saltan al campo de batalla rodeando a los pocos Uchiha que quedan, sin perder de vista al omega que les ruge retándoles.
"Formidable. Mi hijo tendrá que demostrar de que pasta está hecho para doblegar a ese omega"
Pero confiaba en el fuerte carácter de su hijo para eso. Se decía que Izuna era terco, que todos los Uchiha lo eran... Porqué no conocían a Tobirama Senju.
Capturan a Izuna después de una fuerte pelea, donde más de uno de los suyos ha sufrido graves lesiones y heridas, pero la pelea anterior ha jugado a su favor. Izuna había tenido que gastar mucho chakra para terminar con esos ladrones para que más de los suyos no perecieran, y ellos en cambio estaban frescos, además de que se ha asegurado de llevarse a los mejores combatientes Senju. Consiguen reducir al Uchiha al lanzarle unas bombas con gas somnífero, pues el Uchiha no permitía que se acercaran. El muy cabrón aun tenía la suficiente energía para activar esa maldita armadura ósea y para meter a un par de los suyos en una ilusión. Por fin el gas hace afecto y cae al suelo inconsciente, no le habían permitido huir del radio de acción del mismo y ahora, lo tienen sometido con unas ataduras que contienen sellos Uzumaki, con lo cual, si despertara, no se le permitiría conjurar chakra al Uchiha. Está a su merced sin poder contrarrestar lo que le hagan, ni defenderse y atacar. También se aseguran de cubrir sus ojos con una tela con sellos para que no pueda usar el sharingan.
–Es mejor asegurarse con Izuna, es escurridizo y astuto y no sabemos cuando tiempo va a durar el efecto del sedante en él.– Dice Tobirama mientras observa a Izuna dormir como si no fuera un temible luchador.– Así me gusta Uchiha, dormidito estás hasta adorable.
–Y así no se agota antes de tiempo.– Se ríe Rio, un hombre de confianza de Butsuma, siendo secundado por los otros.
–La muy perra casi me secciona el brazo.– Se queja Akira, siendo atendido por Hana, una hembra alfa.
–¿Para que te pones en su mira? Sabes de lo que es capaz esa pequeña hembra.– Se burla mientras le venda tras aplicarle las primeras curas. Akira solo gruñe y mira al Uchiha durmiendo como si hace apenas unos minutos atrás no hubiera peleado como un fiero león.
–Que arisco... Va a tener mucho trabajo señor Tobirama. Lo bueno es que parece tener muchísima energía.– Gemra observa al omega fascinado. Nunca había visto a uno de esa casta con esa forma de actuar. Si que había estado en batallas contra los Uchiha, pero al ver a Izuna siempre había pensado que era de cualquier otra casta que no fuera la omega.– Cuando me habéis dicho que era omega no podía creérmelo, pero lo cierto es que huele malditamente bien.– Le llegaba el aroma de la hembra hasta allí. Pero su comentario se ganó un gruñido de Tobirama, un profundo gruñido molesto y cargado de dominio. – Lo siento, mi señor, no tendría que haber comentado nada.
–¿Qué hacemos con los supervivientes?– Pregunta Hana mientras guarda las vendas sobrantes.
–Matadlos. No quiero a nadie vivo... – Butsuma se acerca al omega Uchiha y le termina de girar cara arriba.– Tiene apariencia delicada como cualquier omega, visto así parece inocente y hasta dulce, y se ha de reconocer que es atractivo.
–Si estuviera despierto, intentaría matarte solo por respirarle cerca.
–Menuda boquita tiene, retándonos y sonriendo con prepotencia al ver como le teníamos rodeado... Cuando lo cierto es que esa boquita estaría mejor usada en otros menesteres.– Sus compañeros rieron ante el comentario de Rio.
