Junio 1812
"¿Estas segura Lizzy? Sabes que tu y Jane pueden quedarse todo el tiempo que deseen con nosotros."
"Lo sé tío, y te lo agradezco." Sonrió débilmente, "Pero Jane no está bien, y el doctor piensa que el aire de mar le va a ser bien. Tengo mucho miedo que nunca se recupere por completo y tengo pánico que se muera… No puedo permitir que eso pase."
"Lizzy, se cómo te sientes, y lo que piensas; pero tienes que tener más paciencia. Hace solo dos meses, todos pensábamos que Jane iba a morir, y sin embargo de a poco se está recuperando. Quizás en un año o dos vuelva a estar como antes."
"Tío, sabes muy bien que el aire en Londres no es bueno, y hay una alta chance que si se queda a vivir aquí nunca se recupere. Dime la verdad, ¿Qué harías tú si estuvieras en mi situación? ¿Ignorarías lo que sugiere el doctor, o seguirías sus consejos?"
El Sr. Gardiner suspiró, entendía muy bien a su sobrina, pero por su tranquilidad y la de su esposa prefería que ambas vivieran con ellos. Resignado contestó, "No voy a mentirte, seguiría los consejos del doctor… Pero eso no quita que preferiría que ustedes dos se quedaran a vivir con nosotros en Londres. Se que en pocos meses vas a cumplir 21 años y Jane ya es mayor de edad; también sé que ambas son muy sensatas, pero tengo miedo que vivan solas y algo malo les pase. Son muy jóvenes y ambas son muy bonitas…"
Lizzy lo interrumpió, "Lo sé tío, pero sabes que el tío Phillips conoce muy bien al dueño de la hacienda, eran amigos cuando eran niños." Sonrió débilmente, "El Sr. Maxwell está dispuesto a alquilarnos una cabaña con una pequeña huerta y una sirvienta por solo 120 libras al año. Además, la cocinera de la hacienda va a venir al menos una vez a la semana a ayudarnos a preparar comida. Sabes que en las últimas tres semanas son permiso de la tía Gardiner, la Sra. Ponds me ha estado enseñando a hacer pan, pasteles, y otros platos simples."
"Si, ya lo sé." Contestó con una media sonrisa, "También conozco superficialmente al Sr. Maxwell y su esposa; sé que son buenas personas", suspiró, "Lizzy, solo quiero que sepas que las puertas de mi casa siempre están abiertas para ti y para Jane…"
PPP
14 de abril 1812 – julio 1812
A primeras horas de la mañana el fuego finalmente se apagó. Lamentablemente los únicos sobrevivientes de la familia Bennet fueron Elizabeth y Jane. El Sr. Phillips mandó un expreso enseguida al Sr. Gardiner para que viniera, y la Sra. Phillips por varios días lloró muchísimo por la muerte de su hermana y sobrinas y no quiso salir de su habitación.
Sir William que apreciaba a la familia Bennet y en especial a Elizabeth, las llevó a su casa para que se quedaran unos días. Llamaron enseguida al apotecario – el Sr. Jones – porque Jane tenía dificultades para respirar, tenía fiebre, quemaduras en las manos, las piernas y el tobillo fracturado. Por tres días estuvo muy grave, que incluso temían por su vida. Por suerte, y quizás por todos los esfuerzos de Elizabeth que no se movió de su lado, le suministraba paños de agua fría en todo el cuerpo, logró recuperarse parcialmente.
El Sr. Collins y Charlotte llegaron cuatro días después del incendio, justo para asistir al muy triste entierro en el cementerio de Longbourn.
Se leyó el testamento el cual establecía que el Sr. Collins era ahora el dueño de Longbourn, Jane y Elizabeth heredaron las 5.000 libras establecidas en el contrato matrimonial de sus padres y unas 1.500 libras adicionales que el Sr. Bennet tenía ahorradas.
Dado que había que hacer muchas reparaciones en Longbourn, el Sr. Collins y Charlotte decidieron volver a Hunsford al menos por seis meses más. Además, no tenían dinero suficiente para hacer todas las reparaciones requeridas.
Lizzy acompañada por su tío fue a Longbourn a buscar las pocas pertenencias que habían sobrevivido al fuego. Entre ellas había algunas joyas, vestidos que, aunque tenían olor a humo podían aún ser teñidos de negro y usarlos durante el período de luto y pocas cosas más.
Antes de irse le pidió a su tío que la dejara unos minutos a solas en el salón principal. Después del incendio estuvo muy preocupada por la vida de Jane, que no tuvo tiempo de pensar en el resto de su familia. Se quedó varios minutos ahí parada con tantos recuerdos de tiempos mejores que venían a su mente… Comenzó a llorar desconsoladamente por sus padres, por Mary, Kitty y Lydia, e incluso por Jane y por ella misma…
Unos días después con mucho cuidado, dado que Jane estaba aún muy débil y tenía fracturado el tobillo, el Sr. Gardiner regresó a Londres con sus sobrinas.
La recuperación de Jane fue muy lenta, ya que además de todas sus heridas, estaba muy triste y deprimida. Quizás si no fuera por Lizzy, en los primeros días después del incendio se habría dejado morir, y por momentos sentía que no tenía fuerzas… pero su hermana estaba siempre al lado de ella y sabía que tenía que hacer un esfuerzo para recuperarse.
Casi tres meses después, ya podía apoyar el pie, y podía mover los dedos de la mano derecha. Tenía aún tos y períodos en que le faltaba el aire, pero esperaba con el tiempo recuperarse.
Sobre mediados de julio, con ayuda de los Gardiner, Lizzy y Jane se mudaron a una pequeña cabaña en las afueras de Ramsgate, y comenzaron una nueva vida…