–Y tu has caído en su ilusión al dejarte provocar.– Se burló Hana al recordar como Río había levantado la mirada molesto hacía Izuna al escuchar como se burlaba de ellos y como el Uchiha había sonreído en arrogancia al verle caer por su sharingan. Río masculla molesto mientras termina con un Uchiha herido, para limpiar su katana en esas ropas oscuras del clan del abanico y guardarla en su vaina.
Una vez terminan con todos sin dejar testigos. Levantan del suelo al inconsciente omega y Tobirama le carga en su hombro como costal sin demasiado esfuerzo, el Uchiha es pequeño y delgado. Sonríe para si al imaginar que si el azabache estuviera despierto le estaría maldiciendo y peleando. Aunque si que le supone un esfuerzo el cargar con el omega, no por el peso del pelinegro, sino porque él está cerca de su celo e Izuna huele condenadamente bien a su parecer. No puede evitar gruñir y sentirse incomodo. Nota su miembro ponerse duro por el calor y olor que desprende el azabache; pero tampoco quiere soltarle, no quiere que ningún otro alfa cargue al que considera ya como su hembra, no desea que el Uchiha porte otro aroma que no sea el propio. Aprieta más sus brazos alrededor de ese fibrado y apetecible cuerpo del omega.
Al llegar al clan, su padre insiste en llevar al omega con la matrona Senju. No está muy a favor de soltar a su presa, es su omega. Con su propio celo próximo, empezaba a sentirse más excitado, más a la defensiva y agresivo, pero nada que no fuera controlable para alguien como él.
–Debemos comprobar que es fértil, sino haberlo raptado será en vano.– Busca convencer a su hijo. Si el omega Uchiha no fuera útil para dar cachorros solo quedaría matarlo, sería ridículo tenerlo retenido o buscar enlazar a su segundo hijo con alguien que nunca iba a servir para lo que le habían raptado.– También saber si le falta mucho para su celo, en caso de ser fértil y, si podemos darle las hierbas para provocárselo antes, Tobirama.
Al final el albino aceptó y entró al Uchiha en la cabaña de esa vieja hembra, dejándolo allí con cierta reticencia, para que el viejo omega se ocupara. Pero él estaba seguro de que el Uchiha era fértil y de que estaba cerca de su celo. Ese aroma exquisito que cada vez desprendía más y más era un claro indicador, y lo que había causado en su cuerpo durante esas horas de viaje, también le decía que su nariz no se equivocaba.
–Si cumple, ya puedes darle las hierbas, cuanto antes entre en calor mejor para el clan. También asegúrate de que no posea ya una marca.– Y antes de salir para reunirse con su hijo, ordena.–Dejadlo desnudo.
–¿Señor?– La matrona omega le mira por ese pedido.
–Mi hijo tiene que montarle y marcarle, no va a estar perdiendo el tiempo desvistiéndole.– Aclara.
Además que Tobirama estaría en celo y un alfa en celo no razonaría en estarle quitando ropa al omega, la destrozaría con sus garras, pudiendo herir al omega sin querer.
Estando fuera le dice a su hijo que si el omega si es apto, será llevado a su hogar. Así estando el alfa en su territorio se sentirá mejor y más cómodo. Nota la tensión en su hijo y su respiración algo acelerada, también como empiezan a desbordar sus feromonas, claro signo de que no le faltará demasiado para entrar en estro.
–Vete a descansar, serán largos días por delante.–El celo era devastador, por eso mejor que su hijo descansara un poco.– No te preocupes, ese omega será solo tuyo, nadie va a tocarlo. En cuanto Shin termine con él lo llevaremos a tu territorio y nadie os molestara.
Cuando Tobirama despertó horas más tarde, un agradable aroma le llegó a la nariz, un aroma que le hizo gruñir excitado y poner aun más duro. Siguió el atrayente olor hasta una de las habitaciones de su hogar. Izuna. Sonrió para si, sabía que era fértil y sabía que era el adecuado. Encontró una escueta nota de su padre. Le informaba que el Uchiha era muy fértil y que estaba pronto a iniciar su celo, igualmente las hierbas aceleradoras del calor le habían sido dadas. Le informaba que la matrona calculaba que en medio día estaría totalmente en su calor y listo para recibirle. Y que el Uchiha ya había despertado.
Se relamió pues parecía que su celo y el del Uchiha se darían a la vez. Eso sería caliente y de alto voltaje. Así que pensó en retirarse por ahora y buscar alimentarse bien, pues luego tendría unos días muy moviditos. Pero recordó la charla de días atrás con su hermano y frunció el ceño.
"Mierda, maldita conciencia."
Se estaba apiadando del azabache, Hashirama había tenido razón... Si que el Uchiha es virgen y nunca antes ha sufrido un celo. No puede ser tan maldito y entrar como un toro bravo, una bestia sin conciencia, cuando esté en pleno estro. Sería muy traumático y brutal para el pequeño Uchiha, además tampoco es que él sea muy pequeño allí abajo. Se desviste, después de todo su pene ya está erecto desde hace rato por oler al omega y por el cercano estro, y así darle una primera vez a Izuna ahora que aun es capaz de controlarse un poco y razonar. Y más sabiendo que le habían provocado el celo a Izuna, con lo cual estaría receptivo y estaba seguro de que no se negaría a un contacto intimo con un alfa. Esa era la mejor opción para un joven omega, perder la virginidad con un alfa en sus cinco sentidos, aun.
Entra en el cuarto y busca al Uchiha con la vista, Izuna está en una esquina encogido, desnudo. Eso le extraña. Pensaba que lo encontraría dispuesto a presentar batalla, a destajar a quien quisiera acercarse a él, a presentar cruenta pelea.
Izuna había despertado mientras unas manos le manoseaban, sabía que era un omega por el olor. Pero igualmente le cabreaba... No tenían permiso para tocarle. Gruñó y se revolvió.
–Quieto pequeño omega Uchiha, no soy enemigo tuyo.– Buscó calmarle con palabras dulces y su aroma maternal.
–Quita tus sucias manos de mi cuerpo o te las arrancaré.– Amenazó con su voz grave y profunda, llena de agresividad.
Shion se quedó alucinado ante esa muestra de agresividad y su nula respuesta a una voz dulce y un aroma suave.
–Lo siento, tengo que terminar de revisarte. Y tengo que darte esto.– Ya había podido comprobar que el omega era fértil y que estaba cercano a sufrir su primer estro. Así que le tocaba adelantárselo con el brebaje. También había comprobado que no tenía ninguna marca visible.– ¿Tienes alfa esperándote?
–Nunca.– Rugió. – Y no te acerques a mi... Voy a quemar este jodido lugar desde sus cimientos, contigo dentro.
Menudo carácter se cargaba ese omega. Era fuerte, lo notaba. Empezaba a entender porque lo quería su señor para el segundo hijo.
–Vas a dar buenos cachorros...
El rugido del omega de los Uchiha no se hizo esperar, era claro que esas palabras no le habían gustado. Suerte que estaba con su poder sellado, sino estaba seguro de que le habría matado a él y a todos los que pudiera en su huida, o quizás no intentaría huir sino que buscaría matar a todos los que se le cruzaran.
Busca darle el brebaje y solo consigue que el cautivo se remueva y caiga al suelo, prueba de nuevo y se lo escupe en el rostro.
–Puto cabrón...– Masculla el azabache en un gruñido mientras muestra sus dientes y la sangre del otro omega en la boca.
–¡JODER!– Mientras se sujeta el sangrante antebrazo.
–¡Shion! ¿Qué ocurre?– Entra Butsuma al escuchar los rugidos y gritos, al oler sangre.
–Nuestro invitado ha despertado y no desea colaborar. Incluso me ha mordido cuando he querido darle las hierbas.
En una de las veces el omega Uchiha, a falta de poder defenderse de otra forma, le ha mordido y le ha arrancado un buen trozo de carne.
–Joderos putos Senju.– Les muestra una mueca agresiva.
–Al que van a joder es a ti, omega.– Masculla Butsuma mientras se acerca al azabache arremangándose las mangas del haori.
Al final entre tres consiguen que el peleón omega Uchiha se trague el brebaje que ha preparado la matrona Senju.
–Tobirama-san va a tener trabajo con él, pero este omega lo vale... Va a proporcionarle fuertes cachorros.– Asegura Shion a su líder.– Es muy fértil, es poderoso como no he visto a otro igual, es resistente, en definitiva es un luchador nato... Sus cachorros con el señor Tobirama serán muy fuertes.
Butsuma asiente, mientras Izuna busca deshacerse de esas ataduras que impiden su movimiento y les menta a sus muertos mientras les amenaza.
–Cállate y reserva fuerzas, las vas a necesitar.– Le masculla el líder Senju.– ¿Cuándo crees que va a entrar en calor?
–En unas horas, medio día a más tardar.– Calcula el viejo omega.
–Solo espero que para entonces se comporte como cualquier omega...– Esperaba que estando controlado por el celo, Izuna se volviera como cualquiera de su casta, necesitado de que le penetraran y sin capacidad de razonar, solo de sentir y querer placer.
Después de eso, Izuna había sido tapado todo él y amordazado para ser llevado a un lugar que apestaba a la rata albina. Empezaba a temerse lo que buscaban de él y eso le cabreaba, molestaba y asustaba a partes iguales. Al ser entrado en ese sitio, solo le desataron los miembros inferiores, pero tampoco podía hacer nada. Tenía las manos fuertemente atadas, algo le impedía usar chakra y una venda le impedía la visión, una venda que no podía quitarse. A medida que va pasando el tiempo, la ira y el cabreo van dejando paso al miedo, un miedo aplastante le recorre, sobretodo al empezar a tener calor, a sentirse muy mal, los calambres recorren su bajo vientre y una voz en su cabeza le hace sentir asqueado. No le gusta lo que está sintiendo, sabe que eso son síntomas de un celo. Nunca se ha preocupado anteriormente por un estro; quizás un pensamiento inmaduro de su parte el creer que por no pensar en su condición y en su casta, no va a sucederle lo que a otros omegas. Como si pudiera salvarse de algo así. Que estúpido fue. Y ahora teme por si mismo y por su futuro.
Sabe que ha sido capturado, que esta en territorio enemigo, que esta impedido y vulnerable y que está sufriendo su primer celo. Está acalorado, con su vientre anudado y acalambrado. Le van a violar y por eso le tienen desnudo. No... Esa rata lo va a violar, por eso solo huele su presencia. Seguro que su enemigo se ensaña con él... Los Senju son despreciables, la rata albina es muy despreciable.. Aunque su aroma, esas feromonas que huele causen que su interior se humedezca más. Se odia por eso, odia su condición, su casta, lo que es. No quiere terminar siendo usado... Tiene miedo de estar así, desnudo y vulnerable en ese sitio. Él no ha escogido eso... Se encoge en una esquina, con la idea de pasar lo más desapercibido posible, también parece que sienta menos molestia y dolor en esa posición acurrucada.
Lo huele, lo oye... Pero no puede ver nada, no puede defenderse e intentar huir. Lanza un suave lamento, un gimoteo de llamada, quiere a su hermano... Quiere a su padre. La voz en su cabeza aturdiéndole le molesta, le pide por ser saciado y él no desea eso. Odia ser omega, lo odia tanto.
Se tensa al escuchar la puerta siendo abierta, al escuchar el profunda inhalación de ese alfa. Huele a la rata albina y le huele excitado. No le gusta como esta yendo esto. Se muerde los labios intentando retener un sollozo y se encoge más sobre si mismo si es posible, intentando pasar desapercibido. Es inútil, lo sabe. Su cuerpo tiembla.
Tobirama entra desnudo y percibe el estado del omega. Su sonrisa arrogante se borra al verle así, no le gusta notarle en ese estado.
–¿Donde ha quedado el gran guerrero Uchiha arrogante y orgulloso? –Dice desdeñoso, buscando una respuesta más "adecuada" al concepto que tiene del azabache.
Izuna gira la cabeza en su dirección con una mueca agresiva y sisea buscando ser amenazante. No quiere que se le acerque... Huele la excitación del alfa y aunque una parte de si quiere llamarle y ofrecerse, aun no sucumbe al celo del todo, aun es capaz de controlarse y tener conciencia. Aunque esta no le sirva de mucho, solo para recordarle que él no desea eso. No desea un apareamiento, no desea entregarse a ningún alfa... No quiere ser omega. Odia su condición y solo puede pensar en eso... Y en el miedo que está sintiendo. Sabe que a la rata no le falta mucho para su celo, no es que sea un experto... Siempre quiso negar esa parte de las castas y creyó, de forma inmadura, que ignorando todo eso, a él nunca le sucedería. Y mirale ahí, con su celo a las puertas, encerrado en territorio enemigo con su rival Senju a punto de sufrir su celo de alfa. Sabe que la rata está cerca de el calor, lo huele, lo siente en los pelillos de la nuca, en su propio cuerpo que se calienta más para el alfa en cuestión. Y por una vez agradece tener los ojos vendados, así como ver a otro de su casta en celo le da asco y vergüenza de lo bajo que pueden caer; ver a un alfa en celo le da miedo.
Recuerda una vez, estando de visita en la casa de su hermano, estar con su cuñada por Madara encontrarse encamado al no sentirse muy bien. Estar tomando el té y manteniendo una conversación casual y divertida con la compañera de su mayor y, entrar su hermano afectado por el estro. Eso le asustó, y mira que él nunca temía a Madara. Pero su rostro, sus gruñidos, su fuerte aroma a feromonas cargadas de lujuria, sus músculos abultados, su respiración profunda pero a la vez superficial, sus colmillos sobresaliendo de sus labios... Daba pavor. Y Madara se lanzó a por su hembra apretándola contra el suelo, ignorándole a él al no percibirle como una amenaza. Huyó de la casa enseguida... Sabiendo que aunque él estuviera allí, su hermano iba a copular si o si con su compañera. Más tarde le preguntó a su cuñada como soportaba eso. Él no podría, no quería ser tocado así, ser marcado, ser follado, se anudado e inseminado. Su cuñada le dijo:
–Es mejor cuando tu también estás en celo, pues entonces lo disfrutas tanto, todo fricciona de forma perfecta. Al no estar en celo es más complicado para nosotros, ellos están frenéticos y salvajes, así que tienes que relajarte y buscar lubricar rápido, sino es peor. Dejar que suceda y no resistirte a ellos y lo que te hacen, entonces puedes llegar a disfrutarlo también... Aunque, como ya te he dicho, me gusta más cuando ambos coincidimos en el celo, entonces es realmente fácil de disfrutar de un alfa en todo su apogeo de poder, ansias y lujuria.
"No pelear, ser sumiso... Pues en ese estado es todo instinto y si quieres resistirte, te va peor."
Le recuerda una voz en su cabeza al oler al alfa. Pero... ¡NO! Él no quiere que eso suceda, él no quiere aparearse con ese alfa ni con nadie, él quiere vivir célibe toda la vida, no enlazarse, no copular con nadie y menos tener su cuello adornado con un jodido mordisco. Así que vuelve a rugir con mayor convicción mientras se levanta y le encara, o al menos se gira hacía donde huele a la mierda de rata en mayor concentración.
Tobirama sonríe triunfal por esa actitud rebelde del Uchiha. El mocoso huele muy bien y, parece que sigue resistiéndose, que ese estado en el que le ha encontrado ha sido superado... Es un maldito terco, pero así es el omega que conoce. Y de esa no va a librarse... Va a ser suyo. Se relame los labios y se acerca al pequeño azabache, notando el temblor de sus músculos tensos, que le hace dudar unos segundos en si continuar. Al final percibe como lucha contra el celo y como se levanta valiente, para esta vez gruñirle con fuerza.
"Así me gusta pequeño Uchiha... Éste si eres tu"
Quiere ver su expresión... Quiere ver sus ojos, su mirada desafiante y agresiva en esos ojos más negros que la noche más oscura. Sabe que le miraría con rabia y que buscaría activar su sharingan al ver lo que sucedería entre ellos si o si; para luego ver como esa mirada retadora, altiva y arrogante se transformaba en una entregada, cargada de lujuria y placer.
Se acerca más, satisfecho con el aroma de pre celo, satisfecho con el cuerpo atractivo y firme de Izuna, y por ese carácter indomable del omega. Y aun puede apreciarle mejor al levantarse el azabache y, ve con satisfacción como le dedica una mueca donde le muestra los dientes de forma amenazante a la vez que se pone tenso, tiene los brazos atados, pero sus piernas están libres y podría darle una buena patada. Alarga una mano de forma rápida y le sujeta el cuello, dominante. El azabache se revuelve como puede y ruge rabioso, le gruñe de vuelta. Sin perder el tiempo le aplica un sello nuevo en la zona de la clavícula, por si acaso, para que no pueda enviar chakra a esos ojos malditos y activar ese jodido sharingan. Una vez esta seguro, le quita la venda.
Le ve parpadear varias veces de forma rápida, intentando acostumbrarse a la luz de nuevo tras ese tiempo con los ojos tapados, y cuando le enfoca por fin, su rostro agresivo muda a uno de temor al reparar en su miembro erecto, enrojecido y necesitado por oler el aroma que libera el pequeño omega Uchiha. Ya desde antes de entrar en ese cuarto, el aroma del azabache a provocado su estado excitado. No ha requerido mucho tiempo para que su cuerpo reaccionara así de veloz; esta cerca de su propio celo y el maldito de Izuna huele delicioso. Así que su pene esta en su máximo esplendor fálico, deseando enterrarse en el interior del necesitado omega. Sonríe orgulloso por saberse observado y causar una fuerte reacción en la hembra a la que se va a unir. Pero algo falla... Esa no es la reacción que esperaba. Izuna siente temor de su estado lujurioso. Está atemorizado de ver su gran y dotada polla erecta, y se ha puesto frenético, aunque una palabra mejor sería histérico; dejándose dominar por el miedo que le causa imaginar que le pueda penetrar.
Le escucha llamar a su hermano entre sollozos, mientras repite: "No quiero esto, no quiero, no quiero ser omega, no... No quiero". A la vez que vuelve a acuclillarse contra una esquina y se encoge sobre si mismo, buscando una protección que sabe que no encontrara en ese lugar extraño; con el aroma de su enemigo pues es su territorio, con un dolor que debe estar sintiendo por primera vez al ser su primer celo, con un alfa que huele a feromonas y le muestra que está excitado, mientras que él está impelido, vulnerable, adolorido, asustado, desnudo, confuso... Y si, siente compasión por ese pobre omega. Siente compasión por su gran enemigo, por como se ha visto rebajado, por ver que aunque Izuna es un fuerte y orgulloso guerrero, también siente miedo ante una situación que para cualquier omega es algo natural. Para el Uchiha eso le está creando tensión, temor, ansiedad... Hasta ese momento el azabache era apenas un cachorro que peleaba con fiereza, un shinobi que controlaba su destino y escogía su modo de vida... Y ahora eso se lo han quitado, o quieren quitárselo, y está perdiendo el control de su vida, de su cuerpo, de su raciocinio y lo está haciendo en territorio enemigo, sin nadie a su lado que le reconforte en esa nueva etapa que le tocara afrontar, en esa madurez sexual en la que está entrado sin que él lo desee realmente. Esa etapa de cierto miedo a lo desconocido donde tendría que estar entre su familia donde se sentiría protegido y cuidado, reconfortado.
–Omega–Intenta calmarlo, pero no funciona. Izuna sigue negando atemorizado, mientras se intenta fundir con la pared dándole la espalda, como si así todo eso fuera a desaparecer.
Niega frustrado. Tobirama había buscado ese carácter belicoso y rebelde del Uchiha, pues en el fondo le encanta y le calienta que ese mal bicho azabache sea así... Para nada se esperaba ese miedo visceral a que le montara, a que se lo follara. Su erección baja al ver lo que causa en el Uchiha y suspira para si, sintiéndose molesto con todo, incluso con si mismo. Niega frustrado y decide irse para que se calme. O todo lo calmado que pueda estar en ese lugar y en esa situación.
Va a buscar a su padre, luego de ponerse algo encima. Sus propios nervios a flor de piel, su malestar igual. Esta crispado por lo sucedido y por estar tan cerca del celo.
–Suelta al Uchiha.– Dice imperioso interrumpiendo a su padre y su hermano que estaban tomando el té, Mito al notar la tensión en el ambiente, se inclina respetuosamente y se marcha dejándoles solos.
–¿Qué?– Butsuma no entiende a su hijo.
–He dicho, que sueltes al Uchiha. Que vuelva con los suyos. He cambiado de opinión con respecto a copular con él y marcarlo como mío.
Hashirama sonríe aprobando lo dicho por su hermano.
–Tobirama, recapacita. Ese omega es la mejor opción para nosotros, para ti, para el clan.– No entiende que ha sucedido. Su hijo está cerca del celo y el Uchiha también, es claro que el aroma del azabache atraía a su hijo, notaba su estado en todo el camino de vuelta al clan, el como no deseaba soltarle y quería llevárselo directamente a su territorio para aparearse con él. Y una posible explicación llegó a su mente, quizás su hijo había querido ir a darle una buena experiencia antes de descontrolarse por el celo, ayudar al joven a acostumbrarse a lo que sucedería en breve.– Hijo, se que es un omega virgen y es normal que al no tener experiencia no haya respondido como uno con más "mundo a cuestas" ante tu "acercamiento".
Su segundo hijo al no encontrar omegas interesados en él, o si se interesaban pero al conocer ese fuerte carácter y esa fiera mirada se asustaban de él y se alejaban con la cola entre piernas, había recurrido a las concubinas del clan. Las concubinas eran esclavas omegas que habían conseguido en sus victorias y ahora tenían allí como esclavas del placer para alfas no enlazados o betas sin esposa. Y esas omegas solían ser muy experimentadas pues eran omegas que habían perdido a sus compañeros y al perder su lazo, eran capturadas, sanadas tras la pérdida y se quedaban para satisfacer a los guerreros del clan.
En cambio el Uchiha era inexperimentado en esas lides sexuales, tenía que ser enseñado por el que sería su compañero, o sea por su hijo.
–No padre, no le he tocado.– "No he podido hacerlo. No soy tan cruel y despiadado."– Esto está mal, hemos hecho mal. Izuna no soporta su casta y forzarle a esto es... Nosotros no somos así.
Le añadió antes de que Butsuma quisiera replicar sobre tener consideración con un enemigo del clan.
–Padre, ya lo ha oído. Tobirama tampoco desea participar en esto.– Apretó Hashirama.– Que otros clanes actúen con esa vileza no significa que nosotros tengamos que actuar igual y forzar a un joven omega que no desea tal unión.
–Siempre nos he considerado honorables, padre. Nosotros estamos por encima de ese proceder.– Sigue Tobirama.
Resopla para si, ahora sus dos hijos se ponían en su contra y en el de su magnifico plan. Ahora los dos se apiadaban de ese omega que les daría unas futuras camadas muy favorecedoras para los Senju. Pues digan lo que digan no piensa claudicar.
–Esta bien, esta bien... Pero ahora no podemos llevarlo a ningún lado... Esta en su celo y si lo soltamos será cazado por cualquier alfa, follado y marcado.
Escucha el gruñido molesto de Tobirama. Un gruñido lleno de posesividad hacia ese omega, molesto por imaginar que otro alfa quiera hacerlo suyo.
"Maldito tonto... Deseas a ese omega, te gusta ese omega, hijo. Y quieres tirar por la borda tus deseos y felicidad, tu futuro, porque el omega no quiere esto, porque ese Uchiha se ha asustado un poquito al encontrarse en esta situación. Patético. Por suerte tu padre arreglara eso."
–¿Qué te parece si lo custodiamos en otro sitio? Buenos shinobis ya emparejados o betas lo harán, para asegurar que nadie le toque, y cuando ya este libre de celo lo soltaremos cerca de los territorios Uchiha.
Ambos hijos estuvieron de acuerdo al plan de su padre y confiaron en él. El líder Senju encerró al Uchiha en su casa, bien retenido y vestido, tal como acordaron con sus hijos. Después de todo la casa del líder era la más segura de todas. Y por eso estuvieron de acuerdo en eso. Lo que no sabían sus hijos es que en cuanto Tobirama entró en celo, que fue esa misma noche, Izuna, también estaba ya sufriendo su estro y clamando por un alfa y por ser saciado. No le costó mucho a Butsuma atraer a su hijo a su hogar usando prendas del omega en celo. Y una vez su hijo entró en tromba en su casa para buscar a esa hembra que olía tan bien, los encerró en ella. Sonriendo al ver que su plan seguiría adelante. Él perdería su casa durante tres días y a saber que hallaba cuando pudiera volver, pero lo que ganaba era demasiado bueno así que no le preocupaba.
Siguiendo con la mentira fue a la casa de su primogénito.
–¡Hashirama! Tobirama ha escapado de su hogar y a tomado posesión del mío. He intentado detenerle pero ya sabemos como somos los alfas en celo...– Le mostró tres arañazos que tenía en su brazo, pues su hijo realmente le había atacado al entrar en el hogar y saber que su hembra estaba allí... En compañía de otro alfa que era su "rival" por ella, sin tener en cuenta de que ese alfa era su progenitor y era el territorio de ese alfa más mayor. Simplemente le había atacado para hacerse con su hogar y el omega que quería.
No le preocupaban esos arañazos, sabía que Tobirama podría reaccionar así al ver al que ya consideraba su omega en otro territorio que no era el suyo propio.
–¡Mierda!– Hashirama corrió a la casa, pero el aroma a feromonas y el fuerte gruñido de su hermano le hicieron cerrar la puerta cuando los halló ya a los dos juntos empezando a "interactuar". Cerró antes de que su "querido" hermano dominado por el instinto le atacara por penetrar en su nuevo territorio donde estaban uniéndose con su hembra.
Volvió junto a su padre.
–No hay nada que hacer, ya ha empezado todo. Vamos padre, le miraré esa herida y le curaré. Puede quedarse con nosotros si lo desea.– Mientras apenado por el desenlace de todo eso guiaba a su padre dentro de su hogar para revisarle el brazo. Solo rezaba porque nada malo sucediera tras lo que ocurriría en esa casa entre un Senju y un Uchiha.
Butsuma sonrió sin que Hashirama lo viera. Especialmente satisfecho con las palabras de su hijo: "Ya ha empezado todo", lo que le dejaba claro que, tal como imaginaba, Tobirama no había perdido el tiempo para empezar a follarse a su hembra.
CONTINUARÁ...
